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LOS EVANGELIOS

EVOLUTIVOS
LOS EVANGELIOS
EVOLUTIVOS

TANER DEMIRCI LÓPEZ

VERSIÓN DIGITAL LEGALIZADA


Diciembre de 2014

Todos los derechos reservados

New Jerusalem Publishing


www.newjerusalempublishing.com
info@newjerusalempublishing.com

Taner Demirci López

ISBN-10: 978-1505878578

ISBN-10: 1505878578

El contenido de esta publicación, no puede


ser reproducido, almacenado ni transmitido
en manera alguna para su venta sin el
preceptivo permiso.
Índice

Introducción ............................................................................................ 11
Planteamiento ......................................................................................... 15
Capítulo I - Características de la Divinidad .................................. 21
Capítulo II - El Maestro Jesús como el «Señor» del universo 23
Capítulo III - Jesús como hijo de Dios ............................................. 43
Capítulo IV - El culto a Jesús .............................................................. 55
Capítulo V - ¿Quién perdona los pecados: Jesús o Dios? ......... 67
Capítulo VI - El nacimiento de Jesús ............................................... 71
Capítulo VII - El Maestro Jesús, un servidor de Yahvé ............. 89
Conclusiones ............................................................................................ 99
Bibliografía ............................................................................................. 103
Introducción

E n las últimas décadas, el enfoque principal de las


investigaciones en el campo de las religiones del mundo se
ha centrado principalmente en la verificación de la historicidad
de los acontecimientos mencionados en los libros sagrados.
Muchos de los teólogos, al margen de los nuevos
descubrimientos arqueológicos y las modernas perspectivas de
interpretación académica, tuvieron que adaptar sus enseñanzas
religiosas a los datos descubiertos y así pudieron mantener el
equilibrio entre los elementos de la fe y la razón, combinación
indispensable para la supervivencia de sus religiones.

En nuestro estudio, nos centraremos en el caso especial de


Jesús en el cristianismo. Este tema está en auge y es muy popular
principalmente en las aulas universitarias de los Estados Unidos
con nombres como John P. Meier, Bart D. Ehrman, Reza Aslan,
etc. Por otra parte, en el ámbito de nuestra sociedad
hispanohablante, disponemos de Antonio Piñero a la cabeza de
estas corrientes modernas, que como mínimo está a la altura de
los norteamericanos mencionados anteriormente y que sin duda
está aportando un amplio conocimiento acerca de las últimas
investigaciones.
El siglo XIX fue testigo del nacimiento de una crítica externa a
la religión que empezó a cuestionar los dogmas desde el punto
11
de vista secular. En el siglo XX, la investigación académica en el
campo de la religión maduró especialmente entre la Primera y
Segunda Guerra Mundial.1 Respecto a las últimas décadas, con la
introducción de la digitalización de los documentos históricos y
la facilidad de acceso disponible para todos los investigadores, se
puede decir que el avance de la investigación se ha multiplicado.
Obviamente, se han expuesto y se siguen exponiendo muchas
teorías académicas que han facilitado nuevos enfoques que
cambiarán todavía más la interpretación del cristianismo, una
religión de casi 2000 años de historia. En mi caso, durante mis
estudios de postgrado, he tenido el honor de presentar esta
investigación al mismísimo Dr. Piñero, que sin duda como he
mencionado anteriormente, con su veintena de libros, decenas
de reportajes y entrevistas en los medios de comunicación y
otros tantos artículos publicados (los mismos que se empiezan a
usar y seguirán siendo utilizados en el futuro del proceso de
modernización de la teología cristiana de nuestros tiempos), ha
pasado ya en vida a la historia de las investigaciones sobre Jesús.

Con el descubrimiento de diferentes tipos de teología de los


cristianismos derrotados a lo largo de la historia, bien sabemos
ahora que existen principalmente dos personajes en constante
lucha: Jesús teológico versus Jesús histórico. La información del
primero de ellos nos ha llegado a través del monopolio
eclesiástico, mientras que el segundo, en los dos últimos siglos,
ha empezado a surgir en el ámbito académico y va ganando
terreno a una velocidad imparable en esta última década, siendo
imposible realizar una previsión de hasta dónde puede llegar.

El otro hecho es que la teología actual sobre Jesús, o más bien,


la cristología, tampoco fue desde un principio definida tal y como
el cristianismo paulino lo había adaptado. Por citar unos simples
ejemplos, basta con mencionar los Concilios de Nicea,
Constantinopla y Calcedonia. En estos Concilios, el «Jesús

1 J. JONGENEEL, Jesus Christ in World History, Peter Lang, Frankfurt 2009, 252

12
humano» se sentenció definitivamente a muerte hasta llegar a
hoy. Sin embargo, en estos últimos tiempos es cuando empieza a
«resucitar de entre los muertos» donde fue enterrado y
comienza a cobrar protagonismo.
El enfoque de nuestra investigación no consistirá en las
decisiones tomadas en los Concilios, sino en intentar realizar un
análisis detallado de las teologías expuestas en los Evangelios
que han sido las razones de la proclamación de la divinidad de
Jesús. Nuestra metodología pondrá en duda la historicidad de los
datos reflejados en los libros sagrados y esto nos permitirá llegar
a unas conclusiones que, en mi opinión, puede que tengan unas
consecuencias positivas para el desarrollo de la teología del
cristianismo actual. Todo esto lo haremos constantemente
dentro del marco histórico y académico, con un tono muy
pacífico y sin la menor intención de mostrar agresividad hacia
ninguna institución religiosa en particular y siempre con buenas
intenciones de obtener una información cada vez más purificada.
No hay que olvidar que las instituciones existen para los
individuos y no al revés. Los individuos no deben adaptarse a las
ideologías preestablecidas por las instituciones sino que las
instituciones deben ser flexibles para responder a las
necesidades de la comunidad en cada época. Por lo tanto, los
teólogos de religiones no deben temer a los antropólogos de
religiones de hoy en día cuando estos últimos realizan nuevos
descubrimientos. Esto ayudará a la tarea de adaptar la fe dentro
del marco de la lógica. Cuando una puerta se cierra, otra se abre.

13
Planteamiento

E l planteamiento de nuestro estudio es responder a las


siguientes preguntas: ¿Qué nos dicen los Evangelios?
¿Cuántas teologías paralelas se exponen en ellos? ¿Hay una
evolución teológica dentro de los libros canónicos?

Nuestra iniciativa e intención de intentar dar respuesta a


dichas preguntas se basa en el orden y fecha de la composición
de los Evangelios. Según Piñero y casi la totalidad de los
estudiosos, el primero de ellos en componerse fue el Evangelio
de Marcos alrededor del 70 d.C., posteriormente se elaboró el
de Mateo alrededor del 80 d.C., después el de Lucas alrededor
del 90 d.C. y por último, el Evangelio de Juan entre el 100 y el
150 d.C.2. Estos Evangelios, como indica Piñero, fueron el
resultado de repensar y reinterpretar la vida de Jesús y su
doctrina. Esto nos crea una inquietud crucial: ¿Habrán podido
evolucionar las teologías cristológicas a lo largo de la
composición de los Evangelios, que son los libros que
constituyen el núcleo central del cristianismo? Si obtenemos un

2De acuerdo a Harnack la composición de Marcos fue entre el año 65 y 70,


Mateo 70 y 75, Lucas 79-93 y Juan 80-110. Según Kümmel, Marcos fue
escrito en el año 70, Mateo entre 80 y 100, Lucas entre 70-90 y Juan entre
90-100.

15
resultado afirmativo a nuestra primera pregunta, la segunda
sería: ¿Ha podido haber otras teologías secundarias que
igualmente sufrieran una evolución para llegar a su última
versión?
Todos los teólogos, estudiosos y críticos están de acuerdo en
la idea de que los Evangelios -principalmente llamados
sinópticos- nos brindan una información histórica, pero
decorada con una teología.3 Incluso se sabe que, dependiendo
del punto de vista de los evangelistas, las historias verídicas de
Jesús se mezclaron con la historificación de otras creencias y se
escribieron como si fueran auténticas. En este sentido, se puede
afirmar con certeza que no todos los relatos del N.T. se pueden
considerar históricos.4 Es por esta razón que en el último siglo
se han realizado tantos estudios académicos sobre el tema con
el propósito de identificar cuáles son las historias teológicas y
cuáles son las demostrables históricamente. Obviamente,
partiremos de la base de que Jesús como persona realmente
existió en la historia. En este sentido, como indica el
investigador secular Ehrman, debemos mencionar que todos
los eruditos de la antigüedad, fueran cristianos o no, están de
acuerdo en que el nazareno realmente vivió en nuestro
mundo.5

Nuestra metodología consistirá en exponer brevemente las


distintas acciones que los Evangelios afirman que fueron
realizadas por Jesús y sus compañeros, y analizar si la
recopilación de estas supuestas acciones pudo haber sufrido
alguna evolución a la hora de ser recopiladas por diferentes
evangelistas. Recordemos que los datos recopilados en los
Evangelios crean los dogmas del cristianismo y son
principalmente los siguientes: Jesús como el «Señor», Jesús

3 X. PIKAZA, Historia de Jesús, Verbo Divino, Navarra 2013, 65


4 E. SANDERS, The Historical Figure of Jesus, Penguin Books, London 1993, 3
5 B. EHRMAN, Forged: Writing in the Name of God, HarperOne, New York 2011,

285

16
como el hijo de Dios, Jesús como el Mesías hijo de David, Jesús
como el perdonador de pecados, Jesús como la persona que
pagó, con su muerte en la cruz y su resurrección al tercer día, el
precio de todos los pecados de la humanidad. En nuestro
análisis no trataremos estos dos últimos puntos y los
aplazaremos para nuestra próxima investigación.6 Por ahora
nos centraremos principalmente en los primeros puntos
mencionados.

A continuación, expondremos las doctrinas más importantes


del cristianismo y las examinaremos con ejemplos para
comprobar si ciertamente existió algún tipo de modificación
por parte de los evangelistas o no. Si efectivamente observamos
tales evoluciones, estaremos obligados a preguntarnos si eran
modificaciones inconscientes o bien muy meditadas para llevar
a cabo una nueva propuesta teológica. Una vez decidido si estas
modificaciones deberían tener lugar o no en los Evangelios,
esto hará que cuestionemos cuán acertadas son las doctrinas
que se preestablecieron hace casi 1700 años.

¿Cómo se denomina la ciencia que estudia la teología de los


Evangelios y cuáles son las áreas de investigación?

La ciencia que estudia la teología de los Evangelios es la


cristología. Antes de empezar a analizar los textos bíblicos,
explicaremos brevemente el significado de esta ciencia. La
cristología trata básicamente la afirmación de que Jesucristo es
el Hijo verdadero de Dios, es decir que comparte esencia divina
con el Dios Padre y ambos junto con el Espíritu Santo forman la
Santísima Trinidad.7 De aquí, se deduce que Jesús, nacido
milagrosamente de una virgen, esencialmente es divino y
humano en dos naturalezas.

6 Permítame, como creyente, decir «si Dios quiere».


7C. TUCKETT, Christology and the New Testament, Westminster John Knox
Press, Louisville 2001, 8

17
Recordemos que la decisión final de la naturaleza de Jesús
arriba indicada corresponde al Concilio de Nicea encabezado
por el emperador Constantino en el año 325 y finalmente al
Concilio de Calcedonia, celebrado en el año 451.8 Como bien se
sabe, la controversia arriana que mostraba un Jesús creado por
el Padre, se eliminó completamente tras el Concilio de
Constantinopla en el año 381. Posteriormente, en Calcedonia se
eliminaba el punto de vista monifisita9. En este último Concilio,
el Jesús de una única naturaleza tuvo su entierro en un distrito
de la ciudad de Estambul.10 En nuestro estudio, examinaremos
si realmente los Evangelios empezaron a componerse con la
idea de exponer a un Jesús divino o no.

Toda la documentación disponible así como otros estudios


arqueológicos recientes, indican que antes de que el
cristianismo adoptara plenamente la doctrina que se practica
hoy en día, había varios cristianismos diferenciados
teológicamente. La obra de Antonio Piñero sobre estos
cristianismos es digna de estudio. Pero nosotros, como ya
dijimos, iremos a un periodo anterior a estos Concilios y
especialmente viajaremos al núcleo formado por los cuatro
Evangelios para preguntarnos: ¿Es posible que haya habido una
apoteosis de Jesús en los mismísimos Evangelios a lo largo de
su composición cronológica? Para responder a esta pregunta,
deberemos simplemente comparar los acontecimientos
paralelos en los Evangelios. Por ende, tendremos en cuenta la

8 D. MACCULLOCH, Historia de la Cristiandad, Debate, Madrid 2011, 259


9 Considero que el monofisismo, de tener una naturaleza divina compuesta
de una naturaleza humana y la principal naturaleza divina y, que con la
entrega total de la primera para la segunda ésta absorba a la primera
utilizando la fuerza de voluntad, puede ser atributo de todas las personas y
no hace del ser humano un dios. Estoy preparando mis explicaciones acerca
de este punto para una próxima publicación.
10 Curiosamente la traducción literal de Kadıköy es «Villa del Juez». (Ver: Mt

25:31-34)

18
información de la mayoría de los estudiosos que indican que la
fuente de los Evangelios sinópticos era el Evangelio de
Marcos.11 Sin embargo, como se demostrará a continuación,
repetidas veces se ha atestiguado que todos los evangelistas
conocían muy bien la existencia de los Evangelios precedentes
y no solamente el de Marcos, por lo que a la hora de escribir los
suyos, tuvieron mucho en cuenta la información retenida del
anterior.12 Así que veremos textos de los Evangelios por orden
cronológico: Marcos, Mateo, Lucas y Juan. Respecto a este
último, tendremos especial cuidado ya que como bien se sabe,
el autor del cuarto Evangelio introdujo tantos elementos
gnósticos y subjetivos que dificulta al investigador la
realización de un estudio objetivo.

11 M. GOODACRE, The Synoptic Problem: A Way through the Maze, T&T Clark,
New York 2001, 20
12
En este sentido, observaremos que en nuestro estudio no solamente se
aprobará la efectividad de la Teoría de Farrer, sino que se le añadirá también
una nueva perspectiva.

19
CAPÍTULO I
Características de la Divinidad

A ntes de comenzar nuestro estudio, es de suma importancia


definir, aunque sea brevemente, las características de un
ser divino. Esto nos ayudará a comprender cuáles son las
referencias bíblicas que la cristología utiliza para proclamar la
divinidad de Jesús.
1) Ser el «Señor» del universo.
2) Ser el Hijo de Dios
3) Recibir culto de las personas
4) Perdonar pecados
5) Ser llamado Dios.

Ahora exponemos algunas referencias, que aparecen en


los Evangelios, en las que se basan los cristianos para llegar a la
conclusión de que Jesús es el «Señor» y el Hijo de Dios, al que se
debe adorar, que perdona los pecados de las personas y es el
mismísimo Dios:

1) Jesús como el «Señor» del universo:


Mc 2:28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de
reposo.

21
Si Jesús es el «Señor» del día del sábado, entonces Jesús es el
«Señor» de los mundos.

2) Jesús, el Hijo de Dios:

Mt 26:63-64 Mas Jesús callaba. Respondiendo el sumo


sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, a que no digas
si eres tú el Mesías, el hijo de Dios. Jesús le dijo: Tú lo has dicho…

3) Jesús recibió adoración por parte de sus discípulos:

Mt 14:33 Entonces los que estaban en la barca vinieron y le


adoraron…

4) Jesús perdonando los pecados de las personas:

Mc 2:10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene
autoridad en la tierra para perdonar pecados (dijo al
paralítico):…

5) Jesús es Dios:

Mt 1:23…porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu


Santo es…Y llamarás su nombre Emanuel, que declarado, es: Dios
con nosotros.

Si Jesús es engendrado por el Espíritu Santo, que se cree


forma parte de la Trinidad, entonces comparte sustancia con
Dios y por lo tanto es Dios, tal y como en su momento el profeta
Isaías había profetizado.

Así que hemos visto brevemente algunos casos donde se


desarrolla la cristología tal y como se entiende actualmente.
Ahora realizaremos una detallada investigación acerca de estos
puntos uno por uno.

22
CAPÍTULO II
El Maestro Jesús como el «Señor» del universo

L a creencia en Jesús como el «Señor» del universo es una de


las bases del cristianismo. Prácticamente ninguna iglesia
cristiana, en la actualidad, duda del señorío de Jesús en el
sentido de poseer el dominio absoluto de toda la creación.
Nuestro enfoque en nuestro segundo capítulo será averiguar
cuáles son las bases en los Evangelios que permiten llegar a
dicha afirmación.

Antes de citar los versículos atribuidos al señorío de Jesús que


aparecen en los Evangelios, es necesario explicar brevemente
que la utilización del término «Señor» en la Biblia, no
necesariamente en todos los casos se emplea para referirse a la
divinidad. Tanto hoy en día como en la antigüedad, este
sustantivo también se utilizó, y se está utilizando, para mostrar
el máximo respeto hacia algunos individuos. Por otra parte,
podrá tener el significado de poseer autoridad sobre los demás.
Expondremos unos ejemplos en el A.T., entre otros:

Génesis 3:16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los


dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo
será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.

23
Génesis 23:14-15 Efrón le contestó a Abraham: Señor mío,
escúcheme. El campo vale cuatrocientas monedas de plata. ¿Qué
es eso entre nosotros? Vaya tranquilo y entierre a su esposa.

Isaías 3:4 Y les pondré jóvenes por príncipes, y muchachos


serán sus señores.

Veamos un ejemplo del N.T., en Juan, que es el Evangelio


donde se desarrolla con más claridad la divinidad de Jesús:

Juan 12:21 Estos pues, llegaron a Felipe, que era de Bethsaida


de Galilea, y le rogaron diciendo: Señor, querríamos ver a Jesús.

Tras comprobar el punto clave de acuerdo al significado de la


palabra «Señor», daremos unos ejemplos de cómo se usa este
término y adopta otros significados a medida que se componen
los nuevos Evangelios:

1) El Evangelio de Marcos, que es el primer Evangelio


compuesto de los cuatro libros canónicos del N.T., indica en el
verso 10:51 que Jesús preguntó a un ciego lo que deseaba y este
le contestó: «¡Maestro que cobre la vista!». Sin embargo si nos
fijamos en sus paralelos en Mt 20:33 y Lc 18:41, observamos
que el término «Maestro» cambia y se convierte en «Señor».
Además, Jesús aquí no solamente cura a una persona sino que
ahora es una multitud de personas quienes piden un milagro al
nazareno: «Ellos le dijeron: “¡Señor, que sean abiertos nuestros
ojos!”». Esto es un caso de evolución clarísima del Maestro, que
abre los ojos, a Señor y que pasa de curar a una sola persona a
curar a muchas más.13
2) En Mc 12:28-29, los fariseos y los saduceos discuten con
Jesús y este les responde. De repente, llega un escriba y
13
El aumento de poderes según los Evangelios es constante: compare el
aumento de «cuatro mil hombres» de la multiplicación de panes en Mc 8:29
a «cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños» en Mt 15:38 y los
«cinco mil hombres» de Mc 6:44 a «cinco mil hombres, sin contar las
mujeres y los niños» en Mt 14:21.

24
pregunta a Jesús cuál es el primer mandamiento de la ley
mosaica. Obviamente, como cualquier judío, Jesús debería
responder como está escrito en Dt 6:4 «Escucha, oh Israel,
Yahvé es nuestro Dios, Yahvé uno es». Sin embargo, Marcos
realiza una ligera modificación ocultando el verbo ser por lo
que la respuesta de Jesús queda de la siguiente manera: «El
primer mandamiento es: “Oye Israel, el Señor nuestro Dios, el
Señor uno es”».14

Como no podemos dudar de la sabiduría de Jesús y de que se


pudiera haber equivocado en una respuesta tan obvia, este
hecho nos crea sospechas de una posible interpretación
teológica propia de Marcos, acomodando el verso a sus
creencias, propiciando una pequeña confusión en la mente del
lector. Así, la respuesta del escriba en el verso 32 fue: «Bien
Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios y no hay otro fuera de
Él». Como no podemos saber si el escriba entendió exactamente
la respuesta de Jesús, como está escrito en Dt 6:4, confirmamos
la intención de Marcos de omitir el verbo ser y lo recuperamos
en el contexto.

Pero la «corrección» del verso en el siguiente Evangelio, que


se escribió aproximadamente diez años después, es crucial
como se muestra a continuación:

Mt 22:35-37 «y uno de ellos, doctor en la ley, le preguntó con


intención de tenderle una trampa: Maestro, ¿cuál es el
mandamiento más importante de la ley? Jesús le contestó:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y
con toda tu inteligencia».

Como si la primera adaptación de Marcos no fuera suficiente


para confundir al lector, aquí observamos cómo Mateo elimina
completamente el primer mandamiento de Dios que prohibía
adorar a una divinidad ajena a Él, situando en su lugar la

14
Está claro que Marcos se refería a Yahvé con “el Señor”.

25
importancia de mostrar amor al «Señor»; además ya no se sabe
bien si ese «Señor» es Yahvé o el propio Jesús, pues en el
Evangelio de Mateo hay abundantes referencias a Jesús como
“el Señor”. Por otra parte, el escriba que aparece en Mc, que
según Mt 7:29 no tenía autoridad en su sabiduría, es
reemplazado aquí por un experto de la ley. Por lo tanto, lo que
consigue Mateo aquí es obtener la aprobación de la mutación
del decálogo en boca de un «experto» en ley mosaica y no de un
escriba cualquiera.15

Por otra parte, vemos que la modificación efectuada por el


tercer evangelista es mucho más sorprendente que la segunda:
en los dos Evangelios anteriores, el contexto donde Jesús fue
interpretado por un escriba -o según Mateo, por un «experto»-
los fariseos y los saduceos estaban en la escena. Ahora, lo que
Lucas hace en el verso 10:25, es eliminar completamente la
escena de la disputa, cambiar la formulación de la pregunta, y
poner la respuesta de Jesús en boca del «experto», de tal
manera que ya no es Jesús quien responde a la pregunta sino el
propio doctor de la ley:

«Por entonces, un doctor de la ley, queriendo poner a prueba a


Jesús, le hizo esta pregunta: “Maestro, ¿qué he de hacer para
alcanzar la vida eterna?” Jesús le contestó: “¿Qué está escrito en
la ley de Moisés? ¿Qué lees allí?” Él respondió: “Amarás al Señor
tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus
fuerzas y con toda tu inteligencia; y a tu prójimo como a ti
mismo”».16

15 Aunque la formulación de la pregunta del «experto de la ley» no sea la


misma palabra por palabra, la referencia de Mateo es la misma del «escriba»
en Marcos, ya que en caso contrario incluiría en su Evangelio el
acontecimiento original de Marcos como otro evento aparte. Ante la
omisión, se hace clara la modificación que realiza Mateo sobre el mismo
evento de Marcos.
16 La modificación de Lucas tiene origen en el verso de Mc 10:17. Es una

mezcla muy bien elaborada.

26
Podemos observar cómo los evangelistas paulatinamente van
introduciendo el término «Señor» para referirse al Maestro y
poco a poco van asignándole al campo de la divinidad,
eliminando el decálogo. Estas mezclas son continuas a lo largo
de la composición de los Evangelios sinópticos. Viendo esta
disposición a la modificación por parte de los evangelistas,
empezamos a dudar si la teología existente sobre Jesús es
correcta o no. ¿Era el Espíritu Santo quien les inspiraba a
realizar tales cambios? Seguiremos viendo otros casos de
evolución y modificación de información en los
acontecimientos de Jesús.

En los siguientes versículos existe la misma apoteosis


parecida a la de los ejemplos anteriores: el Maestro en Mc 4:38
se ha convertido en el «Señor» en Mt 8:25. De la misma manera,
el Maestro en Mc 9:5 se intercambia por Señor en Mt 17:4; Jesús
en Mt 17:20 por Señor en Lc 17:6; Maestro en Mt 8:19 por Señor
en Lc 9:57; etc.

A continuación, veremos un ejemplo que dejará en evidencia


que la evolución lexicológica y contextual que pretendemos
explicar entre los Evangelios no es una teoría conspiratoria
sino un hecho real. Observemos la forma en que fue recopilado
el momento en que Jesús y sus compañeros estuvieron a punto
de naufragar:

Marcos 4:36 Y despachando la multitud, le tomaron como


estaba, en el barco; y había también con él otros barquitos. 37 Y
se levantó una grande tempestad de viento, y echaba las olas en
el barco, de tal manera que ya se henchía. 38 Y él estaba en la
popa, durmiendo sobre un cabezal, y le despertaron, y le dicen:
¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos?

Veamos ahora el mismo suceso reflejado en el Evangelio de


Mateo:

27
Mateo 8:24 Y he aquí, fue hecho en la mar un gran movimiento,
que el barco se cubría de las ondas; mas él dormía. 25 Y
llegándose sus discípulos, le despertaron, diciendo: Señor,
sálvanos, que perecemos.
Como se puede observar de manera evidente, Mateo no
solamente intercambia el término “Maestro” por “Señor”, sino
que también modifica el contexto del acontecimiento. Mientras
que el Evangelio de Marcos expone este hecho como una
muestra de crítica de los discípulos hacia Jesús -porque según
se entiende, el nazareno no estaba atento-, el Evangelio de
Mateo narra el mismo hecho con la diferencia de que los
compañeros de Jesús le piden la salvación como si fuera Dios.
De nuevo, esta modificación nos demuestra de manera
definitiva un intento de perfeccionar la exposición de un
supuesto acontecimiento del nazareno y sus discípulos.

Realizando un estudio sobre las palabras «señor» o «Señor»


que aparecen en los Evangelios, observamos que en Marcos
aparece como mínimo 18 veces mientras que en Mateo 77 veces
y en Lucas 92 veces. Entre estas, las que están relacionadas
directamente con Jesús, en Marcos17 son 6, en Mateo18 son 34 y
en Lucas19 son 49. La razón de estas diferencias, se debe a la
intercalación del término «Señor», según cada evangelista
posterior, cuando quisieron hacer referencia a los mismos
acontecimientos paralelos existentes en los Evangelios
anteriores, compuestos cronológicamente. Como veremos a
continuación, Mateo y posteriormente Lucas, interpolan cada

17 Mc 1:3, 2:28, 7:28, 11:3, 11:9, 16:19


18 Mt 3:3, 7:21,7:22, 8:2, 8:6, 8:8, 8:21, 8:25, 9:28, 9:38, 12:8, 13:51, 14:28,
14:30, 15:22, 15:25, 15:27, 16:22, 17:4, 17:15, 18:21, 18:26, 20:30, 20:31,
20:33, 21:3, 22:44, 22:45, 24:42, 25:11, 26:22, 27:10, 27:63, 28:6
19 Lc 1:17, 1:28, 1:43, 1:46, 2:11, 2:15, 2:22, 3:4, 4:12, 5:8, 5:12, 6:5, 6:46,

7:6, 7:13, 7:31, 9:54, 9:57, 9:59, 9:61, 10:1, 10:2, 10:17, 10:40, 11:1, 11:39,
12:41, 12:42, 13:8, 13:15, 13:23, 13:25, 17:5, 17:6, 17:37, 18:6, 18:41, 19:8,
19:31, 19:34, 20:42, 20:44, 22:31, 22:33, 22:38, 22:49, 22:61, 24:3, 24:34

28
vez más el sustantivo «el Señor», bien en boca de los
participantes de los acontecimientos, bien por la propia
presentación de los evangelistas:

1) Veamos la promesa incumplida de Pedro a Jesús en Mt


26:35, asegurando que no le entregaría ni por el precio de su
propia muerte: «Pedro le dijo: “Aunque tenga que morir contigo,
jamás te negaré”. Todos los discípulos dijeron también lo mismo”.
Compare el verso con Lc 22:33 «Él le dijo: “Señor, dispuesto
estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte”».
2) Otro ejemplo está en Mt 11:16-17: «Pero, ¿con qué
compararé a esta generación?". Sin embargo en Lc 7:31 es: «Y
dice el Señor, ¿A qué, entonces, compararé los hombres de esta
generación,…"».

Estos dos ejemplos explican el aumento del número del


término «Señor» para referirse a Jesús. ¿Por qué cada
evangelista añadió este término a su versión original que no lo
contenía? Por ahora dejemos la respuesta a esta pregunta para
los próximos capítulos y sigamos con nuestro tema. Una vez
que hemos determinado la no historicidad y subjetividad de las
nuevas apariciones del sustantivo «Señor» en los Evangelios de
Mateo y Lucas, tendremos que volver a investigar el Evangelio
de Marcos que es la fuente de estos Evangelios sinópticos. Es
necesario comprobar si el primer evangelista realmente con el
término «Señor», quiso referirse a la divinidad de Jesús como
Dios o más bien, como un Maestro respetuoso que tenía
autoridad en su palabra, o incluso el Mesías esperado por el
pueblo de Israel.20 Pero antes tendremos que aprehender muy

20Hay que recordar que para los judíos, el Mesías esperado nunca fue
considerado como el mismísimo Dios o Su propio hijo en su sentido literal.
En tiempos del exilio de Babilonia, incluso llegaron a creer que el Emperador
de Persia, Ciro, era el Mesías esperado por haber salvado a los hebreos de
Babilonia, aunque este no era ni siquiera un judío. Como se observa, el
concepto del Mesías para los judíos, queda muy lejos de ser la imagen del
mismísimo Dios en la tierra, ni algún hijo Suyo.

29
bien los criterios que se deben usar para una perfecta
interpretación de los textos bíblicos.

Hermenéutica, arte de interpretación de los textos sagrados

La palabra hermenéutica deriva del griego hermenevein, que


significa interpretar y explicar. Este término originalmente se
utilizaba para la interpretación de los textos oscuros revelados
por los dioses a los oráculos. Precisamente Hermes, el dios
mensajero de los dioses mitológicos griegos, era considerado el
patrón de las comunicaciones y el entendimiento humano.

Hoy se denomina Hermenéutica a la ciencia de interpretar la


Biblia. Según esta ciencia, los textos tienen un significado literal
y un significado subjetivo. El significado subjetivo puede variar
dependiendo de la capacidad de entendimiento
multidimensional o de un convencimiento doctrinal previo de
quien realiza la interpretación.21 Pero tanto para la realización
de una interpretación literal como de una subjetiva, hay ciertos
criterios que el analista debe aplicar y que son principalmente
los siguientes:

1) Disponer de una traducción correcta del texto.


2) Situar el texto a interpretar en el contexto temático del
pasaje bíblico. Aquí se debe dar mucha importancia a la lectura
de todo el capítulo para poder comprender con qué
acontecimiento se relaciona el fragmento a analizar.
3) Ser consciente de la situación geográfica y la época en
que se desarrolló el acontecimiento del texto. Muchas veces las
referencias tomadas de los pasajes bíblicos están totalmente
fuera de contexto.
4) Tener conocimiento del significado de las palabras que
varían dependiendo del lugar y la época en la que fueron

21 C. COSGROVE, The Meanings We Choose: Hermeneutical Ethics,


Indeterminacy and the Conflict of Interpretations, T&T Clark, London 2004,
7

30
escritas. No se puede llegar a conclusiones finales sobre el
significado de algunos términos sin disponer de esta
información.
5) Procesar el criterio de la lógica. Esta metodología decide
si se va a realizar una interpretación literal o una interpretación
subjetiva. Por citar un ejemplo, leemos en las alabanzas a Yahvé
en Salmos 136:2: «Alabad al Dios de los dioses, 11 Al que sacó a
Israel de en medio de ellos, 12 Con mano fuerte, y brazo
extendido».

Si no se interpretan simbólicamente las expresiones de mano


fuerte y el brazo extendido de Yahvé, tendríamos un Dios en
forma de ídolo. Aquí, lógicamente se comprende que estas
expresiones son simbólicas y se refieren a que la liberación del
pueblo de Israel se produjo gracias a la fuerza y la ayuda de
Yahvé, quien venció al ejército del Faraón con Su fuerza
destructiva reflejada en fenómenos sobrenaturales.

Por otra parte, si entendemos el primer verso literalmente


como si Yahvé fuera el dios de otros «dioses» existentes,
también caeríamos en el error de atribuirle politeísmo a un
pueblo como Israel que es estrictamente monoteísta. La idea de
que los judíos eran henoteístas que creían que podían existir
otros dioses aparte de Yahvé y éste era el más grande de ellos,
no va más allá de ser teorías conspiratorias. Aquí utilizamos el
criterio de la lógica para realizar una hermenéutica correcta.

Una vez entendidos los criterios hermenéuticos para una


perfecta comprensión del significado de los textos,
empezaremos a analizar los fragmentos del Evangelio de
Marcos donde aparece el término «Señor» siempre
atribuyendo una supuesta divinidad de Jesús:

Marcos 1:2 He aquí Yo envío a Mi mensajero delante de tu


faz, que apareje el camino delante de ti, 3 Voz del que clama

31
en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus
sendas.

La primera frase corresponde a Malaquías 3:1: «He aquí, Yo


envío Mi mensajero, el cual preparará el camino delante de Mí…»,
aunque el autor solamente atribuya su texto a Isaías 40:3, que
es: «Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Yahvé;
enderezad calzada en el aislamiento a nuestro Dios». Sin
embargo, se comprueba que es una combinación de ambos.

Si leemos el texto original en el libro de Isaías, nos daremos


cuenta de que la voz que clama del desierto, ordena la
preparación del camino a Yahvé. Nuestra confusión surge
cuando el evangelista sustituye el nombre Yahvé por el
sustantivo «el Señor». Sin embargo, cualquier estudioso o judío
familiarizado con el A.T., solo pensará que Marcos se refería al
Dios Yahvé al utilizar el fragmento de Is 40:3 y no a Jesús. Por
otra parte, Marcos en la primera frase del texto, se refiere a
Jesús el Mesías, que es el mensajero encargado de preparar el
camino para la venida del Dios Yahvé y Su Reino.

Para desarrollar su teología, el autor del Evangelio de Mateo,


al no quedar satisfecho con este verso, en el 3:3 de su libro
elimina totalmente lo que sería la primera parte del texto de
Marcos22, el cual indicaba que Jesús no era nada más que el
mensajero que abría paso a su «Señor» Yahvé. De esta manera,
Mateo consigue confundir al lector dejando solamente la
segunda parte que es Is 40:3, como si ya no fuera a Yahvé al que
se le prepara el camino para que venga, sino que quien viene
ahora es el «Señor» Jesús y quien prepara el camino es Juan el
Bautista:

22 Es decir que elimina a Mal 3:1

32
Mt 3:3 He aquí yo envío a Mi mensajero delante de tu faz, que
apareje el camino delante de ti, Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas.

Por su parte, Lucas, en cambio, en el 3:4 de su libro, también


omite a Mal 3:1 y añade otros versos del A.T. para desarrollar
su teoría de la salvación a través de Jesús.

Por último, mencionaremos el Evangelio de Juan. Aquí, la


mención del fragmento de Is 40:3 ya no es solamente una
insinuación alegórica de la divinidad de Jesús, como en el caso
de los Evangelios de Mateo y Lucas, sino que ahora el propio
Juan el Bautista es quien proclama literalmente: «Yo soy la voz
del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor,
como dijo Isaías profeta» (Juan 1:23). Lo que consigue el
Evangelio de Juan aquí es contextualizar literalmente a
Malaquías 3:1 con Juan el Bautista y así confirmar la divinidad
de Jesús en su boca. En otras palabras, si en el Evangelio de
Marcos, Jesús era el mensajero que venía para abrir paso a
Yahvé, en el Evangelio de Juan, Juan el Bautista ya se ha
convertido literalmente en el mensajero del «Dios Jesús» que
ya ha llegado.

Esta evolución es una clara evidencia del proceso de apoteosis


de Jesús, que pasa de ser un enviado del Dios Yahvé, a
convertirse en el propio Yahvé, en unos cuarenta años, desde la
primera composición del Evangelio de Marcos hasta el
Evangelio de Juan.

Mc 2:28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día
de reposo.

Esta frase se pronuncia en respuesta a la crítica de los fariseos


a Jesús por permitir a sus discípulos realizar obras en el día del
sábado. Antes de este verso, Jesús les responde dando el
ejemplo de David, que cuando tuvo necesidad, entró en el
templo y comió de los panes de la proposición, los cuales no

33
eran lícitos para comer excepto por los sacerdotes. Por si fuera
poco, el Rey David, ofreció parte de estos alimentos a los que
estaban con él.

En este fragmento, Jesús continua diciendo que el sábado o


cualquier día de la semana se ha hecho a causa del hombre, no
que el hombre se haya hecho por causa del sábado. Por lo tanto,
se entiende y se deduce en estas dos frases de Jesús, que del
mismo modo que David «se hizo Señor de los panes»
utilizándolos por necesidad aunque quebrantara así una norma
preestablecida, Jesús se podía hacer «Señor» de cualquier día
de la semana, aunque se considerara un día sagrado. En
conclusión, esta frase no indica que Jesús es el «Dios» del
sábado, sino alguien que por necesidad autoriza a los demás a
romper una regla preestablecida con la misma autoridad que el
Rey David empleó en su momento.

Mc 7:28 Respondió ella y le dijo: Sí, Señor; pero aun los


perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los
hijos.

El contexto de esta frase corresponde al momento en que una


mujer griega pide a Jesús que cure a su hija endemoniada.
Rápidamente Jesús le responde con una metáfora de que el pan
es la ayuda para los hijos (los judíos), no para los perrillos (los
gentiles). Al escuchar este rechazo, la griega ruega a Jesús
aceptando su estado vil descendiendo de su condición humana
al mundo de los canes. Considerando esto, es imposible afirmar
que la griega, cuando dijo «Señor», hubiese pensado que se
estaba dirigiendo a un dios, sino que se consideraba inferior
ante los «hijos», y se dirigió a una persona con autoridad sobre
ellos llamándole «Señor».

Marcos 11:3 Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso?


decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá.

34
Aquí, Jesús, para la entrada en Jerusalén, pide a sus discípulos
que le traigan un pollino que nunca hubiese sido montado por
un hombre y que ahora estaba atado frente a ellos. El nazareno
les indica que si alguien se opone, le digan a ese individuo que
se llevan el asno porque el «Señor» lo necesita.

No sabemos a qué lugar se refería Jesús, si era una casa o una


granja donde el asno se encontraba, ya que en su indicación
también había otros hombres que podían impedir que los
discípulos de Jesús se llevasen al animal. De hecho, en el verso
11:4, son estos hombres quienes preguntaron a los discípulos
«¿Qué hacéis desatando al pollino?». Tras esta pregunta, los
discípulos contestan tal y como su Maestro les había instruido
(11:6) y consiguen lo que querían con el permiso de los dueños
del animal. Por tanto, aquí vemos a unos hebreos prestando el
pollino a unos viajeros que se lo piden para el «Señor». No se
nos pasa por la mente pensar que la razón por la que
permitieron que los discípulos se llevaran al animal, podía ser
que estos judíos hubieran pensado que el «Señor» Creador Dios
Yahvé hubiera venido a la tierra y que necesitaba un asno para
montar sobre él y así entrar en Jerusalén.23

Para explicar esta cesión, debemos situarnos en la sociedad y


época en las cuales vivía el nazareno. Los rabíes y los viajeros
tenían un gran respeto entre la población. Incluso se decía:
«Considera a todos los hombres como si fueran bandidos, pero
¡trátalos como si cada uno de ellos fuera el mismo rabí
Gamaliel!».24 Este respeto a los rabíes se sigue practicando
entre la población judía de hoy en día. Con esto deducimos que
ni los discípulos, cuando se referían a Jesús con la mención de
«el Señor lo necesita», ni los judíos que prestaron el pollino,

23 De hecho, en el verso siguiente se aclara el asunto todavía más cuando el


evangelista afirma que todos proclamaron al ver al nazareno sobre el
pollino: «Hosanna, bendito el que viene en el nombre del Señor».
24 A. EDERSHEIM, Usos y costumbres de los judíos en los tiempos de Cristo, Clie,

Barcelona 2008, 69

35
pensaron que el «Señor» que necesitaba el pollino pudiera ser
el Dios Todopoderoso o Su propio Hijo. Los discípulos se
refirieron a Jesús con el término «Señor» simplemente porque
era un maestro respetado por ellos.
Terminada esta explicación, llamaremos la atención del
lector, para que pueda comprobar cómo el evangelista en los
versos siguientes introduce la supuesta información de que los
discípulos de Jesús cortaban las hojas de árboles para preparar
el camino prometido, como ya anunció el A.T.25 Se trata de un
esfuerzo de contextualización evidente, por parte del
evangelista, para poder situar a Jesús en el contexto profético
del A.T. y así poder «argumentar» su propuesta teológica.
Ahora veremos algunas contradicciones lógicas que encierra la
manera de presentar este acontecimiento por parte del autor.

El Monte de los Olivos era un lugar donde se enterraba a los


difuntos. Según el libro de Zacarías, el Monte de los Olivos es el
lugar donde Yahvé empezará a resucitar a los muertos. Por esta
razón, en tiempos antiguos, todos los judíos querían ser
enterrados ahí. De hecho, hoy en día se encuentran más de
150.000 tumbas en aquel lugar. También debemos recordar el
Sermón de Bienaventuranzas que tuvo lugar en el mismo sitio.
Por lo tanto, es prácticamente imposible que desde este monte
hasta la ciudad no hubiera un camino de la anchura y altura
suficientes como para que alguien pudiera pasar con
tranquilidad montado en un pollino. Es decir, no parece
verosímil que los discípulos hubieran tenido que cortar las
ramas de los árboles y así «preparar» el camino al «Señor». Si a
esto añadimos que los romanos eran muy estrictos en la
preparación de calles y carreteras así como en la limpieza de las
ramas colgadas de los árboles para que pudiera pasar un
hombre montado aunque fuera en camello, descartamos la
historicidad del hecho de que los discípulos hubiesen abierto el

25 Is 40:3

36
camino al nazareno entre el transitado Monte de los Olivos y
la ciudad de Jerusalén.

Pero la contradicción no solo acaba aquí. El verso 11:8 dice:


«…y tendían la ramas por el camino». El escritor del Evangelio
de Marcos, no debía estar familiarizado con la administración
romana encargada del mantenimiento de las vías y carreteras
del Imperio Romano. Los tratados jurídicos Baba Kama y Baba
Bathra indican la prohibición de echar obstáculos sobre los
caminos, derramar agua o dejar algún objeto sobre ellos, dejar
en sus alrededores materiales de construcción, vidrios rotos,
espinos, etc. Las penalizaciones podrían ser terroríficas. Con
esto, una vez más, descartamos la posibilidad de que este
acontecimiento fuera histórico. Además, pensando que el
Maestro, que siempre cumplió con el pago del impuesto a César,
nunca permitiría a sus discípulos incumplir una ley
administrativa que pudiera poner en peligro sus vidas.

Teniendo este error en cuenta, el escritor del Evangelio de


Mateo, -como en los casos anteriores- trató de corregir y
evolucionar la contradicción de Marcos, introduciendo la
información de que la compañía de Jesús era muy numerosa.
Con esto nos quiere decir que los discípulos de Jesús «tuvieron»
que cortar las ramas de los árboles porque la multitud era tan
grande que no cabía en el camino (21:8). Además, añade un
nuevo texto del A.T. el cual fuerza relacionar con Jesús:

Mateo 21:5 Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti,


Manso, y sentado sobre una asna, y sobre un pollino, hijo de
animal de yugo.

37
Como se puede observar, ahora son dos los animales.26 ¿Por
qué? La respuesta es simple. Si observamos el texto del libro de
Zacarías veremos el siguiente verso:

9:9 «Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de


Jerusalén: he aquí, tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y
cabalgando sobre un asno y así sobre un pollino hijo de asna».

Mateo, al encontrar este verso en el A.T., no dudó en utilizarlo


en su Evangelio, aun sabiendo que el número de asnos que
supuestamente acompañó a Jesús era uno y no dos. Se trata de
un intento evidente de acomodar a Jesús a los fragmentos del
A.T. que además están fuera de contexto según los criterios
hermenéuticos.

Viendo cómo los autores de los Evangelios modificaron los


textos, ¿qué pensará el lector sobre lo que hizo Lucas en su
Evangelio al intentar explicar el mismo acontecimiento? Basta
con leer los versos 35 y 36 del capítulo 19 de su libro. Lucas
primero reduce de nuevo el número de animales a uno y
después, ante la imposibilidad, omite por completo el hecho de
la preparación del camino por parte de los discípulos.

Por otra parte, Juan, el último evangelista, omite por completo


el hecho de preparar el camino y también la acción de tender
las ramas por el suelo. Ahora, las ramas de las palmas están en
las manos de los que esperan su llegada y no sobre la calzada
(12:13). Juan se dio cuenta de la imposibilidad de situar el
hecho en el contexto histórico del A.T. al margen de la
administración de vías públicas del Imperio Romano. Queda así
puesta en duda y en aprieto la historicidad de uno de los
acontecimientos más significativos del cristianismo: la entrada

26Muchas nuevas versiones del N.T., omiten intencionadamente la mención


del segundo animal a la hora de traducir el texto original del griego.

38
triunfal en Jerusalén del Mesías montado en un pollino sobre el
camino preparado por la multitud.

Marcos 11:9 Y los que iban delante y los que venían detrás
daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el
nombre del Señor!

Como hemos explicado en el punto anterior, además de la


dudosa existencia de este acontecimiento, la utilización del
sustantivo «Señor», corresponde al Dios Padre y no a Jesús, ya
que en todo caso el nazareno sería quien vendría en nombre de
su «Señor» y ese «Señor» no podría ser otro que Yahvé. Por lo
tanto, con la introducción de este verso, Marcos confirma lo que
ya anunció al principio de su Evangelio: «Jesús es el Mensajero
que viene en el nombre del «Señor» Yahvé».

Marcos 12:36 Porque el mismo David dijo por el Espíritu


Santo: «Dijo Yahvé a mi Señor, siéntate a Mi diestra hasta
que ponga tus enemigos por estrado de tus pies».

A la hora de realizar una exégesis con este texto, ante todo


tenemos que discutir la historicidad de si fue realmente dicho
por Jesús o no. Como ya hemos visto en los ejemplos anteriores,
el uso de los textos del A.T. sirvió para acomodar a Jesús en el
contexto histórico de las escrituras y así adaptar las teologías
de los evangelistas a la religión original de Yahvé. También
hemos comprobado y seguiremos comprobando la
equivocación en la selección de estos textos por parte de los
autores. Todo esto, desde un comienzo, nos hace dudar de la
veracidad de que fuera Jesús quien pronunció estas palabras en
el Evangelio de Marcos.

En segundo lugar, que Jesús, que era el maestro humilde que


siempre afirmaba que «los últimos serán los primeros y los

39
primeros los últimos»,27 haya dejado esa humildad y haya
optado por glorificarse, incluso contradiciéndose a sí mismo:
«Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria es nada,… ».28 Esto va
en contra del mensaje de humildad que vivió y enseñó el
Maestro.

Nuestro tercer punto, es la crítica del verso para descubrir la


intención del evangelista. Si tenemos que vincular el texto con
Jesús de Nazaret, con la mención «Señor», lo único que se puede
entender es que el evangelista quiso referirse al Mesías, ya que
este, según los judíos, obligatoriamente tenía que ser
descendiente del Rey David. Esto sí sería aceptable por
cualquier estudioso sin grandes oposiciones. Obviamente, el
Mesías sería superior al Rey David y es posible que el padre de
Salomón cuando dijo «Señor», se hubiese referido al Mesías
esperado por los judíos.

En relación con el cuarto punto, tenemos que considerar la


necesidad de recurrir a los criterios de la hermenéutica para
entender los textos. Si queremos interpretar el fragmento,
tenemos que leer al menos unos capítulos anteriores del texto
a considerar. El verso es tomado del libro de Salmos 110:1. Si el
lector toma su A.T. y lee desde el capítulo 108, verá que los
textos hablan del pueblo de Israel y su intento de levantarse de
entre otras naciones y conquistar otros terrenos. Por ende,
Israel necesita la ayuda de Dios y con Su fuerza derrotarán a
todos sus enemigos. Además, si consideramos que el libro de
Salmos se escribió cientos de años antes de la llegada de Jesús,
a nadie se le ocurriría otra cosa que el «Señor» mencionado en
el texto era Israel, el «Señor» de todas las naciones y los judíos.

El quinto punto tiene relación con el punto anterior ya que


también se centra en la metodología de la hermenéutica. Si
observamos, el Rey David dice «Yahvé dijo a mi Señor». Si

27 Mt 20:16
28 Jn 8:54

40
tuviéramos que considerar que el texto se hubiese referido a
Jesús el Mesías, hubiera sido: «Yahvé dijo al Señor», porque el
adjetivo posesivo mí, indica una cercanía del individuo al
objeto. Si leemos los Salmos y otras Escrituras, no podemos ver
esta cercanía del Rey David con otro objeto que no sea Israel.
Las Escrituras no nos muestran que David tuviera relación con
algún Maestro en su vida diaria para suponer que se refiriera a
Jesús. Todo su trabajo era para Israel y la restauración de su
poder entre otras naciones.

En conclusión, deducimos que el texto tomado por el escritor


del Evangelio de Marcos probablemente no es histórico de
Jesús y está fuera de contexto. Parece que el autor quiso reflejar
su creencia de manera alegórica como era la tradición y con la
mención de «Señor», no hay duda que el evangelista quiso
afirmar la condición de Jesús como el Mesías judío esperado,
quien gobernará las naciones en los tiempos escatológicos
sometiendo a otras naciones a su gobierno.

Marcos 16:19 Y el Señor, después que les habló, fue


recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.

Tras ver todos los casos anteriores, debido a esta última


utilización de la palabra «Señor» por parte del escritor del
Evangelio de Marcos, solamente podemos deducir que el autor
se refería con «Señor» al Gran Maestro, en condición de Mesías,
para ser recibido por su Dios y sentarse a Su diestra para su
segundo advenimiento al mundo. Lo decimos de esta manera
porque los críticos, a lo largo de la historia y los judíos que
esperan al Mesías, no aceptan a un hombre «fracasado» en la
cruz como el salvador de Israel, ya que el nazareno no pudo
salvarse de la injusticia de la pena de muerte ni siquiera a sí
mismo y por ello, ese triunfo se completará en su segunda
llegada. Los cristianos interpretan este «fracaso» en la cruz
como la salvación de los pecados y una victoria dentro del

41
fracaso. Pero por otra parte, siguen manteniendo viva la
creencia en su segunda llegada al mundo.

Como conclusión de este capítulo, podemos deducir


claramente que la atribución de Jesús como el «Señor» del
universo, no tiene fundamento en el Evangelio de Marcos que
es la fuente de los Evangelios sinópticos. Igualmente, hemos
comprobado que los evangelistas posteriores modificaron las
referencias que exponían a Jesús como humano y lo
convirtieron en un ser divino.

42
CAPÍTULO III
Jesús como hijo de Dios

P asajes donde Marcos29 proclama a Jesús como hijo de Dios


o el Hijo de Dios:

Marcos 1:1 Principio del evangelio de Jesucristo, hijo de Dios.

Marcos 3:11 Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban


delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.

Marcos 5:7 Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo,


Jesús, hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me
atormentes.

Marcos 9:7 Entonces vino una nube que les hizo sombra, y
desde la nube una voz que decía: Este es mi hijo amado; a él oíd.

29Aunque algunos estudiosos no consideran que Juan tuviera en cuenta el


Evangelio de Marcos, los ejemplos que se mostrarán en este trabajo
demuestran todo lo contrario.

43
Marcos 15:39 Y el centurión que estaba frente a él, viendo que
después de clamar había expirado así, dijo: Verdaderamente este
hombre era hijo de Dios.30

Marcos 14:61-62 Más él callaba, y nada respondía. El Sumo


sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Mesías31, el
hijo del bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre
sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del
cielo.

Marcos 13:32 Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun


los ángeles que están en el cielo, ni el hijo, sino el Padre.

Ahora realizaremos unas reflexiones acerca de la definición


de «hijo de Dios» pero sin el artículo masculino singular
delante. Este término es utilizado en el A.T. frecuentemente. He
aquí unos ejemplos:

Génesis 6:1-2 Y aconteció que cuando los hombres comenzaron


a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, los
hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas,
y tomaron para sí mujeres de entre todas las que les gustaban.

Deuteronomio 14:1 Hijos sois de Yahvé, vuestro Dios; no os


sajaréis, ni os raparéis a causa de muerto.

Jeremías 31:20 ¿No es aún Efraín Mi hijo, Mi hijo amado? —


dice el Señor—. A menudo tengo que castigarlo, pero aun así lo
amo. Por eso Mi corazón lo anhela y ciertamente le tendré
misericordia.

30 El texto original en griego no lleva el artículo el antes de la palabra hijo a


diferencia de algunas traducciones nuevas.
31 La traducción griega utiliza la palabra Cristo, pero literalmente hablando,

el sumo sacerdote de Jerusalén que correspondía a la secta de los saduceos,


no podía haber utilizado este término como tal en griego, ya que todavía ni
existía para referirse a Jesús. Por ello, utilizamos el término original que es
el Mesías.

44
Éxodo 4:22-23 Entonces dirás a Faraón: Así dice el Señor:
«Israel es Mi hijo, Mi primogénito. Y te he dicho: «Deja ir a Mi hijo
para que Me sirva, pero te has negado a dejarlo ir. Por tanto
mataré a tu hijo, a tu primogénito.
Veamos también un ejemplo de Yahvé como Padre de la
nación de Israel:

Malaquías 1:5 Lo verán vuestros ojos y diréis: «El Eterno es


grande allende los límites de Israel.’ 6 Un hijo honra a su padre y
un siervo a su amo. Si Yo soy pues Padre, ¿Dónde está Mi honra?32

El sentido común nos dice que ser «hijo o hijos de Dios» viene
a significar una relación estrecha entre el Creador y el
individuo. Como se observa en el pasaje del Dt 14:1, cuando
Yahvé define a los israelitas como Sus hijos, no se refería a una
relación parental ni consustancial, sino que quiso decir: «Mis
siervos queridos, Mi pueblo amado». La terminología del uso de
la expresión “hijo o hijos de Dios” en la literatura judía no se
utilizaba para referirse a una descendencia física de Dios33.
Junto a esta explicación, también está claro que cuando el Dios
de los judíos proclama a Israel como Su hijo primogénito no se
refería a que el pueblo de Israel fuera descendencia genética
suya y compartiera sustancia con Él. En el verso Jer 31:20,
donde Dios proclama a Efraín como Su hijo amado, entendemos
el mismo concepto por lógica. De la misma manera, a los reyes
judíos también se les denominaba “hijo del Señor”34 ya que
representaban “el pueblo elegido de Dios”.

Al observar bien las referencias de Marcos, que es el primer


Evangelio, vemos que la relación existente entre Dios y Jesús,
está en el nivel metafórico de las referencias que hemos

32 Yahvé pide a la nación de Israel que perfeccione sus sacrificios en el altar.


33 M. GROSSMAN, The Oxford Dictionary of the Jewish Religion, Oxford
University Press, New York 2011, 698
34 R. ROUKEMA, Jesus, Gnosis & Dogma, T&T Clark, New York 2010, 150

45
mencionado en el A.T. A parte de los versículos 3:11 y 14:61-
62, ninguna cita lleva el artículo «el» que podría hacer pensar al
lector que Marcos realmente quiso referirse a Jesús como «el
Hijo de Dios». Jesús, en los pasajes que hemos mencionado de
Marcos, es un hijo selecto de Dios, en el sentido de ser un siervo
de Dios de entre los ya existentes en Israel, un hijo amado que
cumple la voluntad de Dios al máximo. Daremos un ejemplo:

Supongamos la existencia de un individuo llamado Jacobo en


la antigüedad, en los tiempos de Moisés. Denominarle Jacobo,
hijo de Dios o hijo del Altísimo, no hace que Jacobo se convierta
en «El Hijo del Dios Altísimo».35 El artículo al principio del
sustantivo cambia totalmente el sentido del mismo y hace que
el individuo pase de ser un siervo de Dios a ser alguien
consustancial con Dios. En suma, que Jesús sea «hijo del Dios
Altísimo» en Mc 5:7, no le hace ser «el hijo del Dios Altísimo»
sino solamente un hijo o siervo más de Dios36.

Paralelamente a esta explicación, podemos incluso mencionar


pasajes del N.T que reflejan el sentido común del
entendimiento entre la población judío-helenística del primer
siglo sobre ser llamado «hijo(s) de Dios»:

Juan 1:12-13 Mas a todos los que lo recibieron, a quienes creen


en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.

1 Juan 3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha


manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando
Él se manifieste, seremos semejantes a Él porque le veremos como
Él es.

35 Es lo mismo decir «Efraín es hijo de Dios» que decir «Efraín es hijo del
Altísimo», ya que Dios es el Altísimo. Por lo tanto, la variación de la frase
preposicional «hijo de Dios» a «hijo del Altísimo», no varía la condición del
objeto de la frase que es hijo.
36 En capítulos posteriores, veremos a Jesús como un servidor de Dios.

46
Gálatas 3:25-26 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ley, pues
todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.

Romanos 8:14 Son hijos de Dios los que se dejan guiar por el
Espíritu de Dios.

Romanos 8:29 Pues a los que él tiene previstos, también los


predestinó para que fuesen conformes a la imagen de su hijo, de
manera que él sea el primogénito entre muchos hermanos.37

Una vez clarificado el significado de llegar a ser un hijo de


Dios, y comparado que tiene el mismo significado de los pasajes
de Marcos, veamos ahora las dos excepciones en que se
menciona «hijo de Dios» con el artículo «el»:

En el pasaje de Mc 3:11, quienes declaran que Jesús es «el Hijo


de Dios», son los que tienen espíritus inmundos, es decir,
situando este acontecimiento en su contexto histórico, se
entiende que estas personas endemoniadas, en nuestra
terminología científica actual, son personas que sufrían
esquizofrenia. Por lo tanto, quienes proclamaban a Jesús como
«el Hijo de Dios» en el Evangelio de Marcos, no son personas de
razonamiento equilibrado. Es por ello que no podemos aceptar

37 En este caso incluso Pablo considera la posibilidad de llegar al nivel de ser


otro hijo de Dios, siendo el hermano del primogénito hijo de Dios que es
Jesús. No es posible pensar que Pablo pudiera creer que alguien que llega a
ser un hijo de Dios pudiera compartir sustancia con Jesús y por lo tanto con
Dios y así incluso ser glorificado con ellos. Si se interpreta de esta manera,
no tendremos otra opción que atribuirle a Pablo la creencia del panteísmo.
Además, hay muchos versos que podrían aumentar las sospechas a esta
posible aseveración. Vea Ro 8:17: «Y siendo hijos, también somos herederos,
herederos de Dios, y coherederos con Cristo, con tal, no obstante, que
padezcamos con él a fin de que seamos con él glorificados». Vea también su
paralelo en Gál 4:7: «Así por la gracia de Dios, ya no eres esclavo, sino hijo, y
si eres hijo, eres también heredero».

47
como canónica, una teología basada en una afirmación hecha
por personas que sufren una enfermedad mental.38

En cuanto al pasaje de 13:3239, podemos afirmar dos puntos:

1) El texto está abierto a interpretaciones ya que no existe


una formulación clara de «el hijo de Dios» tal y como se
pudiera entender con evidencia. Con la mención de «ni el hijo»
no está expresado de manera efectiva que el evangelista
pudiera haberse referido «al hijo de Dios» o «a un hijo
cualquiera de Dios». Ante tal imprecisión, no se puede aceptar
como válida tal afirmación cristiana de que el evangelista
hubiese hecho referencia a Jesús como «el hijo de Dios».
2) En todo el Evangelio de Marcos, el autor identifica diez
veces a Jesús con el atributo «el hijo del Hombre» y ni una sola
vez como «el hijo de Dios», a excepción -como hemos visto
anteriormente- de cuando unos individuos con un trastorno
mental se refirieron al nazareno con ese nombre. Es imposible
pensar que el evangelista, después de haber identificado tantas
veces a Jesús con su atributo de «el hijo del Hombre», lo haga
aquí atribuyéndole ser «el hijo de Dios» y además de una
manera tan nublada.

Ahora bien, respecto al pasaje 14:61-6240 hay varios puntos


que aclarar:

38
Justo al contrario de la proclamación de «el Hijo de Dios» de los
endemoniados en Marcos 3:1, en Mt 8:29 quienes no llaman a Jesús como
«el Hijo de Dios» son los endemoniados, ya que el pasaje de Mateo no incluye
el artículo «el».
39 «Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en

el cielo, ni el hijo, sino el Padre».


40 «Más él callaba, y nada respondía. El Sumo sacerdote le volvió a preguntar,

y le dijo: ¿Eres tú el Mesías, el hijo del bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis
al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las
nubes del cielo».

48
1) La pregunta no está correctamente formulada, ya que el
Sumo sacerdote no pudo haber realizado dos preguntas al
mismo tiempo: « ¿Eres tú el Mesías y también el hijo del
bendito?». Si tenemos en cuenta la manera del pensamiento
judío de la época, y sobre todo la del Sumo sacerdote saduceo,
y que formulase la pregunta como si el Mesías esperado fuera
el mismísimo Hijo de Dios, veríamos que no estamos hablando
de un hecho histórico, ya que para los hebreos el Mesías
esperado no era un Mesías dios-hombre. Considerar este pasaje
como verídico, implicaría que aceptaríamos que los saduceos
ya daban por hecho que el Mesías prometido tenía que ser al
mismo tiempo «el hijo de Dios». Sin embargo, no existe ninguna
información en la Torá, ni en otros libros del Tanaj, ni tampoco
en toda la tradición de los Talmud, de que el Mesías esperado
por los judíos, a la vez que su condición mesiánica, tuviera que
ser «el hijo de Dios».
2) Si tuviéramos que aceptar como histórica la pregunta
del Sumo sacerdote saduceo como formulación de una única
pregunta tal que «¿Eres el Mesías, el hijo del bendito?», y la
respuesta afirmativa de Jesús, tendríamos que pensar que con
la palabra «bendito», el pontífice únicamente se pudo haber
referido al Rey David. Con esto sí podríamos aceptar este hecho
como real, ya que el Mesías esperado por los judíos, tendría que
ser descendencia de la familia y la casa del Rey David que, en su
tiempo, efectivamente, recibió las bendiciones de Dios como
está reflejado en el libro 2º de Sam 7:29 «…Tú, Señor, lo has
prometido, y con Tu bendición será bendecida mi familia para
siempre».41 En este caso, la pretensión de asesinar a Jesús, sí
podría tener suficiente motivo ya que la proclamación de un
Mesías de la casa de David significaría el fin del liderazgo de los
saduceos como representantes y líderes del pueblo judío en la
corte del Emperador.

41De hecho, en el segundo Evangelio escrito, Mateo lo primero que hace


nada más empezar su libro, es situar a Jesús como el Hijo de David. (Mt 1:1)

49
3) Con esta explicación, con la respuesta de Yo soy de Jesús,
solamente se puede deducir que el nazareno entendió
correctamente la pregunta tal y como se ha explicado en el
punto 2, y que evidentemente se creía que era el Mesías
esperado de Israel y al mismo tiempo descendiente de la casa
de la bendita familia del Rey David.

Debido a los puntos reflejados acerca de Mc 14:61-62,


descartamos la posibilidad de que el Sumo sacerdote pudiera
haber pensado que tenía ante él a alguien que reclamaba ser
primero, el Mesías esperado de Israel y segundo, el mismísimo
Hijo de Dios. Ahora veremos el paralelo de este acontecimiento
en los Evangelios siguientes empezando por Mateo y
continuando con Lucas y Juan. ¿Qué pensará el lector que
habrán hecho con este acontecimiento los Evangelios
posteriores, ya que ha podido comprobar la apoteosis a la que
se ha sometido al nazareno cada vez que se ha encontrado en
las manos de sus respectivos autores? Veamos lo que hicieron.

El mismo acontecimiento se refleja en el Evangelio de Mateo,


en el pasaje 26:63:42

«Mas Jesús callaba. Respondiendo el sumo sacerdote le dijo: “Te


conjuro por el Dios viviente, que no digas si eres tú el Mesías, el
Hijo de Dios”».

El texto claramente refleja la «corrección» de Mateo con la


sustitución del objeto directo original de Marcos que era el hijo
del bendito, por el nuevo el Hijo de Dios. Este es el proceso de
apoteosis de Jesús en manos de Mateo. Si hoy en día el mundo
cristiano interpreta que se quiso referir a Dios cuando se usó el
término «bendito» en Marcos 14:61-6243, es por la simple razón

42 Algunas traducciones omiten el artículo el de la traducción original del


griego, o bien erróneamente o bien por su propuesta teológica.
43 P. DANOVE, The Rhetoric of the Characterization of God, Jesus’ Disciples in

the Gospel of Mark, T&T Clark, London 2005, 73

50
de la modificación que realizó el evangelista que escribió el
Evangelio de Mateo.

La segunda transformación también está en la formulación de


la pregunta: «…que (tú) no digas si eres el Mesías…». El escritor
del Evangelio de Mateo sabía que el Sumo sacerdote no podría
aceptar que el Mesías esperado también fuera el hijo de Dios,
por lo tanto, la formulación ya no es directa como en Marcos,
sino que se acusa al nazareno de tal aseveración.

Pero las correcciones del segundo evangelista no terminan


aquí. Vimos que en el Evangelio de Marcos, Jesús
supuestamente había respondido un dudoso Yo soy que no se
sabía si había dado la respuesta afirmativa a ser el Mesías o a
ser el hijo del bendito o los dos al mismo tiempo. Otro cambio
que realiza Mateo aquí es más contundente todavía: cambiar el
Yo soy a Tú lo has dicho. Es decir, «Todo lo que te hayas referido
en esta pregunta es cierto, lo has dicho tú mismo». Aun si el
cambio de Mateo es grandioso, lo que realiza Lucas con el
mismo acontecimiento todavía es más sorprendente.
Recordemos que Lucas tuvo veinte años más, a partir de su
fuente original de Marcos, para repensar una nueva
formulación, como veremos a continuación:

22:67 Si tú eres el Mesías, dínoslo. Pero él les dijo: Si os lo digo,


no creeréis y si os pregunto, no responderéis. 69 Pero de ahora
en adelante, el Hijo del Hombre estará sentado a la diestra del
poder de Dios. 70 Dijeron todos: Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?
Y Él les respondió: Vosotros decís que yo soy.

La evolución del acontecimiento en Lucas es extraordinaria.


Lo primero que realiza Lucas es dividir la formulación de la
pregunta que originalmente era «¿Eres el Mesías, hijo del
bendito?». De esta manera, Lucas elimina por completo la
confusión de su lector sobre las preguntas dudosas en Marcos
y Mateo para convertirlas en una sola pregunta directa,

51
suprimiendo la primera parte del enunciado y quedándose con
la segunda parte de la formulación de Marcos44, pero con la
modificación de Mateo45. Ahora ya vemos una clarísima
separación de la formulación: «¿tú eres el Hijo de Dios?».
El segundo cambio es la eliminación de la primera parte de la
pregunta y reemplazarlo por «Si eres el Mesías, dínoslo». De esta
manera, Lucas consigue que sus lectores no piensen que ser el
Mesías tenía que ver con ser «el hijo de Dios». Recordemos que
el Mesías esperado por los judíos, no tenía que ser el Hijo de
Dios, sino un humano.

El tercer punto es su cambio del Yo soy de Marcos y Tú lo has


dicho de Mateo a la introducción de una nueva fórmula: «Si os
lo digo, no creeréis y si os pregunto, no responderéis». Una
respuesta mucha más sabia que las anteriores.

El cuarto punto de Lucas es la respuesta de Jesús. En el


supuesto caso original, Jesús había respondido «Yo soy»,
quedándose como la única persona que afirmaba ser «el Mesías,
el hijo del bendito». Sin embargo, con la respuesta de «Vosotros
decís que yo soy», ya no es Jesús quien lo afirma, sino que todos
los judíos que estaban presentes comparten la misma
afirmación. Recordemos que Mateo había cambiado el «Yo soy»
por el «Tú lo has dicho». Ahora el «Tú lo has dicho» singular, ya
es «Vosotros decís que yo soy» plural.

Antes de acabar nuestro estudio sobre el acontecimiento,


merece la pena mencionar el paralelo del mismo suceso en el
Evangelio de Juan. ¿Qué hizo el autor del último Evangelio ante
la imposibilidad de explicar la preparación del camino del
Mesías que llegaba sobre un burro desde el Monte de los
Olivos? Pues hizo lo mismo. Ante la dudosa veracidad del
acontecimiento, el evangelista omite completamente la

44 ¿Eres el Mesías, el hijo del bendito?


45 ¿Eres el Mesías, el hijo Dios?

52
pregunta del Sumo sacerdote y la sustituye por otras preguntas
para ofrecer una solución a los errores de los Evangelios
anteriores.

En resumen, hemos visto la incoherencia de atribuirle una


posible divinidad a Jesús haciendo una lectura detallada por el
autor del Evangelio de Marcos. Para este evangelista, Jesús era
un «hijo selecto de Dios» y no «el hijo de Dios». Por otra parte,
hemos comprobado de nuevo la transformación de los textos a
manos de los evangelistas Mateo, Lucas y Juan y la apoteosis del
Jesús humano, un hijo y siervo selecto de Dios, a Jesús, el
mismísimo «hijo de Dios».

53
CAPÍTULO IV
El culto a Jesús

U na de las características de una divinidad es la adoración


que puede recibir por parte de sus siervos. Hoy en día, el
mundo cristiano declara a Jesús como Dios y ofrece su culto en
adoración. A continuación, veremos en qué se basaron los
cristianos en sus Evangelios para realizar dicha acción y
también comprobaremos si se puede verificar la historicidad de
tales prácticas en la vida del nazareno.

Ante todo hay que mencionar que en el mundo de los gentiles,


ofrecer culto a sus emperadores era algo muy normal. Augusto,
el sucesor de Julio César, promovió la idea de que tras el
asesinato de su padre, este había alcanzado la esfera de los
dioses. Con esta declaración, Augusto automáticamente se
había convertido en «el Hijo de Dios». Con la extensión de esta
idea, enseguida se empezaron a alzar templos y sacerdocios
para ofrecer culto ante las imágenes de estos soberanos. El
mundo de Roma se unió fácilmente a la corriente de ofrecer
culto al Emperador.46

En Oriente Medio la situación no era diferente. Desde hacía


mucho tiempo, los faraones estaban siendo adorados por sus

46A. PIÑERO, Guía para entender el Nuevo Testamento, Trotta, Madrid 2011,
119

55
ciudadanos. De igual modo, Alejandro Magno y los monarcas de
Babilonia, de una manera u otra, estaban siendo venerados y
vinculados con la divinidad. Por último, Grecia no ofrecía algo
diferente: los héroes y salvadores de la nación griega se
convertían en semidioses tras su muerte.47

La situación cultural y costumbres religiosas de la antigüedad


demuestran una base perfectamente preparada de manera
natural de la aceptación de un salvador, Hijo de Dios y Rey
asesinado, todo al mismo tiempo. Pero como hemos dicho
anteriormente, nuestro objetivo no es comprobar el proceso de
divinización de Jesús en la historia, sino en los propios
Evangelios canónicos. Así que, como siempre, empezaremos a
analizar el primer Evangelio compuesto que es el Evangelio de
Marcos.

Es preciso mencionar que en este Evangelio, excepto 5:6, no


tenemos ningún verso que nos indique que Jesús fue adorado
por otras personas. Hay que recordar que ser un dios requiere
ser adorado por las personas. Desde esta perspectiva, los textos
3:11, 5:22, 5:33 y 7:25 no entran en la categoría de nuestro
análisis porque las versiones originales en griego no
mencionan la práctica de adoración o postración ante nuestro
objeto de estudio que es Jesús, sino que la acción aparece como
caerse a sus pies. Si el lector quiere comprobar estos textos en
su propio Evangelio y si en los versos arriba indicados en vez
de la acción de caerse en los pies de Jesús, encuentra caerse en
adoración o postrarse en adoración a Jesús, esto es debido
simplemente a la interpretación teológica de quienes
realizaron la traducción. Caerse sobre los pies de alguien no es
lo mismo que adorar a alguien. Antiguamente, muchas
personas necesitadas, para recibir una ayuda, se caían sobre los
pies de otra persona poderosa. También lo hacían a modo de
agradecimiento o para impedir un castigo ante alguna

47 Ibíd.

56
autoridad. Incluso hoy en día, desgraciadamente, se pueden
encontrar ejemplos en los países del tercer mundo. Tras esta
aclaración, veamos los ejemplos en Marcos:

3:11 Y los espíritus inmundos, al verle, se cayeron delante


de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.

Aunque hemos mencionado este texto anteriormente en el


Capítulo II, es un buen ejemplo para comprobar una vez más,
que la acción es llevada a cabo por personas que sufren una
enfermedad psicológica. Aun así, Marcos no menciona que
estos espíritus inmundos adoraran a Jesús sino que solamente
se cayeron delante de él.

5:22 Y vino uno de los archisinágogos48 llamado Jairo, y


después que le vio, cayó a sus pies, 23 Y le suplicaba: Mi hija
está en la agonía de muerte: ven y pondrás la mano sobre
ella para que sea salvada, y viva.

En contraste con el primer ejemplo, aquí tenemos una


persona muy lejos de estar endemoniada o con un trastorno
mental, sino que es una autoridad religiosa de la época. Todos
podemos comprobar lógicamente que el individuo está
pidiendo al Maestro un auxilio urgente para su hija, rogándole
el favor de curarla. Es imposible imaginar que este rabino de la
sinagoga ofreciera culto a Jesús en vez de a Yahvé durante este
acontecimiento. ¿Quién de los que sus hijos se encuentran en la
aflicción de vida, no caería a los pies de un Maestro que se ha
ganado la fama de salvar vidas de una manera milagrosa? Hoy
en día no son pocas las personas que ofrecen fortunas para
pagar un trasplante de médula para salvar la vida de sus hijos.
Este detalle descarta completamente la posibilidad de que este
rabino estuviera ofreciendo culto al nazareno, sino que
solamente le estaba rogando su ayuda con mucha humildad.

48 Príncipe de una sinagoga

57
Mc 5:33 Entonces la mujer, temiendo y temblando,
sabiendo lo que en sí había sido hecho, vino y se cayó delante
de él, y le dijo toda la verdad. 34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha
hecho salva: ve en paz y queda sana de tu azote.
Este acontecimiento corresponde a una mujer que
supuestamente sufría flujo de sangre desde hacía doce años.
Según el evangelista, al enterarse de que venía Jesús, se fue a
verle para al menos tocar sus vestiduras porque creía que esta
acción la curaría de su enfermedad. De hecho fue así, pero Jesús
preguntó acerca de aquella mujer ya que le había tocado sin su
consentimiento. Cuando la mujer se enteró de que estaban
preguntando por ella, empezó a temblar de miedo, pensando
que Jesús se enfadaría y le reprimiría. Es en ese momento
cuando la mujer cae delante de Jesús y le confiesa lo ocurrido.

Además, como habíamos mencionado anteriormente, el


evangelista no dice que la mujer adorase a Jesús, sino que
simplemente se cayó delante de él. Aquí observamos que la
razón por la cual la mujer realiza dicho acto, no es para ofrecer
culto a Jesús sino por el tremendo miedo que le habría causado
el aprovecharse de aquel hombre con fama de profeta y evitar
que este la castigara. De hecho, la primera acción de la mujer
solamente fue tocar a Jesús para recibir curación. Si Jesús no
hubiera empezado a preguntar acerca de la mujer, esta no
habría comenzado a temblar y posteriormente, echarse al suelo
ante el nazareno. Caerse delante del nazareno fue para impedir
el castigo. De esta manera, descartamos completamente que el
hecho de que la mujer cayera a los pies del nazareno hubiese
sido por un acto de culto a Jesús.

Mc 7:25 Porque una mujer cuya hija tenía un espíritu


inmundo, luego que oyó de él, vino y se echó a sus pies. 26 Y
la mujer era griega, sirofenisa de nación, y le rogaba que
echase fuera de su hija al demonio.

58
En el análisis de este texto, nos encontramos ante una
situación muy parecida a la del archisinágogo. Las personas que
conocen la enfermedad denominada esquizofrenia, saben muy
bien el sufrimiento que suponen los ataques epilépticos tanto
para el individuo mismo como para toda su familia. Estos
ataques, en algunas personas, pueden llegar a ser incluso
diarios. En la actualidad, no hay una terapia definitiva de esta
enfermedad. Los medicamentos, en la mayoría de los casos,
solamente sirven para suavizar la intensidad de los momentos
en que se producen los ataques.

Imaginando la situación de la mujer griega, no es de extrañar


que al enterarse de la llegada de un exorcista famoso de su
época, fuera corriendo a verle y se echara a sus pies para
pedirle su ayuda. El lector solamente comprobará la
desesperación de esta mujer leyendo los versos siguientes,
donde acepta la condición de ser una perrilla que necesita las
migajas que sobran a los hijos.49 En ningún caso se puede pensar
que este acto fuera un acto de culto y servidumbre a Jesús. A
continuación, veamos el único verso del Evangelio de Marcos
donde aparece la acción de ofrecer culto a Jesús por parte de
un individuo:

Mc 5:1-6 Vinieron al otro lado del mar, a la región de los


Gadarenos. 2 Y cuando salió él (Jesús) de la barca, enseguida
vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un
espíritu inmundo, 3 que tenía su morada en los sepulcros, y
nadie podía atarle, ni aun con cadenas. 4 Porque muchas
veces había sido atado con grilletes y cadenas, más las
cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados
los grilletes; y nadie le podía dominar. 5 Y siempre, de día y
de noche, andaba dando voces en los montes y en los

49 Mc 7:28

59
sepulcros, e hiriéndose con piedras. 6 Cuando vio, pues, a
Jesús de lejos, corrió, y le adoró.

Nuestro lector, que pudo observar en el Capítulo III que las


únicas personas que habían nombrado a Jesús «el Hijo de Dios»
eran «los espíritus inmundos», puede igualmente comprobar
que la única vez que el nazareno recibe culto de alguien, es
precisamente también un espíritu inmundo.

En conclusión, en el Evangelio de Marcos, nuestras cinco


referencias descartan por completo el hipotético caso de que el
nazareno hubiera recibido culto y hubiese sido adorado por
alguien de razonamiento. ¿Se puede practicar el culto a un ser
viendo que es adorado únicamente por alguien esquizofrénico?
Si posteriormente a la composición del primer Evangelio
escrito, que es Marcos, no se hubiera escrito ningún otro
Evangelio, nadie en el mundo del cristianismo adoraría a Jesús
ni le nombraría «el Hijo de Dios», ya que en este Evangelio
quienes llevan a cabo estas acciones son únicamente «los
espíritus inmundos». Ahora seguimos adelante, esta vez para
realmente encontrar el acto de adoración a Jesús y como
siempre empezando por el Evangelio de Mateo. A continuación,
veremos que hay ciertos indicios del culto al Maestro en este
Evangelio.

Mt 2:11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre


María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le
ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

Nuestro primer verso de estudio, cuando el niño Jesús es


adorado por los magos que venían desde oriente, no tiene
paralelo en ninguno de los Evangelios canónicos. Es decir, el
criterio del testimonio múltiple no se cumple. Pero de todas
maneras, analicemos lo hipotéticamente ocurrido.

60
En la creencia de la religión henoteísta50 del Zoroastro que
adora al dios Ahura Mazda, existen las figuras de los moghs o
maguš que quiere decir «magos» en lengua persa. Estos moghs,
que son los sacerdotes de dicha religión, fueron incluyendo en
sus creencias, las prácticas de hechicerías y brujerías junto a la
astrología y demonología.51 De ahí, se introdujo al vocabulario
griego la palabra μάγος y posteriormente, al latín con su
pronunciación magus. Por lo tanto, si haya podido existir o
coincidir realmente la aparición de una estrella en el momento
del nacimiento de Jesús, estos magos serían los primeros en
averiguar el nacimiento del niño intentando predecir con sus
cálculos astrológicos el lugar del acontecimiento, porque eran

50 Politeísmo con la aceptación de un Dios como el más grande entre otros.


En el caso del zoroastrismo o lo que es lo mismo, en el mazdeísmo es Ahura
Mazda quien está por encima de otros dioses. Las opiniones al respecto
pueden variar: Antón Pacheco opina que el Zoroastrismo es una religión
estrictamente monoteísta y rechaza la idea de su dualismo y henoteísmo
(Pachecho, 2007, 3), aunque en los libros del zoroastrismo en numerosas
ocasiones se usa el término ized (dios) para referirse a diferentes entidades
que interactúan bajo el mandamiento de Ahura Mazda. Pacheco opina que
ized no se debe de comprender en su sentido literal sino que se debe de
interpretar como arcángel. Sin embargo, el iranólogo iraní Nazanín Amirian,
en su libro Gatha, el primer tratado de ética de la humanidad, identifica la
existencia de dioses malos y buenos en el zoroastrismo (Amirian, 1999, 22).
Otro iranólogo de origen turco, Nimet Yildirim, en su traducción de
Ardâvirâf Nâmé tradujo literalmente Ized Azer como “el Dios del Fuego”
(Yildirim, 2011, 91). Por otra parte, Emilio Gonzales Ferrín opina también
que el Zoroastrismo sí es monoteísta, pero que al mismo tiempo acepta que
existe en ello un dualismo aunque no se trate de dos dioses equiparables,
sino de un monoteísmo sustancial con resultado terrestre de posible
dualismo de conducta (Ferrín, 2013, 103). En mi opinión, la idea de
considerar el Zoroastrismo como una religión henoteísta pesa más que una
percepción monoteísta.
51 Ejemplos de la hechicería y demonología zoroástrica: “Y Zaratustra

preguntó a Ahura Mazda: ´¿Cómo debo purificar mi casa?...Ahura Mazda


respondió: Debes recitar la oración de purificación…He aquí la fórmula de
purificación del fuego: Ahya, thwa, athio. Oh, Tú, fuego que obras desde el
principio de los tiempos, yo me aproximo a Ti…´” (Zend Avesta: XI)

61
expertos en este tipo de ciencias ocultas.52 De ahí que el que
diesen con el niño y al final lo adorasen es propio de la religión
mazdeísta y no del judaísmo, ya que como hemos mencionado
anteriormente, estos magos tenían muchos dioses a los que
ofrecer culto. Pero repitiendo lo que dijimos al principio, este
acontecimiento no tiene paralelo en el Evangelio de Marcos y
ante la dificultad de aprobación, también fue omitido en los
Evangelios siguientes.

La inspiración de Mateo sobre los magos no es por casualidad,


sino que, como veremos en el capítulo sobre Pablo, del libro que
tendrá el título Comparación de las doctrinas de Pablo y
Santiago, es por influencia directa de la doctrina mazdeísta a
través de las enseñanzas paulinas. Pero por ahora no
adelantaremos más datos y continuaremos nuestro estudio.

Mt 9:18 Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre


principal y le adoraba diciendo: Mi hija acaba de morir; mas
ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.

El paralelo de este acontecimiento se encuentra en Mc 5:22


con la diferencia de que el archisinágogo que perdió a su hija,
no estaba ofreciendo culto a Jesús, sino que simplemente
suplicaba su ayuda para salvarla. Sin embargo, según su plan
teológico, Mateo cambia los términos para ofrecer al lector la
versión de Jesús divino recibiendo culto.

Mt 14:33 Entonces los que estaban en la barca vinieron y


le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.

Este acontecimiento supuestamente ocurrió una vez en


medio del mar, con el viento en contra y entre las olas, cuando
los discípulos ven a Jesús caminando sobre el agua. Al ser

52No hay que olvidarse que los zoroastras también esperaban la llegada de
un Mesías parecido al de los judíos. Los críticos modernos afirman que esto
es debido a la influencia del judaísmo en el mazdeísmo.

62
salvados, según Mateo, estos le adoraron y atestiguaron que
Jesús era Hijo de Dios. Ahora analicemos nuestro texto.

Según los análisis sobre la psicología de quienes relatan


hechos que en realidad no existieron, la utilización de las
palabras como verdaderamente, realmente, honestamente etc.
es un signo distintivo para comprobar los puntos en los cuales
existen muchas dudas sobre su veracidad.53 En los capítulos
anteriores, ya habíamos identificado evidentes modificaciones
de Mateo sobre Marcos. Lo que observamos aquí es una copia
exacta de la formulación de Verdaderamente era Hijo de Dios,
que también volverá a utilizar en Mt 27:54. Pero volvamos al
punto de partida: el milagro de caminar sobre agua, tiene su
paralelo en Mc 6:49 pero con una diferencia:

Mc 6:54 Y saliendo ellos del barco, luego le reconocieron.

Ahora volvamos a leer nuestro texto en Mateo:

Mt 14:33 Entonces los que estaban en la barca vinieron y le


adoraron.

Una vez más, se evidencia el proceso de divinización del


Maestro judío con la nueva presentación de un acto de recibir
culto por parte de sus discípulos. Mientras que el autor del
Evangelio de Marcos no hace mención de un supuesto acto de
culto a Jesús por parte de sus discípulos, Mateo lo añade en su
versión.

Mt 15:25 Entonces ella vino y le adoró, diciendo: Señor


socórreme.

Como ya habíamos explicado, el paralelo de este


acontecimiento se encuentra en Mc 7:25 cuando la mujer griega
pide a Jesús que le ayude a expulsar los demonios de su hija.
Mientras que el primer evangelista no presenta la acción de la
53 J.M MARTÍNEZ, La psicología de la mentira, Paidós, Barcelona 2005, 92

63
mujer como si estuviese adorando al nazareno, el segundo
evangelista cambia las palabras y las expone como culto a Jesús.
Esta es otra prueba de la apoteosis de Jesús de la mano del
evangelista.
Mt 28:9 he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo:
¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le
adoraron.

El citado acontecimiento tiene su paralelo en el verso 16:9 del


Evangelio de Marcos:

«Como Jesús resucitó por la mañana, el primer día de la semana


apareció primero a María Magdalena, de la cual había echado
siete demonios, 10 Yendo ella, lo hizo saber a los que habían
estado con él, que estaban tristes y llorando. 11 Y ellos como
oyeron que vivía y que había sido visto de ella, no lo creyeron».

Mateo, como en las anteriores veces, perfecciona el


acontecimiento de la resurrección de Jesús. En el texto de
Marcos, Jesús se le había aparecido únicamente a María
Magdalena. Primeramente, como se observará en la
comprobación, Mateo introduce a «otra» María54 ante la
dificultad de reforzar el primer testimonio de aparición. En
segundo lugar, cambia el estado de ánimo de los discípulos, de
tristes y sin creer en la noticia de Magdalena, a salir al
encuentro para abrazar los pies de Jesús (es de suponer que
felizmente). El tercer cambio, y el auténtico objeto del estudio
de este verso, es la última aglutinación de y le adoraron. Otra
vez comprobamos la propuesta teológica del autor del
Evangelio de Mateo.

Mt 28:17 Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos


dudaban.

54 Mt 28:1

64
Este texto no tiene paralelo en Marcos. Pero habiendo
observado la propuesta teológica del segundo evangelista,
dudamos sobre la historicidad de este acontecimiento. Por otra
parte, Mateo, con la mención de «pero algunos dudaban»
intentó clarificar que no todos los discípulos de Jesús dudaron
de su resurrección cuando le vieron de nuevo en vida, lo que
implica que la mayoría de los discípulos sí comprobaron que el
nazareno había sido resucitado.

Finalmente y para concluir, de nuevo señalamos que en el


Evangelio de Marcos no hemos hallado indicios de que Jesús
fuera adorado ni por algún gentil y ni mucho menos por sus
mismos discípulos. La información de que Jesús hubiese
recibido culto fue introducida en el Evangelio de Mateo. Por
otra parte, no analizaremos en detalle el Evangelio de Juan, ya
que como dijimos, las metáforas hacen imposible una lectura
objetiva tal y como estamos llevando a cabo con los Evangelios
sinópticos.

65
CAPÍTULO V
¿Quién perdona los pecados, Jesús o Dios?

P ara responder a la pregunta del nuestro título, basta con


leer el A.T. sin tener que recurrir al estudio de este capítulo
y comprobar que solamente Yahvé puede perdonar los pecados
de las personas. Sin embargo, ante la existencia del milagroso
acontecimiento mencionado en el Evangelio de Marcos -que
veremos a continuación-, tenemos la obligación de realizar un
análisis exegético:

2:4 Y como no pudieron acercarse a él a causa de la multitud,


levantaron el techo encima de donde él estaba; y cuando habían
hecho una abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralítico.
5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te
son perdonados.

Ante todo, recordemos que no intentamos desmentir el hecho


histórico sobre el milagro del paralítico, pero sí analizaremos la
propuesta teológica que hay detrás del mismo debido a la
manera en que está expuesto. No hay que olvidar que los
hechos históricos de Jesús están escritos de manera que
encajen en las intenciones doctrinales de los evangelistas. En
el análisis de Mc 2:5 hay que tener en cuenta el verso 10: «Pues
para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la
tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico):… ».

67
Viendo ambos textos, podemos hablar de dos temas
diferentes: el primero es que Jesús informa al paralítico sobre
el perdón que ha recibido por sus pecados y, el segundo es que
según el segundo verso, Jesús afirma que él tiene potestad de
perdonar los pecados. La supuesta segunda afirmación de Jesús
tiene su origen en el verso 7 cuando, al parecer, los judíos -
probablemente Fariseos- le preguntan al nazareno: «¿Por qué
habla este así? Está blasfemando; ¿quién puede perdonar
pecados, sino sólo Dios?». Si el analista se percata, Jesús, en el
Evangelio de Marcos, no informa a nadie más que a este
paralítico sobre el perdón por sus pecados. Precisamente, es un
enfermo quien recibe el perdón. Este detalle es de suma
importancia. Solamente habría que estar familiarizado con
algunas de las historias de los castigos y las pruebas a los que
el pueblo de Israel fue sometido para poder comprobar que
según la creencia judía, los exilios, las desgracias, las matanzas
y las adversidades fueron enviados para la justificación de sus
pecados. Incluso Job, famoso por su paciencia, fue sometido a
grandes pruebas mediante su enfermedad. Entre muchos
ejemplos en el A.T., veamos uno de los razonamientos de este
tipo de exámenes divinos:

Job 22:6 Pues pediste fianza a tus hermanos sin motivo, y a los
desnudos despojaste de sus ropas. 7 No diste agua de beber al
sediento, y negaste el pan al hambriento. 8 Y como hombre
poderoso que tenía la tierra, y como hombre de rango vivía en
ella, 9 apartaste las viudas con las manos vacías, y los brazos de
los huérfanos fueron quebrados. 10 Por esto te rodean trampas y
te horrorizan terrores repentinos,…

Aclarado este punto, volvamos a nuestro texto de estudio.


Decíamos que Jesús, en el acontecimiento, informó al paralítico
de que sus pecados habían sido perdonados. Pero la manera en
que lo hizo no fue como sigue: «Yo, Jesús, te he perdonado tus
pecados», sino «Tus pecados te son perdonados».

68
¿Existe algún ejemplo claro en el A.T. de que los pecados de
los enfermos son perdonados por Dios por superar el examen
que supone este malestar? Veamos los versos del Profeta Job,
conocido en todo el mundo por su éxito al superar el gran
examen de su enfermedad y del que finalmente salió vencedor:

Job 23:10 Pero Él conoce el camino que sigo. Cuando Él me


ponga a prueba, saldré puro a sus ojos como el oro. 11 Mi pie se
mantuvo fiel a Sus pasos, Su camino he seguido. Y de Él no me he
desviado.

El texto nos muestra muy claramente que según el A.T.,


mostrar paciencia ante una adversidad hace que un siervo
quede limpio de pecados y sea valioso como oro purificado. Es
obvio que Jesús informó al paralítico de que sus pecados habían
sido perdonados por Dios, por haber superado el examen que
supuso su estado de enfermedad. Jesús no informó a nadie más
a lo largo de todos los libros del N.T. de que sus pecados
hubieran sido perdonados.55 Y como ya hemos comprobado, el
único caso fue a un enfermo. De manera que no viene al caso
que Jesús posteriormente dijera que tiene potestad para
perdonar él mismo los pecados de un enfermo que ya habían
sido perdonados por decreto de Dios. Esto quiere decir que
descartamos la historicidad de Mc 2:10.

Una vez comprobado en Marcos el hecho del recibimiento de


la noticia del perdón, observamos el segundo y último caso en
el Evangelio de Lucas, cuando el nazareno, de la misma manera,
comunica a María Magdalena que sus pecados «le son
perdonados» (Lc 7:48). En un principio optamos por no incluir
en este capítulo los datos aportados por el escritor de este
Evangelio, pero la información que proporciona Lucas, todavía
apoya más nuestra argumentación y por lo tanto, en el campo
académico es válida por haber cumplido el criterio de dificultad.

55Sería una pena que Jesús, ante todos sus seguidores, «perdonara» los
pecados de una persona solamente y discriminara a los demás.

69
Según el pasaje 8:2 de este mismo Evangelio, María sufría una
enfermedad mental y fue curada posteriormente gracias al
exorcismo de Jesús. Por lo tanto, cumple la condición de recibir
el perdón de Dios como explicamos en los párrafos anteriores.
No puede ser una coincidencia que en todos los Evangelios, las
únicas dos personas a quienes Jesús ha notificado que sus
pecados han sido perdonados, tengan la enfermedad como
rasgo común.

Junto a lo que hemos explicado, disponemos de otro


argumento sólido en la teología que desarrolló Santiago, el
hermano de Jesús, en su Epístola. Quién sería el sucesor del
nazareno para dirigir la Iglesia de Jerusalén como dijo en su
carta:

5:11 He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren.


Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor,
que el Señor es muy misericordioso y compasivo… 15 Y la oración
de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere
cometido pecados, le serán perdonados.

Con todos estos datos llegamos a la conclusión de descartar la


posibilidad de la divinidad de Jesús, atribuida por su supuesta
potestad de perdonar los pecados de las personas. Según la
información aportada en los Evangelios, Jesús no perdonó los
pecados de un individuo sano, sino que tenía potestad de
informar a las personas de que sus pecados les habían sido
perdonados por Dios, en retribución a la paciencia y al
sufrimiento que experimentaban debido a su enfermedad.

70
CAPÍTULO VI
El nacimiento de Jesús

E ste capítulo es de suma importancia también por la


atribución de divinidad a Jesús. Veremos de dónde
obtenemos la información del nacimiento milagroso de Jesús
concebido por una virgen y compararemos este hecho con las
conclusiones a que habíamos llegado en los capítulos
anteriores. Tendremos en cuenta las múltiples modificaciones
de los evangelistas de Mateo, Lucas y Juan.

El nacimiento milagroso de Jesús no aparece en el primer


libro compuesto de los cuatro canónicos. Estudiaremos las
posibles razones de la omisión del autor del Evangelio de
Marcos más tarde. Por ahora, mencionaremos que este hecho sí
se describe en el Evangelio de Mateo, que es el primer
Evangelio colocado al principio de las versiones impresas del
N.T. por razones teológicas obvias. Veamos lo que dice el autor
del Evangelio de Mateo acerca de nuestro tema:

Mt 1:19 Y José su marido, como era justo, y no quisiese


infamarla, quiso dejarla secretamente. 20 Y pensando él en esto,
he aquí que el ángel del Señor le aparece en sueños, diciendo: José,
hijo de David, no temas de recibir a María tu mujer, porque lo que
en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21 Y parirá un hijo,
y llamarás su nombre Jesús porque él salvará a su pueblo de sus
pecados. 22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que fue

71
dicho por el Señor, por el profeta que dijo: 23 He aquí la virgen
concebirá y parirá un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que
declarado, es: Con nosotros Dios. 24 Y despertando José del
sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió
a su mujer. 25 Y no la conoció hasta que parió a su hijo
primogénito: y llamó su nombre Jesús.

Como ya dijimos, todos los Evangelios contienen una


propuesta teológica y los acontecimientos están expuestos
según dicha propuesta. En estos versos de Mateo, que se
encuentran al principio de su Evangelio, deducimos cuatro
planes teológicos:
1) Jesús es el Mesías (porque es hijo de David),
2) Jesús fue engendrado, por gracia del Espíritu Santo, en
la Virgen María,
3) Jesús es Dios (el significado del nombre Emanuel=Dios
con nosotros).
4) Jesús salvará al mundo de los pecados (perdonando los
pecados de las personas56 o por su muerte en la cruz).

Una vez deducida esta información, recordemos también que


cronológicamente, los Evangelios habían realizado ciertas
modificaciones a su Evangelio precedente y así perfeccionaron
la doctrina cristiana de hoy. Como estos versos de Mateo no
tuvieron lugar en el Evangelio de Marcos, comenzamos a
sospechar de la inclusión del hecho del nacimiento milagroso
de Jesús57 y toda la información posterior que se proporciona
al mismo tiempo. Tenemos varios puntos para examinar:

56 En el capítulo anterior ya resolvimos este problema, aclarando que Jesús


no perdonó los pecados de ninguna persona mientras vivía.
57 Queremos recordar que con esto no criticamos la historicidad de si Jesús

nació de una virgen o no, sino que el punto de crítica es descubrir la

72
1) Jesús como hijo de David

Si leemos el comienzo del Evangelio de Mateo, observaremos


que comienza con: «Libro de origen de Jesús Cristo (Jesús -
Mesías), hijo de David, hijo de Abraham«. La exposición de la
idea de que Jesús fuere hijo de David es crucial para Mateo, ya
que como mencionamos, el Ungido esperado por los judíos, que
restaurará el templo de Dios, tendría que venir a la fuerza entre
las entrañas de David como indica el 2º libro de Samuel 7:12.

Ahora bien, al no ser María descendiente de David, Mateo para


establecer de una manera u otra el vínculo parentesco de Jesús
y el padre de Salomón, introduce el verso siguiente:

Mt 1:16 Y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual


nació Jesús, el cual es llamado el Cristo (el Mesías).

Pero al parecer seguía sin ser una clara evidencia de que Jesús
fuera el Mesías esperado, ya que si no era engendrado por José,
no sería descendencia directa de David y esto supondría un
problema enorme para el cristianismo. Por esta razón, en su
capítulo 2º v 5, a Mateo no le queda otro remedio que situar la
información del lugar de nacimiento de Jesús en Belén, como
también aparece en numerosos Evangelios apócrifos, porque
según Miqueas 5:2, el caudillo de Israel nacería en Belén.

Pero el problema no acababa aquí. La mayoría de los


testimonios históricos nos trasmiten que Jesús era conocido en
su época como Jesús de Nazaret. Esto quería decir que Jesús
nació en el pueblo de Nazaret. Ciertamente, esto podría
suponer una amenaza para la Iglesia Paulina y habría que
resolverla cuanto antes. El autor del Evangelio de Mateo no
explicó las razones por las que situó el lugar de nacimiento de

propuesta teológica que hay detrás de la manera de exposición existente en


Mateo.

73
Jesús de Nazaret en Belén. Veamos el Evangelio de Lucas y la
información que nos aporta:

Lucas 2:4 Y también José subió de Galilea, de la ciudad de


Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por ser
él de la casa y de la familia de David, 5 para inscribirse al censo
junto con María, desposada con él, la cual estaba encinta. 6 Y
sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de
su alumbramiento.58

Con esta nueva información, Lucas, aparentemente, solucionó


el problema de explicar los motivos de llamar a Jesús como
Jesús de Nazaret aunque no hubiera nacido ahí. Pero las
dificultades de este hecho no acaban ahí. La distancia
geográfica que hay entre estas dos localidades por la vía más
corta es de 112 km. A una mujer a punto de dar a luz y que va
montada en un asno para realizar este viaje, como mínimo le
costaría siete días de camino. Aunque no haya información en
los cuatro Evangelios canónicos, hay que tener en cuenta
también que según varias fuentes, José era un hombre
anciano59.

El punto que nos interesa realmente aquí no es la ciudad natal


de Jesús, sino que este fuera o no descendiente de David. En el
siguiente punto veremos cómo Lucas resolvió este problema de
una manera ingeniosa. Pero por ahora concluiremos este punto

58 Aunque los teólogos cristianos intentan defender el censo, muchos


historiadores tienen suficientes pruebas de que el censo al que Lucas hace
referencia, nunca tuvo lugar en la Belén de la época en la que Jesús
supuestamente nació. Conociendo las leyes romanas, parece inverosímil que
el emperador ordenara que todos los ciudadanos de Judea fueran a Belén
para inscribirse en el censo, habiendo otras maneras mucho más fáciles y
efectivas.
59 El Protoevangelio de Santiago 9:2, Pseudo Mateo 8:4, el Evangelio de

natividad de María 8:1,

74
con lo que comenta el Evangelio de Juan acerca de todo este
suceso del nacimiento milagroso.

El lector adivinará la información que proporciona el


Evangelio de Juan acerca del milagroso nacimiento: ninguna.
Como de costumbre, la dificultad que suponían las aportaciones
de Mateo y Lucas sobre el nacimiento de Jesús en Belén,
provocó la esperada reacción de Juan acerca de este tema.
Además, sorprendentemente, en el verso 7:41 menciona una
aparente disputa entre la gente acerca de si el Mesías tenía que
venir de Galilea o Belén. Según esta información del
evangelista, los judíos estaban equivocados al esperar al Mesías
desde Belén.60 En otras palabras, el evangelista quiso decir:
¡Aunque haya nacido en Galilea, Jesús es el mesías!

Según John P. Meier, el motivo por el que Juan menciona el


nombre de Galilea en vez de Nazaret, es simplemente por su
insignificante situación geográfica como un pueblo perdido en
las montes de la Baja Galilea. De hecho, Nazaret no se nombra
ni una sola vez ni en el A.T. ni en los libros de historia de Josefo
y Filón. Así, afirmamos que el escritor del Evangelio de Juan
daba por hecho que Jesús no había nacido en Belén y por esta
razón omitió toda la historia del nacimiento en Belén
contradiciendo a Mateo, Lucas y otros Evangelios apócrifos.

Como conclusión de nuestro primer punto, podemos resumir


que la primera tesis del autor del Evangelio de Mateo, que es
mostrar a Jesús como descendiente de David, tuvo la evolución
que mostramos en los párrafos anteriores llegando finalmente
al último evangelista sin aportar ninguna prueba evidente.

2) El engendramiento mediante el Espíritu Santo

Como se pudo ver en el punto anterior, el supuesto


engendramiento mediante el Espíritu Santo ponía en duda que

60 Juan 7:49

75
Jesús fuera descendiente de David, ya que según esta
información, no era José quien fecundó a María. También vimos
que el autor del Evangelio de Mateo intentó vincular la sangre
de Jesús con la del Rey David por otras vías. Ante la dificultad a
la que se enfrentó el segundo evangelista, nos preguntamos:
¿Por qué enfatizar el nacimiento de Jesús, como si fuera por
gracia del Espíritu Santo? La respuesta se encuentra en su
tercera propuesta teológica que hemos mencionado: intentar
aportar «otro posible argumento» para «demostrar» que Jesús
era Dios. Al mismo tiempo, temía que los judíos no aceptaran a
Jesús como el Mesías. Por ello, utilizó la información circulante
del milagroso nacimiento de Jesús para relacionarlo con la
divinidad,61 aunque tampoco exista ninguna información
previa en el A.T. que demuestre que el Espíritu Santo sea el
mismísimo Dios.

2.1.) La virginidad de María en la propuesta profética de


Mateo:

Nuestro segundo punto importante en la teología de Mateo es


la virginidad de María, la madre de Jesús. El verso donde se
encuentra es Mt 1:23. El texto hace referencia al libro de Isaías:

7:14 Por tanto el Señor os dará una señal, he aquí la joven dará
a luz un hijo al que llamará Emanuel.

La manera en que el evangelista propone la virginidad de


María es argumentando el hecho con una referencia del A.T.62

61 En el libro revelado a Mahoma hace cerca de 1450 años, también existe


la información acerca del milagroso nacimiento de Jesús de la Virgen María,
sin embargo no relaciona a Jesús con la divinidad por este hecho, ya que el
nazareno sigue siendo producto del poder de Dios como cualquier otro ser
existente. En contradicción a todos los teólogos existentes, yo interpretaría
los versículos revelados a Mahoma de una manera muy diferente.
62 En el Protoevangelio de Santiago, el nacimiento milagroso de Jesús por

una virgen no se expone apoyándose a las referencias de la Torá, sino que


simplemente se menciona como un hecho milagroso ocurrido sin más.

76
Analizaremos el texto dividiéndolo en dos partes para aplicar
los criterios de la hermenéutica:

a) Criterio de la traducción:

El texto del libro de Isaías es claro. Como veremos a


continuación, tenemos ante nuestros ojos, una modificación
textual por parte de Mateo. Como observará el lector, en el texto
original de Isaías, quien dará a luz no es una virgen sino que es
la joven. Mateo claramente cambia en su Evangelio la palabra
joven (almah) y la transforma en virgen (bethulah).63 Más que
las reflexiones lingüísticas como las de Ehrman que tratan de
explicar el significado del término almah, es suficiente con
acudir al capítulo 30 y a las líneas 18 a 20 del libro de
Proverbios para definir el significado de este término. El mismo
lector observará de manera evidente que estos pasajes
exponen que almah es todo lo contrario a una virgen; una joven
adúltera que cuando mantiene relaciones con alguien no deja
rastro, como cuando vuela el águila en el aire o como cuando la
serpiente se arrastra sobre la roca. En contraste con la
definición del término almah, observamos que bethullah es la
traducción exacta de virgen como se puede comprobar en el
libro de Deuteronomio 22:16-18. El lector puede comprender
la diferencia entre ambos términos. Por lo tanto, la referencia
de Mateo está fuera de contexto según el criterio de la
lingüística, una traducción que está forzada para acomodar a

63 Bart Ehrman cita acerca de esta modificación: «Matthew here is quoting


the Greek translation of the Hebrew Bible, which does indeed say that the
woman conceiving is a PARTHENOS, a word that by Matthew’s day typically
meant “woman who has never had sex.” Sometimes the word simply means
“young woman.” And that is definitely what the original Hebrew of Isa. 7:14
says, where the Hebrew word for “young woman” (ALMA) is used, rather than
the word for “woman who has never had sex” (BETHULAH)». (Why Was Jesus
Born of a Virgin in Matthew and Luke?: http://ehrmanblog.org/why-was-
jesus-born-of-a-virgin-in-matthew-and-luke/. Consultado 24-12. 2014.)

77
Jesús al contexto del pasaje bíblico. ¿El que Jesús haya nacido o
no de una virgen? La pregunta que nos hacemos y la respuesta
que buscamos no son estas. Como señala Bruner, muchos
investigadores opinan que el milagroso nacimiento de Jesús
carece de un soporte histórico sólido.64 Por otra parte, hay
estudiosos que sí aceptan el hecho de la virginidad de María
por el testimonio múltiple existente en los libros apócrifos.
Pero nuestro punto de atención aquí es hacer ver al lector
claramente una modificación del texto por parte del
evangelista, con el fin de argumentar su propuesta teológica
forzando los versículos del A.T. Pudiera ser que por este
motivo, Lucas y Juan al darse cuenta de esta forzada
contextualización, no incluyeran en sus Evangelios esta
referencia del libro de Isaías. 65

b) El contexto temático del capítulo

Como ya sabemos, a la hora de interpretar un fragmento o un


texto entero, debemos leer todo el capítulo para poder
comprender el contexto temático al que se hace referencia.
Nuestro texto de estudio corresponde al verso decimocuarto
del capítulo 7 del libro de Isaías. Actualmente existen muchos
debates acerca de este texto. Si el lector toma su A.T. y empieza
a leer el capítulo desde el principio, observará que se trata de
la historia del rey Acaz (Ajaz) que gobernó Judá
aproximadamente entre los años 734 y 715 a.C. El lector mismo
extraerá claramente del texto, que, durante el gobierno de Acaz,
los enemigos del Estado de Judá -que eran Siria y Efraín- se
juntaron y esto causó un impacto de temor tremendo en el rey
judío y todos sus paisanos: su corazón se conmovió y también el

64
F. BRUNER, Matthew: The Christbook, Matthew 1-12, Eerdmans, Grand
Rapids 1987, 37
65 Si usted dispone del libro de Isaías del A.T. y en él encuentra nuestro verso

citado, verá que aparece con la palabra virgen en vez de la joven o la doncella,
lo que quiere decir que su libro se tradujo desde el punto de vista cristiano.

78
de su pueblo como los árboles del bosque se conmovieran con el
viento.66 Como consecuencia de este miedo, Yahvé ordena al
profeta Isaías que hable con el rey de Judá para calmarlo y
tranquilizarlo. Tras comunicarle otras revelaciones, el Dios de
los judíos promete que lo que el rey teme, no tendrá lugar y que
dentro de sesenta y cinco años, Siria perdería su poder político
por las sucesiones reales y que por otra parte, Efraín sería
destrozado de tal modo que no sería más un pueblo.

Tras este mensaje, de acuerdo al verso 10, Dios ordena a Acaz


que le pida una señal con el fin de demostrarle que toda la
promesa del triunfo de Judá es verídica. Acaz responde que no,
porque no quiere tentar a Dios y que confía en Su promesa. Al
ver a Acaz satisfecho con la promesa de Dios, Isaías vuelve al
pueblo -que también temblaba de miedo- y les dice, para que
crean y se tranquilicen como su rey Acaz: «Por tanto, el Señor
mismo os dará una señal. He aquí que la joven dará a luz un hijo
al que llamará Emanuel. Comerá leche cuajada y miel cuando
sepa rechazar el mal y escoger el bien».

Ahora se ve claramente que el hecho histórico acaecido


alrededor del siglo VIII antes del nacimiento de Jesús no tenía
relación con el nazareno. A nadie, durante estos siete siglos, le
importaría si un día llegara una virgen y tuviera un hijo al que
pusiera de nombre Emanuel. Aquellas personas estaban
preocupadas por su época y necesitaban una señal que
demostrara que Yahvé les iba a salvar de la situación en la que
se encontraban.

Volvamos al punto anterior del rey Acaz y la promesa de Dios:


el nombre Emanuel significa Dios está con nosotros.
Evidentemente, el pueblo judío necesitaba una señal de que el
pueblo Sirio y Efraín no conquistarían las tierras de Judá. En ese
instante, Isaías profetiza el nacimiento de un bebé de una joven

66 Is 7:2

79
que conocen y el nombre que se le daría a la criatura: Emanuel.
Con esto el profeta del A.T. quiso decir: ¡No os preocupéis, Dios
está con nosotros, saldremos victoriosos, todos los enemigos
serán vencidos!
Otro punto importante a considerar es que el Evangelio de
Mateo no utiliza el hecho del engendramiento por gracia del
Espíritu Santo para argumentar que Jesús es el Hijo de Dios. Los
pasajes de Mateo utilizan el hecho del nacimiento milagroso y
la información del futuro nombre del niño como Emanuel para
argumentar que Jesús es el mismísimo Dios. Quien realmente
defenderá que Jesús es «el Hijo de Dios» -pero no Dios- gracias
al nacimiento milagroso es Lucas, ya que al ver el error de
Mateo, no menciona la información de que Jesús es Emanuel. Al
quedarse sin argumentos para relacionar a Jesús con la
divinidad, Lucas expone el hecho del «supuesto»
engendramiento por obra del Espíritu Santo para declarar que
el nazareno es «el Hijo de Dios» y no el mismísimo Dios.67
Gracias a esta modificación por parte del tercer evangelista, hoy
en día se llega a la conclusión de que el Espíritu Santo también
es Dios, cuando en el A.T. nunca aparece como tal y nunca se
había considerado como tal en la teología del judaísmo. Esto es
consecuencia de este producto de transformación textual y
opinión personal del evangelista.

Volviendo a nuestro tema, la utilización del artículo previo


con el sustantivo joven deja incluso todavía más claro que Isaías
estaba hablando con la multitud acerca de una joven que ellos
mismos conocían. Si la formulación fuera «una joven parirá…»,
entonces se podría considerar la escasa posibilidad de que se
refiriera a María, pero tampoco fue así, porque la promesa fue
para la joven (que conocéis). De hecho, algunas copias del A.T.,

67Hemos escrito el engendramiento por gracia del Espíritu Santo según


Lucas con la palabra «supuesto» entre comillas. A continuación, veremos la
razón de esto, ya que demostraremos que Lucas no creía que Jesús fuera
realmente engendrado por obra del Espíritu Santo.

80
traducidas por diferentes comunidades cristianas,
intercambian la formulación de una virgen al texto de Isaías,
eliminando la joven. Esto es debido al reflejo del punto de vista
cristiano.
El nombre Emanuel

Después de la forzada traducción y modificación que


hemos observado por Mateo, nos surge otra pregunta: ¿No iba
a poner la joven a su hijo el nombre de Emanuel? Y ¿Cuál es el
nombre que puso María a su hijo? ¿A caso no era Jesús? ¿De
dónde viene pues el nombre Emanuel? La respuesta es simple:
no existe el nombre Emanuel en ninguno de los Evangelios. Ni
siquiera en las cartas de Pablo se menciona alguna vez. La
introducción de Mateo es totalmente original. El nombre
Emanuel no se usó ni una sola vez para referirse a Jesús. Es más,
tampoco se utilizó para referirse a nadie en todo el A.T., excepto
en el libro de Isaías 7:14. Este nombre se empezó a poner a los
niños siglos después, una vez que los creyentes paulinos dieron
por válida la introducción original que hizo Mateo al intentar
conectar a Jesús con el nombre Emanuel.

2.2) La virginidad de María en el acto del nacimiento de


Jesús:

En nuestro segundo punto acerca de la virginidad de María,


cabe recordar la ausencia de este hecho milagroso en el primer
Evangelio, que es el de Marcos, hablando cronológicamente. Si
analizamos los versos donde Mateo presenta lo ocurrido,
menciona el momento de la concepción de Jesús por la
intervención del Espíritu Santo. Veamos el texto que es muy
claro al respecto:

1:18 El nacimiento de Jesús-Cristo (Mesías) fue así: Que siendo


su madre desposada con José, se descubrió que estaba encinta de
Espíritu Santo. 19 Y José su marido que era justo, y no quisiese
infamarla, quiso dejarla secretamente.

81
Ahora leamos el paralelo de este acontecimiento en el
Evangelio de Lucas:

Lucas 1:30 Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has


hallado gracia delante de Dios. 31 Y he aquí, concebirás en tu
seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 34
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que soy
virgen? 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te encubrirá con su
sombra; por eso lo santo que nacerá será llamado Hijo de Dios.
36 Y he aquí, tu parienta Elisabeth en su vejez también ha
concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban
estéril. 37 Porque ninguna cosa será imposible para Dios. 38
Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo
conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.68

Como hemos comprobado en numerosas ocasiones, las


modificaciones de Lucas para tratar de borrar cualquier posible
error, nos hace dudar de la historicidad de su Evangelio y de su
libro Los Hechos de los Apóstoles. Ahora bien, recordemos que
en el Evangelio de Mateo, quien había fecundado a María era el
Espíritu Santo y por esta razón José, según este autor, para no
crear un escándalo, quiso guardarlo en secreto. Sin embargo,
leyendo el texto de Lucas, de ninguna manera se entiende que
la concepción de Jesús fuera obra del Espíritu Santo ni siquiera
antes de que María «supuestamente» compartiese lecho con
José.

En el verso 31 solamente se menciona el momento cuando el


ángel da la buena nueva de que María tendría un hijo. En el v34
María pregunta cómo va a ser eso, ya que todavía no ha estado
físicamente con ningún hombre, incluido su marido. En el v35
la promesa del ángel sigue, anunciando la venida del Espíritu

68 Para no copiar y alargar todo el capítulo, he omitido los versos que no


tienen ninguna relación con la concepción del niño. Los interesados pueden
consultar el N.T.

82
Santo, pero todavía no hay información de que éste será quien
fecundará a María. La selección de palabras que utiliza Lucas es
extraordinaria, pero el lector que realiza una investigación
minuciosa, observará que en ningún momento se menciona el
engendramiento por obra y gracia del Espíritu Santo. La buena
nueva solamente consiste en la llegada del Espíritu Santo y no
hace referencia al engendramiento, ni tampoco entendemos de
ninguna manera que el hecho de la concepción ya fuera
establecido, sino que es solamente una promesa, pero -como
dijimos antes- este compromiso ni siquiera es para informar a
María de que su hijo será por gracia del Espíritu.69

En los versos 35 y 36 se menciona a Elisabeth, la mujer de


Zacarías que recibió a su hijo siendo estéril. Es muy importante
el posicionamiento de este hecho entre las líneas de Lucas, ya
que nadie se planteó que Juan el Bautista fuera concebido por

69Tener un hijo engendrado por el Espíritu Santo no es lo mismo que el


Espíritu Santo venga sobre una persona. Veamos unos ejemplos en el N.T.
sobre este punto:

Hechos 2:1-4 Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el


mismo lugar. De pronto vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento
impetuoso, que llenó toda la casa en la que estaban. Y aparecieron unas
lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno
de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en
otras lenguas, según se los permitía el Espíritu.

Juan 20:22-23…reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen sus pecados les


serán perdonados; y a quienes se los retengan les serán retenidos.

Mientras que en nuestro primer ejemplo obtenemos la información de que


el Espíritu Santo descendió sobre los Apóstoles para enseñarles las lenguas
de fuego, en el segundo ejemplo vemos que Jesús una vez resucitado, envía
sobre los discípulos el mismo espíritu. Por lo tanto, la venida y el
recibimiento del Espíritu Santo sobre las personas, en ninguno de estos
casos, se entienden como el engendramiento de éste. Además como se
menciona en el estudio, incluso «la venida» del Espíritu es solamente una
promesa y no un hecho.

83
el Espíritu Santo. ¿Por qué cree el lector que Lucas introdujo
este verso aquí? De la misma manera que el ángel anunció a
Elisabeth el milagroso nacimiento de su hijo Juan cuando era
estéril, lo está haciendo ahora con María: «De momento eres
virgen, pero tendrás un hijo después». ¿Qué diferencia hay entre
este verso y el que un padre diga a su hija pequeña, virgen que
llegará algún día en que ella tendrá unos hijos? La mención de
la familia del Bautista, en ningún momento se entendió como
que Zacarías tuvo a su hijo sin tener una relación íntima
matrimonial con su mujer Elisabeth. El ángel informa a María
de que de la misma manera que Elisabeth recibió su hijo
(teniendo una relación íntima con Zacarías), lo hará con José.
Aunque Lucas no mencione el nombre del padrastro de Jesús,
enfoca la posibilidad para la comprensión de que el hijo nacido
será de José. En el último verso, María pide a Dios que se haga
Su voluntad y el ángel se va de la presencia de María. La futura
llegada del Espíritu Santo solamente queda en una promesa y
en los versos posteriores ya no se hace mención de su llegada y
el engendramiento de Jesús por gracia del Espíritu Santo se
queda como una cuestión sin responder. Y ya no se habla del
tema hasta que el nacimiento de Jesús tiene lugar en Belén. (Lc
2:7). Lucas lo dejó abierto.

Posteriormente, el Evangelio de Lucas no dice absolutamente


nada de la concepción de Jesús por parte del Espíritu Santo y
por esta razón omite la información proporcionada por Mateo
en 1:19: «Y José su marido que era justo, y no quisiese infamarla,
quiso dejarla secretamente». Esta frase para Lucas era una
amenaza. Parece ser que Lucas pensaba que José era el padre
de Jesús. Por esta razón añadió el verso: «y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra», ya que para Lucas, Dios quiso decir:
«¡No te preocupes María! nadie te verá o pensará que el hijo es
de José, el poder de Dios os cubrirá con su sombra».
¿Qué propósito teológico tendrá Lucas detrás de su
modificación? Filosofemos sobre esto. La proposición teológica

84
del Evangelio de Mateo era intentar exponer a Jesús como un
hombre semi-divino. Llamando al niño Emanuel pensó que
conseguiría fácilmente cumplir su objetivo teológico. Además,
como vimos antes, nombrando al Espíritu Santo aportó otro
posible argumento para «demostrar» su propuesta. De hecho,
como hemos comprobado en otras ocasiones, todas las
modificaciones de textos que realiza Mateo cumplieron
perfectamente este objetivo, tanto que todas las iglesias
cristianas del mundo imprimen el N.T. colocando su Evangelio
en primer lugar. Sin embargo, para Lucas, la no intervención de
José en el nacimiento de Jesús, eliminaría la posibilidad de que
Jesús fuera el esperado Rey de Israel descendiente de David a
través de su hijo Salomón. Al ver Lucas que Mateo no había
podido solucionar el problema de la línea genealógica de Jesús,
se las ingenia de una manera extraordinaria como hemos
explicado anteriormente: Lucas quiso decir en secreto que
Jesús es descendiente de David a través de Salomón, porque es
el hijo biológico de José, aunque Dios ha escondido el suceso del
momento del engendramiento.

Desde este punto de vista, podemos afirmar que la


modificación de Lucas mencionada arriba difiere
completamente de la cristología practicada actualmente. Según
Lucas, Jesús no nació de una virgen y por lo tanto no tiene un
nacimiento milagroso. Eso significaría también que María no
fue fecundada por el Espíritu Santo sino por José, su marido y
eso quiere decir que Jesús no es «el Hijo de Dios».70 Por otra
parte, sin el Evangelio de Lucas, Jesús ya no es Jesucristo, ya que
no es Jesús-Mesías nacido de entre las entrañas de David.

Asimismo, existe otro dato todavía más curioso que puede


resultar escandaloso para el punto de vista teológico actual de
aceptar a Jesús como «El Mesías descendiente directo de

70 Aunque recordemos que para Mateo, la fecundación por parte del Espíritu
Santo no hace a Jesús el Hijo de Dios.

85
David». Llegaremos a este dato realizando la siguiente
pregunta: ¿Qué dice Marcos respecto a «Jesús-Mesías, Hijo de
David»? A continuación, observaremos la respuesta:

Ante todo recordemos que el Evangelio de Marcos no aporta


ninguna información acerca del nacimiento de Jesús. Si el lector
realiza una investigación sobre los pasajes donde figura Jesús
como «Hijo de David», observará que no existe ninguna
información en Marcos que proporcione un vínculo
genealógico entre el padre de Salomón y el nazareno.
Desgraciadamente, las únicas dos proclamaciones directas
existentes de «Jesús, Hijo de David» son llevadas a cabo
precisamente por los espíritus inmundos.71 Marcos 11:10
confirma esta información, ya que guarda la versión original de
La Entrada Triunfal de Mateo 21:9 que es: «¡Hosanna al Hijo de
David!». En el paralelo de este acontecimiento observamos que
según Marcos 11:10, el que «viene» no es «Jesús, el Hijo de
David», sino «El Reino de nuestro padre David». Marcos en
ningún momento menciona que Jesús es Hijo de David por
genealogía. Sin embargo, en los pasajes 12:35-37 trata de
explicar por qué aceptar a Jesús como «Hijo de David»: para
establecer el Reino de Dios.

Todas las exposiciones mencionadas anteriormente nos


llevan a la conclusión de que el propósito teológico del
Evangelio de Marcos es diferente al del Evangelio de Mateo. De
la misma manera, el propósito teológico del Evangelio de Lucas
es diferente al propósito de Mateo. El autor de Marcos siguió su
tradición de exponer un Jesús humano, mientras que Mateo
aprovecha los «ecos» del milagroso nacimiento de Jesús para
atribuirle parte de la divinidad. Por otra parte, Lucas tiene una
postura menos definida que Mateo, tanto que incluso nos hizo
comprobar que no creía en el engendramiento por gracia del

71 Mc 10:47-48.

86
Espíritu Santo, pero utilizó su «eco» para atribuir divinidad a
Jesús transformándole en «el Hijo de Dios».72 Para Lucas, la
condición mesiánica del nazareno importaba mucho más que el
hecho de que hubiese nacido de una virgen y no duda en
jugársela de la manera expuesta, quedando su Evangelio
descartado para la cristología. Por otra parte, el lector que
acude al Evangelio de Marcos para relacionar el linaje de Jesús
con el Rey David, se queda completamente desilusionado, ya
que este no trató de explicar que el nazareno fuera
descendiente directo de David. Para el primer evangelista, el
vínculo de Jesús con David es espiritual y no parental.

Con todas estas explicaciones se nos hace evidente la


necesidad de una relectura de estos Evangelios y muchos
estudios analíticos sobre ellos desde el punto de vista de la
existencia de diferentes propuestas teológicas entre sí.

72Por eso Mateo llama a Jesús Dios «Emanuel» y Lucas «el Hijo de Dios». La
gran diferencia…

87
CAPÍTULO VII
El Maestro Jesús, un judío servidor de Yahvé

E n los capítulos anteriores, hemos comprobado que el


Evangelio de Marcos, el primer libro escrito entre los
cuatro canónicos del N.T., no representa a Jesús como un ser
divino o semi-divino en ninguna de sus frases. También
comprobamos que fue la evolución y apoteosis que sufrió el
Maestro, gracias a los retoques y acomodamientos de los
evangelistas posteriores de acuerdo a sus respectivas
propuestas teológicas.

En este capítulo expondremos al Jesús humano, como


cualquier persona con sus defectos, un maestro judío que no
cesó en ningún momento de servir a Yahvé. A continuación
expondremos los contextos que estudiaremos caso por caso y
posteriormente, realizaremos una breve explicación para cada
punto:

1) Jesús tenía pecados.


2) La sabiduría de Jesús era limitada como la de cualquier
hombre.
3) Jesús era un humano como otro cualquiera.
4) Jesús servía a Yahvé.

89
Empecemos siguiendo el orden de la lista:

1) Jesús como cualquier hombre con errores

Para un creyente cristiano, leer este capítulo puede que hiera


su sensibilidad, pero el análisis interno de las escrituras
aprueba totalmente esta realidad. Veamos nuestro primer
pasaje:

Juan 8:3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una


mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, 4 le
dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto
mismo de adulterio. 5 Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a
tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? 6 Más esto decían tentándole,
para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía
en tierra con el dedo. 7 Y como insistieran en preguntarle, se
enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el
primero en arrojar la piedra contra ella.

En este acontecimiento no sabemos si estuvo presente o no el


paralítico que Jesús había curado y al que había informado del
perdón recibido. Porque si hubiera estado presente, la mujer
habría sido apedreada según el mandamiento de Jesús ya que
quiso que alguien sin pecados tirara la primera piedra.

Jesús, según en el Evangelio de Mateo, dijo: «No penséis que he


venido para abolir la ley o los profetas: no he venido para abolir,
sino a cumplir» (5:17). Marcos, sin embargo, es mucho más duro
en este aspecto (9:43-50). Por otra parte, Jesús siempre
criticaba la hipocresía, es decir, condenaba duramente el hecho
de «afirmar algo, pero después actuar de un modo diferente».
¿Qué tiene que ver esto con nuestro texto en estudio?
Expliquémoslo:

Como se puede entender perfectamente, Jesús, que vino a


cumplir la ley hasta sus últimas consecuencias, ante la

90
insistencia de sus adversarios, ordenó la ejecución de la mujer
adúltera. Volviendo a nuestro punto de partida, si el ex-
paralítico hubiese estado presente, de seguro que la mujer
estaría muerta por cumplir la voluntad de Jesús en el
cumplimiento de la ley, pero afortunadamente no estaba. Ahora
nos preguntamos: si Jesús quería el cumplimiento de la ley y
que alguien sin pecados tirara la primera piedra, ¿por qué no
tiró él mismo la piedra? La respuesta es simple: porque él
mismo no cumplía la condición. En caso contrario, hubiese sido
una orden del cumplimiento de la ley, sin cumplirla Jesús
mismo, y eso significaría hipocresía, cosa que no podemos
pensar del nazareno. Jesús quería cumplir la ley, pero al mismo
tiempo quería salvar a la mujer por lo que inventó esta
respuesta tan sabia de acuerdo a la esencia de la manera en que
creía en Yahvé. Este acontecimiento afirma por una parte, que
Jesús no vino a abolir la ley y por otra, su objetivo de establecer
la esencia de liberar a las personas de la hipocresía para que la
ley se cumpliera a la perfección. Por último, decíamos que,
como hombre de palabra, no realizó ni siquiera él mismo el acto
de apedreamiento, porque ni siquiera él cumplía la regla de
estar limpio de pecados.

En nuestro segundo pasaje citaremos el Evangelio de Marcos:

1:4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de


arrepentimiento para perdón de pecados... 9 Aconteció en
aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue
bautizado por Juan en el Jordán.

Marcos comenta que Jesús fue bautizado por el hombre que


bautizaba a las personas que se arrepentían de sus pecados.
Esto es otra prueba clara de que Jesús, como cualquier humano,
cometió pecados, en su vida, de los que se arrepintió y para
comenzar una página nueva en su vida fue a ser bautizado por
el Bautista. Esto no quiere decir que, una vez arrepentido, Jesús
volviera a cometer algún pecado, eso no lo podemos saber, pero

91
de ahí a convertirlo en un hombre divino que nunca desde su
niñez cometiera pecado alguno, es producto del autor del
Evangelio de Mateo y posteriormente, como veremos, de Lucas
y de Juan. Pero antes de citar a Mateo, mencionaremos un dato
muy interesante: la elección de Dios de Jesús para la gran
misión, según en el Evangelio de Marcos, comienza justamente
aquí, una vez arrepentido Jesús de sus pecados y bautizado por
Juan. El grupo de cristianos denominados los adopcionistas,
precisamente se inspiraron en este hecho73, afirmando que
Jesús es solamente un hijo adoptado por Dios, en el sentido de
poseer una relación de parentesco metafórica y no literal.74

Viendo el acontecimiento paralelo en Mateo, no nos


extrañamos al encontrarnos con la nueva aportación del
evangelista. Supuestamente ahora, Juan el Bautista insiste en
ser bautizado de manos de Jesús y no al revés. Según el autor,
Juan tenía el deber de ser bautizado por Jesús. (Mt 3:14) Pero
finalmente ante «tanta insistencia», Jesús convence al Bautista
porque así conviene cumplir toda justicia. (v15). Con estas
invenciones, Mateo no solamente anticipa la elección de Dios de
Jesús para cumplir su gran misión antes de conocer a Juan, sino
que también explica el motivo del bautizo de Jesús que es: para
cumplir toda justicia75 y no por el perdón de los pecados de Jesús.
Mateo, de nuevo está en la labor de divinizar a Jesús alterando
el Evangelio de Marcos. 76

73 A. PIÑERO, Los cristianismos derrotados, Edaf, Madrid 2007, 47


74 ibíd 72
75 La mención anterior del acto de nacimiento de Juan el Bautista previo a

Jesús es precisamente para justificar el cumplimiento de esta justicia, ya que


éste nació antes que Jesús y para cumplir la ética del orden de preferencia,
Jesús tendría que ser primero bautizado por Juan y no al revés. De este
modo, Mateo elimina la opción de Marcos de que Jesús fuere bautizado por
Juan por sus pecados.
76 Antonio Piñero explica este acontecimiento como muestra del intento de

Mateo para atribuir cualidades sobrehumanas a Jesús.

92
Nuestro tercer evangelista, Lucas, en cambio ante la
inconsistencia de Mateo, eliminó la información de que Juan
bautizara a los pecadores (Lc 3:21). Para Lucas, se bautizaban
todas las personas y no solamente los arrepentidos que querían
empezar una nueva vida espiritual. Por otra parte, el cuarto
evangelista, Juan, ya no hace ni siquiera mención de que Jesús
fuera bautizado por Juan. Realiza un juego de palabras para
evitar cualquier sospecha que se pudiera generar acerca del
origen pecaminoso de Jesús.

Antes de terminar, citaremos, como nuestro tercer punto, el


acontecimiento de la tentación de Satanás a Jesús. Como bien
sabemos, Satanás solo puede tentar a los humanos, por su
capacidad de aceptar su invitación al pecado. Por esta razón, no
perdería el tiempo con los seres que no disponen de esta
debilidad. Esto quiere decir que efectivamente la motivación de
Satanás en tentar a Jesús fue esta puerta abierta. Si uno se da
cuenta, la tentación del diablo tiene lugar justo después del
arrepentimiento de Jesús con el Bautista, en el Evangelio de
Marcos 1:13. El primer evangelista solamente da la información
de que Jesús tras su bautizo se fue al desierto por cuarenta días.
Alrededor de los años 70, cuando solamente existía el primero
de los cuatro Evangelios canónicos que es el de Marcos,
cualquier lector se podía imaginar, a priori, que Jesús como un
hombre normal y pecador, se arrepintió de sus pecados y se fue
al desierto en busca de crecimiento espiritual.77 Sin embargo, el

77 Las retiradas al desierto y la


práctica de la vida ascética eran consideradas
una vía para el crecimiento espiritual en el judaísmo de los tiempos de Jesús.
Hay numerosas fuentes de información acerca de la vida de los gnósticos. De
hecho, Juan el Bautista era un gnóstico famoso de su tiempo. La misma
tradición existe en el islam, llamado Sufismo. Según algunas tariqas, es
necesario tomar la mano del sheij (el maestro) para recibir la tauba (el
arrepentimiento). Posteriormente, el discípulo realiza la riazat, que es la
práctica de beber poco, comer poco y nada de carne ni derivados como leche
o queso, hablar poco, dormir poco y sobre camas duras, ducharse con agua

93
paralelo de este acontecimiento en el Evangelio de Mateo,
sufrió una evolución hasta tal punto que no es el hombre
arrepentido quien recibe la tentación de Satanás, sino el
mismísimo Dios hecho hombre. (Mt 4:7). Mateo, para eliminar
las sospechas de cara a la naturaleza humana de Jesús, de estar
en disposición de pecar, lanza una nueva hipótesis como
argumentación contraria78, eliminando la posibilidad de que
Jesús fuera un humano arrepentido con la posibilidad de volver
a pecar. Por lo tanto, es ahora Satanás quien comete el error de
tentar a su «Dios» y no porque conociera previamente la
debilidad de Jesús.79

En conclusión, todos los argumentos arriba mencionados


demuestran que Jesús, antes de ser bautizado y crecido
espiritualmente en el desierto, fue una persona que cometía
errores como cualquier hombre normal. Una vez arrepentido y
crecido como persona, empezó su misión de predicar su
mensaje. Incluso Satanás volvió a tentarle después de su
arrepentimiento de los pecados porque conocía sus puntos
débiles. ¿Quién sabe si después volvió a pecar o no? La
respuesta nos la daría él mismo, si volviera a la tierra de nuevo.

2) La limitada sabiduría de Jesús:

fría, etc. Es como si uno se fuera al desierto estando en su casa. Al final de


los cuarenta días, se espera un crecimiento espiritual y no volver jamás al
mundo del pecado.
78 Una de las maneras de tener éxito en la mentira es usar alguna poderosa

afirmación como argumentación contraria.


79 Por lógica, tenemos que realizar la siguiente pregunta: conociendo a Jesús

desde su nacimiento, ¿cómo es que Satanás no aprendió que, por mucho que
insistiera, el nazareno no iba a cometer un pecado? ¿Por qué gastar su
tiempo y energía en intentar tentarle? La razón es simple: porque Jesús,
antes de su bautismo por Juan, pecaba escuchando los susurros de Satanás
y este se le acercaba por su lado más débil. No se dijo en vano: «Más sabe el
diablo por viejo que por diablo».

94
2.1) Una de las características de Dios es que Su
predicción nunca falla, ya que eso significaría que es un Dios
imperfecto, que no tiene conocimiento seguro sobre los
acontecimientos del futuro. Veamos el contraste con Jesús, ya
que él, sí se equivocó en sus predicciones:

Mc 13:30 De cierto os digo que no pasará esta generación, que


todas estas cosas no sean hechas.

Para recordar, Jesús aquí estaba comentando a sus discípulos


la información acerca del fin del mundo y que aquella
generación vería todo con sus propios ojos. Sin embargo,
ninguno de sus discípulos vio nada de lo que dijo y pasados
2000 años, seguimos esperando los días prometidos.

2.2) Otra de las características más destacadas de Dios en


las religiones monoteístas es Su sabiduría ilimitada que abarca
todo conocimiento. Precisamente, una de las limitaciones que
tenemos los humanos es nuestro desconocimiento acerca del
futuro. Veremos que Jesús fue sometido a la misma ignorancia:

Mc 13:32 Empero de aquel día y de la hora, nadie sabe; ni aún


los ángeles, ni el hijo, sino el Padre.80

2.3) Es posible que muchos de nosotros sepamos que el


tiempo del florecimiento de los naranjos es en invierno y el de
la sandía es en verano. Sabemos que las fresas, las cerezas y
albaricoques también otorgan sus frutos en verano. Por otra
parte, es posible que no sepamos en qué época maduran los
dátiles, puesto que no son frutos comunes en nuestra sociedad.
Algo parecido le pasó a Jesús con los higos:

80En su paralelo, Mateo, en 24:36 omite la parte de «ni el hijo», intentando


disimular la ignorancia de Jesús de cara al futuro. Por otra parte, Lucas en
su Evangelio elimina totalmente la información de que solamente a Dios le
corresponde la información del futuro. (Lc 21:32)

95
Mc 11:12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania tuvo
hambre, 13 y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a
ver si tal vez hallaba en ella algo; pero, cuando llegó a ella nada
halló sino hojas, pues no era época de higos.

Este acontecimiento contradice completamente el hecho de


que Jesús tuviera una sabiduría divina. Aquí vemos otra vez que
se equivocó como cualquier humano haría.81

3) Jesús como cualquier otro humano:

Al igual que todos los humanos, Jesús tenía sus debilidades. Se


cansaba82, dormía83, lloraba84, sudaba85, tenía miedo de que los
judíos le pudieran matar86, también se entristecía y se enfadaba
con los fariseos, escribanos y saduceos.87 Tenía sed88, tenía
hambre89 y comía y bebía90, por lo tanto como cualquier
hombre, realizaba la digestión. Jesús también recibió el
consuelo de un ángel para ser confortado.91

81 El paralelo de este acontecimiento se encuentra en Mateo 21:19 y cómo


no, con la eliminación de la frase pues no era época de higos. Por otra parte,
Mateo añade una supuesta maldición de Jesús -inexistente en Marcos- para
que se seque la higuera, como si la culpa de no florecer la tuviera la higuera,
aun sabiendo que no era la época de dar fruto. Lucas, sin embargo, nos
muestra este acontecimiento no como algo que hizo Jesús cuando estaba con
sus discípulos en Betania, sino como una parábola que Jesús da a sus
discípulos.
82 Juan 4:6
83 Mc 4:38
84 Jn 11:35
85 Lc 22:44
86 Jn 10:39, 11:53-54
87 Mt 22:18, 23:13, etc.
88 Jn 19:28
89 Mc 11:12
90 Mc 2:16
91 Jn 22:43

96
Por otra parte, vemos que como cualquier humano, el origen
del poder de Jesús era el Padre: Juan 5:27 «(el Padre) también
le dio poder de hacer juicio, en cuanto es el Hijo del hombre».
Según las creencias monoteístas, los Enviados o algunos
Eminentes elegidos por Dios, pueden poseer poderes
sobrenaturales, como por ejemplo realizar exorcismos. Lo que
se deduce en el N.T. es que Dios le dio este tipo de poderes a
Jesús, como a otros grandes personajes que mostraron
milagros, pero al mismo tiempo, según las palabras de Jesús, si
Dios no le hubiera concedido estos poderes, no habría podido
realizar ninguno de sus milagros. Veamos la afirmación de
Jesús al respecto:

Juan 5:30 No puedo yo por mí mismo hacer nada,...

Sin embargo, para su Padre todo era posible como queda


reflejado en Marcos 14:36 «Y dijo Abba, Padre, todo es posible
para Ti».

Otro punto a mencionar es el rechazo de Jesús cuando le


dijeron que era bueno:

Marcos 10:17 Saliendo él a su camino, vino uno corriendo, e


hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno,
¿qué haré para heredar la vida eterna? 18 Y Jesús le dijo: ¿Por
qué me llamas bueno? Ninguno es bueno, sino el único Dios.

Jesús, específicamente menciona que no le llamen «bueno» a él,


porque ese atributo corresponde al Dios único.

4) Jesús alababa a Dios:

¿Es posible que Dios se alabe a Sí mismo? Veamos los pasajes


de la Biblia, donde Jesús como cualquier hombre y un gran
maestro espiritual, adoró a Dios:
Marcos 14:35 Yéndose un poco adelante, cayó en tierra, y oró
que si fuese posible, pasase de él aquella hora.

97
Como podemos comprobar aquí, como cualquier humano
cuando sentimos aflicción, oramos a Dios para que nos libere
de nuestros apuros, y muchas veces nos postramos como lo
hizo Jesús.92 Él pidió al Padre que le sacara de sus apuros.
Jesús elogiaba al Padre según Mateo 11:25 «En aquel tiempo,
respondiendo Jesús, dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la
tierra,… ».

En conclusión, observamos que Jesús, con todas sus faltas y


necesidades, servía y alababa a Dios y no permitía que le
atribuyeran cualidades de Dios como por ejemplo ser llamado
bueno.

92 Anteriormente mencionamos que caer en tierra no necesariamente era un

signo de adorar a alguien, sin embargo la acción de caer en tierra y orar, sí


se considera como un acto de culto.

98
Conclusiones

1) Se ha demostrado que Marcos, el primer Evangelio escrito


entre los canónicos, demuestra que Jesús era un humano con
sus errores y defectos, que no compartía sustancia con Dios,
un hijo de Dios elegido para completar la misión más
grandiosa de la historia, el siervo selecto que dependía
completamente de la fuerza y sabiduría de su Dios.
2) El Evangelio de Marcos sufrió importantes modificaciones
teológicas por parte de Mateo y Lucas. Jesús humano, el
Maestro judío que caminaba con sus compañeros, sufrió la
apoteosis para convertirse en un semi-dios a lo largo de la
composición de los Evangelios.
3) Hemos observado que la fuente de información del Evangelio
de Lucas no solamente fue Marcos, sino que también Mateo,
como había propuesto Farrer en su hipótesis. La aportación
de nuestro estudio a la tesis del teólogo alemán ha sido que
tanto Mateo como Lucas no solamente copiaron las
informaciones existentes de los Evangelios que les
precedieron, sino que tras utilizarlas, realizaron nuevas
interpretaciones sobre ellas introduciendo nuevos
acontecimientos para ofrecer una nueva propuesta teológica
sobre Jesús. Del mismo modo, hemos comprobado que
aunque el Evangelio de Juan tenga una estructura diferente,
es imposible que no leyera estos Evangelios previamente
para obtener alguna información útil y así componer su
Evangelio. Esto supone una nueva perspectiva con el nombre
de: LA TEORÍA DE LOS EVANGELIOS EVOLUTIVOS.

99
4) Con nuestro estudio se comprende perfectamente el porqué
del posicionamiento del Evangelio de Mateo al inicio de todos
los N.T. ya que el lector, tras terminarlo sigue leyendo su libro
con la idea de la supuesta divinidad de Jesús. La propuesta
teológica, que recibe a través de este evangelista, le supone
una anteposición a la hora de leer el siguiente Evangelio (el
de Marcos) y esto provoca el no poder observar los cambios
doctrinales entre ambos.
5) Hemos analizado los textos que pudieran ser históricos para
comprobar la naturalidad de la esencia de Jesús y hemos
sentenciado que ni por el primer Evangelio, que es Marcos, ni
por lógica, se puede deducir que Jesús era Dios o «el Hijo de
Dios». Este Evangelio nos indica que el nazareno era un
humano arrepentido de sus errores y que siguió siéndolo con
sus equivocaciones, que buscaba la sinceridad y obtuvo el don
de profetizar como sus grandes predecesores con el fin de
enseñar, a los que estaban a su alrededor, el camino del Dios
que él servía y veneraba.
6) Si posterior a la composición del primer Evangelio escrito -
que es Marcos- no se hubiera escrito ningún otro Evangelio,
el cristianismo de hoy en día no adoraría a Jesús ni le
nombraría «el Hijo de Dios».

100
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