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Cardenal Sarah quiere volver a celebrar "a Oriente", un error, ya que el problema de nuestra gente no está en el ámbito gestual de la celebración eucarística, sino en la formación en la fe, que es la que mueve a celebrar más vivamente. A más fe, más viva es la liturgia. El oriente espiritual es más relevante que el oriente físico.
Titolo originale
Cardenal Sarah Propone Importante Cambio Para La Misa Desde Adviento
Cardenal Sarah quiere volver a celebrar "a Oriente", un error, ya que el problema de nuestra gente no está en el ámbito gestual de la celebración eucarística, sino en la formación en la fe, que es la que mueve a celebrar más vivamente. A más fe, más viva es la liturgia. El oriente espiritual es más relevante que el oriente físico.
Cardenal Sarah quiere volver a celebrar "a Oriente", un error, ya que el problema de nuestra gente no está en el ámbito gestual de la celebración eucarística, sino en la formación en la fe, que es la que mueve a celebrar más vivamente. A más fe, más viva es la liturgia. El oriente espiritual es más relevante que el oriente físico.
Cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregacin para el Culto Divino y la Disciplina
de los Sacramentos. Crdito: Flick Paval Hadzinski (CC-BY-NC-ND-2.0)
LONDRES, 06 Jul. 16 / 01:38 pm (ACI).- El Prefecto de la Congregacin
para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en el Vaticano, Cardenal Robert Sarah, propuso un importante cambio para la celebracin de las Misas a partir del primer Domingo de Adviento de este ao 2016. En la conferencia inaugural del evento Sacra Liturgia UK 2016 que se realiza en Londres del 5 al 8 de julio, el Cardenal Sarah afirm que es muy importante que volvamos tan pronto como sea posible a una orientacin comn, de los sacerdotes y los fieles todos en la misma direccin: hacia el oriente o al menos hacia el tabernculo. Cuando un sacerdote celebra la Misa Ad Orientem, en ciertas partes de la Misa mira de frente hacia el este litrgico, es decir hacia el altar y de espaldas a la congregacin. Esta es una prctica comn en la forma extraordinaria de la Misa. De cara al pueblo, o versus populum, es la prctica extendida en la forma ordinaria de la Eucarista. Lo que sugiere el Cardenal Sarah, aunque no de manera oficial, sera una importante modificacin en relacin a la celebracin de la Misa, desde que el Papa Emrito Benedicto XVI decidi liberalizar la forma extraordinaria en latn y Ad Orientem con el motu proprio Summorum Pontificum en julio de 2007. El Purpurado africano pidi a los sacerdotes que sean prudentes en la implementacin de la modificacin que sugiri ayer en Londres. As, queridos sacerdotes, les pido que implementen esta prctica en donde sea posible, con prudencia y con la necesaria catequesis, ciertamente, pero tambin con la confianza de pastor de que esto es algo bueno para la Iglesia, algo bueno para las personas, afirm. El Cardenal propuso que comiencen el primer Domingo de Adviento (27 de noviembre) este ao, cuando esperamos al Seor que viene y que no tardar. En la conferencia, el Cardenal Sarah explic que el Papa Francisco le ha pedido comenzar un estudio sobre la reforma de la reforma para adaptar los cambios litrgicos del Concilio Vaticano II, y que este estudio busca el enriquecimiento las dos formas del rito romano: la ordinaria y la extraordinaria. Por qu celebrar la Misa Ad Orientem? El 23 de mayo de este ao, el Cardenal Robert Sarah concedi una entrevista a la revista francesa Famille Chretienne, en la que afirm que
el mejor medio para que Dios sea el centro de la liturgia es celebrar
sacerdotes y fieles todos en la misma direccin: hacia el Seor que viene. No se trata, como se entiende a veces, de celebrar de espaldas al pueblo o mirndolo. El problema no es ese. Se trata de mirar todos juntos hacia el bside que simboliza el oriente donde est el trono de la cruz del Seor resucitado, precis. Con esta manera de celebrar experimentaremos, tambin con el cuerpo, la primaca de Dios y de la adoracin. Comprenderemos que la liturgia se trata en principio de nuestra participacin en el sacrificio perfecto de la cruz. Adems, explic el Cardenal, con el Concilio Vaticano II celebrar mirando al pueblo se convirti en una posibilidad pero no es una obligacin. La liturgia de la palabra justifica que se vean cara a cara el lector y el pueblo, el dilogo y la pedagoga entre el sacerdote y su pueblo. Pero como llegamos pronto al momento en que uno se dirige a Dios desde el Ofertorio en adelante es esencial que el sacerdote y los fieles miren juntos hacia el Oriente. Esto corresponde exactamente a lo que queran los padres conciliares. Como Prefecto de la Congregacin para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, deseo recordar que la celebracin Ad Orientem est autorizada por las rbricas, que especifican los tiempos en que el celebrante debe volverse hacia el pueblo. Por lo tanto no es necesario tener un permiso especial para celebrar mirando al Seor. Que la liturgia no sea un espectculo En la entrevista con Famille Chretienne, el Prefecto tambin dijo que desea alentar una gran reflexin sobre este tema para devolver la Eucarista al centro de nuestra vida. Constato que muchas de nuestras liturgias se convierten en un espectculo. Con frecuencia continu el sacerdote ya no celebra el amor de Cristo a travs de su sacrificio sino un encuentro entre amigos, un compartir, un momento fraterno. Al buscar inventar liturgias creativas o festivas corremos el riesgo de un culto demasiado humano, a la altura de nuestros deseos y de las modas del momento. El Purpurado africano explic que con esta forma con la que algunos sacerdotes encaran la Misa poco a poco los fieles se alejan de quien nos da la vida. Para los cristianos la Eucarista es un asunto de vida o muerte!
La liturgia es la puerta de nuestra unin con Dios. Si las celebraciones
eucarsticas se transforman en auto-celebraciones humanas el peligro es inmenso porque Dios desaparece. Se debe comenzar por volver a poner a Dios al centro de la liturgia. El Cardenal Sarah advirti tambin que si el hombre es el centro de la liturgia, la Iglesia se convierte en una sociedad puramente humana, una simple ong, como ha dicho el Papa Francisco. Si, en cambio, Dios est en el corazn de la liturgia, entonces la Iglesia reencontrar su vigor y su savia! En nuestra relacin con la liturgia se juega el destino de la fe y de la Iglesia, escriba de manera proftica elCardenal Joseph Ratzinger.