abandonado cuando apenas era un nio, hace aproximadamente 50 aos. No tena a nadie que lo proteja, ni con quien compartir su vida y su discapacidad que no le permite escuchar ni hablar, lo cual empeoraba su situacin.
Durante todos estos aos de abandono, Miguel
cuidaba carros y aceptaba cualquier caridad de los transentes para poder alimentarse. Nunca recibi educacin, atencin mdica y no contaba con un lugar fijo para dormir. Hasta que un da fue encontrado semiinconsciente en la calle, con un claro estado de desnutricin. Los vecinos del sector se comunicaron con el Hospital Luis Vernaza de la Junta de Beneficencia de Guayaquil y de inmediato fue trasladado de emergencia a nuestra casa de salud, en donde recibi gratuitamente la atencin mdica que requera.
La atencin recibida permiti que su estado de salud
mejorara considerablemente, pero esta ayuda no hubiera servido de nada si Miguel regresaba a las calles, solo y desamparado. Fue entonces que decidimos llevar a Miguel a nuestro Hogar del Corazn de Jess donde recibir la atencin que necesita durante el resto de su vida.
Hoy la mejora de Miguel es notable y, aunque no
puede hablar, con gestos nos hace saber lo agradecido que se encuentra por la nueva vida que lleva.