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PRESENTIMIENTO.
La mort cat ILV. Euoo.
tin caballero de fisonomfa expresiva, In cabellera larga recogida tras las orejas, los ojos negros y movibles proyectados sobro
Bus rbitas, hermosa dentadura y correcto perfil, tocaba una noche en el piano, y lo tocaba admirablement.e.
Imprimia t.al expresion a lo que tocaba; do tal manera trasladaba a los sonidos iiel instrumento los sentimientos de su alma;
que, a poco rato, los que le ofamos nos hallamos trasportados a.
un mundo desconocido, a. un pasado que, sin ser nuestro, floe
envolvia en Is tristeza de los vagos recuerdos. Todos cailbawoe, todos sentiarnos, meditAbamos todos.
Quiz nunca habia sido pars nosotros tan bonds In impresion de Is m6thca, iii tan Rena do uncion Is frase misteriosa qua
SB
CULDROS DI COSTU
ella interpretaba. El pianista toc m .cho, y no nos dimos cuenta do quo lo que tocaba ocupasc tie ripo, de que lo pie oiamoa
tuviese medida, do que lo quo sentini os pudiera acabarse.
Cuando dej el piano, era tarde paseO .por nosotros so mirada indagadora, y nos liaUO ernbcle idos; esper quo le hablsemus, y permanecimos mudos.
EntOnces, pars, romper aquel pi
se dirigi6 6 uno en
coyos ojos crey6 ver quo asomaba ci
Gracias, Id dijo, los dolores
alma se mitigan cuando
son compartidos.
Y iugo, hablando con todos, an
Amkos mios, l one he comunicado 6 ustedes no sd si
sean recuerLs 6 prcsentiiiientos.
se habia dirigido priVolviendo en seguida 6 aquel 6
nero, le interrogO:
L Tienc usted alguna pieza do
quo yo pudieratocarlet
Ultimo pensamiento de
Le oirIa con mucho gusto
Weber.
Justamente trabajd sobrc su
unos caprichos, quo
voy a ver si recuerdo.
Y toc6 aquella pieza conrnovedo4a, cuyas notas parece quo
ha escuchado el espiritu en la tribulacion de un ensuetio, 6 que
vienen de otro mundo al corazon qud hcia dl vi; aquel prolongado sollozo del alma quo so despide de las alegrias do la vida;
y le ariadi variaciones tan sentidas, t n ti-isLes, quo cuando terminO, tenlamos todos el corazon destrozado.
El suyo lo estaba tambicu: su hqrmosa frente parecia abruinada por los pensamicntos, y en Is aitada respiracion do an pecho nos pareciO quo so ahogaban los ayes y se estancaba el randal do las lgrimas.
Dejndonos bajo ci influjo de csths pensamientos, nos apret con efusion las nianos y so retirO.
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T ZILACIONJS DI
Van.
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