Posicionamiento de la Escuela de Formacién Politica y Ciudadana de la
UCA, respecto a Ia sentencia de Inconstitucional de la “Ley de Amnistia
General para la Consolidacién de la Paz”
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En El Salvador, luego de su guerra civil, uno de los pasajes mis eruento de su historia, se
firmé un acuerdo de paz el 16 de enero de 1992 entre las élites poitico-militares del
momento. Pavificar Ios fusiles de la guerilla y la fuerza armada fue un hecho politico
fundamental para abrir las posibiidades de aleanzar madurez democritica, Desde ta
distancia temporal se observan las falencias de un tipico pacto entre élits, siendo una de
sus principales carencias el dejar en el banquillo de los espectadores al pucblo, en la medida
{que avanzaban los plazos de su “cumplimiento”
Un ejemplo de lo anterior fue la creacién de la Ley de Reconeiliacién Nacional emitida
siete dias después de firmado el acuerdo de paz, que permitia abrir juicios a quienes
cometieron delitos contra la humanidad y, a su vez, estaban seftalados en el Informe de la
Comisién de la Verdad. Sin embargo, cl 20 de marzo de 1993, la Asamblea Legislativa
aprobé la Ley de Amnistia General para la Consolidacién de la Paz, \a cual concedié
amnistia absoluta y sin condiciones para aquellos actores del conflicio involuerados en
violaciones de derechos humanos, Este fue un giro en reaccién al Informe de la Comision
de la Verdad, publicado e115 de marzo del mismo afto. El resultado fue anular el acceso a
1a justicia para las vitimas, que si permitia la primera ley, y, ala vez, plant la condicién
indispensable para el lastre de impunidad que caracteriza a la frigil democracia
salvadorefia,
‘Tomando en cuenta lo anterior y reconociendo que en el rostro de las victimas puede estar
la orientacién ética y politica de 1a reconstruccién que nuestra sociedad demanda, la
Escuela de Formacién Politica y Ciudadana de 1a UCA considera determinante los
siguientes elementos1. Una reparacién més allé de lo econémico:
Después de la declaratoria de inconstitucionalidad de la Ley de Amnistia, el énfasis se
traduce en que tal sentencia constituya un verdadero paso adelante, para la reparacién de las
vietimas de violaciones de derechos humanos. En primera instancia porque han tenido que
pasar mas de 20 aiios para, al menos institucionalmente, hacerse cargo de la ingente herida
ue tiene El Salvador y segundo, porque no se trata tinicamente de una herida fisica, sino
moral y espiritul
‘Ya en 2013, se vislumbraba una esperanza al sancionarse el Decreto Ejecutivo 204, el cual
estableve la creacin del Programa de Reparaciones y del Registro de Victimas, pero no ha
sido hasta el 31 de agosto de este ato que el tema volvi6 a discutirse. El objeto del dicho
Decreto es que las vitimas de graves violaciones a las derechos humanos ocurridas en el
contexto del conflito armado interno, posean diferentes mecanismos de reparacién a los
dajios suftidas durante dicho conflicto armado,
Aunque las deficiencias son muchas, y el presupuesto es limitado, vale la pens sefalar que,
4 juzgar por la opinién de muchas vietimas, su anhelo més grande no esti centrado en
recibir una pirrica indemnizacién monetaria, de $15 0 $50 cada cierto tiempo; sino en que
la sociedad entera y, principalmente, los responsables de cada crimen ¢ injusticia,
reconozcan el dolor de estas victimas y todos los impactos que la guerra tavo en sus vidas.
2. El rostro de las vietimas es primero
En buena parte de los representantes de! Estado salvadorefo, la inconstitucionalidad de la
Ley de Amnistia decretada en 1993, ha vuelto @ posicionarse como objeto de legitimacién
de Ia indiferencia y el discurso de impunidad, es decir, alvido y falta de reconocimiento de
todos los crimenes cometides durante Ia guerra civil. En esa linea, consideramos que los
representantes del Ejecutivo responden desde el miedo con posturas evasoras ante las
indicaciones expuestas desde la Sala de lo Constitucional. Asimismo, ereemos que es una
acttud penosa y contradictria la que esboza el Vicepresidente de la Repiiblica al decir que
la anulacin de la ley de amnistia creard un “escenario de caos, venganza y violencia” y que
dicha normativa es un “puente tendido sobre ros de sangre” {Por qué en el pasadopregonaban, desde escenarios y posiciones diferentes, una postura en pro de superar la
injustcia cometida por ls victimarios? Otro ejemplo fueron las declaraciones del entonces
presidente del COENA Jorge Velado, que el pasado junio, afirmé que la
‘nconstitucionalidad de ls ley de amnistia abrisia heridas en el pueblo. En ambos
personajes, y de alguna manera posturas insttucionales, no se dimensiona que la vigencia
de una amnista desde el Estado mismo sostiene un manto de impunidad y restringe las
posibitidades para lograr una justicia transicional y restaurativa necesaria para las victimas
¥ para nuestra historia,
3. El desafio de Ia sociedad salvadoresia
Como generacién nacida durante el conflicto armado y post acuerdos de paz, consideramos
que la sociedad y las instituciones del Estado salvadoreio deben hacerse cargo de las
vietimas en las miltiples dimensiones que ello demanda, Esto implica hacer una opcién
preferencial por ellas, En ese sentido, los representantes del Estado, en su totalidad, deben
‘comprometerse con la justicia y con las reparaciones que demandan las victimas. A los
demas miembros de la sociedad, la actual coyuntura nos exige comprometeros con nuestra
historia es decir, comprender el proceso histérico que a fraguado El Salvador que tenemos
hoy. Asimismo, consideramos que la coyuntura nos reclama dejamos intepelar por el
suftimiento e injusticias ocasionadas en el pasado; por tanto, a responsabilizaros y a
solidarizamos para, junto con las victimas, exigir reparacién, justicia y un trato digno,
En resumen, pensamos que es urgente una reconciliacién de Ia sociedad; no obstante,
estamos convencidos y convencidas que mientras la vordgine de Ia impunidad siga
primando en nuestra cultura politica no habré manera de reconstruir, restaurar y reconciliar
‘nuestro tejido social. Reconocer la memoria de las vietimas es un primer paso; el segundo,
que el culpable reconozea su falta; finalmente, que el Estado, la sociedad civil y,
esencialmente, los ofendidos y ultrajados construyan una politica digna de reparacién.
Escuelas de Formacién Politica y Ciudadana de la UCA
San Salvador, 22 de octubre de 2016