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GW. FP. HEGEL POETICA ESPASA- CALPE ARGENTINA, S. A. ‘RUROS ATARS WERICD cs ow. dlispersas on las palabras y da a la expresiGn cierto tono més personal y determinado. Cuando los gestos llegan a tal grado’ de exprestéa que pueden pressindir de Jas palabras, entonces ace Jn pantomims, en la cual el movimiento ritmico de In Dotaft ge hace una especie de movimiento witmleo y ietSrieo do los miombros. Reta misien plastica do las fetitudes y movimientoe del cuerpo anima Ia obra ‘inmvil de Ia estatuaris, y la dante reine en si, de tal ‘odo, los caracteres de Ia zasiea y de le eseultura, I. — La poesia épiea El Bpos, In Saga, 08 un recitado donde ol hecho est dicho, coniado de fal modo que se eonfunde, se aen- ‘fica con el discureo, Por lo miomo, ea neceeario que l fondo del rectado sea un hecho independiente, com- pleto en si, ¥ que por otro lado el diseurso lo revele Dor entero’ea su sustancia y relaciones, con tod la Amplitud de cireunstancias y de desarrollo ‘We —Consideraremos primeramente la poesia épica cen su cardeter general ‘20—Estudlaremos despiés los puntos partieslares és importantes de la epopeya proplamente dicka, '30—Meneionaremes finulmente algunas do las dl- verses formas que ofrecen las obras épicas en el curso ea evelucidn histérica. seccidy T CARACTER GENERAL DE LA POESIA #PICA T._Bpioeanas ¥ SENTENCIAS. — El modo de represen. taciéa épico més simple, aunque todavia sea’ excla= sivo ¢ imperfecto en au abstracta simplicidad, consiste fen recoger del mundo real y de la riqueza de sus ma- nifestaclones pasajerae un objeto eustansil, indepen dieate y nevesario, para expresatlo lacSnleamente en términos pices. TEL primer modo por el eual podemos comenzar nues- ‘tro estudio es el epigrama en su signiicacién primitive, es decir, como inseripelda grabada en las columnay, ‘muobles, monumentos, ofrendas a los doses, ete; ea como tna mano espiritual que indica el objeto presente, EL epigrama dice simplemente qué es 1a cosa, El hem- bre-no expresa an au pensamiento personal, sino que ‘mira on torne cuyo al objeto, y lo aplica una breve ‘explieacién que se reflere a Ie exeneia de la cosa, ‘Hallamos después un grado superior, donde le duali- ad de términos, el objeto y Ie inseripelén, desaparecen. [La poesia s6lo expresa entozces una idea, sin que el ob- Jeto senalble cate presente, A esta Zorma ge vinealan Tas “yun de los antiguos, los aforismos o maximas morales que reshmen de manera concisn aquelo qua tione més fuera, estabilidad y significaclén general ¥ durable que las cosas senstbles, los monumentos, los Temples, a saber: los deberes de Ia vida humana, Ia sa- Diduria’préeties, In eoncepeién de Ins prine{pios ina tables y da las leyes del mundo moral, desde un punto e vista préctico y eapeculativo al miamo tiempo. Soa fexhortacione, advertencias relativas a In vida pblicn, ‘Tn moralidad, Ins leyes, ett. Los Verzos dureoa que evan e} nombre de Pitégoras se clasifican en esta cae tegoria, o bien laa sentenciae de Solin. ‘Cuando tales méximas abandonan su forma fragmen- tavia para reanirse y coordinarce en un todo, somejan- tes producciones ofrecen un tone diddctico. Como elem- plo preciso me eontentaré eon citar Los trabajos y los Aas, de Hesiodo TI, Pormas masértcos, Coswocowtas, ‘Teocowtas ero, en lugar do los motos hasta aqat indicado, 1s poesta puede tomer por tema lox daminios partieulares 4 Ta naturaleza o de Ia existencia humana, para ofre- cer a It imaginaeida con lengusja armonieso ¥ conclso a a ow. mom, Jo que eonstituye al eterno fondo ¥ sus Teves. Al tiempo puede dar un consejo; se tiene entonces un segundo Cirevlo més profundo y euyo fin diddetico y moral e3 menos explicite, Podemos situar en este lugar las Cos- ‘mogonias y Teogonias, asi como las antiguas produc lones filoséficas que no han sido todavia capaces de librarse de la forma poética, Por ejemplo, la exposicidn de la filosofia eledtiea en los poemas de Jenéfanes y de Parménides, particular~ mente el comienzo del libro de Parménides, eonservan fin ef eardcter épico. La idea de la obra es la Unidad bsoluta que, frento las cosas pasajeras y a los cate biantes fendmenos de la naturaleza, aparece como el ser inmutable y eterno, Nada aatisface mas al espiritu que busea con ardor Ia verdad que esta consepeisn ide la sustancia eterna en su unidad abstracta y universel, Inspirada y dllatada por la grandeza de este objeto, el ‘alma se abandona a su vuele; el pensamiento toma fi ellmente un tono lice, aunque Ia exposicién de las verdades que penetran en la inteligencia lleva en sf un carcter puramente positive y, por eonsesuencia, ob- jetivo. En las Cosmogonfas es ef nacimiento de las cosas y, ante todo, de ls naturales, la ierupeidn y lucha de las {uerzas que en ella dominan, lo que constituye el fondo el poems. Buscando representar de manera mas con creta Is generacién de los seres, personifica esas fuer- as y fenémenos El mismo cardcter aparece en las Teogon(as, Po- seemos un ejemplo bien conoeldo en la. Teogenia de Hesfodo, Estas concepeiones son menos simbicass las divinidades, lamedas a un imperio moral, abandonan, Ja forma de las fuerzas fisieas para cobrar la indivic Aualidad espiritual que responda a su esencia, y, por ‘consecuencia, tlenen el derecho, de -obrar y de’ ser re= pesentadas’ con rasgos humanos. ‘Sin embargo, le falta a este género de epopeya la vverdadera umidod potico. Ofrecen una sicesién nec aria de hechos ¢ incidentes, pero ninguna aeciGn in vidual que parta de un centro, que tenga en sf misma su unided, formando un eireulo completo e indepen: lente. Adomés, el sujeto, por su misma naturslera, no abarea el mundo en eu totalidad, puesto que Ia actividad Dropiamente humana esté ausente, La poesta épiea debe evltar estos defectos para alcanzar su forma perfects, TIL LA EPOPEYA PROPIAMENTE DICHA.~Lés géne- ros precedentes ofrectan, sin duda, el tono épico; sin embargo, el tema todavia no era verdaderamente of tico. En efecto, las miximas morales y las filosofemas no son otra cosa que abstracciones ¥ generalidades, “Ahora bien; In obra verdaderamente pottica representa, tuna idea concreta bajo forma individual. Em cuanto a jones, abarea Todo" fe-Wida de una nacidn-y la historia de toda ‘una Spe, — are “Bl conjuito de ereencias y de ideas de un pueblo, su cspiritu, desplegado en la forma de un acontecimiento real, he aqut lo que constituye el fondo y la forma del poema épico propiamente dicho. A.esto hecho general 5e vineulan la conciencia religiosa de todas las verdades profundas del eepiritu humano y la vida polities, evil ¥ donésticn en sus usos, nacesidades materiales y me- dios de satiefacerlas. ¥ todo ello vivticado en esirecha ‘eombinasién con las acciones y caracteres de los perso- najes; pues, para la poesia, no existe la verdad general Si no eb con a2g0e individuales y con viva fisonomia. Semejante tema, que compendiando todo el mundo se concentra sin embargo en una accién individual, debe Aeearrollarse con ritmo sereno, sin apresurarse’ como Ja accién dramética, hacta el desenlace. Es preciso que nos detengamos a contemplar la imponente sucesién de acontecimientos, dejindonos cautivar por los evades particulares y por los eplsodios, saboredndolos en todos us detalles, La marcha del poema conserva la forma de un encadonamiento regular, sin ser estrecha; au tunidad reside tnicsmente en el fondo del tema 6pico. Como toda abra postica, dbo formar un tode orgénico pero desenvolviéndose ‘con alma, de modo que cada parte, cada imagen viva de le realidad, pueda atraer In atenclén sobre sf misma y logre interesarnos. Como expresién de toda una eiviizacn primitive, la obra épica es 1a Sega, la Bibiia do un pueblo. Toda nnacién grande e {Mportante Weve sumejante libro, ver~ daderamente nacional, en el cual estd expresado To que onsite ao genio. Bajo ext espero, aon sama {Se ale eos ne fe San ely bebe Ia conch ria faten resnte formar una eolecelin de semejantes bibliss pleas. Pus la serie de epepeyes, euante no son ob artificialeg de una época posterior, sexla para nosotres tna galeria donde figurace el esptritu de loa pueblos como en un euadro fiel. Sin embargo, no todas las bi- bliss tienen Ia forma postiea de la epopeya. Por otra parte, no todos los pusblos que han dado forma épica & cuanto tenfan de mig santo en la vide religiosa y profana poscen bitlias religiosas, Por ejemplo el An~ Hguo Testamento enclerra mitchos recitades de género “Gpleo meselades con histovias realea y eon fragementos oéticos; sin embargo, al eonjunto en modo alguna os tna obra de arte. De‘igial modo, ol Kordn oe limita, principalmente al aspecto religioco, Por of contrarlo, Jos griegos, que tienen en Jos poomas de Homero uaa Diblia poética, carecen de bros religiosos como los indios 0 persts. Pero donde eneontramos epopeyas pr itivor debemos distinguir esencialmente estos libros fundamentales do lag obras cldsicns posteriores, que y2 zo presentan Ja totalidad del espirita de un pusbl, sino que lo reflejan do manera parcial, en una de aus par~ Aleulaces dlreeciones, Ua poesia draméties de los Indios las tragedias de Séfocles en todo alguno nos entre fan semejanto totalidad, como el Romayanc, el Maka barat, Ia Mada o Is Odiees. Puesto que la auténtica epopeys expresg por primera, ver de manera podtiea Ia coneienela ingenue de una porsics ” lén, el verdadero poema éplco aparece en Ia época i “Wiedia, cuando un puck sae Z roerte- pars manlfestarse, Canto si ‘iif tarde dogma Tilo o Tey metal y roligiosa, ahora todavia ea un penaamfento vivo e individual; Ia volun- tad y el sentimiento no ee distinguen entre f, Una veo ‘que el espirita individual se desarrolle, se desvinewaré de las ideas y de la vida goneral de Is nacién, de sus situaciones 7 manera de pensar, de sus actos y de au destino. Al mismo tiempo, se optra en el hombre la se ‘paraciéa del sentimiento y de la yoluntad. Entonces sucede a la poosia pica ta poesia lriea, y después ramftica, Tes cuales alcentarin su mayor madures, Es fo quo sucede sobre todo en los tltimos dias de vida de un pueblo. Los prineipios que deben dicigir la conducts del hombre ya ne eniansn direstamente de st corazin y de su conclencla, sino que aparecen como uz cOtigo exterior de justicia y de leyes positivas. So trata ya do uns orzanizacién politica, do un eonjunto de rescripciones morales, que se imponen omo una ne- Gesidad a Ia eval deben someterse las voluntades. Bn- tonees, ¥ en opnsicién a este orden do cosas positive y ‘rosalc, el alma se crea en clerto modo un mundo ais- tiato e independiente, un mundo-ideal de intuictén, de reflexion y de sentimiento. El posta, ain salir agin Ge Tn esfora contemplativa, expresa liricamente esta con- centracién Interior y ese fatimo comersio con las cosas dal alma. O bien, la pasién activa y préctica toma tal preponderaacla que llega a ser Ia cosa principal. Pero, Intentando concantrar en ella la stencién y e} interés, arrebats la? elreunstencias exteriores, a a acelén fenerel y alos acontacimientos ou independencia épica. Esta fusre individual do los earaolores y do las pa siones, que adquiere mis intensidad y concentracléa activa, nos leva a la poesta dramaties. Pero la epopeya ‘todavia exige eca unided inmedlata del eentimiento y de Ie accion, oso Sntimo deseo perseguido por persona- Jes ¥ acentecimaentos, enon accldentes exteriares que se cumplen fetalmente; y esa unidad, en su originalldad « ow > neon, ¥ verdad, slo existe en los primerosperfodos dea vide Sin embargo, no debe imaginarse que un pueblo posee ya en su edad herolea el arte de pintarse poétie eamente a sf mismo. Pues, una casa es una nacfonalidad poética en ly en au existencla real, y otra la poesia ‘como representacién artistiea de semejante estado de elvillsacin. La necesidad de expresar estas concepelo- nes, el desarrollo del arte, en una palabra, es mas tardio ‘que Is vida pottica misma en su primitiva Ingenuldad, Homer y les poemas que llevan su nombre son poste: lores en varios siglos a la guerra de Troya, que es ua ‘acontecimiento tan real como Homero es, a ml entender, tun personaje historic. EI mismo Ossién, autor de les ‘poesias que le son atribuidas, eanta un pasado heroic, enya decadencia provoca sus recuerdos haciéndola sen tir Ia necesidad de una representacion postica. (1), "A pesar de esta distancia que separa al poeta des tema, debe subsistir un lazo comin entre ellos. Es pre- ceiso que el posta viva ain en relaciones, ideas y creen iss semejantes, que sienta simplemente la necesidad fe dar forma pottica y artistica a cosas que todavia, tHenen Ja sustancia intima de su épeca. Si no existe ‘sta afinidad entre ol espiritu de su tiempo y los acon tecimientos que describe, su poema ser4 eontradietorio. Dos principios estén en presencia: uno que sirve d@ bese sl mundo épico que debe representar, otro que do- rina su imaginacién, Si ambos son esencialmente dife- rentes, nice el desacterdo, De un lado, en efecto, vemos ‘escenas del pasado; del otro, formas, ideas y opiniones de un presente muy diferente, y todo ello combinado por el esfuerzo de una habil reflexién. Estos sabios, procedimientes aplicados a ereencias anteriores s6lo Droducen una obra frfa, Ya toman un aire supersticfoso, ya ofrecen solamente-un ornamento vaelo, un mec nnismo.poético. al que falta un alma y una vitalidad propias. (0) Kan cantor de Ozsén ron apberton (Neel 7 postica @ Esto nos Teva a mostrar el logar que debe ccupar fl poeta en Ia poesia épica propiemente dicha. Aunque Ta epopeya deba cer, en realidad, Ta repre sentacion objetiva de un mundo independiente, eon el cual sepa identificarse el poeta, sin embargo, la obra artistiea que representa este mundo es y ser una Libre produccién det individue. Bajo cate aspecto, podemos recordar una ver més la notable expresign de Herodoto, ‘cuando dijo de Homero y de Hesiodo que habien daas 1 los griegos sus dloses. Este libre strevimiento de ereaciin, que Herodoto atribuye a los que considera como verdaderos poetas épicos de Grecia, nos muestra que, si bien el tema de la epopeya debe ser antiguo, Tas epopeyas mismas no deben retordar su época mis alejada. En efecto, apetias existe pueblo que no hays reeibido en su edad primitiva una cultura extrafia ni ‘se haya dejado imponer un eulto extrafo. Pues, la si plicidad, la supersticién, Ia barbarle de espitits, con sisten precisamente en no saber obtener de si mismo Jas més altas idens, recogiendo las que hen venido del exterior, en lugar de brotar del cardcter nactonal y de Ja eonciencia individual, Lot indios, por ejemplo, han sufrido varias grandes vevoluciones en sus creencias religiosas y en Ine demés formas-de civilincion antes de Ia época de sus grandes epopeyas. También Tos grie- jgos han tenido que conformar a su propio genio las ‘tradiciones importedas de Asia, Frigia, Asia Menor, Los romanos recogieron elementos griegos; lox bér- bbaros, en ln época de las invasiones, la clvillzacién 0+ mana y el erstianiemo. Sélo euando el poeta, eon In I= Dertad de su genio, sacude semefante yugo y estima dignamente su propio espirtu, eélo entonces comienza Ja época favorable a In epopeya. Pues més tarde, cuando el culto se hace abstracto, se perfeccionan Ios dogmas, se establecen Tuertemente los prineipfos morales y poli= tioos, pierden eardeter nacional, Por el contrario, el ‘verdadero posta épico, a pesar de la independencia de jones, continda siendo nacional por las ideas, a oc made las pasiones y Jaz sepiraciones do sus personajes, ast como por gu color lal. Hl mundo descripto por Homero fx esencialmente griego. Ahora blen;-ese mundo que habita y donde se mueve como en su propia casa, lo Iabitamos nosotros con él, puesto que, contemplamos ‘ese mundo viviente y animado, y por eso nos interesa ¥ complace. No le somos extrafios, como no lo es el ‘posts, quien se ha entregado a él por entero, con todas fas fcultades de au alma y de su genio. Sin dudi ‘mejante mundo puede ser colocado en un grado inferior 4e clvilizacion; pero es precisamente el de la poesia y de Ja beers inmediata, En cuanto conatituye su fondo ¥ esencia, reconocemos que responde a las necesidades tds clevadas del hombre, a la natursleza humana en sus mds nobles-atributos: honor, valor, sabiduria. Sim- Datizamos con esos personajes cuyo earécter y fisono- ‘mia nos muestran rasgos llenos de nobleza y de vic postica as yor si mismo, Todo el eifico parece aearse port ‘Sin embargo, el poema épico, como vordedera obra 4e arte, no puede ser ereado ids que por un solo home bre. Si bien Ia epopeya expresa la vida de toda una nacién, sin embargo un pueblo no compen un poema, sino que es obra individual, En verded, I eausa gene val y tustanclal es el genio de un siglo, de una naclén pero su acclén s6lo se hace real evando ee concentra fn el genio individual de un poets, quien, inspirandose ‘en el espfritu de ese époea y penetrando en su esencia, hnsce de ello su propia eoncepelin y el fondo de st obra, Un poem, en efecto, es une produccidn del eapirity ¥ el espiritu solo se muestra éomo pensamiento indivi. val. Cuando ya existe una obra podties con un tono @eterminado, otras obras pueden reproduc el mismo spénero.o un'tono semejante, Hoy escuchamos miles de poesias a la manera de Goethe, Pero muchos fregmen- tos eantados no eonstituyen todavia una obra con ver~ Gadera unidad; ésta s6lo puede provenir de un solo y rismo espfritu. Bs este un punto importante, en lo que conolemne a los poemas de Homero y a Loe Nibelungos. Es cierto que no ce puede asignar con cevtezn a ents Aitimo un autor determinado, -Bn-cuanto a la Mada ¥ ala Odisea, como se sabe, oe ha Intentado que pre ‘eleelera Ie opinign de la no exlatencia de Homero como persona individual, sino Ja de que varios pootas han Droducldo trozos destacados, rounidos més tarde para formar ambas obras, Ante esta opinidn, Ia evestién debe prosentarss asi: Ambos poems, jforman wn todo orgnico , como también se ha pretendido, no tienen co- rilenzo ni fin necesaries, pudiéndose continuar indefi- nidamente? Sin duda alguna los cantos homérioos no sfrecen el estrecho encadenaimiento do las obras ars miticas, La unidad es menos compacta y le trama mis ‘oja; hasta el punto de que, pareciendo y siendo real- ‘mente independiente eads_parte, el conjunto ha podido prestarse a interpolaciones y otros cambios. Sin em- Dargo, forman un todo épico verdedera e interiormente a ew. F won, ‘organizado, Ahora bien; sélo un hombre puede crest femejente totalidad. La opinién que se pronuncia por Ia completa ausencia de unidad, por la simple yuxtapo- ficlin de diferentes rapscdias’de tono semejante, es luna coneepelon barbara que contradice Ia idea misma Gel arte, Pero, sl se quiere decir que el poeta se ha fanulado ante 4u obra, este sera su mayor elogio, Si hifica solamente que no se puede reconocer en el pea famiento y sentimiento de la obra ninguna manera personal, ¥ es lo que, en efecto, ocurre en los cantos, bomérieos. ‘Ya el simple canto popular necesita, no solamente tuna boee que lo cante, sino un alma llena de espfrita pasional que lo produzea. Con mucha mayor raz6n, una bra de arte, una en si, Unicamente se expliea por él fspirita original de un 30l0 Individuo. ‘SreciOn TI CARACTERES PARTICULARES DE LA ‘YVERDADERA EPOPEYA Hemos determinado el cardcter general do Ie poesta epics. Después de haber indicedo brovemente los g& eros imperfectos que, si bien ofrecen el tono épico, fno son en modo alguno verdaderas cpopayas, puesto (que no representan ni un estado nacional nt um acon- {ecimiento real que exprese una civilizeién en su eon junto, hemos visto que sélo esto puede suministrar el ‘tema’ adecuado a Ia epopeya perfects, cuyos rasgos principales y condiciones ya he esbozado, ‘Después de estas observaciones generales, debemos ‘examninar las leyee particulares quo se deducen de la natureleza de Ia obra de arte épica. Pero surge aqut ‘una dificuitad: hay muy poco qué decir en general fobre sus caracteres especiales. De suerte que, al mismo tiempo, debemos entrar en los detalles histérieos, eon- lderando les epopeyas particulares de los pueblos; 1o poemtea S cual, en ran6n de la gran diversidad de.tiempos y. nae ciones, apenas deja In esperanza de lograr unos re: fultados eoncordantes entre si, Sin embargo, eta aie Hleultad queda paliada en el sentida de que, entre las divorsas bibliae épieas, existe una que se pede tomar como modolo y en la cual hallamos la justifieacién de Jas reglas que constituyen el verdadero cardcter fune damental de la epopeya propiamente dicha: los cantor hhoméricos. En consecuencia, de elles deduciré los rasgos ‘que, en mi opinién, constituyen las reglas principales de is epopeya segin su naturalezs, Podemes considerar los puntos siguightes: 19—Cudl debe ser el evtado general del mundo cial adecuado al desarrotlo de la accién éplea, ‘20—Cul ea la naturaleza de esta covion individual ¥ qué cualidades la distinguen. 3°—Finalmente, echaremos una ofeada sobre la ma- rnera de combinarse ambos aspectot para formar la ‘wnidad de una obra de arte y producir el pooma épico. I. Del estado de civitizacién propio de le epopeya.— En el conjunto de acontacimientor que enclerra In epo- peya, hemos visto que la acelén.desarrollada no queda abandonada a lo arbitrario; lejos de” ser un simple hecho aceldental, se ramiffea por toda la eivilizncién do una época y se confunde con la vida nacional, Esta accién sélo puede ser contemplada en el seno de Ia to- talidad de ese mundo, El evtado de ciilizacién més conventente para servir de base a la epopeya es el que ofrece una forma fija y preexistente, pero de suerte que os personajes se iden 4ifiquen con ella de manera viva y original. Pues, si los héroee que deben ser calocados 2 Ia eabeza son los proplog fundedores, au cardcter se hace entonces muy personal; pierde este realidad objetiva que es el rasgo fundamental do la poesia épic 7 relaclones de la vida more), la organi va fetter Sete, Wea hcl, en lo guerta ¥ la paz, debon haber sleanzado un elerto grado de a arrollo y de perfeccién; pero no en la forma general e Jos prineipios, de los deberes y de las feyes, a las ‘cuales falta la pavticularidad, la vida, Ia individaalidad, ¥ que mantienen au autoridad frente a la volunted in’ ividual, Por ef contrario, es preciso que esos principios parezcan emanar del sentido moral de la equided ns. fural, de Tas costumbres ¥ del propio eardeter de los personajes, sin que ninguna razén abetracta dirlia en forma postiva y prosaica sus derechos frente a los de sus eorazones, ni domine la eonelencia individual y la pastén sometiéadolas a las leyes. Las relaclones de la moral y del derecho deben estar bien consolidadass pero aélo por los personajes mismes y por au eardeter, fn lugar de verificarse su eumplimiento de maners seneral independiente y reglada en si. Asi, hallamos fen Is epopeya la azcién substancial de los principios ‘que gobieman Ja vida y 1a actividad humans; pero, al ‘mismo tiempo, la libertad mas perfects de accion, 'p reciendo emanar todo de Ia voluntad de fos. individuos, Igual ceurre en las relaciones del hombre con la vias tralesa exterior, do donde saca los medios pare’ satis acer gus necesidades, asf como la manera de emplear Hoy, con nuestras fabricar y méquinas, Ia manera de satisfecer nuestras necesidades fisicas es contravia. a las costumbres que reclama la epopeya. primitiva, Se ‘ha visto que la razén piilica, con sus méximas y pein- cipios que dominen la opinidn individual, no debe ser Introducida en Jas ereenclas y situaciones verdaders mente épicas, De igual modo, el hombre tampoco debe sparecer como hablendo roto e lazo que le une a la naturaleza, como habjendo abandonedo ‘ese vivo co" mereia.eon ella, por el cual goza de sus productos 0 lucha valerosamente contra los obstculos que le opone. Tal es el estado de sociedad que lamo edad heroics, en oposicién a Ia edad iditia, Le hallareinos-descriptS fen Homero con la més ella poesia y eon admirable riguera de carscteres. Hste cusdro de Ia vida doméstica ¥ Dibba no nos ofrece nf las eostumbres bérbaras ni Ja simple prosa racional de una sociedad ya estructa- ada y reglads, Pero el punto principal es el concer niente a la libre individvalided de las figuras, En la Mada, Agamenén es clertamente un rey de reyes ¥ Jos demés principes se someten a su cetro; pero eu soberania no es una fria relacién de mando y cbediencia entre duefio y servidores. Por el eontrario, Agamenén debe comporiarse prudente y respetuosamente, pues, los jefes particulares, en modo alguno ton sus lagarte- nientes y generates, ‘sino que son tan independientes como él mismo, So relinen libremente en toro siyo van en Ta expedicién por diversas motives, Deben tou Sultarce entre sf, yal que no Te plazea seguirles, como ‘Aquiles, se aleja del combate. La libre participacion, como la abstencién igualmente volunteria, mediante Ts enal se conserva la inviolable Independencia de la Individualidad, da e todas las relaciones forma poética, Hallemos la misma relaci6n en las postiaa de Ossian, ‘as como en el Cid, ese héroe nacional de Ta exballeria ‘romintica, El pueblo esté eon los prineipes en la misma velaclén que éstas con Agamen6n. Les sigue voluntariae ‘mente, Todavia no hay ley alguna que constziba y a Ia cual tades estén sometidos. E] honor, In estimacién, el sentimiento de vergienca ante el més fuerte, cuanto hhay de imponente en el cardcter heroleo, constituyen 1 principio de la sumisién. De igual manera reina el forden en el interior de Ie casa; el orden como senti- miento y costumbre, no fijado y reglamentado previa ‘monte. De tal forma, parece que todo ee produce nat almente. Pero la epopeya debe representarnos un mundo espe ctficamente determinado, que ofreze eh todos sus 83 pectos un eardcter original, Per ello, debe refljarncs 1 mundo de un pusblo particule. “Bayo este aspect, Waas as Cpopeyss primitives nos ofrecen Ia imagen de-un exptritu nacional, reflejindese fen Ta vida doméstiea,-en Tas costummbrey-y relaciones sociales, en Ta guerra y In paz, en las necesidades inte- Tectuales, en las artes, usos’ e interes, siendo en senerl Ia exresin del pensamfent do un pueblo en fodas rus formas y manlfesaciones, Por ell, aprecar Inu obran trian, tstudlarin fondo, wa tanto coma Inger pasar ante noestra mirada capita nacional do cadn nacon: Reunidas, eta tpopeyen tepresentan 1 historia del mundo en i bel) ove vitaidnd, et 1 fescura de au desovolimtento Si, por elem 22 Gere conser l esprit gregoo, al menos Ie esta as es hechov ygetan que corresponden a au ovigen bara reconstfe' drama de at propia historia es Binguna otra fuente se manifesta de manera tan ova 7 tan spe como en Homer, $B mundo nacional efrce dos aspects; el Indo mate sialon ate 7 Mion posiivs relatives Se Gate ulin tiie, la sitoncon geogifie yal lim, la tonfiguraich de ple sus rion y monty fovcta 4 toa ln naturalesncieupdante; a ado eels et Fondo del pnssinients nacional, al come se antficba ia selltn, a fami In sdledad eee ‘Esto no. tofor para que ana epopeya nacional oftesea sn interés duraero's los pusblon extrafiony a stra edaden, ex presio que el mando desert no pose tenesenaslamente a una’naconalitad periculet, Seo fue [o sen de tal suerte queen pueblo copecial mess fn sos heroismos y hasan el eraser Ge a humane fad genera. Finalmente, eta forma general dela socedad épica no debe estar representa en esta de pat tase aalidad, sino que debe aparecer simplemente como la ase sobre in tush se al un oconecimlento que se Aesarroll por si mismo y GReetamae gs «fe naclonalidad en todos sos punto, la manifiesta on sf Tsmo. Tel acontcimlente no puede ser. un simp Hecho aztdetal sna tna seiéndeterninada por ea fa morales del orden mig elovado ¥ que ee eutpls tediante fa voluntad de le personas Bs mis: esos don tdrminos, tudo evil et pusio yecidn tae Saat no dbex paar La mister terme eo” HNtal be mnitienta ln edad herolca de un pueblo debe ‘encerrar colisiones. En esto, Ia poesia épica camina por fl mismo terreno que Ia poesia dramética, Por tanto, Aebemos diferenciar ambas colisicnes. ‘Considerando las evsas de la manera més general, el conflleto da estede de ‘ofrece com) Ta sit cldn mis eBaveniente para la epopeya. En efecta, la suerra significa toda una nacién puesta en movimiento ¥y reveland6 en sus situaciones piblicas una Inspiragléa y actividad vigorosas, puesto que es Ia ccasién més frande que tiene de escucharse a s{ mlsma. Este prin- ipin, en verdad, esté contradieho por la Odisea y por ‘otros varios temas de poemas épicos. Pero la ealisién, que la Odisea nos refiere halla su origen en la guerra de Trova. Bn cuanto a las epopayas religiosss, tenemos fen contra la Divina Comedia del Dante, Sin embargo, también agut deriva ta. principal calisién de Ta caida original de Satén, eolisidn que se continda en la tierra, x Ja vida humans, mediante el perpetuo combate entre 1 bien y-el'mal, que se eterniza en el castigo, la expla ‘cin y la glorifiacién, el infierno, ef purgatorio y el paraiso. En las combates, el valor guerrero es el principal interés; pues la bravura es una cuslidad del alma y tun modo de actividad que no se presta bien nia In fexpresién lirica ni a la dramética, mientras que eon- viene eminentemente a Ia expresién épica. Lo que sobro ‘todo nos intereta en el drama es Ia fuerea 0 la debil ‘dad moral de los caracteres, lo patético de las situacio- nes, Ia pasién, mientras que en la epopeya nos interes el lado natural del cardcter, Por consecuencia, Ia Brae ‘vara halla su verdadero lugar en las empresas naciona- Jes, porque no eg un acto moral al eval se decida la voluntad por si misma, como deber dictado por su com clencia; es algo innato y natural que se alia muy bien con lo moral, pero més espontineo que reflexivo. Por otra parte, para manifestarse, necesita perseguir fines [préetices, més propios para describir que para expresar Sentimientos y'pensamientos liicos. Los actos de la voluntad y los azares do los acontecimientos exteriores 20. om, Fnner mantienen en eu fic! la balanza, Por el contrario, en el drama esté exelufdo el acontecimiento simple eon sus obsticuloa puramente exteriores, porgue Io exterlor no Duede conservar derecho alguno independiente; debe derivar del fin que persigan los personajes y de loo méviles de sua seclones. ‘Sin embargo, no debe olvidarte un Umaite esencial en la epopeya; piles los verdaderos temas éplcos son Ins guerras entre naciones, Las luchas entre dinastias, las ‘guerres civiee, las conmociones interfores de fos Esta flor ton més adecuadas para la representacién dramd- tea. Ast, Aristételes, por ejemplo, recomionda en su Podtica (cap. XIV) a los trégieos que efcojan com> tema de ss obras Ios combates entre hermance; a este seénero pertenece In guerra de Los siete contra Tebas. TL—De LA AcciON toca. —Dividiremes este estu- io sogiin loa siguientes puntos de vis 419 Aunque Ia acelén épica reposa en una base geno- ral, sin embargo debe ser individualmenta viva y deter. minada, 29 Como la accin slo puede eumplirse mediante los personajes, tenemos que determinar la naturaleza de los caractoren pio. 80 Za cbjetividad de Ja aceléa plex no se maniflesta solamente mediante el eardcter exterior, que afeeta a Ta marcha de loa aconteelmfentos, ano mas bien me- dlante la potencia superior que los goblerna. Hsta po- fencia se revela como necesidad Interior ¥ culta, al mismo tiempo que como direccién manitiesta de los poderes eternos 0 do la Providencia. 18 Antes hemos exigido una empresa nacional eomo fondo de la epopeya, empresa ea la OHTTE athe todo sl genio do un pueblo on Ia lozenfa de au existencia he- olea, Ahora, debe desligarae de esta base un fin par tieuar, on cuya Toalizacion ee manifiete también el cangetee nacional eon todas aus eapeetos. wowriea at Come ya sabemss, este fin tome en la epopeya la forma de un ocontecimiento. Por tanto, debemos moi trar cémo so concentra en esto acontocimiento Ia vo. Tuntad y 10 astividad de un pueblo, Aecidn, aconteci- ‘mento, ambos proceden igualments de su expirita ge- nera, 61 cual se realiza, no sélo bajo una forma espeeu- Iatlva mediante sus ereencias y sus eoncepsiones, sinc tanibién bajo forma aetiva mediante los hechos de su historia, Ahora bien; esta realizacién tiene dos aspoc- ‘tos: el éxtevior, el fin en st mismo que el hombre se propoue sleanzar, del cual debe conocer Ja nstureleze, ‘querer st eumplimiento, atribuirse e imputarse los re: 4ultedos; el exterior, el mundo fisice y moral, en medio al cual obra el hombre, y euyos azares pueden ofre- ‘eérsele como obsticulon 0 come modioa. Si ahora se con ibe el mundo de la voluntad en indisoluble unin de bos agpectos, de tal modo que ambos conserven les, mismos derechos, entonces el aspocto més profundo toma también Ia forma de un hecho suoedido y da. a toda la acclin Ie apariencia de un conjunto de acontes cimientos, Pues ya no es Ja voluntad interior con sts ‘deeeos, sis motivos personales, sus pasfones, aus pine cipios y fines propios lo que aparece como principal En la govién proplamente dlcha todo se retrae al carke- ter interior, al deber, a 18 concieasia, a la resolucGa, te, En los acontectnentog, pore) cntrario, el aapecto exterior conserva su derecho absolute, En este sentido, Ya he dicho precedentemento que el problema de 1a poesia épica consiste en representar el desarrollo de una feelin eomo une serie de acontacimlentos, y por con- seeuencia, no solamente ea mantener fo exterior en el cumplimiento do Joa fines, sino también on eoneeder a ‘ecidn en au intima naturalera, En evanto a Ia naturaleze del fin principal, euyo dee arrollo reficre Te epopeys bajo ia forma de un conte. clrmlento, este fin en modo alguno debe ser una abstrac- cidn. Por ol eontrario, dabe ofrecer un carieter comple- tamente conereto,.sit- que parezea arbitrario sia em Dargo, puesto que ae realita en el seno del eapfritu gee neral de la nacién, Por ejemplo, ol Estado en sf, la pax fria 0 la historia de un Estado, de un pals, es algo eneral que, tomado en esta generalidad, no aparece Como existencia conerets e individual, es deelr, en indie foluble alianea con una viva y determinada’ persona, Guando Io tucedido no se representa en escena coms Ja aceién, ta voluntad, la pasion, le desgracia o la haraa de un héroe doterminedo, cuya individuatidad su aistra la forma y toma do la representacléa en #0 Conjunto, entonced los acontecimientos aparecen lax ‘mente en su fria y uniforme sueesién, como histerin de tun pueblo, de un imperlo, ets. Bajo este aspecto, Ia més grande e importante aceién serta la historia del ‘mundo mismo, tratando ests accién universal en el feampo do batalla del eapirity general como epopeya absoluta cuyo béroe seria el espfritu humane, im huma- nnidad desligandose de los lazor de Ia natnraleza y ele- ‘indose a la civilizscién. Pero, por ss misma univer- salidad, seria un tema poco susceptible de individuall- zacién, segin el arte lo requiere. Para que tomara for- ‘ma podtica, se necesitarfa un personaje libre y actuante Dor sf misio. Pero éste no sera padtieamente posible fen tanto que Ja verdadera arguiteetura de Ia historia ‘universal, Ia ideo absoluéa que se realiza en la. Roma nidad, no se reaice con lor rasgos de un sor individual irigeate, que determine y realice los acoatecimientos, © bien obre simplemente como necesidad y potencia ceultas, En ef primer caso, la mltiplicdad infinita do fontecimientos sobrepasaria los limites de la indisi- Gualidad, tal como el arte la reelama. En el segundo, se necesitaria que el espirita particular de cada pue! fuera representado a ru ver bajo los resgos de un hires particular y que la historia ee desarrellars ante noe tras eomo combate de estos héroes, Ahora blen; éstoa stle podrian tener verdad, incluso podtica, en tanto que fueran personajes reales de Ja historia universal, Pero ‘una sucesfin do figuras qua sobrenadaran un momento, para sumergirse en seguida en la corriente del tiempo, Posrica os slompee carecer(a en au conjunto de wniged individual, ‘De agul ge deduce esta regla general: la acelin épiea ‘inicamente alcanza vitalidad poética cuanto se. con contra en tn tolo individuo. De igval modo que un poeta concibe y ejecuta el conjunto del poem hhéroe debe eetar a la eabeza de Ine acontecimientos, Podria ereerse que los acontecimientos biogréficos qe forman la dsterminada vida de una pereona son el toma més perfecto y verdaderamente épico: pero no es ssi. En efecto, ex Ta biogratia el Individuo es siempre mismo e ldéntico personaje, mientras que los aconte- lmlentos de su existencia pueden desligarse, dlseri- narse, aparecer como absolutamente independiente, de ‘modo que el tema conserve Gniesmente una aparieneia do unidad exterior y accidental. Pero, para que el pos- sma épleo tenga verdaders.umided, es preciso que la ‘propia accién la tenga también. Ambos térmlnos, unidad Gel personaje y satdad de accién, deben combinarse ¥ cconfundirse: Asi, en la vida y hazaias del Ci, el interés 2 concentra sobre un noble personaje que defiende el suelo de su patria y en todo se muestra flel a sf mismo, fen el desartollo de eu earcter, en su heroismo yen st in. Sus aeeiones son acontecimientos qua parecen ca rminar ante el como ante uno de esos dlases que repre- genta In escultora, aunque en defintiva todo omano da fu persona, Las poesias dal Cid'no son, sin embargo, mis que una erénica rimada, y no una verdadera epo- peyai'son una especie da romance. Conforms exize esto fénero, se trate de una serie de situaciones desligadas ‘onde on muestra esta existencia heroiea y nacional, y ro es necesatio retracrles a In unided de un aconto- lento particular (1). Por el contrario, hallamos rea stat ty Start, mores ee gee tee eat Shae Pie a se mom Izada dela manera més bella dich rea on i Meda y tna Ose, con Agile y Uses, eas dos figaras que Strmioa y borran atias ls erty, Tpual uced eon amayane. Bajo ete aspect, Dont toma una posston Jaiclermente notable ea Divina Comedia; en elo {eyed née el propo pln 29 Ln octa pion en gene refine aeontecimion- toa; por su Sendo y's forma ote un carter obj {86.Bin enbsryo, como e aonatesimieat es na eae {uso desnvunie ate seston oo, an oe personas So ets ston nfortanon dent, io pence de Ta cs slo es peneeten saan hombre 0 dlses, fen cbrar resbnestes y cuanto mise identifiean {on lo asotesianio, mde derecho denen a desper {ff el interce, Por ent iad, Ia poesia fice se halla en ue la oesia ramen. morta cor ia fo ve dintingze apsalonte thopea en In representzcin de los personae "Gia conseeuencin resaltente de Ta objetivo oo caraioren finer es gus Jat figuras principales eben sfrecer un cinfunio de reagot que Is haga hombres SCmlaten eben desarrclare on ele #6doe le nee foo do In natusatsn homens, af como o aentinseato nsonal en todos aus apestos. Astron fos prinlpales ertonafe de Hlomero, 21 Cid aos preeniasamefante uluplldad de rarge, do earactere, de uncon ono hilo, hires, stant, eapsm, duo de Ta cama pie, Bin en fat rsaciones eon au Fey, aus eigen, fis emigou Bor el cotrario, oan epopesas de ls erbarno ects pores eonezordan tan Mn gue fmm wn tad, Fd coneaticer ieee eno erty cab Staa"ftatats, Sato Geamrols de as ms trlianie heassa ‘ova thre ton tla aracare"qe nadie be esaenla SE ESR ay poetica 95 Edad Media nos ofrecen caracteres mucho més simiples y abstractos, particularmente cuando ous héroes, Limi {andose a seguir los intereses de la caballerf, ee alsjan de In esfera de la vida socal y nacional ‘Ahora bien; el desarrollo de serejante eonjunto de cunlidades on’ les mis diferentes situaclones, e una tondieién principal psra la representacién de los cercc- tores épicos. Las figuras tragicas y cémicas de la p sig dramatice también pueden ofrecer igual riguess interiors pero, como aqul el interés principal eae) eon flicto entre una pasiin siempre exclusiva y las demés posiones opuestas, y esta lucha ge encierra en limites sds estrechos; como, en una palabra, los personajes eraiguen fines mas doterminados, si semajante varie- fad no es supersiua, es sia embargo de mézito accesorio. Retrocede y' se borra ante la representacién, ante le ‘paulén dominant con sus motivas y desarrelle. Pero, ‘en Ia vasta extensién del potma épieo, todos los aspec- os del eardcter hallan ocasién de desplewarse, Esto sorresponde en principio a la esencia misma del poe- tna épieo; ademis, el hézoe pico, como representaate de toda una clvilizacén y de todo un pueblo, tlene el ‘leroeho de mostrarse tal como es. Vive en esas Spoeas sgenuss en las cusles el cardcter individual conserva, ‘Por Jo mismo que estos personaiés son naturalezas ompletas que resumen brillantemente Jo diserinado fn el cerdcter neciona, estas grandes y nobles figuras Dueden mazclar a la eabeza de los principales aconteci= Tientos, de modo que se vineulen a su persona, La rnacién se concentra en ella, se encamma en un individuo, ‘Un tercer aspecto a gelalar en os personajes épicos, resulta del hecho de que la epopeya no tlende a presen- farnos una aceiéa como tal, sino un acontecimiente. Ea Ja poesia dramatica el personaje despliega su energia n Ia obtencidn de un fin. Pozo este procrupacién eon tante de reaizacién de un fin nico e extra al poems Spice. El héroe, en verdad, puede tener deseos particu lures; pero no'son tas lat tales acelones dirigidss intencfonalmente hacia un fin, que flenen importancia capital, sino también toda eircunstancia imprevista; las, circustancias abren con tanta eficaca, y frecuentemen- te més, que ellos mismos. 3 Ya he dicho que, en el drama, a pasién o la volun- tad de los personajes es el principio esencial que deter- ‘mina 20 destino y constituye la base permanénte de la ‘secién. Los scontecimiantas que se eumplen parecen de= ender absolutamente da su cardcter y de los fines que fe proponen. Entonces el interés principal de la accién fe concentra en el aspecto moral. Por tanto, sl en el Grama las circunstancias exteriores también tienen valor, s6lo lo adquieren por el partido que sacen de elas Ia pasién o la voluntad de Tos personajes, o bien por la manera de reaecionar el eardcter ente dichas cit~ unstancias, Por el contrario, en la epopeya las cireuns- tancias y los accidentes exteriores tienen Igual impor= ftancia que la voluntad Interior, y las acciones huma- ‘nas semejan a los acontecimientos exteriores que pasen lante nuestros ojos. Dependen de las cireunstanciss, 0 2 menos su cauce queda trazado previamente por é3ta3. EL personaje no obra solamente de una manera libre, de sf mismo y por si mismo; se encuentra arrojado en ‘medio de una vasta complication de elveunstancias fial- as y morales, que le apremian por todas partes. Este tardcter debe sonservaree en todas les pasiones, resol ‘iones y empresas de fa epopeya. En verdad, parece que fentonces queda inevitablements abierta una via todos Jos eaprichos del azar. Y sin embargo, por el contrario, fs Ia existencia necesaria y absoluta la que representa festa sucesién de acontesimientos exteriores, Esta con tradieciin desaparece porque los aeontecimientos y Ia aceida, en general, estén regidos por la necesided, En este sentido puede sostenerse que en Ia epopeya omina el destino; pero no como ordinariamente se le fentiende en el drama, El cardcler dramitico, por Ja naturaleza de su fin, por la voluntad de realizarse en situaciores. dadas y plenas de colisiones, se erea su propio destino; mientras que, por el contrario, para at adie case 1 caréctor épieo resulta do la fuerza misma de Jas ‘cosas, Ahora bien; esta fuerza de las clrounstancias que fimprime a la acciém su marcha particular, que da al hhombre su suerte, que determina sus acsiones, et el dominio propiamente dicho del destino. Cuando sucede, asi sueede y sucede necesariamente, En la poesia Iivien se have escuchar el sentimiento, la roflexiéa, el interés personal, la pasi6n. El drama despliega ante nuestra Vista el derecho interior de la acsién. Pero la poesla, plea representa la acelén en el elemento de la existen- cia general nevesaria, No le queda al hombre otra cosa ‘que seguir ese orden fatal y necesario, estar 0 n0 estar fen armonia con él, y entonces sufvir su suerte como pueda y debs, El destino determina lo que debe suceder ¥ sucede; y como Tot mlsmon personajes tienen earae- {eres pldsticns, también los resultedas, los éxitos y os infortunios, la vida y la muart, ofracen este cardct Pues el especticula que ee desarzeila ante nosotros es, propiamente hablando, el de una gran situacion gene ral, en la cual Jos actos y destinos de Jos hombres apa- recon como algo individual y pasajero. Esta fatalided es también una justieia superior. Pero no es trégiea en el sentido dvamatico del término, el eual supone que el hhombre aparece como persona, sino en el sentido épico, sogtin el cual el hombre aparece eomo juazado en las cosas gue personifica, Y aqui la Némesis trégica con- Site en que la grandeza do los scontecimfentos es de tal indole que aplaste a los individuos, El conjunto ests dominado por un tono de trlatesa. Veros que bien pronto perseers lo més glorioso, Aguile, vivo, deplora su muerte préxima, y al fin de ia Odisea, él y Agame- én, nos sparecen’como muertos, como sombras que tienen Ia coneiencia de no ser méa que sombras, ‘La manera de ser ropresentada la necesid sconteclmientos, puede ser muy diferente, La primera, ia menos expliita, es la simple expos cidn de acontecimientes, sin que el poeta, colocdn- ‘dose por encima de un mundo do divinidades que los Girigen, explique la necesidad de los hechos particulares, de Jos own. ures ¥y del reeultado general mediante el deereto, la interven- ‘lén o participacién de las potenclas superiores, Pero fentonces, el tono general del rectade debe hacar sentir ‘que en los sconteclmlentor referidos 0 en las grendes Daslones de los personajes y en los destinos de toda tina rata, no se trata solamente de algo pasajero y ac- tideatal ¢ Ia vida humana, sino de acontecimientos que tienen su vazin de ser en st rltmos, euya neceaidad reside en Ja accién oacura de una potencia misterioce, ‘aunque no esté representada posticamente bajo resgos Individualos y en eu aceidn visible. Los Nibetengos, ‘por ejemplo, mantienen continuamente este tono. En segundo lugar, dflere ecenciahnente de este modo de eoncapeién aquel on el cual so cumple la porfosta usin de todos Tos destinos bumanos y de todos los fe- idmenas de Ia nsturaleza eon los deseas, la voluntad y Jos actos de un mundo de divinidades que se offeden Dajo rasgos diversos; tal, por ejemplo, como los halls- ‘mos en las grandes epoperas indias, en Hometo, en Virgllio, ete. Aqul se ofroee en particular le regia segin Ta cual debe conservarse la relaclin poética y la inde- Dpendensia respactiva en Ia sesién combina do-los ‘loses y oe hombres; de suerte que nis dieses queden reducidoa & simplas abstracciones sin vida, mi los per sonajes humanos puedan descender al papel de simples ‘ministros obodientes a los di TL,— Det posse rico EN sy CONSUNTO YEN su UniDAD.—La acclén individual, que se desarrolla en el teatro de una civilizacién adecuala, y los personajes, ‘ulados por los dioses y el destino, deben combinarse para formar la unidad épiea, Me limitaré a indiear: WEL confunto de ins objetoe que deben ser repreaen- tados, en razén de Ia relaciéa fatima que une In aecisn particular eon su base sustancial 29 EI modo de desarrollo particular al poema éplco, ¥ por el cual difiere de Ia poesta liriea y de la poest Gramitica, ‘8° La wnidad concreta que debe ofrecer la abra épfea, ‘9 pesar de la extensién de su desarrollo. 19 Como hemos visto, ol fondo de Ia epopeya es un mundo dande eucede una accién individual. Por conse- ‘encla, de ah la maltiplicited de tos objetos pertone- Clontes a las ideas, acontectmientos, altuaciones de ese ‘mundo en su totalidad. En verdad, la poesia Ira desarrolla situaciones de- terminades, en cuya osfera puede introducir el poeta tun gran nmere de objetos mezclados a sentimientos 7 reflexiones. Sin embargo, siempro seré la forma del sentimfento Is que sumizistrard tipo fondamenta, Tn cual excluye una vasta pintura de las cosas exterio- res. En la obra dramétien, como representa los aconte- cimiontor de la sccién y los caracteres en medio ds la ‘da real, el exterior de los personajes sale nevesariar ‘mente del tema mlsino. Sin embargo, son los motives 4e le secién y no as deseripeiones de los objotos cir ceundantes Jos que eonstituyen el tema. Peso, en la epo- Deva, aparte de la historia nacional que sieve de base & Ia acelén, el mundo exterior ecupa un Tugar tan impor- ‘ante como el moral; se manifiesta asi bajo tolas sue fases, Jo quo puede’ lamarse poesia de Ia existencia Jnumana. A olla se vincula primeramente el espeeticolo circundante de la naturales exterior, no s6lo como Ia- {ger particular da In excena, sino como vision de toda Ia aturaless. Aprendemos asi a conocer, mediaato la Odi- fea, cual era le coneepetin de Ia forma de la tierra, del mst, ete, par loa griegos eontempordneos « Homero. Pero estas deseripeiones no aon el tom principal, sino ‘qe allo ofvecen el fondo y dltimo plano del euadro. $0 esarrola como més esenelal Ie coneeyeién del mundo ae Jos diosea, en cus existenciasy acciones. Bx un plano Intermedio aparece Ia vide humana, pdbliea o privada, fen el conjunto de sus altuasiones, costumbres y usos, de sus caracteres y-aconteelmientos, tanto durante la pas eomo durinte Ja guerra, ¥ todo eato en dos diree- 206 ow.» mroRL clones: en virtud de Ia acalin-indtvidual y en virtua de un estado general, en la esfera de Ia realidad nacio- nal 0 extranjera. En fin, peralelamento a todas estas fosas que pertenecen al orden moral, no s6lo ae ven ‘manifestarse los acontecimientos exieriores, sino. al ism tiempo Jee tentimientos interiores, el'fin Ina intenciones del personaje, sus actos buenos 0 malos. Asi, lo que constituye el fondo propio de la poesia Flea o-dramatiea no queda exeluido de la epopeya; sola- mente que estos aspectos, en lugar de suministrar el po fundamental da Ia representacién total, no pueden veler mds qie come mementos, sin imprimit al todo sa carfeter particular, Loa aeatimientos ¥ reflexlones de- Den ser expuestos en clerto modo como extrafios 2] poeta, como algo que ha sucedido, he sido dicho, pen- ado por los personajes, sin que ee interramp4 el tono ¥ sltmo tranguilo det recitada, El grito de pastén o el fanto del elmo, que dnieamente se produes para mani- estar nuestra propia individualidad, no debe tener Iu- gar en In epopeya. Ea poosfa épiea tampoco rechara la vivacldad del dialogo dramdtice. La epopeya no debe mostrarnes este variodad de objelos ea su existencia simplemente Independiente. Lo faye constituye Ia verdadera epopeya ea un acoatect- tmiento particular cuye desarrallotraza. Pero, pera que ede en una aceién Limitada en sf, ligada a detalles ror lo dems accldentales, eata vasta etfera de objetos debe ser puesta en relacién con los acentocimientos que constituyen la accién particular. La Odisea nos ofreco el més bello efemplo de esta unidad. ‘Ya hemos loko que el mundo de Ja epopeya debe ‘star leno de collsiones, y ademas que esta base debe parecer bajo la forma de un acontecimiento determ!= zado, Pues bien; es on esta acciin individual donde hay aque busear ol punto de partida para todo e] poems, pico Esto es singularmente importente para las primeras situaciones, También podemos designar aqu{ como mo- elos ala Iitade y a la Odizen. En ta Tiada, ln guerre do ‘Troya es In base general, Se desarzolla y marcha con la Boerica it accién, pero solamente aparece en el efreulo de Ja aceiéa eterminada que se reflere ala edlera de Aquiles; y ‘tal el pocma comienza, en Ia més balla elaridad, com Ya tscisiéa del héroe principal, que so separa viclenta- mente de Agamenca, ‘20 Aporte de este punto de partida, el poema épico Gifiere esencialmente del poema Iitico y dramétieo por Ja manera de decarvoliarse Tip primoro a considerse conclerne a la extensién de ta epopeyas Esta extension ae basa, al mismo tiempo, en tl fondo en le forma. Hemos visto qué multiplieidad do objetos recoge el poems épico; pero ademas, como todos estos detalles toman la forma de la objetividad y de la aparlencia reel, todos afrecen una forma indepen fenta que el pocta épico se detiene a describir o eon- tar. Puede sesavrollar este aspecto en sus caracteres tcterlores, mientras que la poesia Iiien concentra euan {© aprenende en la intimidad del sentimiento, o bien Desa rapldamente sobre ellos, Umiténdose a generalida- fee_y reflexiones que los eondensan en pocss palabras, Pero la objetivided épica tiene por consecuencia inme- ‘lata el desarrollo y Ia multiplictdad variada de los diversas rasgos, Bajo este aspecto, en ningtin otro gS hero como ea ls epopeya tienen los epiadios el derecho ‘de emanciparse hasta el punto de parecer completa mente independientes, Pero, sin embargo, los episodios Geben vincularse al desarrotio de la acci6n, aungue slo ‘ea como obstaculos que retarden su cura. ‘i ahora examinanios de qué manera es caps2 Ja pos sla épica de motivar ef desarrollo y Ia marcha de los fcontecimfentoe, observames que no pueda basarse en cl cardcter puramente individual de los personajes, ni ampoco en. motivos personales; ello seria entrar en les dominios de Ia poesia leiea y draméties. Tambiéa bajo este sopeeto debe consorvar la forma de te objeti- Pidad, que eonstituye el tipo fundamental de ta epo- peya. En efeste, ya hemos visto varias veces que, en la Spopeye, lee circunstanciae exteriores no tienen menor soe o.We7 BEGEE ‘mportanicla que los"fotivos emanados de la voluntad e loa personajes y de au carfeter. Cardcter de los personajes y necesided de los acontecimientos estén en ple do respective igualdad. Por eonsecuencla, el pereo- naje 6pico puede eoguir In marche de los acontecimien- tas exteriores sin vergUenza ni perjuicio para su indi- vidualidad postiea, y sus acclones parecen ser un sin- ple efecto de los tsmos; mientres que, en el deama, In causa preponderante es el eardcter. En general, ai se quiere caracterizer el desarrollo de te acelin épicn, dando cuenta de au extensién — que da ‘mis moroeidad a la reprosentacion — y do la marcha e los acontocimientos hacia el resultado final, se pueda decir que en el género éploo Ia exposiclin, no sélo se Aetione en la deseripefOn do las eireunstancias extorio- res y de las situaciones morales, sino quo ademas opens ‘bsticules al desenlace, Por ello, sobre todo, raterde fe diferentes mancras e) curmplimiento del fin princl pal, mientras que el poeta dramitico no puede perderio (vista un solo instante Pero, ants todo, 0s nocesario Guo semojantes cbst los no 22 muestren como medioe empleados para finet simplemente exteriores: En efecto, ai ya el estado de dlvlliacién que sirve de hase a le epopeya no es verda- eramente poético mis que en tanto parece haberse formado de si mismo, también el curso entero de los seoutecimientos debe nacer de sf mismo por el hecho de las circunstaneias y del destino original, sin que se fevidencien las Jntenciones del poeta. Si, ademis, 50 ealoea en Jo més allo del poema un mundo de dioses ‘que dirigen Jos acontecimientos, os particularmente ne- ‘eesarlo en este caso que la ereancia del propio poeta sea e lo mde vigorass y vive, puesto que son los dioses prineipalmente quienes suseltan log abstéeulos, De otro modo, esins potenciae superlores sélo serian conside- radae como simples méquinss sin realidad y sin vide, tayendo al nivel de un simple instrumento dol poota, OBA te 36 Despuis de haber teetado brevemente dal con- onto te objeto que poede recger a epopeye, del des Mille deta accion y do la marcha do los contd: Siete, presentaremos de nievo Ia cuestion de la lnfdad el poema ico ¥ de sus Hits. ise puede terminar v contingar oa epopsya expr: coviimbate? Aungue exta opin ha sido prefeseda por fombres espirtuales y sab, eomo FA. Wolf, por Umiple, ao dla de ser one opin bishara y gronea, GR goo, ex realidad, tlende a rechasar el carter WeSSbretartsties en Ios-ms bem pocras épicos. En Stott afi en cuanto recuerda Ia imagen de un mundo Cennpoto en te unidad y av independencia es In epopeya Gtavabea de ert libre, por opsilgn a les descripsiones Uo‘petes asian ode series de echos en yoxtapes- on etinida. Sin de, puede concederae que, pata in epopeya proplamente dich, es dei, In epopeva pe itis io aprectaion peremente exttiea del plan y eongenitucin ee nus partes, db Ia viquca de ee seis 'Ge ae eomperacions, et, en modo aguno e2 eeilgal’ Ee ells macho ms queen Tain yen a AES te epcns ponterors, ny erence genert~ featas ideas veigiacas,y en general cuanto contitaye STioSda do estan bits ponrares, debe ser conideraZo Lent minante. Sin embargo, ef Ramoyano, In Tied, {e Ouita ieluso Las Nibetugos, no debea perder 10 co cus bajo el punto de vinta de la Deller, pued writes In dlgnldad Ge obra artistic, on deisel seat ofacernos un to acted, una aciéa com vrei ge trate, poe, le deseubrir el verdadero carter Te lea uniaed conforma i idea del arte ‘anda tomade en uo sentido tan genera, ba Tix ote hin ena epopera como en Ia taxed, ut seen io gue an presta a muchos egevoces. En fect, [iis econtecimiento 86 prolongs al infinite. Se extien- Sela gore pesado como por el pervenir, eh ane seca Percnutancas y do hechospartelare, 108 ow.» mwas, Jorma que no ee puede doterminar, entre tantas situa- clones e ineldentes, qué puede ser considerado eomo Tealmente vinculado 2 la accién. Por tento, si elo nos ‘tenemos a esta exceoiém, slompre se poded proloagar tuna epopeya en ambas direcsiones del tiempo. Pero, tal sucesion de hechos constituye precisamente el ci rheter prostico. ‘Dabemos establecer brevemente-In diferencia entre ‘un slmple hecho aucedido y una accién determinada que, Gpieamente referida, tome la forma de una serie de ‘acontecimientos. EI'slmple hecho sucedido debe. ser eonalderado como el aspecto exterior y real de toda ‘humana, sin que debe bussarse en él Ia ejec- ld de un deseo particular. Que el rayo mate a un hhombre es un simple acontesimiento, un accidents ex- terior. Poro, en la conquista de une eludad enemiga hay algo méa: Ia realizaclén de un fin q ede coustituir, bajo la forma de un Gpleo, Ia unided fundamental de Ia epopeyas en este sentido, lo referido por el poeta es el resultado propio de ese fin y dé ese motivo determinadas, y por conse ‘euencia se combina con elles de modo que forma. un todo acabado y completo. Ahora bien: sélo un hombre puede persegulr y realizar un Zin; de manera que el ‘personaje identficado con este fin y este motivo queda ccoloeadio en lo mas alto del poemta. Es mis: sila accién ¥ el desarrollo de todo al cardcter heroieo, de donde se ‘duce el motivo y el fin, sdlo se manifiestan en situe- ciones y sconteciméentos que forman una vasta cadena indefinida en cuanto a su origen, mientras que ol des- enlace de Ta acelén ofrece a au vee una numerosa serie o consecuencias, entonces se presenta, para la accion @etorminada: de un lado, una mmultited de ocasiones o ppuntos de partida; de otro, numerosas consecuencias ulteriores, ninguna de las cuales esté en relacién fatima y podtica con el fin de la aceidn. En este sentido, por ejemplo, la eflera de Aquiles no guarda mayor relaclén ‘eon el rapto de Helena y el juielo de Paris que con la posrica 105 toma de Troya, Pero, sostener que la Titada no tiene comianzo necesario mi fin preciso, es hacer prucha de poto juieio. Seria no ver que es la cblera de Aguile Io tantado en la Ilfada, ¥ por consecuencia es ésto To que ‘suministra la unidad. Sila atencién se fifa en la figura, de Aquiles, como Iazo que une todas las partes del poe ‘ma, no puede hallarse un punto de partiday un desenlace rds bellos. En efecto, Ia querela que da lugar a esta célera eonstituye el eomionzo, mientras que sus conse- feuencias se van encerrando én el eurso del poems. Pero ahora, observemos que ei exigimos para Ja cpopeya una acciéa individual, determinada, procedents de fines y motives heroiecs comprendidos y sentido, ¥ hacemos de esta accién la unidad que encadene sus partes, podria pensarse que la wnided épica se aproxima rucho a Ia unfded dramdtics. Pues también constituye cl punto central del drama Ia accién particular que surge da un fin sentido y comprendido y de un cardster principal. Para que no se puedan eonfundi, nf siquiera fn apariencia, oa géneros épico y dramétieo, recudrdese lina ver més cuanto he dicho precedentemente acerea dela diferencia de accién y acontecimieato. Ademés, el {interés épleo no se limita a esos ceractores, a ecos fines perseguides por los personajes y a esas situaciones ba fadas en In accién particular en si misma, euyo curso reflere la epopeya; sino que esta accién halla la causa feasional para su colisién y desenlace, asi como para toda su desarrollo, Gnieamente en el seno de una vasta, a eval tiene, por su parte, pleno erecho a introducir en la representacién una multiplt- feldad de caracteres, de situaciones y de acontecimien- ‘os, Bajo este aspecto, la unidad y el desarrollo regular de la epopeya consisten, no solamente en la acefén deter- ‘minada que e5 au tema, sino también en la concepeién toniversal de Ia totaidad del mondo, cuya imagen trata ae esborar, Y la unidad épiea no est complete, en rea- Tidad, més que cuando la acelén particular queda aca Dada en sf misma, mientras la totalidad del mundo en ioe. ow meaee* ‘cuya esfera se mueve queda representada en perfecto feonjunto, manteniéndoce ain embargo ambas esferas en iva armonia y en inquebrantablo unidad (1). UL. —La poesia lirtea [No sucede con la poesia como con las artes del dibujo; Gstas nos representan objetos artisticamente trabaj os, es verdad, pero en a reslidad visible; por el eon- trarlo, la poesia se limita a evocar imégenes en nuestro fespirita y a excitar los eentimientor del alma. Bajo ‘ste aepecto, lo que en ella domina, inluso en Tas obras ‘de més verlamo, elo subjetivo. Sus ereaciones se atle- nen al expiritu on mayor medida que las creaciones de las demés artes. Sin embargo, como lo propio da la poesia éplea es el representar el tema en su generalidad Sustancial (de modo que se aproxima al procedimiento ‘de Ia escultura y de Ia pintura) el poeta, al monos en ‘el momento culminante de este arte, desaparece ante los seontecimientos que parecen desplegarse por s{ mismos. ‘Por tanto, sf ahora quiere el alma escapar a esa ten ‘dencia que Ie arrastra al exterior, slo tiene un medio: hacer entrar en sf misma el conjunto de objetos y de relaciones extariores, penetrindoles de su mas intimo ‘pensamiento, Por otra parte, mienteas se concentra en A misma, debe dar la méxima claridad a sus impre- fiones, tener vigilantes lot sentidos y, en lugar do fencerraree en um sentimiento mando, dar yuclo a la maginscién, encarnando en vos y lenguaje los pens rmientos y sentimlentot que desbords. Ahora bien: por To mismo que este género do expresién queda excluldo del arte épico, donde los personajes y acontecimientos fon los dnicos que orupan la escena, esta forma subje- (), 1 slim 1D, sh a estan liane de a enert= sickle Joe atone tet el de esp Ne Steen fa com peptic being been is ey =o Design hietirsa, felieeade atbeatable Jor = duew mansal, Waa 2 erica tor ve de Ia poesia tiene el derecho de desarrollarse en festera independiente de la epopeya. En efecto, el expi- rit, replegindose sobre si mismo, desvinculdndose de fos objetos, mira su propia eonciencia y satisface la recesidad que siente de Fepresentarse, no Ja realidad Exterior, sino sus propios eentimientos, sus reflexiones f Impresiones; en una palabra, el fondo de sus pensar Imientos y los movimlentos de su vida intima. De otra parle, para que esta revelacién del alma no se confunda fon Ia expresidn accidental de los sentimientos ordina- ti, y tome la forma poétlea, eb necesario que las ideas fe impresiones que el poota deseribe,siéndole personales, Coneerven un valor general, ¥ sean los autéaticos sentl- fientov de la naturaleza humans, para los cuales crea ie poesia con toda vitalidad una expresin igualmente verdadera, "AL maistao tiempo, st la simple expresién del dolor y de Is alegria alivia al corazéa, la poesia liriea puede Hhecer el mismo servicio, Sin embargo, no se limita al tmpieo de este medio vulgar, sino que tiene una misiéa nds elevada: no ls do aliviar al espiritu del gentimiento {gue le opzime, sino la de Iberarl de la esfers misma Gel sentimiento, En efecto, ef dominio ciego del sen Iniento consiste en quo el alma se identifica por eom- pleto cou él, hasta el punto de no poder desligarse, de fo poder contemplarse y expreserse. Ahora bien} la ‘poesia libera el alma de este oprosi6n, poniéndote ante Eu vista st propia Imagen. Pero. no_se contents con Alesplazarla de su objeto manteniendo éste a distancia; Ei mismo tempo have de cada gentimiento accidental ttn objeto purifieedo, iealizado, en el eual el alma libe- rade vuelve libre a sf misma eon la conctencla tranquila Ge su situacién, Sin embargo, esta primera virtud Kibe~ tradore y contemplative de la poesia no puede iv tan lejos come la representaclin deamética, en la cual el fentimiento y la pasion aparecen en escena y ¢ Yep fentan en una aecidn; pues. es en el mundo de ta sceién flonde el elma se halla realmente asf misma. La manera regi la cual a alma se objetiva y contempla en In 408 or mron, oosfa litiea conserva. ain un caréeter fntimo, Asi cuando decimos que sale y se libera do sf misma, ello ‘quiere decir solamente que queda Iiberada de esta con- centracién Inmediata, en la cual esté privada de pensa miento y de palabra: ahora, se abre a la expresiOn do sf misma. Lo que antes sentia solamente, lo concibe y fcpresa ajo Ie forma do pensamientos © fgsnee coneelentes, ‘ales son, en general, la eafera y Ia tarea dela poesia liriea, y los puntos esenciales por loa cuales difiere de Ta poesta épien y de la poesia dramética. Ahora, sl quoremos entregarnot a un estutlo més profundo, en lo que concierne a la divisgn de este nuevo ‘género podemos seguir la ya trazada para la poesis éiea, 10 Nos preguntaremos por el cerdeter general de la ‘poesia Hira, 29 Examinaremos los puntos particulares que deben considerarse bajo los aspectos del poeta Iii, del poo- ‘ma lrico y de sus diversas especies. 89 Terminaremos con algunss observaclones acerea el desarrollo histéizo de este género postico. Seccroy I CARACTER GENERAL DE LA POES{A LARICA, El origen de In notsfa énica reside en ol placer que ‘nos produce el reeitado de una accia que nos es fafa, que pasa ante nuestra vista y forma en su curso nto complet. La peat lea asf ana ese sidad_completamente opuesta: I vo. aite limos, contemplndonos a nosotts hism0i eh Is os Basta efuslén el alma puede ser eonsiderada {V9 En euanto al fondo postica 109 © a las ideas adecuadas a este género de poestafS) En cevanto & la iso da a Ia expresion de eatay ideas ‘eardcter Trleo{) Bn cuanto a log gradae det onto eilvdra intelectual como ave del poeta ‘que exprosa su sentimientos y coneepefones I. Dat rope ps 1A rorsta Linica.—El fonda de 1a obra ltiea no puede ser el desarvollo de une accién donde se_refleie toto un_munde. en a tianeza de sus ‘uaniesiconss sna aL ma deL bogie. 7 miss del hombre como_iudividue. “en situsciones individusles, ‘eon sus juleios personales-aus alegrias y dolores, su ad I, todos Tos sentimientos que "En rani de este canister ‘que. constituye a csencia de la poesia Tires, los temas pueden ofrecer J mayor multiplicidad y reproducir la vida nacional ‘en todos sus aspectos. Sin embargo, hay una diferencia fsencial: asi como la epopeya expone en una sola obra todo el espiritu de un pueblo, eon sus acciones y situa ciones diversas, lq restriesién temética del poama It eo se limita a algdn aspects particular, o”al menes rho puede sleanzar Ja amplitud y desarrolio de Te epo- eva. Por consecuencla, la poesia lirica de un pueblo, ‘onsfderada en su conjinto, puede recorrer Ia totaidad de lag ideas e intereses naclonales, pero no el poema lirieo particular. La poesia lirica no muestra biblias poéticas; pero, en compensaclén, tiene el privilegio de, (ep todas Tas époeas de- desarrollo nacional; rmlentas que ls epeneya proplamente deka ele Ti tulada a las épocas primitives, yen tiempos posteriores s6lo logra una forma sabia, menos rica y mas prosaica, En estos limites. se ofrece, en primer lugar, > general ep si, e2 decir, cuanto hay de més elevado y ee Felli, dal afte, de Tos mliios pensamfentoe clent fleos, en tanto que se adapten a las formas de la ima to. ew. n more inhi y del nein y qe pnetrn a erin {Sheentintios tne concopcons genre ere Ge colder el unos fpf ith dolar re Indonc uneslsaelhsils, no eran eels ious sary tna gran pote Sonas gue 3 nines eget sepsis Imperfects ds oa = "tg nurs doo gens so tl aagapset om shoe tne cape tee brtndartd bata Etegip, pucde eombinarse con esas verdadea austancla- esSRouanda tal situacion part imiento, tal Bensamiento 7 ai mismo tiempo, expresados de manera RRR See callie coustige os sae ‘perfecto, no" sélo en sus poosias lirieas proplamente Aichas, sino también en tus baladas, Me contentaré ‘con recordar la grandiosa descripcién del coro de Tas Euménides en Lee grullae de Ibico, Este fragmento ro es épieo ni dramatic, sino Irie. Por otra parte, la combinacién puede opersrse de tal suerte que na mule titud de rasgos particalares, de situaciones, motivos ¥ accldentes se agreguen como ejemplos que eonfirman, piniones y méximas, mezelindose asi de manera viva a las verdades generales. En la elegia, en la epistola, tn las composiciones que enclerran reflexiones genert Jes sobre ia vida y el mundo, se emplea frecuentemente esta combinaeién- En fin, ya que la poesia lirfea tlene por finalided Ja expresién del sentimiento individual, pusden satis facerla los temas mis delieados y fogitives. Bn efecto, en realidad se trata del eentimiento en si, de las disp aiclones del alms, y no del objeto proplamente dicho. ‘Las mis répidas impresiones, los anhelos del corez6n, ‘os relimpagos de alegria, los matiees del dolor, la me Janeolfa; en una palabra, toda la escala del sentimiento Ja expresién.”Volvemos 2 hallar en. el. dom poesia To dicho prevedentemente en relacién de géner0, FE fondo, el tema, son completamente ae entales; Ia importancia reside en la concepeion y en fa expresién, Su encanto puode consistir en el tierno perfume que el alma exhale, en la novedad y origina, dad de las ideas, en Jos gizos sorprendentes del pensa- siento, ete. 1, 1a von st isi, — En o once seni oat aeons eal fa Entene una sora de ate Tis, tambien aut er el {ndldus con su Inaginelén y senfldd, quien Saute sete, odo eran Be earain y dt lms Su pocta Eo mln: toto depende desu capstetn ye Sa! Btowtge particnar, Le aniged el confurto 3 Is fabuuta de sus partes no aon resuado dele propia Sitrace toma; desarrollo por sf rams eu iat ateeivas teen dum asonteimient comple La ‘ana yelsoporte eo el pensatiets fotze de pronio oeta, Pero entocen, ex preciso que fst ea realmente Petia que et dlado de vienSaginacio, de grande Prcrofonds genilided em ats pensamienon ante LE inzpeniente Sa ana Gebe aparece como iene interior compo, extratoa ab necsiadee Y cervidumbres de a proa arepwa, Ica obrese gna_voad complete mente stent am epopeas Hn fe ana Bi postasmovidndose em sf misma, abort’ ante un ‘Siuimesto's pensomiento, refi ea el monde ex {Entry ene dibujo veri, vncldadas aan CBjeto particulars en cae lntenéa completamente er- Staal adguere el Grech do comensar oterminar poo tus o meneo donde quiere. Por ejemplo on Hora hatin recentemente thf final condo, seat fs Staner diario, ee ceerin qu pets apenas Er'comenead, Si se tate de empresa, dserbirs Naments su setinletay, Srdney, preparation, sn econ nada etrestago 0 Gel ea ce In sna ff anitr del seatinien expres ead us ow ues tical de alma l grado y vrai de Ian, ln Impulse, transports, desvizcones dee anne serenidad del pensamionto y de Ia contemplacién, told tio suministrs ls reas me verag go 20 Interior yet encadenmint elon ‘asnue,oar ee cable faster ‘a subrayar Tas distincney’ a ‘De igual modo qus, en Ja epopeya, hemo hallo vec sig mee au be proxi ono to, I rca también puede tomar por tema y por carn scontesneno ep por el endo 'y art ea Flor. Los cans Berozos, ls romances lee hay portenecen a esta expetes La forma en 1 de we puesto que se eventa el comienso y desarrilig a gi tuacién, de un acontecimiento, de un cama at Gestine de una natin, Pero, por off ldo, el thy damental ex enteramente livco. En feat, a ae ag una desripeién o pintura del acontectntenty a tino del todo de emcepeisa, del sentimients sine’ melanclio,valereso 0 thatide que le Inform eg? Hen perlones enteramente al Bento ince ota para #l cull ha sido compuestaticha obras res posta es determina en el alm del slltoiy uae i pesicin semejante, Si al-acontecimiento er apeniets para exclta, J in manera de contarlo no 6 cr? Je da ademis la ocasién de expresar sux wioramay, fristeras 0 alegrita, el ardor de su petrol a avert que $0 noes el hecho en oni Aisposiién det ama gue veflea, To que consign, punto esecia. $i, puts, el tema en éplen ln merc ae tratario etic ‘A este cso pertenecen: El epigrama, supe ya no es una simple inseripeion aus diga breve ycheicmunte qué ea eoag oe farega is expresién de alg sentimients To eal ne caricter ino y peronal. El poeta no be aaa ada fs tome, so que ee ee valer; expresa aus dara te roeric’s it libre eurso a sus ingentosidades, se entrega a expiri- ‘tales comparaciones y slldat inesperadas. Ya. Ia ‘Antologia griega encierra varios epigramas semejan- tes. En ellos domina el espfritu, y el tono épien ha des laparecide. En los tiempos modernos hallamos algo pere- ido en los pieantes couplets de los vaudeville fran- eases, asi como en las poesias satirices alemanas, et, Los propios epitafios, gin el sentimiento que expre sen, pueden ofrecer este carécter lire La poesfa lirica ae desarrolla también en rectados escrintivos. Como forma primera y més simple, me limiteré a nombrar los romances. Alslando les diversas feseenas de un acontecimiento, las esboza en af mismas, vépidamente ¥ con cofides rasgos, mevclando el sentic ‘lento ala descripelén dela manera mis perfesta, Esta oncepelin neta y firme del aspecto eovacteristien de tana situscién, unida al talento que lo aubraya viva- mente, pese a la profunda participacién de la sensibl- lidaé, aparece particularmente en los. espalioles con manera Tiena de nobleza; es esto lo que da a sus To ‘mances un gran efecto. Por estos cuadros liieos expande clerta claridad intima, que viene més blen de Ta exactitud de visién que de le profundidad de un sentimento concentrado Por el contrari, las baladas abrazan le totalided de ‘un acontesimiento, sunque en proporclones més pegue- as que en un poems épico, y limitandose a esborer In ‘imagen en sus rasgos més salientes. Al mismo tiempo, dejan sparecer plenamente, de manera concentrada © fntima la profundidad del sentimiento. Se mescla. al recitado el tono sentimental de la lamentacién, Ia 1e- Ineo, la tristeza o Ia alegre, ete. Los Inglests, prin- cipalmente, poseen en Ite cess primitives de. poesfa un gran mémero de samejantes composiciones, En general, su poesia popular se complace en tales re- cltados de historias tristes, de trigicss calisiones, El tono el de un sentimiento melaneélico que eprime el corszén y ahora Ia voz. Modernamente, en Alemania, toon Birger, Goethe y Schiller se logr6 una verdadera 6 GW. Fr. HEGEL” superioridad en este género, Burger, por su flel ine ‘genuldad; Goethe, por el alma que pane liricamente fen sus euadros, peso a la perfecta claridad que en ellos roina; Schiller, por Ia elevacién y grandiosidad de su Densamiento, por su facultad para oxpresar las ideas ‘mds profundas en estilo Iirco, bajo la forma de aconte- cimientos, y presentados de fal mode que arrebata al alma del avditorio en impulso igualmente Iirlo. Pero el elemento personal de Ia possia liriea se re- vela més expleitamente cuando alguna clreunstanct © sltuscién real suministra al poeta Ta ocasién para etenvolver su propio pensamiento. Sucede esto en las amadas pogotas de circunstancia. En los eantos de Plndare, Yor juehoe 7 ios vencedores solo on une cca sidn. Esto se manifiesta més alin en varias odasi de Horacio. En lo ditimos tiempos, Goethe, sobre todo, ha rostrado mazeada predilecein por este género, porque, en efecto, cada accidente de la vida se le transmutaba en tema postic. Pero, si Ia obra Iriea debe quedar tidre de las cir- ceunstanclas y motivos, ea erencial, en ofecto, que al poeta utilce Ta ocasién dnicamento para sul propia Fovelacién, para expreser sus sentimientos, su slegris, fu tristert, ou manera de ver y de comprender Ia vida. Por tanto, Ia condieléa principal eonsiste en la asim lacién total del toma dado, Pues el verdadero poeta. lirico vive on sf mismo, concibe los aspectos de las cosas desde el punto de vista de su individualidad postion; por ello, el tema prinetpal es el bre movimiento de sus ‘sentimientos y pengamientos, H En cuanto a] modo de representacién del poema de circunstanclas, su materia y earicter general, asi como Ja organizacién interior, pueden recogerse en el inci- dente tomado por tema, puesto que en él se inspira el ‘posta. Como ejemplo claro, aunque en al limite extrema ‘del género, me limitaré n citar La cancién de Ta. came ‘pana, de Schiller. Los sucesives momentos del repicar de Ia eampana marcan los grados de evolucién de todo el pooma, y a esta graduaclén corresponde la del movi- us riento lirico del pensamfento, asi como las diversas roflexiones acerca de In vida y las descripciones del esting humano, Pero, por otra parte, ol poeta lfrico no deja de ser parfectamente libre, ya que no ea la el ‘eunstancia exterior en sf misma lo que constituye su ‘objeto. Lajos de ell, es dnicamente el punto de vista particular, Ia disposiclén postica del alma del pocta, lo que determina las fases del objeto, el orden y enea> denamiento de las ideas. Entonces, iqué lugar debe ‘ocupar Ta elreunstancia con sus ‘acidentes reales? {Hasta qué punto puede dominarla el pensamiento per- onal del poeta? :Cémo se combinan ambos aspectos? No puede determinarse a priori ‘Lo que de la unidad lirica siempre seré el movimiento fnterior del alma del poeta y su modo de concepeién, yen modo alguno la eireunatancia gessional en af mis” ma, Pues, esta disposlelén personal o pensamiento ge- neral, del cual Ia eircunstancia sélo es la excltaclén ‘easionsl, forme el punto central, determina todo el toloride, el cfteulo de Ideas particulares a desarroliar, fl modo de exposicién, Ia lizazén do las artes y, al tismo tiempo, el plan y el orden del poems. Pero el verdadero posta lirico no necesita hallar un texto en Jos aconterimientos exteriores que refiere con manera lena de sentimlento, 0 en las elrcunstancias 7 fcasiones reales que Te excitan e inspiran; es para sf ‘nismo tn mundo completo. De suerte que puede buscar fn at mismo el principio y motivo de su inspiracién, fencerrindote en tus eltuaciones interores, en los acon tecimientos y paslonea de su propio corazén 0 de su espiritu, EL hombre, en su netuvaleze iatima, deviens Gl migmo obra de arte Sin embargo, también puede introducirse algo de recitado ex eate dominio. Es el caso, por ejemplo, de Tas poeslas Tlamadas enccredntices, que representan ‘graciosos euadros, peqiefst eacenas encantadoras don- ‘de figura el Amor, ete. Pero estos Ineldentes son mas bien la explicacién de una situacién interior del alma. ‘Ast, Horacio también utilis, de otra manera, el inci- dente del encuentro con un Jobo, en su Integer vitae, no de modo que podames ealificar Ia,composiclin de Poesia de circunstanela, sino como prucha en apoyo de Ja proposicién por la cual eomienza y del sentimiento Ae inalterable amor por el cual termina, En general, Ia situacién en la cual ee representa el poeta no debe limitarse a ser simplemente interior: debe manifestarse como formando un todo viviente ¥ lun euadro real, y con ello revestitla de un eardcter exterior. Asf, en las anacreénticns, el pocta se repre sents rodeado de rosas, do bellas mujeres, copes do vino, danzas, en Ta serena alegria de una fiesta. Sin Aeseos ni preocupaciones, se pinta como un héroe des- Dreocupado y libre, una especte de obra de arte viviente. ‘Se pueden designar como povalas de sociedad varias composiciones en verso de Goethe, aunque 10 les he Iamado por este nombre, En efecto, en sociedad no 20 ‘erifica esa entrega del yo; al eontrario, se borra, 50 retira In personalidad y ef interde te dirige @ un ter- cero, 2 una historia, a una anéedota que se recoge eon espirituaidad y originalidad, y que se representa seysn el tono y manera que nos son propios. En este caso, el poeta es él mismo y no es.6l mismo. No se entreva, 86 fransforma, Es, et cierto modo, un actor que repre. ‘senta una iufinided de papeles diferentes, pero siem- re mezcla vivamente su propio sentimlento artistic, ‘5x manera de ver y eu vida persona, Pero, si el sentimiento interior es la verdadera fuen- ‘te de Ia poesia Iirea, debe conservar el derecho a Ia ‘expresiin como tal, sin desenvolverse en una situacién de In vida ni representarse en une situacion exterior. ‘Sin embargo, bajo esto aspecto, las palabras sin sem” ‘ido, cual Iss de un vago refrén, el canto por el canto como satisfacidn puremente lira, donde las pslabras ‘lo son un vehfeulo més o menos indiferente para la tmanifestacion de las alegrias y tristeaas del alma, apa- even (nieamente como accesorio que sliita el soc0r?0 de Ie misiea. En particular, las cenciones populares no 9¢ eleran freeuentemente por encima de este modo portica Ee de expresién, Tampoco las edrciones de Goethe, donde aparece ya un pensamiento ménos vago y més reo, ¥ no son fresuentemente otra ota que une broma moe ‘mentines, el eco de un sentimiento passjero, por en= cima del cust no se eleva el posta. Por lo dems, el di- nero y la fortuna, las mujeres y los viajes, la fama y los honores, la guerra y los combates, aparecen como cosas pasajeras, ¥ sélo una alegris despreseupada cons tituye el refrén que siempre se repite. Pero en este arado de la poesia Iriea puede extenderse y profundl- zarse el sentimiento interior, mostrando laa aituaciones Serlas del alma, los més grandes pensemientos, Iss mis vvastas ideas. Son de este género la mayorta de las poe siss de Schiller. Las sublimes eoncepeiones de la razéa 50 besten para caldear su coraadn y excitar su entusias- to. No es el eantor réligioso que compone himnos, ni el bardo que recoge su inspiracién de los aconteclmien- tos exteriores, sino el poeta filésofo que ee coloca en fl centro del alms, qu cante la naturalera homana y sus altos destinos, el ideal de Ia vida, ln fuente do la belleze y Jot derechos imprescriptibies de la huma- nidad. I, EL GRADO DE CULTURA INTELECTUAL, ADECUADO PARA PRODUCIR TA PORSIA LfRICA. — Bajo este aspect, cl origen de Ia poesia lirica es epuesto al de la poes Gplea, Para la. época floreciente da In epopeya. propiae ‘mente dicha, hemos exigido una sociedad poco desen- vuelta y no madura alin para la prosa de In vide pos tiva, Por el contrario, los tiempos mas favorables a la poesia Iirea son aquellos donde las relaciones sociales hhan reefbido una forms fija y uns organizacién eom- pleta, Solamente entonces el hombre individual se re- pliega sobre si mismo-frente al mundo exterior, para oneentrarse y erear un eonjunto de ideas y sentimien- tos independientes, Ya se ha visto que, en efecto, Ia ‘forma y fondo de Ta poesia Tiriea estén mas determing- us bw. pmo dos por el alma del individuo que por los abjetos en sf ‘mismos y por las acciones representadas. El alma del posta se abre a laa improsiones més va- riadas, en razon do que tiene eonciencia de su senti- Iniento poético en medio de un mundo ya caracterizada Dor lo prosaico, ¥ la poesia lirica exige, en compensa~ ldn, uta cultura intelectual adguirida en el sentimento Gel arte, En clerto modo, debe aparecer como una ven~ taja de in educaeién y como siendo obra independiente e un talento personal. Tales son los motivos por los fevales Ia poesfa lirica no queda limitada a ciertas épo- cas determinadas del desarrollo de un pueblo. Puede florecer en las épocas mas diversas, principalmente en Jos tiempos modernos, donde eada individuo se atribuye fl derecho de tener su manera personal de ver y de sentir. ‘Sin embargo, como diferencias generales, se pueden sefalar los siguientes grades en el progreso de le cul- a fntelectual, relativamente a la poesia lirica. EI primero eorresponde. a lap a un eapelo el dondo ve refejan fs rasa pte ticolares del exptity de las diversas naciones. “La poesia ire popula, en su cardeter genera lene de comtn con a epopeya primitiva el hesho de ade Dose muestra en ela e anuipante el ema. Por TEAS LZi puais erpresitte n'a cits Ppulr e tentimlento me concentrado del alma, no ee expresa tomo perteneiente tun indiiduo que revela su orig halldad en la representactn artistes, La eondicon de fal identificalon ex um estado en el cual tata no 52 a despertado la refesin, y la cultura intelectual esta fae ponte tentacle Seana, ie ante el cua! ge manifiesta la vide nacional belo la forma sentimental 0 lirica. " Eta originalldad da al canto popular una Ingenua ‘regeuta, una conisn Mena. de fuerza y de evidente ‘erdad ave fecuentemente son de gran eect, Pero fofrece también algo de fragmentaio, desordenado, y fa falta de desarrollo que puede Hegar ala oscuridad, Bi sentimiento esté demasiado concentrado y no pide agers fiimenie GEee ‘tavdator goneral de i poesia rin es ra cdprcalbe oll de Toe eentoieston atte, no puede limitarse al modo de expresién nf al pensamiento Eontenide en los verdaderos cantos populares, ni tam- ‘pooo contentarse con possias més tardias compuestas D imitacion de las populares y con el mismo tono. El poeta lirieo tiene Ia eonciencia de sf mismo y de Ie I+ eriad de su arte, El canto popular ae eanta en cierto ‘modo eomo algo espontineo, como un grito de la natu Toleza que se eseapa del corazén. Por el contrario, él farte libre tiene eonciencia de sf mismo, supone que ¢l fartista conoce y quiere lo que produce. Para ello, es ‘necesaria une cultura previa y una virtuosidad de fuelén Hlevada a Is perfecetén. ‘Gajo este aspesto, la poesta-triee culta o posterior se aatingue expresemente del eanto popula. Esta dle ferencie no debe entendese como si la poesia lirica no Tegara a sti més alto grado de perfeocién mis que cuando Ta reflexién y la Inteligencia del arte parezcan ‘dierse a una habiidad caleulada y a una elegancia feslumbradora, como condiciones exencisles. Silo es etdadera en el sentido de que la imagineciGn y el ta- Tento del poeta Tirieo, en azén del eardeter libre y personel quo es su evencia, para aleanzar su verdadera Derfecsién, también debe poseer como eondicién esen- Eial y previa el sentimiento Ire y reflexivo de ls eon- tepeibi y de la ejecucion artistic, {0 Finalmente podemos distinguir un tercer grado Giferente de os indleados, El canto popular es anterior ‘A desarrollo propio del espiritu prosaieo y positive. La ‘Verdadera poesia Iiriea euita, por el contrario, ya en~ Cuentra el penstmiento prosaico en todo su vigor: lo Goquiva y evea, mediante la fuerza do la imaginacién fersonal y libre, un mundo poético nuevo, verdadero Taeat y expresién del alima humana. Pero existe, en tercer lugar, una forma de pensamiento que se coloca Dor encima de la imaginacién ¥ dels intuleién, en tanto 230. w. 9. eon ‘ave putde revslar sus ideas a la conctencia libre con Imiyor eneralidad.y_ con encadenamianto necesatio, mejor do Io quo es poste en el arte, Me reflero Pes mie. Sih embaro, bo oto apr, es forma potiea esta condenada a 1a astracein; queds forsada a derenvalverse en el Fensemienta poro, en Ia feneraldad simplemente Ideal El poeta ude sented Iinmado a expreaar el fondo flosfieo da uoa manera vive, bajo ana forma snimada por ls imaginaién y penclrada de rentiniento; intenta concebir y prodacit Gna plnture de las Ideas’ da eu espirita y de toda xine este grado pueden dominar dos modoa dierent: (Que is Imayinastn so eleve por encima de si misma, inteotando tivaliar eon el pensamiento especultive fin llegar a In lattdal y_precietin de ln exposicion ‘Mloasfien; enfonees Te poeala Tires ea el frute de le tefuetos de'un alma que lucha conlgo mlm, vielen: {ando sl are y al peraamfenlo, porque se sale de un dominio sin gear entrar en elotvo. "bien, que It Seflexiéa filasdticn sen capes de vivitar mediante el featiniento y de eoloresr mediante Ia imaginectn ot Penaatlentes clara 7 slotemdtieamente concen; a, puede susttur, como hace Schiller, el encadenamients ‘lenceo de lea ideas por el Ubre juego de In inagt- aacisa. SeeciOs TL CARACTERMS PARTICULARES DE LA POESIA LIRICA ‘Hemos considerado el cardcter general de la poesia liriee, Nuestra tares setual eontiste en agragar a esas prineiplos generales el estudlo de los puntos de vista particulares y de los principales aspectos bjo los eua- les puede eonsiderarsela, poetics 1a 10—Primeramente, nos ocupatemos del poeta tirico, 20—Debemos considerar a continuacién la obra rice producto de su imaginacién. '30—Indisaremos finalmente las eopecies que nacen de Ia idea general de la ropresontacién lirica, I. DEL OETA fzico.—Como se ha visto, Jo que conatituye el fondo de la poosia Vriea es: primero, las Ideas referentes a a totalidad de In existencin; segundo, a multiplicidad de Jas cosas partieularos, Separados, ‘ambos elementos son simples shatracelones, Pare offe- cer una individualidad viva, deben rounirse en un nicleo comin, que es el alma del posta, Este debe, pues, Tevelarse conto centro y verdadero fondo de la poesia icles, sin sear no obstante a Ja scel6n real nb in llegar no obslante a la acca real ni ponerse «, ifaseiones dramatices, Su funcion go So ae or bageaie gee emmaTer, ne aes io nipmnga on ae ane EE, _ue-soa-a-iama, Yoanediante e) eval se esfuerza por exeltar isusles sem- ‘\Gnjentox.o impresionss_en_¢] elit de) auditor, “Abtora bien aunque esta manifestaciin se dlrige, en efecto, a un auditor, puede ser un simple desborda- Ilento de slegria o dolor que te alivia en el canto y ecupor taf la serenidad, También puoie provenir de tina necesidad profunda de no guardar para sf mismo los mayores sentimientos del alma y los pensamientos rms sublimes; pues, qulenauiera que pueda eantar y ser poota, sta ee su misién, y debe cantar. Sin embargo, en modo elyuno quedan excluidas Tas circunstanclas fexteriores nila expresa fnvilacin. Pero en semejantes casos, e) gran poeta litico ge ibera répldamente de su fema’propiamente dicho y se representa a si mismo. ‘Asi, para atenerme a un ejemplo ya citado, Pindaro {fue solistado freeuentemente e cantar a tal o eual ven~ ‘ceder de los jucgas’de Grecia; inclnso recibié por ello Ginoro, en varias octsiones. Y ain embargo, se pone él tL eantor del vereedor, en lugar de su héroe; y entonces, fen las libres combinasiones ae su imaginaciéa, alaba las hazafias do los antopasades, reeuerda Tos antiguos mitos o expresa aug profundes pensamicntos gcbre Is vida, la rigueza, el poder, sobre cuanto es grande y me eee’ ser Konrado por Toa hombres, sobre los elevades atributos y encantes de las Musas y, ante todo, sobre la dignidad del poeta. Si bien honra al héroe en sus cantot, mediante la fama que le forja, es €l mismo, el poeta, quien quiere hacerse ofr de ln posteridad. No es 1 quien tiene el honor de cantar a fos vencedoves, sino ‘que aon ésias les honredos con los eantes de Pindaro. Esta grandeza personal, que se eleva tan alto, consti- tuye la nobleza del poets lirica. Homero, en su epopeya, fsacrifiea de tal’ modo como individyo, que hoy 20 Tega ardudar de eu existenein, mientras que sus heroes cottingaa slendo inmortales, Les héroes de PUidar0, por el eonteario, ya no son més que nombres va: Pero €] mismo, que les ha eantado y comunicado su ‘loria, sigue sfondo inmortal como poota. La fama que ‘pueden pretender es algo asf como un apéndice del ant lien ‘Otro carécter del posta lirleo consiste en que toda su exatencia, al menos mediante las impresiones de que hha sido afeciada, esta representada en el conjunto de sus obras. Una necesidad interior Jo Leva a expresar fen tus eantos cuanto a0 desarvolla poétiesmente en su flma y en ab pensamiento, Bajo cate aspecto, so debo citar principalmente a Goethe, quien no cess de baest ‘Yoreos en todas Ins cireunstancias tan méltiples desu les ¥ larga vide. Pertenece también a Ia clsse de hom bres més notables a este reapecto, Reramenta 2¢ ha visto un expfritu tan eapaz de interasarsa en todo y una actividad tan variada, ¥ sin embargo, pese a esta acti vided infinite, vivia eateramente en sf mismo. Cusnto Je-impresionaba lo transformaba en imagen potties. Su vida exterior, e] particular caréctor de su corazén, iis bien cerrado que ablesto a las diaries ccupaciones, sus trabajos clentifices y los resultados durables de Sus Investigaciones, sus méximas morales, las impre- ‘ones que los acontecimientos diarios Ie produefan, co Poerrea laa vivas emociones, el ardor hirviente de su fuventud, Ja fuerza y bellesa de su edad madura, la sabiduria tolerante. de eu vejer, todo ello era para €l tema de {nsplzacién Mice, Expresaba los juegos mas féciles del fentimiento como los mAs 70dos combates interiores, berdndose de cuanto oxperimentaba mediante la ex: resin, ,_ Dex rors ufsico.—En euanto sl poema lirica, dade la riqueza de au modos de eoncepelén, de sus for- ras ¥ temas, hay poens prinelplos que establecer; pucs, fungue ente domino no pueda eludir Ins leyes gener Ge Ia bellesa y del arta, el eardcter personal que le dis- fingue ace ilimiteda ia esfera-de sus géneros de re presentacién, de estilo y de tone. Por consiguiente, Dora anesto fin es sufleiente eon tratar la euesti6a 4e Ia diferencia entre el tipo general del poems lirica y le epopeya, Bajo este aspecto, subrayaré solamente Jos puntos siguientes: 1° Unidad del poema Uric. 2 Bl mado de eu desarrollo. 89 Forma exterior: la ‘medida del verso y el procedimiento de exposiciin. Ot 1—La fmoportaneia de Ja epopeya en el arte, sobre todo de In epopeya primitiva, consste menos en ia por; fecciGn total de la forma artistlea que en ol expirita nacional que comport “La obra Iirea no debe fntentar esta tarea, También 1 alma del poeta es un mundo; pero, no puede conser= var su eardeter original sino en tanio que sas impre- stones tengan évdividualided, La multiplicldad de ob- fetos no queda excluida; pero no debe salir, como en la fpopeya, del fonde mismo del tema, sino que debe apa- reeer en tanto que vive en el recuerdo del poeta 0 nace fo su fecundo talento de combinacion, ‘eel alma del poeta Jo que debe ser co sueraip ei sincro wage ES cong verdadero prlacipio licica, Pero nai no es Una Unidad purament abstract, sino que es Is sustancia simple de la pe Sona, o bien no representa més que la multiplicidad a own mon, de pensaniontos,sentimtentos e impresions,euyo laxo lds Oniemente en la unidede identidad de 70, ae 1ns contiene en esto moo como un simple vce, or tanto, para que el pena ico tenga verdadera nldad, fe necesita, en primer lugar, saa siasein ‘do aim determined; denpute a poeta dbo idetiicnrse con set incl y encore. nal Ueanats at evi so peneamionto un to lmao ena expres Sando slo aqello que rote de extasiuacéa 0 8 cla foveal {lo mis perfectament lreo bajo osteaspecto es un seatimtente del corasén conentrado eu an stuseion barticulsr, ya quo el corazin es lo mas ftimo y por Eando del alm, mantras que ln refleisn y dense rlento, orlentador a las verdades generics, "pueden Garr féciento enol género dddticy, as como ft finscién, demasiado preoenpada por lo sustancal de las cosa y de im acontectclenton, tendo elevetae fl too érea — 2?— Tempoeo hay mucho que decir respecto al lig tas ance Glones gevarales Ja mata dee eopsia ey e&tiende_y remifica_en todas : sore Dome aie mate ae an desaroie por a moma, de manere indepesdiente. Dot ‘contrat, on el posta liico es ef sentztent y Is feflenion quienes alrnen el mundo exterior y lo ivf cin. Ente élo es epneebide y representa tn tanta ‘ie to rfleja one lina se trannforms et ley in oe Bo din aie cin sic, ia pose Heir iets yor prliegio hi ancenraci abe ntentar a]afac princes mals nae ‘Gada SAE cone rs de las descripcionea © por 10 dtsarrolado dela expo: sicin on general Sin embargo entre a eosin mo 3 le claidad diooria,exlate una gran riquera de gras dos y mate are el poeta Tiree, No dese ear peo. celta Ta clavidad en la pintara de op objets exterores Por el contrarlo, las obras verdaderamente ‘Iie faquellas por lat cuales efreula la vids, representan ef ‘tema en gus elreunsiaacias extariores,y en cierto modo atraon a su oafera la naturaleca cireundante con sua eseres las, Es us: exaen ui qu se inian {olalmonte semejantes-descripelones.—PEro ea nie usb ge pl eterer terior y d8 a0 pintura i sing es acon ol al] fentmtanto ho Gespierta, ob In emocidn stmpétien. del coraain. Ds fuerte que no contemplamos tal realidad o tal objeto, tno el sentimfento que refleja y se revela en nosotros produciésdonos un sentimiento anélogo. El ejemplo Inés claro To ofrecen Tos romances 7 balades. Como ya hho dicho anteriormente, aon més lirioos cuanto mis fe Iimitan a subrayar en el scontesimlento reterido lo ‘que reaponde al extedo interior del slma del poeta, cuan- lo nos ofrecen su desarrollo por entero, de suerte que al gentimiento resuene en de una manera vive, Toda Pintura propiamonte diche de objetos exteiores, aun- {ue vivifieada por el sentiment, lo mismo que el and Iss extenso de tas situaciones interores, slempre som fen Ia poesia lirica do menor efecto que la fuerte conei- fin yin exprosion eoneentrada pero llena de sentido, ero‘debe emplenrloe segin un principlo diferente que poeta éplen, Para la epopeya, derivan de le propia {en de un todo, cuyas partes deben parecer indepe ientes. ¥, en cuanto al desarrollo de In azcin, figuran tomo medios de extenderla y comp obsticulos qua re- fardan su marcha, Por el contra, su Justifieacion Hiri tiene un caricter personel. En efecto, ef hombre ‘cigs t0plicgn sobre st mismo recorre mis ripida- renie au mundo interior’ Roccenda Tas elicunstanclas ‘Y slluseloces mila diversas, aproxima lo mis opuesto 3, fin extraviarse del sentimiento fundamental 0 dal ob: Seto general de su pensamionto, se deja Hevar lejos del tema que eautivaba au imaginacidn y su espiritu. Ahora bien; la misina vivacdad de concepciéa conviene tam- Ta imaginacién poétien, nunguo sea difiell dele aut 1 gu8 puede ae sitio episticamente en vn Poem Irien, Paro, en genera Ina digresiones, semis ‘due no desrayan ia unldad, ysobre todo les girve sore Drendentay, jan somparaiovayingenionago ete, ln Francine, raster, on ny sonar peetlesmetts pars ln poor cK "SpaMTen eT aio We TeaTONO-y de encadenamienta deus tdvan en el dominio poten puede ser cferente {tue en otros réteros,elaclisoopassto, En ener, Doosia lien, como Ta opopeya, no supone Ia marcha Evhiteaia cl pensrfenco coin ai el imple enede- damfento gle del pensnmiento eapeulativo expuesto, tnt rigor lenificg sino que ofrece igualmente feted que an manifesta por le indepentecea de ta8 partes, Pero para Ia epopeya esta Independencia pro- ‘iene de ia forma misma del mundo rely mientras que tl poeta iso a's Tor sentinientos ya fon pensation tor particulares que expresn el eardcer de una‘ llre Claposicin,Entonces ln sueescn do ideas pul tener tn curso tranqulo y poco Intersumplo; sf bien, en el Srrebato Isle el poeta puedo pacar iu iransicion de ina iden a otra, dando on movimiento en apariencia Gesordenado. Bn'oposictén ale rautn, que camina pete deniementa, en este fuga 5 embriagoer de a potion, tn este delrio del entusiasto, eh posta parece poselde por une fuersa que rige su valunad'y le arvebate, De tal medo corresponds este desorden dele pasion a elem tos pénacos de poeta lifes, que Horacio, por ejemplo on clelndahubidad, se ha esforzado n'varias ofa fe lograr os saltsestrevidor que aparentemente cue bran ta rarcha de lag Tea, 3P-—El Gkino pont reopet al poem Tio, cone sleme a solar eeeror Rout hallamos,prielpale texte el'mbtroycl-nompshaminto monet Se comprende Tclimeate que Ia medida mis conee- sient par ls epopiya ea el hexdmnetro, con su atcha firme 7 uniforms, al blen se aviv algunas veces. Pro, tare ls poesia lrea debemon exigir ls mnyor divers. Gad de metres, asf como Ta mds variada estructura poetics a terior. En efveto, ol fondo del poems lrico no es el ab- Jeto ea au desarfollo real, sind el movimiento interior Gel peneamiento del poeta, cuya igualdad © cambios, alma 0 agitacién, eureo trangullo © marsha impetuosa, ‘oben manizestarse en el moviaslento exterior de la me aida y de Is armonia de les palabras, mediante ls cual se revela el pensamiento, La naturaleza delos sentimien toa y el moda de concepcidn deben traslusirse en la me dia del verso; pues la inspiracién liica est en més festrecha relacion con el tiemp, como elemento exterior do la tranemisién verbal, que la narracién épica, Tam- bln debe dar forma artistiea a) movimiento de tiempo Pertenecen a estas diferencias la variada eucesign do largaa y Dreves en une desigualdad de ples ritmicos, las diferentes cesuras, y la formacién de estrofas. Pero es mis lira que esta manera de emplear In medida y el ritmo Ia varlaclén del eoaldo ea Tas pala bras y silabas: Agut tienen lugar principalmente la slitaracién, la rima y Ia asonancia, Ex efecio, en este slatema de versificaclén domina 4a significacicn de lag sflabas, el ecento expresivo que fe distingue del simple elemento material de las largas F laa broves, Y entonoss es el sentido espicitual el aus Getgimins darlin. a deearin-o a duienio dels yuidos. Ahora bien: sia eepecie de espiritualzacion ebguate dubica a la slpnficactén interior de las Da- Inbeas 3 a la preponderanela de las entoneciones, ae con forma enleramente a la naturaleza de la poesia lirica. "Finalmente, la poesia Liviea te apeoximna a la maton, e modo mis maFeada que con Ta Timi, por al hecho @ (que el lenpuaje deviens una melodia teal y un canto ‘Aproximacidn que se justifica perfectamente. En. efer~ 'e, cuanto mas fatimo es el tema lisieo y més undo sus ralces en el alms, més exign que e4 forma exterior conmuova vivameate los sentides. Por lo mismo que el fentimiento queda en lo interior, su expresién debe texeitar exteriormente a sensibilidad con tanta més fuerza, Ahora bien: esta excitacién sensible del alma s6lo puede produciria la misice. Por esta razén, vemos casi siempre a la poesis lirica acompafiads de la misica. Sin embargo, n0 debe omi- three une graduaclén ecencial en esta alianza. Con las ‘melodiss propiamente dichas se eroareja bien le poesia rica romantica, sobre todo la moderns. Bsto se aplica prineipalment a Tos cantos donde el sentimiento es lo ominenta, y en los cuales 1a misiva debe reforear y ‘desarrollar eee eco interior del alma. Es asi como, por ffemplo, Ia eancién popular pide un acompafamiento ‘usieal” Al contrario, ls eanciones, olegias, epistolas, los sonetos, ete, no hallan fécllmente compositores en Jos tiempos modernos. Bn efecto, cuando el pensse lento, Ia reflexién o incluso el sentimieato, legan ea possia a una porfocta exposicién, obtiene Ia exprestéa hhablada una mayor Independencia, y entonces no se ‘muestra ten eapaz de une intima unin con la misie Por el contrerfo, cuanto mis concentrado es ol senti- Imlento que quiere expresarso, més necesita el sovorro de la melodia. IIT, Ds Las rsrecips op rorsia uitica, —Ya he rmeneionada algunas que forman la transicién entre Ta narracién épiea y la verdadera poesia lirica. En el ex ‘remo opuest también se puede mostrar la aparieién el géncro dzamitico. Pero el poema lireo se aproximna a la vitalided dramética tinicamente porgue, sin legar fs accién animada y llena de canflictos, puede presen- far Ja forma dialogeda. Desdenaromos, sin embargo, fostas tranticiones y ospeciee mistas, para considersr Drevemente las formas donde se manifesta sin mozsla slguna el principio peculiar de la poesia lirica. Se dis- tinguen por la diverse posieiin del pensamiento del poeta frente a su tema, Hons, Drateansos, Satoi0s.— El poeta borra de su sentimionto y pensimioato toda idea particular y personal, para absorberse en la contemplation general e Dios 0 de los dieses, euya grandeza penetra en ‘alma y anto loa cusles parece olvidaree de sf mismo. Los himnos, ditirambor y salmos pertenecen a este g&- nero, que toma incremento de diversas manoras, segin los diferentes pueblos. Me eontentaré con subrayar, de Ja manera més somera, las diferencias siguiente. El poeta, qulen se eleva por encima de los limites de sus propias situaciones, sean fisicas © morales, y do lag ecncepeiones que s ellag ee viaculan; quien toma por ebjeto lo que #e le muestra a 61 ya la nacién como fer Inflnito y absoluto, puede reprecentarse la Diviale dad bajo una forma positiva, y desputs celebrar su poder y grandeza, haciendo eenlble su imagen tal como fe dibuja en eu pensamiento. Son do-esta espocio los Imnoe que ba compuosto Homero. Bstos cantos refies tren situacionas © historias mitoldgicss en slabanza al dig en honor de] enl so han compuesto. No estén con cebidot de una manera simplemente simbéliea, sino Aesarrollados bajo una forma clara y sustancial, que reeuerda Ja forma éplea Un modo inverse ¥ més lireo e9 el vuslo dtirémbico, ta elevacjén del alma religioss, que turbada por la fuer- za de su dbjeto y como deslumbraéa por su esplendor, fe alente incapae de dar una Imagen y repressotuclén tensible de su objeto, y aélo puede car gritos y exelar ‘maciones sobre el particular. Liena ge au esencia y ‘poder, entona slabataas e himnes de slagria para eel bar Is grandezs infinita de aquel en el eual so absorb y sus manifestaciones, en cava magnifieencia rovela, fog tesoroa de su divinidad, Les griegos no se han quedado mucho tempo en tales exciamaciones e invocasiones, dentro del eirclo de sus feremoniae religioras; lezaron a interrumpir estos Impulsos del alma mediante sithaciones y accienes ae- ‘terminadas y mitieas, Estas representaciones, mercls- dag a Jos canto lirleos,egaron a sex poco a poco lo principal. Desarrolladas bajo 1a forma de una acciéa Completa y wie, formaron el drama, que a su ver reco- tid como parto fntegrante los eantos irleos de les eoros. ‘Al contrat, este vuelo y osta elevacin, estas asp raciones, lamentaciones y gritos del alma hacia el solo Ser donde hala el fin supremo de su pensamiento, la Euente de todo poder ¥ verdad, de toda gloria y grane ozs, la hallargs como earicter general en varios sol- nos sublimes del Antiguo Testamento. Semejante clevacién o sublimidad Iilea supone un pensamiento que, mds Bien que absorta en ol objeto Gonereto, e¢ exalte a ai mismo. El poeta se eleva a ua ‘entusiasmo indeterminado, se esfuerra por revelar al fspirita 7 al alma lo que la palabra no puede expresar. En ravén de esta vaguedad de pansamiento, Ja imag rnaclén no puode representarse el objeto inaccestble a fos sentides en su belleza eerena. En lugar do contem- plar el mundo com mirada serena, el expiritu se repre Eente lag exstenclas exterfores en su conjunte, sin egularided i leyes fijus. Y de igual modo que, en cuanto al fondo, no logra coordinar sus ideas partie tes, tampoee en la forma exterior emplea otra cosa que tun ritmo arbitrariamente entrecortado y sobresaltado. ‘Los profetas que se alzan contra las faltas del pueblo juéio hablan ya.en el tono fundamental del dolor. Sus amentaciones por ls altuaelén de su pueblo, por su ale- Jamiento de Dios y por su cafda, el ardor sublime de fi eelo y de su eélera patrigtcn, ya eo aproxima més al génevo parenstieo o de exhoriaeléa moral Pero, en ls tiempos posteriores, comparado al fuego do esta santa indignacidn, ol calor artificial dela imita- tfén resulta frio ¢ inanimado. Ast, por ejemplo, varies ‘eantos de Klopstock eompuestos en el género de Tos hime fos y slmos no llegan a elles ni por el desarrollo, se- reno del tema religioso ni por la profundidad de pen- tamlento, Lo quo prineipalmente revelan es la tentativa, Go clovarse al infinit8, Ahora bfen: conforme al pea- fsamiento del moderno recionalismo, solo logran hacer patente Ia deeproporelén entre Ia potencia incompren= bible, In grandeza y 1a majestad de Dios, y la impoten- tia, tanto més manifiesta, do la {nteligencia Iimitada al poeta. poetics ut LA ODA. —Fn un segundo grado co colocan las espe cies de pocsia lirica designadas bajo el nombre general 40 ods, en cl sentido moderno de la palabra. Aqui, a ‘iferencia det género precedente, aparece como caricter Gominante le personalidad que se manifiesta como a pecto principal, y que puede hacezse valor bajo un do- ble aspecto. ‘En efecto, yor wn lado, el posta escoge, como prece- dentemonte, un tema importante: la gloria y a ala benza de los dioses, de los héroes y prineipes, el amor, Ia belleza, el arte, i amistad, ete, Su alma ae muestra hasta tal punto desbordada yor el tema que, en su en ‘tuslasmo, parece dominada, arrebatada y subyigada por st sole fuerza. Si asi fuera, entonces al toma podria Aibujarse y desarvollarse de una manera cbjetiva e in~ Alependiente, on una imagen plistica o épica. Pero si, por el contrario, & precisamente su persona y sv gran fleza propia fo quo el posta debe representar y expresar, fs se adueda del tema y Jo modifica profundamente, si Interrampe e} cureo do su desarrollo para mezslar con 4 sus propioe sentimientos y refleciones, de forma qua no domine al objeto, sino su propia inspiracién, bien ‘que penetrada de ese objeto, en ese easo tenemos toda ‘ia dos aspectos enteramente diferentes: por una parte, Ja fuerea arrebstadora del teria; por otra, la libertad el poota que lucha contra el tame o intonta aduefiarse o dl Ahora Dien: es este combate, ese esfuerzo inte rior, quien principalments hace necesario el arranque Yy atrevimiento de lenguaje y de imézenes, el aparente Gesorden dela estractura interior dl pooma, su marcha frregulas, las desvinciones, lagunas y broscas transi Clones, El posta zevela Ia elevacion de eu genio me- Glante Ia superioridad con Ta cual es eapar de resolver ese desaeuerdo con porfecciéa artistia, ereando un todo fen si, pleno de unidad, que, siondo obra suya, le eleva por encima de In geandeza do su objeto. ‘De este género de inspiracién lirica han ealido va- ras odas de Pindaro, EI soplo vietorioso que las pene ise “GW. >, mpomy tra so manifiesta también en el ritmo, ala vex animado, variado ¥ sometido a firme medide. Por el eontrario, Horacio, presisamento on los lugares donde quiere elo- varee més, resulta may débil. Su habiidad imitadora intenta vanamente disimular la finera do una compo- ‘lcion donde todo esté ealoulado, Pero, por otro lado, el toma no tione necesidad de ‘eer austancial e importante por st mismo. El propio poeta, en cu individualidad, es de tal importaneia, que Deesta a ebjeter insignificantes, por Jo mismo que los hhece tema de aus poesias, dignidad, nobleza 0, al menos, spran interés, Son de este género muchas de las odas de Horacio La CANCION, —Toda Ia infinite diversidad de sen- imientos y de pensamiontos ivicos ge deaarrolia final: ‘mente en el dominio de Ia cancién. También es en éta, por consecueneia, donde el eepirity particular de 1a briginalidad del poeta se muestran de Ta sacidn precisa. Sin embargo, se pueden distinguir, como ‘mis generale, les siguientes En primer lugar, lacondién propiamente dich tanto ln destinada a ser cantada comp Ia deatinada a get tara reada, En lla no son necesatine muchos ideas ni ren deza y elevacién del tema. Por el contratio, la digaidad, Ja nobleza, Ja gravedad de pensamiento, serfan un obs ‘culo al placer do manifestar inmediatamente sus im- presiones. La espontaneldad de Ia alegrin y del dolor, ese cardcter particular y personal del seniimiento, of precisamente lo que debe hallar su expresién en la can- clén. También es en las canciones donde el pueblo se ‘encuentra mis en sf mismo, se daleita y complace con redileetin, ‘Tomando su punto de partida on un sentimlento do- ‘terminado, ao pata de un objeto a otro, como la oda, fen el dasorden del entusiaamo; en general, ae detiens exclusivamente sobre un solo objeto, bien sea una at ‘tuacién particular o alguna manifestacién determinads, ge alegrin o tristezs, cayo sentimiento o imagen nog ‘enetra y afecta, Encerrada en ese sentimiento 0 en esa situaciGn, no cobra el tono desigual de la inspiracién 0 de la pasidn, ni su atrevimiento de gies y transicio. nes, sino que’ conserva su calma y simplicidad. Esto ensamiento nico, presentado on uns cil eucesion e imagenes, unas’ veces mis coneentrada, ottas més amplia ¥ seguida, con un seompafiamiento de titmos aproplados para el canto y fells de aprehender, forma tun todo completo, Pero como el tema et casi siempre algo pasajero, no debe imaginerse que una nacién eante yuchos anos la misma cancida. Precisamente lt cane ign, en opasiciia a Ia epopeys, muere y renace cons ‘tanlomente. Hs un campo de flores que se renuera, cada primavera, La eanciéa naco y muere como e] sen- ‘imiento que la crea. Excita, agrada un momento y lvida inmedistamente después, Cada époea imprime aus canciones un tono nuevo que resend a pp, hasta ener en el silencio. Sin embargo, it eanciéa zo debe ser simplemonte Ia expreslén de Ia personalidad del poets, sino que debe tener un valor general, comple ciondo diversamente a todos. Por eso pastn de boca en bes. Las canciones que no son cantadas generalmente en sit tlempo, raramente gon de buens ly. Hay dos espectos diferentes en el modo de expresiéa de la cancién. En una, el poeta express. abiertaments ¥ con sbandono cuanto pasa en su eapritu, comuni= ‘eéndolo inmediatsmente ¥ sin misterio. Pero también puede limitarse a hecer adiviner lo que opzime sit co- razén, E] primer modo corresponds al orients, ¥ par tioularmente a Ia sorenidad despreocupsda, a In expan- sin libre de deseos de Ia poesia maiometana, Bl se gaudo, por «l contrario, respoade més a la concentra. tein fatorior que distingue « los. pueblos del norte, onde el alma, ea oprimido silencio, no puede Hogar Inasta les objeios exterires, aes. eo.» more Ahora, en lo concerniente & las especies partieulares de este Zénero, me limitaré a las siguientes Primeramente, las canciones popwarca que, en raxia de su espontaneidad, se mantienen principalmente en fl terreno de la cancién y son mas surceptibles de ser fantadas; frecuentemente, incluso necesita acompa- famionto, Tratan de las hazalas y sconteeimlentos ha cionales, en os cuales el pueblo tiene conciencia do a vida’y que despiertan sus recuerdos; 0 bien expre- fan inmediatamente los sentimientes ¥ situaciones do las diversas clases sociale, la simpatia del hombre con Ja naturaleza, Tas mis fntimas relaclones himanaa; resuenan en ela los més diverson sonidos de Ie alegr, de Is tristers, de las angustias del alma. En oposteiéa 4 las canciones populares, tenemes Ins canciones, que pertenecen a une cultura ms ries y varlada, Deseriben Jos objetos como los sentimientos que excitan, mientras el poeta se repliega sobre si mismo y analiza los im- ppulsos de su eorazén, Su libertad despreccayads, ofa Gilatactén del corazin y esa aatisfaceién de) alma que bbabita Ia esfera propia de la imaginaeién, da a muchas canciones de Anacreonte, de igual modo que a las poe sias de Hafis y al Divan de Goethe, In gracin mis bella y un earicter particular dobre inspiracién y do poesia. En toreer lager, la mayoria de los ednticos protestantes. Expresan Ja aspiraciéa hacia Dios, Ia ‘oraci6n, Ia esperanza, Ia conflansa, la duda, la fe, ete, ‘como digposieién del alma individasl, pero de manera general, do modo que eaog sentimientos puedan alber- sarse en al corazéa de todos. Al segundo grupo de la clasficasién goneral, des- puts de la cancién propiamente dicha, pueden eslocarse los sonetos, soztinas, slegias, epletols, ete. Estos mo- dos salen ya del cireulo presedentemente estudiado do Ya cancién, En efecto, ol eardeter inmediato del sent talento y de Ia expresién da luger a In reflexién y al pensamiento, que subsume las diversas fases de las cosas y las’ porcepeiones individuales y experiencia del eorazén bajo puntos de vista generales. Los italiae hnos, en particular, han dado eon sus sonetoa y sextinas lun ejemplo brillante de esta manera delicada de anae sar el sontimiento, Asi, en una situacién, et poeta no describe simplemente [as disposiciones del alma, fos tusplrog, el dolor, el deseo 0 las poreapclones d¢ los tbjetos exteriores eon coneentraeién interior, sino que se mueve Ligeramente en diversas direcciones, echa tuna serene mirada « la mltologia, a la historia, al pa- do, al presente, y sin embargo se repliega sobre sf Iiamo, a2 limita y te contiene. Este modo de desarrollo, no ofreee la simplicidad de In canciéa, nl le eat per~ tnitida In elevaclén de la eda. Esto Nace desaparecer fe eanto; pera, en comperisaciin, el Tenguaje mismo, feon sa armonia y sabias rimas, deviene una melodia Ihablada, Por el contrario, la legis puede conservar un ‘cardster ms Gpico, tanto en la medida de sus silabas ‘como en les reflexiones, méximas y deseripeiones de ‘pensamientos. Bn un tereer grupo de Ia clasificactén, ev eoloca ua odo particular, cuyo cardctor se ha manifestado re- ‘lentemente de Ia manera mis notable en Schiller. La ‘mayoria de sus poesias Iiricas, como Le Resignacién, Bl Ideal, El imperio de las gombrox, BL Artista, BI THieal y is Vida, ofrecen un carketer muy diferente a ‘das les especies citadas, Lo que particularmente ex~ presan es el gran pensamiento que constituye el fondo fe su tera, El poeta, sin embargo, no parece arrebe tado por un impulzo ditirémbico, ni lucha en su inspi racién con la-grandeza del tema. Se conserva duefio de i mismo, dasarrolléndose en todas sus fuses y en vie~ ‘tad de su propia reflexién poética; y eon sensibilldad ‘de amplio vuelo, grandiose amplitud de miras, fuerza Jerse de Ingusiey de Hmdgenes, Jo expren con fetilo leno de magnificencia y de armonia, en ritmas y rimas de la mayor seneillez, pero del maximo efecto, sos grandes pensamlentos o intereses profandos, Jos cuales consgré toda su vida, aparecen, en con~ ecuenela, como Ia propiedad mis intima de mes vir (1). IL. — La poesfa dramitica El drama, tanto por su fondo como por su form: cofrece Ia reunién mas completa de toda las partes de rie. Por consigulente, dobo ser eonsiderado como el ‘grado més elevado de ta poesia y del arte en general. En efecto, 61 en eposicién a los otros materiales sen~ sibles —Ia piedra, la madera, el color y el soaido— a6lo le palabra es el elemento digno do eorvir a la ex resin del espiritu, la poesta dramatiea, a su ver, es fl género podticn que redne la objetividad de Ia epopeya, ¥ al carictor subjetivo de la poesia liica. Expone una ‘ceién completa como realizAndose ante auestra vista, y Gta, al mismo tiempo, parece emanar de las pasiones ¥ de ia voluntad intima de los personajes que la de frrollan. Da igual modo, su resultado est docidido por Ja naturalesa exencial de los deseos perseguides, de eu ccardeter y de Ins colisiones en que ee enrolan. Pero esta eambinaclén del principio épico con el principio, Iirico, mediante la representzci6n directs de la persona Jumma obrando ante neestros, no permite que el dri 1a te limite a describir lo exterior, Io local, la nabe- valeza clreundante, ast como la accién y los’ acontes!- mientes, a la manera épica. Para que toda Is obra de atle offeace aparienela verdaderamente viva, exige su perfects repreventaciin escénica. Finalmente, In accién ‘misma, en su conjunte, por su fondo y por su forma, 23 susceptible de dos ‘modos de coneepeién absoluta nente opuestos, euyo principio general, sirviendo de base a lo trigico 7 a lo cémico, suministra los diferan- ‘as géneros de Ta poesia dramitiea. pl, Beziay lomas rene coe agen 1 dee non ‘hyeicisn Rediienpuede aspire eon eataje e8 cali Fostica ase Estos puntos de vista generales nos indican ta aulonte divisién de nuestro estudio: 19—Primeramente, tenemos que coneiderar ta obra araméticn en Ion caracleres —generales y partioulae res— que la distinguen de la epoveya y de las obras iris, 29—-A continuacién, debemos ditigir nuestra ate ida a ln representacién escénica y 2 sus condiciones 89—Finalmente, recorreremos los diferentes. géne- fos e pes dame,» tararocs la Moora do ou esarrola. GW. FP. HEGEL POETICA ESP SA-CALPE ARGENTINA, 8. A. CAPITULO 1 DEL DRAMA CONSIDERADO COMO. OBRA POETICA El primer tema que podemos desarvollar con slgia Aetalle concierne al aspecto poético de Ia obra drama. tion en si, independientements de su eseenitieacion y representacién teatral, A. eita cuestion se vineulag, como objetos principales de nuestro estudio: 1P—El prineiplo. general de la poesia. dramética, 29 Loe’ earacteree porticularee dela. obra dra- ‘spcciOw 1 DEL PRINCIPIO DE LA POESfA DRAMATICA {{uerz08 de estos personajes, las manifestacionts Jaa 10 ew 7 roe cardcter, su influencia reefproca y sus determinaciones, Droducen el resultado final de esta lucha, a cuyo tomulto de pasfones y acsionos humana sucede el repose, “Ahora bien: el modo de concepeién postica de exte nuevo. género debe ofrecer, como ya so ha dicho, la allanza y la conciliacién del principio épico y del prin- cipio lirica, 1. Det #5tA00 Ds SOcIDAD PECULIAR 4 1A Ponsa asicirica.—Une primera observasion so refiere & Ios tempos en los csien aparece le poesia dramaticn Y¥ donina sobre los dena géneroe, El drema ey prot Guoto de_una civiisncion_avanzeda~ Supone-hatenee ‘También debe procdario-el-ponsamients rie aa inspizacdy pean, aie, no poder Re Lista nngiio” de extos dos poseree lo reine AGOE-DUETT ETON EEC COnTntGN Ta pers 3 precio que se haya despertada y desenvacie In eclencia de Ios Tinos y mévilen de la olunad hus Zana, sof como la experioncie de ins complineones de tava y a conosimiento de log destnoy humanons Jo cual sto es posble ex les: épocas medias 0 tardies det proeso de it vida devin pasblo Por et pare as timeras empress y acontecfmiontosnecnnaes oh a0 haturalce mis pica goe dramética: enpedciota co Testivas, come nurs de Troy, Ins Ceuraday fay ervigraciones de puebon, Ix defensa el suelo nacional featra at nvasines eranjer, Slo ais tarde apa econ ao: heroes allados einepencionts, gue eon. en por st miso In fnaldad de une esi real- fan empresas persone TT, Attar peu reiNowrto ErIc0 ¥ pet, parwereI9 Linica’—Respecto aT segunda pants, Ta allanza Drincipio épiea y del principio lisieo, debemos conce- birlo de la manira siguiente: postica rnd La epopeva, en verdad, ya desarrolla una accién ante nosotros; pero esta aceién representa al esplrita nacio: nal en su sustancie y totalidad, bajo Ia Zorma de acon ‘tecimientos y acclones eterminades y objetiva, en Jas euales la volunted personal, el fin individual y la fuerza de las cireunstancias, asi como los bstéctlos exteriores, conservan' la misa importancia. Por el ‘contrarlo, en la poesia Ieiea es In persona quien, en su ‘yoluntad independiente, aparece por sf misma y ex presa los sentimientos de su alma, ‘Ahora bien: si el drama debe reunir en af ambos Dyptor de vista, ado puede ser en estas condiciones: GS inet ‘es preciso qt, coma la apa ar fresente wn acenteciesente, un Hechor eRe pero ese scontecniente, que eeguia un, cE Gob despojarse ahora de ri carder exferier-Como base_y principio, debe apareses la. persona moral-ap See igen ae ed dee epee, ‘Teehiimiento interior de manera lirica, en opesteléa on loa aconteelmientos exteriores: pone en eazeaa [os fentimientosy pasiones iatimas del alma, on su realian. clon exterfor. ¥ ash por sna parte, ol acontecimiento to parece nacer de Ing cireunstancias extriore, sito deh voluntad interior y del eatieter de los personajes: ¥ no tone tentido.dratmitico mia que por wu relacion ‘on los Sines 7 pasiones personales, Por ota parte, ain ‘embargo, el pervonaje no queda encerado en sf mismo, ce soitaria Independencia. Por Ia naturaicen e143 Sreanstoncia, en medio de las cuales se manifiesta fu eardster you voluntad, eat como por lads fin inci ‘ldual perseguido, se encuentra envuelt ep ona laches ‘en_otres personajes; deedo este tomenta, In acci6n ‘ofece complicaciones y colisiones que, a su vez, contrat ‘eu volontad y provisida, conducen «sn deveniaee, 3 fl cual ae manifesta la esencia propia y profunca de fos fines, de Ina pastones y de Jo destings humanos en tronerth Este elamento eurtancal 2s una de Tes fases Gel principio Gpieo; 28 manifesta de manera activa viviente en Ia poesia. dramtiea. us De ports ‘aunque el Womb moral y su natura- “ae fatima seen el eentco dela repreentacin draml- Aiea tn no puede contentarse con simples sftusciones Hirgas nt eon roctadoe mds o menos petétcos de Clones pes $ senumtentes, en low cuales el hombre exté Inactive. Enel rama, us atasciones aio tienen sentido y valor Dor al carter d los personajes que pone de relive 7 Dor les fines que estos persigven. Los sentimtenton de. Tenpuluaday dl sina hotzana tomate STE Salar colonel ae orounstancias exteriors, y ast Se aoleingy ¥ restora Te forma. Gl, Pero ef se- ciopiitedes, ar ligar de-vesfiamse como un simple Scontecimienfo,enclrra en sf lon desoos y eefterz0s Sv In voluntat humana, La acen eset misma volume fa persigulendo su fin, teiendo coneencia da restl- fd’ inal. La contocuacias de tos hechos venetonan. Sobre ella, Esta perpetun relacion de los azontecinien- {econ al eticter moral de tow personajes, que fos crplicn y consitaye sv fondo y sustancla,e¢ el prin: Sie, ropiamente halan‘o, rio ela’ poste arse Fe de_este modo Ia acsién_spars bee, Coos teat ear de Tes tntaeones 7 oat Tenfos do Tos personajes, quienes ponen toda su ‘egtencia en Ta prosecuction de #05 ‘sccuencta taribitn_deben responder de todo To (coda EI Feroe dramiticn leva en i wilsmo los frites ir propios arlos, ER Parco a interts eo alrigeexclusivaniente ala finalided de Ia acelén, euyo personaje principal es {1 héroe, y es suficfente con introduclr en este espes- ‘éeulo solamente las cireunstancias exteriores en rela- cin esenclal con esa finalfdad, el drama es, en princl- pio, més simple que la epopera. En efecto, por un lado, Dor lo mismo que la accén reposa en la libre determi- ‘actin dal cardter y debe devivar de esta fuente in- terior, no tiene en eu base tod una concepelén dol so. ase, ae ‘undo que se ramiflgue por todas partes: ep lint ‘ih poles nitro do eicusmtaneas Teeriniaatiac es salforde-Wa_cuney Tos personajes marchan aes ante gu fin To relies Adenia, here Does 9 1g ofrece un comjunto completo de cualidades maciona- “Tes, com on Ta epopeya, suo solamente un earicler en relaciou con Ta-aceiin y con su fin determinado. Esto ‘in, que es To-esenelal, domina el desarrollo del eardctor individual, que aparece como su érzano viviente ¥ st faoporto animado, Un desarrollo més amplio y variado, ‘que estarfa sin relacién o solamente en relacién alejada feon la aceién ssf eoncentrada en un punto, seria cosa peti, enue de elo que_en_o_eaneraiente_ a individualidad de loo peroonojes, Ta poesia dramdtiea ‘ambldn debe cor mae concentrate -y- Simple ae ‘possla Gplea, Ocurfe igual cone” numero ¥ dIversTORa Ade Tos personajes que aparecen en escena. Puss, como fl drama no representa Ia vida nacional en ou totalida, xno debe ofrecernos en expecticulo, en su variado con: Junto, los diversos rangos, edades, sexos, profesiones, ‘testers, sino dirigir constantemente nuestra atenciéa hacia ef dnico fin y su cumplimiento, Un cuadro més vaato seria una distracclén oclosa, ero adem, el tema o fin de una acelin no es dra iatleg sino en tanto que, por su earécter determinado Y¥ por la naturaleza de las elreunstanclas, produce otros, Interetes y otras pasiones opuestes. Bstos méviles y ‘pasionas puaden ser ideas y verdades morales, ralgio- ) Eng, los efornos prinelpiow del derecho, del amor y Ia atria, as-afecofones dela fariis. Para que eatoa entimfentos, gue constitayes la base de Ja vida hu- ‘mana, cobren forma dramétiea, es presiso que aparez~ fan en ay exclusivista particularidad y oposicién; de fal suerte que ta accion tenga que expeimentar obt- ‘tHeulos, entzatiraivarses-eonflietos y eomplicaciones de auten jie cTeMnNEMTncombationso Go modo diver 40 €1 éxito de las empresas particulares. El auténtico fondo del drama, Jo que produce verda- dots Sint Sac Tas ener Force an verdatn eo- e own mons oles, los dioses de actividad viviente, en general lo TURE lo verdadero; pero no en su majested tran- ‘quila y serena, en Ia inmovilidad de las imagenes es- cultérieas, sino el principio divino tal como so mani- fiesta en el drama de Is vide, como esencta y fin de la voluntad humana, influyende en sus determinaciones, indole impulse ¥ movimiento Sin embargo, si_el elemento divino constituye ta cesencia. més {ntima"y EF oeutto Tondo de Ta-aetivTa ‘Gigmdtica, entonces TaMpoeo puede depender of Fario Aeelsivo de Tos acontecimiontos, la solucién de las com- plicactones y conflicts, de los’ mismos personajes que Tuchan entre si, sino del principio divino o de la omni- ppotencla que les domina y contiene en su seno. ¥ asi, de cualquier modo que see, el drama moa revala Ia ac- eign viviente de una nevesidad absoluta que termina Ja lucha ¥ promueve las contradiesiones. TIL Dut posta peamtArico.— Por consecuenca, ante {odo s¢ Impone, al poste dramdtico que eres sem Jante obra, esta primera condieién: que tensa plea comprensién de Jo-gue ca las_pasfones, de las luchas y destinds Humanos. Debe conocer todas Tes opoaictonee”¥-complieatTones th Ins feales deba empefarse la aesién, y que, conforme a Ia naturaleza de las cosas, nazcan do las pasiones indivi- ‘uales y de Ios caracteres, dela finalidad de la empresa ¥ de las voluntades humanas, o de las relaciones ¥ eit- funstanclas exteriors, Debs ter eapar de resonacer fas fucrras morales que-Felamiatan @ distae de Wolabre seyie cuz actos Por consecuenels, al poste GGsnRINGS HE Tube Gittarae en un simple eamuebo af vineularse 2 algin sentimiento exclusive, a cualquier estrecha manera de santir y de concebir I ea4as, Debe ser ablerto y amplio de esptritu, pues las fuerzaa mo- rales, que se maniflestan solamente como diferentes en Ia epopeya conservando una significaclén indeter= ‘minads, se precisan y se oponen en el drama, ya que rive el Fondo general de poetics Cee constituyen el fondo del eardcter de los personajes y cn allos se individualizan, En efecto, el drama destraye lo que hay de exclusivo en ests fuereas, ya se muestren hostile, como en Ia tragedia, ya revelon inmediatamen- te su acuerdo y se concilien, como en la comedia. ‘Seectéy IL DE LA OBRA DRAMATICA nl xn damn como oa fet, to ines 2. cnn ha pun eins ae eee rn es eae cm a jestpoon Ines TEL ole de oroinny de deal. | Bail Unto acer ie dado tls media ans enes 1. De ta vsiay peamcirica.—La primera reele y la nile general que se puede extablecer cobre ls untdad Gramgtieg, se vincula a la observacién ya dicha? que Ta poesfa dramtiea, en oposiciin a la epopeys, debe encorrarse en limites mds estrechas, Puss, aunque tam- bién la epopeya tenga su centro y su unidad en una sccién individual, on ta ge explieita y en un terreno mucho més vasto y variado, toda una existencla na- ional, Ademés, la accién épica puede prestarse a Ia Introduesién de episodios diversos que parecen inde- pendientes, La misma apariencia de poco estrecha re- Inelén esté permitida, por motivo opuesto, en algunos sgéneroa do poesia liriea, Pero, como por una parte, en fl poema dramitico desaparece esta ampli base épice, y por otra, los personajes, en lugar de expresar sim- plemente su pensamiento solitario a Ia manera lirica, fntran en mutua Yelaei, poniéndose en oposieiin de cearicter y do fin —haste el punto do quo este rasxo 6 {individual constituya precisamente la Base de sus ex tencias draméticas—, so puede concluir de ello esidad de una unided més firme en toda Is obra, Bal ‘strecha-ecordinacion_de todan la pares es de at Hales cbjetia 7 subietive, al wlamo tempor obietiva, porque al fin-que-persiguenor-personejes-tene un {spesto stanly general; subystiva porque ez 7, * ‘rat mismo, aparece en el rama come pat_ Tin Maar y persona; oe Buen a fracas, foTetdad-6 Ta deabvacts Te vistors ola dex "Hota puTTENeCE RUMAH Hs personajes, TF HEE procaas, te ofrecen shora los prox ‘eptes conoeldos com lat tres wnidades de ge, tem poy acciin ‘USibAD DE LUGAR.— La ley que prohlbe cambiar de lugat TaPaHTE aT atrso de una aclén draméticn es una do cass reslas estreches que Tow franceges han stcado de a tragedia antigua y de las obtervacionea de Ari. titeles. “Atora bien; Aristtales die solamente de Is tragedia (Bodtiea, cap. VF QUE TEED Te Te EET Ho bs ‘exeoder de un dls pero no “ala para bade de Te Un GaQTETOGAFLS miemos poetas antiguce no la han Seguido en el sentido estrita o francés, Asi, en Lag Euminides de Baguio y en el Ayaz do Séfocles,canbia fugue de Te izenaEl arte dramdties modermo que, cuando doba Fepresostar upa-vies sicemin de coliio: nes, personajes o acontecimientos episédicos —en #6 feral, una_accién muy compleja—y tambien necesita tn lo exterior de mas ampli espacio, aun puede ple- ffarse menos al yugo de la identided sbecluta de lugar. Tia poesia moderna, que compone en el tin roméaico. indo variado y libre se ha Uberado de esta real ‘Pero si la acelin’ est verdaderamente concenirada en un pequeto miimero de grandes motives, de modo ‘Gee también pueda ser simple en Io exterior, no nest Sita cambiar de teatro y hace muy bien on desarrollarse fn el mismo lugar. En efesto, por falsa que sea esta esla convencional, por lo menos encierrt. uaa ee CAGE an justa? que el cambio continue de lugar deb Inoportaist puck: peimeramente, a consantraclon dra mitica debe manifestarse tambita en To exterior, en ‘padleton ae epopeya, que ee desarrolla en-un Waste espaeio 7 dea munata as vavladay yen segundo Iigar, diame fo se dirige, como la epopeya, a la sola garinaeldn; qatd hesho para ser-contemplado Ahora bien; sf por Ia imaginaclon podemos trasladarnes f cilmente de lugar, en un espectdevlo real no. puede cexigitse un mentis excesivo a la realidad visible. Sha- kespeare, que en sus tragedies y comedias cambia fre~ ceuentemente de lugar, habia colocado en escena postes fon efcritas indicando el lugar de la acclén. Esto es un mal expediente, y la accién no queda por ello menos se aulta toda oseiridad, Sin embargo, también se pu en conceder ls imaginacidn muchas ensas que son teontrarins a la simple percepeién de los sentidos y a Ia verosimilitad, material, El-método més. pradente consistiré siempre on mantenerse en un justo medio; fes decir, en no violar los derechos de la realidad, si observaria con estricta exactitud. TUNDAD_DB_THEMPO,—La misma observacién 2 apliea a a vnidad de tiempo. En verdad, el pensamiento Puede abracar sin dificulted une gran emplitud de tempo; pero, en un espectculo que se divige a la vista, no se pueden saltar tan répidamente varios alos Por tanto, sla acci6n es simple en su tema e intriga, vale saa iba el tebe que oa Oe te ache af eselace Si, por el contrarlo, reclama cavatiares ms Flos, cuyo desarrollo haga necesarias vari situaciones separadas ¥,sueesivas, la unidad formal de dovaeién, por lo demés ‘sempre-relativa y paramente convencional, es en si im. ‘posible. Quérer alejar semejante accisn del dominio de Ia poesia dramética, porque contradiga Ia unidad de tempo eetablecida como ley, seria erigir Ia prosa de la realidad sensible en jucz supremo de la verdad poétiea, 8 Se wv more Por otra parte, no debe voceatse tanto esta verosi- amilitud empirieay pues, precisamente, cuando ef poeta Se esfuerza por conformarse a ella, surgen por todos Tados las més ebsurdas y casi insuperables inverosimi- Titudes. ‘Unban ne acci6x.—lLe Gnica regla verdaderamente inyigable-te- Tr Soneern fonts a Ta wnlded eased aro, Ter Gut contiate esta Undead? Hay a eate Fespecto sds de una dleputa, Por tanta, explicaré su sentido de Ta manera mas precisa: Toda accion, en general, debe tenor un fin dotermt sa Pec acis ciee eT Gar én las complieaclones de lz vida real, y entonces el ‘campo de su actividad debe condensarse y limitarse. or tanto, es aqut donde debe buscarse la unidad: en Ja realizacién de un fin determinado y perseguido en medio de las eireunstanclas y relasfones particulares, Pero ahora, como ya hemos visto, las eircunstancias en In accién dramética gon de tal naturaleza que eada Dertonaje experimenta los obstéculos que le oponen ‘otros. personajes; encuentra en su camino fines opues- tas ai suyo, y quo también intentan realizarse, Esta cposicién ehgendra necessriamente conflictes variados sus correspondientes eompliezciones, Tig_sceidn dramitien se desliza, pues, esencialmente porn fut te cue, ¢ Tne sed eonjunto de con/lctos, y Ta verdaders_unidac ‘Bolg pede tener su principle eh ef movimento total, CSmneTe de tal serie ee eaiion principal 20 muestre eonforme al mismo tiempo eon los caracteres y con los desens de los personajes, y que destruya su ‘posteién "Este deaeulace dgbo ser, como Ja misma accién, sub- (ee eee Te Ep cviorior able Jotive en ef hetho de que,el combate de Jos fines opuestos halla en @ su fs or otra parte, e5- ado mas o menos puesta Iz volunted y Te existencia fe loe neronajey en ia epee Co ap peraiguen, ef éxito o el fracaso, Ta reallzaclOn come lets o insimpleta, la ruina nesaseria o la conellisci6n postica us paeffiea de sur deseos, s6lo determinan su destino en Guanto estin identifiesdos eon las acciones que ae han visto forzadon a realizar. ‘No habré, pues, verdadero desenlace mis que euan 0 a ae aoe fam acs con ol carttar des eronn » aber " Ademds, segin que la diversidad y oposteldn de tos ‘earacteres draméticos se mantengan simples o se ra tmifiquen en diversas acclones episédicas y en perso ‘nejes secundarlos, Ia unidad puede ser més 0 menos fatrecha, mas o menos relajeda, ‘Por ejemplo, la comedia, en la complicacién do sus Intriges, no nevosita tan fuerte condensacién como la tragedia, In eval, en Ja mayorfa de los tiempos, se des liza sobre un pequefo nfimero de motives y se distingue por st simplicidad llena de grandeza. Sin embargo, ls fragedia roméntien es, bajo este aspecto, més variada y de textura menos aprotada que la tragedie antigua. Por ello, el enlace de los episodios y personajes scce- sorlos debe ser féeil de reconocer. Y con el desenlace ela acelin proplamente dicks, el conjunto también debe ser mie cerzado y acabado, Asi, por ejemplo, en Romeo y Julieta la divieln entre familias queda fuera 4e Ta pasién de ambos amaantes, desu fin y de sus des- tinos; pero no deja de estar en la base general de Ia ‘eci6n, Por ello, aungue no sea el tema estricto de la ‘obra, Shakespeare Ia termina concedlendo a la reeon- cilliactin de sus familias una atencién menor y, no obs- tanto, necesaria TT, OncawtznctOn ¥_pesawnoto.—En evanto al desarrollo de In. obra dramétice, subrayaremos tres Duntor de, vista bajo los eveles ef dame se distingue fe la epopeya y del canto Iirico; a saber: la eztensiGn, J progresion y la division en actoa y extents: EXTENSION. (= Ya Temos visto Ta radi deque un [rami ap pide tener In extenslén de la epopeya pro piamente dicha, Asi, aparte de que no debe esbozar et fstado general del mando, como la epopeya, y de que fes simple la colisién que coastituye su fondo esenciel, {ndicaré otro motivo. La mayoria do las cosas que al ‘poeta épleo debe describir para Is imaginacién quedan fn el drama abandonadas & la ejecucién teatral, micn- tras que, por otro lado, es manos la accién real que la repreventacién de las pasiones del alma Io que consti- faye su sepecto principal. Ahora bien; si los acontesl= Iientos netesitan un ampllo espaclo para desarrollarse, fas pasiones, por el gontrario, 32 manifiestan en sim- ples sentimnfentos, sentencias, vesoluciones, ete. ‘Bajo este aspecto, yen opesieldn a la vasta extension de expacio y de tiempo necesarios a Ia epopeya,el prine ciplo-de ea y de la expresiin de as pasiones y pensamientos gp. reproduce también en chain Sip snbargo, Tn poeta dramitica no 36 Oo feuta cow Tn representacién de una sola situacion. Si bien representa el mundo interior del elma y del es- pirity, lo represents en sesién, en un conjunto de es- tados, de fines, perseguldos por caracteres diferentes, | yen los cuales éstos manifiestan los sentimientos ine J 4 teins conor ary sis enmtngeecegerde, | \ | { i eon sl poema I ia fe desarealn ata zsh poems livico, ol drama se desarrolla yadgulers ores proyoreionea, recorricndo un cielo Ta extenso. Sa pute deteeminar sta rolarin de-mandra-g30901 diclendo que Ta poesia dramésica.esté,en-cleria.mogo, | ciel fad hiete ents I extension de le epopeya yin | Seated is i ff EISHESGRE- Ue punto els importante ave tke | Sisidn taaterial del poema dramético es su marcha o | Drogreién exterior, en opesiedn a Ia de la epopeya. | Como ya hemos vista, el carécter de la forma épica fexige na marcha Tenta y entrecortada de descripciones, elardada mediante sconteclmientes que constituyen ‘otros tantos obsteulos. } ‘Pudiera parecer, a primera vista, que la poesia dra- | lea, ratice, deslizandace en In oposfelin de fines y:estuer- zos contrarios, debe admitir el mismo principio. Sin 151 embers, suede presaments I entra, La srogne: Seer ade cman deh ay poets Commu tects Is eietrofe fil Ta explain a ee ise far conattge a patie wa ey alent entncea, too cain rexfoersa sa Ya acl ie wo conf letra eo rte nono mayor exe aeeeuerso ene Soh Eutincntan tines stay ske ae dela sme a ve cin Gl dreiece'y te emp a ee aan ae aired Noel, no pede ect untangle apidr de poopresin ea ms ana be senss sar 'co: el poet damn debe deesrallar se Hees Se cass tine qu eet Peo Cece silica ave tle reosian a curso dela ee eas al eaves adatom SE menus ta avidin dal ae Tee ce il mado mts desarole aes eg motets pitas gue Fesien aaa nua el apvimieno dramatic, ete espesto, pa decla AristSteles (Poético, cap. VII) que ck oe eae a aa un hecho cnet necessrio, dstinto oy Hecho Gualquibra que le-eiga o preceda. Fl fin es lo cho_uaiguiera_que le siga_o preceds conteatio: es To que surge de To precedente, nenesaria- Seo ea eas sce 7 an embarEO 8 ‘eva en af mismo coptinuscién, J medio es lo que nace. ae a as abies ‘En verdad, en su realidad empiric, cada accion flene varios sntecedentes, De suerte que es difiell determi- har en qué punto so halla el verdadero comienco, Pero, como la aecidn dramétiea ge desliza esencislmente por fina colisiin determinads, el punto de partida conve- niente estard en aguellasituacidn en Ia cual el conflicto, ‘ongue no haya estallado todavis, debe desarrollarse ¥ ‘uministrar un vasto curso, Por el contrario, el fin esta rh aleanzado cuando el deceniace del conflicto y de 1a Intrige se cumpla en todos sus aspects. En el medio, en- tre los puntos de partida y de solucién, se cloea In lucha ‘elon interetea contrapuestos de Tos caracteres we ew. r neces aiterent 08 del poems draméticn, eomo momentos de Ia accién, son ellos mismos actioned y les conviene perfestamente la denominacién de actos, Al- ‘veees Joa llamamos pausas. ‘Numéricamente habland, todo rama ofreeé, de la manera més racional, tras actos, El primero expon nacimiento del eonflicto, que se maaifiesta vivamente (Gao combate y complication de intereses y pasiones e el segundo; hasta que, en el tercero, la opostelén, leva is alto grado, sf Soieione heserstiagasiee Be ‘refer abtigues, cove Ution Gel Giese eins: terminada, se puede hallar, como correspoadiendo tstaorganiaein, ls Flags de aul ola Ins sin embssga, cali pee oa an Toe epee suena acelin on tres aces Por e contri oy inc less, drancees yalemanes I dividen as bles ea Cinco icon La exponen respond al prime, og Wee intermediosprsenén las diferentes tclnes 9 tases ze, somplletsiones y combeten, ete eblo en el quite a5 llega la eolain au perfecto dosniace III, Dp 1A vioct6x, eu orALoco ¥ 2A StEDIDA DE Los Y5HS0s.— EI ultimo punto que nes-queda concierne a los medive exteriores, cuyo empleo permite Ia poesta dramétiea cuando se mantiene en eu domingo, Se limi fan al modo especial de diceién que le portencrea, y Gespués a las distinclones mis precisas de monslogo, Alélogo y a la medida de ls vereoe De ESTILO 0 DE LA DICCION DRAMATICA. —Como hha dicho ya,-no son los heches en af mismos fos ave cconstituyen el aspecto principal del drema, sino la ex- posieién del espiritu interior de la acelin, tanto bajo cl aspecto de los personajes y sus pasiones, de sus sen- timfentos y resoluciones, de tus eontlitos y revonelli ign, como bajo el de la natursleza general dela acei6n, de Is colisién que Te sirve de base y de ln catéstrofe final. Este espfrita interior, en tanto que la poesia se ranifiesta como tal, halla au expresion conforme al lenguaje podticn,expresiin mis Ideal de los sentimtens tor y de los pensamientos Pero, como el drama redne en af el principio de la epopeya el de la poesia Iris, Ia dition draméticn debe encerrar tambien elementos Htieos y elementos Spicos, BL lado reo ball Alsace eos pet aoreen iz concienela de su concentraeién interior; pero sin Iegar 4 las divexaciones sin fin, st quieren conservarse. en el terreno dramético. Bx opoaicién a exte tations ‘ubjetivo o sentimental, existe un patetisno objeto, Ae rectorda « au ver al elements gqioo- Consteray > tn lenguaje menos persona, y'sediige prinsipalmente ‘Jos espectadores, expresando lo sustanail de ag TaS™ } clones, motlvos y earactores, Tambien puede obme a ‘eanas yeces un Tono Tirfeo; pero adlo conta siendo Aramético en tanto que no te extravia de I scelln, En cuanto a la dleclin verdaderamente. dramtic, sla que muestzs mejor las situactone de Ios persona’ des en el combate de intereses, en el conficto de saa araceres'y pasiones. Agu! pueden aparscer en franea Simonfa fos, doe elementos ‘Una difetenci principal, bajo todos estos aspectos, se halin en el modo de expresiOn lamedo netwrat, en ‘pesicin a lenguaje teatral convencional y declama- toria, Dierot, Lessing, Goethe y Sehiler, en su uve fd, s0 inctinaron prnelpalmente a lo natural y reals pero esta naturalidad puede eaer féstinenta en la se aueded y protelsmo. Los caracteres no. desenvuclven rente el conjunto de Jos rasgon confusos que Tevelan fenlonees la sustancia deus almas y actiones, sino sol inmediatamente ia indlvidualida, sim tener conciencia nis alta de si mismes y de su sitoackin. Tomad hom bres sin educacién tal como se comportan én sus char: las y disputas: le mayor parte del tempo no salen de la situacinIndlvidoal. Son ineapaces de’expresar To que coastituye su fondo y sustancia ba grosera y la deli cadeza afectadss son equivaletes, Le verdad postics ‘embargo én otra esfora, en un mundo ideal, en el mundo del arte, Tales l lenguaje de Ia poesia dramétien grie- 4, e] adoptado més tarde por el propio Goethe, ys su manera, ol de Shakespeare, aunque Gee, conforme al fstado teatral de entonces, hubo de dejar parte del iseurso a la diserecién del actor y @ sa talento de invencisn. ‘RORMAS DEL DISCURSO: Couns, wowét0c0s, puALoGos, — Bl arama antigua ha desartollado particulermente ip diete delo ea a ae a sia_diforencia ge borra con loi modermos, pore lo ‘que en Ja antipdedad expania e] caro, ahora esta puesto ‘en boca de los propios personajes. Bl eanto del coro, en oposicién con les diseurses de los personajes ¥ su cardc= ‘er individual, expresa los pensamientos los senti- ‘mlentos generates de mode-aue tendan mi bea 3 forma_sustancial de Tas sentenciaa pleas al vielo ei. “Tos monslogos, en que el sentimfento exterior se ‘expresa por si mismo, tienen su lugar verdaderamente ‘dramatico en los momentos en que el alma ve repliega ‘obre sf misma y so abstrae de los sconeraanios ‘Pero Ia forma perfectamente dramatica del diecurso ’ es el didfogo, pues esol nico que permite expresar los) sentifaTentonrTs finalidad y el earécter de los personajes, bajo el aspecto particular y general al mismo tiempo, fen una palabra: eg el que hice progresay 1 ‘thorn bien, en el Sidlge ar rapes se 1s distincln de To patdticn eubjetivo y objetioo, ET prhe iro POTTOTe mse pede Perot eda, Ya se concentre en sf mismo, ya se exprese de manera aforfstica, ya se desarrollo ‘perfectamente y deeenes dene toda su violencia, Los poetas que quieren conmo- ver la sensibilidad utilizan particulermente este género , pues, en slafar de To earactevistio y do Io individual Ia realidad inmediata, levandola a la gene~ ralidad y combinando ambos aspectos; pues, en lo eon cerniente a Ia dicelén, sin abandonar el terreno de la realidad y_ sus rasgos verdaderos, nos hallamos sin patético. Sin embargo, el corazén humano se conmue menos con este patetismo que con el patetismo en el ‘cual ¢e desarrolla un fondo mas general y abjetive, Las fantiguos producian sus efectos trégicos. sobre todo mediante el aspecto objetivo del patetismo. Y sin em- Dargo, tanto como lo permite la antigUedad, no faltaba cn ellos el eardcter de In individualidaa nomana, TEA MEDIDA DE Las VEns0s. — Me contentaré con slgu- na observacién, BL metro dramético mis conveniente tlene_un josto media entre Ja marcha tranguila uni forme del heximetro y lag medidas liiess, entrecorts- dus y desiguates, Bajo este aspect, te recoends entre toitar eetro Amo; pues, por su ritmo progresivo, compat Teprogrésiva evoluciga de la actiéa, Los fespaflles utitizan Tes troquecs de cuatro pies, serenos ¥ morosos, que, ¥2 entrelazados con rimas consonantes ¥ asonantes, ya sin rima, se muestran eminentemente fdeouades a Tos desbordamientoa de una imaginacién grandiosa y a reflexiones sulilmente espirituales que mis retardan que apresuran la aceién; mientras que, para satisfacer un gusto peculiar por los juegos donde 0 despliegs sagacided lirica, se mezelan al dislogo 50 netos y octavas. E] alejandrino francés eoncuerda muy bien con el formalismo y retériea declamatoria de las pasiones, euya expresién convencional se ha esforzado fn perfeccionar el drama franeés, CAPITULO IT DE LA OBRA DRAMATICA EN SU RELACION CON EL POBLICO. DE LA REPRESENTACION ESCENICA Y DEL ARTE TEATRAL Secordn 1 RELACION DE LA OBRA DRAMATICA CON EL POBLICO Aunque las ventajas o defectos de 1a dleei6a y de la ‘medida de los versoa también tengen importenela en In poesia pice y en fa lirics, su importancia es més ecisiva en la obra dramétics. La razén de ello reside fen que ee trata de sentimientos, cavacteres y acciones que deben aparecer ante nosotfos en su realidad vie ‘lente, Una comedia de Celderén, por ejemplo, con todo fl juego espiritual de su diccién figurada, unas veces Tela de gusto y de finura, otras ampulosa y en suce- sion de metros lirios, alo diffeliments podria excite nos un interés general, a causa de la singuleridad do Ia ‘expresidn, por io mismo que la aecién pasa ante nuestra vista y est&n presentes los personajes. Los otros aspes- tas de Ia forma dramitica conservan igualmente una relacién més ditesta con el piblico al cual se dirigen. Echaremos tne rapida ojeada sobre este cuestin ‘Las obras cientifieas y lop posmas liricas 0 épicos tienen, en elerlo modo, su pablico especial; o blen, es tun pillico Indiferente y, por decirlo ast, accidental, en cuyas manos eaen seme}antes excritos o poesias. Sucede {Ge modo muy distinto con las obras draméticas. En fefecta, aqui aparece un piblico determinado, para feual se debe componer, y que esté aht presente, depen

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