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ent FRE "ity, nt Sem Juan David Nasio La Mirada en Psicoandlisis Juan Davie Nasio: Ante todo quiero agrade- cer a las numerosas Instituciones, todas ellas muy importantes en nuestro ambito psicoanaliti- co, por haber auspiciaco este sermminario, Para mi, psicoanalista argentino, es realmente un honor muy sentido que el trabajo que haremos juntos estas dos dias reciba tan prestigiosa reconoci- miento, Ghiiero Inchair en este agradecimiento ini- cial a tres instituciones que no son psicoanaliti- cas, pera que contribuyen al desarrolla del psicoandlisis en la Argentina. Me refiero a Jas tres casas editoras: Amorrortu, Gedisa y Nueva Vi- sion. Pero, ademas, hubiera sido imposible reunir- nos hoy aqui sin la estrecha colaboracion de mu- chos colegas y amigos, no sdlo de Buenos Alves sino de Rosario, Tucuman, Cordoba, Mar del Pla- ta, ete., que estan hoy aqui presentes. Es toda esa colaboracién la que ha permitido la organiza- cién ¥ difusiém de esto que nos retine, haciéndola poslble. Algunas de las cuestiones que vamos a tratar 1S han sido propuestas en el marco del Seminario Psicoanalitico de Paris, y ese material —parte de él- ha sido establecido en su versién espanola con la ayuda de la Sra. Ana Bedouelle. Tengo a mi cargo, entonces, la responsabili- dad de dictar este seminario, pero no puedo decir que me pertenezca exclusivamente. La prepara- cién de estas reuniones ha sido tan intensa que ustedes, desde donde se hallan sentados, no pie- den imaginarlo. Ha sido un trabajo muy intense, lleno de mo- mentos agradables y dificiles, al punto que diria que este seminario pertenece también a los siete colegas de la Comision Organizadora. Quisiera nombrarlos: Oscar D'Amore, Ana Maria Gomez, Graciela Graham, Susana Jonis, Liliana Lépez Santiso, Elisa Nudman y Aida Saks, quien acaba de presentarme. Yo diria que en este instante inaugural mi palabra es también la de ellos, A partir de ahora lo mejor que podriamos esperar, lo que yo les pido a ustedes que esperen es que esla palabra también sea la de ustedes, que no sea solamente la mia. Muchos de los que estan aqui presentes han participado de otros seminarios, de otras activi- dades que hemos realizado conjuntamente, Uste- des saben que en un seminario lo que se juega, fundamentalmente, es la posibilidad de que haya un intercambio, que no se trate sélo de la pala- bra de quien lo dicta sino que esté presente la palabra de ustedes, de modo que se cree un Am- bito de trabajo compartide, Esto es lo que a mi me estimula, Para mi el seminario va a depender, 16 na tanto de lo que yo ya preparé sino de come lo reciban ustedes. Por eso les pido, es mi deseo mas firme, que infervengan, pregunten, observen, que hagan ca- mentarios. Creo que un seminario no es sélo in- formacién, implica dos cosas mas: primero, la posibilidad de ajustar el sentido de términos y nombres que habitualmente empleamos, este se- minario deberia ser la ocasién para que aquellas palabras, aquellos términos teoricos que avance sean ajustados, precisados. Ver como los mate- jan ustedes, como determinan su modo de traba- jar la practica, como los inclayen en la elabora- cién tedrica, em su pensamiento, en la reflexion. Es decir, este inario tiene como objetivo no sélo informar sino también lo que yo llamaria ajustar el sentido de un nombre. #Qué es la construccion de una teoria? Yo ereo que la construccidn de una teoria_¢s un proceso de nombrar he experiencia, Una teoria se construye es gue defl- nen —nd Freud, no Lacan, no Melanie Klein-, son nombres que se definen en una comunidad psi- coanalitica, Y esos nombres designan, nombran un hecho de la experiencia, Ese nombre va a te- ner varios sentides y de pronto va a definir un campo de sentido, un campo semiotico que va a depender de la relacién con otros nombres de esa misma leoria. En sintesis, el proceso de construceiGn de 17 Proceng B® una eenghurce ds { - nombrar definir sentidos — ligar el nombre con otros nombres La segunda fumcion de un seminario es pa der ajustar el sentido de eses nombres ¥ ligar un nombre con otro, Sin embargo, creo que es incempleto pensar que exclustvamente sean estas las fumciones de un seminario. Ademds de informar y hacer un acuerdo, un ajuste -no encuentro palabras mas exactas-. dar contornos mas precisos a los nom- bres en el trabajo de dar sentide, entienda que hay otra funcién de un seminario, que es la fun- clén ideal, Muchos de ustedes hacen seminarios, los han hecho, los haran en un futuro, van a te- ner que exponer una reflexidn, una conclusidn, un trabajo, Lo mas importante cuande alguien Uene que dar cuenta de una reflexien es que lo que diga no valga por el contenido de lo que va a decir; el valor de decir algo no esta en ese alga que uno dice sino en el hecho mismo de decirlo, Para mi el valor mas prande de este semina- rio, Io ideal -a veces se logra, a veces no- es que el modo en como yo diga, el acto mismo de decir mi seminario, de hablar como lo haremos en este dia y medio, en eso, se juegue la transmisién, La ransmision se juega en el modo en como esta presente la teoria en mi, Porque en la medida en que eso Sea transmisible va a haber, en el mejor de los casos, idealmente, una fincidencia en el trabajo de ustedes con sus pacientes, Cuando hablo como estoy, hablande ahora, 16 mi intencion, que es totalmente imaginaria, es la siguiente: me dirijo a ustedes pero, ademas, es como si sintiera detras de ustedes a toda la gen- te, los pacientes, la experiencia que estan hacien- do en hospitales, en privado, en la ensetianza, etc. Es como una relacién en serie, como en las earreras de postas, hay un testigo que se juega, como si yo les pasara um testigo y supiera que ustedes lo van 4 pasar mas alla, y que, a su vez, me va a volver a mi. Es decir, hay un trabajo de relacién como en las carreras de postas. En una palabra, el valor del semninario —,por que no de- ecirlo?, es la que espero, lo que suefio, lo mejor- no esta tanto en informar, va esta bien si pode- mos ajustar términos, pero lo que puedo esperar come lo mejor es que lo que uno dice lo diga con tal fuerza, con tal acto, que determine actos en Fy eee entonces al problema de la mirada. La primera, observacién es, como me lo dijo hace poco en una entrevista radial un periedista muy culte: “gComo es que usted va a hablar de la mi rada en psicoandlisis si usted, como psicoanalis- ta, estA sentade en un sillén, el paciente recosta- do en un divan y no hay mirada en esa situaciin? A lo sumo el psicoanalista puede mi- rar al paciente que esta recostado, 2cémo SE €X- plica que usted piense en la mirada en psicoana- lisis?” Pareciera que fuese un tema poco impertante si nos limitatnos al momento en que el psicoanalista mira al paciente cuando va a buscarlo a la sala de espera, o cuando lo sahada para despedirlo. 19 | | : : , Es cierto que hay que marcar alli ya una di- ferencia muy importante: la mirada, en la expe- tiencia del andalisis, noes sinémimo de ver_en_el. analisis. Ver no es, para los analistas, lo mismo que mirar, En la experiencia del andlisis, en el dispositive analitico, no se ye pero se mira, y es- los son momentos muy presentes en la practica del analista. ; Entonces, en el dispositiva del analisis no se ve pero s¢ mira, Esto no excluye que haya mo- Mentos en que se ve, por ejemplo cuando el ana- lista en el sillan gira su cabeza y ve el cuerpo del paciente. Esto es importante, inchiso a veces hay que ver el Cuerpo del paciente, ¢Qué esta pasani- do, cémo se mueve ese cuerpo? Hay momentos en que, sin escuchar nada, el movimiento de la cabeza del paciente nos muestfa que esta Uoran- do, por ejemplo. Cudntas veces estamos escu- chando ¥ no nos damos cuenta de que el paciente esta llorande y al girar la cabeza percibimas que esta gimiendo, llorando. Se puede ver al paciente al saludarlo, al despedirlo. Son momentos impor- tantes en el andlisis, por ejemplo cuando Mega a la sesion y dice: “Hoy no puedo recostarme...", sof momentos de angustia muy particulares en un analisis y alli esta la vision, por supueste, no la excluyo y le doy gran importancia, pero aun ahi no se mira, Alli se ve pero no ae mira, En cambio, cuando el analista esta sentado en su si- llon sin ver al paciente -en el dispositive analitico clasico— el analista mira y el paciente también mira, Esta es una de las proposiciones que quie- ro hacerles. 20 La visién no es la mirada. El primer texto we lo distingue netamente es el seminario de los atios 63/64 de Lacan; sin embarga, un oftalmale- go tan ién les va a decir que hay distincién entre wision y mirada. Dira: ver es ver el mundo que ¢s- ta delante de nosotros y mirar es fijar la vista en un detalle, en un aspecto _partieular de aquello que estamos viendo, : Esta distincién existe en el diccionaria, en la teoria fisiolégica o en la teoria oftalmolégica y na- sotros la retomamos pero de un modo totalmente diferente. Ver no es mirar, pero diria mas: hace falta que la vista esté excluida del espacio de la sesion analitica para que la mirada tenga la ma- yor potencia, para que la mirada sea una mirada , poderosa. . aE asi: la ceguera parcial de los ojos, provocada por la posicién acostada en el divan, contrasta con Ja luminosidad psiquica de una rada inconselente, irradiante y esa mirada in- consciente esta en el nucleo de muchas de las manifegtaciones clinicas que conocemos, por ejemplo, los fantasmas, ¢l recuerdo encubridor, Jo ya visto, la ceguera histérica, los actos perver- os ola alucinacion visual. | i La paradoja seria: hace falta que la vision de los rostros, que la vision en general sea espacial- mente excluida para permitir que surja una mi- rada inconsciente, Esta mirada, nuclear en for- maciones psiquic pmo las que acabo de nombrar, puede surgir de dos maneras: sea como el acto de mirar, sea come la salisfaccian que ese acto procura. Es decir, (tenemos que hacer dos 21 grandes distinciones que, como toda distincién, son artificiales: a) por um Jado, Ja diferenc a entre mirada y vision, y yo agregaria: la diferencia entre Mirada y vision y la faseinaciér _b] por otro lade, vemos que ro del mismo término, “mirada”, existen dos senticdos que .se confunden comunmente en Ja lengua: ‘ler, sentido: la mirada en tanto que acto _percepiiva de mirar, Vean en el diceio- nario, alli dice: “captar con la mirada, echar una mirada™; hay algo del movi- miento activo, hay algo de la accion, del acta, | 2do. sentido: la mirada en tanto la satisfac: f elon del acto. Ya no el acto sino la sa- Usfaccién del mismo. En el diccionario dirfa: “miradas expresiyas", miradas que marcan talo cual cosa, tal o cual sentimienta, tal o cual posici 6n subje- tiva. La mirada. a 10 €s la, cra ait \ 2a nh ie esta implici- En psicoanalisis mantenemos esta distin- cién., La mantencremos a lo largo de este trabajo. La mirada come acto ha sido descripta por la teoria metapsicolégica de la pulsién en el texto de Freud Las pulstones y sus destinos, Alli aparece nitidamente como un movimiento, coma el mievi- 22 i acho, COmo la curva de un movi- ae ie Heme at inicio y un fin. Es decir que eae en tanto que acto, es coe desde apet ia come accion pulstoreet, la pe alaieel ae ae ee ear e una enerqic. Vayamos li mente. Empleo términas a los que yo aia ee adhiero, por ejemplo “energia”, pero pr OE ente vamos a ir centrando la cuestion, ae : io miso con el termino “satisfaceian” -que a - a la idea de energia-; van a ver Como Valmlos @ ener gue borrarlo. en nae entonces, en tanta que eepan clon, remile a la idea de energia, de la co fon ese acto, de la tensién de ese acto, ¥ es sae es una enerpia que se plerde a medida que ee se despliega. Esta energia na sdlo se Lear eo pase Ts caap uita wih In canancdel acho 5 ademas esta sienda Pals ne ep ou presente en todos les actos Sumieai inconscientes -la mirada, la voz. peer ae = siempre funciona del mismo modo. La ae re So acto es una energia que se pierde, que se i Pas a al mismo tempo determina, sostiene, man oh despliegue del acto, hace que el acto sé cumpla, Entonces: —mirada como acto es la curva del movi- mienta, ‘ er —miradea como satisfaccién de ese acto ce te ala idea de una energia que se pierde y que esta en el nucleo, que sostienc, que es causa —ésa es la palabra justa—. 23 Esta dltima acepeiin de Is mirada, como Sa Uslaceion producida y-productor de . la Us " maremos —de acuerdo con Lacan Mas ain Gia eens ¥ mas exactamente aur Bbjeto a. 4¥ lina energia del acto, Primern la Iamamos “tensién”, luego “satisfaccién" y aho. ra "goce", térming que pertenece a la tearia de Lacan, ° E Este término ya ene un sentido, Ya es un nombre, pero es Muy Vago. Preciaemos: f#oce ob- Jelo.u objeto a. Ya hablaremas de esto. Sintetizando: la mitacla qu : aparece, sea co: mp acto, sea come movimiento, ¢ una —la mirada agarra~ 0 ese acta, . Freud —para que tengamos un término oa. mun que conocen no 8610 los lectores de Lacan- Tamaria a esta mirada: energia, satisfaccién; la larmaria; “objeto de la pulsiin®: ta Mirada come objeto de la pulsién, Entonces, tenernas la mira- da como acta y come objeto pulsional 1a bi j mirada come acto pulsional ¥ como una Boz: foza éPor qué me interesa la mirada? aPor qué trabajo este tema? : 5 Esta es otra euestién siempre-presente cuan- do hago un seminario ¥ se trata de plantear: érespuesta a qué tipo de dificultad £8 aquello que Uno va a-decir? uCual es la pregunta que sostiene el trabajo? 2Se trata de un capricho? ‘24 No, no es un capricho, come ningune ue = sais « e trabajamos cada vez que elesimos es i: ah niribuir, a nuestra modo, con ¢ quidiar alge a con stinieuuceaie sega psicoandlisis. Los . merece ton HusstroE ae g n Jimagne Peter a personal, son “temas \ ae : al, son 1 s 1", Uno de los temas sintoma. ice rn eioees el fin del-analisis; El tema del fina . ace. sun tema manifiestamente tipico de c pelecrcort sintoma entre el analista que trabaja y que ic MeL prcbican des mirada me interesa y ial ; fs a ustedes, porque ya tie Tae ene ae formaciores pslguices mgs Damne de mencionar: suetios, fantasmas, a a s encubridores, etc, Me interesa ver co- ee ia waived surge, emerge en el analista cuan- ee ey eee psiquica, escdopica, visual, e . que hablo ocurre en el analista cuarwo escucha, mente, con una nitid gen que condensa de ignificacion inconsclent , er esta escuchando -q izas ae atravesado esta experiencia, hay qu ee una posicién muy particular de escuc. ase ante, sin que él lo controle, y sin que 2 mee ne su yoluntad, se le impone mentalmen oe imagen que esta ligaca -lo digo asi, dan Pere ala imagen de la significacién incons- ciente de lo que escucha, No #5 una imagen que representa las pala- bras o.el sentido de lo que esoucho: no, Es una imagen que no tiene casi nada que ver con lo que se dice en € de los enunciados del pa- ciente, es una imagen cornpletamente sorpresiva, casi anémala en relacién al sentido de |o que se eseucha, Esto no es muy frecuente, no ocurre siem- pre, sin embargo me parecid importante trabajar- lo, nombrarla, yes el punto adonde quisiera Me- gar; poder elaborar, entender, qué es esta experiencia de un analista al que se le impone una imagen de moda sorprendente, Creo que esta experiencia es una de las” expresiones clinicas mas puras del acto inconsciente de mirar y corre- lativamente una de las raras clreunstancias en analisis donde el goce de mirar se. el _psicoanalista bajo la forma de una imagen fas- cinante, espontanea, de extrema vivacidad senso- vial, Habiamos dicho: visidn-mirada y fascina- clon. Debemos comprender que el acto de mirar no puede desencadenarse, desplegarse y concluir, no puede haber goce de mirar ni acto de mirar st- no bajo ciertas condiciones muy especificas que llamamos las conditiones de la visién, La vision es el contexto en el que se desarra- lla, emerge, surge; la mirada; ¥ es precisamente en el carnpo global de Ja visién -formado de ima- genes~ én el que va a surgir la mirada en un mo- mento particular; el momento de la fascinacién, Frente a una cosa visible, por ejemplo este micréfono, la visién consiste en ta percepcion por 26 presenta ante e] yo de esta cosa, pero para el psicoanalista -a diferencia del oftalmélogo- ver no es ver una pee gino una imagen. No vernos Cosas, vemos ml: fe nes, El mundo que vemos -para el psicoandlisis~ 6 un mundo de imagenes, no es la cosa en si. ¥ ataae x soma: _no sor 16s ojos ear porales, el que ve es el yo. : poe, entonces, pereibe imagenes zy Aca vie- ne la eomplicacién-, imagenes que una vez ins- criptas en el yo, una vez recibidas: rT el yo, van a convertirse en la sus del yo. Es decir que entre el yo y el mundo se extiende una tnica mension, una sola dimensién continua, sin parti- elm alguna, sin ruptura, que Wamamos: dimen- A inaria. ee es la dimension imaginaria en estan Es la dimensién que se extiende entre el yo y mundo de imagenes. Es una definicién perfecta- legitima ¥ correcta. ; a Gass tn imaginarla es una dimension Gnica, aunque el yo crea que entre él y la imagen que percibe existe uma diferencia. Y es cierto, cuando yo estoy delante del espejo, me digo —nos decimos toclos-: yo no soy la imagen del espejo. Un nite ya lo sabe, es interesante cuando un mi- fhe comienza a darse cuenta de esto, cuande des- cubre que él no ¢s la imagen del espejo. Yo diria que ese momento no supone el descubrimiento de una verdad sino el descubrimiento de algo que es una mentira, Es el descubrimiento de una ver- dad para el psicdélogo o para el oftalmdélege, pera para nosotros, psicoanalistas, es el descubri- miento de una mentira, 27 Frangoise Dolto insiste mucho en que cuando el nino esta frente al espejo y lo toca, a la trade -que esta a su lado- le da la impresién de que el nifo cree ser cata imagen. Dolto dice que no hay que decirle al chico que su imagen es él, al contraria, hay que decirle: “ésta es tu imagen y la sehora que esta a tu lado es mi imagen”. No sélo el nifia deseubre esta aparente novedad —es- ta aparente verdad— de que él no es la imagen si- . fo que, inclusive, Dolio inaiste en que debe mar- carsele que él no es la imagen, Repito: nosotros no somos la imagen del espejo, esto es absolitamente cierto, pero desde el punto de vista del yo, la imagen es el yo. Des- de el punto de vista del yo, desde el concepto, la idea que tenemos del yo -que no es la persona que esta hablando-, el yo es aquel que esta car- gado de imagen, que es imagen. Desde el punto de vista de lo imaginario, la imagen es el yo. Sin embargo, cuando yo estoy frente al espejo me imagino -no hace falta ni que me lo digan— que yo ho soy la imagen, Esto de no ser la imagen es lo que comunmente se Hama alteridad espeeular, y desde el punto de vista psicoanalitico esta alteri- lad es falsa, En la dimensién imaginaria no hay alteridad especular porque el yo es tan imagen como cualquier imagen percibida. Hay un filosofo -Henri Bergson— que dice Muchas cosas que me interesan; es muy poco lei- do pere ocurre que me alienta, en primer lugar por su rigor y claridad admirables y, en segundo lugar, por ciertas cuestiones tales coro que en 190] era uno de los hombres que hablaba del in- 28 & gonselente; al mismo tiempo que Freud publicaba la Interpretaciin de los suefos, en ese momento Bergson estaba hablando del inconsclente. Bergson era un hombre muy especial que formaba parte de la Comisién de Estudio de los Fenémenos Parapsiquicos, en Londres, cuestion ala que en aquella época se le daba @ran impor- tancia, Este autor tlene una teoria de lo imagina- rio muy interesante, que tiene mucho que ver com jo que estamos diciendo hoy, y esto que estoy di- ciendo hoy es absolutamente lacaniang; un buen lector de Lacan coincidiria en que en la dimen- sion imaginaria hay una continuidad entre el yo y la Imagen. Esto es de la mas pura esencia laca- nana, En un momenta vuelvo a Bergson, Repito para que nos entendamos: hay una funcién de desconocimiento del yo. Frente a un hombre y su imagen en el espejo, tenemos varios puntos de vista: val 1) El del psledlogo o el fisiélogo que diran: “este hombre no es la imagen”. Es lo que hace la madre cuando le dice al nino: “Vos no sos la ima- gen", Lo que aconseja Deolto; alli Dolto hace la funcién del psicdlogo, y es justa, es lo que haria con mi hijo. Lo hacemos todos, 2] Desde el psicoandlisis, csa persona que ve la imagen no es una persona, es un yo, ¥ la imea- gen que esta frente a él forma parte de ese yo. El yo esta hecho de imagenes, Hay que imaginar a ese espejo y al yo no como algo separado sino co- moun continuo entre los dos. 29 Eivo no sabe, des 2. entonces. que fort ma parte de la imagen v que la imagen forma’ Parte de el. Lo que dice Bergson ~y es una Idea muy dificil de aceptar pero poderme: cerlo de acuerdo all recorrido que estamos Pract | cando- es lo siguiente: “yo no veo esta jarra, va estoy €n esta jarra™. “Yo, perceptor-percipiente, llegar a ha. estoy en la Imagen de la jarra,” Esto es muy inte. , resante para trabajar. porque en ta perspectivg de lo imaginario el yo es la Imagen percibida, e] _ yo esta en la imagen percibida y esta imagen per- cibida es el yo. : ; En una palabra, la visién se liga -psicoanali- ticamente- a la percepcién de las imagenes efer- tuada por un ser imaginario -el yo alienado en lo imaginario. Pero ocurre que las imagenes cap- tadas por el yo no son todas equivalentes, El vO no acoge, no recibe, no percibe todas las image- nes. Por ejemplo, yo estoy hablando, estan esta jerra, este micréfono, esa pantalla, ete, Yo los veo pero no puedo decir que quien los ve es el yo: el yo no percibe cualquier imagen, percibe sélo aquellas en las que &l se reconoce. Es decir, el ro percibe imagenes pregnanites, imagenes que, de Igjoa o de cerca, reflejan lo que él es, esencial- mente, 2 Qué entendemos por imagenes pregnantes? Pregnancia es un término que viene de la fe- nomenologia, y en particular de la teoria de la forma que, & su vez, esta infhuida por Husserl; también es una de los conceptes en los que se basa el matematico René Thom para su teoria de las catastrofes. Teoria matemalico-fisico-algebral- 30 ja para dar cuenta, formalizar, clertos ce a ae Te ewes un cambio en la evohicién en en una planta o para dar cuenta tam a -eg un ejemplo que siempre da— de la dife- neia que hay, desde cl punto de vista del Alge- “i entre el momento en que un animal cazador oat ala presa y el mornento en que se la come, ‘thor! sé vale para esto de la expresion “pregnan- ie ‘Yo no Je tomo ni de la teoria de la forma ni de la teoria de las calastrofes, me valgo de ella porque me parece adecuada para definir las. ime genes en las que el yo se reconoce. Digo imagenes pregnantes para diferenciarlas de las otras, ordi- nariamente visibles. La pregnaneia, entonces, es una de las tan- tas modalidades que adopta el sentido. No el] sen- tida en su acepcién fisiclégica de sensible, ni en su acepelén lingtistica de ser dentro de un signa, sino en su acepcion paicoanalitica de ser el efecto producido cuando una forma imaginaria -cual- quiera que sea~ provoca el placer de ajustarnos a ella y. Sobre todo, de reconocernos en ella. Lia- mames pregnantes a todas aquellas formas que adquieren sentido para el yo. En psicoanalisis la palabra sentido se resu- me en une solo: el sentido sexual, ; Todo reconocimienta del yo en esas imagenes pregnantes va a ser, en Ultima instancia, wn re- conocimiento, en tanta yo come ser sexual, Fijense la que hemos hecho hasta ahora. Supongan que estamos en una platea como esta. Hay varios telones en el escenario del teatro. Pri- 31 a Mma OT) LET AUTO ed 31 nda’ te “manic as, el mund ‘i : El segunda telén mundo de las Imagenes , el mundo es imagenes, Abro el segundo telin, me encuentro con un tereer telan y me digo: np solo el mundo no es cosas, no sdélo no es image. nes, sind que el mundo para el yo son sdlo ag imagenes en las que él st reconoce. imagenes pregnantes, ee Si yo veo esta jarra y digo: esta jarra la veg come imagen pregnante, en qué caso esta Jarra Seria una imagen pregnante? Seria una imagen ‘pregnante si de pronto digo: “esta jarra tiene ung forma curva y me hace pensar en un cuerpo bu. mano”; o digo —segunda varilante— “me usta porque cuando la agarre —liene una agarradera, incluso se trata de un problema tactil, la cosa es. la en agarrar— es igual a la jarra de mi abuela con la que servia jugo en él jardin", o Ita Me gusta el ruido del agua aj cae ellas son imagenes pregnantes aunqi llevado al problema del sonido'y el tacto, El ya percibe todas las formas imaginarias, sean sone ras, tactiles y, sobre todo, visuales, en las que 4 se reconoce. Reconocerse no quiere decir; “Es igual que yo", sino que ese objeto, de pronto, cobra wn sen- tide ligado al yo. Y sentido quiere decir: ajustarse ala imagen de ese objeto, reconocer en la imagen : de ese objeto algo que esta ligado a mi historia, a mi impresion, ami sensacion. 32 Alli el psicoanalista cira: ese sentido ca sé- xual, Se puede aceptar 0 no, pera cuando las co- ag se presentan de una manera tan clara, uno me has veces Se pregunta si realmente es acmi- ue decir: “esta jarra me recuerda un momento ae mi historia”, y que eso tenga un sentido se- ae marco la diferencia entre dar cuenta de un hecho y un problema de. la teoria, No hay que dejarse envolver por la teoria, hay que salir, Tru chas veces hay que volver al simple sentido co- mun del profane. Yo siempre trabajo con un pro- fana al lado para obligarme a dar una precision A ecta. ee amterie dira: “esta jarra no tiene nada de sexual” ¥ yo tendré que reconocerle que esa jarra, en algun mormento de mi historia no tiene nada de sexual: pero psicoanaliticamente ciré; ese sen- tido es un sentido sexual, y el yo es un ser se- xual, Un hecho producido puede evocar una forma en si ligada al placer o no. Si me miro al espejo y nome gusta tal marea en el rostro, me resulte placentero 0 sienta rechazo, no importa, igual se trata de un sentido sexual. Pregunta: Acerca de las imagenes pregnantes en relacién al yo ideal... (inaudible). Juan David Nasio; Su intervencién agrega un aspecto mas que yo no habia tenido en cuenta: es el problema del yo ideal que Lacan distingue siempre y Freud lo hace de un modo no siempre claro, Esto es interesante, Lacan dice que él hace el 33 a perfect 3 lo hace Aer! THOS COT tos ambigues sino que. a mi enten les Tego 4 Fred econ Le un trabajo de revelackéin ¥ formalizacién de las paradojas de Freud. Alli don. de Freud hace paradojas, antinomias que uno no 2; Lacan iz ombra de otro moro, lag realmente en su naturaleza echo al diferenctar el Yo Ide- Cuando usted habla del! ideal que entender si es referente al Id Ideal en Lacan tedrice a conceptos lig £ qal. instancia lar alo sexual - gamente- domina el campo psltaana de ¢ NOs en, 65a casa que se lama sis hay que acordar con lo que esta frontispicio: “Quien entra en esta que lo sexual determina, estA en el ce te campo". A ve somos psicoanalistas ¥ tenemas Ideas contrarias a ko que define el carnpo analitt- co, ¥ €s¢ campo esta definido por lo sexual. Hay dos especies de limites convergentes: uno es lo sexual -es una palabra vaga, indeterminada, a precisar~ y el oro es el lenguaje, Todo lo que esté 1 34 dentro del campo psicoanalitico esta determinado por lo sexual o por el lenguaje. Vamos al problema del Ideal del Yo y del Yo Ideal. Es cierto que el yo es um ser sexual; cato nes dice algo pero alin no es exacto y es lo que ahora quiero precisar. Segundo: usted dice algo mas, “ideal sexual". Yo diria: Yo Ideal. Lacan dis- tingue entre el Ideal del Yo y el Yo Ideal, El Ideal del Yo en Lacan es una instancia simbolica, no re- ferida exactamente a un elemento de la realicad psiquica particular, es un elemento con una cons- tancia que organiza, que da consistencia al orden de esa realidad psiquica, Es como un hilo que or- dena, un eje director que ordena la realidad psi- quice. El Yo Ideal, en cambio, es una expresién I. sada al dominio de lo imaginaria. El Yo [deal esta presente en la relacion del yo con la imagen, por- que cuande el yo percibe la imagen pregnante, esta imagen esta cargada -seguro- de una ideali- dad yoica, ea decir, de lo que yo espero, Si no me siento bien mirandome al espejo es en relacién a un modelo ideal, el ideal imaginario —no simbdéll- eo-, el Yo Ideal, Lacan va a decir que el yo siem- pre esta confrontade al YoTdeal, El Yo Ideal es la dimension esperada del yo, de reconocerse como él esperaria reconocerse, La que él espera, lo que él quiere, tiene mucho que ver con el Sujeto Supuesto Saber. Es la suposi- cién esperada del yo cuando se reconoce en la imagen, Eso es el Yo Ideal. Esta es una definicion para el mareo del seminario, trabajando en otras circunstanclas daria una definicion mas precisa. 35 En un jai y * TMQ Pera él narcisismo, 5} labia entendica bien qr : “uno plensa que el narcisisme es amarse a si mis- mo, da una definieién general, buena, que incl. so el ptofano aceptaria, Pero en psicoanalisis, armarse a si mismo no es el: narcisisma, El narcisismo, estrictatiente hablando, ¥ mas precisamente el narcisisme secundario, np eS amarse a si mismd, es armarse a si mistno, a raves de las imagenes, coro yo amo a mi sexg, KE] amarse a si mismo no es armarse a si; ese si que yo amo es mi sexo. Pero el si que yo amo na 6s mimiembro sexual, el si que yo amo es “yo se- xo”. El narcisismo secundario es amarse a si nis. ind a través de las imagenes, amarse a si misma come yo amo mi sexo, amarse a si mismo enten- diendo que ei si mismo es el sexe Porque el yo esta alli identificade con el sexo. Por supuesto, . tenemos que definir qué es el sexo, ¢Es el miem- bra genital? zQjué es el sexo? Falta una precision, pero ya el narcisismo secundario no es si nple- Mente aAMArSe & Si mismo. Esta es muy impor- ‘tante en relacidn a la neurosis, por el aleance eli- nico que tiene. Cuando esta claro que el yo es un ser sexual y que el narcicismo es amarse a si mismo en tante que el si mismo es unser sexual, uno entiende por qué el neurético es alguien que se defiende desesperadamiente para preservar al- #0, se entiende por qué el neuréties quiere desesr y. al contrario, rechaza el goce. 2Qué es un neurdtico? Esta es una definicién de bolsillo; un neurético es aquel que preserva, 36 rr desespera por dejar intacto su yo sexual, ec cae johee al yo, Digo que es de bolst- ilo porque st estuviéramos trabajando el deseo, r ejemplo, hublera dieho las cosas de otra ma- e 4. Incluso hace dos ames, cuande hicimas el ae sabre las “Formaciones de a”, yo habia dicho que el neurdiies es aquel que haces ae sesperadamente el deseo, porque no puede ni quiere estar confrontado a lo que seria su goce A reunion: entonces, preserva, lucha por 7 intacto. au yo sexual. Te chk veces cae idea aparece claramente eseuchando a pacientes, por ejemplo del tipa ob- sesivo, que son pacientes a veces difictles pars estim em una posicién reivindicativa, critica de. marco del analisis, dubitativa, que se quedan, que se van, que a veces hacen acting out, etc., son situaciones en las que slempre me surge esta manera de pensar al yo, como yo sexual que esta Tyad co. PO ai quiere decir preservar al yo coro 5¢- xual, ¥ que el yo sea sexual? Todo esto parte de la idea del Edipo y de la castracion, ' La castracién es una eae se ee za, cuyo objeto amenazado no es el miembro se- an io ei nasads en el nino es Ja calidad fuer- temente investida e imaginaria del miembro sexual. No esta amenazado el pene, sino cierto pene imaginarizado, investido fuertemente. ¥ lo que esta amenazado en la castracion es ese miembre sexual, que ya no es mas sexual, El lu- oF gar del miembro sexual es con Una gran carga afe I era dicho Freud—, con una gran carga Imaginaria, es decir, es el falo imaginario. Este pene cargado de fuerte tensign iinagina- ra se flama, en la teoria lacaniana, falo imagi- nario; el-objeto de la castracién no es el miembro sexual, es el falo imaginario, 5 ¥oO €5 url ser se- xual en la medida en que se identifica con el fale imaginartio, : Lacan hubiera dicho en una-frase completa: el falo imagirario es el objeto de una ecastracian simb6lica, Pero dejemos la castracién almbdlica; vayamos al falo imaginario, E] objeto de la castra- cion es el falo imaginario, es decir que no es el miembro sexual, es ese sexo que no existe come tal, que es simplemente ese lugar fuertemente in- vesticdo que se Hama falo imaginario: no es tam- poco el falo, simbélice, Es con ese falo Imaginario con el que esia identificada el yO) ¥ entonces, re- tomande la definicién, el narcisismo secundario sera; el amarse a si mismo a través de imagenes como amo a mi sexo, o como yo me amo en tanto que sexo, es decir, en tanto que falo imaginario, El yo es una sustancia imaginaria, primero que nada es imagenes, Segunda precisién: no sélo son imagenes ~Lacan decia que al yo habia que entenderlo co- mo una cebolla con capas imaginarias y yo agre- faria: no solo son imagenes sino que en el ntieleo de esa cebolla esta el falo imaginaria. El yo es un conglomerada de imagenes ¥ en el niieleo, en el centro de esa cebolla esta ese elemento que toda- Tat gad, 38 wie " objeto curioso que lama- oe ae eee si cual el yo esta icentt- pee Lo esencial en el yo, es que el yo & encial- yaa es el falo imagimario, Esta tiene para mi oT aortas eon respecto a la mirada. iz Pregunta: (inaudible). one Juan David Nasio: La cueslion de la re con la imagen, dando cuenta del movimiento, es fundamental en el problema de la mirada. : ic Pregunta: Con respecto al narcisismo secun daria, yo entendia que el misma era ae el lugar amable desde el objeto, otro, ser ‘j Be Me gustaria saber como puede relacionarse : con lo que usted plantea. Y, por olra ashe ca saba que esto supone un ideal de peed, en tendiendo por perfeccion este ser arial itt : amado por el otro... eneontrarse conec ene con 2 demanda del otro en forma constante, Este es “O, sacs crest No Hay varias cosas alli, Pri- mera lo del semejante. Para nosotros el seme- jante es uno de los mejores ejemplos ee imagen pregnante, ¢Cual es el mejor Saat c uta imagen pregnante? Cuando tengo de os 2 de mi a una persona en la que de algun mo : hay un sentido que se juega. Ese vrei toma la forma del amor, de una relackin de arm u odio, depende, pero en realidad la Laepied imagen pregnante, aquella que el yo selec oT en primer lugar, la que se presta ae 7 imagen del semejante, del otro, la imagen huma = En realidad ésta es una distincién artificial. 3g Yo creo que la im: do de las imagenes, en pregnante est4 en el miaan- en aquellas‘que son seleecio- nadas, Quiero decir que la imagen de esta jarra puede tener un efecto mas definido, determinan- te, que el hecho de que ef yo vea a alguien. jPor quer Porque me remite a ja jafra de la historia, etc., pero, por supuesio, lo que mas se presta es la imagen del semejante. En ese sentido, la ima- gen del semejante seria una imagen con la que et yo se nutte. El yo se-nutre con imagenes pregnantes, vive de imagenes pregnantes, es su alimento, eso es lo que lo compone tonstantemente. Pero en ese ir i venir, en esa circulacién de imagenes que van y vienen, por ejemplo yo hage un gesto com las ma- nos, ¥ 68 Una imagen yoica, No 6s una cosa esta- tica, liesa, rigida, es algo que esta constantemen- te en movirniento, que inchyso tiene que ver con lo sonore, con Io lactil, Sl yo taco, la manera de sentir tiene que ver con mi imaginario yoiea, es decir que el yo, en tanta se nutre de imagenes, no es solamente Io que ve. El yo se nutre de formas sensibles, sonoras, visuales, formas imaginarias de Jas que él toma sentido, En relacion al semejante: e] ¥o Ideal es aque- lla relacion-del yo con la imagen pregnante que no sélo supone una relacién de acuerdo, de ajus- te, de reconocimiento, sing que es una relacion también donde se esta em una especie de espera, El yo tiene un ideal imaginario con el que se mi- de; alli se Juega el problema de los celos, el pro- blema de la envidia. Son tedos fenémenos que podemos estudiar en este limite entre lo imagina- 40 3 rio ¥ Jo simbélico, es decir, en lo que Lacan hu- biera llammade: el seritida. ; El sentido para Lacan se juega en la relacion de lo simbélico con lo imaginaria, y lo que yo es- toy haciendo ahora, sin decirlo, es hablar de este limite, dé esta zona entre lo fmaginario y lo sim- police; me estoy refiriendo a ese aspecto, eatoy en esa regién del sentido, El sentido no es sélo reconocerse, el sentido noes solo obtener placer o displacer, odio o amor en la relacién con la imagen; el sentido también es medirse con una imagen esperada, y esa ima- gen esperada esta implicitamente determinada, referica, al falo imaginario, al yo sexual, al yo co- mo objeto sexual, come falo imaginario, Ese fala imaginario del que hablamos es una expresién que tiene que ver con la potencia y con la impo- teneia. No estamos todavia en el dominio de lo imposible o lo real, todavia estarnos en el dominio de lo tmaginario: primer telén, las imagenes; se- gunde: imagenes pregnantes; y abro el tercer te~ lan y encuentro que en el nticleo hay una cosa particular que pertenece a lo imaginario y ya deja de ser imaginario, que es el falo tmaginario. No sé si respondo exactamente. Usted plantea cuestlo- nes Telativas a la demanda del Otro y al neurati- co, que prefiera dejar en Iinecién de lo que vaya- mos Wiendo, Pero es clerta que el neurdtico es aquel que se defiende tal como defiende su sexo; es aquel que se ama como ama a su sexo; es aquel que se defiende en tanto que él es un falo imaginario que hay que defender, que hay que proteger, preservaT o amar. 41 me pasaba que gian er. mi iit las tomaba como distraccidn: al poco tiempo € pecé a darme cuenta de que no eran d hables ¥ empecé a prestarles atencidm: me di cuenta de que, si lograba poner en palabras esas imagenes, me servian para la escucha;: usted hablé de la significacién inconsciente, entonces pensé en la relacién entre el sentido y la significacién im- cansciente, en esa union de la imagen y lo simbd- Heo, Otra cuestion es la del sentido sexual, que todo sentido es sexual, Lacan dice que e} sentido eS sexual pero es un sentido aparente; para mi esto es muy enigmatico. Ctra cuestién es la del ¥o Ideal y la relacién con las fantasias infantiles; yademas queria plantear que 18 imagenes, las imagenes que le aparecen al analista, me da la impresion de que son semejantes a la formacion de suefios. Juan David Nese, Si, claro, ¢s una primera, global, aproximacion. Si-usted quiere lo pocemoas dejar para mafiana,.¢s un poce lo que yo pensaba tomar.al final de este trabajo: el analista y esa Imagen que le apar Varnos a ver come segui- mos el curso de la distribucién del trabajo, pero -en principio pienso hablar de la imagen en el analista, que fue el punto de origen de mi interés yom inqutetud por el terna de la mirada, En La- ean hay una diferencia muy precisa entre signifi- eacién y sentido, La significacién también es un efecto: las dos cosas son un efecto, es decir, algo que surge en un encuentro de elementos, El sen- 42 tido es el efecto que surge en la relacién del yo con la imagen y que se juega en el encuentro de dos sistemas: el imaginario y el simbdlico, _Dénde esta to simbolico en esta relacion del yo con la imagen’? Lo simbolico esta en el hecho de que a ese yo relacionado con la imagen, y para que ese reconocimiento del yo con la imagen pregnarite pueda tener lugar, le hace falta estar inmerso eo una estructura simbdélica, hace falta ue haya una instancta que es el Ideal del Yo, del que hablAbamas recién. Ustedes reconocen el esquema optico de La- can. Entre otras lecturas del esquema optico, es- {a el hecho de que el esquema Optico ilustra la re- Jacién del yo con la imagen pregnante, y ésta esta cobijada, delerminada, organizada por un ele- mento simbélica que es el Ideal del Yo. El sentido de esa relacién imaginaria del yo con la imagen puede ser un efecto con la condicién de que esa relacion con la imagen esté determinada por el Ideal del Yo. 4Qué otra situacién habria? Supon- gamos, por ejemplo, un esquizofrénico; un joven econ un problema hace una boujfe delirante: se mira la mano y dice: “La mano esta grande, la siento grande, la veo grande, mi mano esta gram- de" -lo que es muy comin en este tipo de afeccia- nes-, Alli na puedo decir que hay sentido sexual; yo tendria que preguntar: ges ¢sa una relacion con la imagen de la mano?, 4e5 ésa una rela- ei6n alucinada con la mano’? {Cual es el lugar de la estructura simbdélica? gCual es el lugar del Ideal del Yo en ese momenta en que el muchacho dice: “Tengo la impresion de que tengo la mano y 43 tes” c a imag diria que es-una relacion —habria que tra- 4, habria que pensarla- que, en todo caso, ponde exaclamerite a ¢ delinicidn rigyy- rosa que estamos dando del sentido como sentido sexual; tommandea como referencia que el senti- do es el efecto praducida én ta relacion del yo con una imagen pregnante, a condici6n de que esté Incluido en un medio simbélica. Traducctan de Lacan: el sentido es aquel que se juega en la rela- elén de lo simbolico con lo irnaginario. : favamos ala signifleacian; la significacién ea otra cosa. La signifieaciGn inconsciente, ademas, es una éxpresiém que cuando yo la escribi, titu- beaba, porque no me parecia la mas exacta, pero en la primera pagina es dificil decir exactamente lo que une plensa, eso puede hacerse reclén al fi- nal. E: i significacion inconsclente, pero la ex- presioOn justa seria: cuando es imagen que surge cuando escucho la cion msciente de lo que signiticacion inconselenie « una frase que merece correc signific, inconsciente no esta en la significactin de las pa- .labras, ni tampoco en la significacion inconscien- te del suefio; no, la significacién inconsclente en Lacan es sindnimo de sujeto del inconsciente, es el efecto que se produce cuando hay encuen- tro, ligazém, vineulo entre un significante y otro significante: es decir que la signiticacién ea una cuestién fundamentalmente de lo simbdlico, es un efecto de lo simbélica, Son buenas distincio- aalu, cual es or Be Ad nes para poder entender, Evidentemente, no hay gignificacion coma efecto de lo simbdlico si no es- jan dadas las condiciones imaginarias, las coridi- ciones reales, ete. de la realidad psiquiea. Es de- cir, tendremos que cormpletar toda la estructura, ios componentes de la realidad. Entonces, la significacién es una historia, es una cuestion de lo simbdolico; el sentido es el efecto de la relacion de lo simbélico y lo imagina- ro. En suma, el yo no percibira indistintarmente cualquier Imagen sing que seleccionara sélo aquellas en las que se reconoce, y al reconocerse rendraé el placer o el displacer de amarse u odiar- se, es decir, de crear sentido, Es por esta razon que ver -no mirar, ver— es sinonimo de prever, de imaginar lo que uno espera; ver es siempre esperar aquello que se va a very no hay sorpresa en el ver, porque se trata de algo que se relacio- na con el reconocimienio, entonces nunca hay sorpresa en el ver; se trata de estar siempre a la espera de encontrar en la Imagen de las cosas vi- sibles ¥ pregnantes nuestra propia imagen. De estar a la espera de encontrar en la imagen preg- nante, en la unidad de la imagen pregnante, nuestra unidad de individuo, de encontrar en la distancia que nos separa de la (magen pregnante -lo que llamé alteridad-, de encontrar en la alte~ ridad el sentimiento de que yo soy uno mds, €5 decir, el sentimiento de alteridad, y de encontrar en ja relacién con esa imagen pregnante cl placer @ el displacer que esa Imagen nos provoca. En una palabra, ver esta ligado a la relacion del yo con las imagenes y en Ultimo andlisis a la rela- 45 clon del yo consige mismo en tanto gue ser se xual, S La vision del yo es en realidad triplemernte falsa, triplemente trampasa. El yo se equivoca | ines veces: en primer lugar, el yo se equivoca por- que él cree que no-es la imagen que percibe: no- sotros decimos; el vo és la imagen percibida. Se. gundo error: el yo no sospecha tampoco que en el nucleo de ese mundo de imagenes que él percibe ~en lo central de esa relacién imaginaria~ esta el falo imaginario, es deeir su propia esencia; enton- ces, SU Segundo error es no saber, desconocer, que es falo imaginario, que es ser sexual, Tercer error! el yo no sabe, desconoce, que ese falo ima- ginario, esa esencia sexual en la que él consiste, en realidad es una imagen muy especial, pertene- ce al dominio de lo imaginario, con una pelicula, con una superficie translicida que cubre, oculta, muestra, recubre el gore -la lhido, para hablar en terminos freudianos; ya vamos a trabajar el problema de la libido ¥ el goce- una pelicula tranalicida que cubre y recubre el goce, que le da luz ¥ lo anima. Que anima al yo como ser imagi- naria y a este goce que mantiene unidas las ima- | genes reflejantes, pregnanies que lo envuelven. Repito entonces, el yo desconoce, una: que é] es Imagen; dos, que él no es sélo la imagen que ve, pregnante, sing que ademas es um ser falico imaginario; y tercero, tercer desconocimiento: el yo desconoce que lo que sostiene y anima ese mundo imaginario es un objeta, un gore que esta como atras, lo que le daa esas imagenes su con- sistencia. a : 46 ise. Si volvemmos a Nuestra alegoria del especta- dor que esta delante de las cortinas, tentamos las erties del mundo en si, la cortina del mundo e ; en, la cortina del mundo imagen pregnante, ee tne de una imagen especial -que es la aoe en falica, el fato imaginario~ y ahora abrimos la cortinia, Ja tiltima cortina, si pudiéramos abrirla, esa cortina ¢s el fuego, es el goce, ya no es cor ina, ya es el fuego: el escenario se esta Lote do, es el incencio, es : oy ath coma § é og en una relacion c i pee ee ahora al problema de la fascina- cion, La vision mo es la mirada, ver va che are tras a la cosa, es decir, del yo a la imagen de a cosa! mejor dicho: de la imagen falica que esta en nosotros a la imagen de la cosa; ver va del yo imagen falica, falo imaginario— a la imagen de la cosa, Mirar, al contrario, es un acto provacado por una imagen que viene de la cosa hacia noso- tros, sin, ger esta imagen la imagen de tal o cual cosa visible, sin ser mi siquiera la imagen preg nante de tal o cual cosa visible. Ver va de mi ha- cia la imagen del mundo, imagen pregnante; mi- rar, camienza con una imagen, una imagen especial, es una imagen deslumbrante, ya no es pregnante, es deslumbrante, 8 una imagen cone fusa, casi un destello que ni se ve. Contrariamente al ver, el mirar se despierta fuera de nosotros, es el resplandor Intenso de una luz intermitente, de la reverberacion de una lug intermitente, de un foco luminose intermiten- te que no sdlo nos alrac sino que nas confunde, que nos ciega y disuelve el yo imaginaria que so- a? mos. La mirada sur lane Somos encediecl dos por el encanddllarniento de wn foto de lu; brante, trraciante, puntual; um foca de ing prov niente de la pantalla reflejante del Otro, E pantalla reflejante del Ouro puede ser el espejn, Puede ser una persona que tengo delante de mi, _ Puede ser toda una imagen global. La pantalia ve- flejante det Otro, ef, Otro superficie sobre el cual se reflejan las imagenes, es la cortina de la que hablabamoes hoy, es todo el marco del escenario ¥ las cortinas. Es en esa pantalla reflejante del Otre donde surge una luz que titila, Et mirar, entonees, no nace en mi, en el vo, sino que sorprende al yo; primero somos como .Mmirados desde fuera, somos como despertades por esa pequena luz que nos encandila: atencion, digo que somos despertados ¥ en realidad hay que decir las dos cosas: somos enceguecides por la luz -el yo no ve mas- y al mismo Liemps somos imaé hacidos que nunca en el inconsciente; hay algo en el inconsciente que se pone en mareha mientras que €l yo esta como confuse, enceguect- do, eneandilade, no entiende. Sin embargo, esa chispa, ese punto de lug vibrante, irradiante, in- lermitente, que me ericeguece y que despierta un mirar interne, un mirar inconsciente que ya no tlene que ver con el yo imaginario, puesto que és- te esta enceguecido, no ve mas-, ese mirar in- consciente es un acto.pulsional, es un movirnien- lo, €8 una accion, si quieren, que no responde a la chispa. Estos son puntos dificiles. La chispa lo despierta, el mirar la chispa de afuera de la ima- . fen reflejante del Obra, de Ja pantalla del Otro, 48 despierta el mirar, pero el mirar em si mo es una respuesta ala chispa. Es decir que no es come el arco reflejo. El arco reflejo es una estimualacion, y. yo hago asi, y la excitacion desaparece. Aca To; la chigpa me estimula pero el mirar no es una res- puesta a la chispa. Varnos a hacer un esquema de esto. Entonces, el mirar no 6s una respuesta auto- matica a la chispa ni una reaccién que busca apagar el estimulo, como ocurriria en el modelo elasico del arco reflejo. No; el acto de mirar es un acto inconsciente, desencadenado por una luz que viene desde el Otro, desde fuera, pera cuan- do se cumple ese acto se desarrolla un movimlen- to cerrado sobre si mismo, trazado en las dimen- siones simbdélicas y reales de las pulsiones inconscientes y no ya en lo imaginarlo del yo. En resumen, la vista, la visiém, aprehende jas Imagenes pregnantes, mantiene esa relacion continua bajo la égida de una sola imagen nu- clear, invisible y referencial: la imagen falica o fa- lo imaginaric. Eso es la vision, y el dominio ahi es fundamentalmente imaginario, La mirada, en cambio, opera cuando una luz exterior centellea, titila, ¥ nos impide ver; digamos asi: cuando esta- mos legos en la conciencla, miramos en el in- conseciente. Esta frase retoma una frase de Freud que algunos de ustedes conocen, y Freud, a su vez -para mi gran sorpresa— dice una frase que retoma de Janet, de Plerre Janet, que fue un dis- cipulo de Charcot. Justamente estudiando el preblema de la mirada en la histeria, me interesé mucho leer 49 ee ce qué dice Freud, qué pasa con la ceguera ea, por ejemplo, y cuando hice eso ae me ocurri4 ira vera Janet, puesto que Freud cita a Janet, y me encontré con una fuente riguisima de expe- Tiencias, de maneras de pensar, y me di cuenta hasta qué-punte muchas de las postulactones de Freud retoman posiciones de Janet; no quiero de. clr con esto que haya coincidencias, pero es ex- traordinario leer a Janet y descubrir muchas po- siclonea que luego aparecen en Freud. incluso, a weees, frases muy cercanas, : ' Esta frase que cito ahora: “Cuando estamos ciegos en la conciencla miramos en el inconscien- te", esta en un libro de Janet, él lo dice casi tex- tualmente, ¥ es una expresién que Freud toma en su texte Concepto psicoanatitica de las perturba- clones psicopatolégicas de la utsifn, No sé si ten- dremos tiempo de hablar de la mirada en la his- térica, pero en todo caso Janet es una fuente riquisima para trabajar ese problema, Pedemos entonces decir que la mirada no se confunde con la visién, pero hace falta la vision, incluge el extreme grado de la visién, el grado de deslumbramiento, el grado de encandilamiento, el. maximo grado de visién, para decir: por fin aqui hay una mirada, Pedemos afirmar entonces que del mismo modo en que el inconsciente se actualiza en las fallas de la lengua, un lapsus, por ejemplo, del misma modo en que el inconsciente esta alli en el lapsus en la lengua, del mismo modo la mirada se inslituye en estas fallas en Ja visién que Nama- - mos fascinacién. . 50 = Repito: del mismo modo que ef inconsciente esta en el lapsus, la mirada esta en esta falla de la vision, ya na es una falla de la lengua, es una falla de la vision que Ilamamos fascinacioén. La fascinacion &s el modo en el] que se actualiza, es el modo en que se manifiesta, la emergencia de una mirada inconsciente, La mirada irrumpe cuando un resplandor fascinante se recorta sobre el fondo imaginario y estable de la vision yoica. Pero, gen qué consiste esa imagen que fascina, en qué consiste ese destello? ,Que es esa imagen fascinante? ¢Qué es este brillo capaz de concen- trar en él toda la luz, de suprimir en su favor las otras imagenes visibles? Todo desaparece, todo el mundo imaginario desaparece s6lo a favor de este foro luminoso, ,Qué es esa Imagen, qué es ese brillo capsaz de arrebatar al yo y hacerle perder todo lo que lo earacteriza, capaz de hacerle per- der el sentimiento de alteridad, de unidad y de reconocimiento? gQué es este brillo en el que vie- ne a surgir una mirada y qué otra imagen podria ser sino una imagen transparente a la luz, una pelicula transparente a la luz, permeable a la fuerza luminosa de esta energia que llamamos goce, de esta pelicula ardiente por foco que ella cubre? No una de las tantas imagenes pregnan- tes; esa Imagen, ese brillo, no es una de las tan- tas imagenes pregnantes, referidas al nucleo, el falo imaginario. La imagen faseinante, el brillo que fascina es la imagen falica, ella mistna ex- puesta directamente sin la cobertura habitual de las otras imagenes ordinariamente visibles. : Es decir que la experiencia de la fascinacion 51 4 experic 1a de estar contrormtade a la ima- Hen falica-que aparece dandose ella misma, dan- dose ella mistna en lo que ella es, es decir, puro berilic, pura brillantez, En una palabra, la tiltima cortina, esa cortina que tiene una imagen que centellea, esa cortina que estaba detras de la core tina de Jas imagenes pregnantes, que tiene una imagen Unica, una sola, que estaba en el nucleo, gue sostenia la relacién con las imagenes, Es co- mo si toda esa relacion entrée las imagenes desa- pareciera, y sélo estuviéramos confrontados a ea- te centellear, a ese encandilamiento, a ese brillo, que viene de un foco; y ese brillo,¢se foco, desde el punto de vista analitico, es el falo imaginario ial cual es sin la IntermediaciOn, sin las capas intermediarias de las imagenes pregnantes visi- bles. Es decir que la fascinacion es una experien- cia limite, es una experiencia limite porque se produce en el limite de lo imaginario. El yo no es més yo porque le faltan las imagenes en las que @l se reconoce, todo ese mundo imaginario desa- parece, no hay mas reconocinvento; y sin embar- 60, simultameamente, el yo es mas que nunca ya, porque se da ¥ se muestra en su radical esencia de ser él, esencialmente -repito-, una imagen se- xual, un falo imaginaria. Es como si el yo de pronto fuera disuelto ¥ no apareciera mas que en tanto. brillo, eneandilamlente reverberante, bnter- Mitente. Es ahi cuando somos fascinados, esta- mos fascinacos, alli es donde estamos enceguect- dos. Y es en esas condiciones donde surge la mirada, Quiere decir que la [ascinacién es un Be momento intermedio entre la vision y la mirada, ntre la vision del yo y la mirada inconsciente, o oS que entendamos que la fascinacion es un mo- do en el que la mirada se actualiza. En toda caso la faseinacién no pertenece mds al mundo imagi- narie y no pertenece, todavia plenamente, a lo que podriamos decir el mundo de lo real, la di- mension de lo real; Ja fascinacion es uno de los modos del fantasma, Estamos en el limite de lo imaginario, hace falta toda la estructura simboli- ca para que sea posible, y estamos casi como confrontados a ese elemento nuclear, este firegn, este Incendio que esta detras del falo imaginario Ne libido hubiera dicho Freud, yo dije energia—, digamos mas exactarmente: goce de objeto. ; {Como se explica el poder de fascinacion de esta imagen falica? y.Como se explica el hecho de que este brillo nos fascine tanto? Por que es- te brillo reverberante nos lascina’? Es aqui donde yo quisiera citar a Heidegger. Hay una, frase de Heidegger muy linda sacada de un libro Hamade: El principia de razén; es un li- bro que se lee poco pero en el que Heidegger tra~ baja mucho el problema de la vision y dice lo si- guiente —yo lo traduje a mi manera del frances, no encontré el texto en espanol, si ustedes lo en- cuentran verifiquen si esté correcto~, yo lo tradu- je asi: “Ver algo y captar proplamente con la mi- rada aquello que se ve, son dos cosas diferentes -este es un articulo viejo de Heidegger-; ya Hei- degger est4 diciendo tambien que ver ¢s distinta de mirar, Captar con la mirada quiere deeir aqui: penetrar con la mirada aquello que de la cosa vis- 53 la presenta hacia nos 18 SU mirada. es ir, coneciendo aquello que esa cosa theme de mas proplo, Es extraordinaria que en cinco lineas este tede alli concentrada. hacer un seminario parg que en cinco lineas esa esté concentrado de ung manera tan hermosa. Esta frase me sinid para entender la fascinacién. Somos fascinados por- que ese brillo, esa chispa, ese centelleo de una luz afuera nos mira, uno; dos, digamoslo mejor, despierta en nosotros: un acto; tres, y esto es lo _ que mas me interesé del texto de Heidegger, nos muestra lo que ella tiene de mayor propiedad. Es decir que la luz me fascina, fascina porque el foca lumineso, afuera, muestra lo que él tiene de ma- yor propiedad, y es como que lo que él tiene de mas propio reenvia a lo que nosotros tenemos de mas propio. Digo asi: como si la luz estuviera mostrando el fuego que quema a esa imagen. Nuevarnente, como sila imagen falica, el faln imaginarto, la luz intermitente, reverberante, es- tuviera tan quemada, tan vibrante por el fuego que esta detras que es el goce, que ella nos reen- via a nuestro goce, a nuestro elemento mas inti- mo, que ya noes ni el yo ni el falo imaginario, si- no que es aquello que es goce en nosotros. Por eso digo que hay fascinacién. La fascinacién es, en Ultima instancia, la experiencia de estar can- ‘frontados a una imagen que evoca de una mane- ra tan pura el goce que despierta en nosotros el goce. Eso es la fascinacién., _ Lacan llama a esta imagen que cubre el goee, que cubre el fuego, que lo cculta y al mismo tempo. lo muestra de una manera luminosa, a 54 EET a" esa imagen Lacan la llama semblante, o simmulan- te —no sé las traducciones que hacen ustedes de “semblant™-, inclusive dice: el semblante del obje- to. Decir el simulante del objeto es decir: imagen que cubre este lugar del goce. . Si queremos ser precisos tendriamos que de- cir; esta forma imaginaria, esa imagen tambien significante porque el semblante no es sdélo ima- en, es también significante- que oculta, que cu- bre el fuego y que al ocultar el fuego lo hace des- pertar en nosotros, es una experiencia limite, porque ya lo imaginario ha sido disuelto. El goce todavia no se muestra en tanto que tal, porque no hay goce en tanto que tal; sélo estamos con- frontados a una imagen ardiente que despierta nuestro propio goce, y es -creo- una de las lectu- ras posibles de esla pequena cita de Heidegger. Bien, si quieren nos detenemos aqui y reto- mamos luego. No voy a hacer un resumen de lo que dijimos esta manana, simplemente haria lo siguiente: pri- mero, ¥ para que ustedes entiendan, el papel que han encontrado sobre la banqueta, esas hojas, esas fotocopias (pags. 174 a 182), corresponden a la demostracion, a la mostracién topolégica de lo que va a ser el movimiento de la pulsién escopi- ea, Les ruego que le olviden por un momento, creo que sélo dentro de media hora -o una hora, recién entonces- vamos a dedicarnos a esa cues- tian, Esas fotocopias son de las maquetas que es- tan aca, detras de mi, que algunos de ustedes ya. vieron, y luego, en el momento de la pausa, hare- 55 mos que puedan pasar a verlas progrestvan ¥ ademas, en la pantalla, proyectaremos mismas maquetas, Es decir que, con los papeles que Tenen ey la Mano, mas las maquétas, mas la proyeceton, creo que Vamos a poder entendernos Tespecto de jo que es una mostracién topoligica del circuita _Pulsional, H : Les propongo lo siguiente: primera, quiero re. cordar el hilo que sostiene. este trabajo que hace. mos juntos sobre la mirada, qué es lo que buses. mos y adénde queremos legar; y segundo. antes que nada, ante’ de cornlenzar a desarrallar e} punto en que interrumpimos, voy a dar la palabra a dos a trea personas que me han pedido interve- nir y hacer preguntas, creo que esta bien que co- mencemos la tarde con esas preguntas, Antes de eso quiero simplemente recordarles el hilo que tamos siguiendo, cual es nuestra Preocupaciin. En realidad, tratamos de abordar dos I guntas; la primera pregunta es: ecémoe explicar, cemo pensar, cate hecho que ecurre en la practi ca del analista, que mientras escucha se le impo- ne Una imagen espontanea, imprevista, que esta ligada, que actualiza de manera plastica y escapt- ca la significacién de-lo que el'analista escncha® ¥o no sé si responderé a esa pregunta, no sé si después que el seminario tennine habremos dado cuenta de eso, realmente, pero al menos esa pre- @unta nos ha evade a trabajar todo esto que es- tamos haciendo ahora ¥ a darnos quizas una res- puesta parcial. Esa es la primera pregunta, eso €8 lo que esta en el horizonte de nuestra preocu- ce 56 acion sobre la mirada; es a partir de alli que surge la inquietud de saber gqué es la mirada’ Segundo eje, segundo hilo, segunda linea direc- trig que nos preocupa, definir gqué es, qué cosa es la mirada? Por ahora lo Unico que hemos he- cho fue distinguir vision de mirada, y en realidad hemos hablado, sobre todo, de la visién, hemos liegado al punto en él que la visién se convierte en faseinaciin, y hemos interrumpido en el ma- mento en que estabamos precisande en qué con- sistia esa experiencia de la fascimacion, Por aha- ra, del mirar y de la mirada no hemos todavia abordado la cuestian. Bien, éste es el cuadro, el marco en el que estamos hasta ahora; quisiera, antes de proseguir con la fascinacién, completar ese momento dandole la palabra a aquellos que me habian planteado dos o tres cuestiones, Pregurte: (inaudible). Juan David Nasio: Esa corresponde a un punto hacia cl que vamos a ir avanzando; hasta ahora les he pedico que acepten diferentes re= nunclamientos, porque cuande alguien eseucha, en realidad, para poder seguir una linea hay que renuneciar, y no sélo renuneiar sing ir agregande novedades o evocaciones nuevas. Por ejemplo, ya hablaba recién de la fascinacion y de esa luz, de ese foco puntual luminoso que encandila al yo, que lo disuelve y en el que el yo esta como con- frontado no a su propia imagen pregnante sino a su propia imagen falica, El yo esta desnude, falo imaginario frente a falo imaginario, el yo ya es un yo desnuda en su nucleo, Claro, inmediatamente, frente a esto, dicho tal como lo decimoes, a la ma- 57 seuIChe qu Ta THAaAnerA ¢ folpe del amor, ef cac: Otra experlencia del misme ttpo ta ligada 4 ta obra de arte. Tenemos una serie de evoca ‘ que son a mi entender tedas jusias, lo que pasa es que tal como Jo deseribia, describo la matriz de la experiencia que consiste en este: heros lega- do a la cortina de la imagen falica, del falo imag. nario, ¥ alli heros visto que de esa imagen fAlica destélla una luz que es la luz del goce que esa imagen cubre, y que ese destellar de la luz reen- via, remite, inclusive incita al goce del sujeto. Aqui hablo del goce del sujeto; hay muchas ones. que digo asi, pero tuve que partir de la idea de dos, de uno frente al otro. Evidente- mente tengo que hablar asi por ahora. Es el mf detras del falo imaginario, el goce que esta incen- diandose en ese falo imaginaria: la libido, diria Freud, el objeto a hubiera dicho Lacan, eso mele ta, despierta el propio goce en el sujeto, en el yo, que no es mas el yo imaginario; estamos en una especie de situacién mite, Ahora bien, acurre que tenemos que ir mas lejos todavia, quisiera que fuéramos mas lejos. Me faltan cosas para entender realmente por qué ocurre esa fascinacion. gQué hay alli? 2Hay algo mds -creo que podemos decir “algo mas"~ en la fascinaci6n? (Qué ea lo que pasa que se pega? Ya Freud, en Psicologia de las mesas y ana- lisis del ye, hace un. estudio del problema del fic- Car lo do, el fi que esta muy -ligada al erotisma. cu cna chazo en el hipnotisme. Lacan lo retoma ¥ es una de las paginas més conocidas de Lacan al final del Seminario de Los cuatro conceptos; Lacan también lo retoma en el Seminario numero uno sobre la técnica, donde también habla del hipno- tismo y habla del flechazo, En cada una de esas yarlantes de esos textos, sca el de Freud, sean los de Lacan, llegamos a la misma constatacion: ese momento de lascinacién supone que todas las jmagenes pregnantes se concentran en esa sola imagen falica, en esta sola imagen puntual, bri- llante, encandilante, deslumbrante; y ademas oeutre que no sdéle las imagenes, sino inclusive las referencias simbélicas parecen todas conyer- ger en ese punto de la imagen falica. Lacan dice, siguiendo a Freud, que en el caso del flechazo lo que hay es una confusién, una identificacién del objeto con el Ideal del Yo; ¥ na estoy diciendo mas que eso. Con otras terminos estoy diclendo: el Ideal del Yo, la estructura simbélica que encua- dra las imagenes, la multiplicidad de imagenes, todo eso de pronto se resume como er uma espe- cie de asplrador, es succionada por ese foco lumi- noso dende lo Gnica que domina es esa luz en- catidilante e intermitente; muy importante es esto de intermitenle. Es una luz, una: puntual € intermitente, Aqui viene una pregunta que al- guien hacia pero que no responderé inmeciata- mente, en relaci6n a la obra de arte. Porque se puede decir: “Hasta aqui lo seguimos, pero y.cémo explica usted que estando frente a un cuadro, en un muses, me detengo ante él, me gusta, y de pronto me veo como captade ante un cuadre que 59 pasa ta estoy como pare mismo tiempo mo Burarite, El momento carme y me pare y ter prante me sienta come encandilade pe ta ater eral, De - el cua- dro, mude de ‘admiraciin, no hay abras. no tengo palabras, las palabras vienén después, es. toy encardilada. jestoy fijo? Usted lira, "Pero en el cuadro no hay ninguna luz i= mente ut cuadra con liz el que me va & fasel- nar"; gpor qué hablar de la luz? Entonee: " esto -varioes a volver al problema cuadro ¥ del espectador ante el cuadro- pero desde ya eata- mcs hablande de la fascinacién y del foco Tuan noso puntual, Intermitente, revert 3 no tiene por qué ser perfectaments ti o se trata de que F z i STIC. i tlamos penséndolo « de ja exper todas ealid. do hay un flechazc mujer, ¥ mo se ent jende por qué uno esta rado, tampoco veo un brillo y sin embargo estoy como flechado. Quiero dec. siguiente: la fasci- nacion que de deseriblendo, tratando de encontrar su estructu- Ta-, esa fascinaciOn es una experientia que no THEce berta o 60 ¥OY a cribimos que estamos, mas que. | mente con una haz, con una luz intermitente, et- cetera; estamos dandole el caracter matricial; a artir de alli, muchas son las evocaciones que dan cuenta de esta fascinacion. Ahora bien, recién deciamos con Heidegger que la imagen [alica fascina no porque sea lumi- nosa; faacina porque suscita en mi el goce que ella cubre. Bien, pero en realidad no basta, me gustaria decir mas. La imagen falica, la imagen fascinante, no es el goce sino la manifestacian | mas fiel, mas evocadara del goce. En términos freudianos: la Imagen falica no es la libide, es la evecacion mas fiel, el velo mas cercano a la libl- do, La imagen falica fascina no sélo porque muestra el goce mientras lo oculta -—lo oculta ¥ lo muestra come una pelicula translicida-, no sdlo porque suscila el goce en nosotros sino porque muestra al goce de una manera muy particular, muy especial, ¥ aqui viene el problema del movi- miento, que fue cuestionada hoy a la mafiana. Es deely que Ja imagen falica fascina a través de un juego combinado de luces y sombras, reflejadas en los pliegues y en Ins frunces ondulados de Ja superficie en movimiento, Es decir que la panta- la, el Otro en el cual aparecen Jas imagenes pregnantes, y sobre todo el Otro, la pantalla del Otro, en el cual aparece esta imagen falica, fasei- nante, no es una pantalla inerte, tesa, rigida, es una pantalla en movimiento y ondulante, como una bandera al viento, Una pantalla tan flexible que la imagen se mueve, baila y adopta el reliewe hueco de una hendidura con bordes que se mue- ven, una hendidura con bordes palpitantes, con 61 ee tye ran bord aden imagen falica, minosa, no sdélo es puntus thitente, v es intermitenté como contr: 5 tataclon con movimientos cadenciosos, ritmicos, _Ademas, la pantalla del Otre no solo es una pan- talla que da imagen, esa-fascinacién puede ser, inclusive, un teno de voz;.es muy importante la fascinacién, por el tono dé la voz, El goce no ¢: voz en si, es la manera de llevar, de portar la voz, La imagen fascinante no sdélo puede ser una a Hue intermitente, puede ser una clerta sit en el grange de la voe, en la textura d de ser también una cterta calld del r el tacto toma, No es necesarlamente una hu fasclnacié6n no sdélo se hace por la bién una fascinaciOn que se puede | una forma imaginaria que tenga ser puntual, intermitente. contrastanié dilat: afi te, ritmica, cadenciosa; el movimierite es muy im, portante, : Es decir que la hendidura de la que habla- mos puede ser una hendidura luminosa, puede ser también una hendidura sonora, o una heridi- dura tactil. La imagen falica, ef falo imaginario, es una imagen de naturaleza sexual. Se llama f- Hea ho porque represente la figura de un pene turgente, no; la imagen falica se llama falica por- que restiluye en su movimiento ritmice las alter- nancias luz-sombra, plicgires, frumces, vibracio- 62 nes sonoras, Movimiertos ondulantes, restituye ae todas esas alternancias la forma en hendidu- 4 de todes los orificios erogenos del cuerpo, La ‘anger falica se llama falica porque es de tipo orifietal. Ese yo que menecionaba recién, ese yo es un fala imaginarlo; ese falo imaginario, esa imagen falica que estaba en el centro de la cebolla del yo, este centro falico, no es simplemente un pene turgente, no es la imagen de un sexo turgente, es la imagen mas blen de um orificio con berdes, de una hendidura. El falo imaginario tiene la forma de una hendidura, es la forma significante de una hendidura y tiene el poder fantasmatico de ser luminoso o de ser absolutamente oseure. Entonces, muy importante, la imagen falica es una hendidura y pienso que por eso fascina, porque creo que la forma de hendidura reproduce la forma adoptada por el movimienta de un velo cuanda éste recubre, adhiere y deja translucir lo mas cerca posible el goce-objeto, gQué querria decir que esa imagen falica que toma la forma de borde que palpita, representa al goce? Por que representa al goce? Primera version: si, representa al goce por- que el goce es como un fuego ardiente que se ilu- mina através de la membrana translicida de esa imagen. Ahora somos mas exactos y decimos: no, un momento, ese goce en realidad esta represen- tando no sélo la luminosidad, esta representado por la forma de hendicdura de la imagen falica, y ipor qué la forma de hendidura representa al go- ce? {Por qué la forma de hendidura esta cerca de 63 10S wes a la fase la definimos a abe eae la definimies. una vez como él acuerdn 4, lumineso a tactil entre la hendidura falica i ‘gga es la imagen falica- y por otro lado con toda hendidura eragena; un acuerdo sonora, luminose p téctil, ritmice, entre el ritmo de la hendidura fa- jie ¥ el ritme de toda hendidura erdgena. ‘Ahora voy a tomar otra vertiente. Estamos siempre en este problema de la naturaleza de la imagen falica, pero antes de hacerlo quicro preguntarles si es que hay alguna intervencion, alguna cuestian antes de pasar a otra cosa. Pregunic: La referencia a la visién y a la luo- minosidad coincide mucho con los relates de los misticos ¥ con el tema cristiane respecto al goce, y hasta las denominaciones del diablo, la figura del mal, estaria en el goce, Lucifer, Lugbel, es de- eir, hay una preferencia por la eleceion del ele- mento luz. Juan David Newsto: Si, me decian en la pausa acerca de esa manera de pensar la imagen falica que reenvia enermemente a Moisés, a aquella vi- sidn de la garza ardiente. Bien, veammos esto pues es justamente lo que me va a permitiy pasar a lo que quiero decir. Hay un libra que les recomien- do, esta editada por Eudeba, Eudeba tiene la suerte de traducir al espafiol Whros que Francia, por ejemplo, no traduce. En Francia se traduce poco comparade con lo que se traduce aqui, ¥ en- contré aqui mismo, en la Facultad, un libro que es una hermosura, de Rudolf Arnheim que se lla- ma Arte y percepeidén visual, y que es un texto hermosisimo de un hombre que ha trabajado to- da su vida sobre el problema de qué es la percep- cién, otra percepcién que aquella vista desde el 66 punte de I: GO en Ja teoria Menologia parg deseribir la percepcian visual: par Supe esta lejos de lo que hablamos nosotros, pero eg. menta experlencias, hace observaciones que son muy intercsantes, y hay un eapitula entero decli- cado a la luz que es un hermosa texto sobre, por ejemplo, cual es el lugar de la luz en los cuadras, en las obras de arte, en la escultura, en la pintu. ra. fle _ Pregunia: (inaudible). * ducn Devid Nasio: La que la sefiera me ree cuerda es la referencia al texto de Freud sobre ef fetichismo, en el que Freud habla del brillo de Ja nariz de ese paciente para explicar lo que era el fetichismo, También ese brillo entra dentro de lo que estoy dicienda, salyo que alli se trata de un tratamiento especial de esta luz falica, porque alli Hene un tratamiento perverso. Si usted quiere volveremos luego a ello; Primero quiero aclarar el problema de la luz y el problema de la imagen fa- Hea, Hasta ahora, gqué dijimos? Dijimos que la imagen [alica, o falo imaginario, era el miclen cet Yo. que ese falo imaginario es la imagen MAYOR, referencial, invisible, a la cual se refieren todas las imagenes pregnantes, Dijimos que esa imagen falica cubre, reeubre como un velo-el goce -no hemos definida todavia el goce, no importa, clejé- moslo ahi come fuego-, entonces esta imagen re- cubre coma un velo, esconde, y revela el goce. Di- jimos luego que lo importante para esa imagen es encontrarle el movimiento ritmieo de bordes, que 66 nuederi ser bordes de luz ¥ de sombra, SOTOT ORs actiles, poco importa, y que la pantalla en que ae imagen se refleja es una pantalla viviente, on- aaeeiie, sor los seres, es el Otro que vive. La pri- mera pantalla del Otro es el cuerpo del otro, es el animal; ese mundo es un mundo que se mueve. no es una pantalla como ésta.* : Ultima cosa, a esa imagen [lica, ritmica, con todas las caracteristicas que le dimos, Lacan la eseribe con un signo algebraice que 28 menos phi (-p). Phi es la primera letra de “fale” en eriege. y ese (gh el menos phi con el cual Lacan escril fn en su algebra el falo imaginario, o la imagen fal " ca, camo yo la llamo, ese menos phi [-p) tiene una explicacién, Lacan la Nama menos phi. por qué? Porque ese falo imaginario primero aparece en Ja dimensién de un conjunte de imagenes co- mo aquello que se destaca, sea que se destaque en mas, sea que se destaque en menos. La luz, esa luz puntual de la que hablamos, brillante, se destaca cn mas, pero yo hubiera podida perfecta- mente decir también que esa misma imagen tali- ca es una especie de oscuro y profundo lugar opaco, En lugar de decir un oscure lugar opaco y en lugar de decir que es una luz brillante prefiero decir: juega la alternancia de la luz y de las som- bras, de los sonidos, ete.; es decir que esta ima- gen es una imagen-hendidura, lene la forma de una hendidura. Lacan le pone el menos antes, para marcar el caracter que destaca a esa imagen falica del * Se refiere ala pantalla instalada en Ia sala. 67 aye al junit, imagenes, le difimos ho de la manana. 0 al revés, las otras im: eluyen este lugar de la luz o de la sombr jugar del ritmo Inz-sombra. Esta idea de falo viene dé Karl Abraham. Este escribid un tex. to que Lacan cita -en el cual Lacan, a mi erten. der, se inspira para este concepto- “Comienzo y desarrollo del amor ob texto se encuentra en un cenjunto de arti que se llama Desarrotlos de le [ibido, Ex. es to, Abraham dice lo siguiente -¢1 hab! lérica-: “La histérica, frente a la im en particular del padre, ama todo padre, salvo la zona genital; o bien a una palahbre ve el reste del cuerpo y esta zona roseuro qué no percibe, o blen per la zona genital ¥ no ve el resto, Esto es | te, como ustedes imaginan, por la: TI que Lenemos €n nuestros paciente: bre e] pro- blema de la mirada furtiva, respeeto de las bra- fuetas de los pantalones o de partes del cuerpo donde se miira como pasando rapido, y se ve eso come si fuera una especie de polarizaciém de los ojos, en tal o cual lugar. Abraham lo formaliza pensando en ja histért+ ca, dieiendo; “OG bien se aman los genitales con 63 clusién de todo el cuerpo, o bien se ara el cuer- con exclusién de los genitales". Lacan en lugar de decir asi dice: menos phi (+0) es el lugar de lo ue Abraham Hamaria los genitales, lo Hamamios uma zona —lo habiames dicho hoy, al prineipio— jjamada falo imaginario, y yo diria que es un sexo investide tan cargadamente de imaginario que re- sulta ser el lugar, o muy opaco o muy luminoso, ero siempre en contraste con el conjurito, Esta expresién, esta escritura, menos phi (

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