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Todos los das la vea pasar.

Se fij en ella porque era una muchacha que llamaba la atencin a simple vista.
Cabello negro, largo hasta las caderas, caminaba como en cmara lenta, como tuviera
todo el tiempo del mundo, con la mirada perdida. Su piel blanca contrastaba con su
oscuro cabello.
El primer lunes que la vio le fue indiferente, el martes la observ atentamente, el
mircoles la observ y suspir, fue ya el viernes que se dio cuenta de que la chica usaba
siempre la misma ropa, un vestido azul marino corto hasta las rodillas, dejaba al
descubierto sus delgadas piernas y brazos. Le impresionaba la forma de cabello se
meca de un lado a otro con la brisa Ondulado tras ella, pareca una capa de sombra que
le segua a todas partes. l se preguntaba si la muchacha usaba alguna clase de
uniforme.
A la siguiente semana calcul la hora. Exactamente la misma todos los das, a las seis
y siete sin falta. La tercera semana observ sus gestos. Las manos se movan a sus
costados, miraba siempre al frente, sin detenerse en nada.
La cuarta semana cont los pasos que daba cuando pasaba frente a l, daba treinta y
dos pasos en total, desde que la vea aparecer en la esquina de la calle hasta que cruzaba
la avenida y se perda de vista.
Cuantas fueron las historias que traz alrededor de la muchacha. Pens que podra
tratarse de una chica que se haba vuelto loca. Y al cuarto mes de verla pasar todos los
das a la misma hora y dar los mismos pasos, vestida con la misma ropa sus
especulaciones comenzaron a convertirse en escrpulos y sus historias sobre quien era
adquirieron un toque mstico.
Pens que haba perdido la cabeza.
Pens que la chica era un espectro que solo l poda ver.
Al fin un da se decidi a acercrsele, dej su puesto dio un par de pasos y se detuvo
en la esquina a esperar que fueran las seis horas con siete minutos. La muchacha pas
frente a l y este comenz a seguirla. Cruz la calle con ella, hipnotizado por su
ondeante cabello oscuro. Hasta que llegaron a un callejn sin salida. Y la chica se
volte. Camin hasta l y le puso los brazos alrededor de los hombros.
- Te tardaste mucho. dijo mientras acercaba su boca hasta su garganta.

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