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Cuad. herpetol.

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Cuad. herpetol., (1–2):
51 51–64,
– 64, 2003
2003 51

COMUNIDADES HERPETOLÓGICAS DE LA RESERVA LA


QUEBRADA, RÍO CEBALLOS, CÓRDOBA (ARGENTINA)

G R E G O R I O G A V I E R 1 , M AUR A B EATRIZ K U F N E R 2* , L ILIA N A G I R A U D O 3 ,


M A R I A N O S I R O N I 4, M A R I A N A A L T R I C H T E R 5 & D A N I E L A T A M B U R I N I 2
1
Maestría en Manejo de Vida Silvestre, Centro de Zoología Aplicada, Universidad Nacional de Córdoba.
Rondeau. CC 122. 5000 Córdoba, Argentina
2
Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables. Universidad Nacional de Córdoba. Av. Velez Sár-
sfiel 299. 5000 Córdoba, Argentina. * CONICET.
3
Cátedra de Diversidad Animal II. Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Universidad
Nacional de Córdoba. Av. Velez Sársfiel 299. 5000 Córdoba, Argentina.
4
School of Renewable Natural Resources. University of Arizona, Bio Sciences East 104 Tucson, AZ
85721.
5
Department of Zoology. University of Wisconsin, Madison. 1202 W. Johnson St. Madison, WI 53706.

R E S U M E N. — La presente investigación se desarrolló en un ambiente característico de las


sierras Chicas de Córdoba, la Reserva La Quebrada. El objetivo del estudio fue describir la
composición y diversidad de la comunidad herpetofaunística, sus cambios estacionales, y estudiar si
existen comunidades diferentes asociadas a los ecosistemas de pastizal, bosque y borde de arroyo.
También se analizó su relación con las variables ambientales climáticas. Se instalaron de una a
tres líneas de muestreo por ambiente, cada una con 15 trampas de caída separadas por una
distancia de 10 m, que se revisaron mensualmente entre febrero de 1991 y mayo de 1994. Se
capturaron 147 especímenes distribuidos entre 21 especies: 8 anfibios (n= 114), 8 ofidios (n= 9) y
5 saurios (n= 24). Odontophrynus occidentalis e Hyla pulchella cordobae sumaron alrededor del
60% de la abundancia total. H. p. cordobae fue la especie de distribución más amplia. Las especies
más abundantes en los diferentes ambientes fueron Odontophrynus americanus y Leptodactylus
gracilis en pastizal, O. occidentalis y Mabuya dorsivittata en bosque, O. occidentalis e H. p.
cordobae en bordes de arroyo. Los ambientes estudiados no mostraron diferencias en cuanto a la
riqueza o abundancia de individuos, pero sí en relación a la composición de las comunidades y los
cambios estacionales en abundancias. La diversidad fue mayor en el pastizal (H’=1,93) con respecto
al bosque (H’=1,41) y al borde de arroyo (H’=1,19). Abundancia, riqueza y diversidad para la
Reserva en su conjunto correlacionaron en forma directa con temperatura y precipitación. Se
comprobó la existencia de dos comunidades diferentes, una relacionada al ambiente de pastizal y
otra a la unidad formada por el bosque y el borde de arroyo. Las altas tasas de deforestación
registradas en el área podrían modificar las relaciones de abundancias entre especies y los patrones
de biodiversidad en el área.
Palabras Clave: herpetofauna, comunidades, abundancia, diversidad, Sierras Chicas.

A B S T R A C T. — This work was conducted in «La Quebrada» Reserve, a protected area that is
a representative of the Sierras Chicas. The aim of the present study was to describe the
composition and diversity of the herpetofaunal community, its seasonal changes, and to test the
differences in composition among herpetofaunal assemblages in highland pastures, forest and
stream borders. The relationship between abundance, diversity and climatic variables was also
tested. One to three sampling lines with 15 pitfall traps 10 m apart from each other were set in
each environment. The traps were monthly checked between February 1991 and May 1994. The
total number of trapped animals was 147, distributed among 21 species: 8 amphibians (n= 114), 8
snakes and 5 lizards. Odontophrynus occidentalis and Hyla pulchella cordobae comprised 60% of
the total abundance. H. p. cordobae was the only species found in all environments. The species
with the highest abundance were Odontophrynus americanus and Leptodactylus gracilis in
52 G. G A V I E R et al.: Comunidades herpetológicas de La Quebrada (Córdoba)

highland pastures, O. occidentalis and Mabuya dorsivittata in forest and O. occidentalis and H. p.
cordobae in stream borders. Neither of the 3 studied environments showed differences in both
species abundance and richness, but in each environment the herpetofaunal community had
different structural and functional features. The highland pastures had the highest diversity (H´=
1,93) followed by forest (H´= 1,41) and stream borders (H´= 1,19). Abundance, richness and
diversity of the herpetofaunal community as a whole were related directly with temperature and
rainfall. Two different communities were detected, one related to the grassland habitat and the
other to the forest-stream border unity. The high deforestation rates recorded in the area might
modify the abundance relationships between species and the patterns of herpetofaunal diversity.
Key Words: herpetofaunal communities, abundance, diversity, Sierras Chicas.

INTRODUCCIÓN y Bucher, 1981; Maury y Barbault,


1981; Bridarolli y di Tada, 1994). Sin
La herpetofauna de la provincia de embargo en Córdoba, los estudios a ni-
Córdoba es rica, variada y presenta, vel de comunidades herpetológicas en
particularmente en las sierras, un mo- sitios puntuales son escasos. Entre los
saico interesante con sustituciones, más destacados se puede mencionar a
endemismos y distintos niveles de di Tada et al. (1980), Martori y Aún
transición entre las faunas Andino-Pa- (1994), Salas et al. (1998) y Martino
tagónica y Guayano-Brasileña (Martori (1998).
y Aún, 1994). Los estudios que inclu- El conocimiento de la relación entre
yen muestreos sistemáticos en áreas composición de las comunidades y los
geográficas localizadas aportan informa- ambientes donde éstas ocurren tiene
ción sobre la composición y distribu- importantes implicancias en la conser-
ción de la fauna regional (Vega y Be- vación de la biodiversidad. En Córdoba
llagamba, 1994), y en caso de extender- muchas especies de la herpetofauna se
se en el tiempo permiten obtener da- encuentran en estado crítico de conser-
tos de la variación temporal y espacial vación por la acción de factores directos
de las especies presentes en una locali- (comercio, depredación por especies exó-
dad (Cruz et al., 1992; Fitzgerald et ticas) e indirectos (desmontes, incen-
al., 1999). dios) (Ávila y Acosta, 1996). Particular-
La importancia del enfoque de co- mente en las Sierras Chicas, las activi-
munidades radica en que la organiza- dades antrópicas y el cambio en el uso
ción de la misma está influenciada por del suelo están generando una transfor-
las interacciones simultáneas de las mación sustancial de los ecosistemas
especies que la forman y de éstas con que definen el paisaje serrano, especial-
el hábitat (Mac Arthur, 1972). Las res- mente la desaparición de los bosques
puestas de las especies resultarán en (Gavier, 2002). Las comunidades asocia-
estrategias adaptativas, relacionadas das a los ecosistemas más degradados
con la reproducción, la utilización de serían especialmente afectadas.
los recursos alimenticios, el espacio fí- El objetivo de este estudio es carac-
sico o una fisonomía vegetal particular terizar la herpetofauna de la Reserva
(Heyer, 1967; Perotti, 1994). La Quebrada en términos de su com-
Numerosos trabajos muestran las posición, diversidad, distribución esta-
relaciones entre la distribución y com- cional y espacial y probar la existencia
posición de la herpetofauna y los am- de comunidades diferentes asociadas a
bientes de un área o región (Duellman, los ambientes de pastizal de altura,
1960; Heyer, 1967; di Fonzo de Ábalos bosque serrano y borde de arroyo, en
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una primera aproximación sistemática mas absolutas de –9,3º C. En verano el


a la ecología de comunidades herpetoló- valor máximo absoluto es 44º C y el
gicas de las Sierras Chicas de Córdoba. mínimo absoluto es 4º C. En el período
1993-2000 la temperatura media anual
fue 18,9º C, la máxima 25,6º C y la
MATERIALES Y MÉTODOS mínima 12,3º C. El 70% de las lluvias
se concentra en los meses de octubre
Área de estudio. — La Reserva Hí- a marzo con un régimen continental
drica La Quebrada está ubicada sobre de tipo monzónico. La precipitación
el faldeo oriental de las Sierras Chicas anual promedio de los últimos cuaren-
de Córdoba, aproximadamente 31º10' S ta años es de 949 mm (Fig. 2).
y 64º20' W. Protege una superficie de El relieve está constituido por sie-
4.200 ha las que incluyen a un embal- rras antiguas de baja altura, con cum-
se con una superficie de unas 17 ha. bres redondeadas, quebradas y valles
Sólo el lago y sus alrededores (300 ha) rodeados por numerosos arroyos. La
son propiedad del fisco, el resto de la altura sobre el nivel del mar fluctúa
Reserva es de dominio privado (Fig. 1). entre 750 m en el lago, hasta 1.350 m
El clima de las Sierras Chicas ha en los puntos más altos de las sierras.
sido clasificado dentro del dominio Pendientes pronunciadas y alteración o
semi-seco con tendencia al semi-húme- desaparición de la vegetación exponen
do, térmicamente con tendencia meso- la cuenca a la erosión hídrica por llu-
termal, con gran déficit de agua y sin vias torrenciales (Capitanelli, 1979; Es-
invierno térmico. En un relieve tan trabou, 1983).
quebrado como las Sierras Chicas, se Existen tres pisos principales de ve-
da la presencia de microclimas en cada getación, el pastizal de altura, el ar-
diferente región (Capitanelli, 1979). bustal y el bosque serrano, cuyo desa-
Para el invierno se han registrado rrollo responde principalmente a la al-
máximas absolutas de 34,1º C y míni- titud (Luti et al., 1979; Estrabou,
1983; Cabido y Zak, 1999). Se trabajó
en áreas homogéneas de los siguientes
ambientes:
— Pastizal de altura, el cual se en-
cuentra aproximadamente a partir de
los 1.000 m en adelante, cubriendo al-

Figura 2. Climograma de Walter-Lieth para


el área de estudio. Temperatura: 1970-2001,
Figura 1. Reserva Hídrica La Quebrada. Precipitaciones: 1960-1993. Datos de la Coo-
Ubicación geográfica, sitios de muestreo y perativa de Vivienda, Provisión de Obras,
unidades de vegetación (adaptado de Estra- Servicios Públicos, Asistenciales y Otros Ser-
bou, 1983). vicios Río Ceballos Limitada.
54 G. G A V I E R et al.: Comunidades herpetológicas de La Quebrada (Córdoba)

rededor del 75% de la superficie de la de las Sierras Chicas. Esta metodolo-


reserva y ocupando relieves planos o gía ha sido probada eficazmente en es-
colinados. Sus especies más importan- tudios de herpetofauna realizados en
tes son: Festuca hieronymi, Stipa te- ambientes diversos (Creusere y Whit-
nuissima, Stipa trichotoma, Sida sp., ford, 1976; Whitford y Creusere, 1977;
Paspalum dilatatum. Campbell y Christman, 1982; Vogt y
— Bosque serrano, el cual se estu- Hine, 1982; Basso, 1990; Cruz et al.,
dió por su importancia en relación con 1992; Martino, 1998). Las trampas de
la diversidad faunística (Kufner et al., caída se revisaron mensualmente, des-
1998) y por ser un ecosistema caracte- de febrero de 1991 hasta mayo de
rístico de las Sierras. Se extiende 1994. En laboratorio los especímenes
aproximadamente desde los 750 m a fueron identificados y acondicionados
los 1.100 m sobre un relieve de lade- para colección, en alcohol al 75%. Pos-
ras; sus especies dominantes son Li- teriormente fueron depositados en la
thraea ternifolia, Fagara coco, Celtis colección del Museo de Zoología de la
tala, Acacia caven, Croton sp., Cestrum Universidad Nacional de Córdoba.
parqui, Sida sp., Stipa pseudoichu, Al menos una vez por estación se
Duchesnea indica. realizaron recorridas en los ambientes
— El borde de arroyo fue considera- estudiados con el fin de completar la
do por separado como un ambiente lista de especies mediante observación
muy importante para los anfibios. Ocu- o captura manual (Basso, 1990; Vitt y
pa los fondos de los valles de las áreas Blackborn, 1991; Cruz et al., 1992; R.
de menor altitud de la Reserva. Tiene Martori, com. pers.). El uso de distin-
una fisonomía parecida a la del bos- tos tipos de muestreo complementarios
que, ecosistema al que se relaciona es- a las trampas, permite la captura y ob-
pacialmente. Sus especies dominantes servación de numerosas especies con
son: Paspalum quadrifarium, P. nota- características biológicas muy diversas
tum, Trifolium repens y Taraxacum (Block et al., 1988). Estos muestreos
officinale, más la presencia de árboles permitieron constatar si las capturas
aislados (Fig. 1). en las trampas demostraban la abun-
dancia de las especies según las obser-
Metodología. — En cada ambiente se vaciones a campo. Asimismo permitie-
instalaron líneas de trampas de caída ron complementar la información sobre
constituidas por recipientes cilíndricos uso de los microhábitats e historia na-
de 4 litros de capacidad y 30 cm de tural de las especies. En las recorridas
diámetro, a los que se agregó un fon- se incluyeron las márgenes del lago a
do de formol al 10% para conservar el fin de tener una estimación de las es-
material capturado (Martino, 1998). El pecies más comunes en las áreas de
formol era renovado mensualmente. menor altitud y mayor grado de modi-
Cada línea constó de 15 trampas, sepa- ficación de la reserva.
radas 10 m una de otra. Se instalaron La determinación sistemática de los
6 líneas en total, tres en el bosque en especímenes se hizo en base a caracte-
relación con su heterogeneidad estruc- rísticas exomorfológicas, etológicas y
tural, dos en borde de arroyo para ga- ecológicas, mediante la consulta de cla-
rantizar la obtención de resultados con- ves, trabajos biogeográficos y descripti-
siderando la actividad humana en este vos de las especies (Barrio, 1964; di
sitio y una en el pastizal, por ser éste Tada et al., 1976; di Fonzo de Ábalos y
un ambiente más homogéneo. En las Bucher, 1981; Cabrera y Bee de Spero-
márgenes del embalse no se instalaron ni, 1984 y 1986; Cei, 1986; Gallardo,
trampas ya que es un ambiente creado 1987; Cei y Martori, 1991). También se
artificialmente y no es representativo consultó el material de la Cátedra de
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Diversidad Animal II de la Facultad de Para describir la variación estacio-


Ciencias Exactas, Físicas y Naturales nal de la composición de las comunida-
de la Universidad Nacional de Córdoba. des, se efectuó un análisis de compo-
La composición de la comunidad se nentes principales (Gauch, 1996) donde
determinó en base al registro de todas se usó como OTU (unidades a clasifi-
las especies capturadas y/u observadas, car) la composición de las comunidades
constatándose el número de especíme- en las distintas estaciones y en los
nes, las especies, los cambios en los ambientes estudiados y como variables
aportes numéricos estacionales y las asociadas la abundancia relativa de
proporciones correspondientes a cada cada especie en las OTU.
especie en los ambientes muestreados. La diversidad específica de la comu-
Se tomó como valor de riqueza al nidad se estimó a partir de los valores
número de especies presente en cada de abundancia relativa, mediante el
ambiente considerando el muestreo to- índice de Shannon (1948):
tal y estacionalmente. Los números de
s
especímenes capturados se estandariza-
ron según el esfuerzo de trampeo
H'= − ∑p i. ln p i
i=1
(Campbell y Christman, 1982; Fitzge-
rald et al., 1999; Cavitt, 2000) obte- donde pi es la proporción del total de
niéndose un índice de abundancia rela- individuos que pertenecen a la especie
tiva (IAR). Los datos estacionales obte- i y s es el número de especies. Las
nidos durante todo el muestreo se diferencias entre los valores de diver-
agruparon en un ciclo anual, con el sidad obtenidos en cada ambiente se
objeto de establecer las tendencias más probaron mediante un test t (Hutche-
importantes de los patrones de varia- son, 1970).
ción estacional. Las diferencias de ri- La relación de las variables climáti-
queza y abundancia relativa de las co- cas con la herpetofauna se analizó me-
munidades se probaron con el índice c2 diante regresiones lineares, calculándo-
para un a= 0,05. se el coeficiente de determinación (r 2)
La similitud en la composición de y las probabilidades de linearidad
las comunidades se evaluó mediante el (Sokal y Rolhf, 1981). Se correlacionó
índice cuantitativo de Sorenson (Magu- la variación de los valores estacionales
rran, 1988), aplicado a los valores del medios de las variables independientes
índice de abundancia relativa de cada temperatura y precipitación durante el
comunidad. El mismo mide el porcenta- período estudiado, con las variables
je de similitud o superposición de dos dependientes abundancia relativa, ri-
comunidades mediante la fórmula: queza y diversidad de las comunidades
estandarizados a un ciclo anual. Estas
2 jN correlaciones se llevaron a cabo consi-
CN =
(aN + bN ) derando la comunidad herpetológica en
su conjunto.
donde aN es la abundancia total de in-
dividuos en la comunidad a y bN la
abundancia total de individuos en la RESULTADOS
comunidad b, y jN es la suma de las
abundancias menores de las especies Se capturaron 147 especímenes en
presentes en ambas comunidades. Pro- total, correspondientes a 21 especies: 8
porciona valores entre 0 y 1; cuanto anfibios (n= 114), 8 ofidios (n= 9) y 5
más cercano a 1 es el valor del índice, saurios (n= 24) (Tabla 1). El número
más similares son las comunidades de especies no presentó diferencias sig-
comparadas. nificativas entre las comunidades de
56 G. G A V I E R et al.: Comunidades herpetológicas de La Quebrada (Córdoba)

Tabla 1. Número de individuos y abundancia relativa por estación y por ambiente (individuos/
número de trampas, por meses considerados, por 100) agrupando los datos en un ciclo anual.
(*: registrada en observaciones a campo pero no en las trampas).

pastizal de altura, bosque serrano y taron las más similares (C N = 0,56),


borde de arroyo (c2= 0,92; P= 0,62; g.l.: mientras que la del pastizal se diferen-
2). La riqueza específica de la comuni- ció de ambas (C N = 0,21) y (C N = 0,08),
dad herpetológica de La Quebrada en respectivamente.
su conjunto, fue mayor en verano y Si bien los anfibios fueron más im-
primavera (n= 14 y 13), intermedia en portantes numéricamente, los reptiles
otoño (n= 7) y menor en el invierno tuvieron mayor representación específi-
(n= 3), siendo estas diferencias signifi- ca. Esto se cumplió en el pastizal y en
cativas (c2= 8,72; P= 0,03; g.l.: 3). bosque; en el borde de arroyo no se
En cada ambiente la comunidad her- encontraron saurios. Entre las especies
petológica tuvo una composición especí- con mayor número de individuos se
fica diferente; con especies de aparición destaca Odontophrynus occidentalis.
regular y otras esporádica. Las domi- Los reptiles tuvieron escasa represen-
nantes numéricas fueron diferentes tación, siendo Mabuya dorsivittata re-
para los tres ambientes. En la comuni- levante en las comunidades de bosque
dad del pastizal de altura se hallaron y pastizal. Las abundancias relativas
10 especies; las mejor representadas y totales de las tres comunidades no pre-
de aparición regular considerando el
porcentaje del total de capturas, fueron
tres: Odontophrynus americanus (27%),
Leptodactylus gracilis (26%) y Mabuya
dorsivittata (20%). En el bosque se pre-
sentaron 11 especies, destacándose la
presencia de varios reptiles. Las espe-
cies dominantes fueron O. occidentalis
(68%) y M. dorsivittata (10%). En el
borde de arroyo se encontraron 7 espe-
cies y fueron dominantes O. occidenta-
lis e Hyla pulchella cordobae, que su- Figura 3. Variación estacional de la abun-
maron el 90% (Tabla 1). Las comunida- dancia relativa de las comunidades en los
des de bosque y borde de arroyo resul- ambientes estudiados.
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sentaron diferencias significativas (c 2= mallines de los pastizales de altura se


0,47; g.l.: 2; P= 0,79). observaron concentraciones importan-
La abundancia relativa estacional de tes de O. americanus, así como ejem-
la comunidad herpetológica de La Que- plares aislados y en menor número de
brada en su conjunto varió significati- Melanophryniscus stelzneri stelzneri y
vamente desde el valor mayor en vera- Leptodactylus gracilis. En los arroyos
no (15,31) debido principalmente al relacionados con el bosque y a orillas
aporte de anfibios, fue intermedio en del embalse eran abundantes O. occi-
otoño (9,01) y primavera (7,61), y me- dentales e H. p. cordobae. En estas re-
nor en invierno (1,04) en que se captu- corridas se constató la presencia de
raron sólo saurios (Cercosaura schrei- Bufo arenarum en la orilla del embalse
bersii schreibersii, Mabuya dorsivittata y en las áreas periurbanas y algunos
y Homonota fasciata) (c2= 13,3; g.l.: 3; ejemplares en el arroyo, aunque ningu-
P= 0,004). Esta tendencia fue similar no fue capturado en las trampas.
en las comunidades de los tres ambien- El análisis de componentes principa-
tes muestreados (Fig. 3). les muestra un grupo de puntos que
Las variaciones de la abundancia representan la composición de las co-
relativa en cada estación y ambiente munidades en las estaciones de menor
muestran la influencia de las especies riqueza y abundancia relativa, corres-
de anfibios en la variación de la abun- pondientes al invierno y en menor
dancia relativa total (Tabla 1). En el medida al otoño. A partir de este gru-
verano la abundancia es alta debido al
aporte de Odontophrynus occidentalis y
H. p. cordobae en las comunidades de
borde de arroyo y de O. occidentalis
en bosque (posiblemente ejemplares
provenientes desde el borde de arroyo),
mas la presencia de O. americanus y
L. gracilis en el pastizal. Es destacable
la mayor presencia numérica de anfi-
bios en las comunidades de borde de
arroyo y bosque con respecto a la de
pastizal, durante los meses de otoño y
primavera.
Entre los reptiles, el bajo número
de capturas no permitió definir una
tendencia. Los ofidios fueron observa-
dos esporádicamente y en número es- Figura 4. Variación estacional en la composi-
caso. Los saurios tuvieron mayor pre- ción de las comunidades de los ambientes es-
sencia en el bosque, principalmente tudiados según un análisis de componentes
durante la primavera y sólo M. dorsi- principales. El gráfico muestra el ordena-
vittata se destacó en las comunidades miento de las unidades a clasificar (composi-
ción de cada comunidad en cada estación) en
de pastizal y bosque durante el otoño.
los dos primeros componentes los que acu-
Las recorridas para observación y mulan el 79% de la variabilidad. En el com-
captura de individuos permitieron cons- ponente I los factores más importantes son
tatar las tendencias biocenóticas obte- O. occidentalis (0,92) e H. p. cordobae (0,26).
nidas con las trampas. Los reptiles fue- En el componente II los factores más impor-
ron en general difíciles de observar. tantes son O. americanus (0,65) y L. gracilis
Grandes grupos de anfibios fueron de- (0,61). Cada comunidad se indica con su ini-
tectados por sus cantos, principalmente cial seguida de la estación correspondiente
después de tormentas estivales. En (ej.: PV: pastizal en el verano).
58 G. G A V I E R et al.: Comunidades herpetológicas de La Quebrada (Córdoba)

Figura 5. Distribución esquemática de especies en un perfil altitudinal de la Reserva La Que-


brada según datos de presencia/ausencia en los distintos ambientes.

po, los puntos se agrupan mostrando La distribución espacial de las espe-


una evolución estacional distinta para cies a lo largo de un perfil altitudinal
la composición de la comunidad de pas- desde el pastizal de altura hasta el em-
tizal con respecto a las de borde de balse presenta variaciones en la presen-
arroyo y bosque (Fig. 4). Las composi- cia de las especies. Un grupo de especies
ciones estacionales del pastizal se dis- se presenta en un solo ambiente, mien-
tribuyen a lo largo del componente 2, tras el resto ocuparon dos o tres ambien-
determinado principalmente por las tes. Sólo H. p. cordobae estuvo presente
abundancias relativas de Odontophry- en todos los ambientes (Fig. 5).
nus americanus y Leptodactylus graci- La variación estacional de la abun-
lis, mientras que los puntos correspon- dancia relativa y de la riqueza de la
dientes a las composiciones estaciona- comunidad herpetológica en su conjun-
les de las comunidades de borde de to correlacionaron positiva y significati-
arroyo y bosque se distribuyen a lo lar- vamente con los valores estacionales
go del componente 1, determinado por medios de precipitación (r 2= 65,3; g.l. =
las abundancias relativas de O. occi- 11; P= 0,001 y r 2= 56,6; g.l. = 11; P=
dentalis e H. p. cordobae. De esta for- 0,004, respectivamente) y temperatura
ma, las composiciones de las comunida- (r2= 64,9; g.l. = 11; P= 0,002 y r 2= 70;
des se diferencian progresivamente has- g.l. = 11; P= 0,001, respectivamente).
ta el verano, en que son sustancial- La diversidad se correlacionó en forma
mente diferentes. directa y positiva con la temperatura
La diversidad fue significativamente (r 2 = 37,4; g.l. = 11; P= 0,03) pero no
mayor en el pastizal de altura (H’= con la precipitación (r 2= 18; g.l. = 11;
1,93), respecto al bosque (H’= 1,41) y al P= 0,16).
borde de arroyo (H’= 1,19) (t= 2,11;
g.l.: 97; P< 0,05 y t= 3,22; g.l.: 74; P<
0,01 respectivamente), no así entre los
dos últimos (t= 1,11; g.l.: 100; P= 0,25).
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DISCUSIÓN Los saurios capturados han sido cita-


dos para bosques, pastizales y otros
En la Reserva La Quebrada, la her- ambientes (Cei, 1986; Cabrera, 1996).
petofauna está organizada espacialmen- Si bien Cabrera (1996) considera que
te en diferentes comunidades asociadas las especies de saurios en el área se-
a distintos ambientes. Los anfibios son rían poco numerosas, un número ma-
el grupo numéricamente dominante y, yor de capturas sería necesario para
por consiguiente, determinantes de las definir su distribución por ambientes.
diferencias encontradas entre comunida- El tamaño de las trampas puede haber
des y estaciones. Las comunidades no influido en la baja captura de ofidios.
sólo se definieron por la presencia de En general, las especies capturadas tie-
especies características, sino también nen una amplia distribución en distin-
por las diferencias en abundancia de las tos ambientes, con poblaciones impor-
especies de distribución más amplia, tantes como Bothrops neuwiedi diporus
como H. p. cordobae. y Micrurus pyrrhocryptus (di Fonzo de
El tipo y la dinámica del recurso Ábalos y Bucher, 1983; Reati, 1996).
hídrico en cada ambiente, determinaría Considerando las especies presentes,
las diferencias observadas en las comu- la ubicación espacial de estos ambien-
nidades. Para los anfibios, la disponibi- tes y sus similitudes estructurales en
lidad de agua y su fluctuación anual cuanto al tipo de vegetación, se puede
(permanente-temporaria), es el factor concluir que las especies encontradas
más importante en su distribución eco- en el bosque y el borde de arroyo
lógica por ambientes (Duellman, 1960; constituyen en realidad una única co-
Jones, 1988a). En el pastizal, las espe- munidad, claramente diferenciada de la
cies dominantes O. americanus, M. ste- del pastizal. Por ejemplo, en la comu-
lzneri y L. gracilis están adaptadas a nidad de bosque la abundancia relativa
reproducirse en cuerpos de agua tem- estival dependió principalmente del
porales como mallines, charcos o pe- aporte de O. occidentalis. Este anfibio
queñas vertientes (Barrio, 1964; di accedería a este ambiente en verano,
Tada et al., 1976; Gallardo, 1987, Mar- desde su hábitat reproductivo en el
tino, 1998). Por el contrario, en el bos- arroyo.
que y el borde de arroyo los anfibios Las variaciones estacionales en ri-
dominantes O. occidentalis e H. p. cor- queza, diversidad y abundancia relativa
dobae están adaptados a reproducirse y son coincidentes con patrones de varia-
vivir en arroyos y cuerpos de agua per- ción descriptos para otras comunidades
manentes (Barrio, 1964; di Tada et al., herpetológicas en Córdoba y en gene-
1976). ral en el Chaco. La concentración de la
Un sistema de trampas de caída abundancia relativa y la riqueza en el
puede producir un sesgo en los resul- período estival coincide con la actividad
tados según las probabilidades diferen- reproductiva de la herpetofauna. La ri-
tes de las especies a ser capturadas queza y abundancia de éstos en una
(Fitzgerald et al., 1999). Por otra par- localidad al sur de Córdoba es máxima
te, utilizar diferentes métodos de en los meses de verano, cuando domi-
muestreo adaptados a los grupos estu- nan las especies comunes (Martino,
diados dificulta la posibilidad de inte- 1998). Si bien las especies de saurios
grar los datos para su análisis e inter- en La Quebrada han sido encontrados
pretación. en otros ambientes activos en todas las
En el caso de los reptiles, son nece- estaciones (Gallardo, 1968; Cruz, 1994),
sarios más estudios para conocer con su abundancia y riqueza también es
certeza la relación de las especies con mayor en la estación reproductiva, en
los distintos ambientes de la Reserva. primavera o verano dependiendo de la
60 G. G A V I E R et al.: Comunidades herpetológicas de La Quebrada (Córdoba)

especie (Aún y Martori, 1994, 1996; Las actividades humanas constituyen


Cruz, 1994; Cruz y Ramírez Pinilla, una amenaza para muchas especies de
1996; Fitzgerald et al., 1999). También herpetofauna. En particular los anfibios
la riqueza y abundancia de ofidios en estarían sufriendo un proceso de decli-
el Chaco se concentra en el período nación global relacionado a que sus
estival, coincidente con los picos de ac- características biológicas y ecológicas
tividad reproductiva en primavera o a los hacen especialmente sensibles a di-
fines del verano (Yanosky et al., 1996; ferentes tipos de alteraciones del hábi-
Leynaud y Bucher, 2001). Estas varia- tat. Por esta razón son considerados
ciones están relacionadas con un au- importantes indicadores del grado de
mento en las precipitaciones y la tem- alteración de los ecosistemas a diferen-
peratura durante el período estival, tes escalas (Pough et al., 1998).
disparadoras de la actividad reproducti- Las Sierras Chicas, particularmente
va (Martino, 1998; Fitzgerald et al., el área donde se ubica la Reserva La
1999; Yanosky et al., 1996; Leynaud y Quebrada, están sufriendo un importan-
Bucher, 2001). te proceso de transformación y cambio
La organización espacial de las es- a nivel de paisaje. El Bosque Serrano
pecies de la herpetofauna de la Reser- en el área está desapareciendo a una
va mostró ser compleja y el resultado tasa de 2,8 % anual, que redujo su su-
de adaptaciones a distintas condiciones perficie un 40% entre 1970 y 1997, con
ambientales, derivadas de la biología un sustancial aumento del nivel de
de las especies (Maury y Barbault, fragmentación. Las áreas deforestadas
1981; Fitzgerald et al., 1999). Los fac- son reemplazadas por arbustales, pasti-
tores físicos del ambiente influirían en zales y urbanización (Gavier, 2002). Si
la determinación de los períodos acti- bien las comunidades de anfibios están
vos, las fluctuaciones de la abundancia más influenciadas por las característi-
y en consecuencia, en la estructuración cas hídricas del ambiente reproductivo,
de las comunidades a través del tiem- el tipo de cobertura y la vegetación
po (Whitford y Creusere, 1977; Vogt y también son claves en la determina-
Hine, 1982; Scheibe, 1987). ción de su composición (Jones, 1988 a
Si bien es riesgoso discutir lo que y b). Lo mismo ocurre con las comuni-
no hay, una especie debe ser conside- dades de reptiles y la vegetación
radas particularmente. Physalaemus (Pianka, 1966).
biligonigerus es un anfibio muy abun- Considerando las asociaciones entre
dante y de amplia distribución en las comunidades y ambientes encontradas
Sierras Chicas, citada incluso para la en La Quebrada, la transformación del
localidad de Río Ceballos (donde se ubi- paisaje serrano podría provocar cam-
ca la Reserva La Quebrada) (Reati, bios importantes en los patrones espa-
1996). Esta especie no fue observada ciales de abundancia y diversidad de la
en la Reserva a pesar de que posee un herpetofauna a nivel local y regional,
canto muy conspicuo que la hace fácil- favoreciendo a especies adaptadas a
mente detectable en recorridas a cam- ambientes de pastizales o a vivir en
po, lo que disminuye considerablemen- áreas muy modificadas (urbanizaciones)
te las posibilidades de un error de y afectando negativamente a especies
trampeo. Asimismo, Leptodactylus oce- asociadas a bosques. Asimismo la de-
llatus fue muy poco representada en el gradación que sufren los ambientes por
muestreo y si bien es citada como muy manejos incorrectos como el sobrepas-
abundante en los arroyos serranos, al- toreo y la tala selectiva en los bosques
gunas de sus poblaciones estarían su- (Jones, 1988a) podría afectar la compo-
friendo una marcada disminución nu- sición de especies en las distintas co-
mérica (Reati, 1996). munidades, considerando los altos nive-
Cuad. herpetol., 17 (1–2): 51 – 64, 2003 61

les de sobrepastoreo en pastizales y BASSO, N. G. 1990. Estrategias adaptati-


degradación en los bosques de la Re- vas en una comunidad subtropical
serva La Quebrada (Estrabou, 1983; de anuros. Cuad. herpetol. 1: 1-
Gavier MS en preparación). 70.
La Reserva La Quebrada constituye BARRIO, A. 1964. Caracteres eto-ecológi-
un área representativa de la diversi- cos diferenciales entre Odonto-
dad herpetofaunística de las Sierras phrynus americanus (Duméril et
Chicas. Es necesaria su conservación y Bibron) y Odontophrynus occiden-
manejo a fin de asegurar la integridad talis (Berg) (Anura, Leptodactiyli-
biológica de las comunidades presentes, dae). Physis 24 (68): 385-390.
considerando los cambios irreversibles B LOCK , W. M., M. L. M ORRISON , J. C.
que las actividades humanas están pro- S LAYMAKER & G. J ONGEJAN . 1988.
duciendo en el área. Designs considerations for the
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AGRADECIMIENTOS oak woodlands. Temporal and spa-
tial patterns: 247-253. En: R. SZA-
Los autores desean agradecer a RO , K. S EVERSON y R. P ATTON (Co-
quienes colaboraron desinteresadamen- ordinators), Management of am-
te en diversos aspectos de este traba- phibians, reptiles, and small ma-
jo. El Dr. Mario R. Cabrera, Ricardo mmals in North America. USDA
Martori y la Dra. Margarita Chiaravi- Forest Service. General Technical
glio aportaron valiosas sugerencias en Report RM-166. 458 pp.
el desarrollo del trabajo. Ana Calabre- B RIDAROLLI , M. E. & I. E. D I T ADA .
se colaboró en el trabajo de campo. 1994. Biogeografía de los anfibios
La Dirección Provincial de Agua y Sa- anuros de la región central de la
neamiento (D.A.S) nos facilitó sus ins- República Argentina. Cuad. her-
talaciones en la Reserva La Quebrada. petol. 8 (1): 63-82.
El trabajo contó con un subsidio otor- C ABIDO, M. R & M. Z AK. 1999. Vegeta-
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R e c i b i d o : 0 5 / 1 1 / 0 2
A c e p t a d o : 2 1 / 1 1 / 0 3
E d . a s o c . : F . C r u z

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