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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

Pedagogía integral. Formación de individuos completos no

fragmentados.

Jorge Luis Betanzos Toledo.

México, D.F. 2010

La Pedagogía seudomoderna nos mandata a repetir guiones escritos en

otras latitudes y otros idiomas, ajenos completamente a nuestro contexto. La

exigencia de la sociedad global, nos empuja a consumir y vender nuestra fuerza

de trabajo al mejor patrón. Cuando unimos ambas partes obtenemos un sistema

educativo que sirve como capacitador de un bloque de individuos encaminados a

producir bienes, productos y servicios que serán consumidos por ellos mismos, me

educan o mejor dicho me adiestran para producir y consumir lo que produzco, así

se puede resumir la tendencia educativa de nuestro país y la mayoría de los

países de Latinoamérica.

Cuando al individuo se le fragmenta su complejidad en piezas aisladas

para ser “mejor” desarrolladas y educadas, se desarticulan entre ellas. Separar los

aspectos que conforman el contexto del ser humano lo hacen incompleto.

Planteado el hecho de que todo ser humano tiene las mismas capacidades y

aptitudes para desarrollarse, ¿Porqué tener que quitarle la mayoría para

desarrollar mejor unas cuantas en particular?, o lo peor, ¿Porqué quitarle los


aspectos críticos y reflexivos que nos han llevado a éste nivel evolutivo intelectual

y llevar a una supuesta plenitud otros aspectos que solo sirven no al individuo sino

al bloque que planifica un círculo vicioso de producción y consumo?

Hablemos de globalización para entender quiénes deliberan que aspectos

del individuo son “funcionales” y cuáles no. El mundo se vuelve uniforme, los

estereotipos y estilos de vida se hacen homogéneos. La ideología también. Según

éstas tendencias globalizadas la producción, compra y venta de cualquier insumo

o servicio se vuelve indispensable para pertenecer una sociedad moderna y de

progreso, por lo que por ejemplo, si nuestro país no tiene tecnología propia en el

área de las telecomunicaciones una empresa transnacional se encargará de

traernos ésta tecnología de otro país para que nosotros la reproduzcamos y

consumamos aquí. Aquí yace el siguiente elemento de nuestra contextualización,

las empresas transnacionales. En su mayoría las empresas transnacionales

funcionan en la más vil impunidad, brincando leyes, explotando mano de obra y

recursos nacionales bajo la tutela de un gobierno más inmerso en la corrupción y

enriquecimiento personal que en el bienestar social.

La globalización entonces permite generar mayores ganancias con menor o

nula inversión, en lugares geográficos estratégicos y con una situación de

vulnerabilidad económica. Para poner en marcha éste sistema de producción y

consumo se requiere como ya se mencionó, recursos tanto humanos como

materiales, los de tipo material se explotan de países latinoamericanos bajo

concesiones arbitrarias y corrupción, devastando todo a su paso, perdiendo

recursos valiosos no solo para un país sino para la humanidad entera, provocando
a su vez una sobreexplotación y una contaminación del ambiente en forma

desmedida. Por otro lado está el recurso humano, recurso renovable por sí solo y

que no requiere permisos de explotación, aunque como en nuestro país se

maquille con una secretaría de trabajo que sirve a los intereses del sector

empresarial y no al sector trabajador, pisoteando dicho sea de paso todo derecho

laboral y humano del que sea necesario para garantizar el funcionamiento del

mercado.

Pues bien, entendido como funciona el capitalismo monopólico de nuestros

días entendamos también cuál es la función de la educación en todo éste sistema

mercantil.

Pedagógicamente hablando la educación es la conformación de un

individuo durante todos los periodos de desarrollo de su vida bajo varios aspectos

de análisis.

Desde el mercado mundial la educación es la capacitación y certificación de

aptitudes para el desempeño laboral.

Mientras que en la pedagogía se observa la educación como un hecho

permanente, en el mercado mundial se le trata por periodos de validez y con

exigencia de actualización sobre los mismos.

En el primero la educación empieza al nacer y termina al morir, todos los

periodos del ser humano requieren un seguimiento, representan aprendizajes

constantes, nunca se deja de aprender, mientras que en el segundo únicamente

se enfoca a la juventud exprimiéndole su fuerza de trabajo y desechándolo al


llegar a su fecha de caducidad, reemplazándolo como objeto con otro igual o

mejor capacitado para desempeñar la misma función que el anterior pero con

menor remuneración.

En la pedagogía hablamos de individuos, seres humanos, con una vasta

gama de características que lo hacen ser complejo y difícil de determinar, siendo

imposible aún hoy en día, hablar de una sola forma de educar o ejercer el proceso

de enseñanza aprendizaje, dando lugar a un sinfín de análisis y planteamientos

para llegar a comprendernos como especie y como seres vivos racionales, en

tanto que para el mercado es más simple categorizar a los individuos como aptos

o no aptos para un puesto y jerarquizarlos, ya que cada nivel podrá consumir

diferentes niveles de productos y servicios, generando así la libre competencia

entre los trabajadores para demostrar quién está mejor preparado en cuestión de

quién consuma más y por supuesto adquirir los mejores productos y servicios,

entre más caro el producto o servicio, mayor es el status, mayor es tu rango,

mayor es tu plusvalía como ser humano.

La pedagogía hace uso de ramas científicas que le permitan abarcar todos

aquellos aspectos que requieren estudio en el proceso de conformación de un

individuo, la Filosofía, la Psicología, las Ciencias Humanas, la Biología, las

ciencias exactas, es decir, vincula todo aquello que está en sus necesidades y a

su alcance preparando al individuo para incorporarse y desenvolverse en una

realidad identificada previamente.


El mercado inversamente vende realidades alternativas que terminan por

quedarse en sueños inconclusos, que alejan de la realidad objetiva al individuo,

llenándolo de frustraciones y vacios emocionales al no ver concretado su propósito

de consumo o inclusive si se ve despojado de la posibilidad de consumir, léase

desempleo. Al mercado no le interesa, por el contrario es un obstáculo que el

individuo desperdicie energía y malgaste tiempo en aspectos como el arte, la

ciencia, la reflexión y crítica de su entorno, la conciencia social, etc., cuando

podría invertir toda esa energía en la producción y en el consumo, que como

expliqué previamente es la base del sistema económico mundial. Ganancia sobre

ganancia y consumo a su máxima expresión, la optimización del recurso humano

llega a su punto cumbre al generar menos desgaste y mayor productividad,

sistematizando los actos, reflejos y pensamientos del trabajador, para ello es

necesario adiestrar al individuo en éste sentido por lo que en su proceso de

formación se diagnostica cuales competencias se le deben desarrollar y cuáles

pasan a segundo término o simplemente hacerlos nulos o pasivos, por no servir a

los objetivos del mercado.

Las necesidades y objetivos del mercado son los que establecen el perfil de

trabajador que se requerirá para los espacios laborales de todos los niveles,

debiendo cubrir los requisitos y certificaciones, por ende la educación se globaliza

también en pos de que la sociedad mantenga su rumbo de progreso. Siendo así

que las exigencias del mercado, aunado al creciente poder transnacional sobre los

estados nación, moldea a la educación desde su objetivo, su función y su forma de

actuar. Si el mercado explota recursos materiales y humanos, la educación


capacita al recurso humano para que sea explotado y se mantenga en un estado

de consumismo. Todos aquellos aspectos que no sirvan para dicho fin se

desplazarán por otros que si lo sean. Algunos intentos del mercado por manipular

contenidos en el sistema educativo mexicano fallan, otros se logran vía políticas

de estado corruptas, ésta incursión en las decisiones de la educación de nuestro

país es un claro ejemplo de cómo el mercado crea las condiciones propicias para

su provecho y nos debe prevenir de lo que puede llegar a hacer con la educación

de nuestra nación.

El mercado mundial hoy en día funciona mayoritariamente en el rubro de

productos y servicios, por lo que se da prioridad en las instituciones educativas a

las competencias administrativas, tecnológicas y económicas, propiciando que

aquellas que se refieren al área artística, al de salud física o mental, al de la ética

humana, medio ambiente, etc., se vean disgregadas de su conformación como

individuo generando hombres, mujeres y niños con falta de interés por el entorno

social, cultural, humano y familiar, al sustituirle o desplazarle el desarrollo de

muchas de sus características implícitas con el consumismo y el trabajo

enajenado.

Altos índices de estrés, violencia, diagnóstico de nuevos trastornos físicos y

psicológicos a cualquier edad, depresión, disfunción familiar, padecimientos de

obesidad, desigualdad social aguda, falta de conciencia ambiental, falta de opinión

crítica y reflexiva, discriminación y la exclusión, son solo algunos ejemplos de

secuelas derivadas de la fragmentación del individuo para su explotación como

mano de obra del mercado.


Se debe corregir el camino andado por la educación fragmentadora, con el

sentido inverso de educación, una educación integradora de todos los ámbitos de

desarrollo del individuo, desde lo fisiológico y psicológico hasta lo científico

intelectual, pasando por lo artístico y creativo, así como por lo social y humano.

La educación fragmentadora encuentra muchas realidades sociales,

económicas, culturales, políticas e ideológicas que en la suma ya no le permiten

funcionar como el generador de ciudadanos aptos para sobrevivir (mucho menos

decir vivir dignamente) dentro de un contexto globalizante. La pertinencia de

replantear la forma de educación radica en corregir las secuelas de la educación

fragmentadora mediante una educación integral planteada situacionalmente desde

un contexto delimitado por objetivos comunes de una población particular.

Trabajar en lo que el individuo mejor desarrolle como aptitud no representa

que tenga la mejor actitud para trabajar. Pongamos como ejemplo a un niño que

muestre habilidades en una competencia particular, pero mantiene una vocación

distinta, la educación fragmentadora lo llevará a constituirse en el área de sus

habilidades mediante la exigencia de su certificación para incorporarse

activamente a la sociedad mediante un empleo, por lo que pasará más de la mitad

de su vida condenado a la frustración, encontrando refugio y confort en el

consumismo y el status social, perdiendo su sentido humanitario y comunitario.

La educación integral que planteo no intenta complementar a la

fragmentadora como algunos proyectos gubernamentales intentan hacer, por

ejemplo, generar eventos deportivos esporádicos no implica un valor de peso en la


conformación del individuo, por el contrario crea la falsa idea de una buena

condición física o goce de buena salud. La educación integral ejercería entonces

una planificación específica delimitada por su contexto, para ejercer de forma

permanente, constante y cualitativamente cambios en los hábitos y cultura de

salud física en los individuos, bajando índices de obesidad, adicciones,

padecimientos cardiacos, etc., al articularse los elementos de desarrollo del

individuo al de la salud física de forma retroactiva.

La apreciación artística en todas sus formas y expresiones son otro

ejemplo, lo integral no intenta generar eventos artísticos esporádicos y obligatorios

que no le representan un sentido emocional, creativo o innovador al individuo, sino

que se le provea precisamente de éstas características para la expresión de su

propia personalidad, vocaciones y actitudes que le permitan desenvolverse en un

medio satisfactorio y no frustrante.

Podemos mencionar un sinfín de ejemplos y justificaciones de lo que por

naturaleza ya está implícito en el ser humano, es un todo compuesto de muchas

características q son dependientes entre todas, así mismo la conformación del

individuo debe hacer uso de varias disciplinas que satisfagan no a las necesidades

del mercado sino a edificar una sociedad de verdad incluyente basada en los

derechos sociales y humanos antes que en las ganancias.

Una educación desde la Pedagogía y no desde el mercado nos permitiría

trabajar de forma integral desde los primeros años de vida hasta los últimos,

generando contextos propicios para cada parte del proceso de conformación.


Todos los aspectos humanos en armonía y acorde a cada etapa de crecimiento

propiciarían una verdadera sociedad incluyente, multicultural, comunitaria, alejada

cada vez más del consumismo y en consecuencia del modelo económico

capitalista monopólico.

Una pedagogía integral cimentaría las bases para una educación liberadora

partiendo de contextos y realidades concretas, emancipación de la ideología

dominante y que solo sirve a los intereses del mercado, creación de una

contraofensiva ideológica que rompa con la lógica de reproducción social actual,

capaz de establecer una concientización en el individuo de sí mismo y de su

entorno. Así pues con la pedagogía integral se formarían individuos completos y

no fragmentados, desenvolviéndose en su propio contexto y realidad bajo las

necesidades propias y sociales. La salud física y psicológica, la ciencia, la facultad

crítica reflexiva, el arte, la creatividad, la cultura así como lo humanístico y social,

articulándose y dándole todas sus características naturales al ser humano.

Como seres vivos requerimos cuidados físicos de todos los elementos de

nuestro cuerpo, así como de lo intelectual y emocional, si se descuida una parte

por muy pequeña e inferior que parezca traerá consecuencias grandes e

importantes a todo el sistema. Llevado éste ejemplo a la realidad social de nuestro

país, estamos descuidando partes vitales de nuestra vida social que nos traerán

consecuencias cada vez más drásticas y arraigadas en nuestras generaciones

vulnerables.
Una pedagogía responsable debe ser integral, formadora de individuos

completos no fragmentados capaces de transformar su entorno con miras a una

sociedad justa y con una mejor calidad de vida.

Lecturas recomendadas:

Del individuo a la fragmentación. Grupo DOCE.

El horror económico. Vivianne Forrester.

Las venas abiertas de América Latina. Eduardo Galeano.

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