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ABIGAIL: To, cunde el rumor de que es brujera; creo que lo mejor ser que bajis
y lo
neguis vos mismo. La sala est llena de gente, seor. Yo me quedar con ella.
PARRIS (abrumado, se vuelve hacia ella): Y qu he de decirles? Que en el bosque
descubr a mi hija y mi sobrina, bailando como herejes?
ABIGAIL: S, to, bailamos. Habris de decirles que yo lo confes. Y ser azotada si
debo serlo. Pero hablan de brujera. Betty no est embrujada.
PARRIS: Abigail, no puedo presentarme ante la congregacin sabiendo que no te
has franqueado conmigo. Qu habis hecho con ella en el bosque?
ABIGAIL: Bailamos, to. Y cuando aparecisteis de entre los arbustos, tan
repentinamente, Betty se asust y se desmay. Y eso fue todo.
PARRIS Hija, sintate.
ABIGAIL (temblando al sentarse): Yo jams le hara dao a Betty. La amo
tiernamente.
PARRIS: Atindeme, criatura. Tu castigo vendr a su tiempo. Pero si en el bosque
habis traficado con espritus, debo saberlo ahora, pues sin duda llegarn a saberlo
mis enemigos y con ello me arruinarn.
ABIGAIL: Pero es que no conjuramos espritus...
PARRIS: Entonces por qu desde la medianoche no puede moverse? La chica no
tiene remedio. (Abigail baja la vista.) Esto saldr a la luz, forzosamente ...; mis
enemigos lo pondrn en descubierto. Dime qu es lo que habis hecho all. Abigail,
te das cuenta de que tengo muchos enemigos?
ABIGAIL: O decirlo as, to.
PARRIS: Hay un bando que ha jurado arrojarme de mi plpito. Comprendes esto?
ABIGAIL: As lo creo, seor.
PARRIS: Y bien; en medio de semejante embrollo, mis propios familiares resultan
ser
el mismo centro de no s qu prctica obscena. En el bosque se hacen
barbaridades...
ABIGAIL: Jugbamos, to!
PARRIS (sealando a Betty): A esto le llamas jugar? (Ella baja la mirada. El
suplica.)
Abigail, si sabes algo que pueda ayudar al mdico, por amor de Dios, dmelo. (Ella
calla.) Al sorprenderos, vi a Ttuba agitando sus brazos sobre el fuego. Por qu
haca eso? Y o cmo, de su boca, sala una chillona jerigonza. Se bamboleaba
como una bestia estpida sobre esa fogata!
ABIGAIL: Siempre canta sus cantos de Barbados, y nosotras bailamos.
PARRIS: No puedo cerrar los ojos a lo que vi, Abigail, pues no han de cerrarlos mis
enemigos. Vi un vestido tirado sobre la hierba.
ABIGAIL (inocentemente): Un vestido?
PARRIS (...es muy duro decirlo): S, un vestido. Y me pareci ver... a alguien
desnudo, corriendo entre los rboles!