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Academia

CONTENIDO Número 30

Comentario Diciembre de 2002 - Enero de 2003


La mayor riqueza de las instituciones educativas

Pedagogía
El capital intelectual en la educación

Tecnología educativa
Los medios en la Educación a Distancia

Didáctica
El periódico mural como herramienta didáctica

Ejercicio profesional
La búsqueda de empleo

Filosofía Educativa
Oración, humildad y ejemplo

Pedagogía
Aspectos de las competencias comunicativa en el
docente

Filosofía Educativa
El actuar del hombre y la conciencia PORTADA:
Mazamitla, Jalisco,
Educación México.
El deporte, promotor de virtudes Foto: Eduardo Sahagún G.

Para leer y guardar


El Lazarillo, antecedente de los niños de la calle
C O M E N T A R I O

La mayor riqueza
de las instituciones educativas

E s indudable que en la actualidad el conocimiento ha tomado un papel


prepon-derante para el desarrollo de las sociedades. Esa es una de las prin-
cipales razo-nes por las cuales muchas tendencias económicas, sociales,
políticas y educativas, han asumido el valor creciente del capital intelectual
para enfrentarse exitosamente a las nuevas condiciones que han sido impues-
tas por los fenómenos globalizantes y la competencia del mercado.

Pero ¿qué es el capital intelectual?

Aunque no es fácil ensayar una respuesta en tan poco espacio, podemos


afirmar que se trata de la suma de todos los conocimientos y la experiencia
que reúne una organización en sus miembros. Es todo el conjunto de “activos
intangibles” de una organización; aquello que genera valor o tiene potencial
de generarlo en el futuro.

En relación con su importancia para las organizaciones, se ha llegado a


considerar a este capital como un aspecto prioritario para su desarrollo. Para
tratar de explicar esta importancia recurrimos a la siguiente metáfora: Una
organización (institución educativa, compañía, etcétera) es como un árbol:
hay una parte visible (los frutos, productos o resultados) y una parte oculta (las
raíces, que no se ven pero son las que le dan sostén y le nutren). Si solamente
hay preocupación por el aspecto exterior, el árbol puede morir; para que el
árbol crezca y continúe dando frutos, es fundamental que la parte oculta, las
raíces, estén sanas y bien nutridas.

El tema, que tiene su origen en la teoría administrativa, ha cobrado una gran


relevancia en el medio educativo, razón por la cual ha sido abordado por el
licenciado Flavio Mota Enciso, quien en esta ocasión nos presenta su visión en
torno al tema, en donde destaca el papel preponderante y prioritario del
recurso humano de las instituciones educativas y la necesidad de una adecua-
da gestión para el cabal cumplimiento de la misión que tienen encomendada.

El Editor
P E D A G O G Í A

El capital intelectual
en la educación
Por: Flavio Mota Enciso

E l tema del capital intelectual en la educación, sin ser nuevo, cobra especial relevancia en la
actualidad debido al desarrollo e investigación que se ha generado en las instituciones educativas, sobre todo
en la Unión Europea. El enfoque del capital intelectual parte del supuesto de que la eficiencia de las
organizaciones depende fundamentalmente de la calidad de los recursos, especialmente los recursos huma-
nos, y de la manera como se gestionan. Este enfoque tiene su origen en la empresa, al igual que otros temas
de estudio, que ya forman parte esencial de la educación.

En primera instancia, parece una forma demasiado pragmática de abordar el problema educativo, y de hecho,
en algunas acepciones teóricas, lo es; sin embargo, visto como un modelo de análisis, resulta particularmente
valioso en la comprensión del papel vital que desempeñan aquellos que tienen como tarea fundamental edu-
car, generar conocimientos, innovar o administrar el proceso educativo.

El capital intelectual se conforma por tres elementos o capitales1: el capital humano, el capital estructural
y el capital relacional. El primero, se refiere a
los recursos humanos de una organización o insti-
tución; el capital estructural a los recursos econó-
Foto: M.E. Romo

micos, sistemas y procedimientos. Algunos auto-


res lo identifican de una manera más fácil dicien-
do que el capital estructural “es todo aquello que
se queda en la organización cuando la gente se
va”. El capital relacional está formado por los
vínculos de la institución con el medio exterior,
por ejemplo los convenios, los clientes, los pro-
veedores, etc. En éste participan tanto el capital
humano como el estructural. Esto quiere decir que
en la medida en que una institución tenga mejores
recursos humanos, mejor infraestructura, y una
mayor y mejor relación con el medio, será más
exitosa.
Por otra parte, recientemente las empresas se han dado cuenta de que sus valores y recursos intangibles
tienen más importancia que los tangibles en la producción de bienes y servicios y, por lo tanto, en la obtención
de ganancias. Los valores tangibles se ubican básicamente en el rubro del capital estructural, y son los
recursos que se evalúan cuantitativamente, los financieros, los que aparecen en los libros de contabilidad, en
equipos, o bien en forma de manuales de organización, contratos, etc., pero los valores intangibles, los más
importantes, los que producen mayores beneficios, se encuentran fundamentalmente en las personas, en sus
capacidades, en su sabiduría y en su experiencia. Y estos intangibles no pueden ser tasados en pesos y
medidas. Es sobre el capital humano y los recursos intangibles a lo que fundamentalmente nos referiremos a
continuación.

Si bien el capital humano es el más importante, en la determinación de la productividad de una organización,


el problema no es de cantidad, sino de calidad. El hecho de contar con suficientes recursos humanos en una
institución -dicho de otra forma, el tener cubiertas las plazas- no garantiza los beneficios esperados. Hay dos
condiciones para que el capital humano sea altamente productivo: la primera de ellas es, que las personas
sean capaces, estén entrenadas y capacitadas, estén comprometidas con los fines institucionales y además
tengan un cúmulo de experiencia valiosa. La segunda condición es que generen activos intelectuales2, es
decir, que generen bienes y valores, que pueden ser traducidos en mayores beneficios, tales como proyectos,
patentes, mejora de procesos, y productos o servicios de calidad, etc. Es decir, no basta que las personas sean
capaces y tengan experiencia, sino que además deben emplearlas para ser productivos. Éste es el verdadero
capital humano, aquel que hace crecer las organizaciones e incrementa su capital intelectual.

MODELOS DE GESTIÓN Y EVALUACIÓN

La gestión y evaluación de los intangibles constituye una preocupación creciente de las empresas y de las
instituciones educativas. Se han desarrollado varios modelos con esta intensión, entre los que pueden mencio-
narse3 los de Kaplan y Norton (1992), Stewart (1994), el modelo de evaluación Skandia de Edvinsson y
Malone (1995), Brooking (1996) y el modelo Meritum4 (MEasuRing Intangibles To Understand and improve
innovation Management) , desarrollado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid. Particu-
larmente este último modelo pretende integrar sistemáticamente la gestión y la eva-
luación; considera tres aspectos básicos: a) la identificación de los recursos
intangibles críticos, que conforman el soporte de la organización y la base para su
El verda- desarrollo. A partir de la identificación se elabora un mapa con la ubicación de todo
este capital humano en la organización. Esta fase considera también el desarrollo de
dero capi- estrategias para incrementar y mejorar estos recursos. b) Evaluación de los
tal huma- intangibles, para lo cual se definen indicadores genéricos y específicos que sirvan
no es como aproximaciones para conocer el valor de estos intangibles para la institución, y
c) gestión de los intangibles. Una vez analizados los resultados de la medición, se
aquel que busca optimizar cada recurso intangible para lograr los objetivos estratégicos de la
hace cre- organización.
cer las
organiza- Los estudios sobre capital intelectual han llegado a conclusiones muy importantes:
ciones e •El capital humano es el más valioso de la empresa.
incrementa
su capital •Lo verdaderamente valioso del capital humano es intangible.
intelec-
•Del capital humano dependen los capitales estructurales y relacionales, pues son
tual. las personas las que generan los recursos, los procesos y las relaciones.
• El capital humano no es propiedad de la empresa. Sólo presta sus servicios en ella, por lo tanto es el
elemento que más hay que valorar y cuidar.

• Una de las inversiones más importantes tiene que ver con la formación y desarrollo del capital humano.

• Un capital humano será realmente valioso en la medida que genere activos intelectuales.

• La gestión y evaluación institucional deben considerar y orientarse hacia la optimización y desarrollo del
capital intelectual.

APLICACIÓN AL MEDIO EDUCATIVO

En la transferencia de estos principios al campo de la educación encontramos aspectos muy interesantes:

1. Es necesario que las instituciones educativas tengan una visión muy clara del papel vital que desempeña el
capital humano en su funcionamiento actual, y el que desempeñarán en un futuro que promete ser cada vez
más competitivo. La única manera de enfrentar con éxito los retos próximos es contar con suficientes recur-
sos humanos capaces, capacitados y comprometidos con la visión institucional.

2. El capital humano es el más valioso de la instituciones educativas. Son los maestros, administradores,
directivos, personal técnico, etc. los que desarrollan realmente la tarea de educar y de quienes depende, en
primera instancia, la calidad educativa. Sin duda este personal se nutre de los recursos, procesos y relaciones
de las instituciones, pero al final es el capital humano, las personas, quienes potencian los recursos, los operan
y administran, mejoran los procesos y generan las relaciones. Frecuentemente se piensa que el personal
académico es solo cuestión de plazas, y que si alguno de ellos deja la institución, por el motivo que sea,
simplemente basta con substituirlo. Pero con los buenos profesores o los buenos directivos no es así. Se
origina una gran pérdida cuando se van. En algunos casos, para volver a contar con una persona tan valiosa
como ellos, tienen que pasar años; en otros casos, son irrecuperables.

Inclusive ahora se sugiere que la planeación estratégica de las instituciones tenga dos puntos de partida: su
misión y visión, por una parte, y su capital intelectual, por otra; por- que, si no se tienen los recursos, principal-
mente los humanos, no es posible lograr metas estratégicas.

El capital
humano
es el
más
valioso
en las
institu-
ciones
educati-
vas.

Foto: M.E. Romo


3. Lo más valioso del capital humano es intangible. Si bien pode-
mos especificar el número de profesores por grado académico, o
el número de docentes o directivos con menos de 5 o con más de
10 años de experiencia, interesa más lo que los profesores o ad-
ministradores hacen a partir -o a pesar- de los grados o los años
de experiencia obtenidos. Y eso es intangible, no se puede con-
vertir directamente en pesos, puntos de un escalafón o en bonos
de desempeño: la sabiduría de un profesor, la experiencia forman-
do adolescentes , el amor y cuidado de una educadora para con
los niños a su cargo, la experiencia gestionando recursos de un
directivo, son inmesurables de manera directa. Y estos profeso-
res y directivos abonan más a la calidad de una institución que las
aulas, los libros, el currículum y las computadoras. Desde luego,
buenos profesores, con buenos recursos, harían más.

Foto: E. Ávalos 4. El capital humano no es propiedad de la escuela. Esto plantea


un verdadero problema para los directivos. Los profesores sólo
prestan sus servicios en las instituciones. De allí la necesidad de
identificar el personal valioso y desarrollar estrategias para retenerlo y desarrollarlo, y -muy importante-
dejarlo trabajar, facilitarle sus tareas, porque los buenos docentes regularmente trabajan y producen a mayor
velocidad que los que no los son, y con frecuencia son los pares, el ambiente laboral o la misma administración
los que frenan su talento, al establecer políticas y normas que desalientan la innovación y fomentan la unifor-
midad en el desempeño.

5. La formación y desarrollo del capital humano es, sin duda la mejor inversión de las instituciones. Pero aquí
surge un dilema: ¿cómo armonizar la igualdad de oportunidades, a la que todos tenemos derecho, con el
desarrollo de talentos? Si bien podemos afirmar que todas las personas que laboran en una institución son
importantes, es un hecho que la calidad y el avance de las instituciones, regiones y aún países, depende del
capital intelectual con el que se cuente, y especialmente del capital humano. Por lo tanto, en la medida en que
se fomente la formación y desarrollo de personas capaces, comprometidas, generadoras de proyectos y
propuestas innovadoras, aumenta la calidad de las instituciones, calidad que se multiplica, porque la educa-
ción, debido a su naturaleza, tiene un efecto multiplicador: mejores directivos y maestros darán como resulta-
do mejores alumnos, mejores ciudadanos, etc. Pero este efecto también pudiera ser el contrario.

Foto: E. Ávalos

Si no se tienen
los recursos,
principalmente
los humanos,
no es posible
lograr metas
estratégicas.
Un punto de partida que facilita enorme-
mente la tarea de formación y desarrollo
del capital humano es el contar con un pro-
grama de selección y reclutamiento que
identifique al personal real o potencialmente
valioso y que vincule sus perfiles con las
necesidades institucionales.

6. Otro supuesto esencial en esta línea de


pensamiento es que el talento del capital
humano debe manifestarse en términos de
bienes, valores, servicios, innovaciones,
etc., sean tangibles o intangibles. Los apor-
Foto: E. Ávalos

tes científicos a través de la investigación,


la publicación de un buen artículo, la aten-
ción esmerada a los alumnos y a sus ne-
cesidades, el desarrollo de hábitos intelec-
tuales valiosos en los estudiantes, una bue-
na preparación de la clase, etc., es lo que podrían considerarse los activos intelectuales de una institución. En
la medida que estos activos sean más y mejores, la escuela se vuelve más productiva y de mayor calidad.

7. Las políticas de gestión y evaluación institucional requieren orientarse hacia la optimización e incremento
del capital humano, a partir precisamente de su identificación, desarrollo, retención y seguimiento, esfuerzos
que pueden organizarse y sistematizarse alrededor de un plan de carrera. Si el capital intelectual es la princi-
pal fuente de la producción el desarrollo y la calidad de las instituciones, es lógico suponer que se preste una
atención especial es su gestión. La capacidad de identificar, auditar, medir, renovar, incrementar y en
definitiva gestionar estos activos intelectuales es un factor determinante en el éxito de las empresas de
nuestro tiempo5. Para el caso concreto de la evaluación del capital humano, es necesario explorar procedi-
mientos e indicadores que se aproximen al reconocimiento del valor de este capital intangible, ya sea a través
de los activos intelectuales que generan, o de sus efectos e implicaciones en la productividad, desarrollo y
calidad institucionales.

Sin duda los recursos humanos son el elemento más valioso de una organización, pero el desarrollo y calidad
de la institución dependerá fundamentalmente del capital humano con que cuente.

Notas:
1
. Olea de Cárdenas, M. y Solé Parellada, F. (2002). La formación, la gestión del conocimiento y los intangibles en las
organizaciones. (Paper). Ponencia presentada en la Reunión Técnica Internacional sobre Gestión del Conocimiento, organiza-
da por la Asociación Universitaria Iberoamericana de Posgrado y el Instituto Politécnico Nacional, celebrada en la Cd. de
México, D. F.
2
. Medellín Cabrera, E. (2002). Elementos para la gestión de activos intangibles en una organización. (Paper). Ponencia
presentada en la Reunión Técnica Internacional sobre Gestión del Conocimiento, organizada por la Asociación Universitaria
Iberoamericana de Posgrado y el Instituto Politécnico Nacional, celebrada en la Cd. de México, D. F.
3
. Citados y analizados por Olea de Cárdenas y Solé Parellada. Op. cit.
4
. Http://www.uam.es/meritum
5
. Viedna Marti, J. M. (2000). La gestión del conocimiento y del capital intelectual. En: http://www.cedenet.org/congreso/
ponencias/Jmviedma.pdf

El autor es licenciado en Psicología y Doctor en Educación por la UAG. Actualmente es director de la DAPA y del Posgrado en
Educación en la misma Universidad.
T E C N O L O G Í A E D U C A T I V A

Los medios en la
educación a distancia

Por: Carlos Herrera Pérez

U na de las características principales de la educación a distancia (EAD) es la gran importancia


que tienen los medios de comunicación para poner el material didáctico a disposición de los alumnos donde
quiera que ellos se encuentren. Hoy en día dichos medios rompen con las barreras de tiempo y de espacio.

A mediados del siglo XIX, en Inglaterra surge la primera institución de Educación a Distancia: la Sir Isaac
Pitman Correspondence Colleges. Como su nombre lo indica, se trataba de un modelo en el que se usaba la
correspondencia como medio para hacer llegar los materiales de información a los estudiantes de taquigrafía.

Desde entonces hasta la fecha se consideran tres grandes generaciones en cuanto a los medios utilizados
en la EAD, cada una de ellas con sus características propias:

La Primera Generación comprende de 1850 a 1960, en la cual el medio primordial y predominante fue
el papel impreso, que se hacia llegar por
medio del correo, integrándose la radio en
los años 1930. A través de este medio se
enviaban emisiones para complementar lo
visto en las aulas y en los años 1960 se
incorpora la televisión. La comunicación
era principalmente unidireccional, es de-
cir, solamente del maestro al alumno; pero
también se usó la correspondencia para
que los alumnos interactuaran con el pro-
fesor y posteriormente a principios del si-
glo pasado se incorporó al teléfono.

La Segunda Generación abarca de


1960 a 1985. Se utilizaron como medios
las cintas de audio, en las cuales se gra-
baban las lecciones, la televisión con un
Foto: M.E. Romo
poco de transmisiones abiertas, las cintas de
videocasete, el fax y el papel impreso. En
esta etapa la comunicación se vuelve un poco
más interactiva apoyándose del teléfono, el
fax y del correo, propiciando con ello la re-
troalimentación por parte del profesor.

La Tercera Generación incluye desde


1985 hasta la fecha, en la cual a los medios
anteriores se incorporan la computadora y el
Internet, empleándose el correo electrónico,
las sesiones de chat y programas de
computadoras y programas de
autoinstrucción, así como material almace-
nado en discos y en CD, audioconferencias
y video-conferencias por Internet. En esta Foto: M.E. Romo
etapa la comunicación se vuelve totalmente
interactiva en ambos sentidos, y puede ser
mediante audio y video tanto asíncrona como síncrona.

Como se puede ver, los medios y materiales que se utilizan hoy en día en la Educación a Distancia son muy
variados y tienen la gran de responsabilidad de suplir al profesor en cuanto a lo informativo, pero no así en lo
formativo, porque aun cuando el profesor y el alumno se encuentren separados físicamente se debe propor-
cionar una educación integral.

La EAD se apoya en las nuevas tecnologías de información y comunicación (NTIC) con el fin de hacer
llegar los contenidos educativos de una manera más rápida, pero también para diversificar su presentación y
motivar y facilitar a los alumnos que participan en esta modalidad.

Se debe considerar que en este medio de comunicación intervienen varios elementos a considerar para el
logro del aprendizaje: la información, el canal, el emisor y el receptor. En cuanto a la información, es decir las
lecciones o el mensaje que se les hará llegar a los alumnos, deberá de atender a las necesidades y posibilida-
des de ellos y por supuesto debe estar adecuado a la disciplina; el canal es el medio
que usaremos para transmitir dicho mensaje, el cual puede ser visual, auditivo,
Aún cuando audiovisual y computacional, seleccionando la mejor opción de acuerdo con los ob-
el profesor y jetivos programados; el emisor, es el profesor o el encargado de hacer llegar las
lecciones a los alumnos, a los cuales se les denomina receptores.
el alumno
se encuen- Para identificar más fácilmente los medios y las divisiones que se utilizan en la
tren separa- EAD, se presenta el siguiente esquema:
dos física-
mente se IMPRESOS: Antologías, guía de estudio, textos y libros, cuadernos.
debe pro-
porcionar AUDITIVOS: Audioconferencia, audiocassettes, audiographics, programas de
radio.
una educa-
ción inte- AUDIOVISUALES: Recepción de programas por televisión, video,
gral. teleconferencia vía satélite (en vivo), videoconferencia vía satélite (pregrabada),
videoconferencia en circuito cerrado, película y audiovisual
INFORMÁTICOS: Correo electrónico, material en internet, material en CD-
ROM, software educativo, bibliotecas digitales, material en discos y cintas magnéti-
cas e información por redes locales o privadas.

Fuente: ANUIES (2001), “Diagnóstico de la Educación Superior a Distancia”, México.

Cabe mencionar que por si solas las NTIC por muy


espectaculares que puedan llegar a ser, no garantizan
el aprendizaje por parte de los alumnos en la EAD por
lo que la labor del docente y del tutor debe de refor-
zarse para la verificación del mismo.

Por otro lado, en las disciplinas como la medicina y


otras donde se demanda el ejercicio de prácticas; la
realidad virtual es la posibilidad para que los alumnos
puedan practicar y demostrar sus habilidades sin po-
ner en riesgo a un ser humano, por ejemplo, al realizar
una operación virtual por parte del estudiante de me-
dicina, pero debemos de reconocer que para que esta
realidad virtual llegue a nuestro país falta todavía tiem-
po.
Foto: M.E. Romo

Como se puede apreciar, mediante el uso correcto


de las NTIC y una buena planeación didáctica se am-
plían las posibilidades para colocar entre los estudian-
tes los materiales didácticos, para superar los proble-
mas espacio-temporales y facilitar con ello una edu-
cación individualizada.

Referencias:

*Amador, Rocío (2001), “Educación y formación a Distancia”. Prácticas, propuestas y reflexiones, Univ.
de Guadalajara, México.

*García Aretio, Lorenzo (2001), “La educación a distancia. De la teoría a la práctica”. Ariel, Barcelona.

El autor es licenciado en Diseño Gráfico. Máster en Educación. Actualmente es asesor docente de la DAPA.
D I D Á C T I C A

El periódico mural
como her ramienta didáctica

Por: Ma. Elena Romo Limón

E l periódico mural o periódico escolar es un medio de comunicación que regularmente se


elabora por los propios alumnos con la guía del maestro y emplea una temática variada. Aunque general-
mente se utiliza para dar a conocer efemérides, las potencialidades del mismo abarcan otros tópicos, como
la promoción de tradiciones y costumbres, del arte, la cultura y los valores, entre otros.

También puede ser valioso internamente en el aula para una materia específica cuando el profesor desea
enfatizar algún tema que se ha estudiado durante las clases. De esta manera el alumno estará en contacto
visual constante con la información y logrará mayor retención de lo aprendido.

El periódico mural se diseña con base a fotografías y gráficos vistosos. La tipografía es atractiva y se
distribuye armónicamente y el contenido debe ser claro para lograr el impacto deseado. Sus características
tienen como propósito garantizar su lectura y la asimilación rápida del contenido.
Foto: M.E. Romo

El periódico mural se utiliza


para dar a conocer efeméri-
des, promoción de tradiciones
y costumbres, del arte, la
cultura y los valores.
Un periódico
mural se
convierte en
una herra-
mienta di-
dáctica de
valor inne-
gable.

Algunos de los errores más comunes cuando se elabora es el amontonar la información, el usar tipogra-
fía muy pequeña, la falta de análisis del contenido y la carencia de unidad en cuanto al diseño.

Un periódico mural bien elaborado no debe ser un simple «collage» de textos e imágenes, sino que,
para que exista un aprendizaje verdadero, es necesario seguir un proceso con las siguientes etapas gene-
rales a) elegir el tema: b) asignación de roles c) búsqueda de materiales, d)selección y discriminación del
material, e) resumen, análisis y síntesis, f)diseño armónico.

E l v a l o r p e d a g ó g i c o

Para los emisores y receptores del periódico mural tiene un valor pedagógico innegable con relación al
desarrollo de habilidades de investigación, de análisis, de síntesis y de juicio crítico. Además coadyuva a la
comprensión del entorno, propicia el trabajo en equipo, el liderazgo, las habilidades estéticas y el sentido
de responsabilidad.

Una vez definido el tema el alumno se da a la tarea de hacer una investigación, lo cual implica la
búsqueda de la información. Aprenderá el uso de los recursos bibliográficos y electrónicos, el conocimien-
to físico de la biblioteca y la selección y discriminación de materiales.

Cuando los materiales han sido seleccionados se procede a la lectura de contenidos. Un periódico
implica no sólo resumir, sino analizar y sintetizar el mensaje que se transmitirá, porque se tienen que tomar
ciertas decisiones con relación a la información. Es de esta forma que el alumno entra en un proceso de
discernimiento y de juicio crítico.

Otra ventaja didáctica es el propiciar en el alumno las habilidades de redacción y aún más allá la
composición literaria. Por ejemplo, en un periódico mural con la temática de los Símbolos Patrios se
pueden incluir poemas de los propios alumnos, pensamientos o pequeños ensayos.
Con relación a la apreciación estética, el alumno puede realizar dibujos, escoger los gráficos adecuados
y buscar una distribución armónica para su publicación. Otra manera de hacer hincapié en este punto es la
selección de pinturas y dibujos asi como en tomar fotografías para ilustrar el contenido.

El periódico mural propicia la cooperación, la comunicación, el liderazgo y el trabajo con orden y


disciplina. El profesor puede asignar roles acordes con las habilidades de los alumnos y rotar esos roles
para desarrollar nuevas habilidades.

El valor pedagógico del periódico mural no se limita a los puntos expuestos en este artículo. Cada
maestro de acuerdo a los objetivos que quiere lograr y a la personalidad del grupo encontrará nuevos
usos. En términos generales como actividad curricular o extracurricular es una forma de trabajo y
aprendizaje ameno y eficiente.

La autora es licenciada en Ciencias de la Comunicación y Asesor docente de la DAPA


E J E R C I C I O P R O F E S I O N A L

La búsqueda de empleo

Por: Angélica María Rascón Larios

U no de los primeros retos que la mayor parte de los egresado enfrenta al concluir su carrera
universitaria es el de buscar empleo, sobre todo aquellos quienes no tuvieron la oportunidad de trabajar
durante el transcurso de su carrera.

Contrario a lo que se pudiera pensar, buscar empleo no es una tarea fácil, ya que enmarca cierto grado de
complejidad, pues surgen una serie de interrogantes; por ejemplo, sobre la redacción de su currículo, la forma
de desenvolverse en su primera entrevista, qué ropa usar, etc. a las que algunas veces los egresados dan
respuesta basados en su lógica carente de experiencia en este tema y se topan con la desilusión de que
empiezan a pasar los meses y continúan sin encontrar trabajo.

Buscar empleo no sólo es cuestión de suerte, se requiere por un lado, de un nivel de formación que
conlleva el haber desarrollado ciertas habilidades y destrezas (propias de la profesión) además de cualidades
personales, esfuerzo, dedicación y la implementación de una estrategia adecuada. Por otro lado, hay que
considerar ciertos factores de nuestro
ámbito nacional, como la oferta de egreso
de las carreras ( que en algunos casos
es muy alta y viene a saturar su deman-
da), el mercado de trabajo y la situación
económica de nuestro país.

Pese a las estadísticas de desempleo


y a la consecuente disminución de opor-
tunidades de trabajo difundidas frecuen-
Foto: M.E. Romo

temente por los medios, hay que desta-


car que siempre existirán empleos en
nuestro entorno, en alguna parte de
nuestra ciudad o comunidad. Los em-
pleados renuncian, son promovidos a otras posiciones, se incapacitan, se jubilan o
Buscar em- mueren. Se abren nuevas empresas que generan fuentes de trabajo; por consiguien-
te, siempre habrá empleos esperando ser ocupados.
pleo no
sólo es Richard N. Bolles autor de la obra “¿Cuál es el color de tu sombrilla? Un Manual
cuestión de Práctico para buscadores de empleo y para quienes desean cambiar de profesión”,
suerte, se establece cinco de las peores estrategias de búsqueda de empleo:
requiere * Enviar por correo su currículum vitae.
haber de- * Contestar avisos de empleo en publicaciones profesionales o gremiales.
sarrollado * Buscar en el internet.
habilida- * Contestar avisos de empleo en periódicos locales.
* Recurrir a agencias privadas de empleo.
des, des-
trezas, Asimismo, destaca como cinco de las mejores estrategias:
además de
* Tocar a la puerta de cualquier
cualidades empleador, empresa o institución en la cual
Foto: M.E. Romo

persona- se tenga interés.


les... * Utilizar el teléfono para identificar
áreas de interés y llamar a empleadores
para registrar puestos vacantes
* Junto con otros buscadores de em-
pleo, utilizar la guía telefónica para identificar sectores de interés y
llamar para preguntar sobre puestos vacantes.
* Realizar un inventario de uno mismo para conocer las destre-
zas propias, qué puede ofrecer y luego presentarse con los
empleadores.

¿Cuáles estrategias utilizar?, ¿En qué casos funcionan mejor


unas que otras?, ¿Cómo preparase para obtener los resultados más
favorables? son preguntas con las que se puede llegar a respuestas
más acertadas si se considera (preferentemente antes de concluir la carrera) asistir a cursos universitarios
orientados al empleo, en los cuales se adquieran conocimientos so-
Foto: M.E. Romo bre cómo planificar la estrategia de búsqueda, diseño del currícu-
lum vitae , cuidado del aspecto personal, cómo comportarse en una
entrevista de selección; etc. Esto puede hacer la diferencia entre
obtener o no un empleo con las características que deseamos y en
un lapso más corto.

La autora es licenciada en Administración por la UAG. Actualmente es


maestra en la Universidad de Sonora.
F I L O S O F Í A E D U C A T I V A

Cristo, maestro modelo (II)

Oración, humildad y ejemplo

Por: Juan Manuel Martínez Navarro

U n buen educador debe de fortalecerse en la oración, así como Cristo se apartaba de la muche-
dumbre para entregarse a ésta: “Cuando oren no lo hagan como los hipócritas, que gustan de orar de pie en las
sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los hombres vean. Ellos ya recibieron su premio. Tú
cuando reces entra en tu pieza, cierra la puerta y reza a tu Padre, que Él ve los secretos, Él te premiará. (Mt
6,5,6)

El silencio y recogimiento son indispensables para la oración.


La oración fortalece al hombre, le ordena las pasiones, le predispo-
ne la inteligencia para encontrarse con la verdad y le orienta en sus
actividades. Sin embargo, es difícil hacer oración, aún más en este
tiempo de prisas y falta de interioridad. “La oración es conversación
del alma con Dios, encuentro íntimo con Aquél que nos ama, rela-
ción filial con nuestro creador y alianza espiritual” (11)

Orar no es recitación exterior, ni meditación superficial, ni cán-


ticos efusivos que deleiten la sensibilidad, ni una larga lista de peti-
ciones caprichosas. El maestro con vocación al rezar participa de la
fortaleza y la sabiduría de su modelo para soportar los embates del
mal y para conducir a la perfección a sus alumnos. El verdadero
maestro no sólo imparte su cátedra con excelencia, sino que enseña
a sus alumnos a rezar como medio para fortificar sus almas. La
oración nos protege de caer en la tentación.

A imitación de Cristo el maestro debe de armonizar la contem-


plación con la actividad, inspirado en el silencio y el recogimiento,
Cristo con la Cruz a cuestas. El Greco.
fortaleciéndose para recapitular día con día su cátedra. Fincarse en
la manifestación de la verdad en una forma adecuada en el tiempo
y lugar oportuno, sin temor al escándalo.

Cristo se apartó de la muchedumbre, de cuando en cuando, para


huir del aplauso y ostentación humana (I° 6,15). El Señor nos mues-
tra de esta forma la actitud que debemos asumir en nuestro caminar
diario, pues Él, quien todo lo merecía, no quiso halagos. El maestro
debe dar todo sin esperar nada a cambio, fundamentando su labor
educativa en la caridad y en la humildad, ya que esto le permitirá
siempre considerar a Dios como el Todo.

Ser humilde no significa adoptar una actitud pusilánime ante lo


dañino de los sistemas educativos que apartan al maestro de su
verdadera función y lo transforman en un espectador. Tampoco sig-
nifica adoptar una actitud apocada y taciturna ante la falta de res-
peto del alumno, con el pretexto de no estropear su “libertad” de
expresión.

Ser humilde significa ser magnánimo y viril, es enseñar con au- Cristo crucificado. Diego Velázquez.
toridad y prudencia, es poner a Dios ante todo y ante todos, es
apartarse de la vanagloria, pues ésta “aniquila la vocación trascendental del hombre llamado por Dios a
despegarse de lo terrenal y lo efímero para acceder a la Gloria Eterna”. (S. Juan Crisóstomo).

El humilde plenifica su dignidad, pues estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, por lo cual es
inaceptable la pasividad de muchos maestros ante las pedagogías tendientes a destruir la dignidad del hombre.

En la actualidad ha sido confundida la humildad con la pasividad, con la falta de carácter y con la facilidad
para adaptarse con el medio ambiente; es decir, la mejor forma de masificarse.

Por otro lado, en muchas escuelas se trata de formar al hombre “modelo” egoísta, en las cuales el éxito
personal es lo primero que debe procurarse sin importar lo que tenga qué hacer, sin límites éticos, morales ni
religiosos, pues se promulga un libertinaje en el actuar.

En esta aparente polaridad se encuentra sumergido el maestro universitario, con


una tarea complicada y aparentemente imposible, pues ¿cómo revertir el deseo del
«Tú cuando alumno al dinero, a los honores, al tener desordenado que tanto se promueven en el
reces entra medio ambiente? No hay otra alternativa que regresar la mirada a Cristo. Para
muchos esta alternativa sonará utópica y para otros anacrónica; sin embargo, es
en tu pieza, posible y es actual.
cierra la
puerta y En el proceso educativo el buen maestro es aquél que se despoja de todo egoísmo
reza a tu y presunción haciendo resplandecer la verdad, siendo su principal satisfacción el
haber logrado desarrollar las potencialidades de sus discípulos no por mera retribu-
Padre, que ción económica, como un mercenario de la educación, sino como un conductor de
Él ve los almas hacia su Creador.
secretos, Él
El maestro con verdadera vocación tendrá que remar siempre contra la corrien-
te premia- te, pues se va a encontrar con un hombre de nuestro tiempo que vive más exterior-
rá». mente que interiormente. El hombre de nuestro tiempo ha dejado de lado la verdad,
vive en un completo relativismo en todas sus
actividades. No hay más adecuación de la in-
teligencia a la cosa, sino mera inclinación sen-
timental o lo que el sujeto piensa.

Cristo modelo de educador es poderoso en


palabra, pero más poderoso en ejemplo. Por
tal razón, un pilar fundamental en la educación
es poner de manifiesto los verdaderos arqueti-
pos, que sean causa ejemplar de la perfección,
principio normativo que condicione y origine
conductas individuales y colectivas necesarias
para el logro de los más nobles fines. En esto
radica la virtud regeneradora del arquetipo: en
su poder normativo y restaurador.

A este respecto Antonio Caponnetto seña- Jesús y el Cirineo. Ticiano.


la: “He aquí la fuerza cautivante de los arque-
tipos, su poder de reunir al hombre con la ejemplaridad y la superioridad alguna vez conocida y es en el
conocimiento y en la contemplación del mejor ser de las cosas cuando el alma capta la plenitud original, la
belleza del principio y no puede sino intentar imitarla, parecérsele, acercársele” (12)

En este contexto el maestro debe considerar en su diaria actividad educativa que Cristo vino a restaurar en
el hombre la belleza de su armonía origi-
nal, es decir, que su encarnación fue para
recapitular la creación. por lo que Él es el
ejemplo mayor. Dice San Pablo: “Os ex-
horto a haceros imitadores míos como yo
de Cristo” (I Cor. 4-16)

También el maestro debe encontrar el


modo adecuado de transmitir su sabiduría.
En la diversidad de formas de comunica-
ción buscar la que realmente llegue a sus
alumnos no sólo de una manera informati-
va, sino con el afán de la convicción y la
acción.

En Cristo antes de entrar en el mar de


los conocimientos usaba riachuelos, pues
a lo difícil se debe llegar por lo fácil en
forma gradual y progresiva, clarificando
siempre las dudas. Enseñó en forma de
parábolas. Respecto a esto Santo Tomás
explica que “Cristo ocultaba algunas co-
sas a la muchedumbre cuando exponía en
parábolas los misterios que no eran capa-
ces o dignos de recibir. Sin embargo, toda-
vía les era mejor recibirlas así y bajo el
velo de las parábolas oír la doctrina espiri-
Crucifijo. Fragmento. Cosimo Tura.
Cristo de Piedad.
Lucas Cranach el Viejo.
Ser humilde
significa ser
magnánimo
y viril, es
enseñar con
autoridad y
prucencia,
es poner a
Dios ante
todo y ante
todos.

tual que del todo quedase privado de ella. Y aún exponía luego la verdad clara y desnuda de las parábolas a
los discípulos, por medio de los cuales había de llegar a otros que fuesen capaces de recibirlas”.

El maestro a imitación de Cristo debe fundamentarse en la verdad, con un método que conduzca a su
alumno de lo fácil a lo difícil, de lo oscuro a lo claro; alejado del afán protagónico que hace su cátedra difícil,
frenando el desarrollo de las potencialidades del alumno, dejándole muchas veces trunco en su despegar a lo
trascendental.

Sin lugar a duda, el maestro que tenga como modelo de creador a Cristo tendrá una empresa difícil, pues
siempre navegará contra la corriente y será catalogado como utópico o anacrónico, lo que exige mantenerse
firme en la Fe, la Esperanza y la Caridad, que se revista de Sabiduría, Templanza, Justicia y Fortaleza. Que
sea señor de sí mismo, lo que permitirá identificar y combatir el mal en todas sus actividades educativas.

REFERENCIAS

1. Juan Carlos P. Ballesteros. Comentario de Magistro. Santo Tomás de Aquino. Pág. 3-7.
2. Ibid. Pág. 4.
3. Ibid. Pág. 6.
4. Fr. Rafael M. Rossi, Contemplación de lo Inefable. Pág. 107
5. Modo de la vida de Jesucristo. Sección II, Capítulo I. Pág. 279.
6. P. Fr. Armando Díaz O.P. El Silencio y la educación. 1963. Pág. 11
7. Jesucristo. Pág. 279-280.
8. P. Fr. Armando Díaz O.P. El silencio y la educación. 1963. Pág. 13
9. Jesucristo. Pág. 280.
10. Contemplación de lo inefable. Pág. 127.
11. Fr. Armando Díaz O.P. La oración: obra de Dios. Pag. 97-107
12. Antonio Caponnetto. Pedagogía y Educación, Folia Universitaria, UAG.1999. Pág. 300-302.

El autor es médico especialista Pediatra gastroenterólogo en el Hospital Ramón Garibay. Máster en Educación y Máster en
Filosofía.
P E D A G O G Í A

SEGUNDA PARTE

Aspectos de las competencias


comunicativas en el docente
Por: Ismael Zamora Tovar

E n la primera parte de este artículo se señalaron


con relación a las competencias informativas en la forma-
ción de docentes los siguientes puntos: los problemas y
retos endógenos, los problemas y retos para la genera-
ción de competencias globales, las competencias infor-
mativas para el aprendizaje efectivo y las normas de
un estudiante competente en el manejo de la informa-
ción. En esta segunda y última parte se abordarán
específicamente estas competencias.

La Universidad Griffith en Queensland, Australia defi-


nió a una persona competente en el uso de la informa-
ción como aquella que se ocupa independientemente de
autodirigir su aprendizaje (Tomado de Seen Breivik,
1998:15).
ESQUEMA 1
5. Competencias informativas para la formación de docentes.

1) Comprender la organización del conocimiento educativo: se refiere al conocimiento del ciclo de la


información que implica la identificación de las comunidades de profesionales de la educación que generan el
conocimiento, es decir las asociaciones de investigadores y organismos productores; tratamiento, organiza-
ción y diseminación de la información.

Para tal efecto el profesor deberá ser capaz de:

a) Entender los procesos de generación, tratamiento, organización y diseminación de la información educati-


va. Productores de información: COMIE, ANUIES, OEI, ERIC, OIT, BM, OCDE, UNESCO, etc.

b) Distinguir las diferencias entre los distintos tipos y categorías de las fuentes de información educativa.
Foto: M.E. Romo

Comprender la organización del co-


nocimiento educativo implica la iden-
tificación de las comunidades de pro-
fesionales de la educación que gene-
ran el conocimiento.

c) Conocer y comprender las características y valor instrumental de los diversos tipos y formatos de informa-
ción disponibles: libros, artículos, actas de congresos, tesis, publicaciones electrónicas, etc.

d) Conocer y explicar la importancia de acudir a más de una fuente de información.

e) Reconocer la diferencia entre información, conocimiento y sabiduría.

2) Definir necesidades de información, lo cual implica:

a) Reconocer diferentes usos de la información educativa (ocupacional, intelectual, recreativa).

b) Ubicar la información requerida dentro de un marco de referencia.

c) Identificar las preguntas o problemas educativos desde la perspectiva de las fuentes de información.

d) Relacionar las preguntas o problemas de información con los conocimientos disponibles o las experiencias
previas.

e) Estructurar los problemas educativos usando una variedad de habilidades para formular preguntas.

f) Refinar la pregunta o la estructuración de problemas con base a


Foto: M.E. Romo los estados del arte.

g) Identificar que otros datos son necesarios de acuerdo con el


propósito de aplicación de la información.

3) Diseñar y aplicar estrategias de búsqueda:

Una vez formulado el problema de información el docente debe


entender la necesidad de diseñar un plan para realizar la búsqueda.
El estudiante construirá y aplicará estrategias para localizar los re-
cursos de la información. Para cumplir esta norma de competencia
el estudiante deberá ser capaz de:

a) Identificar y caracterizar los tipos de recursos de información


educativa que se requieren.

b) Determinar cuál es la información requerida.


c) Aplicar la técnica “lluvia de ideas” y otras técnicas similares a fin de
reconocer una diversidad de caminos para organizar las ideas y descu-
brir las relaciones entre éstas (esbozos, listas, etc.)

d) Seleccionar y emplear un organizador adecuado a la temática.

e) Identificar y listar las palabras clave, conceptos, encabezamientos y


descriptores susceptibles de representar en forma precisa las necesida-
des de información.

f) Identificar las fuentes potenciales de información.


g) Considerar y priorizar las posibles fuentes de información.

4) Localizar los recursos de la información educativa.


Foto: M.E. Romo
El estudiante reconocerá el valor instrumental de las fuentes de infor-
mación para localizar y acceder selectivamente al conocimiento específico, disponible dentro de un recurso
individual. El estudiante será capaz de:

a) Conocer una variedad de sistemas para la organización y acceso selectivo a los recursos de información.

b) Localizar recursos de información impresa, audiovisual o en formato electrónico en la biblioteca utilizando


catálogos, índices, resúmenes y otras herramientas de búsqueda convencional y automatizada.

c) Localizar recursos de información en red mediante catálogos y bases de datos en línea, teléfono, Internet,
correo electrónico y telefacsímil.

d) Identificar y hacer uso de las unidades de información de acceso al público (bibliotecas académicas y de
investigación, bibliotecas públicas, bibliotecas gubernamentales y de organismos descentralizados) para lo-
calizar recursos adicionales de información.

e) Acudir a personas como fuentes de información mediante entrevistas, consultas, encuestas y cartas de
investigación.

f) Consultar a especialistas de la información y docentes para obtener asesoría o asistencia en la identifica-


ción y manejo de las fuentes de información.

g) Acceder en forma selectiva a la información me-


diante el uso de herramientas de búsqueda y la aplica-
ción de estrategias de búsqueda complejas (mediante
el empleo de índices, tablas de contenido, referencias
cruzadas) y estrategias de búsqueda electrónica (uso
de descriptores, palabras clave, operadores de rela-
ción, álgebra booleana, operadores de proximidad, pon-
deración de términos, truncamiento de palabras, etc.).

5) Valorar y comprender la información.

Una vez que la información potencialmente útil ha sido


localizada, el estudiante procederá a valorarla de ma-
Foto: M.E. Romo
nera crítica para determinar su pertinencia y valor. A fin
de cumplir con esta norma el estudiante deberá:

a) Reconocer las palabras clave e ideas principales me-


diante una lectura rápida, que permita identificar la infor-
mación relevante.

b) Determinar la autoridad, vigencia, calidad y


confiabilidad de la información.

c) Diferenciar entre hecho, opinión, propaganda, punto


de vista y parcialidad.
Foto: M.E. Romo

d) Reconocer errores de lógica.

e) Reconocer omisiones de información.

f) Diferenciar entre causa y efecto.

g) Identificar coincidencias o puntos de acuerdo y desacuerdo entre distintas fuentes de información.

h) Seleccionar la información a partir de las distintas fuentes disponibles, en el formato más adecuado al estilo
individual de aprendizaje.

i) Identificar la discrepancia entre los resultados de la búsqueda y las necesidades de información.

j) Revisar y redefinir el problema de información; cuando sea necesario, realizar los ajustes y la estrategia de
búsqueda.

6) Interpretar la información.

Después de valorar la información, el estudiante deberá tener la capacidad de sintetizar y adecuar la informa-
ción en correspondencia directa de sus propósitos de aplicación. Para cumplir con esta norma el estudiante
deberá:

a) Emplear un sistema para organizar los recursos de la información.

b) Sintetizar ideas y conocimientos de varias fuentes.

c) Sintetizar nuevamente la información obtenida con la información disponible previamente.

d) Resumir la información con sus propias palabras, ya sea parafraseando o citando hechos y detalles impor-
tantes cuando sea necesario.

e) Analizar y organizar la información en una forma distinta a la original para posibilitar su aplicación.

f) Comparar la información obtenido con el problema que se propone resolver y hacer ajustes en la estrategia
de búsqueda, para obtener información adicional o reexaminar la información cuando así se requiera.

g) Organizar la información en diferentes modelos para crear nuevos significados.

h) Hacer inferencias y formular conclusiones con base en la información obtenida y su interpretación.


7) Comunicar la información.

El estudiante tiene que ser capaz de organizar, aplicar y comu-


nicar los resultados de su búsqueda de información destinada a
resolver un problema. Para cumplir con esta norma al estudian-
te deberá:

a) Utilizar los resultados de la búsqueda de información para


identificar las conclusiones o soluciones al problema suscepti-
bles de compartir.

b) Decidir acerca del propósito (informar, persuadir, entrete-


ner) de comunicar la información e identificar la audiencia a
quien se destina.

c) Seleccionar un formato (escrito, oral, visual) adecuado al


propósito y público al que se destina.
Foto: M.E. Romo
d) Crear un producto original a partir de la información y las
ideas (discurso, informe de investigación, artículo, ensayo, vi-
deo, etc.)

e) Modificar la presentación de la información mediante la aplicación de principios de diseño y el uso de


herramientas de cómputo para darle valor agregado (procesadores de texto, hojas de cálculo, etc)

f) Elaborar de forma normalizada y consistente las citas y referencias de las fuentes de información consul-
tadas.

g) Proveer documentación apropiada, sustentada en un aparato crítico y cumplir con la ley de derechos de
autor.

h) Seleccionar alternativas para transferir la información.

i) Emplear un sistema para organizar los recursos de la información.

8) Disfrutar las manifestaciones artísticas de la información.

El estudiante tiene que ser capaz de apreciar y disfrutar la literatura y otras modalidades artísticas de la
información. Para cumplir con esta norma el estudiante deberá:

a) Ser un lector automotivado.


b) Derivar significados de la información presentada de manera creativa.
c) Desarrollar productos creativos de información en una variedad de formatos.
Hacer una
escuela más
9) Evaluar el proceso y el resultado de la búsqueda. activa,
participativa,
El estudiante evaluará los procesos y productos de la información. Evaluación es en
este caso, la habilidad para determinar la medida en la que el producto final ha entretenida
resuelto el problema de información y si los pasos seguidos para su obtención han y divertida.
sido adecuados y eficientes. Los estudiantes pueden así evaluar su propio desempe-
ño y/o ser evaluados por otros (compañeros, maestros, personal bibliotecario). Para cumplir con esta norma
el estudiante deberá ser capaz de:

a) Evaluar la calidad y eficiencia en su proceso de búsqueda y obtención de la información

b) Determinar la extensión en que las conclusiones respondan a las necesidades de información previamente
establecidas (¿qué tan bueno ha sido el resultado de la búsqueda?).

c) Evaluar la efectividad de los productos de la información obtenidos.

d) Considerar si el problema de investigación, la estrategia de búsqueda, los recursos o su interpretación


requiere ser ampliada, revisada o modificada.

e) Revalorar su comprensión del proceso e identificar los pasos en los que se requiere desarrollar y reforzar
sus habilidades o su práctica.

10) Reconocer el valor de la información en el desarrollo de la sociedad.

El estudiante hará uso adecuado de la información y mantendrá la integridad de los equipos y materiales de la
biblioteca, así como de los servicios de información. Para cumplir con esta norma el estudiante deberá:

a) Respetar el principio de acceso equitativo a la información.

b) Cumplir con las normas y reglamentos de operación de la biblioteca.

c) Compartir con otros la información y conocimiento obtenidos.

d) Colaborar con otras personas en la identificación de problemas de información y en la obtención de


soluciones.

e) Respetar el derecho de autor.

f) Utilizar con responsabilidad la tecnología de la información.

Las anteriores competencias informativas corresponden a las formuladas por Angulo (2002) y adaptadas
para los formadores de docentes y futuros docentes.

A manera de conclusión

La forma como los profesores actúan en relación con la organización del conocimiento y la solu-
ción de problemas debe cambiar urgentemente; particularmente si se considera el avance de las tecno-
logías de la comunicación y la globalización económica, comercial, etc. En esta perspectiva el desarro-
llo de competencias informativas en las instituciones formadoras de docentes es trascendental para
mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje, pues el volumen de la información, el modo como se
accede y la forma como se codifica la información se han transformado. En este sentido las escuelas
debe cambiar y tomar decisiones relacionadas con el acceso a la información, la integración de medios
y multiplicidad de lenguajes a fin de hacer una escuela más activa, participativa, entretenida y divertida.

El autor es Coordinador académico del Área de Humanidades y profesor del posgrado en Educación, en la UAG.
F I L O S O F Í A E D U C A T I V A

Blas Pascal y la Ética (II)

El actuar del hombre


y la conciencia
Por: Mario Castañeda Rojas

Escena de la Natividad en el frontal de Aviá.

E n la primera parte de este artículo se reseñó la vida y obra de Blas Pascal, así como su sistema
moral y sus ideas con respecto al fin del hombre y al origen y fundamento de la moral y ética.

La conciencia

Con respecto a la conciencia Pascal enseñó que es muy singular, tendiente a las matemáticas y a través de
la cual el entendimiento recto interviene. Para Pascal la belleza moral la sentimos en las acciones dirigidas a
la verdad, como lo muestra en el siguiente pensamiento: “Los espíritus falsos no son nunca ni sutiles ni
geómetras. Los verdaderos geómetras tienen el entendimiento recto, mientras la cosas le son explicadas por
definiciones y principios, en los otros son insoportables”. (ibid pág. 164).

La conciencia califica o especifica los actos en cuanto procede de la moral, o sea, ese juicio que formamos
sobre lo que hay que evitar o lo que lo que hay que hacer. Pascal en estos pensamientos nos evoca la
sinceridad o la conciencia recta, en donde es necesaria la verdad, aunque particulariza o le da más importan-
cia a los geómetras.
El valor de la conciencia moral es la apreciación que debe evitar
el error y más si ésta se presenta doble; es decir, por una parte tener
por infalibles los principios de la conciencia moral y por otra la de
negarle sistemáticamente toda autoridad.

La moralidad de los actos humanos

En el orden moral el hombre tiene la obligación de la sujeción a


las leyes de la moralidad absoluta de los seres creados, en el orden
de los hombres y en todo cuanto le sea lícito, como en el siguiente
ejemplo: “Un soldado y un cartujo son por igual obedientes y en
ejercicios igualmente penosos. Pero el soldado tiene la esperanza
de convertirse en señor y no llega nunca a ello. El cartujo hace voto
de no ser nunca cosa dependiente y así no difieren en la servidum-
bre perpetua que los detienen siempre, sino en la esperanza que el
uno tiene y el otro no”. (Ibid pág. 72).

Porque los actos humanos, la responsabilidad moral, es la suje-


ción a la imputabilidad y a sus consecuencias. Es culpable o no por
Un apóstol. Detalle. Decoración mural de la
una buena o mala acción, es meritorio o no a la pena o el premio que Iglesia de Maderuelo (Segovia).
ha causado. “Se obra acertadamente en distinguir a los hombres en
su exterior y no por sus cualidades interiores”. (Ibid pág. 108).

Porque no es posible que la ignorancia quede en el hombre si ejecuta los actos con conocimiento y plena
voluntad. Tiene que aceptar las consecuencias, ya que tales actos son libres y son queridos por nosotros,
causando mérito o demérito y requiere una sanción adecuada, como lo dice Pascal.

Los obstáculos de los actos humanos

Pascal nos presenta los siguientes obstáculos de los actos humanos que estorban en el conocimiento, la libre elección y
el uso del entendimiento:

*Las pasiones, como bien sensible que busca el bien sensible, se determinan como una guerra intestina
entre la razón y lo animal que tiene el hombre. Las pasiones que más se dan en el hombre, según Pascal son
el amor y la ambición y que a veces van juntas; si se separan se debilitan, además
estas pasiones las poseemos desde nuestro nacimiento hasta la misma tumba.
«Se obra *El segundo obstáculo es el miedo o el temor, es decir, esa perturbación interior
acertada- por un mal que nos amenaza. Hablando del buen temor, Pascal señala que tiene su
mente en origen en la fe y que el falso temor viene de la duda. Este último lleva a la desespe-
distinguir a ración, mientras el buen temor nos trae la esperanza.
los hombres *En el caso de la concupiscencia de la carne, Pascal estaba convencido de que
en su exte- hay concupiscencia de los ojos y que además esta concupiscencia es el origen o
rior y no por fuente de los errores del hombre. La concupiscencia ciega al conocimiento al igual
sus cualida- que las pasiones, por eso hay que elegir y buscar ser amable para amar verdadera-
mente al ser Supremo. Hay que buscar el reino de Dios en nosotros, el Bien Univer-
des interio- sal que está en nosotros y que no somos nosotros.
res»
*En el odio interviene la concupiscencia y
obstaculiza para servir a los demás, pero esto
no es más que un simulacro, una farsa, una
falsa imagen de la caridad, porque en el fon-
do no hay sino odio y de manera natural se
odian unos a otros.

*En el caso de la vanidad Pascal dice que


“nosotros queremos vivir en la mente de los
otros una vida imaginaria y nos esforzamos
en ostentar apariencias. Nos esforzamos en
embellecer y conservar este ser imaginario y
descuidamos lo verdadero y pasamos de la
tranquilidad a la generosidad o la fidelidad,
nos apresuramos a darlo a conocer, a fin de
decorar con virtudes este ser imaginario”. (
Ibid pág. 93).

*Referente al orgullo afirma que contra-


pesa todas la miserias y el hombre se vana-
gloria de conocerlas.

*El amor propio es el amarse a sí mismo y


no considerarse sino a uno mismo. Es decir,
el yo humano no puede impedir que este ob-
jeto que ama esté lleno de defectos y de mi-
serias. Que este yo humano emplea todo el Epifanía. Fernándo Gallego.
cuidado en disimular sus propios defectos.

*Otro obstáculo es la gula, que es uno de los placeres más grandes de la vida del hombre que puede
perjudicar la salud. Sólo es permitido el apetito natural y el goce de las cosas que son propias del hombre.

* La pereza es una tristeza.

*Y finalmente, la ignorancia natural en la cual nos encontramos todos los hombres.

Las virtudes

La virtud tiene un gran poder en el hombre, por lo cual ordinariamente trata de alcanzarla. Es una dispo-
sición permanente que nos mueve a obrar el bien y a evitar el mal.

La fe es la más excelsa de las virtudes, ya que enaltece al hombre hacia Dios y hace una estrecha
comunión.

Dice que es el único objeto de las Escrituras es la caridad y todo aquello que no va a la caridad va a otro
fin. Blas lo manifiesta en los siguientes pensamientos: “Jesucristo y San Pablo tenían el orden de la caridad, no
el del entendimiento, ya que quisieron excitar una pasión del ánimo y no instruir. Este orden consiste precisa-
mente en la digresión sobre cada uno de los puntos que tienen relación con el fin, para mostrar siempre este
fin”. (Ibid págs. 126 y 127)
Sobre la piedad indica que si es llevada a la su-
perstición es equivalente a destruirla. Nada hay que
sea conforme a la razón que desautorizar la piedad
en las cosas que le son de fe.

Referente a la humildad dice que no hay que caer


en el exceso de esta virtud, ya que muchos hablan
de la humildad en son de orgullo o simplemente ha-
blan de la humildad hipócritamente.

Con relación a la valentía habla de ser fuertes y


de no flaquear, exhortando a todos a utilizar lo
que esté de nuestra parte para llegar por el cami-
no del mismo Dios.“Tened valor, cobardes y pu-
silánimes, he aquí vuestro redentor que llega. Aún
se dice que hoy en las vísperas. Tomad fuerzas
nuevas y alejad en adelante todo temor; he aquí
a nuestro Dios que llega y viene a socorrernos y
salvarnos”.

Sobre la amistad le da importancia al ver-


dadero amigo, por lo que es necesario ofrecer
testimonio de la amistad y lograr así una repu-
tación de ternura. Hay que poseer la amistad
Cristo bendiciendo. Fernándo Gallego.
escogiéndola bien y no como unos mentecatos
que llevan la amistad a la inutilidad.

El deber y el derecho

También trata sobre el deber y el derecho a lo largo de sus pensamientos. La esencia del deber para
Pascal es una necesidad moral, de tal forma que no podemos sustraernos de ella sin perturbación del orden de
la razón o la violación del derecho ajeno.

Es un deber preparar al hombre desde la infancia para el cuidado del bien, de su honor, del bien y del honor
en sus amigos.

El derecho como poder moral se funda en la razón y en la ley y es opuesto al poder físico fundado en la
fuerza. El derecho es de suma importancia en los sistemas de la ética y moral.

Pascal dice claramente que ya no poseemos la verdad jurídica, que si la tuviéramos no tomaríamos como
regla de justicia el seguir las costumbres de un país, pues en ocasiones se sigue la pluralidad porque tiene más
fuerza y no razón. La ley quiere instituir límites y fronteras, el espíritu no puede consentirlo si estas son
contrarias al orden establecido por Dios en sus diferentes dimensiones.

La justicia es lo que está establecido y casi todas nuestras leyes deben ser tomadas como justas pues
están establecidas por un legislador supremo. “ Lo que sea justo sea seguido, es una cosa natural y lo que es
más fuerte, tiene que ser más fuerte, tiene que ser seguido, es necesario. La justicia sin la fuerza es impotente,
la fuerza sin la justicia es tiránica. Es preciso juntar la justicia y la fuerza y hacer que lo justo sea fuerte y lo
fuerte sea justo”. (Ibid 115)
Conclusión

A pesar del lenguaje en que Pascal presenta sus obras y pensamientos, a pesar de sus errores y de sus
aciertos, apesar de las polémicas con los jesuitas fue un apologista de nuestra Religión Católica.

Fue un gran geómetra, un hidráulico que acepta que ciertas cuestiones como las matemáticas se pueden aplicar
en las reglas científicas de Descartes. Buscaba un equilibrio epistemológico, aunque confundió el tema teológico
deslindando la humanidad y la divinidad de Jesucristo

Él quería que todos siguieran a Jesucristo en su vida y en sus reglas, en sus costumbres y en su moral, aunque
él se descarriló un tiempo, pero al final como un San Agustín se convirtió sinceramente. Sus ideas o pensa-
mientos, que dejó inconclusos, parecen que querían llegar más por el corazón que por la misma razón y tratar
de llevar al hombre a la fe y a las buenas costumbres hasta alcanzar el fin último.

También en Pascal se encuentran antinomias en sus diversos pensamientos que no alcanzó a explicar.

Lo que preocupó más a Pascal fue el tratar de llegar a la Verdad, la Verdad Cristiana. A pesar de que el
hombre está a veces en medio del error tiene un estado de conciencia, la cual lo va a llevar a encontrar a Dios
por medio de la religión y de la misma Ética o Moral.

Frontal de Esquius. Iglesia de Sant Climent de Taül.

BIBLIOGRAFÍA
Abagnano N. (1952) Historia de la Filosofía. Montaner y Simon, Barcelona.
Diccionario del Hogar Católico (1962). Juventud, Barcelona.
Diccionario de la ciencias de la Educación. (2001). Santillana, México.
Fraile G. (1944). Historia de la Filosofía. UNAM,México
Fabro C. (1969). Historia de la Filosofía. Rialp, Madrid. El autor es Máster en
Julián M. El Tema del hombre. Espaza Calpe, México. Filosofía, asesor
Pascal B. Pensamientos y otros escritos. Navarro, México. docente del
Pascal B. (1967) Pensamientos II. El hombre con Dios. Aguilar, Buenos Aires. Departamento de
Siacca F. (1962).El Problema de la educación en la historia del pensamiento filosófico. Luis Capacitación de la
Miracle, Barcelona. DAPA en la UAG y
Tredici J. Historia de la Filosofía. Difusión, Buenos Aires. catedrático de la
Verneaux R. (1969) Historia de la Filosofía moderna. Herder, Barcelona. Facultad de Educación
Xirau R. (1987). Introducción a la historia de la Filosofía. U.N.A.M., México. en la misma
institución
E D U C A C I Ó N

El depor te, promotor


de vir tudes
Por: Esvi Carrasquedo Hernández

C uando nos cuestionamos


si el deporte puede promover algunas
virtudes la respuesta será afirmativa si
existen ciertas características en la
persona que lo practica y objetivos
enfocados a la consecución de un bien
material o para cultivar virtudes.

Pero ¿cómo puede el deporte ayudar a


formar virtudes? En primera instancia
se encuentra el compromiso. El deporte
promueve el compromiso, debido a que
cualquier persona que desee un buen
desempeño en la actividad física tendrá
necesariamente que practicar de
manera constante . Esto forma el hábito
del trabajo arduo si queremos lograr que
algo en la vida funcione de manera
óptima. Para que se dé este compromiso
debe existir el gusto o la búsqueda de un
beneficio, mismo que, como en otras
áreas de la vida, puede ser de distintas
índoles (material, social, físico, espiritual,
Foto: M.E. Romo moral).
Cuando el ejercicio se realiza por el sólo gusto de practicarlo o por la Foto: J. Carrasquedo

búsqueda de bienes que son trascendentes, podemos hablar de que


se están formando virtudes; cuando lo que se busca es únicamente
un bien material estamos hablando de que se desarrollan ciertas
habilidades, pero no virtudes; ya que una vez que se consiga el bien
o se vislumbre otro medio para conseguir el mismo, en ese momento
se dejan de llevar a cabo las actividades encaminadas a mejorar
físicamente, es decir, se tiende a dejar estos hábitos buenos, para
destinar ese tiempo a otras actividades que pueden ser buenas o
malas.

Aquellas personas que practican el deporte por gusto y por lograr un


bien trascedente, normalmente tienen la característica de
comprometerse con la actividad que están realizando y su vida en
general cambia para poder tener un desempeño mejor, no sólo por
obtener mejores resultados en la actividad física sino por acrecentar
el disfrute del deporte. Así la persona que fumaba deja de hacerlo, la
que consumía alcohol, o consume menos o se retira del mal hábito, se
cambian también la alimentación y los periodos de descanso.

La formación del carácter

Quienes están relacionados con la excelencia en cualquier actividad,


saben que es necesario trabajar arduamente para lograr los
resultados deseados y que lo tienen que hacer aún a pesar del
cansancio, el aburrimiento o de las situaciones adversas; esto es lo que la persona que practica un deporte y
que quiere llegar a la excelencia, aprende. En este momento podemos empezar a hablar de formación del
carácter.

Todos pasamos por situaciones difíciles, por periodos o etapas de nuestra vida en las que existe desánimo,
pereza o simplemente apatía, también es así para las personas que practican algún deporte, sin embargo, el
compromiso que tienen para con su actividad hace que a pesar de estos estados anímicos sigan adelante y
venzan el cansancio y empiecen su práctica. Esta es una forma de forjar el carácter, el vencer al cuerpo y
someterlo.

El compro- El fortalecimiento de la voluntad


miso forma
Cada uno de los deportes tiene ciertas características que son necesarias para obtener
el hábito del buenos resultados. Es normal que después de algún tiempo de la práctica se empiecen
trabajo ar- a sentir algunos síntomas de fatiga y dolor físico y es aquí cuando entra en función la
duo si que- voluntad, que nos impulsa a seguir, a dar un extra, es la voluntad la que ejercitamos
a la par de nuestro cuerpo, misma que nos impulsa a terminar el recorrido, es la que
remos lograr nos empuja a finalizar el entrenamiento. En este momento muchas personas cesarían
que algo en la actividad, pero quienes han fortalecido su voluntad por medio del entrenamiento
la vida fun- diario siguen y terminan con el deber del día.
cione de
Este es un hábito que desarrollamos y por el cual acrecentamos nuestra voluntad y
manera nuestro deseo de terminar lo que empezamos aún a pesar de nuestro cuerpo o de las
óptima. circunstancias externas, tales como el frío o el calor, la humedad o la falta de esta.
Estos hábitos son fácilmente transferibles a otras actividades, como el trabajo, el
Es la
voluntad
la que
ejercita-
mos a la
par de
nuestro
cuerpo.

Foto: M.E. Romo

estudio, las responsabilidades y tareas cotidianas, este hábito de terminar lo que se empezó nos hace ser mejores
personas.

Hay además de la fatiga otro estado de ánimo que hace difícil el continuar con la actividad deportiva: el
aburrimiento. Ciertamente el deporte está considerado como una actividad lúdica; sin embargo aquellas
personas que han dedicado parte de su vida a la práctica del deporte saben que no siempre es así, en ocasiones
su práctica suele ser repetitiva y tornarse aburrida. Es el ejercicio de la voluntad el que hace que una persona
supere esta circunstancia y termine con el deber. Este ejercicio de la voluntad es fácilmente transferido a las
ocasiones en que en la vida cotidiana tenemos ciertos deberes que no son de naturaleza especialmente divertida
y que sin embargo, tenemos la obligación de terminar. El ejercicio de la voluntad hace que las demás cosas
en la vida las podamos sobrellevar.

Por último me referiré al dolor. Al igual que las dos circunstancias anteriores se pone en práctica la voluntad,
sólo que éste forja el carácter de una manera especial, ya que el dolor en estos día para el hombre no es tolerable
y no se quiere aceptar bajo casi ninguna circunstancia. El deporte nos presenta en ocasiones la oportunidad
de sobrellevar el dolor y de esta forma forjar el carácter, vencer al cuerpo y dependiendo de la persona y
circunstancia obtener un beneficio espiritual, al ofrecer nuestro dolor a Dios.

El deporte nos presenta la oportunidad de


habituar a nuestro cuerpo y a nuestra alma
a convivir con cierto grado de dolor, hábito
que nos ayuda a enfrentar los momentos de
pesar sin tanta conmiseración ya que nos
hemos habituado a continuar y a terminar
nuestra actividad física, pues de esta
manera podemos enfrentar la vida con
otra óptica: con soberanía de nuestra alma
sobre nuestro cuerpo. Sobreponerse al
dolor es un ejemplo de cómo el hombre se
enseñorea sobre sus impulsos. Esto que
han perdido muchas sociedades actuales;
es por ello que algunas sociedades como la

Foto: M.E. Romo


Alemania de la postguerra invirtió tanto en el deporte para
enseñar virtudes a sus jóvenes.

El deporte no el único medio para lograr las virtudes, pero si


es uno de los medios para lograr un desarrollo sano. Señala
el Papa Pio XII que “el deporte no es un fin, sino medio y
como tal debe estar subordinado a un fin, el cuál consiste en
la educación perfecta y equilibrada de todo hombre, el
deporte le ayuda al hombre al cumplimiento rápido a alegre
del deber, sea en su trabajo o en su vida de familia” y esto
se logra por dos motivos principales: el primero es porque se
han ido desarrollando diferentes hábitos virtuosos por medio
de esta actividad y la segunda es la consecuencia de un
acertado entrenamiento que es la mayor vitalidad y
resistencia física.

Concluyo con otra frase de Pio XII, “el deporte puede y debe
de estar al servicio de Dios. A este fin , el deporte inclina los
espíritus, a dirigir las fuerzas físicas y las vicisitudes morales
que desarrolla, el cristiano debe someterse a fines más altos,
para un premio inmortal para obtener el más alto honor, el
Foto: E. Carrasquedo más alto destino del cuerpo, es el de ser la morada del alma,
que brilla con pureza moral y es santificada, con la gracia
infinita”.

LECTURAS RECOMENDADAS

Así habló el Papa. Selección de discursos del Papa Pío XII.

Pipper, Josep. (1998). Las virtudes fundamentales. Rialp: Madrid

Rojas, Enrique (1998). El hombre light. Temas de Hoy: Madrid

Sáenz, Alfredo. (1999). El hombre moderno. APC: Guadalajara.

El autor es psicoterapeuta y asesor docente de la DAPA, Departamento de Capacitación.


P A R A L E E R Y G U A R D A R

El Lazarillo,
antecedente
de los niños
de la calle
L os niños de la
calle no son un problema social
exclusivo de nuestro tiempo.
Siempre que una sociedad está
en decadencia, por despreciar
los preceptos cristianos de ca-
Por: José Chávez Chávez ridad y justicia, brotan doloro-
sas manifestaciones de su des-
composición moral. Tal es el
caso de los “pícaros” que pro-
tagonizan una serie de intere-
santes novelas, que constituyen
por sí mismas un nuevo género
literario: la novela picaresca, y
que son la más radical antítesis
de los idealistas libros de caba-
llería medievales.

“Pícaro” es un hombre sin


oficio determinado que vive de
un modo irregular; vagabundo,
criado, limosnero, sin mayores
deseos de vanagloria. Su for-
tuna casi siempre adversa, le
hace adoptar una filosofía pe-
simista ante la vida.

El estilo de estas obras es


sencillo y claro. Describe la
realidad misma sin detenerse
ante lo desagradable.

La mejor muestra es, sin


duda, El Lazarillo de Tormes,
cuya edición más antigua data
de 1554. No se conoce el nom-
bre de su autor. Está escrita
como una autobiografía, realis-
ta, ingenua, a ratos amarga y,
en otros, divertida.
madre poco honesta, es puesto muy niño al servicio de un
ciego que le adiestra brutalmente en los reveses de la vida.

Los golpes, burlas y hambres que sufre con su primer


amo hacen que pronto busque la forma de huir de él y vaya
hacia nuevos protectores, que serán para su desgracia, igua-
les o peores. (1)

A continuación ofrecemos fragmentos de las aventuras


de Lázaro, el de Tormes:

AVENTURAS Y DESVENTURAS
DEL LAZARILLO DE TORMES
Autor anónimo (2)

(...) Usaba poner cabe sí un jarrillo de vino, cuando co-


míamos, y yo muy presto le asía y daba un par de besos
callados y tornábale a su lugar. Mas duróme poco. Que en
los tragos conocía la falta, y por reservar su vino a salvo
nunca después desamparaba el jarro, antes lo tenía por el
asa asido. Mas no había piedra imán que así trajese a sí
como yo una paja larga de centeno, que para aquel menester tenía hecha, la cual, metiéndola en la boca del
jarro, chupando el vino lo dejaba a buenas noches. Mas, como fuese el traidor tan astuto, pienso que me sintió,
y dende en adelante mudó propósito y asentaba su jarro entre las piernas y atrapábale con la mano y así bebía
seguro.

Yo, como estaba hecho al vino, moría por él, y viendo que aquel remedio de la paja no me aprovechaba ni
valía, acordé,
Lázaro, en de
nacido el padre
suelo ladrón
del jarro,
y dehacerle una fuentecilla y agujero sutil y delicadamente, con una muy
delgada tortilla de cera, taparlo, y al tiempo de comer,
fingiendo haber frío, entrábame entre las piernas del
triste ciego a calentarme en la pobrecilla lumbre que
teníamos, y al calor della, luego derretida la cera, por
ser muy poca, comenzaba la fuentecilla a destilarme
en la boca, lo cual yo de tal manera ponía que maldita
gota se perdía. Cuando el pobreto iba a beber, no ha-
llaba nada. Espantábase, maldecíase, daba al diablo el
jarro y el vino, no sabiendo qué podía ser.

- No diréis, tío, que os lo bebo yo -decía-., pues no


le quitáis de la mano.

Tantas vueltas y tientos dio al jarro, que halló la


fuente, y cayó en la burla: mas así lo disimuló como si
no lo hubiera sentido.

Y luego, otro día, teniendo yo rezumando mi jarro


como solía, no pensando el daño que me estaba apa-
rejado ni que el mal ciego me sentía,
Siempre sentéme como solía; estando recibiendo
que una aquellos dulces tragos, mi cara puesta hacia
el cielo, un poco cerrados los ojos por me-
sociedad jor gustar el sabroso licor, sintió el deses-
está en perado ciego que agora tenía tiempo de
decaden- tomar de mí venganza, y con toda su fuer-
cia, por za, alzando con dos manos aquel dulce y
amargo jarro, le dejó caer sobre mi boca,
despreciar ayudándose, como digo, con todo su po-
los precep- der, de manera que el pobre Lázaro, que
tos cristia- de nada desto se guardaba antes, como
nos de ca- otras veces, estaba descuidado y gozoso,
verdaderamente me pareció que el cielo,
ridad y con todo lo que en él hay, me había caído
justicia, encima.
brotan do-
Fue tal el golpecillo, que me desatinó y
lorosas sacó del sentido, y el jarrazo tan grande, que los pedazos de él se me metieron por la
manifesta- cara, rompiéndomela por muchas partes, y me quebró los dientes, sin los cuales
ciones de hasta hoy día me quedé. Desde aquella hora quise mal al mal ciego, y, aunque me
su descom- quería y regalaba y me curaba, bien vi que se había holgado del cruel castigo.
Lavóme con vino las roturas que con los pedazos del jarro me había hecho, y son-
posición riéndome, decía:
moral.
- ¿Qué te parece, Lázaro? Lo que te enfermó te sana y da salud.

(...) Visto esto y las malas burlas que el ciego burlaba


de mí, determiné de todo en todo dejarle, y como lo traía
pensado lo tenía en voluntad, con este postrer juego que
me hizo afirmélo más, Y fue así que luego otro día sali-
mos por la villa a pedir limosna y había llovido mucho la
noche antes. Y porque el día también llovía y andaba
rezando debajo de unos portales que en aquel pueblo ha-
bía, donde no nos mojamos; mas como la noche se venía
y el llover no cesaba, díjome el ciego:

- Lázaro: esta agua es muy porfiada, y cuando la no-


che más cierra, más recia. Acojámonos a la posada con
tiempo.

Para ir allá habíamos de pasar un arroyo, que con la


mucha agua iba grande.

Yo le dije:

-Tío: el arroyo va muy ancho; mas si queréis, yo veo


por dónde travesemos más aína sin nos mojar, porque se
estrecha allí mucho, y saltando pasaremos a pie enjuto.
Parecióle buen consejo, y dijo:

- Discreto eres; por esto te quiero bien. Llévame a ese lugar donde el arroyo se ensangosta, que agora es
invierno y sabe mal el agua, y más llevar los pies mojados.

Yo, que vi el aparejo a mi seseo, sáquele debajo de los portales y llevélo derecho de un pilar o poste de
piedra que en la plaza estaba, sobre el cual y sobre otros cargaban saledizos de aquellas casas, y dígole:

-Tío: éste es el paso más angosto que en el arroyo hay.

Como llovía recio, y el triste se mojaba, y con la prisa que llevábamos de salir de agua, que encima de nos
caía, y, lo más principal, porque Dios le cegó hora el entendimiento (fue por darme dél venganza), creyóse de
mí y dijo:

-Ponme bien derecho y salta tú el arroyo.

Yo le puse bien derecho enfrente del pilar, y doy un salto y póngome detrás del poste, como quien espera
tope del toro, y díjele:

-¡Sus! Saltá todo lo que podáis, porque deis desto cabo de agua.

Aun apenas lo había acabado de decir cuando se abalanza el pobre ciego como cabrón, y de toda su fuerza
arremete, tomando un paso atrás de la corrida para hacer mayor
salto, y da con la cabeza en el poste, que sonó tan recio como si
diera con una gran calabaza, y cayó luego para atrás medio muerto
y herida la cabeza.

-¿Cómo, y oliste la longaniza y no el poste? ¡Olé! ¡Olé! -le dije


yo-.

Y dejéle en poder de mucha gente que lo había ido a socorrer, y


tomé la puerta de la villa en los pies de un trote, y antes que la
noche viniese di conmigo en Torrijos. No supe más lo que Dios dél
hizo, ni curé de lo saber.

Notas:

1. Datos tomados de Historia de la Literatura Española. Guillermo Díaz


Plaja. Porrúa.

2. Texto tomado de La Picaresca española. Ediciones Nauta, S.A.


Foto: M.E. Romo

Colección de notas del autor, quien es catedrático del IAETAC y profesor de la DAPA - UAG.

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