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éQué es la sexualidad? Beatriz Aguad Quizas este titulo sugiera que tengo la intencién de dar una definicién. Se podria argumentar que ya se ha dicho mucho acerca de la sexualidad como para preguntar- se de qué se trata. No obstante, el asunto en cuestion se nos escabulle. La comprensién que proveyeron las definiciones que el psicoandlisis dio sobre lo sexual desde principios de la centuria que acaba de pasar —si nos atenemos a la fecha de publicacién de la obra de Sigmund Freud Tres ensayos de teoria sexual—' ha sido perturbada. Ya no podemos sostener un concepto como el de perversion al que se destind todo lo que en el sexo huia de la genitalidad. Hay una efervescencia de movimientos sociales con relacién al sexo que ponen en entredicho la posibilidad de declararse segin un sexo u el otro. Para colmo del estupor, se nos dice que ni el complejo de Edipo ni el de castracién, ni su rescate lacaniano con una metéfora paterna que genera la significacién del falo, determinarfan la declaracién de sexo.’ Sila definicion de lo sexual dejé mucho que desear y en la actualidad sigue estan- do mal establecida, nos encontrariamos en ese punto que sefialaba Lacan con estas palabras: LJ lo que se trata de articular es el fundamento del deseo y —en tanto que no se Mega hasta alli, ni siquiera se ha asegurado el campo de la sexualidad. El mito de Edipo no nos ensefia nada en absoluto sobre lo que es ser hombre o mujer.” Diez afios después centraria la cuestién de este modo: Todo debe ser retomado desde el comienzo a partir de la spacidad sexual.” 1905 es el afio que conocié la primera edicidn en aleman de Tres ensayos de teoria sexual de Sigmund Freud. Jean Allouch, “Para introducir el sexo del amo", La opacidad sexual, Litoral N° 27, Edelp, Cordoba, abril de 1999, p. 48, Jacques Lacan, L'Objet de la psychanalyse, Seminario inédito, sesién del 15 de junio de 1966. Jacques Lacan, Le sinthome, Seminario inédito, sesién del 13 de enero de 1976. Un coloquio de la école lacanienne de psychanalyse tuvo lugar en Paris el 6 y 7 de junio de 105 Bite Ata La sexualidad es un dispositivo histdrico y una produccién moderna La afirmacién de que la sexualidad es una produccion tinicamente moderna no deja de asombrar. Es relativamente reciente que Michel Foucault sostuvo que la sexuali- dad es un dispositivo historico,” pero son muchos los trabajos que acto seguido tomaron su proposicién. Tenemos ahora investigaciones histéricas 0 elaboraciones conceptuales que se han encargado de demostrarla. Pienso sin embargo que, como reclama David Halperin, es necesario todavia hacer mucho més para revelar que la sexualidad es una produccion tinicamente moderna.” ‘Aun cuando hayamos admitido los datos histéricos recogidos, todavia nos queda por calibrar las consecuencias de esas evidencias en la teoria y en la practica psicoanalitica, Uno de sus resultados es lo que esta dcurriendo con la elaboracién hecha por Jean Allouch del “sexo del amo” en estos dias.” La pregunta que me hago para avanzar hacia alla es si en psicoandlisis entende- ‘mos por sexualidad lo mismo que se despliega en aquellos ensayos que forman parte del proyecto historicista que se originé en La Historia de la Sexualidad. Titulo, por otro lado, que merece ser interrogado porque, si es cierto que “la sexualidad es un término que aparece tardiamente, a principios del Siglo XIX’,* no se ve bien a bien cémo se podria hacer de ella una historia anterior a su surgimiento.” La subversion efectuada por la idea de la sexualidad como dispositive hist6rico consistié en descartar toda suposicién de una naturaleza o de un dominio oculto que habria que descubrir en ella. Desde esta perspectiva la sexualidad es resultado de la cultura, 1998 con el nombre de L’Opacité sexuelle tomando las palabras de Lacan como una conclusién que abria los interrogantes. Michel Foucault, “La voluntad de saber”, Historia de la sexualidad, T. 1, Siglo XX, Méxi- co, 197, p. 129. En tanto esta afirmacion es histérica interesa situar el aio de la primera aparicién del tomo 1 de esta obra: 1976, siendo editada en Paris por Gallimard, David Halperin, “Hay una historia de la sexualidad?", Grafias de Eros, Edelp, Buenos Aires, julio 2000, p. 22. Un estudio mas extenso se encontraré en Cent ans d’homosexualité, Epel, Paris, enero 2000. Jean Allouch, “Para introducir el sexo del amo”, op. cit., donde los estudios de la Grecia ‘Arcaica permiten situar la figura del amo y su antinomia con el sexo, siendo esta anti- nomia Io que permitiria despejar en algunos sesgos el impasse de la sexualidad. Un seminario se realizé en la ciudad de México con ese titulo los dias 16, 17 y 18 de febrero de 2000. Michel Foucault, “El uso de los placeres", Historia de la sexualidad, T. 2, Siglo XXI, México, 1986, p. 7. Apareci6 por primera vez editado por Gallimard, Paris, en 1984 Justamente es lo que resalta David Halperin al titular su texto: “Hay una historia de la sexualidad?”, op. cit. 106 QUE ES LA SEXUALIDAD?- David Halperin puntualiza al respecto que: el sexo no tiene historia. Es un hecho natural, fundado en el funcionamiento del cuerpo, y como tal queda por fuera de la historia y de la cultura. La sexualidad, por el contrario, no se refiere propiamente a algim aspecto o atributo de los cuerpos. A diferencia del sexo, la sexualidad es una produccién cultural: representa la apro- piacion del cuerpo humano y de sus capacidades fisiolégicas por un discurso ideo- ogico, La sexualidad no es un hecho somatico, sino un efecto cultural. La sexuali dad, entonces, tiene una historia aunque... no demasiado larga.” Es esta historia la que revela que la sexualidad es sélo una produccién moderna, Como produccién moderna se alude al momento historico en que el cuerpo es a- prehendido como objeto de saber." Al hallazgo del cuerpo anatémico y del cuerpo neurolégico, cuerpo que responde a estimulos organizados, cuerpo reflejo, siguié el del “cuerpo sexual” que, por reconocer la inscripcién de algo otro que lo desviaba del teflejo, se lo hizo entrar en la via discursiva para hacerle decir la verdad del sujeto. Con cada uno de esos cuerpos se constituyeron discursos cientificos’* 0, como dice Foucault, esa cosa improbable que es una ciencia.'” Sobre la base de esos saberes se elaboraron procedimientos de poder caracteristicos de esas disciplinas. Asi, cuando al cuerpo es concebido como una maquina, se elaboré una anatomopolitica desti- nada a su maximo aprovechamiento y utilidad. Cuando en el siglo XVIII surge el suerpo-especie aparece una biopolitica de la poblacién que custodia la vida y la ordena.'* Con la aparici6n del cuerpo sexual lo que interes6 ya no fue el cuerpo como soporte de relaciones (como ocurria en el sistema de alianzas), no interes6 tanto la ceproduccién, sino el poder penetrar los cuerpos de manera més detallada y contro- ar las poblaciones de manera mas global." Asi se crea el concepto de sexualidad —no quiero decir con esto que antes del siglo XIX la gente no disfrutara con alguna parte de su cuerpo o no se acoplara, porque si fuera asi gcémo habriamos llegado a este mundo?— Lo que quiero decir es qu: ° David Halperin, “:Hay una historia de la sexualidad?”, op. cit., p. 21. Ver también: Cent ans d’homosexualité, op. cit., p. 43. Véase al respecto el articulo de Frédéric Gros: “Nota sobre la sexualidad en la obra de Michel Foucault”, La opacidad sexual I, Litoral N° 27, Edelp, Cordoba, abril de 1999, . 9. Valiéndose de las clases pronunciadas en 1974 por Foucault, rescata la relacién que entre Ja histeria y los obreros del ferrocarril establece Charcot para indicar la existencia de un accidente traumatico de naturaleza psiquica. Al mencionar a las com- pafiias de seguros alude a las consideraciones econémicas y politicas implicitas en dichos accidentes. Michel Foucault, 8 Did, p. 81. “ Dbid, p. 168. ° Ibid, p. 130. La voluntad...", op. cit., p. 131. 107 Beatriz Acuap rea su representacién y se aisla su referencia dotandola, a ésta, de una sustancialidad que la hace aparecer como una realidad estable. Los momentos en que aparecen los nombres pueden ser considerados como ma- nifestaciones de un nuevo orden imaginario y discursivo; lo que demuestra la historicidad de las representaciones. Es lo que ocurre con la palabra sexualidad que recién aparece en el siglo XIX. Segan Heath, la palabra sexualidad, en inglés como en francés, apuntaba en un principio a lo femenino.'" Pareciera que en la lengua france sa se us6 en 1830 para definir “la diferencia”. Pero en 1838 aparecié en un articulo firmado por Virey implicando en el sexo un excedente de pasién o de ardor atribui- dos a los animales superiores.” También la palabra homosexualidad surgié muy recientemente. Haria s6lo ciento nueve afios que existe en la lengua inglesa: desde 1892, cuando es introducida por Gilbert Chaddock, uno de los traductores de Krafft- Ebing. Antes la homosexualidad no existia, pero tampoco existia la heterosexualidad que nacié “como Eva de la costilla de Adan” ocho afios més tarde." De modo que aquello que nos dio origen fue, sin embargo, lo mas desconocido. Thomas Laqueur diré que “el modelo de los dos sexos” suplanté hacia fines del siglo XVIII un modelo del “sexo tinico”. Considera que al mismo tiempo que se descu- bria la ovulacién y se llegaba a un concepto radicalmente nuevo del orgasmo femeni- no, como no esencial a la concepcién, el cuerpo femenino fue reinterpretado en relacin con el cuerpo masculino y, curiosamente, Jo que no deberia haber cambiado de haber sido tan natural, se transforms: “la naturaleza sexual del hombre cambié Desde entonces la idea dominante fue que existian dos sexos opuestos, estables, inconmensurables y que la vida econémica, cultural y politica de los hombres y de las mujeres, sus roles en tanto que "géneros”, se fundaban en estos “hechos”. Ocurre entonces una re-fabricacion del sexo que funda una nueva “organizacién social entre los sexos”. La biologia postulando un cuerpo estable, a-histérico, sexuado, es com- prendida como el fundamento epistémico de las afirmaciones normativas relativas al orden social. Siguiendo la afirmacién de Foucault, Laqueur establece que la dife- rencia sexual es una construccién impresa en los cuerpos a fin del siglo XVIII y en el Stephen Heath, The Sexual Fix, McMillan, Londres, 1982, pp. 7-16, citado por Jann Matlock en: "ZY si la sexualidad no tuviera porvenir?”, Grafias de Eros, op. cit., p. 132. J. J. Virey, Dictionnaire de la conversation {1838}: “[La sexualidad] se enuncia en los animales superiores principalmente dotados de una sangre ardiente, o[...] de una sen: sibilidad energética [para los cuales] el antagonismo de los sexos solicita la pasion del amor". Citado por Jann Matlock, op. cit., p. 118. David Halperin, Cent ans d’homosexualité et autres essais sur l'amour Grec, Primera parte, Cap. I, EPEL, Paris, 2000. Foucault hace nacer la homosexualidad en 1870, en el articulo de Westphal sobre "Las sensaciones sexuales contrarias”, ver “La voluntad de saber", op. cit., p. 56. 108 ——— ¢Qué es La sexuatio40? eee comienzo del siglo XIX."” Desde entonces la sexualidad es tratada como un dominio separado de la existencia que da cuenta de la esencia individual. El papel central en la demostracién de que la sexualidad es una produccién mo- derna, lo tuvieron los estudios de la antigitedad clasica, Las conductas y las practicas sociales encontradas en la antigiiedad derrumbaron la supuesta universalidad de la “naturaleza humana” al confrontar el cardcter convencional y arbitrario de nuestras Propias experiencias sociales y sexuales.”” Con estos estudios cayé por el piso el supuesto de que la conducta sexual refleja o expresa una sexualidad individual, Acerca de las definiciones sobre ia sexualidad David Halperin se pregunta qué tenemos en mente cuando en la actualidad habla: mos de una sexualidad individual, o cuando nos referimos al concepto de sexuali- dad. La respuesta esa pregunta le dard los argumentos para afirmar que la experiencia registrada por los antiguos es ajena a esta caracterizacion. Avanzando hacia una definicién de lo que se entiende comanmente por sexuali- dad Halperin dira: {..] que entendemos la “sexualidad” como una caracteristica positiva, distinta y constitutiva de la personalidad humana, como la base caracterologica de los actos, deseos y placeres sexuales de un individuo, la fuente determinada de la cual proce- de toda expresion sexual”. Aunque es cierto que la divulgacién del psicoanalisis produjo en el lenguaje co- miin definiciones como histérica u obsesivo, por ejemplo, para caracterizar conduc- tas sociales, estas apreciaciones no se ajustan a la concepcién de lo sexual hecha por Freud puesto que en su teoria la sexualidad se define por la pulsién sexual.” La pulsi6n recibira incluso el nombre de parcial por su surgimiento de una zona er6gena; lo que quiere decir que atin si Freud asenté en ella la determinacion de un cardcter, el '* Thomas Laqueur, La construccién del sexo, Cuerpo y género desde los griegos hasta Freud, Serie feminismos, Ed. Catedra, Madrid, 1994, p. 28. Citado por Jann Matlock en “ David Halperin, San Foucault: Para una hagiografia gay, Cuadernos de Litoral, Edelp, Cérdoba, 2000, pp. 38-39. Jean Allouch, “Para introducir el sexo del amo", op. cit, p. 49. Leo Bersani, ZI recto es una tumba?, Cuadernos de Litoral, Edelp, Cordoba, 1999, p. 59. Sigmund Freud, “Tres ensayos. % Ibid, pp.180-193. ® Gloria Leff, “Anteros... casunto de mujeres?”, La opacidad sexual I, Litoral N°28, Edelp, Cérdoba, octubre 1999, p. 89. op. cit., pp. 190-191 1 Beate Ac 0 de una estética de la existencia”’ y lo involucra con el dispositive de saber de su época. Posiblemente se ubicaria alli lo que Foucault nombra “gouvernementalité” a cuando se refiere a un encuentro entre las técnicas de dominacién ejercidas sobre los otros y las técnicas de si” a través de las cuales el hombre elabora un saber sobre si mismo, No voy a referirme a lo ocurrido en el psicoanilisis luego de Andlisis terminable ¢ interminable.” Ya lo hice en otra ocasién.” Es en esa obra que Jean Allouch ubica el reflujo tedrico del psicoanilisis. Reflujo que fue corregido por el desplazamiento que opera Lacan en el seminario La angustia.”” Debemos a Jean Allouch la lectura de este seminario en el que supo no pasar por alto la proposicién de la praxis analitica como tuna praxis erética. Recuperar este sentido, que no es el del anzlisis de una experien- ia erdtica sino el del andlisis como erotologia, permite ubicar el desplazamiento operado por Lacan del centro del problema del psicoandlisis hacia lo que es propia- Las representaciones de género son llamadas por Judith Butler “regulatory fictions’ en su obra Gender Trouble, citada por Jann Matlock, op. cit., p. 133. El sexo come ficcién ts tratado por David Halperin en: “Pourquoi Diotime est-elle une femme?”, Cent ans dhomosexualité, op. cit., Cap. VI, p. 15S, ver especialmente pp. 206-207. Hay traduc: Cién al espaol: 2Por qué Didtima es una mujer? El eros platénico y la representacion de los sexos. Cuadernos de Litoral, Edelp, Cordoba, 1999. Foucault se refiere a la estética de la existencia en: “A propos de la généalogie de | “éthique: un apercu du travail en cours’, Dits et écrits, T. IV, Gallimard, Paris, 1994, p. 610. En lo sucesivo, cuando me refiero a esta obra, lo hago segiin mi traducci6n. “gouvernementalité es un neologismo que proviene de “gouvernemental’, que quiere decir gubernamental, y “mentalité’que significa mentalidad 0 modo de pensar. Ver en “Les techniques de soi”, Dits et écrits, op. cit., p. 785. Les techniques de sot", es la traduccién de un seminario pronunciado en la Universi- dad de Vermont en octubre de 1982 con el nombre de “Technologies of the Self”. Dits et écrit, op. cit., p. 783. Cuando Foucault ubica el contexto de su estudio definira las técnicas de si diciendo que son las que “...permiten a los individuos efectuar, solos o con la ayuda de otros, un cierto numero de operaciones sobre su cuerpo y su alma, sus pensamientos, sus conductas, st. modo de ser; (permiten a los individuos) transfor- tharse a fin de alcanzar un cierto estado de dicha, de pureza, de sabiduria, de perfec- cion o de inmortalidad”. Estas técnicas, que en el pensamiento Socratico se referian a Tos ejercicios que el hombre se daba para relacionarse con su exterioridad: los otros, los dioses, la accién, el enamoramiento, técnicas que se pueden llamar de descentramiento, se transformaron luego, desde Descartes a Husserl, en un énfasis sobre el conocimiento de si mismo en el sujeto pensante. Hubo un movimiento que se cerrd en una supuesta interioridad y que pudo generar la idea de dominio o poder sobre si mismo y los otros, idea totalmente opuesta a la del pensamiento platonico. Sigmund Freud, “Analisis terminable e interminable”, [1937], op. cit. T. XIN, pp. 211 254. Beatriz Aguad, “La historia de la sexualidad: una escritura revoltosa”, La opacidad ‘sexual If, Litoral N° 28, Edelp, Cordoba, octubre 1999, pp. 187-189. Jean Allouch, El psicoandiisis, una erotologia de pasaje, Cuadernos de Litoral, Edelp, 1998, p. 134. 12 2Qué £5 Ls sexuauipan? —— mente sexual. Punto en el que el psicoanalisis parecia desfallecer luego de Andlisis terminable ¢ interminable.” ;Pero segun se lee en el Seminario La angustia, la practica analitica no tiene nada que ver con una teoria de la sexualidad! Y la designacién que alli se ubica de un sujeto producido por un objeto —que no es objeto de intercambio ni circula entre los obje- tos fenoménicos, ni se presta a ser nombrado; un objeto designado sdlo en su pura notacién algebraica— no tiene nada que ver con un sujeto psicolégico 0 con un individuo. El tejido de las relaciones sociales ‘Un enorme trabajo conceptual e historico se puso en marcha después del trabajo de Foucault mostrando que la conducta sexual en muchas culturas no esta separada de otros comportamientos que definen la vida en sociedad, como el deporte o la politica, Con esto se demuestra que “la sexualidad” como un dominio del saber no tenia lugar en la Antigitedad. Esto es registrado en las culturas antiguas pero, 2no podriamos también hacer la misma observacién en ciertas culturas contempora- eas no-occidentales, como lo son en nuestro medio las culturas indigenas?. Nos cuenta David Halperin que en la Atenas clésica, por ejemplo, el sexo no expre saba inclinaciones internas sino que posicionaba a los actores en lugares que la so- iedad les tenia asignados. El sexo no era —como lo conocemos ahora— tuna accién 0 sentimiento reciproco que comprometia mutuamente a dos o més personas. El sexo era una accién levada a cabo por alguien superior sobre alguien inferior. Era un gesto asimétrico: La penetracién del cuerpo de una persona por el falo de otra.” Las practicas sexuales de la antigitedad, entonces, no constituian per seun espacio ajeno a otras practicas 0 habitos, como la alimentacién, el deporte, la politica u otro modo de relacién social. Tampoco constituian, ni mucho menos, la clave de la perso- nalidad. Si se sigue a Foucault son las tiltimas tres centurias —desde el SXVII— las que han progresivamente marcado al sexo y lo han hecho objeto de discursos cientificos, literarios, morales y médicos, aparténdolo de otras regiones propias del estar en sociedad. Desde la Contrarreforma (S. XVII) hasta nuestros dias, al efectuarse un Ibid, 3° sesion, pp. 55-82. Cfr. Jacques Lacan, La angustia, sesion del 9 de enero de 1963. David Halperin, “Hay una historia...", op. cit., p. 25. En nota 29, p. 47, Halperin, refi- riéndose al falo, aclara que para que un contacto sea considerado sexual, s6lo uno de los intervinientes debe tenerlo. Los muchachos jovenes eran tratados como no poseyéndolo, al igual que las mujeres. En el caso de las mujeres solo una de ellas —la tribad— era considerada como poseedora de un clitoris superdesarrollado, t 113 Bearaiz Acuap —— $$ — despliegue progresivo de recursos técnicos, de discursos especializados sobre el sexo, se ha producido una normativizacion que no necesariamente debe entenderse como una represién de la sexualidad sino como un ordenamiento con vistas @ una clasificacién. Como efecto se ha producido una jerarquizacién social (hoy el hetero- sexual feliz 6 straight la encabezaria) o una distribucién bionormativa de los indivi- duos con miras a su control (como ha ocurrido recientemente a raiz del estallido del sida, 0 como ocurre con la psiquiatrizacién de la locura). Fl poder que asi toma a su cargo la sexualidad no es necesariamente el que tiene forma de ley o ejerce la prohibicion, sino aquel al que le interesa la desmnultiplicacion de las sexualidades singulares.”* Es por esto que Foucault dira que la sociedad mo- derna es perversa. Lisa y llanamente perversa. En ella” se nombraa toda esa vegeta- cidn de sexualidades dispares: sexualidad de los nifios, de los locos, de los crimina- Jes, de los que no aman al otro sexo. Las sexualidades miiltiples son pues el correlato de procedimientos precisos de poder.” Diez afios antes de la aparicién de La voluntad de saber, Lacan dira el 15 de junio de 1966: {Estos tres ensayos sobre una teoria sexual! Bien, es que la perversidn es normal Hay que volver a partir de ahi de una vez por todas, entonces, el problema de la construccién clinica seria saber por qué hay perversos anormales. Por qué hay perversos anormales nos permitiria entrar en toda una configuracion por una parte historica, porque las cosas histéricas no son histéricas unicamente porque ocurrié un accidente, son historicas porque era necesario que una cierta forma, una cierta configuracion apareciera. Es claro que es el mismo problema que el de nuestro amigo Michel Foucault que} aborda en excelentes libros como alos que nos referimos, La historia de la locurao EI nacimiento de la clinica, Ustedes comprenderan por qué en primer lugar hay “© Foucault cuenta una pequefia historia acerca de un obrero agricola de Lapcourt que queria “jugar a la leche cuajada”. Se habia hecho satisfacer con caricias por una peque- fia nifia cuyos padres lo acusan ante el alcalde, el alcalde a los gendarmes. éstos al juez Yel juez a dos especialistas médicos que redactaron un informe y lo publicaron. Final- trente, considerandolo inocente de todo delito, lo convirtieron en un puro objeto de medicina y de saber, y como objeto se hundié hasta el fin de sus dias en el hospital Mareville. Ver en “La voluntad...", op. cit., pp. 42-43. Ibid, p. 49. * Cuando Foucault dice “el poder esta en todas partes” no se refiere al poder como Fuerza coercitiva e irresistible (esto seria determinacién y no poder), Foucault se refie- re al ciudadano libre en el estado liberal moderno. Es el poder liberal, cuyas formas de gobemabilidad requiere que los ciudadanos sean libres imponiéndose por su propia Voluntad reglas de conducta y mecanismos de control. Cfr. D. Halperin, San Foucault... op. cit., p. 38, 14 — {Qué & La sexuauoAD? =ane perversos normales, en segundo lugar hay perversos considerados como anorma- les, es lo minimo si, a partir del momento en que bay perversos anormales hay también personas para considerarlos como tales... La apreciacion de Lacan se ajusta a lo que Foucault designa en 1976 como poder. Lo importante, dira éste “...es que el sexo no haya sido ttnicamente una cuestion de sensaci6n y de placer, de ley o de interdicci6n, sino también de verdad y falsedad. El sexo ha sido constituido como una apuesta en el juego de verdad”. David Halperin hace su anilisis, en otro texto que el citado anteriormente,” si- guiendo ciertas precisiones que Foucault da de sexualidad: “Se trata de la produccién misma de la sexualidad a la que no hay que concebir como una especie dada de naturaleza que el poder intentaria reducir, 0, como un dominio oscuro que el saber intentaria descubrir”.” La sexualidad es nada mas que “el correlato de esa practica discursiva lentamente desarrollada que es la scientia sexualis”; sus caracteres fun- damentales corresponden “a exigencias funcionales del discurso que debe produ- cir su verdad”. Si esos discursos sitiian a la sexualidad en la naturaleza y en los cuerpos —las realidades més literales y objetivas que el positivismo puede conce- bir— es porque la sexualidad se define por su funcion: dar una base al discurso del que es objeto. Sin un objeto estable de estudio, no puede haber una ciencia positiva de la sexualidad.”* Una politica queer David Halperin explica que el analisis de discurso empleado por Foucault —que es un andlisis no referido al contenido sino a su estrategia— se remonta a La historia de la locura en la época clasica.” En ella Foucault usa el mismo enfoque que en La voluntad de saber.* Toma la sexualidad y la locura no como cosas 0 realidades naturales, sino como efectos determinados por una serie de estrategias discursivas y politicas. © Jacques Lacan, El objeto del psicoandilisis, Seminario inédito, sesion del 15 de junio de 1966. En la edicion francesa de Gallimard se lee: “enjew de verité". Cf. T. 1, op. cit., p. 76. En la version al espafol de Siglo XXI dice: “juego de la verdad”, cfr. “La voluntad de saber’, op. cit... 71. David Halperin, San Foucault... op. cit., pp. 62-63. Cfr. “La voluntad de saber”, op. cit. p. 129, = Ibidem. Ibidem. Ademés: “La voluntad...", op. cit., p. 86. Ibid, p. 63. Ibid, p. 61. * Ibid. p. 62 115 Beatriz Acuap Halperin encuentra que la operacién por la cual se construyen estos objetos ponen al heterosexual en el mismo lugar que el de la raz6n y al homosexual en el lugar de la locura. Estos dos conjuntos darfan cuenta de muchos de los axiomas de la teoria queer contemporanea.” {Qué quiere decir queer? Es el nombre que se da un nuevo militantismo gay y lesbian que se define por apartarse de la sociedad heteronormada. Aparece en los afios 90, cuando ain no habia un tratamiento del sida que fuera accesible a la mayo- ria que tenia necesidad de ello, y la violencia anti-gay se habia desatado de un modo salvaje en E.U. El movimiento queer reinvindicé entonces el estatuto de parias. No se trataba de un movimiento por los derechos (a casarse 0 a ingresar al ejército). En el momento de su mayor apogeo se relacioné con todo lo que la sociedad consideraba anormal, es decir, queer, que en el sentido norteamericano quiere decir: enfermo, raro, anormal, marica o puta. Entran alli las minorfas raciales y étnicas, los disidentes sexuales, las madres solteras, las familias no tradicionales, los seropositivos, los enfermos de sida, los prisioneros, los indocumentados, los toxicémanos.* Volvamos a esa relaci6n entre raz6n-heterosexualidad y locura-homosexualidad. Al estudiar la locura, Foucault no se destiné a examinar y criticar las representa- ciones de los psiquiatras sobre la locura, Su interés en el discurso no es lo que se dice sino qué se hace y como eso funciona.” En su prefacio a La historia de la locuraen la época cldsica Foucault dice: En medio del mundo sereno de la enfermedad mental, el hombre moderno no se comunica mas con el locol...] No hay tal cosa como un lenguaje comin, o mas bien, yano lo hay mas; la constitucién de la locura como una enfermedad mental, a fines del siglo XVIII, aporta la evidencia de un didlogo roto, postula la separacién como algo ya dado y condena al olvido todas esas palabras imperfectas, balbucientes, carentes de una sintaxis estable, mediante las cuales se hacfa un intercambio entre la locura y la razén. El lenguaje de la psiquiatria, que es un mondlogo de la razon sobre la locura, no pudo ser establecido mas que sobre la base de tal silencio. No he querido escribir la historia de ese lenguaje, sino la arqueologia de ese silencio.” » Ibidem. Ibid, p. 17. Ibid, p. 52. © Michel Foucault, Histoire de la folie a l'age classique, Ed. Plon, Paris, 1964. Se trata det prefacio a esa edicién. [Historia de la locura en la época cldsica, Fondo de Cultura Econémica, México, D.F., 1967]. Fsa fue la fecha de su primera edicion en espaol. La casa editorial dio lugar a varias reediciones de la obra en las que el prefacio original de la edici6n francesa desaparecié. David Halperin cita estas palabras de M. Foucault en San Foucault... op. cit., p. 61. 116 20 6s ts secuaioac? En una entrevista M. Foucault expondra: “no puede encontrarse la locura en un astado salvaje. La locura sdlo existe dentro de una sociedad, no existe fuera de las formas de sensibilidad que la aislan y de las formas de repulsién que la excluyen o la vapturan”.”” Por consiguiente, locura y sexualidad no son algo “natural” o ya dado, sino “pun- tos de pasaje particularmente densos para las relaciones de poder”. Forman parte de an dispositivo™ que conecta nuevas formas de saber y poder con nuevos objetos y dominios. Halperin explica con este andlisis discursivo y estratégico el binarismo heterosexual-homosexual y el binarismo hombre-mujer.” El primero de estos térmi- os —heterosexual y hombre—no esta marcado y no es problematizado. Designa la categoria a la que se supone que todo el mundo pertenece. El segundo —homosexual y mujer—es el problematizado y esta marcado. Es el término queer o término marca- do. Este no puede denominar una clase de persona real o determinada sino que funciona para delimitar y definir por negacion y oposicién al término no marcado. "La homosexualidad le da entonces a la heterosexualidad su realidad sustancial que ad- quiere su status como una falta de diferencia o una ausencia de anormalidad. La neterosexualicad se vuelve invisible y no es un objeto de conocimiento. La creacién de binarismos es lo que Halperin lamaré la logica del suplemento.” El ‘érmino marcado resulta ser estructural y légicamente anterior al no marcado. Esta orioridad se confirma histéricamente: la invencién del término homosexualidad pre- sedié por algunos afios al de heterosexualidad (originariamente era la bisexualidad). Halperin diré que la palabra homosexual como la palabra mujer no son los nombres de una especie natural, sino una construccién homofobica y discursiva.” Las construcciones de binarismos han estado presentes en el pensamiento occi- dental desde varios siglos atras. Durante la conquista, los espafioles produjeron una construccién discursiva de lo raro, lo distinto. Para ellos parecia existir un bestiario. © Entrevista publicada por el periédico Le Monde el 22 de julio de 1961: “La folie n’existe que dans une société", Dits et écrits, T. 1, op. cit. p. 169. Citado por David Halperin, San Foucault... op. Cit. P. 61. David Halperin cita a David Macey: “el término se refiere a un cuerpo heterogéneo de discursos, proposiciones, instituciones, leyes y formulaciones cientificas; el dispositi- vo es la red que los une, que gobierna el juego de este conjunto heterogéneo. Es una formacién que, en un momento histérico dado, corresponde a la funcién estratégica dominante’, Ibid, nota 6, p. 23. © Ibid, pp. 66-67. © bid, p. 67. © E] subrayado es mio. Ibid, pp. 68-69. 117 ————— Bearaiz Acuan que se contraponia al término hombre (por el que se entendia al espaiiol conquista- dor), De la pluma de fray Luis de Le6n™ se puede leer: Porque como la mujer sea de su natural flaca y deleznable més que ningin otro animal... al mostrarse una mujer la que debe entre tantas ocasiones y dificultades de vida, siendo de suyo tan flaca, es clara sefial de un caudal de rarisima y heroica virtud [...] Porque cosa de tan poco ser como es esto que llamamos mujer, nunca emprende ni alcanza cosa de valor, ni de ser, si no es porque le inclina a ello y la despierta y la alienta alguna fuerza de increible virtud que, o el cielo ha puesto en su alma, o algiin don de Dios singular." Los indios que se alineaban junto con las mujeres en a lista de anormales. Recuér- dese el alegato de defensa por los indios de Fray Bartolomé de las Casas, ante los reyes de Espaiia, para que se considerara que los indios también tenian alma. ° Fs en oposicién a estas estratificaciones que realiza la definicion de identidades, que se produce la politica queer. Veremos que ella procede apuntando a vaciar esos contenidos para llegar a una identidad vacia. David Halperin se pregunta: “Si el poder esté en todas partes y sila libertad junto con la posibilidad de resistir al poder esta dentro del poder, cuales son las contra-practicas discursivas?” Enumera tres: ‘Apropiacién creativa y resignificacién: Después que los diarios de San Francisco publicaron los resultados de los estudios de Le Vay, cuyo propésito era descubrir las causas anatémicas y neuroldgicas de la orientaci6n sexual, se abrié un “antro” gay con el nombre de Hypothalamus. (La localizacion anatémica que se daba en el estu- dio para la remedicalizacion de la orientaci6n gay se ironiz6 quitandole a la investi- gacién el valor de verdad). © Bray Luis de Leén, La perfecta casada, Siglo XVII, citado por Margo Glantz, Sor Juana Inés de la Cruz: ¢Hagiografia o autobiografia?, Grijalbo, UNAM, 1995, p. 33. La regla usada por Fray Luis de Leén es la que ain hoy se emplea para sefialar una excepcion que confirma la regla anteriormente asentada. % Ibidem. Este caracter de monstruo con que se la designa inspira en Sor Juana estos versos: “Qué dieran los saltimbancos, a poder, por agarrarme y llevarme, como Monstruo, por esos andurriales de Italia y Francia, que son, amigas de novedades y que pagaran por ver la cabeza del gigante, diciendo: “Quien ver el Fénix quisiese, dos cuartos pague, que lo muestra Maese Pedro en la Posada de Jaques. ;Apuesto no! No os veréis en ese Fénix bergantes, que por eso estd encerrado debajo de treinta llaves”. R. 49 [...] respondié nuestra Poetisa al Caballero recién llegado a la Nueva Espaiia que le habia escrito el romance: "Madre que haces chiquitos”, Margo Glantz, op. cit., p. 32. Roger Bartra, en un atractivo ensayo, desarrolla la hipotesis de que el hombre europeo tuvo desde siempre, y por consiguiente antes de la conquista, la necesidad de acompatarse por su Sombra: el salvaje. Cfr. Roger Bartra, El salvaje en el espejo, Ed. Era, 1998, 1s — gQUE ES LA SexuaLioan? ———— Apropiacién y teatralizaciér: el diario gay de San Francisco Bay Times en respuesta aun infamante niimero de Newsweek, dedicado a las lesbianas, retraté en la tapaa un supuesto semanario Dykeweek (semanario tortillero) imaginando que era una revista semanal dirigida a un publico de lesbianas que podian tener curiosidad por los ritos sexuales bizarros de los heterosexuales. Daba también un glosario que definia “espo- sa” (partenaire femenina en una relacién heterosexual responsable de las tareas do- mésticas y del cuidado de los nifios), 0 “reproductores” (heterosexuales militantes, a menudo violentos, que hacen proselitismo a fin de incitar a los jovenes para que sigan su modo de vida controvertido). Asi el Bay Times decia que la heterosexualidad reque- ria ser problematizada y que dentro de ella las asimetrias de poder son esenciales. Exposicién y desmitificacién: Si como dice Foucault el éxito del poder esta en pro- porcién directa con lo que logra esconder de sus mecanismos, entonces la exposi- cin de esos mecanismos pueden frustrar sus operaciones.” Queer: identidad posicionai, identidad vacia Es este rasgo el que me interesa porque permite entender cémo el sexo es pensado en la actualidad, en este movimiento, dentro de una vasta red de mecanismos socia- les, formando comunidad, produciendo cultura y abriendo la posibilidad de una realizacion subjetiva. Las practicas sexuales expuestas no excluyen la iniciacién por alguien mas experimentado y son concebidas como un modo de acceder a un saber sobre el placer, No aun saber sobre la verdad de si que es lo puesto en juego por la Scientia Sexualis, Cuando aludo a la cultura de este movimiento me refiero también a una manera de activismo, a su musica y a las investigaciones historicas y sociol6gicas que constitu- yen los gay and lesbian studies.” Todas estas expresiones son concebidas como puntos de resistencias en la malla del poder. ® David Halperin, San Foucault..., op. cit., pp. 73-74. ACT UP (AIDS Coalition to Unleash Power) es una organizacién que realiza acciones espectaculares en contra del sida y la homofobia. Usa un simbolo que es el mismo que esté en la cubierta del libro de D. Halperin. La primera vez que este simbolo aparecié fue en la tapa del album de la banda musical inglesa gay, Bronski Beat, llamado “The Age of Consent’ Se trata de un triangulo rosa sobre fondo negro. El tridngulo tiene su punta hacia arriba, Se ha realizado una inversién de la orientacién de la punta ya que el triéngulo aludido es el que usaban los nazis para identificar a los homosexuales en los campos de concentracién colocando la punta del tridngulo hacia abajo y arriba de la base ponian el ntimero del detenido., C/r. Dominique de Liége: “Tridngulo rosa sobre fondo negro”, L'Unebévue N® 16, Epel, Paris, 2001. El grupo musical gay Bronski Beat junto los planteamientos politicos a la miisica que a partir de entonces se reconoce como estilo musical gay. El album aludido tiene una primera cancién: WHY? que fue 119 —— BeaTaz Acuao a arquitectura de este movimiento se encuentra en las afirmaciones de Foucault contenidas en La voluntad de saber. Alli la resistencia no es sdlo la contrapartida de! poder, “la marca en hueco de un vaciado de poder que forma respecto de la dominacién un revés siempre pasivo, destinado a la indefinida derrota [sino que] constituyen el otro término en las relaciones de poder; en ellas se inscriben como el irreductible elemen- to enfrentador” Al respecto Foucault dice: “Es sin duda la codificacién estratégica de esos puntos de resistencia lo que tora posible una revolucién, un poco como el Estado reposa en la integraci6n institucional de las relaciones de poder”. Aunque no se pueden establecer equivalencias con la préctica analitica puesto que “queer” indica formas colectivas de realizacion del ser, cabe la pregunta de si una escuela de psicoandlisis, como lo es la école lacanienne, puede ser considerada como una comunidad electiva por una forma particular de resistencia al saber establecido. Preguntaa la que se agrega otra: cel concepto de identidad vacia puede ser un instru- mento itil para dar cuenta de la posicién del analista? {Qué es una identidad queer?. Esta identidad es una identidad sin esencia, exclu- sivamente posicional. Se trataria de usar justamente la falta de un contenido claro en los enunciados de la logica del suplemento para invertir esa logica y ocupar una posicién que se define de manera relacional, por su distancia y diferencia con la norma.” Queer en esta posicién no se refiere a nada en particular. No es una realidad estable ni esta fundada en una verdad positiva ni tampoco es un objeto. Es sélo una posicién de resistencia a lo normal, lo legitimo, lo dominante.” Este es el manifiesto de Halperin.” Su identidad posicional es la que le da titulo al libro San Foucault. Para una hagiografia gay.” Titulo sugestivo y muy atractivo para os que nos interesamos en los santos porque son raros. Halperin dird: “brevemente, muy cuestionada por la censura. Agradezco acd ala persona que me dio la oportunidad de conocer a este grupo. * Michel Foucault, “La voluntad...", op. cit, p. 117. ibid. * Ibid, pp. 84-85. © Ibid, p. 88. Ibid, p. 89. Hagiografia es la vida de los santos. Se trata de un género literario en el que el material autobiogréfico es promovido para dar cuenta de una vida ejemplar donde el autor de las memorias se borra al constituirse el modelo, Aparecié ligada a la heroicidad de las virtudes cuando por primera vez se examina a Teresa de Avila en el siglo XVIL. El auditor de la Inquisicion pone a prueba una a una cada virtud que se atribuye a la Santa. Cfr. Dictionnaire de Spriritualité, Ascétique et Mystique. Doctrine e Histoire, T. VIL, Ed. Beauchesne, Paris, 1969, pp. 28 y 338. 120 QUE 8S UA SexuattA Michel Foucault soy yo".” Agregando: “antes de que piensen que soy un megaléma- no, permitanme explicarles lo que quiero decir. No intento compararme con Foucault en un sentido sustantivo. Mi identificacién con él es puramente posicionat’.” El ejercicio espiritual: vaciamiento de una identidad Desde este punto de partida la posicién queer supone un vaciamiento de la identi- dad: se trata de no reconocernos como lo que somos sino rechazar lo que somos para devenir otros de lo que somos. Por eso, en palabras de D. Halperin, la politica queer es un tipo de ejercicio espiritual, una practica moderna de si.” El “si” tiene un caracter impersonal. En La inquietud de sf" se desarrolla la nocion de la filosofia como un modo transformador de la existencia, como un arte o estilo de vida. Los filésofos de la antigtiedad, que analizé Foucault, identificaban el sf con el alma, que no era un principio de individuacién personal sino una particula errante de Jo divino. Desde la perspectiva filos6fica antigua, el si no es el lugar de una profundi- dad psicolégica unica y privada, sino el sitio de una alteridad radical: es el espacio dentro de cada ser donde él encuentra el no-si, el mas alld.” Cultivar el si, entonces, no es explorar un dominio privado, un espacio de interioridad personal, sino utilizar esta relacién con uno mismo como un recurso potencial para construir modalidades de practicas subjetivas y estilos de vida personal nuevos que permitan a un indivi- duo resistir o escapar a las determinaciones sociales y psicolégicas. Se trata de reali- zarse convirtiéndose en otro.” Esa posibilidad de transformacion de si es la que Foucault encuentra en el sexo gay. Dice: Ser gay es estar en devenir. No es necesario ser homosexual, sino encarnizarse en ser gay... Ser gay significa que estas elecciones (elecciones sexuales creadoras de modos de vida) se diseminan a lo largo de toda la vida; es una forma de rechazar los modos de vida propuestos y de convertir Ia eleccién sexual en un operador de un cambio de la existencia.”™ ™ David Halperin, San Foucault. op. cit, p. 27. Ibid, p. 27. Ibid, p. 125. Michel Foucault, “La inquietud de si", Historia de la sexualidad, T. 3. Siglo XXI, México, 1987. Ver también: "Les techniques de soi’, op. cit., pp. 783-812 David Halperin, San Foucault..., op. cit., pp. 98:99. © bid, p. 100. Michel Foucault, “Entretien avec Michel Foucault”, Dits et écrits, op. cit., p. 295. 121 — Beatriz Acuap — Desde este planteamiento la homosexualidad es para D. Halperin una forma mo- derma de ascesis. Una ascética 0 trabajo ético que no significa prohibicion, austeri- dad o abnegacién; sino mas bien “entrenamiento”, casi en un sentido atlético.” Esta ascesis compromete y estimula la busqueda de nuevos placeres y de relaciones nuevas. Hasta la practica S/M y una de sus modalidades, —el fist-fucking, concebido como “yoga anal’— son planteadas como una practica erdtica que conlleva una disci- plina, puesto que logra desarticular la identidad personal y trastornar el orden del side los cuales depende la normalizacién del sujeto moderno.”" Esa prictica “desexualiza” el sexo en el sentido que lo desgenitaliza. Y la busqueda de nuevos placeres implica gozar aun sin orgasmo, poniendo en juego el placer en relacién con partes del cuerpo aun inexploradas. Para Foucault la ascesis es el “ejercicio de uno sobre si mismo, mediante el cual se intenta elaborar, transformar y acceder a cierto modo de ser.” El objetivo es se déprendre de sot-méme, desprenderse de si mismo, a fin de reconstituirse en un encuentro con la alteridad.” Si se entiende el término homosexual segiin la definicién que Halperin da de queer —esto es, como una identidad sin esencia, una oportunidad de transformacion de si, tun potencial queer— ser gay es poder transformarse, marginarse, volverse queer.” Esto puede producir una cultura, una ética, nuevas formas de relaci6n, nuevos mo- dos de conocimiento, nuevos medios de creatividad y nuevas posibilidades de amor.° La propuesta suena muy seductora, pero como el psicoandlisis no es un arte er6ti- co, en el sentido de que no supone ninguna iniciacién para obtener el goce sexual y, como ademas, esta excluido como una practica que parta de la condicién homo- sexual, lesbiana o heterosexual :cudles serian las relaciones que establece con la posicion queer? Halperin nos proporciona un punto de vista sobre los estudios histéricos con el que no podemos sino coincidir. Al ser el modo de vida queer un encuentro con la historia, al producir investigaciones historicas, realiza una descentracion del sujeto y es por ello “un ejercicio espiritual” —dird Halperin sin dejar de atribuirselo a Foucault—.” La historia, al revelar la determinacién del sujeto, proporciona una experiencia del si radicalmente impersonal. El estudio de la historia se vuelve un ejercicio espiritual cuando, a través de ella, el si descubre su pasado como aquello que permanece en su presente y llega a reconocer en si mismo su propia alteridad. ® David Halperin, San Foucault.... op. cit., p. 101. Ibid, pp. 126 y 134 © Ibid, pp. 100-102. ® Ibid, p. 101. © Ibid, p. 103. © Ibidem. "Ibid, p. 128. 122 — 2Que €s Ls sexvatioan?——— Hay coincidencias en este enfoque con la concepcién de la historia desde la repe- ticion freudiana. Incluso Halperin se acerca a Lacan cuando habla de la historia como una categoria donde incluye el lenguaje y el orden simbélico.” Para un pensador queer, que sigue a Foucault, no se puede realizar la investigaci6n histérica sin que el saber que arroja sea confirmado por un reconocimiento personal. Para terminar, el planteamiento de una identidad vacia como necesario al modo de vida y al pensamiento queer ofrece un punto de encuentro con la practica analitica si por ella entendemos salirse de si mismo en un ejercicio de transformacién. Partir de una identidad como psicoanalista 0 atribuirse una identidad sexual esta excluido en una erotologfa, tal como Lacan la introduce en el seminario de La angustia. bid, p. 127. 123

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