Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
blanc
Examinemos lo que nos dice Nahmanides a propsito del versculo Y
Elohim dijo: Haremos a Adn a nuestra imagen, como nuestra semejanza
(Gnesis 1, 26), en su famoso comentario al Pentateuco:
Rab Jeremas hijo de Eleazar dijo: Cuando el Santo, bendito sea, cre al
primer Adn, lo cre andrgino; tal como est escrito: Macho y hembra los
cre (Gnesis 5, 2).
Rab Samuel, hijo de Nahmn dijo: Cuando el Santo, bendito sea, cre al
primer Adn lo cre a doble cara, despus lo cort e hizo dos espaldas, una
espalda hacia un lado y la otra hacia el otro. Alguien objet: Acaso no est
escrito: Y tom una de sus costillas (tsel) (Gnesis 2, 21)? Se le
responde: Uno de sus dos costados, tal como est escrito: Y al segundo
lado (tsel) del tabernculo [] (xodo 26, 20).
Los rabinos ensean que, desde la destruccin del Templo, al Santo, bendito
sea, slo le quedan los cuatro codos de la Halaja (1). El Nombre de Dios slo
se puede pronunciar en su Templo. A partir de aqu podemos empezar a
presentir el sentido del misterio marial en su verdadera perspectiva.
El Templo ha sido destruido por la cada del hombre, que es lo que los
cristianos denominan pecado original y los hebreos, trasgresin. Despus de
la destruccin del Templo, el Nombre se ha perdido y, si bien an podemos
escribirlo, ya no podemos pronunciarlo. As pues, pronunciar Yahv (el
Tetragrama), no significa nada, pero podemos vocalizarlo con las vocales de
la palabra Adonai (Seor); entonces se pronuncia Yehov
Estamos apagados, somos como una luz apagada, pero nos queda la
mecha, nos queda el dibujo (demut), nos resta como una sombra sobre un
muro.
Est escrito: Confiad en el Seor (YHVH) por la eternidad, pues con YH (beYah) el Seor (YHVH) ha trazado (o formado) los mundos (Isaas 26, 4). Los
mundos son los justos y YH (Yah), que es el Espritu Santo, constituye la
traza de Dios en los justos. Por eso est dicho que desde la destruccin del
Templo al Seor slo le quedan los cuatro codos de la halajah.
Esta es la condicin del hombre: Dios intenta salvarlo, porque hay algo de l
en el hombre; este algo es su imagen (demut), su dibujo, una parte del
Nombre VH (Hu). Para salvarlo, es necesario devolverle la otra parte, la
semejanza YH (yah). Por eso la Iglesia canta: Aleluya!, es decir: Alabad a
Yah!
_____________
NOTAS: