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Cristo.
En toda esta demostracin y con la idea de salvar la
divinidad de Cristo contra los arrianos, Apolinar segua
nicamente el sentido litera de la S. E., sin querer saber
nada de alegoras. Es cierto que por entonces era difcil
distinguir bien estos dos sentidos, as como el significado
concreto de las nuevas acepciones que entonces se iban
acuando, como las de persona, supuesto, naturaleza,
hipstasis, etc. El error era, con todo, pernicioso, pues
echaba abajo todo el sentido de la humanidad en Cristo,
pero los apolinaristas se mostraron tenaces desde el
principio, distinguindose tanto por su audacia como por la
propaganda de sus falsos escritos.
Oposicin y condena del apolinarismo. Tal era la
doctrina de Apolinar, antittico en cierto modo de la
escuela antioquena y del arrianismo y punto de partida de
herejas posteriores, como la del monofisismo. Al negar la
naturaleza humana completa en Cristo, le negaba al
mismo tiempo su propio sentido de hombre, con lo que
echaba por tierra la base de todo merecimiento y con ello
de toda redencin.
Por entonces la Iglesia contaba ya con una plyade de
Padres y de telogos, que pronto se dieron cuenta del
peligro. S. Atanasio y S. Basilio, y ms directa mente S.
Gregorio de Nisa, salieron en defensa de la verdad. En
contraofensiva, los herejes quisieron atraerse al papa S.
Dmaso quien, informado debidamente, lanz el anatema
contra ellos en los snodos romanos de los a. 374 y 377.
Por su consejo, el emperador Teodosio los conden al
destierro (388), sin que ello sirviera para amedrentarlos,
extendindose cada vez ms la hereja. El mismo Apolinar,
ayudado por uno de sus ms fieles seguidores, el obispo
Vitalis, constituy en Antioqua una comunidad
apolinarista, dotndola de jerarqua propia. Por medio de
folletos, de sermones y de cnticos populares fueron
dando a conocer sus ideas por diversas regiones.
La Iglesia intervino directamente cuando se preparaba el