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“… El Señor me ha mostrado en visión algunas cosas concernientes a la tibieza actual de la iglesia, las cuales os relataré. La iglesia me fue presentada en visión. Dijo el ángel a la iglesia: ‘Jesús te habla: “Sé celoso y arrepiéntete”’. Apocalipsis 3:19. Vi que esta obra ha de ser emprendida con fervor. Hay algo de qué arrepentirse. La mentalidad mundanal, el egoísmo y la codicia han estado carcomiendo la espiritualidad y la vida del pueblo de Dios”. (Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pág. 134)
“… El Señor me ha mostrado en visión algunas cosas concernientes a la tibieza actual de la iglesia, las cuales os relataré. La iglesia me fue presentada en visión. Dijo el ángel a la iglesia: ‘Jesús te habla: “Sé celoso y arrepiéntete”’. Apocalipsis 3:19. Vi que esta obra ha de ser emprendida con fervor. Hay algo de qué arrepentirse. La mentalidad mundanal, el egoísmo y la codicia han estado carcomiendo la espiritualidad y la vida del pueblo de Dios”. (Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pág. 134)
“… El Señor me ha mostrado en visión algunas cosas concernientes a la tibieza actual de la iglesia, las cuales os relataré. La iglesia me fue presentada en visión. Dijo el ángel a la iglesia: ‘Jesús te habla: “Sé celoso y arrepiéntete”’. Apocalipsis 3:19. Vi que esta obra ha de ser emprendida con fervor. Hay algo de qué arrepentirse. La mentalidad mundanal, el egoísmo y la codicia han estado carcomiendo la espiritualidad y la vida del pueblo de Dios”. (Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pág. 134)
oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Debemos comprar, ser celosos y arrepentirnos de nuestro estado de tibieza. Debemos despertarnos para ver nuestros males, buscar nuestros pecados y arrepentirnos fervorosamente de ellos. El oro probado en el fuego que se recomienda aqu, es la fe y el amor. Enriquece el corazn, porque ha sido refinado hasta su mxima pureza, y cuanto ms se prueba, tanto ms resplandece. La vestidura blanca es la pureza de carcter, la justicia de Cristo impartida al pecador. Es a la verdad una vestidura de tejido celestial, que puede comprarse nicamente de Cristo. El colirio es aquella sabidura y gracia que nos habilitan para discernir entre lo malo y lo bueno, y para reconocer el pecado bajo cualquier disfraz. Dios ha dado a su iglesia ojos que l quiere que sean ungidos con sabidura para que vean claramente. Apocalipsis 3:18; Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pg. 135, Testimonios para la Iglesia, tomo 4, pg. 91
Ni tampoco presentis vuestros miembros al pecado
como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie ver al Seor. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna. No debemos conformarnos con una vida pecaminosa. Debiera despertar a los cristianos e inducirlos a un celo y fervor mayores para vencer el mal. Debemos dedicar toda energa del alma a la obra de vencer, y acudir a Jess a fin de recibir fuerza para hacer lo que no podemos hacer nosotros mismos. Por el arrepentimiento y la fe, somos habilitados para prestar obediencia a todos los Mandamientos de Dios, y somos hallados sin culpa delante de l. Los que recibirn la aprobacin de Dios estn ahora afligiendo sus almas, confesando sus pecados, y suplicando fervientemente el perdn por Jess. Romanos 6:13, 1 Corintios 9:25, Hebreos 12:14, 1 Timoteo 6:12, p.p.; Testimonios par la Iglesia, tomo 5, pg. 447
NO ENDUREZCIS
VUESTRO CORAZN
Como dice el Espritu Santo: Si oyereis hoy su
voz, no endurezcis vuestros corazones, Como en la provocacin, en el da de la tentacin en el desierto, donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta aos. A causa de lo cual me disgust contra esa generacin. Jur en mi ira: No entrarn en mi reposo. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazn malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada da. Tened cuidado con las dilaciones (demoras). No posterguis la obra de abandonar vuestros pecados y buscar la pureza del corazn por medio del Seor Jess. En esto es donde miles y miles han errado a costa de su perdicin eterna. No insistir aqu en la brevedad e incertidumbre de la vida; pero se corre un terrible peligro, que no se comprende lo suficiente, cuando se posterga el acto de ceder a la voz suplicante del Santo Espritu de Dios y se prefiere vivir en el pecado, porque tal demora consiste realmente en esto. No se puede continuar en el pecado, sin correr el riesgo de una prdida infinita. Hebreos 3:7-13; El Camino a Cristo, pg. 32
Yo reprendo y castigo a todos los que amo; s,
pues, celoso, y arrepintete. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huir. Acercaos a Dios, y l se acercar a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble nimo, purificad vuestros corazones. Afligos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Seor, y l os exaltar. El que encubre sus pecados no prosperar; El que confiesa y se aparta alcanzar misericordia. Quin desea llegar al verdadero arrepentimiento? Qu debe hacer? Debe ir a Jess, tal como es, sin demora. Debe creer que la palabra de Cristo es verdadera y, creyendo en la promesa, pedir para que reciba. Cuando un sincero deseo mueve a los hombres a orar, no orarn en vano. El Seor cumplir su palabra, y dar el Espritu Santo para inducir al arrepentimiento con Dios y la fe en nuestro Seor Jesucristo. El pecador orar, velar y se apartar de sus pecados. Mezclar fe con la oracin, y no slo creer en los preceptos de la ley sino que los obedecer. Apocalipsis 3:19, Santiago 4:7-10, Proverbios 28:13; Mensajes Selectos, tomo 1, pg. 460
EL MENSAJE DE LAODICEA
He aqu, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye
mi voz y abre la puerta, entrar a l, y cenar con l, y l conmigo. Vi que muchos tienen tanta escoria acumulada ante la puerta del corazn que no pueden abrirla. Algunos tienen que eliminar las dificultades que tienen con sus hermanos. Otros eliminar el mal genio o la codicia antes que puedan abrir la puerta. Otros colocan el mundo delante de la puerta de su corazn, y as la cierran. Toda esta escoria tiene que ser quitada. Entonces podrn abrirla puerta y dar la bienvenida al Salvador. A pesar de toda nuestra tibieza y nuestros pecados nos dice: Tornaos a m y yo me tornar a vosotros, y sanar todas vuestras rebeliones. Cun dispuesto est Cristo a posesionarse del templo del alma si se lo permitimos! Est como quien aguarda y golpea a la puerta del corazn. Entonces, por qu no entra? Porque el amor del pecado ha cerrado la puerta del corazn. Apocalipsis 3:20; Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pgs. 135, 136, Mensajes Selectos, tomo 1, pg. 382
Fro o caliente? LO TIBIO TE DAAR Apocalipsis 3:15-22
Pero por cuanto eres tibio, y no fro ni
caliente, te vomitar de mi boca. Vi que algunos volvern gozosamente. En cambio otros no permitirn que este mensaje dado a la iglesia de Laodicea ejerza influencia sobre ellos. Seguirn actuando ms o menos como antes, y la boca del Seor los vomitar. nicamente aquellos que se arrepientan celosamente recibirn el favor de Dios. Hay quienes, aunque sirven a Dios profesamente, estn testificando en contra de l. Para ellos el mensaje a la iglesia laodicense est dado. Cristo les dice, Yo conozco tus obras, que ni eres fro ni caliente. Cuando el ngel vengador pase por la tierra, Cristo no puede decir de ellos No los toquen. Los tengo esculpidos en las palmas de mis manos. No, de estos tibios l dice, Los vomitar de mi boca. Son repudiables para m. Apocalipsis 3:16, Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pg. 136, Carta 44, 1903; Seventh-day Adventist Bible Commentary, tomo 7, pg. 963
Al que venciere, le dar que se siente conmigo en
mi trono, as como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. Podemos vencer plenamente y por completo. Jess muri para hacernos un camino de salida, a fin de que pudisemos vencer todo mal genio, pecado, toda tentacin y sentarnos al fin con l. Los que desean vencer deben esforzar al mximo cada facultad de su ser. Deben angustiarse sobre sus rodillas ante Dios, en procura del poder divino. Cristo vino para ser nuestro ejemplo y para hacernos saber que podemos ser participantes de la naturaleza divina. Cmo? Habiendo escapado de la corrupcin que est en el mundo por la concupiscencia. Satans no gan la victoria sobre Cristo. No toc la cabeza, aunque lastim el taln. Con su propio ejemplo, Cristo puso en evidencia que el hombre puede mantenerse ntegro. Los hombres pueden tener un poder para resistir el mal: un poder que ni la tierra, ni la muerte, ni el infierno pueden vencer; un poder que los colocar donde pueden llegar a ser vencedores como Cristo venci. La divinidad y la humanidad pueden combinarse en ellos. Apocalipsis 3:21; Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pg. 136, Mensajes Selectos, tomo 1, pg. 478