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Creer en Dios Padre, Hijo y Espíritu es tener la feliz seguridad

de que existe siempre una ternura inquebrantable,


un último regazo y una especie de útero infinitamente fecundo
en el que puede uno refugiarse y encontrar la paz, la vida y el amor.
Leonardo Boff

Juan 16, 12-15.Santísima Trinidad.


Autora: Mariasun Gutiérrez. Música: Jesús Guridi. Díez melodías vascas: Amorosa.
Entiende la Trinidad,
quien ofrece amistad,
quien construye humanidad,
quien cultiva el perdón,
quien promueve solidaridad,
quien lucha por la justicia,
quien acompaña en procesos de liberación,
quien no vive para sí mism@,
quien se gasta por l@s demás,
quien es capaz de dar vida
y dar la vida.
Tendría que deciros muchas más cosas, pero no podríais entenderlas ahora.
Cuando venga el Espíritu de la verdad, os iluminará para que podáis entender
la verdad completa.

El Espíritu nos va iluminando para entender


“la verdad completa” de la palabra y la obra de
Jesús.
Es necesario estar abiert@s a la acción del
Espíritu, a lo que continua y progresivamente
nos revela y comunica, por medio de las
personas, de lo que nos va trayendo la vida...
Considerarse en posesión de la verdad
completa es no escuchar al Espíritu,
tergiversar el mensaje y la misión de Jesús
y manipular a Dios.
Él no hablará por su cuenta, sino que dirá únicamente lo que ha oído, y os
anunciará las cosas venideras. Él me glorificará, porque todo lo que os dé
a conocer, lo recibirá de mí.

El Espíritu no habla por su cuenta y al margen de Jesús, hace vivo, aquí y ahora,
el mensaje que el Padre encomendó a Jesús.
Nosotr@s tampoco hemos de hablar por nuestra cuenta,
sino estar atent@s y abiert@s a la vida, a la historia
y a la voz del Espíritu que la interpreta.
El Espíritu, memoria viva de Jesús, hace que seamos colaborador@s
del proyecto liberador de Dios, siempre a favor del ser humano.
Todo lo que tiene el Padre, es mío también; por eso os he dicho que todo lo que
el Espíritu os dé a conocer, lo recibirá de mí.

Celebrar la Trinidad no es tratar de explicar o entender un embrollo teológico.


Celebrar la Trinidad es descubrir con alegría que estamos hech@s a imagen y
semejanza de un Dios que es don total, diálogo y comunicación permanente,
amor compartido y, por eso, nos sentimos llamad@s a buscar nuestra verdadera
felicidad en el compartir y en la solidaridad.
Nos invita e impulsa a implicarnos en la tarea de vivir desde la relación, desde la
comunión, desde un amor que, haciéndonos más human@s, nos diviniza.
Yo creo en un Dios.
En ABBÁ, como creía Jesús.
Yo creo que el Todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra,
es como mi madre y puedo fiarme de Él.
Lo creo porque así lo he visto en Jesús, que se sentía Hijo.
Yo creo que Abbá no está lejos sino cerca, al lado, dentro de mí.
Creo sentir su Aliento como una brisa suave que me anima
y me hace más fácil caminar.
Creo que Jesús, más aún que un hombre
es enviado, mensajero.
Creo que sus palabras son palabras de Abbá.
Creo que sus acciones son mensaje de Abbá.
Creo que puedo llamar a Jesús
la Palabra presente entre nosotros. 
Yo sólo creo en un Dios,
que es Padre, Palabra y Viento,
porque creo en Jesús, el Hijo,
el hombre lleno del Espíritu de Abbá. 
José Enrique Galarreta

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