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Ezequiel observó a 25 hombres adorando al sol en el patio interior del templo de Jehová en lugar de adorar a Jehová. Estaban dándole la espalda a la presencia de Jehová y mirando hacia el este en adoración al sol, violando la advertencia de no adorar otros dioses. Además, estaban empujando algo ofensivo hacia la nariz de Jehová e introduciendo la violencia en la tierra. Jehová se enojó y dijo que destruiría Jerusalén sin sentir pena o
Ezequiel observó a 25 hombres adorando al sol en el patio interior del templo de Jehová en lugar de adorar a Jehová. Estaban dándole la espalda a la presencia de Jehová y mirando hacia el este en adoración al sol, violando la advertencia de no adorar otros dioses. Además, estaban empujando algo ofensivo hacia la nariz de Jehová e introduciendo la violencia en la tierra. Jehová se enojó y dijo que destruiría Jerusalén sin sentir pena o
Ezequiel observó a 25 hombres adorando al sol en el patio interior del templo de Jehová en lugar de adorar a Jehová. Estaban dándole la espalda a la presencia de Jehová y mirando hacia el este en adoración al sol, violando la advertencia de no adorar otros dioses. Además, estaban empujando algo ofensivo hacia la nariz de Jehová e introduciendo la violencia en la tierra. Jehová se enojó y dijo que destruiría Jerusalén sin sentir pena o
las cuales suspirar *** ADORANDO UN SOL SIMBLICO 31
Sin embargo, es eso todo? Ezequiel dice que no, pues,
siguiendo, nos cuenta lo que Jehov le mostr adems, diciendo: Y me dijo adems: Has visto esto, oh hijo del hombre? Todava vers de nuevo grandes cosas detestables peores que stas. As es que me llev al patio interior de la casa de Jehov, y, mire! a la entrada del templo de Jehov, entre el prtico y el altar, haba unos veinticinco hombres con sus espaldas al templo de Jehov y sus rostros hacia el este, y estaban inclinndose hacia el este, al sol. Y pas a decirme: Has visto esto, oh hijo del hombre? Es cosa tan liviana a la casa de Jud el hacer las cosas detestables que han hecho aqu, que tengan que llenar la tierra con violencia y que deban ofenderme de nuevo, y aqu estn empujndome el vstago [la ramita] a la nariz? Y yo mismo tambin actuar con furia. Mi ojo no se sentir apenado, ni sentir compasin. Y ciertamente clamarn en mis odos con fuerte voz, pero no los oir.Ezequiel 8:15-18; lectura de la nota al pie de la pgina. 32
La conducta de aquellos veinticinco israelitas era
especialmente ultrajante para con Jehov. All estaban, en el patio interior del templo dedicado a l y en el espacio entre el prtico del templo y el altar de sacrificio en el centro del patio interior. Pero no estaban adorando a Jehov en aquel lugar, ni estaban inclinndose hacia su altar de sacrificio que estaba al este de ellos. En vez de mirar hacia el oeste, hacia el templo donde la presencia de Jehov estaba simbolizada por la luz Shekinah que revoloteaba encima de la sagrada Arca del Pacto en el compartimiento recndito, el Santsimo, aquellos veinticinco hombres le volvan la espalda a la Presencia Divina y miraban hacia el este. Qu horror! Estaban inclinndose en adoracin al Sol en el cielo! Estaban violando explcitamente la advertencia que Jehov dio por medio del profeta Moiss: 33
Tienen que cuidar bien sus almas, . . . para que no alces
tus ojos a los cielos y de hecho veas el sol y la luna y las estrellas,
todo el ejrcito de los cielos, y realmente te dejes seducir y te
inclines ante ellos y les sirvas.Deuteronomio 4:15-19. 34
En el ao 642 a. de la E.C., o treinta aos antes de esto, el
buen rey Josas haba ledo pblicamente esas palabras al pueblo que estaba reunido en el templo, y despus de eso aboli y destruy sin demora en el reino de Jud toda adoracin del dios solar. (2 Reyes 22:3 a 23:11) Pero ahora, despus de la muerte de Josas, los hombres de Jud obraban como cerdos baados que regresaran a revolcarse en el lodo y volvan a introducir la adoracin del Sol y la practicaban dentro mismo del templo de Jehov, sin que los sacerdotes de la tribu de Lev se lo estorbaran. Renunciaban a las palabras de los hijos de Cor [el levita], segn se registran en Salmo 84:11: Jehov Dios es sol y escudo; favor y gloria son lo que l da. Jehov mismo no retendr nada que sea bueno de los que andan exentos de tacha. Aquellos veinticinco israelitas renegados acudan a una simple creacin de Jehov, el Sol, como fuente de favor y gloria para ellos, como su fuente de lo que sea bueno. Eso era suficiente para insultar a Jehov. 35
Sin embargo, aquellos hombres aadieron ms insulto a
esto. Aqu, dijo Jehov, estn empujndome el vstago [o, la ramita] a la nariz. (Ezequiel 8:17) Este vstago o ramita se usaba en adoracin idoltrica y es posible que hubiera sido tallado en cierta forma de modo que representara el miembro viril humano. Por lo menos debe haber sido algo muy ofensivo u obsceno que extender hacia la nariz de Jehov, como si l hubiera de complacerse en olerlo. Aquella adoracin idoltrica del Sol de parte de aquellos veinticinco hombres estaba acompaada de llenar ellos la tierra con violencia. Era suficiente para que Jehov hallara buena razn para actuar con furia. Esto era lo que se propona hacer en la venidera destruccin de Jerusaln su templo. Entonces, cuando les fallara el dios solar a aquellos veinticinco apstatas israelitas, recurriran a Jehov de nuevo y clamaran a l con voz fuerte para tratar de hacer que oyera, pero l no tendra razn alguna para prestar atencin a sus clamores egostas. Al contemplar la destruccin de ellos por sus fuerzas de
ejecucin su ojo no sentira pena alguna, porque l mismo
no sentira compasin alguna. l odia a los hipcritas!