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Con estos resultados, y para romper con esas construcciones totalizantes, llevaron a
cabo un trabajo de investigacin cualitativa en el cual se entrevist a jvenes de entre
18 y 25 aos, que realizan actividades socio-comunitarias en Capital Federal en
agrupaciones poltico partidarias, asociaciones civiles y organizaciones vinculadas a
grupos religiosos.
A travs de los resultados que arroj dicho anlisis, se pudo establecer que el
principal motor para participar es la disconformidad con la realidad social, signada por
desigualdades econmicas concretas, por lo que el objetivo de las actividades que
realizan est dirigido a satisfacer las necesidades bsicas de poblaciones vulnerables.
Por eso en general, las actividades parecieran no apuntar a una transformacin
radical de las estructuras de la sociedad, sino ms bien a la bsqueda de
soluciones de situaciones puntuales, problemticas de un sector, de un
barrio o poblacin determinada.
Los jvenes entienden que la participacin social tiene que ver con la accin
colectiva. Ese 'colectivo' se entiende, en primer lugar, como pertenencia a un equipo
de trabajo, a valores y objetivos compartidos entre quienes llevan a cabo la actividad
socio-comunitaria. En segundo lugar, el sentido 'colectivo' tiene que ver con aquellas
expresiones de accin masiva que ocurren en el espacio pblico, en la calle,
sostiene Mara Mannesi, coordinadora de proyectos de La Flecha.
Otra caracterstica de la participacin juvenil actual es que no necesariamente
conlleva una actitud de sacrificio, sino que se percibe como una actividad
placentera y de disfrute. Adems de ayudar a un otro menos favorecido, los
jvenes aprovechan los espacios de participacin para s mismos, ya sea para sumar
experiencia profesional, para aplicar conocimientos sobre aquello que estn