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MOREAU RCICIOS Y AECy AITEBABIA La terapia Gestalt fue asi denominada por Fritz Perls en el afio 1951, a partir del verbo aleman gestalten que significa “dar forma’, “estructurar”. Utiliza los cambios de perspecti- va en la observacidn, tanto de la figura central, como del fondo. Todo aquello que creemos ver, no existe mas que en la visidn de quien lo ve. Lo que en el lenguaje corriente llamamos “realidad” no es sino una proyeccion creada a partir de los impulsos sensibles que llegan ala retina. Los objetivos de la terapia Gestalt son ampliar el campo de posibilidades del ser hu- mano, aumentar su capacidad de adaptacioén al entorno y restaurar su libertad de eleccién. Andre Moreau expone en este libro los ele- mentos claves de esta terapia, y describe nu- merosas experiencias vividas en sus sesio- nes terapéuticas. editorial di: ISBN: 978-84-7808-276-6 mM 1082766 (S1n)ade 15 |p reo rausene | “a oa EoRSonc oe El aprendiz de brujo Alexa Mélh Obra que tiene su origen en una serie de seminarios destinados a transmitir el conocimiento de la PNL a personas deseosas de desarrollar una practica vital més comunicativa, creadora y productiva. El aprendiz de brujo I Alexa Mélh Una informacién detallada sobre el trabajo del trance, sobre cmo conseguir la capacidad hipnética necesaria tanto para la transformacién de la propia vida, como para cuestiones profesionales. PNL. La rana sobre la mantequilla Helmut Krusche Clara y amena exposicién de los fundamentos tedricos de la Programacién Neurolingiistica y del modo en que podemos utilizarlos para mejorar nuestras relaciones interpersonales, influir en los demés de un modo responsable y ayudarles a transformar creativamente su conducta, Cémo cambiar creencias con PNL Robert Dilts Las creencias moldean, influyen y determinan la inteligencia, la salud, la creatividad ¢ incluso el grado de felicidad y de éxito personal del individuo. {Es posible desaprender 0 cambiar viejas creencias que nos limitan e instalar en su lugar otras que amplien nuestro potencial? Robert Dilts nos explica cémo lograrlo. ‘Cémo crecer cuando ya has crecido Nancy O’Connor La guia perfecta para todo aquel que desee evolucionar como ser humano, dejando atras los complejos, a fin de llegar a la persona oculta que todos deseariamos. El dragén ya no vive aqui Alan Cohen El arte de vivir y amar con plenitud y libertad. Un relato que inspirard a todo aquel que busque lo trascendente en esta vida y que responder totalmente a nuestras necesidades actuales. Vivir en la luz Shakti Gawain Shakti nos muestra una nueva forma de vida, nos ensefia a convertimos en un canal por el que pueda fluir la fuerza creativa del universo. La clave es escuchar nuestra intuicién y seguirla incluso a riesgo de actuar en contra de los viejos patrones, expectativas y creencias. Asi lograremos la plenitud total y la transformacién del mundo que nos rodea. Visualizacién creativa Shakti Gawain La autora nos ensefia a utilizar la imaginacién creativa, una facultad natural que todos poseemos, de un modo cada vez mas consciente, como una técnica para crear lo que verdaderamente deseamos. La visualizacién creativa es la clave de acceso a todos los dones que el universo nos oftece. EJERCICIOS Y TECNICAS CREATIVAS DE GESTALTERAPIA Si este libro le ha interesado y desea que lo mantengamos infor- mado de nuestras publicaciones, escribanos indicandonos qué temas son de su interés (Astrologia, Autoayuda, Ciencias ‘Ocultas, Artes Marciales, Naturismo, Espiritualidad, Tradicién...) y gustosamente lo complaceremas. Puede contactar con nosotros en comunicacién@editorialsirio.com 4 edicién: diciembre 2009 Titulo original: La GESTALT-THERAMIE - CHEMIN DE VIE ‘Traducido del francés por Pedro Aguado Saiz Disefo de portada: Ettore Botini © dela edicién original ‘A. Moreau © dela presente edicién EDITORIAL SIRIO, 8. EDITORIAL SIRIO ED, SIRIO ARGENTINA C! Panaderos, 14 Nirvana Libros S.A.deC.V. C/ Paracas 59 29005-Malaga Camino a Minas, 501 1275- Capital Federal Espaita Bodega n° 8 , Col. Arvide Buenos Aires Del.: Alvaro Obregon (Argentina) México D.F., 01280 www-editorialsirio.com E-Mail: sirio@editorialsirio.com 1.8.B.N.: 978-84-7808-276-6 Depésito Legal: B-46.647 - 2009 Impreso en los talleres grificos de Romanya/Valls, Verdaguer 1, 08786-Capellades (Barcelona) Printed in Spain Cuaiquier forma de reproduccién, distribucién, comunicacién piiblica 0 transformacién de esta obra sélo puede ser realizada con la autorizacién de sus titulares, salvo excepcién prevista por la ley. Dirijase a CEDRO (Centro Espanol de Derechos Reprogréficos, www cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algiin fragmento de esta obra. A. Moreau EJERCICIOS Y TECNICAS CREATIVAS DE GESTALTERAPIA editorial Disc, $.a. Capitulo primero VIVIR AQUI Y AHORA. on las siete. He pasado fuera esta calurosa noche de Sa E] sol del 16 de julio me da los buenos dias. Empiezo mi actividad antes de que Ileguen los participan- tes: pongo alrededor de la sala de reunion alfombras y gran- des cojines cuadrados, que dan mas movilidad, y quito las sillas y sillones. Al final, corto el césped del jardin para que los que acampen puedan hacerlo con mas facilidad. A partir de las nueve empiezo a recibir a los primeros que Ilegan. Les ensefio la casa y cada uno trata de preparar su nido. Disponemos de cinco habitaciones de dos camas, dos dormitorios individuales y el jardin. A las diez y media nos reunimos en la sala. La mayoria no se conocen. En las sesiones de este primer dia quiero poner en prdctica muchos ejercicios de comunicacién, de escucha, de trato entre dos personas, para que todos tengan oportunidad de hablar, segtin les vaya tocando el turno. Asi 7 Ejercicios y técnicas creativas de GESTALTERAPIA podran conocerse mejor, con mas profundidad, y entrar en contacto mutuo muchos de ellos, para romper el hielo. Las primeras horas suelen ser dificiles, porque cuesta trabajo expresarse en medio de un grupo. Mi forma de pro- ceder soslaya esta dificultad 0, por lo menos, trata de ate- nuarla poco a poco. Naturalmente, al final del ejercicio, cada participante puede expresar lo que siente. Quiero hacer que en pocas sesiones recorran un largo camino, des- de lo mAs convencional hasta lo mas intimo. «Perd6n, disctlpeme» Empiezo la reunién diciéndoles: «Levantaos... Cerrad los ojos y caminad por la sala. Id muy despacio con las manos en la espalda. Cuando tropecéis con alguien, decid- le: «Perdén, disctilpeme». Si alguien os toca, afiadid: «No me toque». Al principio, este ejercicio parece anodino, absurdo, pero, en realidad, ayuda a mejorar nuestro com- portamiento cotidiano. Pone de manifiesto la ridiculez de las formulas preestablecidas, de la introversién, del distan- ciamiento, es decir, de todo lo contrario de lo que debe ser. Oigo decir con timidez «perdén, disctlpeme», seguido de enérgicos «no me toque». John es el primero que levanta la voz y grita: «No me toque». Me asombra esto en él, que siempre fue tan reser- vado, silencioso, sumiso, casi apocado. Lo conoci hace tres afios, cuando terminaba sus estu- dios de ingenieria agrondémica. Es el mayor de una familia burguesa. Su padre es un farmacéutico muy bien situado, muy tradicionalista, y su madre los domina a los dos. Sus hermanos y hermanas estaban por entonces en la universi- dad. Mientras, él acababa, a duras penas, unos estudios que Vivir aqui y ahora ni le gustaban ni los habia elegido. Era indolente, pesado de cuerpo, con unas piernas muy débiles, de aspecto triste, frio, embotado fisica y mentalmente; no le quedaba ningu- na ilusién por la vida. Su padre, por su parte, se refugiaba en su trabajo y procuraba evadirse de la situacién familiar, evitando, sobre todo, a su esposa. Habja escogido su profe- sién como un recurso, no tenia confianza en si mismo y habia elegido un trabajo en el que los demas pudiesen nece- sitarlo. Su situaci6n servicial le daba seguridad. John, por su parte, se encerraba en sus estudios. Vivia en una comunidad de estudiantes en la que, ademés, esta- ba mal integrado. Esta familia disimulaba la agresividad y no radiaba ningdn calor humano. Era la antivida y todos sentian la necesidad de huir para poder existir. Los padres, con buena voluntad a pesar de todo, querian mejorar esa situacién, de la que apenas se daban perfecta cuenta. Por desgracia, estaban ya muy dominados por sus habitos, que tendian a evitar la comunicaci6n direc- ta, tan peligrosa entre ellos. Yo los habia visto antes en terapia familiar y después vi a John solo. Pienso que, aislados individualmente, todos ellos son capaces de sentir afecto, pero tienen demasiada animosidad, demasiados resentimientos y agresividad para poder manifestar sentimientos cdlidos y positivos de afec- to cuando estan juntos. Hace poco, John me revelé hasta qué punto descon- fiaba de mi por entonces: creia que era un terapeuta mora- lista que se habia puesto de acuerdo con su padre. Me dijo que he cambiado mucho. Yo también me doy cuenta. Antes pensaba que el cambio trascendental de mi vida se habia producido algunos afios antes de este encuentro; pero, a decir verdad, ahora veo que también hubo una temporada 9 Ejer s y técnicas creativas de GESTAD en que mi relaci6n con un paciente cambiaba mucho de la consulta individual al tratamiento de grupo. Si soy cons- ciente yo mismo es porque, efectivamente, he cambiado. Si alguna vez no logro el contacto directo con un grupo, ya no puedo llegar a sentirme yo mismo delante de él. Esto es tal vez lo que le ha pasado a John, independientemente de que se haya modificado mi personalidad de una forma importante hace cinco o seis aos, y mas relativa en los siguientes. Al finalizar sus estudios, John partié hacia paises de América del Sur, en vias de desarrollo, desde donde me escribié unos meses antes de volver para empezar de nue- vo su terapia cuando regresara en junio. Habiamos mante- nido contacto a través de cartas y de casetes. En ellas me hablaba de su vida, de sus quehaceres diarios, de sus suenios, de sus dificultades. Yo le contestaba como si se tra- tase de una consulta, pero en un tono més caluroso, mas familiar. Tan lejano y solitario lo veia...! Estoy asombrado al verlo ahora, mas lanzado, como si hubiera crecido desde que cumplié los veintidés afios, de aspecto deportivo, con una barba que, en vez de gustarme, me molesta. Se lo dije. Eso me enfadaba, porque era un problema mas mio que suyo. A los pocos dias de su regre- so, le confesé que su barba me recordaba a Mefisto, como si le diera matices diabdlicos. A partir de entonces, nuestras relaciones han sido mas faciles. Me di cuenta inmediatamente de que John habia reco- rrido un camino bastante grande desde hacia tres afios, pero, por el momento, ignoraba cual era ese camino. Me parecia mucho menos timido, mas agradable al trato, con los pies mas en la realidad que antes, mas sonriente y, sobre todo, mds fuerte, como cuando gritaba: «No me toques». Des- pués estuvo explicandome cuanto le molestaban las formas 10 Vivir aqui y ahora convencionales, heredadas de su ambiente familiar. Ahora quiere deshacerse de ellas, barrerlas, cambiarlas a cualquier precio. Estoy satisfecho de este primer ejercicio, donde, sin insistirles demasiado, después de haberlos invitado a sen- tarse de nuevo, la mayoria de los asistentes manifiestan sus impresiones: «Me siento ridiculo ante las formas conven- cionales»; «Eso me ha hecho refr, me siento mds cémodo. Es ridiculo, pero resulta divertido». De este modo, saco a relucir las tendencias proteccionistas habituales que todos conocemos, en mayor 0 menor grado, en la vida diaria. Cuando estoy en un lugar pablico y me encuentro con las personas con las que quiero tener mds trato, este tipo de estereotipia me viene muy bien. Aqui, el contexto es dife- rente. Los participantes vienen para sufrir menos, para lograr un mejor modo de vida, y uno de los medios de con- seguirlo es crear un encuentro real, auténtico y cercano. A la vista de las primeras respuestas, noté que el nivel base ya estaba superado: habia desaparecido el riesgo de hacer reir, Esto es lo que compruebo con estos ejercicios, en los que cada uno aprende a verse desde fuera y a refirse de si mismo, de lo que hace uno a veces, sin desprecio, sin agresividad, como si se tratase de un juego de nifios. éQué decis después de dar los «buenos dias»? Hace algunos meses, hojeé un libro titulado éQué dice Vd. después de decir «hola»?, de Eric Berne. Desde que lef este libro, tengo ganas de analizar lo que ocurre en realidad en esta situaciOn. Para ello, propongo un ejercicio muy simple: «Caminad por la sala y os imagindis que estdis en la Gran Plaza de Bruselas un domingo por la mariana. De pronto os 11 Ejercicios y técnicas creativas de GESTALTERAPIA encontrdis con alguien que habéis conocido en el grupo unos meses antes, y entablais conversacién con él, como lo hariais en la vida normal. iVenga, a pasear! Paraos ahora delante de alguien e iniciad una conversacién». Unos titu- bean, otros la evitan, otros se saludan con timidez y prac- ticamente todos muestran una amplia sonrisa de circuns- tancias, no sélo por el ejercicio y la sorpresa que les produ- ce, sino por todo, aunque no sé bien por qué. Me doy cuenta de que yo también sonrio cuando me cruzo con alguien, bien sea aqui, en el jardin o dentro de la casa. éEs para protegerme, para estar comodo, para huir del malestar © para predisponer al otro en mi favor? Me pregunto cua- les son las posibles ensefanzas de este juego. No sé nada: en el libro de Berne no se habla nada de esto. Al cabo de un minuto, interrumpo el ejercicio y pre- gunto a los participantes: «éQué habéis afiadido después de decir ‘‘buenos dias’’?». Las respuestas son: «éCémo estds?», «éQué tal?», «Como te va?». Primera sorpresa: casi siempre se trata de una pregunta, menos en el caso de Tania, que expresa un sentimiento y dice: «Me alegro de vol- ver a verte». Volveré a hablar de ella, tan espontanea, tan carifiosa. Esta primera etapa confirma lo que yo suponia: des- pués de dar los buenos dias, casi siempre hacemos una pre- gunta. Alentado por mi pequefio descubrimiento, improvi- so sobre la marcha otra prueba: «

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