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Lo que hoy nos llama más la atención de estas pacientes de Freud es su extrema candidez, su inocencia. Es difícil pensar que nuestras pacientes de hoy pudieran enfermar por causas tan sutiles. Sin embargo es bueno no perder de vista que Freud veia histéricas burguesas de la Viena victoriana que distaban mucho del perfil de pacientes que trató en su época de la Salpetrière con un predominio de campesinas asiladas con antecedentes de maltrato y abusos infantiles de todo tipo. No es de extrañar que con este muestreo de pacientes tan sesgado por las condiciones económicas Freud cambiara de opinión respecto a la veracidad de los relatos que sus pacientes hacían en estado de sugestión hipnótica, técnica que el mismo abandonó cuando cayó en la cuenta que la asociación libre en estado de vigilia podía hacer remontar a la conciencia el trauma original que no necesariamente estaba reprimido, solo olvidado y a veces defendido en los casos que el llamó de histeria de defensa como en este caso de Isabel donde el síntoma sirve al propósito de la resistencia es decir como oposición al recuerdo.
Lo que hoy nos llama más la atención de estas pacientes de Freud es su extrema candidez, su inocencia. Es difícil pensar que nuestras pacientes de hoy pudieran enfermar por causas tan sutiles. Sin embargo es bueno no perder de vista que Freud veia histéricas burguesas de la Viena victoriana que distaban mucho del perfil de pacientes que trató en su época de la Salpetrière con un predominio de campesinas asiladas con antecedentes de maltrato y abusos infantiles de todo tipo. No es de extrañar que con este muestreo de pacientes tan sesgado por las condiciones económicas Freud cambiara de opinión respecto a la veracidad de los relatos que sus pacientes hacían en estado de sugestión hipnótica, técnica que el mismo abandonó cuando cayó en la cuenta que la asociación libre en estado de vigilia podía hacer remontar a la conciencia el trauma original que no necesariamente estaba reprimido, solo olvidado y a veces defendido en los casos que el llamó de histeria de defensa como en este caso de Isabel donde el síntoma sirve al propósito de la resistencia es decir como oposición al recuerdo.
Lo que hoy nos llama más la atención de estas pacientes de Freud es su extrema candidez, su inocencia. Es difícil pensar que nuestras pacientes de hoy pudieran enfermar por causas tan sutiles. Sin embargo es bueno no perder de vista que Freud veia histéricas burguesas de la Viena victoriana que distaban mucho del perfil de pacientes que trató en su época de la Salpetrière con un predominio de campesinas asiladas con antecedentes de maltrato y abusos infantiles de todo tipo. No es de extrañar que con este muestreo de pacientes tan sesgado por las condiciones económicas Freud cambiara de opinión respecto a la veracidad de los relatos que sus pacientes hacían en estado de sugestión hipnótica, técnica que el mismo abandonó cuando cayó en la cuenta que la asociación libre en estado de vigilia podía hacer remontar a la conciencia el trauma original que no necesariamente estaba reprimido, solo olvidado y a veces defendido en los casos que el llamó de histeria de defensa como en este caso de Isabel donde el síntoma sirve al propósito de la resistencia es decir como oposición al recuerdo.
Las histericas en la epoca de Freud, hay alguna hoy?
Lo que hoy nos llama ms la atencin de estas pacientes de Freud es su extrema
candidez, su inocencia. Es difcil pensar que nuestras pacientes de hoy pudieran enfermar por causas tan sutiles. Sin embargo es bueno no perder de vista que Freud veia histricas burguesas de la Viena victoriana que distaban mucho del perfil de pacientes que trat en su poca de la Salpetrire con un predominio de campesinas asiladas con antecedentes de maltrato y abusos infantiles de todo tipo. No es de extraar que con este muestreo de pacientes tan sesgado por las condiciones econmicas Freud cambiara de opinin respecto a la veracidad de los relatos que sus pacientes hacan en estado de sugestin hipntica, tcnica que el mismo abandon cuando cay en la cuenta que la asociacin libre en estado de vigilia poda hacer remontar a la conciencia el trauma original que no necesariamente estaba reprimido, solo olvidado y a veces defendido en los casos que el llam de histeria de defensa como en este caso de Isabel donde el sntoma sirve al propsito de la resistencia es decir como oposicin al recuerdo. Llama la atencin tambin el carcter asertivo, critico y ambicioso y de buen juicio moral, que casi todas sus pacientes presentaban. Dicho de otra manera las pacientes de Freud eran mujeres muy parecidas en sus condiciones intelectuales y volitivas al modelo de mujer actual. La diferencia estaba en la frustracin de las posibilidades de desarrollo individual dentro de aquella sociedad. Las mujeres de la Viena victoriana (me refiero a las mujeres de la burguesa) se educaban durante la infancia igual que los nios, incluso los padres facilitaban su ambicin y sus deseos de aprender pero a partir de la pubertad se las apartaba de los estudios, castrando as de raz su desarrollo intelectual, que previamente se haba estimulado; solamente las mujeres que no tenan familia deban de arreglrselas para ser independientes y trabajar (como miss Lucy), el destino comn para ellas era o el matrimonio (que usualmente era vivido como la renuncia a un juicio propio) o el convertirse en una ta amable que cuidara primero de los padres y luego de hermanos y sobrinos. Mantener una familia unida mediante este sacrificio individual era corriente en aquella poca y estas mujeres valientes y de alguna forma intensas eran designadas como lideres de esa tarea. Se trataba de una verdadera cautividad donde era necesario sacrificar los deseos de independencia y no slo erticos que cuando despertaban (en forma de ensoaciones o de pretendientes) ponan en peligro la unidad familiar y su rol eterno de cuidadoras de padres enfermos. Tanto Anna O. como Isabel enferman despus de
haber cumplido con creces su papel de hijas perfectas al servicio de su padre
enfermo, tarea que no termina ah sino que va encadenndose con otras enfermedades, la de la madre, la de la hermana, etc y el propio Freud llama la atencin sobre el efecto agotador de una labor tal de enfermera si, sobre todo cuando se pierde sueo a causa de estos cuidados, sin embargo Freud no se plantea en ningn momento sobre las razones por las que sus pacientes cuidaban a sus padres, alguien les pregunt acerca de ese extremo? o simplemente este papel se adjudicaba en funcin de haber sido elegida para esta funcin por la tradicin familiar? Cuidaban enfermos estas pacientes precisamente porque eran obstinadas, ambiciosas, intensas? O era ms bien una tarea impuesta sobre las que nunca se pidi su opinin? En cualquier caso de lo que no cabe ninguna duda es que existe una diferencia entre Isabel, la cuidadora y sus hermanas casadas que no participan en esta funcin. Resulta al menos curioso que cuidar enfermos no se considerara en si mismo como un trauma o al menos como un estrs importante bajo cuya influencia pudieran surgir conversiones o somatizaciones diversas y que tambin podran haberse explicado mediante el recursos del antagonismo entre un deseo de independencia y su prohibicin: cuidar enfermos.