Panamericana de Salud y Representante de la OMS en México, en la Inauguración del Hospital General de Zona Bicentenario del Instituto Mexicano del Seguro Social en San Pedro Xalpa, en el marco del Día Mundial de la Salud
Miércoles, 7 de Abril de 2010
Muy buenos días.
Excelentísimo maestro Felipe Calderón, Presidente de la República;
doctor José Ángel Córdova Villalobos, Secretario de Salud; doctor Enrique Ruelas Barajas, Secretario del Consejo de Salubridad General; maestro Daniel Karam Toumeh, Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social; muy distinguidos miembros del presídium; invitados especiales; colegas del Sector Salud; señoras y señores:
En primer lugar. En nombre de nuestra Organización, permítanme
felicitar a las distinguidas personalidades quienes recibirán hoy la Condecoración y los Premios al Mérito en Salud, otorgados por el Consejo de Salubridad General, y al mismo tiempo, felicitar al Instituto Mexicano del Seguro Social, por la inauguración de este nuevo establecimiento de salud.
Nos convoca también hoy el Día Mundial de la Salud, dedicado en 2010
al tema de Urbanización y Salud. Esta nueva campaña mundial pone de relieve los efectos que tiene en la salud humana la vida en las ciudades, y promueve iniciativas para convertirlas en lugares más saludables.
Más de tres mil millones de personas viven en ciudades.
En 2007, la población urbana superó el 50 por ciento de la población
mundial por primera vez en la historia, porcentaje que sigue aumentando.
En 2030, seis de cada 10 personas residirán en ciudades,
incrementándose hasta siete de cada 10, en 2050. Prácticamente todo el crecimiento demográfico durante los próximos 30 años tendrá lugar en las zonas urbanas.
La urbanización se ha impuesto. Es una tendencia irreversible, que ya
forma parte del mundo en el que vivimos. Aunque la mayoría de la gente se muda a las ciudades para buscar una vida mejor, la urbanización puede tener consecuencias negativas para la salud y el bienestar.
El crecimiento urbano y el aumento de la densidad crean presiones para
los servicios esenciales y dificultan la tarea de los Gobiernos de satisfacer adecuadamente las necesidades de sus habitantes.
La vida en ciudades de crecimiento rápido y mal planificadas, aumenta
la vulnerabilidad de la gente a varios riesgos, entre los cuales, cabe señalar los ambientales, epidemiológicos, sociales, de seguridad o de desastres. En síntesis, puede tener un costo adicional para la salud.
Por ello, el propósito de la Campaña del Día Mundial de la Salud 2010,
concientizar sobre estos, desafíos y necesidades, mostrando cómo las ciudades pueden convertirse en lugares más sanos para vivir, mediante una mayor seguridad humana, comportamientos sanos, entornos saludables, mejores infraestructuras, una urbanización inclusiva, el control de la contaminación ambiental, el control y la prevención de enfermedades, preparativos para situación de desastres, el mejoramiento de los servicios de salud o una colaboración intersectorial en pro de la salud humana.
El Día Mundial de la Salud pretende señalar estos desafíos a la atención
del mundo y conseguir el compromiso de todos: ciudadanos, Gobierno, municipios, empresas, academia, sociedad civil, organizaciones internacionales, en un esfuerzo compartido e intersectorial para poner a la salud en el centro de la política urbana.
Aumentando la concientización sobre los problemas de salud vinculados
a la urbanización, y la necesidad apremiante de abordarlos mediante la planificación urbana y la acción intersectorial.
Promoviendo medidas en torno a los riesgos para la salud con mayor
impacto sobre los factores ambientales, como la contaminación del aire, el acceso a agua sana o el tratamiento de los desechos; los factores de riesgo que producen enfermedades no transmisibles, por ejemplo, en el consumo de tabaco, regímenes alimentarios no saludables, inactividad física, uso nocivo del alcohol y drogas ilícitas; las enfermedades transmisibles como VIH-SIDA o gripe pandémica, la violencia y los traumatismos causados por los accidentes de tránsito; así como las emergencias de salud pública, epidemias, desastres o crisis humanitarias. Demostrando, finalmente, la necesidad de que los gobiernos municipales asuman una responsabilidad y actúen en pro de la salud en medios urbanos, y aumenten así la calidad de vida de los ciudadanos, mejorando el medio ambiente para estimular la inversión, y creando políticas públicas integradas que puedan ofrecer un desarrollo sostenible.
La urbanización no sólo produce problemas o genera nuevos desafíos en
materia de salud, sino puede convertirse, también, en un espacio de oportunidades y soluciones.
En las ciudades se ubican los poderes políticos y económicos, se
concentran de recursos institucionales, humanos y técnicos, se desarrollan gran parte de las actividades de capacitación e investigación, como es la difusión de información y conocimiento.
Existen diferentes niveles de servicios, desde los básicos, de atención
primaria, en el caso de salud, hasta los más especializados y con alta tecnología.
Se ofrece una mayor diversidad de oportunidades de educación y
empleo, de ofertas culturales, de actividades sociales, todas, coadyuvantes de la salud y el bienestar.
Por ello, creemos que el compromiso de todos podemos lograr que