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por si misma -que es justo lo que buscamos: el alma-, y reconocen que sta es
una cosa inmortal, o la descompondrn como compuesta y la volvern a
descomponer hasta que lleguen a algo inmortal que se mueva por s mismo, y a
esto no le es lcito recibir un destino de muerte, o, si suponen que la vida es una
modalidad advenida a la materia, se vern forzados a reconocer que el principio
mismo de donde le ha venido a la materia esa modalidad es inmortal por no ser
susceptible de la propiedad contraria a la que confiere ". En todo caso, existe una
naturaleza unitaria que vive en acto. (Plotino,1924)
Ahora bien, no ste el punto en el cual Plotino va ms all en la relacin que
sostiene el alma con la materia, ya que lo anterior no responde al problema que
supone el origen de la existencia de la materia. Ante lo cual, Plotino sostiene que
la materia no se da por presupuesta (como en Platn) sino como resultado de la
degradacin ltima de la actividad productora del Uno, es decir, la actividad en la
cual el alma se encuentra ms lejana del Uno, que es la contemplacin de s
misma y no del espritu se va desgastando hasta producir la materia como
resultado de este proceso, en este sentido la materia es aqu no-ser, no tanto
porque se contraponga al principio del ser, sino porque sta no realiza actividad
alguna por s misma, encontrndose en un estado inferior al del ser, o en otra
palabras, como su ausencia.
Debido a esto, adquiere sentido que la relacin que posee el alma, como agente
regulador de la materia, se debe a la necesidad que tiene sta de reencausar el
producto mismo de su actividad hacia el ser, es decir, de organizarla y conectarla
con el ser, resolviendo de este modo, la interrogante por el origen de la materia y
proporcionndole un sentido a su relacin con el alma.
BIBLIOGRAFA
ANTISERI, D; REALE, G. Historia del pensamiento filosfico y cientfico (I):
Antigedad y Edad Media. Barcelona, Herder, 1988. 618 p.
IGAL, J. Eneadas III IV. Madrid, Gredos, 1985. 557 p.