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Padres y Maestros Comprometidos Con La Niñez

Cuando hablamos de enseñar y de formar no debemos olvidar que nos


referimos a una labor de tipo social. Estamos haciendo sociedad.

Educar a los niños de la comunidad es responsabilidad de todos. Los que


tenemos conciencia del papel que jugamos dentro del conglomerado no podemos
abstraernos de lo que nos toca hacer.

Si habláramos del planteamiento Bíblico con mucha más razón porque ya no solo
se busca una solución ética o moral sino que la meta son los resultados eternos.
Dios está interesado en el hombre desde el vientre de la madre y de eso hay
muchos ejemplos en la Palabra de Dios.

Los Socios Formadores.

De los sectores constituyentes de la sociedad que tenemos que ver en esta


empresa tenemos que distinguir al padre, la madre, el maestro y en nuestro caso
al pastor. Estos elementos deben integrarse en un equipo para alcanzar la meta
que nos ha encomendado Dios y que la sociedad espera de nosotros.

Ingredientes Necesarios

Para tener éxito en nuestro empeño es preciso desarrollar responsabilidad,


acumular conocimiento y tener fuerte espiritualidad.
Necesitamos percatarnos cuan enorme, dispendiosa y de valor es nuestra misión.
De ello dependerá como la hagamos.

La Responsabilidad Del Padre.


A los padres contemporáneos se nos ha dado por creer que ciar y formar hijos es
asunto de las madres. Pero nada más lejos de la realidad, sobre todo la realidad
bíblica.

Solo basta darle un vistazo al libro de los proverbios para darnos cuenta el papel
que desempeña el padre en esta labor:

“Oíd, hijos, la enseñanza de un padre,


Y estad atentos, para que conozcáis cordura.
Porque os doy buena enseñanza;
No desamparéis mi ley.
Porque yo también fui hijo de mi padre,
Delicado y único delante de mi madre.
Y él me enseñaba, y me decía:
Retenga tu corazón mis razones,
Guarda mis mandamientos, y vivirás.”

“El hijo sabio recibe el consejo del padre;


Mas el burlador no escucha las reprensiones.”
Proverbios 4:1 y 13:1

Es curioso que en el caso de Manoa quien pregunto ¿Qué hacer con el


muchacho, fue el padre’

“Entonces oró Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel
varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo
que hayamos de hacer con el niño que ha de nace. Entonces Manoa dijo:
Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la manera de vivir del niño, y
qué debemos hacer con él?”
Juec. 13:8

“Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. “

“así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos,
Exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros,” .Col.3:21;1ª.Tes. 2:11

La Biblia de forma tacita nos da un cuadro del papel que desempeñaba el padre
en la sociedad y la relación que mantenía con sus hijos en el sentido de la
enseñanza y la formación. Las parábolas de Jesús en la que menciona al padre
lo presentan como un ente activo en la sociedad familiar. Hoy no puede ser
diferente. Tenemos a Cristo. Tenemos el Espíritu Santo y tenemos una situación
socio-cultural que no n os permite actuar por debajo de estos niveles.
La Responsabilidad de La Madre.

La madre ocupa un lugar especial en la formación y educación de los niños por el


solo hecho que tiene una relación prenatal con sus hijos. Así que no cuesta
mucho esfuerzo probar la responsabilidad y la oportunidad de la madre en este
empeño.

Uno casi puede saber cono era alguno de los reyes de Israel conociendo de que
madre era hijo. Como en el caso del padre La Biblia, también en los proverbios,
nos muestra la influencia que puede tener una madre sobre su hijo. Una madre
piadosa tiene un alto porcentaje de probabilidades de criar hijos temerosos de
Dios. Me fascina el cuadro del capítulo 31 de los Proverbios. Me gusta el
abordaje. Creo que es una buena lección de cómo se hacen las cosas.
“Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en
tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también”.
2Ti 1:5
Baste esta escritura para mostrar en el Nuevo Testamento como la creencia que
practico la abuela y que enseño a la madre llego intacta y viva al corazón de
Timoteo. Una madre no puede despreciar esos momentos en que cambia,
alimenta o vista a sus hijos porque son oportunidades invaluables para
transmitirles la fe de Jesús.

La Responsabilidad del Maestro.

A raíz de que los padres tienen que dedicar parte de su tiempo a las labores
hogareñas y que el conocimiento se multiplica surge la figura del maestro.
El maestro aparece como la persona que se prepara con métodos, conocimiento
y dedicación, amen de una actitud mental adecuada, para colaborar a los padres
en la formación y educación de los hijos.

Desde el punto de vistas Bíblico esta actividad emerge como un


puntal en la estructuración del cuerpo de Cristo y por ende como un
ministerio. Visto así, la responsabilidad se refuerza por la idea de que
no solo se cumple una labor social sino que se hace la voluntad de
Dios.
El perfil del maestro así visto se modifica para darle una trascendencia
espiritual. No se puede ser un enseñador de las cosas eternas sin tener el perfil
que Dios diseño. El maestro, para cumplir con su tarea, debe ser un hombre
dedicado, espiritual .Que lleve a sus alumnos en el alma. Un hombre con buena
conexión en oración y conocedor de los misterios de Dios. El es el sembrador que
busca una cosecha eterna. Una cosecha de almas que le son entregadas para
que las trabaje con pasión y con amor.

La Responsabilidad del Pastor.

Es necesario que el pastor recuerde que su rebaño no está compuesto solo de


adultos. Que los niños no son la iglesia de mañana sino que están ahí presentes
ahora. En sus sermones y en su cuidado pastoral deben estar incluidos los niños.
Las palabras de Moisés cuando respondió a Faraón a la pregunta de: ¿Quienes
han de ir? Deben servirnos de inspiración y de advertencia de las prioridades que
debe tener un líder comunitario: “Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros
viejos, con nuestros hijos y con nuestras hijas;” Exo 10:9

Las palabras mas cercana a su conciencia fueron “con nuestros niños”. Esto no
puede ser una expresión meramente sentimental. Tiene que significar un
compromiso ¡

Si la iglesia de Dios quiere ver una verdadera cosecha de hombres y mujeres


para el reino de los cielos es preciso que se ponga a trabajar mancomuna:
Padres, madres, maestros y pastores.

Hagamos un compromiso real en la presencia de Dios. Comprometámonos y


cumplamos que lo que está en juego son almas para la eternidad.
Hno. Álvaro Torres.

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