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ISSN: 0120-0062
revideva_fchbog@unal.edu.co
Universidad Nacional de Colombia
Colombia
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reseas
Bibliografa
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Pablo Aguayo W.
Universidad de Chile
paguayo@derecho.uchile.cl
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Si la posibilidad de convivencia
pacfica y equitativa entre personas
provenientes de diversos medios culturales plantea problemas nada fciles
de resolver, estos mismos problemas se
ven potenciados cuando en los conflictos se entreveran diferentes posiciones
religiosas. De ah que el estudio del
profesor Gmez comience con la
determinacin del problema fundamental del dilogo entre tradiciones
religiosas (13), que no es otro que el
establecimiento de una base comn,
sin la cual no parece posible entablar
ningn dilogo. Al haber hecho crisis
los conceptos bsicos con los cuales
los filsofos, telogos y acadmicos
[] acostumbraban definir la religin
y solan concebir sus relaciones con la
verdad, la salvacin y la sociedad [],
no sabemos an si el dilogo entre religiones es posible dice el autor,
aunque lo sentimos como una necesidad urgente (13).
Y aqu nos encontramos con el primer problema grave, para el cual el
texto que reseamos no parece aportarnos respuesta alguna: cmo delimitar
el concepto de religin para saber entre
quines se est pretendiendo dialogar? Porque sin una determinacin del
concepto, no parece posible pensar en
la idea misma de dilogo. Sera tanto
como pretender dialogar con todo el
que quiera participar, pero sin establecer ninguna regla mnima para ello.
No pasaramos de entablar una, tal vez
muy agradable, charla de cafetera.
El problema podr resolverse, en
parte, una vez que Gmez establezca
las condiciones para el dilogo, porque
con ellas tendremos ya un criterio para
saber qu religiones pueden ser ad-