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Apuntes del Retiro de Jóvenes FIEIDE – Andalucía 30 de abril al 2 de mayo, 2010 Paul David Washer

El Cristianismo y La Cultura
El Evangelio de Jesucristo
(Romanos 3:23-27)

Si vamos a hablar del Cristianismo y la cultura, tenemos que hablar del Evangelio. El Evangelio es el
cimiento de la fe Cristiana. Si no entendemos el Evangelio nuestro cimiento estará inestable y nuestra
fe estará al borde de colapso.
La palabra “evangelio” proviene de la palabra griega euaggélion que significa buenas o gratas noticias.
Sin embargo es necesario entender que el Evangelio de las Escrituras incluye malas noticias tanto
como buenas.

I. El Hombre Ha Pecado (3:23).


A. El pecado proviene de la palabra griega amartáno que significa extraviarse del camino,
errar, o no dar en el blanco. La ilustración de un arquero con un arco. Él lanza flecha tras flecha
pero ninguna llega al blanco.
B. El Catecismo de la Confesión Westminster: El pecado es la falta de conformidad con la ley de
Dios o la transgresión de ella.
C. ¿Por qué el pecado es tan horrible? Es infinitamente grave porque se comete contra un Dios
infinitamente bueno y digno de toda adoración y obediencia.
1. Cuando pecamos, no estamos pecando contra un insignificante alcalde de un pueblo
pequeño. Sino que estamos pecando contra el Dios del universo, el Creador y Sustentador
del mundo. Estamos pecando contra Él, que nos da vida, y de quien depende cada respiro
nuestro y cada batir de nuestro corazón. Estamos pecando contra Él, que merece toda
alabanza y obediencia en el cielo y la tierra.
2. Una ilustración: Durante la creación del mundo, Dios mandó a las estrellas que se
ocupasen en su lugar en el espacio, y todas le obedecieron; Él ordenó a los planetas que se
ubicasen en el círculo asignado por Él para cada uno, y le obedecieron; Él decretó a las
montañas que se alzaran, y a los valles que descendieran, y todas le obedecieron; Él alzó su
voz al mar, y le dijo vendrás a este punto, y no pasarás, y lo sometió y recibió adoración.
Luego, Dios mira al hombre, y dice, “¡Ven!” y el hombre agita su puño en Su cara y grita,
“No!” Por lo tanto ¿No será correcto cuando un día todo el universo testifique contra el
hombre y le condene?

D. Lo que tenemos que entender es que todos han pecado, y antes de conocer a Cristo, el
hombre inconverso vive en una desobediencia continua contra Dios.
1. Por esta razón, la Biblia dice que aún nuestras mejores obras de justicia son como trapos
de inmundicia ante Dios (Isaías 64:6).
2. Quizás tú me preguntarás: ¿Cómo puede ser que todo lo que el hombre hace sea pecado?
¿Si el hombre hace lo bueno a su prójimo, no le será contado como justicia ante Dios? No.
Porque lo hace sin tomar en cuenta a Dios. La Biblia enseña que el mundo es teocéntrico.
a. I Corintios 10:31 – “Si pues coméis, ó bebéis, ó hacéis otra cosa, haced lo todo para la
gloria de Dios.”
b. Romanos 14:23 – “Todo lo que no es de fe, es pecado.”
c. Entonces, si el hombre hace bien a su prójimo mientras ignora a Dios y no lo hace
últimamente para Dios, es pecado.

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II. El Hombre Está Destituido de la Gloria de Dios (3:23).


A. Muchos hoy en día interpretan este texto de la siguiente manera: Que Dios tenía un plan
glorioso para el hombre, pero el hombre no ha alcanzado este propósito por causa de su
desobediencia. Esta es una interpretación correcta, pero no completa.
B. La idea principal es que el hombre fue creado para la gloria de Dios, pero en vez de glorificar
a Dios, se rebeló contra Dios, y se entregó a la vanidad (véase 1:21-23).
C. Tú fuiste creado para la gloria de Dios, y para servirle conforme a su voluntad. Solo
persiguiendo este propósito encontrarás el verdadero significado.
1. Agustín de Hipona (el llamado San Agustín) dijo: “Señor, tú nos has hecho para ti, y sólo
hallaremos descaso, si descansamos en ti” ...
2. Dios te da aliento para que irradies en adoración. El da vida a tu corazón para que
palpite por Él.

III. La Evidencia Bíblica Referente a la Gravedad del Pecado del Hombre.


A. Génesis 6:5 – “…todo designio de ellos era de continuo solamente el mal.”
1. Esta es una descripción del hombre antes del diluvio, pero después del diluvio nada
cambió. El hombre era tan malo después como lo era antes.
2. Ilustración: Si yo pudiera poner todos los pensamientos que has tenido desde tu
nacimiento hasta ahora en un DVD o una película, y pudiera proyectar esta película hoy
para todos los que están en este auditorio. Tú saldrías corriendo de aquí con una vergüenza
indecible. ¿Por qué? Porque has pensado cosas tan inmorales y pervertidas que no puedes
compartirlas aun con tu mejor amigo. Si aún tu amigo supiera lo que has pensado y dicho
de él, probablemente no sería más tu amigo.
3. Tú tendrías tanta vergüenza ante nosotros aun sabiendo que nosotros somos tan
pecadores como tú. ¿Cómo pues piensas que podrás estar de pie ante un Dios impecable?
Te derretirás como una figurita de cera ante un horno de fundición

B. Génesis 8:21 – “…por que el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud.”
1. La palabra “juventud” proviene de la palabra hebrea na`uwr {naw-oor'} que denota
juventud o niñez.
2. La veracidad de esta verdad se comprueba en nuestra vida cotidiana. ¿Hay necesidad de
enseñar a niño a mentir, o ser egoísta. De ninguna manera, el niño sale así del matriz
a. Salmo 58:3 – “Los impíos se alienaron desde la matriz; se descarriaron desde el
vientre, hablando mentira.”
3. Un día, yo estaba caminando por la ribera del río Amazonas y vi a dos niños jugando
en la arena. Seguí caminando y pensé, ¡Que lindo¡ Dos niños inocentes, y no contaminados
por el mundo. Después de unos minutos, volví y los encontré peleando a muerte. ¡Adiós
paraíso! ¡Hola Caín y Abel!
4. El hombre no solo peca, sino que el hombre nace pecador – un pecador depravado,
cuya maldad se restringe solo por la gracia de Dios. Si no fuera por la gracia de Dios que
restringe el pecado del hombre, cada uno de nosotros sería tan malo, que comparado con
nosotros, Hitler parecería un monaguillo.

C. Isaías 64:6 – “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como
trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron
como viento.”
1. La lepra es una enfermedad muy grave. Vamos a suponer que un leproso estuviera aquí
con nosotros hoy. Podríamos oler su hedor. Veríamos la sangre y pus rezumando de su
cuerpo. Sería una escena que ni el más fuerte podría aguantar.
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2. Vamos a suponer que decidimos hacer algo para que el leproso sea más decoroso o
presentable. Nos vamos a Madrid para comprar una seda blanca y fina, y envolvemos al
leproso en ella hasta que sus llagas se cubran completamente. Sin embargo, la cura dura
tan solo por unos minutos, porque al final las llagas sangrarían a través de la tela y la seda
llegaría a ser tan fea, contaminada, corrupta, y desagradable como el hombre mismo.
3. Es por esta causa que nuestras obras no nos pueden salvar. Porque salen de una
naturaleza pecaminosa y son tan corruptas como nuestros corazones caídos y adámicos.

D. Romanos 3:10-20 –
1. “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno” (v.10).
a. El justo es la persona cuya vida, obras, palabras y pensamientos se conforman siempre
y perfectamente a la Ley o voluntad de Dios. ¿Hay alguien con estas características
entre nosotros? ¡Por supuesto que no!
b. Salmo 24:3-4 – “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en el lugar de su
santidad? El limpio de manos, y puro de corazón: El que no ha elevado su alma á la
vanidad, ni jurado con engaño.” ¿Hay alguien con estas características entre nosotros?
¡Por supuesto que no!
2. “No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios” (v.11).
a. Para clarificar: No hay quien busque á Dios con motivos desinteresados y sólo para la
gloria de Dios.
b. Observa el mundo: ¿Cuántos realmente buscan el conocimiento de Dios? ¿Cuántos ni
siquiera piensan en Dios? El hombre piensa mayormente en sí mismo y en las cosas de
este mundo.
3. “No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno” (v.12).
a. Es interesante que la mayoría de los hombres se creen buenos, aunque la realidad
testifica totalmente en contra: La ley de Dios, la historia del mundo, la literatura
secular, su propia conciencia y experiencia.
b. Lo que tenemos que entender es que los hombres juzgan su moralidad
relativamente, comparándose con otros hombres. Es muy posible que seas bueno si te
comparas con Hitler o tu vecino, pero no eres bueno comparado con Dios.
4. “Pero sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a los que están bajo la ley, para que
toda boca se cierre, y todo el mundo esté bajo juicio ante Dios” (v.19).
a. Muchas personas creen que se salvarán por medio de guardar la Ley, aunque
reconocen que han violado la Ley incontable veces. No entienden que la ley demanda
perfecta conformidad.
i. Santiago 2:10 – “Porque cualquiera que guarda toda la ley pero ofende en un solo
punto se ha hecho culpable de todo.”
ii. ¿Cuántas veces pecaron Adán y Eva antes que fueron arrojados de la presencia
de Dios? ¿Cuántas veces has pecado tú?
b. El propósito de la Ley no es salvar, sino es mostrarnos nuestro pecado, y probar que
estamos condenados ante Dios. Con el fin de que busquemos la salvación a través de la
gracia y misericordia de Dios.

IV. La Justificación del Pecador


A. El Cristiano es Justificado (v.24). “…siendo justificados....”
1. La palabra "justificado" proviene del verbo griego dikaióo que en este contexto significa
"declarar que uno es justo, o como debe ser.

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2. Es un término legal o forense. El momento que el hombre deposita su fe en el Señor


Jesús, Dios le declara legalmente justo y Dios lo trata como un hombre justo.

B. El Cristiano es Justificado por la Gracia (v.24). “…siendo justificados gratuitamente por su


gracia.”
1. La palabra "gratuitamente" proviene de la palabra griega doreán que también significa
"sin causa".
2. La misma palabra se emplea en Juan 15:25 donde leemos: “Pero esto sucedió para
cumplir la palabra que está escrita en la ley de ellos: ‘Sin causa me aborrecieron.’”
3. Jesús jamás dio pie a nadie para que le aborreciera. De la misma forma, nosotros nunca
le dimos a Dios una razón para que nos justificara. De hecho, lo opuesto es verdad:
Nosotros solamente le hemos dado a Dios razón para que nos condenara.
4. La gracia de Dios es lo que separa el cristianísimo de las demás religiones. De hecho,
se puede poner todas las religiones del mundo en uno de dos grupos:
a. El primer grupo representa las religiones que enseñan la salvación por medio de
gracia, por medio del favor no merecido de Dios. En este grupo se encuentra solamente
el cristianismo.
b. El segundo grupo representa las religiones que enseñan la salvación por medio de las
obras. En este grupo se encuentra todas las religiones del mundo excepto el
cristianismo.
c. Una Ilustración: Vamos a decir que un reportero está entrevistando a un judío
ortodoxo, un musulmán, y un cristiano.
i. Primero, le pregunta al judío, “¿Señor, si tú murieras en este instante, dónde
irías?” El judío responde, “Al cielo.” Luego, el reportero le pregunta, “¿Por qué?” El
judío responde, “Porque amo la ley de Dios y vivo según sus mandamientos. Soy un
hombre justo.”
ii. Segundo, le pregunta al musulmán, “¿Señor, si tú murieras en este instante,
dónde irías?” El musulmán responde, “Al cielo.” Luego, el reportero le pregunta,
“¿Por qué?” El musulmán responde, “Porque amo el Corán y vivo según sus
enseñanzas. He visitado los lugares santos, hago mis oraciones, y doy limosnas a los
pobres. Soy un hombre justo.
iii. Tercero, le pregunta al cristiano, “¿Señor, si tú murieras en este instante, dónde
irías?” El cristiano responde, “Al cielo.” Luego, el reportero le pregunta, “¿Por qué?”
El cristiano responde, “En maldad he nacido, y en pecado me concibió mi madre
(Salmo 51:5). Reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí
(Salmo 51:3). Si el Señor tomara en cuenta mis pecados, no podría mantenerme en
pie ante Él.” El reportero interpone, “Pero Señor, no entiendo. El judío y el
musulmán declaran que irían al cielo porque son justos y merecedores, pero tú me
dices lo contrario acerca de ti mismo. ¿Cómo pues irías al cielo si no tienes ningún
mérito?” El cristiano responde, “Yo iría al cielo por medio de los méritos de otro –
Por los méritos del Señor Jesucristo.”

IV. El Dilema Divino – El problema Más Grande en las Escrituras. El pecador tiene esperanza
porque Dios justifica gratuitamente por su gracia. Porque por las obras de la ley ningún ser
humano será justificado ante Él. Pero en esta verdad encontramos el problema más grande de las
Escrituras.

A. Si Dios es Justo, ¿Cómo Puede Él Perdonar al Pecador. Si el Juez de todo el universo es justo,
no puede pasar por alto el pecado. Si Él es santo no puede entrar en liga con el pecador,
hacerse su amigo, o tener compañerismo con él.

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1. Proverbios 17:15- “El que justifica al impío y el que condena al justo, ambos son
abominables a Jehová.
a. La palabra “abominable” se traduce de la palabra hebrea tow`ebah (to-ay-baw') que
se refiere a lo asqueroso, repugnante, y ofensivo.
b. Entonces, si él, que justifica al impío es abominable a Jehová, ¿Cómo puede Jehová
justificar al impío sin ser abominable?
2. Ilustración –
a. El Juez Corrupto. Una noche vuelvas a tu casa, y encuentras a un asesino que acaba de
matar toda tu familia. Te lanzas hacia él, lo tiras al suelo, y lo atas con una soga. Luego,
llamas a la policía que viene y el asesino es encarcelado. Algunos meses después el
asesino está ante el juez para recibir su sentencia. El juez mira al asesino y le dice, “Soy
un juez misericordioso y lleno de amor, por eso, te perdono y te absuelvo de tu crimen.”
Luego el juez y el criminal sale del tribunal los mejores amigos.
b. ¿Cómo vas a reaccionar? Te digo. Tú y los demás en el estrado van a clamar, “¡No es
justo! Vas a contactar con los periódicos y las cadenas de televisión para decir a todo el
mundo que hay un juez en España que es más corrupto que los criminales que perdona,
que no es digno de su puesto, y que debe ser expulsado y condenado. Un juez no debe
ser cruel, pero sí, debe ser justo. Debe hacer justicia.
c. Por consiguiente, ¿Cómo puede Dios ser justo y a la vez el justificador de los impíos?
¿Cómo puede ser el Juez de toda la tierra y a la vez perdonar a los que merecen la
condenación?
d. La justicia de Dios demanda satisfacción. ¿Cómo puede Dios satisfacer su justicia y a
la vez demostrar su amor, misericordia y gracia por medio del perdón?

B. La Respuesta Se Encuentra en la Persona de Jesucristo.


1. En Él, Dios ha ordenado una manera de satisfacer su justicia y perdonar al pecador.
2. El Hijo de Dios llegó a ser hombre, y vivió una vida perfecta, cumpliendo la ley en todo
aspecto. En el tiempo decretado, fue crucificado. En la cruz del calvario, Él mismo llevó el
pecado de su pueblo, y sufrió la pena del pecado que es la separación de Dios, la ira de Dios,
y al final, la muerte.
3. Con su muerte, Él pagó la pena de nuestra rebeldía, satisfizo la justicia de Dios, y hizo
posible que Dios sea justo y el justificador de los que confían en Cristo.

V. Dos Palabras Indispensables (v.24-25). Ahora vamos a considerar la muerte de Jesús a la luz de
dos palabras indispensables de la fe cristiana: Redención y Propiciación.
A. Redención – “… siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es
en Cristo Jesús.” (v.24)
1. La palabra “redención” se traduce de la palabra griega apolútrosis que denota la
liberación de un cautivo, prisionero, o esclavo por medio de pagar un rescate.
2. ¿A quién fue pagado el rescate? No al diablo como algunos de los patriarcas de la iglesia
temprana creían, sino a Dios. El honor de Dios era ofendido, la ira de Dios encendida, y la
justicia de Dios demandaba satisfacción. La muerte de Cristo satisfizo la justicia de Dios,
apagó o extinguió la ira de Dios, e hizo posible la reconciliación entre Dios y el hombre
pecador.
3. ¿Cuál fue el pago? La Muerte Sangrienta del Señor Jesucristo.
a. Romanos 6:23 - "Porque la paga del pecado es muerte..."
b. Hebreos 9:22 - "Pues según la ley casi todo es purificado con sangre, y sin
derramamiento de sangre no hay perdón."
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c. I Pedro 1:18-19 - "Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la
cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata; Sino
con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin
contaminación.."
4. Una vez en una disertación en una universidad, un estudiante, me retó públicamente
con la pregunta, “¿Cómo puede sólo un hombre sufrir un corto tiempo en la cruz, y pagar
por los pecados de una multitud de hombres y salvarlos de una eternidad de sufrimiento?
La Respuesta es tan fácil como es maravillosa. Este singular hombre podía sufrir un corto
tiempo en la cruz, y salvar una multitud de hombres de una eternidad de sufrimiento por
dos razones:
a. Sus sufrimientos eran más profundos de lo que la mente pueda comprender o la
boca más elocuente pueda comunicar.
b. Este hombre, siendo Dios, tenía un valor infinito; infinitamente más valor que todos
los hombres juntos.
c. Si ponemos todo el universo en un lado de la balanza – planetas y estrellas;
montañas y mares; los árboles del bosque y la hierba del campo; las aves y los peces;
los hombres y las bestias – si ponemos toda la creación en un lado de la balanza y
ponemos a Jesús en el otro lado de la balanza, Él tendrá infinitamente más valor que
todo lo demás.

B. Propiciación – “… a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre.”


1. La palabra “propiciación” se derive del verbo latina propiciare que significa “hacer
favorable”
2. En Romanos 3:25, la palabra se traduce de la palabra griega hilastérion. En este contexto
se refiere a un sacrificio que satisface la justicia de Dios, apaga su ira, y efectúa la
reconciliación entre Dios y el hombre.

C. ¿Cómo fue Logrado?


1. II Corintios 5:21 – “Al que no conoció pecado, por nosotros Dios le hizo pecado, para que
nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en él.”
a. ¿Qué significa? Encontramos la respuesta en la última parte del versículo. Dios le hizo
pecado de una manera parecida a como nos hace justos. El momento que una persona
cree en Cristo, es justificada. Esto no significa que en ese momento llega a ser una
persona perfectamente justa que nunca jamás pecará. Sino significa que Dios le ha
declarado justo ante Él, le considera como justo, y lo trata como justo.
b. En la cruz, Jesús no llegó a ser corrupto, tampoco su naturaleza fue degradada. Él
siempre era el cordero sin mancha y sin contaminación (I Pedro 1:19). Pero en la cruz,
nuestro pecado fue imputado a Él, y Dios le consideró como culpable, y Dios le trató
como culpable. Ante el tribunal de Dios, el Hijo de Dios tomó nuestro lugar y llevó
nuestra culpa, y fue tratado por Dios con el rechazo, el abandono, la ira, y la
condenación que merecíamos.

D. La Culpa y Maldición
1. Por causa de nuestro pecado y la culpa de ello estábamos bajo una maldición. La
Biblia enseña en Gálatas 3:10-
a. Gálatas 3:10 – “Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo
maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las
cosas escritas en el libro de la Ley para hacerlas.”
b. El estar bajo una maldición significa que el pecador, no solamente está bajo la
condenación de Dios, sino que también es repugnante ante Dios y todos los santos
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seres del cielo. De tal forma que se puede decir que la última cosa que el pecador
escuchará cuando toma su primer paso por la puerta del infierno será toda la creación
parada de pie y dando gloria a Dios porque Dios le ha condenado y le ha exiliado o
desterrado de la nueva creación.
2. Sin embargo, la Biblia enseña que Cristo llevó nuestra culpa y nuestra maldición
para salvarnos de ella.
a. Gálatas 3:13 – “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros
maldición; (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en madero).”
b. El Único que Merecía la bendición de Dios fue hecho por nosotros una maldición, y
siendo una maldición, fue desamparado, abandonado por su Padre.

E. El Abandono
1. Matthew 27:46 - "Cerca de la hora de novena, Jesús exclamó a grande voz, diciendo: Eli,
Eli, ¿lama sabachtani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?"
2. En muchos folletos evangelísticos hay una ilustración mostrando dos precipicios con un
abismo insondable entre los dos. En un lado, dice, “Dios”. En el otro lado, dice, “El Hombre”.
En medio dice, “El Pecado”. Quiere decir que el hombre está separado de Dios y no puede
pasar al otro lado por causa del pecado.
3. Para cerrar la brecha entre Dios y el hombre era necesario que Cristo muriera separado
de Dios.
4. Salmo 22:1-6 – Este Salmo es una profecía detallada con respecto al sufrimiento del
Mesías en la cruz del Calvario.
a. Su Interrogación (v.1-2)
b. Su Argumento (v.4-5) – Siempre en la historia de Israel, Dios salvó o libró a todos los
que confiaron en Él. Ninguno que confió en Él fue avergonzado. Pero el Mesías, el
verdadero Siervo de Jehová, el único justo entre los hombres clama a Dios en vano. Él
ha sido desamparado. ¿Por qué?
c. Su Respuesta (v.3, 6) – El Mesías fue hecho pecado, y llegó a ser como un gusano,
como la serpiente que fue levantada en el desierto. Él llevó la culpa de su pueblo, y llegó
a ser como los dos cabríos expiatorios combinados en una sola persona. Uno fue
matado simbolizando el sacrificado por el pecado del pueblo. El otro fue enviado al
desierto simbolizando que el Mesías llevaría el pecado tan lejos de su pueblo como está
el oriente del occidente (Levítico 16:10, 20-22; Salmo 103:12).

F. Cristo no sólo experimentó el abandono de Dios, sino también sufrió su Ira


1. La Palabra “Ira”:
a. En hebreo, se traduce de la palabra 'aph que significa literalmente, “nariz” o
“ventana de nariz”. La idea es que un animal resopla fuertemente por la nariz cuando se
enoja.
b. También se traduce de la palabra hebrea chemah que denota calor, furia, rabia, una
indignación ardiente.
c. En griego, se traduce de la palabra orgé que denota “enojo”, y la palabra thumós que
denota un enojo ardiente, feroz, y explosivo.
d. La Biblia enseña que Dios es un Dios que se enoja:
Salmo 7:11-13 – “Dios es juez justo: Y Dios está airado contra el impío todos los
días. Si no se arrepiente, él afilará su espada; armado tiene ya su arco, y lo ha
preparado. Asimismo ha preparado armas de muerte, y ha labrado saetas
ardientes.”

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e. Algunos replican a esta idea diciendo que Dios es amor y por eso no se enoja
nunca. Pero esto va en contra de la clara enseñaza de las Escrituras. No hay una
contradicción entre el amor de Dios y su enojo. Primeramente tenemos que entender
que el enojo de Dios es perfecto y aún una expresión de su santidad. Cuando lees en el
periódico que un hombre ha secuestrado a una niña y le ha abusado por meses en su
casa, ¿Cómo respondes? Con enojo. Es una indignación justa contras las maldades de
este mundo. Si la criatura que también es pecador es justificada en demostrar tanta
indignación contra una violación de la moralidad, cuanto más el Creador y Dueño del
universo que es moralmente perfecto.
2. La Biblia también enseña que Dios es un Dios que odia:
a. Salmo 5:5 – “Los insensatos no estarán delante de tus ojos: Aborreces a todos los que
hacen iniquidad.”
b. La palabra "aborrecer" se traduce de la palabra hebrea sane' {saw-nay'} que denota
odio o aborrecimiento. La palabra se emplea con respecto a Dios y su actitud contra los
hombres que se han hecho sus enemigos por medio de su rebeldía.
c. Otra vez, hay personas que replican esta idea del aborrecimiento divino diciendo
que Dios es amor y por lo tanto no puede odiar. Pero es más correcto decir que Dios es
amor por lo tanto tiene que odiar. ¿Amas a los judíos? Entonces tienes que odiar el
holocausto. ¿Amas a los africanos? Entonces tienes que odiar la esclavitud? ¿Amas a los
niños? Entonces, tienes que odiar el aborto.
d. Dios es santo y justo, y no puede ser neutral con respecto al pecado. Su enojo,
disgusto, y aún aborrecimiento se manifiestan en contra del pecador. Pero a la vez Dios
es amor, y envió a su Hijo que tomó el lugar del pecador y murió bajo el enojo y odio de
Dios contra el pecado. Y cuando murió satisfizo la justicia de Dios, apaciguó la ira de
Dios, y efectuó la reconciliación entre Dios y su pueblo.
3. En el Huerto de Getsemaní Jesús oró tres veces: “Padre mío, si no puede pasar de mí
esta copa sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.”
a. Las preguntas que tenemos que contestar es: “Qué estaba en la copa?” ¿Qué estaba
en la copa que le causó tanta angustia que su sudor estaba mezclado con sangre?
b. Algunos dicen que la copa representaba la cruel cruz romana y la tortura física
que esperaba a Jesús. Que Cristo previó el látigo cayendo sobre su espalda, la corona
de espinas penetrando su frente, y los clavos traspasando sus manos y pies. Pero no es
así. Aunque las torturas que Él sufrió a las manos de los hombres eran parte del plan
redentor de Dios, había algo más ominoso que evocó su clamor para liberación.
c. En los primeros siglos de la iglesia primitiva, millares de cristianos murieron en
cruces. Se dice que Nero los crucificaba a revés, los cubrían con brea, y los encendía
para proveer luz para las calles de Roma. A través de las edades de la Iglesia, un
número incontable de Cristianos han sufrido torturas indecibles, y es el testimonio de
la historia que muchos de ellos enfrentaron su muerte con gran denuedo. ¿Debemos
creer que los seguidores del Mesías enfrentaron una muerte tan cruel con gozo en su
corazón y alabanza en su boca, mientras el Capitán de su Salvación se acobardó en un
huerto, temiendo la misma tortura? ¿Temía Cristo el látigo y las espinas, la cruz y la
lanza, o representaba la copa un terror infinitamente más allá que la crueldad más
grande de los hombres?
4. Cristo no temía la maldad de los hombres. Su angustia fue el resultado de su
conocimiento de que Él tenía que enfrentar y sufrir la ira de Dios. Las Escrituras nos
enseñan lo que estaba dentro de la copa
a. Jeremías 25:15-16 – “Porque así me dijo Jehová Dios de Israel: Toma de mi mano la
copa del vino de este furor, y da a beber de él a todas las gentes a las cuales yo te envío.
Y beberán, y temblarán, y enloquecerán a causa de la espada que yo envío entre ellas.

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b. Salmo 75:8 – “Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino esta fermentado,
Lleno de mistura; y él derrama del mismo; Hasta el fondo lo apurarán y lo beberán
todos los impíos de la tierra.
5. Por causa de nuestro pecado, nuestras maldades, estábamos bajo la ira de Dios. En la Cruz,
el Señor Jesucristo llevó nuestro pecado, y sufrió la ira de Dios en nuestro lugar.
a. Isaías 53:4-5 - “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores;
y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por
nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz fue sobre
él; y por su llaga fuimos nosotros curados....”
b. Isaías 53:10 – “Con todo eso Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento.
Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos
días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.”

V. La Resurrección y Exaltación –
A. La resurrección es la declaración pública de Dios que Jesús de Nazaret era el Hijo de Dios
(Romanos 1:4), y que su sacrificio fue suficiente para satisfacer la justicia de Dios, apaciguar su
ira, y efectuar la reconciliación entre Dios y su pueblo (Romanos 4:25).
B. También la resurrección nos garantiza que este mismo Jesús fue exaltado a la diestra del
Padre, y ahora es:
1. El Único Salvador – “Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo del
cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).
2. El Único Mediador entre Dios y el Hombre – “Porque hay un solo Dios y un solo
mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (I Timoteo 2:5).
3. El Rey de reyes y el Señor de señores - Que tiene toda autoridad en el cielo y en la tierra.

a. Por lo cual también Dios lo exaltó hasta lo sumo y le dio un nombre que es sobre
todo nombre; 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están
en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese para gloria de
Dios Padre que Jesucristo es Señor” (Filipenses 2:9-11).

VI. La Respuesta del Hombre –


A. Arrepentimiento – La palabra proviene de la palabra griega metanoéo que denota un cambio
en nuestra manera de pensar que resulta en un cambio en nuestras emociones, voluntad y
obras. Empezamos a pensar correctamente, y por lo tanto, actuar correctamente, que quiere
decir, conforme a la voluntad de Dios.
1. Hechos 17:30 - "Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de la ignorancia, ahora
manda a todos los hombres en todos lo lugar, que se arrepientan."
2. Pablo describe su ministerio en Hechos 26:20 – “Anuncié primeramente a los que están
en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen
y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.”

B. Fe – La palabra proviene de la palabra griega pisteúo que denota creer o confiar. Se manifiesta
cuando una persona deja de confiar en su propio mérito, virtud, y sabiduría, y se encomienda a
Dios, la palabra de Dios, y especialmente al testimonio de Dios con respecto a la persona y obra
redentora de Jesucristo. Es como el matrimonio cuando el hombre deja su padre y madre, y se
une a su mujer. De una manera parecida, el hombre deja completamente su confianza en su
propia virtud, méritos y obras, y confía exclusivamente, únicamente en la persona y obra de
Jesucristo.
1. Hechos 16:31 – “Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa.”

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Apuntes del Retiro de Jóvenes FIEIDE – Andalucía 30 de abril al 2 de mayo, 2010 Paul David Washer

2. Romanos 10:11 – “Porque la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será
avergonzado.”
C. La Evidencia de la Salvación – La salvación jamás es por las obras. Es equivalente a blasfemia
decir o aún pensar que uno pueda salvarse por sus obras.
1. Pero una persona que de verdad cree, lo hace porque ha sido regenerado por el Espíritu
Santo y es una nueva criatura que va a vivir de una manera diferente.
2. También una persona que de verdad cree, lo hace porque Dios ha comenzado una obra
en él. Pablo escribió en Filipenses 1:6 – “Estando persuadido de esto, que Él que comenzó
en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” La evidencia de la
salvación es una vida transformada que sigue transformándose.

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