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27 de junio de 2013
Enrique Arenas
La rebelda no
es anarquismo
Enrique Arenas
La rebelda no es anarquismo
1919
Enrique C. Arenas Robles (1894-1928) fue un impulsor del
anarquismo en Chile. Se destaca la enorme labor que realiz en
el peridico El Surco y en el semanario El Sembrador, publicado
en Iquique y luego en Valparaso. Este texto fue publicado
originalmente en El Surco, Iquique (Chile). 1 de diciembre de 1919.
Recuperado el 23 de mayo de 2013 desde grupogomezrojas.org
1919
sin razn, sin tener plena conciencia de lo que hace, ni se rebela por
instinto, sino por conviccin, cuando est seguro que puede hacer
algo ms justo, ms artstico, ms humano, ms bello, algo superior
a lo que se le ha ordenado o se le pretende someter.
El rebelde no anarquista obra inconscientemente, mientras que
toda la obra del anarquista es el fruto de un profundo y detenido
estudio.
Esta rebelda inconsciente que es innata en todos los seres, trnase
consciente, sufre metaforseamientos innitos cuando los individuos
se posesionan de las ideas anarquistas; superndose cada vez ms,
a medida de los nuevos conocimientos adquiridos, hasta extinguir
por completo la accin inconsciente e impulsiva, para dar paso a la
accin pensada y razonada.
***
En cuanto a los actos violentos de algunos anarquistas, no han sido
nunca impulsados por la concepcin anarquista, sino por causales
independientes del ideal; siendo, por consiguiente, un error creer
que una de las modalidades del anarquismo es la violencia.
La mayor parte de las gentes tiene muy mal concepto de los anarquistas; se guran que son tipos capaces de todo: de instintos salvajes
y mirada terrible, lo que resulta siempre contrario. El anarquista, por
lo general, es incapaz de causar el menor dao, a menos de ser atacado, y sus instintos, debido a su estudio, son ms elevados que los
de la generalidad, son ms humanos.
La violencia no es la nalidad del anarquismo, sino actos engendrados por la represin y persecucin de que son objeto los anarquistas;
pero de ningn modo puede decirse que la violencia es una consecuencia engendrada por la idea misma.