Sei sulla pagina 1di 33

Poder Judicial de la Nación

2010 - Año del Bicentenario


///nos Aires, 4 de mayo de 2010.

AUTOS Y VISTOS:

Para resolver en la presente causa n° 12.649/2006 caratulada “Martínez

de Hoz, José Alfredo y otro s/ secuestro extorsivo. Damnif.: Estado Nacional –rep. por

Eduardo Duhalde-”, del Registro de éste Juzgado Nacional en lo Criminal y

Correccional Federal n° 5 con asiento en ésta Ciudad de Autónoma de Buenos

Aires, a mi cargo, Secretaría n° 10, y en orden a la situación procesal de JOSÉ

ALFREDO ANTONIO MARTÍNEZ DE HOZ, argentino, titular de C.I.P.F. n° 1.657.788,

nacido el 13 de agosto de 1925, casado, economista, con domicilio real en la calle

Florida n° 1075, 4° “G” de ésta Ciudad Autónoma de Buenos Aires; quién cuenta con

la asistencia letrada del Dr. Carlos Hernán Franco, Credencial CSJN. T. 4 F. 945, con
USO OFICIAL

domicilio procesal conjuntamente con su pupilo en la Avda. Leandro N. Alem n°

1050, piso 4°, Depto. “G” de ésta Ciudad; y de cuyas constancias;

RESULTA:

1. Introductorio.

Vuelven los autos presentes a éstos Estrados, en condición de ser

resueltos, en mérito a las imputaciones deslizadas respecto del procesado José

Alfredo Martínez de Hoz, y en razón de las cuales fuera sometido en la declaración

indagatoria prestada ante el Tribunal oportunamente, en los términos del artículo 236

primer párrafo del Código de Procedimientos en Materia Penal.

Ello, en virtud de la confirmación operada por la Corte Suprema de

Justicia de la Nación, a partir del rechazo del Recurso Extraordinario interpuesto

contra la Resolución de la Sala Segunda de la Excma. Cámara del Fuero del 15 de

abril del año 2008 –Autos n° 24.434 “Martínez de Hoz, José Alfredo y Harguindeguy,

Albano Eduardo s/ inconstitucionalidad de los decretos n° 1002/89 y n° 2745/90”,

Reg. S. IIa. n° 28.308-, que en confirmación del punto dispositivo I. de la resolución

apelada, declaró la inconstitucionalidad de los citados decretos, que habían

beneficiado con el indulto en la presente causa, a los Sres. José Alfredo Martínez de

Hoz y Albano Eduardo Harguindeguy; con mas la confirmación de la declaratoria de

nulidad de los actos dispuestos en virtud de tales decretos, es decir, los autos de
sobreseimiento de los causantes y la decisión de la misma Alzada de fs. 1545 y

derivados.

Más concretamente, se tiene que en fecha 27 de abril del corriente

año, el Máximo Tribunal de la Nación, resolvió los autos caratulados “Martínez de

Hoz, José Alfredo s/ recurso de inconstitucionalidad de los decretos 1002/89 y

2745/90”, declarando “… procedente el recurso extraordinario, con el alcance indicado y

se confirma la sentencia apelada. …”, ello, con firma de los Ministros Ricardo Luis

Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda y Eugenio Raúl Zaffaroni;

con previa referencia a la analogía de las cuestiones tenidas en consideración en

ésta decisión, respecto de las de tratamiento en los autos caratulados “Videla, Jorge

Rafael s/ recurso de inconstitucionalidad de los decretos 1002/89 y 2745/90” de ese

mismo Registro, y resueltos en la misma fecha en idéntico sentido.

La consecuencia de la decisión apuntada, es la retracción de la

situación procesal de José Alfredo Martínez de Hoz, a la instancia anterior al

sobreseimiento al que accedió, en razón del indulto dispuesto en el citado decreto

PEN. n° 1002/89; evento que importa la reactivación de la pesquisa emprendida al

amparo de los lineamientos procesales de la Ley n° 2.372 (Código de

Procedimientos en Materia Penal) y que, en el caso del antes nombrado, se sitúa en

plena etapa sumarial y en condición de emitir pronunciamiento sobre el fondo del

asunto.

Así lo ha entendido la Excma. Cámara del Fuero, en oportunidad de la

citada confirmación del 15 de abril de 2008, cuando entre sus fundamentos, en lo

que a Martínez de Hoz expresamente interesa, refirió “… Por otra parte, y con relación

a José Alfredo Martínez de Hoz, deberá también el a-quo de manera urgente resolver respecto

de la petición del entonces Procurador del Tesoro de la Nación, Dr. Carlos García a fs.

1391/1395 –a las que adhirieron los representantes de la Fiscalía Nacional de

Investigaciones Administrativas a fs. 1411 y de la Fiscalía N° 6 del fuero a fs. 1421-, en tanto

requiere el dictado de un nuevo auto de prisión preventiva en su contra. …”, para párrafos

luego –considerando VI. “in fine” del referido- indicar “… deberá el Dr. Oyarbide

expedirse, con la extrema premura que el caso exige, en torno a las solicitudes esgrimidas por
Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
las partes respecto de la prisión preventiva de José Alfredo Martínez de Hoz …”.

De tal modo, es que seguidamente habré de abonar una descripción

de la actividad instructoria desplegada en el marco del presente sumario, para dar

luego paso a los fundamentos que sustentarán la decisión de mérito que habré de

adoptar, respecto de José Alfredo Martínez de Hoz, y en razón de los hechos

sometidos en la causa.

2. El génesis de los actuados.

Tuvieron inicio los presentes actuados, de conformidad con lo

dispuesto el 3 de octubre del año 1989 por V.Sa. el Sr. Juez por entonces a cargo de

ése Juzgado n° 5 del Fuero, el Dr. Martín Irurzun, en el marco de tramitación de los

autos n° 8.670 caratulados “Videla, Jorge Rafael y otros s/ privación ilegal de la


USO OFICIAL

libertad y otros ilícitos” de éste mismo Registro, y que se corresponden con el actual

registro informático n° 12.652/2006 caratulados “Videla, Jorge Rafael s/ secuestro

extorsivo. Qte.: Estado Nacional –representado por el Dr. Eduardo Duhalde,

Secretaria de DD.HH.” ésta misma radicación –vfr. fs. 1334-.

En la ocasión, estimando la necesidad de proseguir la etapa

instructoria de la causa en lo que se refiere al procesado José Alfredo Martínez de

Hoz, se ordenó la extracción de fotocopias de la causa del origen antes aludida, y la

formación con éstas de actuaciones que bajo igual número, continuarán

tramitando por ante la entonces Secretaría n° 15 del Tribunal.

Éste ordenamiento del vector procesal, tuvo su razón de ser en la

verificación por entonces, de una situación procesal disímil del causante Martínez de

Hoz, respecto de los co procesados Harguindeguy y Videla; a lo que así se abonó de

acuerdo con las constancias conformadas desde el cuerpo I. de los presentes, y

hasta fs. 1382 del expediente.

Más concretamente entonces, se tiene que los autos n° 12.652/2006

tuvieron inicio con motivo de la presentación efectuada el 26 de setiembre del año

1984, por parte del Sr. Silvio Colotto, por ante la entonces Fiscalía Nacional de

Investigaciones Administrativas (actual Fiscalía de Investigaciones Administrativas),

acompañando una solicitada publicada por el denunciante en el Diario La Nación


del día 23 de enero de 1983, en la que describe lo acontecido en el denominado

“Caso Gutheim”; haciendo referencia a la concurrencia a su escritorio (del

denunciante, se entiende), del Sr. Mariano Pelaez, para pedirle le recomendara un

estudio jurídico serio y responsable, a efectos de defender a una amigo suyo, el Sr.

Federico Gutheim –titular de la empresa comercial “SADECO S.C.A.”, quién se

encontraba detenido desde hace meses junto a su hijo, a disposición del PEN. y sin

mediar proceso judicial, por pedido del Ministerio de Economía y en relación a una

exportación de fibra de algodón a Hong Kong –vfr. fs. 3 de autos-.

Destaca la solicitada la condición de SADECO S.C.A. de adjudicataria

de cupos de exportación de fibra de algodón, desde julio de 1976; condición que

en el marco de la operatoria instrumentada, le habría sido cancelada por la

Secretaría de Agricultura, y posteriormente anulada. Refiere párrafos luego, que

detrás de la anulación de los cupos antes referida, estaba una empresa

multinacional a la que se favorecía desde el Ministerio de Economía, al extremo de

haber sido el Sr. Gutheim, durante el tiempo de su detención, en repetidas

oportunidades, presionado por funcionarios de ese organismo para que renunciara

a la adjudicación a cambio de su libertad, proposición que refiere la solicitada

“siempre fue enérgicamente rechazada”.

Se extiende luego la misiva de referencia, en diversas vicisitudes

relativas a las gestiones de libertad emprendidas a favor del Sr. Gutheim y su hijo, a

las que remito en homenaje a la brevedad –fs. 1 a 3 de la causa de referencia-.

La denuncia de referencia, fue ratificada por el nombrado Colotto –

quién se como se verá, prestó testimonio con posterioridad en éstos actuados-.

3. La actividad sumarial.

Todo lo inherente a éste segmento de la decisión, habrá de considerar

las probanzas reunidas que hacen e interesan a la situación procesal de José

Alfredo Martínez de Hoz; de modo tal que, sin perjuicio de aquellos elementos que

alcanzan y son de común interés al antes nombrado, y los co procesados Eduardo

Albano Harguindeguy y Jorge Rafael Videla (en el legajo conexo), éstos serán
Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
invocados por la significación que acarrean en orden a la situación del ex Ministro

de Economía de la ultima Dictadura Militar.

3.1. Los testimonios recogidos.

Es de especial significación éste ítem del resolutorio, por cuanto el

mismo convoca distintas probanzas obtenidas de acuerdo con la vía procesal

indicada, que expresan en sus aspectos más salientes –los que aquí precisamente

serán destacados, en homenaje a la brevedad-, concordancia y suficiencia, como

indicadores del hecho pesquisado.

Entonces, traigo a colación lo declarado por los testigos Federico

Gutheim, Miguel Ernesto Gutheim, Marion Strupp de Gutheim, Pedro Gutheim, Jorge

Adeodato Silvio Colotto; Ingeborg Rubén de Ramsfleder, Sigberto Ramsfleder,


USO OFICIAL

Agustín Jaime Pazos, Enrique Félix Oks, Juan Carlos Hermann, y José Luis Di Fioiri.

3.1.a. El testimonio de Federico Gutheim (fs. 118/21, según la foliatura

correspondiente a los testimonios de la causa n° 34.507 del registro del Juzgado

Nacional en lo Criminal de Instrucción n° 5 de ésta orbe y posteriores prestados ante

éstos Estrados).

El nombrado refirió “El día 5 de noviembre ppdo. (de acuerdo con la

fecha del testimonio); a raíz de un problema suscitado en la Secretaría de Comercio

Exterior, por una exportación de Algodón a HONG KONG, fue detenido y puesto a

disposición del PODER EJECUTIVO NACIONAL…”.

Por ante este Tribunal, expresó “…Que estando detenido es visitado por un

funcionario que se identifica como representante del Ministerio del Interior, del que no

recuerda su apellido y en la que se le hace saber si está dispuesto a mantener conversaciones

con los representantes extranjeros que habían sido invitados por el gobierno nacional para

encontrar una solución a esa situación. Con motivo de ello, en enero de 1977 el dicente es

trasladado con su hijo a las oficinas de su empresa, en las que mantiene conversaciones con

los citados representantes, interviniendo en representación de la Secretaría de Comercio el

Dr. Paso y posteriormente otro funcionario del que no recuerda su apellido. Que de tales

conversaciones se labraron respectivas actas, (…). Desea aclarar que tales actas no son

firmadas ni por los representantes extranjeros, ni por el funcionario de la Secretaría de


Comercio Exterior interviniente, señalando asimismo que en tales conversaciones participó

un miembro de la firma Dreyfus S.A., empresa ésta dedicada a la exportación de diversos

productos.” (fs. 10/11).

Con posterioridad, refirió a fs. 241 que “…Considera que la detención de

que fue objeto tuvo como fin únicamente sacarles dinero pues en las conversaciones que

mantuvieron cuando estaban detenidos y los llevaban a las oficinas del declarante se le

reclamaba que pusieran dos millones y medio de dólares estadounidenses para cumplir

nuestros contratos con la firma Dreyfus en Buenos Aires. Era para “extorsionarnos a

nosotros” pues en las reuniones se sentía presionado toda vez que en cada una de ellas se

encontraban los custodias, y no poseía libertad de razonar o de comerciar.”

Amplió sus explicaciones respecto de los sucesos investigados en autos

a fs. 427/431, agregando entre otras cuestiones que “… uno de la comisión usó un poco

una intimación cuando pidió dos millones y medio de dólares como aconsejándonos arreglar

en esta forma con ellos … le manifestó que si Ud. no arregla que va a hacer, Ud. tiene que

arreglar, que la conversación siempre tuvo un cierto nivel y por lo tanto no utilizó una

palabra fuerte, pero dijo: “Arregle”, que al dicente le convenía arreglar lo que ellos

proponían. (…)”.

Explicó a fs. 697 que “… su hijo Miguel Gutheim, desempeñaba tareas con el

Sr. Medina, en forma totalmente independiente al deponente, teniendo sus oficinas en la

Avenida de Mayo, que respecto a la firma SADECO, su hijo tenía de la misma una

participación accionaria conjuntamente con su esposa y su otro hijo, circunscribiéndose su

actividad a lo anteriormente dicho, no desempeñando ningún cargo. (…)”

Interrogado que fuera por el Tribunal, sobre quién originó la propuesta

para que refrenden las actas de las reuniones celebradas en Avenida de Mayo y

Avenida Santa Fe, las cuales recayeron en el Escribano Erinque Oks, contestó: “Que

el mismo fue propuesto por el declarante, como condición “sine qua non”, para asistir a

dichas reuniones, propuesta que fue aceptada y que el mismo le fue presentado por su

abogado el Dr. Nun, persona ésta que también asistió a las reuniones mencionadas a pedido
Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
del deponente. Así también se encontraba presente en las reuniones a pedido del declarante

un funcionario público, que cree primeramente se trataba del Dr. Pasos. (…)”

3.1.b. Los testimonios prestados por Miguel Ernesto Gutheim (fs. 122/5 y

145/8, ibidem).

El testigo bajo análisis declaró: “Que fue detenido a disposición del Poder

Ejecutivo Nacional, el día 5 de noviembre pasado, por orden del Ministerio de Economía en

razón de invocarse que la firma SADECO, no había cumplido algunos contratos de

exportación. Que en principio las gestiones legales estuvieron a cargo del Dr. DURRIEU,

letrado éste, que ya en alguna ocasión tuvo actuación por cuestiones penales. Enterado

DURRIEU, del motivo de la detención del declarante manifiesta “que cuando el asunto de

ellos pase a la Justicia, él se iba a hacer cargo; mientras estén detenidos a disposición del
USO OFICIAL

Poder Ejecutivo Nacional, no podía realizar tramitación alguna”. Sabe que días después de

la detención se realiza un sumario en el Ministerio de Economía, donde los descargos son

presentados por el Procurador NUN, quien a partir de ese momento se hace cargo de todo.

(…). Estando en Caseros, NUN, le informa que el problema había sido encarado por los Dres.

MILLÁN, quienes habían presentado algunos pedidos de informes relativos a su detención,

ante la Justicia (fs. 122/5)”.

Con posterioridad, expresó que “…sabe que el Dr. Millán intentaba radicar

la cuestión en sede judicial, pese a que el declarante y su padre estaban a disposición del

Poder Ejecutivo Nacional, pues le parece que se iba a intentar demostrar la irrazonabilidad

de la medida tomada por el poder administrador (…). …el dicente piensa que, al igual que su

padre, recuperaron la libertad como consecuencia de la finalización de un proceso propio del

Poder Ejecutivo…” (fs. 145/8).

A fs. 361/365 declaró nuevamente, brindando detalles relativos a las

circunstancias de su detención -y de la de su padre-, añadiendo “… tampoco

recuerda el tiempo que duró la entrevista, pero lo sintió en ese momento como al recordarlo

lo siente ahora que quedó flotando en el aire la sensación de que si se solucionaba el

problema de la venta de algodón se solucionaba también el tema de su detención. (…)” y;

“…Que la cifra de dos millones y medio de dólares es coincidente con el aval que había que
establecer previo a concederse el cupo de exportación, para lo que se dio en garantía en su

momento compromisos hipotecarios, cree que la misma fibra de algodón, siendo Cifen el

organismo que fiscalizaba todo esto. (…)”.

3.1.c. La declaración testimonial de Marion Strupp de Gutheim (fs.

141/4, ibidem).

La misma expuso que “…Que a partir del día 5 de noviembre de 1976, se

produce la detención de su esposo, con motivo de un incumplimiento de contratos -según el

Ministerio de Economía- juntamente con su hijo Miguel Ernesto, siendo por ello colocado a

disposición del Poder Ejecutivo Nacional (…) la dicente pone en conocimiento de lo ocurrido

al Sr. NUN, vinculado desde hace mucho tiempo al quehacer de la firma de su esposo y a la

vez encargado de todos los problemas de índole legal que se suscitan en la misma. El

nombrado a su vez se relaciona con el Dr. DURRIEU, abogado y conocido desde hace mucho

tiempo con su familia. (…) la dicente en forma particular, procede a escribir sendas cartas,

exponiendo sus puntos de vista acerca de la detención de sus familiares, al Excmo. Señor

Presidente, al Excmo. Ministro de Economía y señora y demás personalidades, procurando

ser atendida y que se decida sobre la suerte de su esposo e hijo, sin contestación. Por ello el

Sr. NUN, la contacta con el Sr. Pelaez a quien no conocía y éste a su vez sirve de nexo para

conocer a …los doctores Enrique y Alberto MILLÁN(…) se traslada hasta el estudio de los

nombrados…donde después de ser escuchada le hacen saber que como primera medida

harían la presentación de un Habeas Corpus, distinto a lo que se hacía comúnmente, con el

fin de que el Ministerio de Economía se expidiera y pudiera conocerse las verdaderas causas

de la detención de su esposo e hijo(…). En cuanto hace al conocimiento que tiene del señor

COLOTTO con la dicente, reitera que lo llegó a conocer en el Círculo Policial, pero que

posteriormente, el día en que se produjo la libertad de su esposo e hijo, el 7 de abril ppdo., el

nombrado se hizo presente el en Departamento de Policía, y mientras la deponente y su

hijo…permanecían en las inmediaciones, el señor COLOTTO ingresó a la Alcaidía y se ocupó

de agilizarle los trámites de libertad a ambos (…)”.

3.1.d. La declaración testimonial de Pedro Gutheim (fs. 149/52,

ibidem).
Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
El nombrado, hijo y hermano de Federico y Miguel Gutheim

respectivamente, expresó “… que con el Dr. Durrieu realizaron las primeras gestiones,

como ser entrevistarse con funcionarios de la Policía Federal y del Ministerio de Economía,

con el fin de aclarar la situación de sus familiares, ya que por entonces nunca hubo una

acusación formal que les diera la consecuente facultad de defenderse, aunque tal cosa no

ocurrió jamás. De todas estas gestiones ningún resultado positivo se obtuvo solo el

convencimiento personal que la decisión relativa a la libertad de aquellos dependía del Sr.

Ministro de Economía (…)”.

3.1.e. La declaración testimonial de Jorge Adeodato Silvio Colotto (fs.

137/40 y 160/6 ibidem).

Primeramente en una declaración espontánea prestada en sede


USO OFICIAL

policial dijo “… Que PELÁEZ, le narra, que un señor de apellido GUTHEIM y un hijo de

éste a raíz de la comercialización de algodón en exportación, que haría a HONG KONG, se

había suscitado un problema con la firma DREYFUSS y a raíz de ello Gutheim y su hijo se

hallaban a disposición del PODER EJECUTIVO NACIONAL. (…)”.

Continuó expresando que realizó varias gestiones para lograr la libertad

de los nombrados, entre ellas contactar a la familia de aquellos con el letrado Millán.

Agregó que “… El Dr. ENRIQUE MILLÁN efectúa algunas gestiones y se interioriza que no

había nada especial, contra GUTHEIM, padre e hijo; preparando un memorial para el

Ministerio del Interior y al poco tiempo el Dr. MILLÁN, le indica que se había interiorizado

que había llegado al Ministerio del Interior una nota del Ministerio de Economía, la que

expresaba que no interesaba más la detención de GUTHEIM, padre e hijo, razón por la cual

salen en libertad (…)” -fs. 137/40-

Ya en sede judicial, el nombrado confirmó sus anteriores

manifestaciones y añadió que “… la señora de Gutheim, en la oportunidad de su

aparición en el Círculo Policial, exhibió lo que parecía una copia del decreto por el cual se

ordenaba la liberación de su esposo e hijo. (…)” -fs. 160/6-.

3.1.f. Declaraciones testimoniales de Ingeborg Rubén de Ramsfleder y


Sigberto Ramsfleder (fs. 519 y 541); dando cuenta de las circunstancias

en que se operaron las detenciones de Federico Gutheim y Miguel Ernesto Gutheim.

3.1.g. Declaración de Agustín Jaime Pazos (fs. 30/1), quién se

desempeñara como Subsecretario de Comercio Exterior del Ministerio de Economía,

durante el período comprendido entre los meses de junio de 1975 y hasta julio de

1977; reconociendo “… haber asistido como mediador entre empresas de Hong Kong y

padre e hijo titulares de una empresa argentina cuyo nombre no recuerda …”; y su

participación en la reunión del 10 de enero de 1977 –con expreso reconocimiento

de su firma en el acta que le fue exhibida-.

Añadió en su relato, distintas circunstancias referentes a las reuniones

en cuestión, tales como la celebración de las misma en un lugar que fuera de

detención “… para evitar presiones psicológicas. …”, surgiendo de tal testimonio, la

confirmación de las circunstancias las reuniones, y en lo que es de puntual

relevancia, la gestación de las mismas como metodología en el propio Ministerio de

Economía. Remito a las significativas constancias en homenaje a la brevedad.

3.1.h. Declaración de Tomás Sotobarsola (fs. 283/4 y 313).

Efectivo del Departamento Delitos Federales de la Policía Federal

Argentina, quién fue destacado para instrumentar la intervención policial, en

materia de traslado y custodia, de los Sres. Federico Gutheim y Miguel E. Gutheim,

para la celebración de las reuniones conciliadoras; confirmando lo actuado en

virtud de la calidad señalada.

3.1.i. Declaración de Enrique Félix Oks (fs. 21).

Notario interviniente como fedatario, de las reuniones que con su

intervención profesional, fueron documentadas y celebradas entre los Sres. Gutheim

(padre e hijo) y los importadores de Hong Kong, ratificando plenamente lo actuado

con motivo de las mismas y las circunstancias propias de su celebración.

3.1.j. Declaración de Juan Carlos Hermann (fs. 414/5), quién ratificó en

Sede Judicial, su calidad de apoderado de la firma “Luis Dreyfus y Cía.”; y como tal,

su intervención en las reuniones conciliadoras.

3.1.k. Declaraciones prestadas por José Luis Di Fiori (fs. 482,568 y 624).
Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
Confirmando en igual sentido y por su condición, su intervención en las

reuniones del mes de Enero del año 1977.

3.2. La declaración indagatoria de José Alfredo Martínez de Hoz.

Declaró a tenor de lo normado en el artículo 236 primera parte del

Código de Procedimientos en Materia Penal, el día 17 de marzo del año 1987, de

acuerdo con el acta que así lo documenta en fs. 444/9 del expediente; ratificando

primeramente, el acta de fs. 266/9 que da cuenta de la declaración informativa

recibida en origen –art. 236 2°a. parte del CPMP.-.

Se manifestó ajeno al dictado de los Decretos PEN. lucientes en copia

en fs. 23/5, por cuanto aseveró que los decretos que ponían personas a disposición

del P.E.N., eran totalmente ajenos a la jurisdicción del Ministerio de Economía.


USO OFICIAL

Explicó la intervención de ese Ministerio, en las actas lucientes en fs.

11/31 del legajo por cuerda, celebradas ante el Escribano Oks, en la circunstancia

de ejercer dicha cartera de Estado, funciones de orientación y fijación de la política

económica, agricultura y ganadería, comercio, industria, comercio internacional y

negociaciones internacionales, etc.; desconocer el contenido de las negociaciones,

como del detalle de todas las resoluciones de mero trámite, por ser ratificatorias del

desenvolvimiento de las Secretarías de Estado dependientes de la cartera.

Desde dicho razonamiento, justificó haber manifestado que hasta

llegar a Hong Kong, desconocía la existencia del problema, el que le fue expuesto

por el consejero económico Flaim. Añadió que además, como en las actuaciones

administrativas de adjudicación del cupo de exportaciones, no figuran los destinos

de las mismas, y éstas quedan libradas al ejercicio comercial de la firma privada

interviniente, motivo por el cual “… no había razón para que el Ministro de Economía

estuviese enterado que la firma SADECO tuviera un problema con importadores de Hong

Kong …”; refiriendo que al llegar a Buenos Aires, informó y puso en manos de la

Secretaría de Comercio Exterior la existencia del problema, quedando a cargo de

ella las tramitaciones que pudieren corresponder.

Prosiguió relatando Martínez de Hoz, que al tiempo fue informado por el

Secretario de Comercio Exterior, Dr. Fraguio, la pronta concurrencia de una


delegación de importadores de Hong Kong que serían los contratantes con

SADECO, para intentar negociar una solución al problema; aclarando sobre el

particular, que no existía para ello, una previa invitación del Gobierno Argentino, y

atribuyendo el origen de tal manifestación, en la preocupación del representante

argentino en Hong Kong, ante un eventual boicot a los productos nacionales en el

extranjero.

A preguntas del Tribunal relativas al motivo de la comunicación del

arribo al país de los importadores, respecto del Ministerio de Economía, consideró

que debió haber sido por comunicación recibida del consejero económico

argentino en Hong Kong a sus superiores jerárquicos en la Secretaría de Comercio

Exterior.

Justificó que se haya posibilitado la reunión de los empresarios de Hong

Kong y los Sres. Gutheim, en la circunstancia que dentro de sus facultades y

obligaciones, la Secretaría de Comercio Exterior, dentro de la actividad normal para

promover las exportaciones argentinas y evitar todo lo que pueda entorpecerlas, y

explicando luego, las razones políticas consonantes con la apertura económica

hacia oriente y la significación de Hong Kong como mercado clave.

Entonces, enarboló la justificación “… El hecho que torna delicada la

situación y presenta un verdadero dilema a las autoridades es que habiendo sido detenidos a

disposición del Poder Ejecutivo con anterioridad los Sres. Gutheim, cuando llegasen al país

los importadores de Hong Kong se iban a encontrar con que no podían negociar con las

autoridades de la firma SADECO, por encontrarse las mismas a disposición del P.E.. Por ello

cuando en la Secretaría de Comercio Exterior se recibe esta noticia aunque no lo recuerdo

exactamente, seguramente fue el Dr. Fraguío quién habló con el dicente como correspondía a

la vía jerárquica, para hacerle conocer la existencia del problema y tratar de encontrar una

solución al mismo. De allí surgió la idea de que pudiera pedirse al Ministerio del Interior lo

que concretamente creo recordar lo hice yo personalmente con el General Harguindeguy

para explicarle la situación y solicitarle que dentro de su jurisdicción arbitrara las medidas

correspondientes a tales efecto. De allí surge la solución que encuentra el Ministerio del

Interior de llevar a los Sres. Gutheim a una oficina de libre elección donde pudiera llevarse a
Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
cabo la negociación … y dentro de sus propios límites pudiera realizarse con entera libertad

de decisión por parte de los Sres. Gutheim aún cuando formalmente se encontraren detenidos

a disposición del Poder Ejecutivo. …”.

Refirió no haber sido impuesto por Harguindeguy del motivo de la

detención de los Gutheim, limitándose a explicarle a aquel los propósitos a los que

antes se refiriese; expresando en todo el curso de la audiencia, su desconocimiento

de las razones de la misma y su cese.

Al interrogante formulado a instancia del Ministerio Fiscal, relativo al

haber propiciado las reuniones, con el factor negativo de la detención de los

Gutheim, estructuró su respuesta al considerar ajeno a su alcance y fuera de su

jurisdicción, la detención o liberación de los detenidos; y mas luego, considerando


USO OFICIAL

que si hubiere asumido el Estado Nacional la negociación con los importadores, ello

“podría haber actuado como un factor limitativo de la libertad de decisión”,

recalcando que se trataba de negociaciones entre partes privadas y descartando

el interés concreto del Estado Nacional en el resultado concreto de la negociación.

Ante la requisitoria formulada, inherente a la procedencia de la idea

de llevar a los Gutheim a la negociación, manifestó no recordarlo, haciendo alusión

al tiempo transcurrido (once años) al momento de deponer.

Recordó sí, haber impartido expresas indicaciones al Secretario de

Comercio Exterior Fraguío, en vista de las reuniones “… que no trasluciese ninguna

presión por parte del Estado Argentino y que las mismas pudieran desarrollarse en

condiciones que aseguraran la libertad de negociación y decisión de los señores Gutheim …”.

No dio precisiones acerca del momento en que tomó conocimiento de

la detención de los Gutheim, aunque estimó que ello haya acontecido en el

momento que Fraguío le impuso de la visita de los importadores de Hong Kong.

Luego se extendió, a requisitoria del Tribunal y de los intervinientes en la

audiencia, en precisiones inherentes al modo en que fuera impuesto, a su visita en

Hong Kong, por parte del consejero económico argentino, de la situación de la firma

SADECO S.A. respecto de los importadores extranjeros; exponiendo también,

diversas circunstancias relativas a esa instancia, entre las que se destaca la reunión
mantenida por el Ministro de Economía con algunos representantes de los

importadores, en ocasión de su mismo paso por la Ciudad de Hong Kong, en la que

éste expresara la preocupación del Estado Argentino y su avocación a la solución

del problema, aunque sin hablarse de la posibilidad de una reunión en Buenos Aires.

Dio por supuesta la conformidad de los Gutheim para las reuniones

aunque no le consta; ello, con arreglo a las instrucciones que impartió al Dr. Fraguío

en el sentido de la entera libertad de negociación y decisión por parte de aquellos;

consentimiento que de no haberse operado, no hubiera posibilitado las reuniones

documentadas en las actas precedentemente citadas.

En orden al resultado de las negociaciones, estimó que Fraguío alguna

vez le informó del fracaso de las mismas y el retorno de los importadores a Hong

Kong, lo que ocasionó una imagen negativa para el país; insistió en haber tomado

conocimiento de las actas, al imponérsele de éstas en la Sede Judicial, oportunidad

en la que señala haberlas visto por primera vez; todo ello, entre otras menciones de

menor entidad y a las que es de remitir para el caso, y en homenaje a la brevedad.

3.3. Las actas notariales celebradas los días 10, 11, 12 y 13 de enero de

1977.

Los plurales y concordantes testimonios recogidos en autos, en

consonancia con lo expresado y detallado por el Dr. Ricardo Molinas, por entonces

Fiscal Nacional a cargo de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas

(actual Fiscalía de Investigaciones Administrativas) en oportunidad de formular su

acusación en la conexa causa n° 12.652/2006 “Videla, Jorge Rafael …” de éste

mismo Registro; dan cuenta sin margen de dudas, del modo en que se

documentaron las reuniones conciliatorias celebradas los días 10, 11, 12 y 13 del mes

de enero de 1977, a través de las actas notariales celebradas por ante el Notario

Enrique Félix Oks, con la presencia de los Sres. Federico y Miguel Gutheim y los

importadores orientales; y de cuyos aspectos salientes, hace expresión el citado en

el referido documento, luciente en fs. 1388/98 de los citados obrados, y testimoniado

en foja similar en los presentes.


Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
4. Breve reseña de las resoluciones de mèrito dictadas respecto de

Josè Alfredo Martìnez de Hoz.

En inteligencia ampliatoria de lo ya explicitado en el resultando 1. del

presente, se tiene que Josè Alfredo Martìnez de Hoz, ha sido objeto en fecha 27 de

abril de 1988, del dictado de auto de prisión preventiva con disposición de su

captura, al igual que la del consortes de causa Albano Eduardo Harguindeguy y

Jorge Rafael Videla –con la salvedad que, en el caso de éste último, se convirtió en

prisión preventiva, la detención que pesaba a su respecto-; la que se hizo efectiva

ese mismo día –vfr. fs. 708/25-.

Tal decisión, fue objeto de revocatoria por parte de la Excma. Cámara

del Fuero, mediante la resolución de fecha 14 de julio de 1988 –vfr. fs. 915 /34-, en
USO OFICIAL

referencia a José Alfredo Martínez de Hoz, disponiéndose su inmediata libertad;

decidiendo la Alzada a su vez, por otro lado y en el mismo resolutorio –punto 1).-,

confirmar la prisión preventiva de los co procesados por entonces, Albano Eduardo

Harguindeguy y Jorge Rafael Videla.

Finalmente, por Decreto PEN. n° 2745/1990, y mediante el indulto

decretado por el entonces Sr. Presidente de la Nación, el Dr. Carlos Saúl Menem,

José Alfredo Antonio Martínez de Hoz, se vio beneficiado con tal decisión, bajo la

condición que fue revocada, de acuerdo con las decisiones del Máximo Tribunal de

la Nación del 27 de abril ppdo., y cuyas resultas fueran descriptas en el apartado 1.

del presente; a cuyas constancias he de remitir en homenaje a la brevedad.

De tal modo descripta la actividad desplegada en el curso de la

instrucción sumarial, llega la presente causa a condición de ser resuelta y por tanto;

CONSIDERO:

Primero:

Materialidad del hecho.

Se encuentran “prima facie” y por semiplena prueba acreditados en

autos, los hechos cuya descripción seguidamente se consta, a saber:

1.a. Que los Sres. Federico Gutheim y su hijo, Miguel Ernesto Gutheim,

fueron privados ilegalmente de su libertad el día 5 de noviembre del año 1976, en


virtud del Decreto PEN. nª 2840/76 de esa fecha, suscripto por el entonces

Presidente de Facto por la Junta Militar, Jorge Rafael Videla, en base a las siguientes

fundamentos “… Que constituye una primordial responsabilidad de Gobierno consolidar la

paz interior, asegurar la tranquilidad y el orden público, y preservar los permanentes

intereses de la República. Que a criterio del Poder Ejecutivo Nacional … la actividad de las

personas que se incluyen en el presente decreto atenta contra los valores indicados en el

considerando anterior y tienen directa y estrecha relación con las causas que motivaron la

declaración del estado de sitio …”; quedando en virtud del citado decreto los

nombrados, a disposición del Poder Ejecutivo de la Nación.

1.b. Que las detenciones antes referidas, fueron dejadas sin efecto en

razón del otorgamiento el 6 de abril del año 1977, del Decreto PEN. nª 949/77 por

parte del mismo ex Presidente de Facto Videla, y como se dijo, respecto de los Sres.

Federico y Miguel Ernesto Gutheim, a raíz de haber cesado las causas que dieron

lugar a sus oportunos arrestos.

1.c. Que el verdadero motivo de tales detenciones, tiene su razón en el

supuesto incumplimiento por parte de la firma de la que Federico Gutheim era

titular, SADECO S.C.A., de la entrega de aproximadamente, 4.760 toneladas de fibra

de algodón, con destino de importadores con asiento de sus negocios en la Ciudad

de Hong Kong; no existiendo ningún vínculo laboral ni operativo del hijo del Sr.

Federico Gutheim, Miguel Ernesto Gutheim, con excepción de ser titular de acciones

de la citada empresa exportadora.

1.d. Que en prueba de ello, durante su cautiverio, por disposición no

documentada del entonces Ministro de Economía de la Nación, José Alfredo

Martínez de Hoz; y contando para ello con la facilitación de medios suministrados

por el entonces Ministro del Interior del Poder Ejecutivo Nacional, Albano Eduardo

Harguindeguy, se instrumentaron cuatro reuniones en el ámbito de la Capital

Federal, más concretamente en oficinas sitas en la Avenida de Mayo altura 1316,

piso 20ª, Depto. “H” el dìa 10 de enero de 1977; y Avenida Santa Fè altura 873, piso 3ª

de esta orbe, los días 11, 12 y 13 de enero de 1977, entre lo Sres. Federico Gutheim –

por SADECO S.C.P.A.- y su hijo Miguel Ernesto Gutheim por su lado; y representantes
Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
de las firmas importadoras de la Ciudad de Hong Kong; las que fueron

oportunamente documentadas por medio de actas notariales -a las que se alude

en diferentes testimonios e invocadas y reconocidas por las distintas partes del

proceso- celebradas por ante el Escribano Público Enrique Félix Oks; donde se

consta la presencia de funcionarios de la Secretaría de Comercio Exterior

dependiente del Ministerio de Economía de la Nación, y por disposición del propio

Ministro Martínez de Hoz.

Las reuniones, habrían tenido como finalidad, la de convenir una

solución al incumplimiento contractual que se atribuía a la firma SADECO S.C.A.

respecto de los importadores de Hong Kong; las que habrían arrojado resultados

negativos.
USO OFICIAL

Las afirmaciones precedentemente enunciadas, encuentran sustento

en las probanzas que seguidamente se enuncian, a saber:

• Decreto PEN. nª 2840/76 dispositivo del arresto de Federico y Miguel

Ernesto Gutheim –testimonio de fs. 23-.

• Decreto PEN. nª 949/77 dispositivo de la libertad de Federico y

Miguel Ernesto Gutheim –testimonio de fs. 25-.

• Declaraciones concordantes de Miguel Ernesto Gutheim, Ingeborg

Rubèn de Ramsfleder, Sigberto Ramsfleder, Jorge Silvio Adeodato

Colotto, Agustín Jaime Pazos, Tomás P. Sotobarsola, Enrique Félix

Oks, Juan Carlos Hermann y José Luis Di Fiori; ello, de acuerdo con lo

precisado en el Resultando 3.1. del presente.

• Recorte periodístico de fs. 157.

• Lo constado en fs. 1388/98 de los conexos autos n° 12.652/2006

“Videla, Jorge Rafael …” por el entonces Fiscal Nacional de

Investigaciones Administrativas, el Dr. Ricardo Molinas, en orden a la

existencia y constancias emergentes de las actas notariales

labradas en referencia a las reuniones celebradas entre Federico

Gutheim y los importadores de Hong Kong; por otra parte,

corroborado por los plurales testimonios de referencia precedente.


• Declaraciones informativas e indagatorias prestadas por José

Alfredo Martínez de Hoz –fs, 266 y 444- y Albano Eduardo

Harguindeguy –fs. 298 y 471-.

Son de aplicación a la especie, las prerrogativas contenidas en el Libro

Segundo –Del Sumario- del Código de Procedimientos en Materia Penal.

Segundo:

La atribución de responsabilidad.

He de atribuir la comisión de los hechos descriptos en el considerando

antecedente, en cápita de José Alfredo Antonio Martínez de Hoz, en mérito de los

fundamentos que seguidamente habré de exponer y que conducen,

inexorablemente, a sustentar con la semiplena entidad probatoria que la instancia

procesal requiere, su vinculo y contribución delictual.

Para abonar debidamente a éste análisis, es preciso contextualizar los

hechos que he tenido por acreditados, del modo que expresa el considerando

antecedente, en las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que éstos

procederes ilegales han tenido virtud; por cuanto no resulta posible apreciar los

mismos, ni despojados de su debida contextualización, ni omitiendo su razonable

concatenación lógica.

Se encuentra suficientemente corroborado en autos, a tenor de las

decisiones abonadas por las Instancias Superiores, la inscripción de éstos hechos, en

la materia declarada como la de delitos de lesa humanidad; que en el rubro de los

sucesos que éstos ocupan, expresa consonancia con la pluralidad de acciones

delictivas, emprendidas por las Máximas Autoridades de la Nación, constituidas

como tales a partir del Golpe de Estado del 24 de marzo del año 1976, que acabó

con el Gobierno Constitucional de la Sra. María Estela Martínez de Perón, e instauró

bajo la denominación “Proceso de Reorganización Nacional”, una Dictadura Militar

signada por el deliberado y sistemático atropello a las garantías más esenciales de

la condición humana.

Podrá verse con claridad, que los hechos sometidos en autos, no son
Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
de aquellos que por su condición aberrante, han dejado una marca indeleble en la

Sociedad Argentina. No se trata aquí, del secuestro, tortura y exterminio físico de

personas; ni de la desaparición forzada de éstas, en el marco de implementación de

metodologías ya vastamente conocidas y repudiadas por el conjunto de los factores

sociales -y sancionadas por la acción de los Tribunales-; pero sì, se trata de sucesos

que, amén de la adecuación al tipo penal de la que posteriormente haré expresión,

ponen de manifiesto aristas de absoluta compatibilidad con el primer género

aludido, tales como la deliberada –y total desmesura- impunidad de los procederes;

el irrazonable empleo del poder coercitivo del Estado Nacional sobre sus súbditos; la

más absoluta desatención –por supuesto, plenamente conciente y determinada- a

las esenciales garantías ciudadanas; el avasallamiento de todo principio


USO OFICIAL

constitucional, etc.. En definitiva, la actuación de las máximas autoridades de la

Nación –para el caso, el Presidente de Facto, y dos Ministros de Estado, nada

menos-, disponiendo según su parecer, designios y/o conveniencias políticas y/o

personales, sobre la vida y fortuna de las personas, al margen de toda regla de

convivencia y el Estado de Derecho.

No se trata en ésta instancia, de introducir nuevos argumentos a los ya

sostenidos por los Tribunales de mayor jerarquía, sobre la inserción de los gravísimos

delitos propios de éste proceso histórico; sí, de contextualizar debidamente, como

dijera, los sucesos que se habrán de atribuir al ex Ministro de Economía del Gobierno

de Facto, José Alfredo Martínez de Hoz, para poder apreciar debidamente su

alcance y significación jurídica.

A ésta altura del proceso, no es pretensión –ni tampoco exigencia del

ritual- la existencia de certeza apodíctica, para el dictado de una resolución de

mérito de tipo vinculante; mas bien, y conforme lo expresa el inciso 3ro.. del artículo

366 del Código de Procedimientos en Materia Penal, basta la existencia de indicios

suficientes y concordantes.

Pues bien: los elementos de convicción reunidos en autos, exceden por

demás tal exigencia legal; y aún cuando no parezca razonable pretender, de

acuerdo con las particulares características del hecho, que la extorsión ejercida
respecto de los Sres. Federico Gutheim y Miguel Ernesto Gutheim, se encuentre

“documentada “ en mejor forma.

Digo esto, porque en verdad, y a la luz de los documentos anejados al

expediente, tácitamente se ha “documentado” la tan mentada extorsión. Veamos

entonces, la entidad probatoria de los documentos analizados, con total

independencia o abstracción de otros medios de prueba –también relevantes y

significativos, aunque evidentemente, de una contundencia probatoria menor-.

No puede a ésta altura de los acontecimientos, negarse que Federico

Gutheim y su hijo Miguel Ernesto, estuvieron privados de su libertad personal, por el

período que se extiende entre los días 5 de noviembre de 1976 y el 6 de abril de

1977. Es así, porque los Decretos PEN. nªs 2840/76 y 949/77 así lo corroboran, en una

suerte de “regularización” –por supuesto, marginal a toda pretensión de legalidad-

de su privación de libertad, a disposición del Poder Ejecutivo de la Nación, en

presunto ejercicio de las facultades extraordinarias asumidas al amparo del artículo

23 de la Constitución Nacional, en los fines de “consolidar la paz interior, asegurar la

tranquilidad y el orden públicos”.

Aún sin someter a cuestión, la legalidad de la disposición privativa, ni

del cercenamiento de las libertades públicas en general, con motivo de la

imposición del Estado de Sitio, y analizando la misma desde la lógica “fáctica” que

ésta profesa, es imposible advertir de qué modo, el Sr. Federico Gutheim, por su

calidad de empresario, era capaz de poner en riesgo los valores y cuestiones

evaluadas por el Presidente de Facto y su Ministro del Interior, para justificar la

restricción libertaria dispuesta en el decreto PEN. nª 2840/76. Menos todavía, al

afectar al hijo del Sr. Gutheim a la misma condición de detención, por el sólo vínculo

filial.

Ni hablar, de la prolongación temporal de tal privación, que se

extendió hasta el mes de abril del año subsiguiente; al amparo como se dijera, de

argumentos falsos y completamente injustificados; como tampoco, del artificioso

cinismo con que el decreto libertario, alude al cese de las causas del arresto; pues
Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
sobre el particular, lo que cabe preguntarse, es desde qué perspectiva, se puede

apreciar el cese de extremos que en realidad, nunca existieron.

La situación verificada a la luz de los mentados decretos, se encuentra

corroborada además, con el testimonio de quienes acompañaban a los Gutheim en

el momento de su detención; y el propio personal de la División Delitos Federales

que fue destacado para cubrir funciones de traslado y custodia de aquellos,

durante las “reuniones” celebradas. Es más: cabe aseverar a ésta altura, que la

pluralidad de los relatos obtenidos, son concordantes y coincidentes entre sí, e

incluso, con lo manifestado por el propio Martínez de Hoz, en sus declaraciones

informativa e indagatoria prestadas en autos.

Lo que resulta necesario entonces, en los fines de someter la conducta


USO OFICIAL

del encartado por su vínculo con los hechos acreditados semiplenamente, es

desentrañar, primero, el verdadero motivo de la privación de libertad de Federico y

Miguel Gutheim; para luego, demostrar el modo en que se conecta, la actividad de

José Alfredo Martínez de Hoz con tales eventos.

Vuelvo entonces sobre un aspecto que, por curioso, no deja de ser

eficiente en términos de entidad probatoria. Esto es, la “documentación” de las

reuniones mantenidas por los detenidos Gutheim, y los representantes de las

importadoras de Hong Kong, los días 10, 11, 12 y 13 de enero de 1977.

Véase: las reuniones “conciliadoras” propiciadas por el Ministerio de

Economía –o bien, por el Sr. Secretario de Comercio Exterior, bajo directivas del

propio Ministro Martínez de Hoz-, se documentaron a través de las referenciadas

actas notariales que labró el Notario Enrique Félix Oks; con un evidente espíritu de

dotar de un margen de “legalidad” los procederes llevados a cabo.

Y se articulación con los Gutheim revistiendo el carácter de detenidos,

a través de los oficios del Sr. Ministro del Interior, por cuya órbita de responsabilidad,

transcurrían todas las cuestiones relacionadas con las detenciones, libertades,

traslados, etc. de la índole a la que respondía el Decreto PEN. nª 2840/77 -del que el

propio Harguindeguy fue uno de sus otorgantes junto con el Presidente de Facto

Videla-.
Vale la aclaración que la celebración de las reuniones conciliadoras,

bajo acta notarial y con los Gutheim detenidos, fue la “solución” que convinieron

Martínez de Hoz y Harguindeguy, para dar respuesta al “compromiso” que el propio

Martínez de Hoz, había asumido ante los importadores orientales, en oportunidad de

su paso por Hong Kong, luego de visitar Singapur –conforme el mismo reconociera

en su indagatoria-.

Conforme lo reseña el entonces Fiscal Nacional de Investigaciones

Administrativas, Dr. Ricardo Molinas, se tuvo por acreditado:

a. Acta del 10 de enero de 1977.

Participan de la reunión, celebrada en oficinas sitas en Avenida de

Mayo 1316, piso 20ª, Depto. “H” de ésta Ciudad, Federico Gutheim –apoderado de

SADECO-, Miguel Gutheim; Moisés Jaime Nun –apoderado de Federico Gutheim-,

Juan Carlos Hermann –Gerente de Luis Dreyfus y Cía. Ltda. , y representante de

Gordon Voodorffe y Co-Far East Ltdo. Hong Kong-; Wellington M.K. y Kenneth Fang –

por Central Textiles Ltda.. Hong Kong, Spinners Ltda., Tai Textile Co. Ltda.., Nan Fung

Textiles Ltda., The Textile Coproration of. H.K. Ltda.., Symphone Textile Ltda.. y South

Pacific Textiles Industries BBD-; José Juan Di Fiore como asesor general de los Sres.

Fang y Lo; la traductora Susana Palladito y “varios funcionarios policiales que

condujeron a los Gutheim a las oficinas”.

Abierto el acto, Agustín Jaime Pazos, Subsecretario de Comercio

Exterior del Ministerio de Economía, exhortó a los presentes a lograr un avenimiento

conciente que contemple los intereses de ambas partes en homenaje a la seriedad

que impone a todas las transacciones el Gobierno de la República Argentina, el

cual “no intervendrá en las reuniones” pasando luego a deliberar los interesados y

apoderados, conviniéndose pasar a cuarto intermedio para el día siguiente.

b. Acta del 11 de enero de 1977.

Documenta la reunión mantenida el día siguiente al acta anterior, en

las oficinas sitas en Avenida Santa Fè 873, piso 3ª de ésta Ciudad, incluyendo a las

mismas personas y representación que la del día 10/1/77; en la que no se arriba a

ningún resultado positivo.


Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
Es llamativo en ese acta, lo constado en relación a la nueva suspensión

por “indisposición del Sr. Federico Gutheim”, aceptada por Fang y Lo, aunque sin

dejar de resaltar “que la invitación del Dr. Pazos era de que se trabajara de 8 horas a

20 horas para terminar en tres días ésta situación”.

c. Acta del 12 de enero de 1977.

Reunión celebrada por las mismas partes en el domicilio antes

señalado, da cuenta de la presenta del Dr. Horacio Rodolfo Vega, en

representación de Agustín Jaime Pazos, y abriendo el primero el acto con expresa

exhortación “a seguir con las tratativas de llegar a un acuerdo dado que existen las

posibilidades de ello”, manteniendo su posición de no intervención en las

negociaciones.
USO OFICIAL

Se resalta en ese acta, la manifestación efectuada por Fang y Lo, en

cuanto “luego de agradecer el interés que ha puesto el Ministerio de Economía a

través de la presencia de un funcionario en la reunión, indica que si llega a un

arreglo satisfactorio se le puede asegurar al Ministerio que Hong Kong será uno de

los mejores compradores de algodón de la República Argentina así como de otras

mercaderías.

Se declara que las negociaciones llegan a un punto muerto,

decidiéndose comunicar de ello al Dr. Vega e invitándolo a concurrir; conviniendo

finalmente una nueva reunión para el día siguiente.

d. Acta del 13 de enero de 1977.

Labrada en el mismo lugar y con la presencia de los mismos

intervinientes mas el Dr. Vega, a quien las partes le solicitaron su intervención por no

haber arribado a acuerdo alguno.

El asesor de Fang Lo –Di Fiori- efectuó una significativa indicación: “…

que en sus recientes visitas a Hong Kong S.E. el Sr. Ministro Dr. Martínez de Hoz y el Señor

Subsecretario del SECENEI Dr. Agustín Jaime Pazos pudieron tomar conocimiento de la gran

incidencia y repercusión que tuvo allá el incumplimiento de SADECO respecto del envío de

4760 toneladas de algodón, hecho que adquirió relevancia de tal magnitud que estuvo a punto

de decretarse el boicot a todos los productos argentinos, lo que se evitó gracias a la


intervención del Señor Cónsul Gral. Argentino en Hong Kong, con la promesa de que habría

de llegarse a un arreglo equitativo …”.

Y más aún: se dejó constancia que los Sres. Fang y Lo, habían sido

invitados por el Gobierno Argentino con la promesa de que iba a llegarse a un

acuerdo satisfactorio. Éstos le manifiestan en el acta al Dr. Vega su agradecimiento

a él y su Gobierno por ayudarlos a arreglar ésta caso, no obstante no haber llegado

a solución alguna por no ponerse de acuerdo las partes.

Es de aclarar una vez mas y expresamente, que lo expuesto tiene lugar

con arreglo a lo manifestado en la citada presentación de la FNIA., que a su vez ha

sido corroborado con los testimonios recogidos en la causa, que excluyen de todo

óbice la aceptación de la celebración de las reuniones en cuestión, con los

recaudos notariales antes señalados.

Una primer reflexión me asiste formular, sobre el modo de

documentación de las citadas reuniones: la escasa convicción que evidentemente,

le asistía a Martínez de Hoz, sobre la legalidad de tales procederes.

Esto deviene de tal modo, por cuanto resultaba a todas luces evidente,

la ilegal detención de los Sres. Gutheim padre e hijo; y que con toda seguridad,

existían vías verdaderamente legales de re encauce de la relación comercial

particularmente establecida por SADECO S.C.A. con los importadores extranjeros; y

de los vínculos comerciales que el Gobierno Argentino podía establecer, o al menos

mantener, con distintas plazas internacionales, y entre ellas Hong Kong.

La articulación de las inexplicables negociaciones –cabe preguntarse,

desde qué perspectiva se pueden negociar acuerdos comerciales estando privado

de la libertad, por tiempo indefinido, y por una Dictadura que paralelamente,

llevaba a cabo un plan sistemático de desaparición de personas-, parece en

verdad, la solución menos viable al “problema” suscitado; que ya y teniendo en

cuenta las endebles justificaciones esgrimidas por Martínez de Hoz, sobre la base de

las políticas económicas de su gestión –a las que la Historia reconoce como

orientadas justamente en un sentido contrario, es decir, a la destrucción del aparato

productivo nacional, y no al establecimiento de vínculos comerciales para fomentar


Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
exportaciones-, éstas devienen insignificantes, ante el tamaño delito que se

perpetraba ya, con la sola privación ilegal de la libertad de los Sres. Federico y

Miguel Gutheim.

La determinación del Ministro de Economía para instruir a su Secretario

de Comercio Exterior –Fraguìo-, para consensuar un proceder con el Ministro del

Interior -Harguindeguy-, y en definitiva, para propiciar -de acuerdo con el testimonio

del Comisario Colotto- la libertad de Federico y Miguel Gutheim, no es la de un

funcionario público decidido cuanto menos, a proceder caminando por la cornisa

de la legalidad, sino mas propiamente, la de llevar adelante procederes de cuyas

resultas, habrá de obtener algún beneficio –personal o funcional/institucional-, sin

que se repare, de ningún modo, en que dichas conductas involucran


USO OFICIAL

escandalosamente, la incursión en tipos penales de gravedad inusitada.

Sobre éstos pilares, y sea cual fuere el interés que representara José

Alfredo Martínez de Hoz –por el hipotético vínculo con Luis Dreyfus y Cía. Ltda., por el

compromiso asumido ante los importadores orientales, o por meras cuestiones de

política comercial del Gobierno Nacional-, no puede aceptarse bajo ningún

concepto, primeramente, que la detención de los Gutheim, esté disociada de la

intervención requerida al Sr. Ministro de Economía, por los incumplimientos

contractuales señalados; que la presunta “neutralidad” Ministerial que pretenden

traducir las actas respecto de las negociaciones no era tal, sino que además de

oficiar el citado Ministro, como el motorizador esencial –a través del Secretario de

Comercio Exterior-, traía consigo el objeto de propiciar una solución consonante con

los intereses de los importadores extranjeros; que la modalidad adoptada para

arribar a la “conciliación” fue en verdad, una clara manifestación del modo en que

se ejercía presión –por no decir coacción- para que los Gutheim “llegaran a un

acuerdo” con las otras partes; y que el mantenimiento de la calidad de detenidos

de éstos, ante la intimidante presencia de los “acreedores” de entrega de

mercaderías, junto con el personal de custodia y hasta el mismísimo Secretario de

Comercio Exterior, el Dr. Fraguìo, y/o su representante Dr. Vega, configuraron la

extorsión de que les hicieron objeto.


Habré de explicar entonces y seguidamente, el modo en que

considero se relaciona el proceder extorsivo con la figura del otrora Ministrio de

Economía de la Nación, y desde la condición ejercida.

Los reconocimientos operados por aquel en el marco de su

declaración indagatoria, no tienen la virtud propia de un sinceramiento ante la

requisitoria judicial, sino el sentido y significación de enarbolar, una pretendida

excusa absolutoria sobre la marcha de las negociaciones y sus diversas implicancias.

A ésta altura, es verdaderamente dificultoso desentrañar, cuál pudo

haber sido, el esencial móvil de la perpetración de tamaño ilícito; por cuanto la lisa

y llana aceptación de las razones de conveniencia y políticas de estado esgrimidas

por el procesado, invitan a una pueril e ilusa aceptación de razones. La gravedad

de los sucesos, y la significativa inversión de recursos aplicada a “solucionar” la

situación configurada por la firma SADECO S.C.A. respecto de los acreedores

extranjeros –esto es, la directa avocación a la cuestión del Ministro de Economía y

Secretario de Comercio Internacional; el otorgamiento de un Decreto PEN. de

privación de la libertad; la privación de libertad misma del empresario Gutheim y su

hijo; la preocupación transmitida por un consejero económico en Hong Kong al Sr.

Ministro; el traslado de los acreedores a la República Argentina para reunirse con los

“deudores”; y la articulación del plan de la extorsión- hace presumir, la existencia de

intereses mucho mas relevantes, significativos y por que no, ocultos, de los que,

naturalmente, podrían verse involucrados en un incumplimiento contractual de

carácter internacional.

No obstante ello, cierto es que el transcurso del tiempo, en éste caso,

conspira con el esclarecimiento de tales aspectos, y ante el tamaño de los ilícitos ya

comprobados con el grado que la instancia amerita, deviene dispendioso introducir

el análisis al complejo entramado de relaciones que pudieren llegar a inferirse, de los

grupos y sociedades extranjeras y su eventual vinculación con los imputados; la que

en ésta emergencia procesal no puede desvirtuarse, cuanto menos al advertirse

que el proceder extorsivo, evidentemente, se dirigió en función de favorecer los


Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
acuerdos que garantizaran una salida funcional a los intereses de los empresarios de

Hong Kong.

Entonces, es verdaderamente desproporcionado, el celo que sobre la

regularización de ésta controversia de intereses, expresó el comportamiento y

conducta de los funcionarios argentinos, entendida ésta como la articulación de los

procederes descriptos en el considerando primero, que integran la actuación del

otrora Presidente de Facto Jorge Rafael Videla, al Ministro del Interior Albano

Eduardo Harguindeguy, y al Ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz.

En verdad, lo inexplicable de sus conductas –y con el énfasis que en

esta decisión alcanza a Martínez de Hoz-, es que las mismas sólo admiten respuesta

en la estructuración, consensuada y debidamente direccionada, de un proceder


USO OFICIAL

extorsivo sobre Federico Gutheim y su hijo, integrado con la eficiente –e ilegal-

privación de sus libertades, propiciando un escenario absolutamente desventajoso

para éstos, e inversamente funcional a los intereses acreedores, al amparo de un

garante por demás caracterizado: la Dictadura Militar Argentina.

No podrá, bajo ningún aspecto, considerarse a José Alfredo Martínez

de Hoz, ajeno a los hechos así reputados, sino mas bien y por el contrario, lo habré

de tener como el principal responsable de los hechos que semiplenamente se

encuentran acreditados, y que merecerán la subsunción típica de la que haré

expresión en el considerando 3. –arts. 45 del CPN. y 366 y cc. del CPMP-; siendo en

virtud de ello acreedor, a la decisión de mérito que quedará plasmada en la parte

resolutiva del presente.

Tercero:

El encuadramiento típico.

Los hechos cuya perpetración he tenido por corroborada, a tenor de lo

expresado en el considerando primero; y de los que he responsabilizado a José

Alfredo Martínez de Hoz, de conformidad con lo expuesto en el considerando

segundo; tienen adecuación típica a la figura contenida en el artículo 170 del

Código Penal de la Nación –secuestro extorsivo-, el que se le habrá de atribuir en el

carácter de autor –art. 45 del CPN.- y por su comisión en la forma reiterada de dos
(2) hechos, los que habrán de concurrir materialmente entre sí, cada uno de los

cuales se caracteriza, respectivamente, con los casos acreditados en referencia a

los Sres. Federico Gutheim y Miguel Ernesto Gutheim respectivamente.

Asimismo, y en cuanto a los agravantes que tal figura prevé, a partir de

las modificaciones introducidas con motivo del dictado de la Ley nª 25.742 de junio

de 2003, he de resaltar que el causante no será pasible de ellas, a tenor que le asiste

las garantías constitucionales previstas en el artículo 18 de la Carta Magna, y en ese

contexto, la posibilidad de la aplicación de la Ley Penal mas benigna; que se

traduce en el caso, en la ineficiencia de la consideración de los agravantes

contemplados en el texto legal vigente, teniendo en cuenta la fecha de comisión

del ilícito y la conformación del tipo postulado a ese tiempo, exento de los mismos;

pudiendo añadirse que con excepción de lo apuntado, el delito no ha

experimentado modificaciones en sus aspectos materiales.

Cuarto:

El cumplimiento efectivo de la prisión preventiva.

Ahora bien, teniendo en cuenta las consideraciones precedentemente

efectuadas, corresponde analizar si resulta pertinente la detención de José Alfredo

Martínez de Hoz a los fines de este proceso.

En tal sentido, debe recordarse que por expreso imperativo de las

decisiones abonadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en éstos

actuados y los conexos “Videla, Jorge Rafael … “ de éste registro, han de

considerarse los hechos pesquisados, como inmersos en el marco de criminalidad

propio de los crímenes aberrantes cometidos durante la última dictadura militar , y

que han sido definidos de manera vasta y reiterada por la Doctrina y la

Jurisprudencia como “crímenes de lesa humanidad”, calificación que ha permitido

la vigencia de la acción penal de los procesos sustanciados en esa virtud, y de esta

causa que se le sigue al antes nombrado.

Entonces, y efectuada tal aclaración, desde el punto de vista de las

garantías constitucionales en juego, y a partir del fallo plenario “Diaz Bessone,

Ramón Genaro s/ recurso de inaplicabilidad de ley” en adelante, ya no quedan


Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
dudas en nuestro medio que la llamada “tesis del riesgo o peligro procesal”, es la

que debe ser empleada a efectos de determinar cuándo procede cautelar la

libertad ambulatoria de un imputado sometido a proceso o no.

Criterios históricamente aceptados, como la magnitud de la

expectativa de pena a aplicar en caso de recaer condena, la gravedad del hecho

y/ó la repercusión o alarma social por él generada, ya no pueden tener legítima

cabida para nuestra Constitución Nacional, como tampoco la categoría de los

otrora “delitos inexcarcelables”.

En consecuencia, únicamente debe disponerse el encierro preventivo

de un procesado en la medida en que se presuma fundadamente que su libertad

durante el proceso habrá de entorpecer la investigación o que intentará sustraerse


USO OFICIAL

al accionar de la Justicia.

Dicha presunción es la única que compatibiliza, de manera

constitucionalmente aceptable, el derecho de la sociedad a obtener Justicia de

parte del Estado con el del individuo sometido a proceso a que se respeten sus

derechos y garantías, y fundamentalmente el principio de inocencia que le ampara

en toda instancia.

En tal sentido, la pregunta que asiste formular es: ¿cuándo puede

presumirse que existe fundadamente tal riesgo?

En el caso bajo análisis, no parece desatinado señalar que, quien es

hallado responsable de la perpetración de gravísimos hechos contra la libertad de

dos personas –que se inscriben además como se dijera, en el marco de criminalidad

suprema como el conocido a partir de los hechos aberrantes acaecidos durante la

última Dictadura Militar-, es evidente la escasa significación que tan preciado bien

jurídico representó para el agente ante la eventualidad de delinquir o no;

circunstancia que torna lícito conjeturar que tampoco habrá de respetar otros

valores, tales como la Justicia o la sujeción a un proceso.

En estas circunstancias, estimo que no sólo es legítimo sino que es

fundado abrigar el temor que, un sujeto procesado por tamaño crimen, pueda

intentar eludir la acción de la Justicia o entorpecer esta investigación, de tener la


posibilidad de hacerlo, por cuanto si no se detuvo para respetar vallas morales o

bienes jurídicos aún más importantes, tampoco tendría por qué hacerlo respecto de

otras acaso menores o subordinadas a aquellos.

No es que, entonces, proceda el encierro preventivo de Martínez de

Hoz por la gravedad del hecho que habría cometido, sino porque se abriga el temor

fundado de que ponga en riesgo los fines que el Estado persigue con este proceso,

temor que -en todo caso- es cierto se deriva de la gravedad de la conducta por la

que se encuentra procesado, pero sólo en modo indirecto.

La distinción resulta importante por cuanto entiendo que es la única

que realmente compatibiliza el derecho de la sociedad y del Estado a hacer Justicia

con las legítimas garantías que amparan al justiciable, siendo tal restricción del todo

fundamentada en función de los fines de este proceso, en el que -reitero- se

investigan hechos de suma gravedad, perpetrados en un marco de criminalidad

que mucho le ha costado a la Nación Argentina, abordar con decisión.

A fin de no esterilizar tal esfuerzo, poniendo innecesariamente en riesgo

los altos fines que con este proceso intenta tutelarse, es que -según considero-

corresponderá y así lo habré de decidir, decretar la detención preventiva de José

Alfredo Martínez de Hoz a los fines de este proceso (Art. 366 CPMP).

En otro orden de ideas, estimo oportuno destacar que el Superior -en su

decisorio dictado en la causa Nro. 27.190, Reg. 29.143, 06/11/2008- ha reiterado las

consideraciones efectuadas en el punto VI - A) de la causa n° 24.343, oportunidad

en la que se afirmó “… que los sucesos que se investigan, fueron parte del ataque que sufrió

la población argentina durante el período comprendido entre los años 1976 y 1983, dado que

las víctimas de estos hechos habrían soportado el efecto del terrorismo de estado,

avasallándose sus derechos durante su ilegítima detención, en la que también se pretendió

arrancarle medidas de neto corte comercial …”, y que “… se corrobora que el contexto de

acción incrementó la peligrosidad de los ilícitos sufridos por Federico y Miguel Ernesto

Gutheim, ya que fueron víctimas de delitos cometidos por las máximas autoridades de la

República, integrantes de la fuerza de seguridad, y en definitiva con la impunidad plenamente

asegurada …”.
Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
También ha sostenido la Alzada en ese mismo decisorio que “… Cabe

reiterar que se sostuvo que: …en el transcurso de los años posteriores a la asunción de las

autoridades constitucionales … se desarrollaron conductas que indefectiblemente se han

orientado a la obstrucción del descubrimiento de la verdad, llevadas a cabo por distintos

medios y en diversas situaciones político-sociales por quienes resultaban eventuales

imputados y ciertos sectores que apoyaban su férrea oposición a que el actuar ilegal de

aquellos sea sometido a juicio…tal, el intento de sustraerse a cualquier clase de juzgamiento

a partir del dictado de la ley n° 22.924, conocida como la “ley de autoamnistía … ante este

estado de cosas, no resulta irrazonable inferir que quienes en su momento pudieron edificar

un plan cuyas características todavía persisten y desarrollaron durante años conductas que -

con directas consecuencias en decisiones de los tres poderes del Estado- lograron
USO OFICIAL

obstaculizar el total esclarecimiento de lo sucedido, de recuperar su libertad continúen con

actitudes tendientes a impedir que pueda arribarse a ese cometido…”.

Prosiguió el Superior afirmando -en aquella oportunidad- que “… No es

ocioso señalar que la presunción basada en la expectativa de pena prevista para los delitos

que se le atribuyen a Albano Eduardo Harguindeguy, encuentra refuerzo en el reconocimiento

que hizo la Corte Suprema de Justicia de la Nación del interés estatal en la persecución de

este tipo de delitos y fundamentalmente de su compromiso de investigarlos, perseguirlos y

sancionarlos, que proviene de su condición de delicta iuris pentium … su persecución

imperativa de acuerdo a principios surgidos del orden jurídico internacional con jerarquía

constitucional justifican la restricción de la libertad del imputado en pos de arribar sin

inconvenientes a una sentencia que ponga fin al proceso, máxime cuando nuestras normas

procesales no contemplan el juicio en ausencia (Corte Suprema de Justicia de la Nación

causa n° 259- A.533 XXXVIII- “Arancibia Clavel, rta. El 24/08/2004. Además ver Corte

Interamericana de Derechos Humanos, Barrios Altos, Serie C n° 451, del 14 de marzo de

2001, considerando 48°; de esta Sala la causa n° 17.889, “Simón, Julio”, rta. El 9/11/2001,

reg. n° 19.192, entre muchas otras)” -CCCFED, Sala II, causa Nro. 27.190, Reg. 29.143,

06/11/2008-
Por último, corresponde concluir que el riesgo de que José Alfredo

Martínez de Hoz intente eludir la acción de la justicia o entorpecerla resulta ser un

riesgo concreto, ello en virtud de los argumentos esgrimidos precedentemente, en

consecuencia deviene necesario tal como se adelantara anteriormente proceder al

encierro preventivo del nombrado; para lo cual será dispuesta, la articulación de las

urgentes diligencias del caso, tendientes a la materializacion de tal cautela

personal.

Quinto:

La cautela pecuniaria:

Junto con la decisión de mérito de la que será objeto José Alfredo

Antonio Martínez de Hoz, y vinculatoria de él al presente proceso, y la efectiva

cautela personal que de acuerdo con el considerando cuarto será decidida en su

cápita, se le habrá de imponer embargo sobre sus bienes personales, de acuerdo

con las pautas consideradas en el artículo 411 y cc. del Código de Procedimientos

en Materia Penal.

Que lo haré, procurando garantizar la eventual aplicación de una

pena de contenido pecuniario, su pertinente indemnización civil, y las costas del

proceso que, eventualmente, le pudieran corresponder en el caso de arribar al

dictado de una sentencia condenatoria; lo que habré de hacer, sobre parámetros

de razonabilidad y constituyendo, como eje de toda consideración, la particular

situación a la que se vieron sometidos los Sres. Federico y Miguel Gutheim; tanto por

la ilegal privación de sus libertades personales, como por la presión extorsiva de la

que fueron objeto –y que según surge del testimonio prestado por el segundo,

habría implicado la exigencia dineraria de dos millones seiscientos mil pesos ($

2.600.000) como recaudo para su liberación-.

Entonces, habré de fijar como cautela pecuniaria, la suma resultante

de la evaluación del tópico según tales parámetros; y cuya expresión quedará

sentada en el punto resolutivo pertinente.


Poder Judicial de la Nación
2010 - Año del Bicentenario
Asì las cosas; por las consideraciones de hecho y derecho

precedentemente invocadas, y haciendo en consecuencia la misma y su normativa

pertinente de aplicación; es que entiendo y consecuentemente;

RESUELVO:

I. DECRETAR LA PRISIÒN PREVENTIVA DE CUMPLIMIENTO EFECTIVO

en la presente causa nª 12.649/2006 y respecto de JOSÈ ALFREDO MARTÌNEZ DE HOZ

–de las condiciones personales obrantes en autos-, por considerarlo prima facie y

por semiplena prueba en su contra, autor penalmente responsable del delito de

secuestro extorsivo, cometido en forma reiterada (dos oportunidades) –arts. 366 y

cc. del CPMP. ; 45,55 y 170 del CPN.-.

II. MANDAR TRABAR EMBARGO sobre sus bienes personales, hasta

cubrir la suma de PESOS DOS MILLONES ($ 2.000.000).

III. En virtud de lo ordenado en los puntos I. y II. antecedentes,


USO OFICIAL

DISPONIENDO LA INMEDIATA DETENCIÒN y PUESTA A DISPOSICIÒN DE ÈSTE TRIBUNAL

de JOSE ALFREDO MARTÌNEZ DE HOZ, en calidad de DETENIDO Y COMUNICADO.

Así también; contando el causante con domicilio de residencia en el

ámbito de jurisdicción de éste Tribunal, ya haciéndose de aplicación las

prerrogativas contenidas en el artículo 339 y cc. del Código de Procedimientos en

Materia Penal, LÌBRESE ORDEN DE ALLANAMIENTO a ser diligenciado en el día de la

fecha, con especial habilitación de hora inhábil, y con intervención del

Departamento INTERPOL de la Policía Federal Argentina, contra aquel, sito en la

calle Florida 1025, 4° piso, Departamento “G” de ésta Ciudad, y al efecto de hacer

efectiva la INMEDIATA DETENCIÒN de JOSÈ ALFREDO MARTÌNEZ DE HOZ, para su

puesta a disposición de éste Tribunal en el carácter de DETENIDO Y COMUNICADO.

IV. Notifíquese al Sr. Agente Fiscal de la Instancia, a las querellas y

defensa –mediante el libramiento de las cédulas de diligenciamiento en el día que

correspondan, acompañándose copia certificada del presente-, protocolícese,

comuníquese y firme que sea, prosiga la presente causa según corresponda.

Ante mí.

Potrebbero piacerti anche