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LA TEORÍA DE LA IMPUTACIÓN OBJETIVA COMO PARADIGMA

DE LAS RECIENTES REFORMAS EN MATERIA DE JUSTICIA


PENAL

Sin lugar ha dudas que la teoría de la imputación objetiva ha modificado


la teoría del delito.

Frente a la situación bajo un modelo causalista, la imputación objetiva


supone la normativización, y por ende la revolución del contenido del tipo
objetivo, la misma que no puede conceptuarse como una simple valoración
neutral de su suceso físico-causal.

Este enriquecimiento del tipo, de carácter objetivo-valorativo, se suma al


enriquecimiento subjetivo (para los delitos dolosos) definido por el finalismo con
el tipo subjetivo.

Luego, se puede afirmar que el elemento común más importante de


todas las elaboraciones doctrinales rotuladas “Imputación objetiva” está, sin
lugar a dudas, en la necesidad imperante de introducir filtros objetivos-
normativos en la teoría del tipo. En esta dirección se dirigen las críticas
provenientes1 del finalismo a la teoría de la imputación objetiva.

Estas críticas – que, pese a constituir una puesta en duda radical de las
tesis mayoritarias2, no han recibido, por lo general, una respuesta concluyente
por parte de los partidarios de la teoría de la imputación objetiva 3- plantean
una de las cuestiones esenciales en el plano metodológico de las
aproximaciones formuladas bajo el nombre de “imputación objetiva”: Precisar
en qué consiste –si es que existe-su carácter objetivo.

1
La validez de la teoría de la imputación objetiva también se ha puesto en duda, en ocasiones, por
diversos sectores doctrinales minoritarios desde otras premisas distintas de las aludidas en el texto, con
argumentaciones que para lo que aquí interesa no son de interés central, y que por ello tan sólo se reseñan
a continuación de modo muy breve. Así, en este sentido, RODRÍGUEZ DEVESA/ SERRANO GÓMEZ,
Derecho Penal Español, Parte General, 17ª edición, Madrid, 19994, pág. 371 y ss., 378 y ss., quienes aún
optan por tratar en el plano de la causalidad diversos supuestos que hoy suelen considerarse
pertenecientes al ámbito de la imputación objetiva; por su parte , COBO DEL ROSAL/ VIVES ANTÓN,
Derecho Penal, Parte General, 4ª edición, adecuada al Código Penal Español de 1995 Por María Isabel
Valldecabres Ortiz, Valencia, 1996, pág. 385 y ss., 388 y ss., rechazando la teoría de la imputación
objetiva, distinguen entre “relación de causación” y “relación de causalidad”, concibiendo la primera
como algo material y la segunda como relación ideal que concurrirá de existir “procedibilidad”
2
Así SILVA SÁNCHEZ, (“Introducción” a: BERND SCHÚNEMAN (Ed.), El Sistema Moderno del
Derecho Penal: Cuestiones Fundamentales (Trad. De Jesús María Silva Sánchez), Madrid, 1991, pág. 18).
Convirtiéndose, para SILVA SÁNCHEZ, sin duda alguna en una de la cuestiones importantes en la
discusión actual.
3
Con un análisis global de la crítica del finalismo contrario a la imputación objetiva, FRISCH, Tipo
Penal e imputación Objetiva (traducción de Manuel Cancio Meliá, Beatriz de la Gángara Vallejo, Manuel
Jaén Vallejo, Carlos Pérez del Valle, Yesid Reyes Alvarado y Arturo Ventura Púschel), Madrid, 1995, pág.
63 y ss.
El problema comienza ya con la idea, de que el poder de actuación
encuentra sus fronteras en los principios generales de la experiencia, de tal
manera que lo extraordinario cae por fuera del poder de actuación final.

Ya Roxin ha reprochado a los finalistas por no saber analizar


correctamente el problema, ya que si ni siquiera existe un riesgo jurídicamente
relevante no surge en absoluto el problema del dolo. ROXIN afirma que “si sólo
los desvíos causales “esenciales”, pero no los “no esenciales”, hacen excluir al
dolo, entonces es visible que la decisión sobre “esencialidad” es un juicio de
valor objetivo y no la verificación de una estructura final ontológica dada 4.” Es
decir, la falta de conducción final es sólo una argumentación aparente, que
utiliza criterios objetiva-valorativos de forma camuflada, porque criterios como
el riesgo general de vida, u reglas generales de experiencia no son más que
criterios objetivos que poco o nada tienen que ver con el finalismo.

4
Véase ROXIN, Citado por FEIJOO SÁNCHEZ, en Imputación objetiva…op.cit. pág.103. De acuerdo
con este argumento, MARTÍNEZ ESCAMILLA, Imputación Objetiva…op.cit. pág. 316

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