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Las primeras noticias de la existencia de Llerena aparecen en una carta que el arzobispo fray Andrés de Carvajal le envía a Felipe II el 21 de julio de 1571. Para esa fecha lo encontramos no sólo de sacerdote y organista de la Catedral de Santo Domingo, sino también de catedrático de gramática latina en la Universidad de Gorjón, puesto que ocupó por más de 40 años.
Las primeras noticias de la existencia de Llerena aparecen en una carta que el arzobispo fray Andrés de Carvajal le envía a Felipe II el 21 de julio de 1571. Para esa fecha lo encontramos no sólo de sacerdote y organista de la Catedral de Santo Domingo, sino también de catedrático de gramática latina en la Universidad de Gorjón, puesto que ocupó por más de 40 años.
Las primeras noticias de la existencia de Llerena aparecen en una carta que el arzobispo fray Andrés de Carvajal le envía a Felipe II el 21 de julio de 1571. Para esa fecha lo encontramos no sólo de sacerdote y organista de la Catedral de Santo Domingo, sino también de catedrático de gramática latina en la Universidad de Gorjón, puesto que ocupó por más de 40 años.
El entrems de Llerena se sita en la defensa de los aborgenes al
censurar la violencia de las autoridades de la colonia, lo que provoc la ira de los oidores y el exilio del propio Llerena. en realidad se inscribi entre los llamados escritores de tradicin dramtica La vida de Cristbal de Llerena ha quedado oculta tras los velos del tiempo y las vicisitudes de la vida colonial de La Espaola. Tratemos pues de reconstruir la vida de este singular religioso, catedrtico y dramaturgo del siglo XVI, cual quien arma un rompecabezas al que faltan sus piezas principales. Llerena nace alrededor de 1540. Su juventud debe haber sido algo disipada, segn se desprende de una carta que el arzobispo D. Alonso Lpez de vila le escribe a Felipe II el 16 de julio de 1588, y en la que se describe a Cristbal de Llerena en los siguientes trminos: Cundo enmend su vida o cundo decidi seguir su vocacin religiosa, dnde estudi o dnde se orden sacerdote, son incgnitas que tal vez nunca lleguemos a saber.
Las primeras noticias de la existencia de Llerena aparecen en una
carta que el arzobispo fray Andrs de Carvajal le enva a Felipe II el 21 de julio de 1571. Para esa fecha lo encontramos no slo de sacerdote y organista de la Catedral de Santo Domingo, sino tambin de catedrtico de gramtica latina en la Universidad de Gorjn, puesto que ocup por ms de 40 aos. El prelado encomia la labor de Llerena en los cargos que ocupa y lo propone para otros de mayor importancia:
Ay otro (clrigo) que se llama Xpoval de Llerena, que lee
Gramtica en el Colegio, natural de esta ciudad, y buen moo, y tae los rganos en esta yglesia y le damos partido; tambin en este estar bien cualquier merced. (. . .) Si caso fuere que V. M. quisiere disponer destas prevendas, ya tengo sealada una de las canongas al que lee Gramtica en el Colegio que se llama Xpoval de Llerena , ques taedor de la yglesia.[ii] En 1575 lo tenemos tambin de capelln menor del hospital San Nicols. El arzobispo Carbajal tambin da cuenta de esto al Rey, y refirindose a Llerena explica que: En 1576, slo un ao despus, Llerena llega a capelln mayor del hospital. Es, ciertamente, un ascenso vertiginoso en su carrera eclesistica dentro de la estructura colonial de La Espaola. Adems, para esa fecha, el arzobispo Carbajal lo vuelve a proponer para una canonja, y realza, una vez ms, las cualidades de Llerena: Coinciden estos aos con una grave crisis econmica en La Espaola. Las causas de este declive fueron principalmente externas: la piratera y el cambio de moneda ordenado por Felipe II para la Isla. Los piratas asolaban los puertos, atacaban los galeones espaoles en alta mar, e interrumpan el flujo normal del comercio entre los reinos americanos y la Metrpolis. En cuanto al cambio de moneda decretado por orden real en 1583, fue de consecuencias funestas para La Espaola. Se decret que cada cuarto en circulacin se marcara y valiera tres. Tal vez el problema no radic tanto en la orden real como en la actitud que tomaron autoridades, comerciantes y particulares en la Isla: adems de guardarse para s cuartos sin marcar, pagaban deudas y salarios con la moneda desvalorizada, mientras que para cobrar bienes y servicios, slo aceptaban los cuartos en su valor original. la Iglesia, as como los hospitales, colegios y asociaciones regidos por sta, sufrieron una merma incalculable de sus entradas econmicas: las rentas y tributos que ahora perciban eran slo un msero tercio. Las limosnas y los diezmos prcticamente cesaron. El malestar econmico y las injusticias que se cometan eran tantas y tan
graves, que el arzobispo don Alonso Lpez de vila se queja
repetidamente a la Corona. La universidad de Gorjn, donde Llerena se desempeaba como catedrtico de gramtica latina, se vea impedida de pagar los salarios de los profesores y la mayora de los gastos generales. Lpez de vila contina apelando a la Corona tan reiterada y amargamente, que en 1580 el Rey decide enviar a Rodrigo de Ribero como visitador.[v]
Ribero no arriba hasta 1583. Sus profundas pesquisas resultaron
en muchsimos y beneficiosos cambios para la institucin docente. Sorprende, asimismo, que la investigacin haya provocado no slo la destitucin de Cristbal de Llerena, sino tambin su encarcelamiento: l sbito destierro fue slo el comienzo de una serie de incidentes que el entrems suscitara. Al da siguiente de embarcado el cannigo, el maestre escuela y provisor, Juan de Angulo, excomulga a los alguaciles por su agravio a la autoridad eclesistica. Al prximo da, en plena misa, los oidores ofenden al provisor de palabra. Ante el nuevo agravio, el religioso decide renunciar a sus cargos eclesisticos.