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“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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DEDICATORIA

Al barrio de Montserrat.
A mi abuela, Juana Adamo. Ojalá mis nietos me recuerden
igual.
A la extraña representación de La Virgen en Pekín.
A Omar, mi pareja, que me ayuda y alienta día a día para que
haga lo que me gusta.
A mis hijos.
A mis amigas que me apoyaron y alentaron, Graciela
Vignoni y Claudia González De Vicenzo.
A quienes lean este relato y crean que la magia existe.

Patricia Luján Libertini.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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PRÓLOGO

Una casa en el barrio de Montserrat es la única que se


conserva en la cuadra con su construcción de origen,
formando parte del acervo histórico de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, Argentina.
Data del año 1800 aproximadamente y la extraña mujer que
la compra decide llamar a un equipo de arqueólogos para que
investigue la historia de la muda mansión desapareciendo
luego de manera misteriosa.
Su interior está en ruinas y los vestigios solo serían
encontrados efectuando excavaciones en dos pozos de
desperdicios que han quedado en el fondo de la misma.
La oficial de policía a cargo de la investigación de la
desaparición de la mujer descubre que esta no adquirió esta
finca de forma casual.
En los restos de la casa situada en Salta 245 se origina la
mística historia de nuestra protagonista que sin saberlo se
conectó con su pasado.
Develando una vida karmica, Margarita Adamo guardará el
secreto de un misterio descubierto de manera mágica, hasta
devolverlo a su lugar de orígen.
Para llegar a las raíces de esta historia, la oficial que
investiga, también historiadora, recorre pasajes de nuestro
país en épocas de transición en las que Buenos Aires tiene
una mezcla de dejà vu y modernismo propio de los tiempos
intentando parecerse a una Europa en todo su esplendor.
La colonización de nuestra tierra determinó un estilo en
Buenos Aires y el paso de extranjeros ha dejado una marca
religiosa y cultural que se ve reflejada en este relato.
China no es ajena, dado que se trata de la principal
protagonista.
La historia de una Virgen milenaria, LA VIRGEN DE
PEKIN, cuya real aparición no revela demasiados datos que
los que puedan tejerse en esta novela policial histórica.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
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ÍNDICE

PROLOGO- 3
1-CAPÍTULO I- La mujer, la historia y el amor. 6
2-CAPÍTULO II- ¿Quien era Felicitas Gómez? 18
3-CAPÍTULO III-Diario de excavaciones…13/11/2005 22
4-CAPÍTULO IV-Diario…20/11/2005 32
5-CAPÍTULO V- La niña Blanca 38
6-CAPÍTULO VI-La magia y la niña 50
7-CAPÍTULO VII-Los negros de Montserrat 62
8-CAPÍTULO VIII-La fiebre y la sanadora 85
9-CAPÍTULO IX- Informe oficial 98
10-CAPÍTULO X- La leyenda budista y la caja… 105
11-CAPÍTULO XI-Diario… 3/12/2005 120
12-CAPÍTULO XII-La religión y educación en china 124
13-CAPÍTULO XIII-Buenos Aires enferma 136
14-CAPÍTULO XIV-El lecho de los Dioses… 143
15-CAPÍTULO XV- FINAL 150

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Capítulo I
“La mujer, la historia y el amor”

División homicidios del Departamento Central de la Policía


Federal Argentina.

La Oficial Gómez, jefa de esa área, se encontraba en su


despacho recibiendo al jefe del Centro de Arqueología
Urbana de la Facultad de Arquitectura de la Ciudad de
Buenos Aires, quien se acercó a denunciar la desaparición
de Margarita Adamo, dueña de una finca de la calle Salta
245.

El profesional explicó entonces, que el equipo que lideraba


se encontraba en la dirección citada efectuando unas
excavaciones de investigación, a pedido de la dueña del
lugar y que al notar que ésta no pasaba por allí hacía más
de una semana ni atendía el teléfono de su domicilio
habitual ni tampoco su celular, esto llamó su atención y
supuso que algo anormal estaba sucediendo.

El caso fue asignado a la Oficial Gómez, que además es


historiadora.

Iniciando la investigación, la Jefa de División Homicidios se


presentó en el lugar de las excavaciones, la vieja casona de
referencia, donde encontró el diario personal de la
desaparecida.

En el mismo, su dueña contaba una historia mágica que


merecía la pena ser investigada.

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INFORME: Desaparición de la dueña de la vivienda


ubicada en la calle Salta al 245 del barrio de Montserrat,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

SUJETO: Margarita Adamo.

REPORTA: Felicitas Gómez- Directora del equipo de


investigación de homicidios del Departamento Central de
la Policía Federal.

Reporto que se ha presentado el Sr. Antonio García,


miembro del equipo del Centro de Arqueología Urbana de la
Facultad de Arquitectura de Buenos Aires, quien denunció la
posible desaparición de la Srta. Margarita Adamo, dueña de
la finca ubicada en la calle Salta 245, del barrio de
Montserrat, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Dejo sentado haber encontrado un diario de puño y letra con


firma de Margarita Adamo, dueña de la finca de la dirección
antes citada, contando sus experiencias desde el momento en
que decide llamar al Centro de Arqueología Urbana de la
Facultad de Arquitectura de Buenos Aires para la
observación del terreno y excavación de los pozos de la
propiedad en busca de indicios de condiciones de vida de los
habitantes que pasaron por esa morada.

Habiendo sido comprobada la veracidad de los hechos


descriptos en el diario, paso a transcribir testimonios:

Diario de excavaciones de Margarita Adamo


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2 de Noviembre, 2005.

“Me encuentro en el sótano de mi nueva casa. Es una vieja


construcción de la calle Salta, en el Barrio de Montserrat,
Buenos Aires. Aquí todavía quedan vestigios de una época
pasada.

La casa data de 1880 aproximadamente y aunque fueron


modificadas su fachada e interiores con agregados de
distintos estilos que la mano del hombre fue incorporando
de época en época, el sótano conservó su piso original de
arcilla en un lado y parte de cemento alisado, que se
agregó luego pero que no cubrieron los viejos pozos de
desechos que existían desde la anterior construcción, allá
por 1850.

Compré la propiedad el año pasado y supe entonces que me


aguardaba un secreto que de alguna manera me sería
develado.

Las paredes dejaban bastante que desear. El paso del


tiempo y el mal cuidado de los anteriores dueños, habían
hecho estragos difíciles de recuperar, pero nunca
imposibles.

Me encantan las construcciones de época. Paso horas de


mi día observando los detalles que no fueron mejorados o
modificados. Sus veredas, ventanas, dinteles… imagino
que habrán visto en sus años pasar a tanta gente, tanta
historia.

Suelo tener una costumbre, la llevo a cabo aunque el


dueño de casa me vea, tengo debilidad por las puertas de
madera. Siento que me acercan a alguien que alguna vez
vivió ahí y las tocó, poso mis manos en ellas un rato. La
madera guarda esa calidez que encierra la vida de un
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árbol. Siento que se comunica conmigo y hasta es posible
que le envíe un mensaje a aquel que vivió allí
recientemente; me acerca a un retazo de tiempo atesorado
en sus vetas.

En esa casa había algo, una energía que hacía que aún lo
feo y desvencijado se viera hermoso, una luminosidad
especial y una calidez incomparable.
Yo sabía que me deparaba algo emocionante, pero juro que
nunca imaginé fuera tan profundo e importante.

Llegué una mañana, unas semanas después de haber


puesto todos mis papeles al día y sentí que desde el sótano
algo o alguien me llamaban y descubrí entonces que el piso
del lugar estaba virgen. La tosca que lo cubría era original,
nada se había hecho en años y conservaba dos pozos de
desperdicios abiertos a inicios de la construcción, que
serían todo un tesoro para cualquier arqueólogo.

El sentimiento de paz y belleza me invadía aún, cuando un


destello brotó de uno de ellos y entonces confirmó que algo
importante se encontraba allí dentro.

Mi asombro fue cosa de un momento. Debo admitir que era


como si ya hubiese sabido que allí enterrado había algo
maravilloso.

Llamé sin dudarlo a una dependencia del Gobierno de la


Ciudad para que me guíen en los pasos a seguir y me
guiaron hasta la facultad de Arquitectura con el Centro de
Arqueología Urbana; ellos al otro día pasarían a ver.

Yo no podía esperar, pero otra cosa no me quedaba, así que


me dispuse a llevar a cabo otras tareas.
Al otro día, por la mañana recibí al grupo de profesionales.

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Observaron todo, desde la puerta hasta llegar al sótano y
los dejé trabajar tranquilos, pero no podía dejar de mirar,
como un chico con juguete nuevo.

Dispusieron los trabajos, me pidieron los planos, les di


unas copias que se llevaron y quedaron encantados,
confirmando el inicio de tareas para la próxima semana.

¡Cuánto tiempo! Pensé. Pero todo lo bueno lleva mucho,


me dije sin dudar (a mí todo me cuesta el doble).

Sea lo que sea, malo no sería y al menos averiguaríamos la


historia del lugar.
Mientras, hice lo posible para llegar a parte de la historia
del lugar hurgando entre libros y anotaciones.

Esa casa no existía cuando las invasiones inglesas. Pero


seguro que mucha historia se escondía en sus cimientos.

El nombre del barrio de Montserrat es de origen Catalán.


El barrio se inicia con el asentamiento de los colonos de
esas tierras, seguidores de la milagrosa virgen morena, “la
Moreneta”que se encuentra en Catalunya.

Guerras civiles y monarquías interrumpidas son parte de la


historia de esas tierras.

Se dice que los catalanes llegaron a nuestro país a partir


del 1800, pero bien se sabe que la iglesia de Montserrat
data de 1769 así que se estima el verdadero arribo entre los
censos de 1744 y 1887 y los oriundos de Cataluña, que no
serían más de 20 por aquel entonces, se encontraron aquí
con otros primos de otros pagos con los que no siempre se
llevaron del todo bien.

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El barrio es el más rico en monumentos históricos, la
historia es Montserrat y todo lo que el barrio tiene, refleja
la de nuestro país.

No olvidemos que el primer trazado lo hizo Juan de Garay


desde la Plaza Mayor el 11 de Junio de 1580, en la segunda
fundación de Buenos aires.

Estaba organizado en un cuadrilátero de 15 por 9


manzanas. Frente a la plaza se reservó una cuadra para el
primer Adelantado, lugar al que no le prestó nada de
atención, pues quedó abandonado por tanto tiempo que los
vecinos del lugar lo llamaron “El hueco de las ánimas”
pues allí eran arrojados toda clase de desechos, animales
muertos, cadáveres, etc.

Ahora en ese lugar se encuentra la Casa Central del


Banco Nación (su diseño original fue para el
funcionamiento del Teatro Colón, pero era tan lujoso que
no pudo tener el mantenimiento necesario y con las
debidas reformas se convirtió en lo que hoy es el banco).

El fuerte se hallaba donde hoy está la Casa de Gobierno y a


su alrededor, la Catedral, el Cabildo, la Pirámide de Mayo,
etc.

La primera casa que fue construida en el hueco de


Montserrat en 1790 y tuvo como dueño a Raimundo
Mariño.

Esta se levantó a pedido de los vecinos cansados de los


concurrentes a las pulperías, de los animales que poblaban
la zona y de las carretas.

Las chacras, donde estaban las quintas, en las afueras de


la ciudad, eran propiedad de los vecinos del centro y más
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allá, estaban las estancias donde se criaba el ganado
mayor, para abastecer a la población.

Casualmente mi abuela Juana Adamo, nació en Saavedra,


en un viejo casco de una de las chacras de verdura que
existían en esa época.
Cuando mi abuela vivía en esas tierras, todavía se
cultivaban verduras en ellas. Ella me contaba que cuando
chica, hasta su adolescencia, toda la familia trabajaba la
noche completa limpiando lechuga en grandes fuentones
ubicados en el patio cubierto con tinglado de chapas, pero
cuando hacía mucho frío, los niños y las mujeres
continuaban con el trabajo en la bañera de la casa. Esa
huerta es parte de mi herencia como así también una
estancia ambas en las afueras de la Ciudad.

El episodio del pozo en la casa de la calle Salta es uno


entre tantos a los que ya estoy acostumbrada.

Suelen colárseme de tanto en tanto algunas señales. Puedo


predecir el futuro sin saberlo pensando que se trata de un
juego.
A nadie le digo, sin embargo, que veo en sus hombros
recargada a “La Parca”. Ya otros se encargarán de
decírselo, yo no.

Me ha sucedido que a veces, cuando alguien toma su viaje


sin regreso, algún amigo o pariente, pasa a despedirse de
mí. Ya sé, soy rara. Pero así soy.

He intentado infructuosamente aprender el significado de


las cartas del tarot de memoria sin alegres resultados.

Sin embargo puedo leerlas y he adivinado exactamente el


futuro inmediato de una persona.

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Se que hay algo para mí que aguarda aparecer en su
momento.
Sé que hay alguien especial que llegará a mi vida para
compartirla hasta el final, hoy estoy sola.

Casi sin religión, más por obligación que por elección tomé
la católica. Pero hace algunos años me ha llamado la
atención el misticismo y la metafísica del Budismo en una
de sus ramas.

Me conecté de forma accidental con un practicante de esa


religión que me ha alentado y hablar de ello me produjo
mayor curiosidad y comencé a practicarlo con buen tino.

Volviendo a lo anterior, aseguro que puedo contactarme


con aquellos que alguna vez pasaron por la tierra.

Mi conexión más fuerte se ha producido en dos iglesias


hasta ahora, aunque en los cementerios también tuve
alguna experiencia.

El primero en la iglesia de la Santa Cruz, en San Cristóbal


y otro en la iglesia de Montserrat.

Una mañana me acerqué al primer templo para conocerlo,


dado que estaba escribiendo una historia que ligaba con
las madres de plaza de mayo que fueron sorprendidas y
secuestradas por Astiz en ese lugar y se encuentran
enterradas allí.

Al ingresar por una puerta lateral dado que la iglesia se


encontraba cerrada, me dieron permiso a acceder al ala
central.

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La iglesia es tan pequeña que consta nada más que de eso,
un ala central con unas cuantas filas de bancos y un
balcón donde se ubica un órgano.

Entré y me senté luego de haber recorrido brevemente el


pasillo central.
Me ubiqué en uno de sus bancos, pensando en donde me
encontraba y tratando de recordar los hechos allí acaecidos
hacía tantos años.

Sentí entonces con asombro la presencia de una


muchedumbre sentada a mi alrededor haciendo rechinar
los bancos de oscura y vieja madera, pero…estaba sola.

En la iglesia de Montserrat, que da sobre la Avenida


Belgrano, donde al ingresar se emplaza la réplica de la
virgen Morena, encontrada en una cueva del monte en
Catalunya, noté que había mucha muerte flotando en el
aire.

Casi nunca es feliz el hecho de presentir algo. Supe la


muerte de mi abuela y una amiga que hacía años no veía,
se conectó conmigo cuando falleció. Vino para despedirse.

Tampoco es fácil contar algunos acontecimientos que no


llego muchas veces a comprender y quedan en el olvido.

Pero son parte de mi vida y pienso que se irán


incrementando con el correr del tiempo. Espero que a
quien se lo cuente no crea que la locura me ha invadido
por completo.

Eso sí, debo decir que los santos que he elegido o mejor
dicho, las vírgenes, son de mi atenta devoción, combinando
algo así como la convivencia pacífica de dos religiones. Y
también soy respetuosa y creyente de los ángeles.
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Sé que son seres de luz que si interpretan nuestros pedidos
cumplen la demanda al pie de la letra.

Con respecto a lo que sucederá en mi nueva casa, la


excavación será en una semana. Para esa fecha tengo que
tener en claro al menos costumbres, situación política para
dejar registro de ello.

No estaría mal escribir esta historia, dejarla en un libro.

Será como un agasajo a quienes vivieron en esta mansión y


dejaron su historia en los pozos a excavar, disculpándome
por develar sus secretos”.

Veamos entonces:
La posible desaparecida, era una mujer joven, de unos 30
años, que decidió comprar una casa venida a menos, no
sabiendo con qué propósito, tal vez simplemente como
inversión, en el barrio de Montserrat, Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.

Margarita Adamo era una mujer que no necesitaba trabajar,


pues había recibido una herencia de dinero cuantiosa, unas
quintas en Saavedra y una hacienda en las afueras de
Buenos Aires.

Manejó bien sus inversiones como para darse ciertos lujos y


tener un buen pasar.

Sin apremios económicos, se enamoró de una casa


abandonada a su suerte, podría decirse histórica, en el
barrio de Montserrat, el que siempre fue de su agrado y la
compró.
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Su vida era simple y no tenía demasiados sobresaltos ni


momentos dignos de ser contados.

Gustaba leer muchos libros de historia y ciencias ocultas.

Pero lo más destacable es que poseía un poder de la


videncia no desarrollado.

Heredado de su abuela, ella tenía un don, vía el futuro y el


pasado de la gente y también podía leer su alma con solo ver
sus ojos o una fotografía.

Sabía cuando una persona era buena o mala o qué


intenciones tenía y en muchos casos podía cambiar la
actitud de ésta.

Ella sabía sobre cualquiera pero no sobre sí misma. Nada


sobre su futuro.

Nació en una familia católica practicante. Pero para ir a


las clases de catecismo había que atraparla, pues lo cierto
es que no estaba muy de acuerdo con la enseñanza y no
entendía tanta seriedad en la cosa.

Así que comenzó ya adulta a practicar Budismo.


De alguna manera esto cambió sus estados mentales
acercándola a un nivel de visión más allá de lo habitual,
conectándola con un universo de posibilidades.

Por esto no fue casual que comprara la casa de la Calle


Salta 245.

Ella comenzó a tener visiones pasadas que tal vez


pertenecían a su vida anterior, sin saberlo.

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Y poco a poco se fue acercando a la verdad, con la ayuda de
aquellos que hacía mucho tiempo, muchos años, deseaban
llegar a algo que ella descubrió en esa casa y que algún día
tenía que ser restituido a su dueña original.

Al parecer este hallazgo hizo que cambie la vida de


Margarita Adamo por completo.

Informe: Felicitas Gómez. Historiadora, investigadora.

División Homicidios, Departamento Central Policía


Federal Argentina.

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Capítulo II
¿Quién era Felicitas Gómez?.

La casa tiene una imponente fachada, ventanas de madera y


una puerta inmensa del mismo material que a pesar del
tiempo se conservan bastante bien.

El frente cuenta con ornamentos de la época que dan un aire


colonial y sobresale al ser la única casa que quedó en pie de
esas características.

Solo alguien como Gómez investigaría con tanta


meticulosidad, encontrando datos que de otra forma
quedarían en las sin dilucidar.

Ella era además profesora de historia Argentina. Estudió en


la Universidad de Buenos Aires y se recibió con el mejor de
los promedios de su promoción.

Tenía 45 años y su desempeño dentro de la Policía Federal


se desarrollaba desde hacía 10 aproximadamente.

Antes dictaba clases en colegios secundarios y primarios. La


historia argentina fue su fuerte y debilidad.

Decía que la historia es un secreto por descubrir y no


solamente lo que se cuenta en las aulas.

En su informe, la oficial Gómez contaba que este caso tenía


una trama histórica importante, comprendida entre los años
1810 – 1860-

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Pero también se verían involucradas las historias de dos
países, Francia y China, con culturas absolutamente
distintas a la nuestra y entre sí.

Por cierto, la vida de Gómez no era demasiado entretenida


y este episodio vendría a traer algo de entretenimiento a la
rutina diaria.

“El recorrido histórico de nuestro país puede parecer, a


simple vista, llano y aburrido (decía la oficial) pues los
contenidos de estudios que se dictan en las escuelas son
bastante pobres. Pero si los alumnos fueran incentivados,
morirían por saber cada día más, se pueden descubrir
facetas verdaderamente importantes si se sabe donde
buscar, que es lo que importa”.

Ella siempre creyó que brindar los elementos necesarios


para generar la curiosidad en el alumnado era más
importante que escuchar una lección de memoria.

Volviendo al perfil de la policía, se trataba de una mujer


recatada, soltera, que dejó de lado su vida personal para
dedicarse de lleno a una pasión, la historia.

Estuvo enamorada, aunque no solía hablar mucho de eso,


pero se notaba en sus ojos un dejo de tristeza cuando
pensaba en silencio.

Cuando joven viajó a Chile, donde fue a tomar unos cursos


para ampliar una investigación para la Universidad en la
que trabajaba.

Allí conoció a otro investigador. Era un hombre interesante,


bien parecido y de buen carácter que inmediatamente la
conquistó. Pero (siempre hay un pero) era casado.

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Aunque él ya no estaba enamorado de su mujer, en la
decisión final eligió por sus hijos, volvió con su esposa y ahí
terminó todo.

Con Gómez se escribieron cartas un tiempo y luego ella


desistió pues era más el dolor que el placer al responder.

Así que nuestra investigadora se abocó exclusivamente a su


trabajo sin más vida que ello.

Su labor en la Policía comenzó de una manera muy especial.

En una oportunidad una persona muy importante de la


provincia de Buenos Aires, mezclada en círculos de política,
masonería y poder, fue secuestrada.

Para la investigación necesitaban a alguien con más


conocimientos que los habituales.
Entonces solicitaron el promedio de los egresados del
profesorado de historia de la U.B.A.
El caso quedó en manos de la persona que tenía más alto
puntaje, obviamente ella.

Y así fue que se quedó en la Policía a seguir su carrera.

La oficial Gómez entonces, haría posible que la


desaparición de la Srta. Margarita Adamo tenga un informe
especial.

Las carpetas que en su archivo quedan guardadas, son


verdaderas novelas históricas que de tanto en tanto son
consultadas y leídas con especial interés por todos en el
Departamento.

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Capitulo III
Diario de excavaciones de Margarita Adamo
13 de noviembre, 2005

“¡Qué emoción! Comenzaron los trabajos.


Los minuciosos profesionales no querían perder detalle.

Llegaron muy temprano, el entusiasmo era compartido.


La verdad es que no sé si ellos estaban esperando como yo
encontrar algo más que rezagos de la vida de los que
alguna vez fueran los habitantes de esta casa.

Siempre se espera encontrar un tesoro escondido, pero lo


que no se sabe es qué cosa, hasta un pequeño peine puede
serlo.

Yo soy de las que gusta quedarse mirando las vidrieras de


los anticuarios, observando hasta el más mínimo detalle de
un espejo o de cualquier pequeño objeto. Pero
sinceramente, no tengo piezas de vieja data en mi casa.

Simplemente porque pienso que no sé a quien pudieron


haber pertenecido y por ende es imposible saber la carga
que el objeto tiene.

Pueden haber sido de una excelente persona, o tal vez todo


lo contrario.

O también puede haber sido de alguien que murió en


condiciones extrañas, asesinado, o simplemente de una
grave enfermedad. Todo eso conlleva a que el elemento
hallado tenga distintas connotaciones con respecto a su
origen y significado.

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La verdad, nadie que se acerque a estos lugares con la
finalidad de obtener un objeto de preciada edad, piensa en
estas cuestiones. Yo sí.

Una vez visité uno de los negocios del Pasaje la Defensa,


una vieja casa acondicionada para tal fin ubicada en
Defensa casi San Juan, donde encontré prendas de vestir
como vestidos bordados de época, muñecas de porcelana,
etc.

Mirando todo el escaparate, me detuve en un vestido de


novia amarillento, de raso bordado con finos hilos
plateados y perlas en lágrimas colgando de su corsage.

Sé que lo reconocí como si en otro momento me lo hubiese


puesto.
Me vi con él mirándome al espejo y me asusté tanto que
salí corriendo.

Nunca más quise ver ropa antigua, pero me sucedió algo


similar con una antigua muñeca de yeso y tela. Así que
dejé la visita a esos lugares desde hace tiempo.

Volviendo a la casa de Salta 245, el que fue dueño desde


1880 hizo demoler la vieja finca quién sabe por qué causa.
Por tal motivo, al haber llegado prácticamente a los
cimientos durante la demolición, los pozos no habían
quedado de la profundidad original.

Los profesionales bajaron al sótano y enmarcaron el piso


en lo que comúnmente se llama cuadrícula, que delimita el
sector a excavar. El pozo tiene una boca de 2,50 metros de
diámetro y no sabemos aún su profundidad.

La excavación comenzó pieza a pieza a medio metro del


piso y la primer parte del relleno es material de
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construcción, así que puede preverse que aquí funcionó un
corralón o quizá sean los restos de la anterior demolición
de la casa que aquí se emplazaba.

Es un trabajo pesado que demandará no menos de un mes


de tareas y las sucesivas capas descubrirán los secretos de
los antiguos habitantes del predio o al menos a qué se
dedicaron.

Una tarde, cuando el grupo se había retirado, me quedé en


el lugar con mi termo, cebándome unos mates.

La verdad, no puedo decir que me sentía sola, ciertamente


parecía como que varias personas se encontraban,
incluyéndome, en derredor de la boca del pozo, donde se
había dispuesto una escalera para el ascenso y descenso
del mismo, mirando hacia el interior como queriendo ver
algo más. Pero allí nadie estaba…

Presté atención pero nada se veía salvo escombros aún por


remover, las piezas más valiosas ya las habían retirado,
aunque suponíamos faltaban varios metros.

En eso, nuevamente el destello y la luminosidad se


apoderaron del cuarto.

Decidí entonces hacer una expedición, por primera vez,


sola al interior del pozo.

No quería que lo noten, así que lo haría muy


cuidadosamente.

Sufro de vértigo y a decir verdad no puedo subir o bajar


más de cuatro escalones, pero esta vez valdría la pena el
sacrificio.

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En verdad, sentí una extraña sensación. Me apresuré a
buscar lo que sentía ya había encontrado, separé algunas
piedras, unas grandes, otras pequeñas y debajo allí estaba.

Una bonita caja de madera opacada por el paso del tiempo


y las condiciones en que se encontraba, con incrustaciones
de oro. Un dragón en su tapa y un cierre sencillo. Mediría
aproximadamente 25 cm. de largo por 10 de ancho.

Salí con ella al exterior, pues la asfixia se apoderaba de mí.


Pero quería enterarme de qué se trataba y además no
entregarla al cuerpo de estudiosos. Para eso tenía que
hacerlo yo personalmente.

De otra manera habría ido a parar a la Facultad de


Arquitectura indefectiblemente.

Así que tomé la caja, apagué las luces y me fui. Tan rápido
y nerviosa que apenas tuve cuidado de cerrar las puertas.

Pero necesitaba salir, llevármela conmigo. ¿Qué tendría


dentro? No iba a saberlo hasta que llegara a mi
departamento.

Hubiese querido tener con quien compartir el hallazgo.


Pero no, estaba sola.

Tan sola que apenas podía con mi emoción y los latidos


acelerados de mi corazón que delataban mi delito.

Sé que cualquier error podría producir una pérdida


cuantiosa. Pero a mí el dinero realmente no me interesaba.

Sabía perfectamente que lo que allí dentro había me


pertenecía de alguna manera. Era desde ese momento mío.
Solo mío.
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En ese instante caí en la cuenta que alguien me había


estado observando desde hacía varios días.

Me esperaba al retirarme de mi domicilio y me acechaba al


llegar a la casa.

Esa tarde no fue una excepción. Solo que la ansiedad fue


mayor y le resté importancia al hecho.

Ya en mi habitación coloqué la pequeña cajita sobre la


cama en la que había previamente tendida una sábana
limpia y sentí que debía ser la más hermosa, bordada en
hilo de seda blanco con apliques de puntillas de algodón.

Apoyé la cajita y la
observé por unos
instantes, la limpié
cuidadosamente.
Las incrustaciones
de oro eran tan
bonitas pero la
madera de la caja
estaba reseca y necesitaba unas manos de aceite de lino,
tarea que llevaría a cabo luego de abrirla y ver su
contenido. Había sido de una niña, estaba segura, los
rastros de una feminidad diseñada especialmente para una
pequeña estaban implícitos. Decidí abrir la caja, despacio,
muy despacio. Estaba increíblemente entera, hermosa.

Parecía sellada, pero no. Luego de un rato de pelea logré


soltar la cerradura sin llave, tan solo un pasador de un ojo.
Y luego vino la lucha por levantar la pequeña tapa.

Cuando logré mi cometido, un fulgor iluminó la habitación


como si el sol hubiera salido.
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La luz cesó al poco tiempo, entonces me acerqué para ver


en su interior.

Me encontré con una pequeña estatuilla muy graciosa, de


una Madre con su hijo en brazos. Sus rasgos y sus ropas
eran de origen asiático.

El ropaje no había perdido ni color ni


brillo. Estaba como si la hubiesen
hecho ayer. La seda que la cubría era
de colores blanco, amarillo, verde y
rojo, con inscripciones en negro y
bordados en oro de un gusto exquisito.

El material del que estaba hecha tenía


una similitud con la porcelana, pero su
rostro, el del niño y las manos de
ambos parecían piel real. Los ojos
tanto de la madre como del niño eran de Cristal.

De un color negro profundo, de ellos salían destellos de luz


que rebotaban en las paredes del cuarto.

Me calcé los anteojos para ver más de cerca el fenómeno.


En los ojos de la virgen se reflejaba mi imagen, pero eso
solo sucede con la córnea y los cristalinos humanos, que
reflejan de forma veraz a la persona que se encuentra
frente a ellos.

Tomé una pequeña linterna, con la que observé el iris


como cuando se revisa a un paciente y lo proyecté en los
ojos negros de la imagen. Al alumbrarlo el iris pareció
contraerse como uno real, cómo si se tratara de un ojo
verdadero, pero además descubrí la imagen pequeña de un
hombre como dibujado en su fondo.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
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Imposible de realizar por la mano de un artista dada la


perfección de la misma.

La dejé dentro de la caja nuevamente con cierto temor y me


aparté al punto de no perderla de vista, como con miedo
que desaparezca, que se esfume de la nada.

Yo mucho no sé, o mejor dicho, prácticamente nada de


cómo buscar el origen de lo que tenía entre mis manos.
Pero no iba a dárselo a nadie porque sentía que a mí estaba
destinado.

La dispuse sobre un pequeño escritorio que tengo para


realizar algunas manualidades de vez en cuando y le
apliqué con esponja unas manos de aceite de lino, la cual
comenzó a darle vida y brillo dejando ver una hermosa veta
en la madera de color oscuro con líneas claras.

Busqué un lugar seguro en mi cuarto el que mantuve con


las persianas bajas.

En el piso por suerte, había hecho construir una trampa


debajo del entablonado de la pinotea que no se notaba,
siguiendo el dibujo de los listones. Eso lo aprendí de mi
abuelo, un italiano que solía esconder todo.

Allí quedó entonces, camuflada hasta nuevo aviso.


Comenzaba una ardua tarea que me depararía varias
horas de mi día. Averiguar el origen de la pequeña
estatuilla y algo más si era posible.

Pero su historia sería tan lejana que quien sabe de tan


perdida en el tiempo si me permitiría saber con exactitud
realmente de qué se trataba o a quien perteneció.

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Una rara sensación me invadió por un instante. Yo ya la
había visto, había visto esta estatuilla. Es decir, me sucedió
lo mismo que con el vestido de novia y la muñeca. Y me dio
temor. Sentí que la reconocía, que había convivido con ella
y que ahora la rescataba.

Me era familiar, había tenido una relación muy directa


conmigo y no fue en fotos de ningún libro, sino con la
estatuilla en sí.

Alguna vez la había tocado, la había cuidado y la había


odiado, no sé por qué.

Estaba segura que me había estado esperando todo este


tiempo, allí escondida en ese pozo.

Y esa casa también, por eso la compré. En realidad, fue


una inversión. Había cobrado un dinero por la venta de
una casa a raíz de mi divorcio, otro tanto que tenía
ahorrado y decidí que algo tenía que hacer con todo eso.

Fui directamente sin desviarme a Montserrat a buscar una


propiedad y la compré.

Ésta es más bien una casa la que debería demolerse pues


no admite refacción alguna.

Su precio no fue bajo, pero la fuerza que me llevó a


comprarla fue especial.

Una llamada de mi yo interior. Fue verla y decir sí, es esta.

Por eso siento estar emparentada con ella. Pero ya nada


me asombra a estas alturas.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Sé que he llegado hasta acá por algo o para descubrir la
historia de alguien.

Al parecer no soy la única que lo siente. La persona vestida


de gris viene observándome hace días, estoy muy segura de
ello.

Me encuentro sola y desde ya que sola habré decidido qué


hacer con todo esto.

Así que cualquier decisión será importante y decisiva al


respecto. Pero todo tiene que ser rigurosamente estudiado y
evaluado sin perder el hilo. Sé que hay una historia que
desea ser descubierta y al parecer aquí he llegado para eso.

En fin, espero tener la inteligencia suficiente para


encontrar el significado.

Por ahora, debo esperar hasta mañana. Soñaré con


dragones y princesas asiáticas”.

*La historia de la excavación de los pozos de desperdicios fue tomada de


la original realizada en la calle Salta 769 donde funciona la librería “El
Subsuelo de las Musas”

http://www.delasmusas.com.ar/
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Capítulo IV
Diario de excavaciones de Margarita Adamo
Origen de la estatuilla - 20 de noviembre, 2005

“Lo más lógico es que comience por la parte más sencilla.


Aunque esto de sencillo no tiene nada.

Necesito averiguar el año en el que fue enterrada la cajita


para saber quien pudo haber vivido aquí y quien pudo
haber sido dueño o dueña de la reliquia. Al menos
acercarme de algún modo a la fecha.

Por lo que puedo saber, dado el tiempo transcurrido de los


trabajos de excavación, es bastante antigua y no sé si
aventurar que se trata de los primeros dueños de la
propiedad.

Por la mañana he recibido al grupo de excavaciones. Me


acomodo tranquila en una esquina lejos de la cuadrícula
dispuesta a tomar unos mates.

Debo disimular, pero mis nervios y la posibilidad que se


den cuenta que estuve mirando dentro y tomé el tesoro en
mi poder ahora, son más grandes.

Los profesionales continúan su tarea en forma meticulosa.


Me quedo un rato y consigo sonsacarle a uno de ellos la
fecha posible de hasta donde llegaron con la excavación y
me dicen que 1860 o 1870 aproximadamente y tengo razón,
data de la primera época del inmueble.
Entonces voy hasta la biblioteca a buscar información. Allí
no me alcanzan ni el tiempo ni los libros.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Leer ha sido mi pasión oculta, no puedo decir que siempre
la he practicado. Pero cuando uno se encuentra en la
necesidad de averiguar, busca hasta donde no hay.

Consigo entonces llegar después de mucho investigar hasta


la dueña de la propiedad primitiva, Magdalena Villalba,
quien tenía una hija, llamada Margarita, como yo, vaya
coincidencia, o no.

La Sra. Villalba vivió antes de 1860 en esa casa. Era dueña


de casi un cuarto de manzana dividida en dos enormes
lotes a los que podía ingresarse tanto por la calle Alsina
como por Salta.

Allí había entonces dos construcciones, ambas de una


planta. Una en forma de “L” y comprendía 5 habitaciones
que daban al frente por Salta.

La casa tenía 8 ventanas con rejas y en el centro un


zaguán. Detrás de ésta había otra construcción de menor
tamaño donde se supone se ubicaban las habitaciones para
la servidumbre y la caballeriza.

Se podía acceder por el 245 de Salta o por el 249, donde se


encontraba el ingreso de los carruajes, hoy playa de
estacionamiento en la esquina de Salta y Alsina.

La casa era la tradicional “tipo chorizo” donde es posible


que antes de ser demolida en su interior por su posterior
dueño en 1880, se haya convertido en conventillo como
casi todas las de la zona. Pero de esto no hay registro.

Lo que queda de aquel entonces tan solo son los pozos, uno
ubicado en el fondo, coincidente con una de las
medianeras actuales y con lo que fueran las habitaciones
para la servidumbre y el segundo con la otra medianera,
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correspondiente a la casa propiamente dicha, donde
estamos excavando.

De todas maneras, pienso que tal vez la Sra. Villalba no


gozaba de una muy buena posición, porque hacer un pozo
de agua era muy costoso en aquel entonces y dados los
inconvenientes de la época para conseguir agua potable
puedo llegar a esa conclusión. Me confunde el hecho de la
existencia de una dependencia específica para los
sirvientes, además caballeriza y entrada de carruaje. Esto
haría desestimar el que la dueña de la finca fuera pobre.

Por suerte la peligrosidad de los pozos ubicados en las


medianeras fue subsanada de alguna manera por los
dueños posteriores, quienes construyeron un nuevo pozo de
desperdicios y ahora sí un aljibe.

Ya tenía parte de mi historia. Al menos sabía quien había


vivido allí por aquel entonces.

La coincidencia del nombre de la niña de la casa y el mío


me llamó poderosamente la atención.

Ahora me tocaba encontrar algún registro de los


habitantes de la zona para tener alguna idea más sobre
quienes eran, qué vida tenían, si eran de recursos, si no lo
eran y si por esa razón es que nada hay de sus historia pues
si eran pobres, para qué gastar hojas en contar algo tan
cotidiano.

Sobre ello solamente puedo encontrar algo en los datos de


los censos tanto de 1744 como de 1887, aunque la primera
fecha es muy antigua.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Tal vez pueda encontrar algún dato importante en la
iglesia más cercana o en el cementerio de aquella época,
La Recoleta.

Casa original de Salta 245, entre Moreno y Alsina.


Aún se conserva la fachada de la época. En la Esq. De
Salta y Alsina está la playa de estacionamiento. Hasta allí
llegaba la mansión

La fachada de la casa se conserva original de la última


modificación, en 1880.

Se pueden ver sus hermosas ornamentaciones, el balcón, la


puerta y ventanas de madera que aunque descuidadas
dejan ver su valor por su conservación a través de los años.

La sociedad de fomento del barrio de Montserrat le ha


otorgado el premio a una de las viviendas mejor
conservadas y puede observarse esta acotación en una
cerámica pegada al lado izquierdo de la puerta.

El interior estaba venido a menos, prácticamente destruido,


no sé la razón.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
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Es posible que una de las razones haya sido que el


descuido y el paso del tiempo hayan hecho estragos en ese
entonces y el nuevo dueño haya decidido que quería algo
mejor o quizás, después de la epidemia de fiebre que se
abatió sobre Buenos Aires por 1871, tuvo la idea de
deshacerse de los vestigios.

Aquí en Buenos Aires no había piedra, no abundaba la


madera y llovía casi todos los días. Por eso el ingenio del
hombre al contar con elementos como abundante barro y
paja, hizo que las primeras construcciones fueran de
adobe, una mezcla inteligente de estas dos cosas tan
rudimentarias.

Pero ese fue el agravante para que estas humildes


moradas no sobrevivan al paso del tiempo, contando con la
ayuda de las hormigas y los roedores que abundaban.

Ya más luego, las viviendas fueron mejoradas, pero


continuaron siendo de corte modesto aún perteneciendo a
familias de la alta sociedad.

En la época de la colonia, las casas eran adornadas con


bonitas telas por cortinas, espejos de Venecia, porcelana de
París, cubiertos de plata de Madrid, cristalería fina, tapices
de Lima o México.

Se notaba una marcada influencia romana, griega y árabe


en la construcción, heredada de la cultura del sur de
España.

La intimidad del hogar era resguardada por encima de


todo, pues desde afuera solo se veía la fachada de ladrillo o
yeso, la importante puerta de madera de la entrada y las
ventanas con rejas, el zaguán característico y más allá las
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
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habitaciones para recibir visitas, pasando la puerta cancel
que daba al patio.

Generalmente los dormitorios daban a otro patio y los


cuartos de los sirvientes se amontonaban en uno de los
lados.

Bueno, el momento de abandonar la historia hasta el día


siguiente había llegado. Ya la hora había pasado y debía ir
a mi casa aunque no quería.

El misterioso hombre vestido de gris estaba alerta y me


observaba. Creo que ya no le importaba que yo me diera
cuenta, pero tampoco yo sabía qué hacer.

Hasta ahora no parecía peligroso pero uno nunca sabe. Al


menos no es normal y ya es mucho.”

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Capítulo V
Una historia en el Buenos Aires del 1800
“La Niña Blanca”

“Margarita cruza la Plaza Mayor en la silla de manos del


gobernador del Río de la Plata. Los negros que transportan
la caja, entre las varas esculpidas, caminan muy despacio,
como si llevaran en andas una imagen religiosa, no sea
que el lodo salpique el atavío de la niña.”

Manuel Mujica Lainez


Las reverencias- Misteriosa Buenos Aires

Dice Dominga:

-"Es la hora, Martino se ocupará de organizar a los


muchachos para el traslado.

¡Preparen la silla! ¡Ya las campanas llaman a misa!


¡Justina!: la ropa de la niña está en la dependencia de
planchado, andá y empezá a cambiarla que no llegamos”.

La criada negra, Dominga, encargada de los menesteres y


atavíos de la niña Margarita y de ordenar los quehaceres de
la casa, ocupa a los sirvientes en sus distintas tareas.

Hay misa a las 13.00 y la niña no puede faltar. La misa es


como una reunión de sociedad. Allí se encuentran todos los
que tienen que estar.

Las personas humildes, los criados, los viajeros, los


políticos, gauchos etc. Van a misa muy temprano, cuando
recién amanece. Pero la misa de sociedad en la Catedral, a

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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donde concurre la más alta aristocracia es a las 13.00 los
domingos.

La carreta de paseo está ataviada especialmente para la


ocasión. Poco se economiza en los arreglos. Desde el
tapizado de Marruecos a los almohadones de Almudena,
blancos y con puntillas de algodón, semejantes a una nube
recién bajada del tercer cielo.

La niña Margarita no solo era muy mimada, estaba


cuidadosamente esculpida en un mármol de carrara. Sus
vestidos eran todos blancos, no existía otro color en su
ropaje salvo el luto para el duelo y su cabello siempre era
adornado primorosamente con cintas de seda. Era cual la flor
que le daba nombre, simple y delicada, no hacía sin embargo
ostentación de riqueza alguna. Ella y su madre viuda tenían
una vida recatada y se ocupaban de los niños desvalidos.

No le faltaban pretendientes, pero curiosamente ella prefería


el sacrificio y sumisión.

No era monja de clausura pues había ciertas libertades que


las tenía reservadas para sí de algún modo pues deseaba
conservar su soltería hasta la vuelta de su amor, Esteban, que
estaba en Madrid siguiendo sus estudios de literatura.

Ellos no se habían comprometido, pero fue imposible no


jurarse amor eterno al momento en que el muchacho partiera
de Buenos Aires rumbo a Europa. Se conocían de niños y
sabían que algo los terminaría uniendo.

Esa mañana había amanecido soleada, pero la noche anterior


el diluvio había hecho de las calles un desastre, de un barro
impenetrable.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Los criados subían la silla de paseo al carruaje, una caja
protegida con cortinas que caían desde su techo, con
agarraderas de donde los cuatro sirvientes la tomaban para
trasladarla desde la bajada de la carreta hasta la iglesia
cruzando la Plaza Mayor del lado del Cabildo. Todo esto
para que el vestido de la niña llegue y vuelva en condiciones
impecables.

El perfume del jabón de lilas invadía la habitación.


Justina estaba bañando a la niña y preparándola para la
salida. Un ritual diario muy interesante, cargado de erotismo,
extraño para una mujer joven que no desea un hombre a su
lado al menos en ese momento.

No es posible no tener vagos pensamientos en tales


preparativos, no solo es cuestión de costumbres y coquetería,
algo más pesa sobre la toalla que seca su cuerpo.

La niña tenía los cabellos largos y su color era negro azulado


al igual que sus ojos. Su piel era de alabastro, dorada a la luz
del sol y rosados sus pómulos en un estado virgen y sus
labios henchidos de sangre, gruesos montículos que
entreabiertos semejaban una rosa a punto de madurar y caer.

De estatura mediana sus brazos y piernas estaban acordes


con el largo de su cuerpo y sus manos parecían aves que
volaban libres como sus pies, los que casi nunca calzaba en
la casa. La gracia era simplemente su sinónimo, pero de
tenor ingenuo que sostenía todos sus actos.

Justina la cambia lentamente ajustando las cintas del corsé


nuevo de seda traído de Madrid por su tía.

Sus zapatos eran de organdí, exquisitamente bordados y con


abotonadura de carey.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Lleva en su mano la mantilla de Valencia, estupenda,
bordada sobre un tul de seda extremadamente frágil, con
pequeñas margaritas que se unían a lazos en tono blanco y
pastel y su abanico de carey terso, nacarado e inmaculado.

Ningún detalle está tomado al azar, todo es elegido a diario


en la salida de compras por la Recova Vieja donde están los
mejores puestos y uno en especial, el que tiene piezas de
contrabando y se vende a luz del
día sin empachos.

Es la manera sencilla de encontrar


los mejores atuendos que llegan
de Europa.

Existen otros caminos para cosas


más complicadas que esas, pero la
niña Margarita es conocida ya en
la Aldea y saben de sus gustos
refinados, así que cuando entra
algo que pueda saberse de su
agrado es apartado
inmediatamente y muchas veces
enviado directamente a su domicilio de la calle Salta.

Margarita cursa sus estudios como pupila en la Santa Casa


de Ejercicios Espirituales: Hijas del Divino Salvador, que
está en Independencia 1190.

La fundadora fue una religiosa muy especial, María Antonia


de Paz y Figueroa, que adoptó el nombre de Maria Antonia
de San José, Beata profesora de la compañía de Jesús.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Siendo expulsados
los Jesuitas de
Buenos Aires por la
corona española a
manos de Carlos III,
ella se encargó de
ocupar ese lugar para
continuar con el
trabajo de la orden,
antes que lleguen los
Betlehemitas. Su existencia dejó un camino plagado de
milagros que las hermanas de la congregación pensaban que
no tendrían continuidad con la muerte de la Hna. María de
San José, al menos hasta ese momento.

La niña Margarita había llegado a ese instituto por elección


de su madre, pero seguro que esa fue la intención de alguna
providencia.

Los antepasados de la niña se rozaban con nombres como el


de la Abadesa Marie Françoise o simplemente Sibille, una
chamana sanadora francesa condenada a la hoguera en la
época de la inquisiciòn.
Además Magdalena, madre de Margarita, había ocultado su
filiación con la raza negra por parte de madre.

Era muy común en épocas de esclavitud, que el patrón tenga


alguna relación con una de sus criadas predilectas.

Sin entrar en detalles, el mismo restaurador era padre de


hijas naturales.

Es así que Margarita desciende de negros dando respuesta a


muchas cuestiones con respecto a su comportamiento.

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El carruaje llega a horario, casi a cinco minutos de la
ceremonia. Los negros bajan la escalerilla y la caja para que
la niña se acomode en su interior. Ya la ha visto el
gobernador y se ha puesto a su lado esperando su aprobación
ante tanta atención.

Este deja que las matronas hablen por lo bajo en un dechado


de envidia que se trasluce en sus rostros desganados después
de la elección del poderoso político. ¿Por qué no a ellas y sí
la niña Margarita?

De todos modos, verán esta mañana de domingo otros


partidos interesantes con seguridad los que habrán de
estudiar y cautivar de las formas más variadas.

Las mujeres tienen ya vuelto de cabezas a San Antonio hace


casi dos temporadas de verano y aún no surte efecto.

Los negros sortean los pozos chapoteando el barrial


cuidadosamente para no dañar los vestidos de la joven
codiciada y llegan hasta la entrada donde el gobernador
brinda su mano a la niña en gesto elegante. Ésta desciende
del brazo de aquél quien la acompaña hasta la puerta de
ingreso de mujeres para tomar posición en una de las filas de
bancos reservada.

Ya hoy la liturgia se ha tornado pesada, densa, larga y


acalorada dados los tiempos climáticos.

La Buenos Aires de casi fines de 1850 principios de 1860 es


extraña y tiene una mezcla de deseos de modernismo y deja
vù de lo colonial en su extravagancia.

En 1853 comienzan a funcionar desde la estación de La


Recoleta, la que debe su nombre al establecimiento de los
monjes Recoletos en esos parajes, los primeros tranvías a
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
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caballo de la Cía. Anglo Argentina dando inicio a una
revolución en el transporte de Buenos Aires y del país en sí
que es reconocido en Europa como “La Capital del Tranvía”.
En 1856 Edward Taylor construye el edificio de la Aduana y
se crea el partido de Belgrano.

En 1857 el primer ferrocarril del Oeste parte de la estación


El Parque hasta La Floresta, haciendo un recorrido de 10
Km. Y en ese mismo año se crean el primer plan de
pavimentación de las calles y se erige el Teatro Colón de
Carlos E. Pellegrini donde antes se emplazara la vieja
estación terminal del Ferrocarril del Oeste.

Ya en 1858 queda instituido el primer municipio y en 1859


el Hospital Británico.

Los tiempos avanzan y el crecimiento demográfico también,


que pronto llegaría a ser de 160.000 habitantes, los que al
producirse ya llegado 1870 el brote furioso de fiebre amarilla
se verían reducidos de 200.000 a 60.000.

Pero ya en 1859 la fiebre vendría tempranamente desde


Montevideo y se producirían los primeros casos que
cobrarían 500 víctimas mortales.

Estamos a los inicios del año, es verano y escasea el agua


potable, como siempre.

Los pozos o aljibes son costumbre pero muy difíciles de


costear para aquellas familias no poseedoras de grandes
recursos.

Magdalena Villalba, la madre de Margarita, ha quedado


viuda hace ya tres años.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Sus sirvientes han sido su herencia, quienes conservaron
alojamiento y trabajo a cambio de cama y comida.

Sin embargo, pocos saben de este hecho. La sociedad piensa,


por boca de ésta, que les ha quedado una cuantiosa herencia,
pero no es la realidad.

Su hermana, casada con un poderoso personaje de la época


dueño de una hacienda en crecimiento (como también el
tráfico ilegal de materiales de construcción) es quien provee
de ingresos monetarios a Magdalena y su hija.

Así que impedida de contar con dinero en efectivo, no ha


podido hacer en su finca un aljibe, al igual que tantos otros
habitantes de la ciudad.

Sus toneles de agua son repuestos por el aguatero que pasa


por su puerta y da ingreso a su carreta por Salta 249.

La casa de Magdalena conserva un lujo prominente debido


a que en su momento, el marido solía encargar objetos
valiosísimos a los comerciantes que traían artículos de
Europa.

Pero las riñas de gallo habían sido la perdición del hombre


de la casa, que a escapadas de su mujer pasaba las tardes o
noches en las tan mentadas tertulias malgastando la poca
moneda que les quedaba.

Ciertamente solo poseían como propiedades una hacienda


en las afueras de la ciudad y una quinta de verduras por
Saavedra que fue una gracia no las haya perdido en una
noche de apuesta...

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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De hecho Magdalena utiliza su apellido de soltera, pocas
veces se nombra al de su esposo, como queriendo esconder
ya de una vez y para siempre el pasado reciente.

Margarita también utiliza este apellido a pedido de su


madre, aunque no es hija natural, pero no le interesa, su
madre es y será una gran referente en la vida de la chica así
que no es de importancia dar explicaciones y un punto y
aparte dan finalización a cualquier pregunta que se plantee
con respecto a esto si se la hicieren.

La misa continúa con la presencia del Presidente Mitre en


el espacio principal destinado para el mismo.

Al momento de las bendiciones del pan y del vino, un grito


proveniente de unas escasas filas detrás de donde Margarita
estaba ubicada, llama la atención de la concurrencia. El
desmayo de una de las asistentes.

Una mujer bonita cae sobre el respaldo del banco delantero


pesadamente, dejando sentir un estruendo que asustaría a
cualquiera. Su marido intenta asistirla sin resultados, no
responde y él solo atina a levantarla en brazos para sacarla.

Margarita que estaba sentada en la punta de uno de los


bancos se levanta rápidamente y corre hacia la salida
interponiéndose entre esta y el hombre que lleva a su mujer
en andas.

La niña toca la frente de la mujer un momento,


concentrando su mente en el cuerpo caliente aún por la
fiebre de la desmayada. La mujer vuelve en sí y en pocos
segundos pide a su marido la baje al suelo para ir a sentarse
como si nada. No presta atención al moretón ni al golpe en

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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su cara ni en la chorrera de sangre que queda en su vestido
a causa de la caída.

El hombre la mira con sorpresa, pues se da cuenta que no


sabe que le ha sucedido algo y vuelve su mirada a
Margarita que se encoge de hombros y retorna a su asiento.

El cura se ha quedado perplejo, con la ostia elevada a los


cielos y se pone de rodillas agradeciendo a Dios de espaldas
a la concurrencia.

Intenta de este modo llamar la atención de los fieles para


que el hecho pase desapercibido, con muy mala suerte.

Ya la gente ha tomado conciencia que no es un hecho


casual, pero la respuesta no es para todos igual. No
olvidemos que es un día poco usual para la misa, con la
presencia del Presidente, su comitiva, el Gobernador y los
padres de Esteban, el amor de la niña que se encuentra en
Europa.

La mirada se posa sobre la Niña Blanca que, como si nada


hubiera sucedido, toma asiento en su lugar y prosigue
rezando su rosario de cristal.

Es obvio que no ha de quedar así. Algo ha cambiado y


seguramente no era el momento para que sucediera.

La Niña Blanca ha quedado en evidencia. Ella hace brujería


o milagros, algo hace. En nombre de Dios o del Diablo, es
en nombre de alguien.

Pero Dios no hace a las casualidades. La casualidad es Dios


cuando firma con seudónimo.

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A la Margarita Adamo del 1800


le decían la “Niña Blanca”,
mismo nombre que se le da a
San La Muerte, o La Muerte o
La Parca.

La Niña Blanca, la Santísima –


también se le conoce como Señora
de las Sombras, Señora Blanca,
Señora Negra, Niña Santa, La
Parca, La Flaca-Originaria de México, es de dos metros de
altura. Tiene la figura tradicional de la calaca del Día de
Muertos, sólo que se le viste como virgen y santa con
vestuarios de distintos colores, cada uno de los cuales
tienen un significado especial.

De su cuello, vestido, guadaña, balanza, brazos y falanges -


de metal- penden pulseras de perlas, oro y plata
empotradas con piedras preciosas.

Sus promotores la presentan como una «entidad espiritual»


que ha existido siempre, desde el principio de los tiempos
hasta nuestros días, por lo que maneja una energía
denominada «energía de la muerte», capaz de
materializarse en una figura, que concentra tanto la fuerza
creadora como la destructora del universo.

Según ellos, el creyente en la Santa Muerte puede aprender


a manejar esta fuerza, que emana de sus imágenes
consagradas, puesto que la Niña Blanca es una de las
protecciones más fuertes que existen.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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La gente hace este tipo de plegarias porque no se las


pueden solicitar a Dios, a las vírgenes o a los santos.

Informe:

Felicitas Gómez. Historiadora, investigadora.

División Homicidios, Departamento Central Policía


Federal Argentina

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Capítulo VI
“La magia y la niña”
Margarita va corriendo hacia sus habitaciones. Ha llegado a
los oídos de su madre el hecho infructuoso que ha dejado
perpleja a la concurrencia en la Catedral durante la misa.

No está bien, no está nada bien. ¿Qué dirá el Gobernador?


¿Qué las damas cuando vengan de tertulias?

Nadie sabía hasta ahora, pero ahora será difícil guardarlo en


secreto pues ha dejado de serlo.

Los negros que han quedado en las casas ven pasar su figura
blanca y miran a los otros que la llevaron hasta misa
buscando una respuesta. Estos ponen cara de yo no sé y se
encaminan a dejar la silla de paseo. Solo uno, Martino mira a
Joaquina que se quedó parada en medio del patio retorciendo
su delantal entre las manos.

-Ha sanado a una mujer frente a todos. ¡Esta niña! no sé


qué haremos con ella.-

Como avecinando el enojo de la señora, Joaquina se lleva las


manos a la cara y sale para la cocina seguida de Martino que
está consternado porque han descubierto el secreto de la
Niña Blanca.

Martino sabía bien de qué se trataba Margarita había asistido


a un nieto suyo cuando estuvo en convalecencia.

La hija de Martino trabajaba en una casa de Los Altos de San


Pedro Telmo. Tiene cuatro hijos en escalera de uno a seis
años.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
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El año pasado uno enfermó de viruela gravemente a punto


de la muerte, pero Margarita lo cuidó una noche completa y
al otro día amaneció rozagante sin siquiera una mínima
marca, ni fiebre ni absolutamente nada.

Desde ese día el criado la cuida con su vida y no es para


menos.

En algún momento tendría que ser. Es obvio que tiene


ciertos poderes que no ha dejado trascender y para todo hay
una explicación.

Margarita ha sido así desde que nació y los responsables no


son ni su padre ni su madre.

Un antepasado de su padre, la abadesa Marie Françoise o


Sibille. Esta nació en Tolosa, Francia en 1335, pero sus
raíces eran italianas al igual que su abuela, quien adoraba a
“La Diosa”.

Una divinidad atribuida a la Virgen María que todo lo podía,


más allá de Dios. Una Diosa del amor, mágica, pero rebelde
a los ojos de una iglesia corrupta por esos tiempos.

En realidad “La bona Dea” o “Diana” era la representación


pagana de la madre de Dios o Virgen María, y por tal, para
esta cofradía de creyentes de “La Diosa” es más que Dios
mismo y el cristianismo era una religión de asesinos que
perseguía a la gente y la quemaba en sus hogueras durante la
inquisición. Cuestionaba a sanadores mágicos que llegaron
desde tiempos inmemoriales a llevar a cabo su tarea, hacer el
bien en todo su contexto y en la amplitud misma de la
palabra.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Sanadores que podían prevenir cataclismos o las muertes
más atroces o adivinar el sexo de un bebé con el solo hecho
de tocar el vientre de la madre.

Sibille (la que todo lo ve) había aprendido la magia de su


abuela, Ana Magdalena. Pero era superior a ella porque su
visión había sido bendecida y elegida especialmente por “La
Diosa” para llevar a cabo su misión en la tierra y por sus
milagros fue juzgada como bruja, maltratada y condenada a
la hoguera.

Marie Françoise era la personificación misma de La Diosa


viva, cabello negro azabache, tez aceitunada, ojos más
negros que la noche. Ella tuvo que lidiar con los avatares de
la peste y la fiebre las que provocaron la muerte de su padre
y en plena adolescencia fue su destino la curación de los
desvalidos.

La bondad misma tildada de demoníaca por los inquisidores


quienes la condenaron y la quemaron en la hoguera de las
brujas, pero su magia pudo más y el amor del hermoso Luc,
el amor de su vida que la sacó de la hoguera salvando su
vida haciéndola retornar de las cenizas, reconstruyendo sus
huesos y su carne por amor y por obra de “La Diosa” para
que continúe combatiendo a los inquisidores.

La niña Margarita indudablemente había heredado algunos


de los poderes de Sibille y de alguna manera también tenía
presente a la “Bona Dea” o “Buena Diosa”. Curiosamente
era de rasgos muy parecidos y la envolvía un halo de
insolencia muy propio de Sibille.
Razones no faltaban para que los criados negros de la casa la
quisieran tanto.

Cuando en las noches se reunían los negros en el barrio a


tocar los tambores y a bailar candombes y rituales, llamaban
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a Margarita, que silenciosamente se escapaba de los sueños
de su madre y se lanzaba a una danza delirante descalza
vestida con sugestivos vestidos blancos y collares de perlas.

Ella era poseída por La Diosa en un baile frenético, que


terminaba casi con la noche misma, entrada la madrugada.

Luego, retornaba a sus habitaciones con la complicidad de


sus sirvientes.

Ya en la mañana, los poderes sanadores de Margarita se


habían incrementado.

Esta era semana de carnaval. De día los porteños habían


adquirido de los inmigrantes españoles la costumbre de
mojarse, a pesar que en España el carnaval caía en época
invernal.

Desde 1771 los bailes habían sido implantados en locales


cerrados por el Gobernador de Bs. As. Juan José Vértiz.

No faltaban de ninguna manera los bailes al amparo de la


noche en la cuadra al aire libre.

La gente jugaba de día con agua e iba de baile por las


noches. Los corzos en las plazas comenzaban a las 6 de la
tarde y los bailes entre las 9 y 11 de la noche...

Pero la costumbre de jugar con agua era algo sin igual, solo
se permitía el juego durante tres días y el combate era
intenso.

Se utilizaba cualquier recipiente, desde el modesto jarro,


baldes, huevos vaciados rellenos con agua perfumada,
jeringas, etc.

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Se empleaba mucho el huevo de ñandú, vacío y relleno con
agua de rosas o simplemente en estado de putrefacción y se
vendía en las esquinas.

Ya en las calles se vivían verdaderas batallas campales


donde muchas veces participaba la policía con algún
incidente de fines lamentables.

Las azoteas se convertían en réplicas de la defensa de las


invasiones inglesas.

Nadie se privaba de este juego, mujeres, hombres, niños,


ancianos, toda la familia.

Era muy divertido y terminaba con la inmersión de los


perdedores en una bañera.

Pero a la niña le atraían los candombes, el prohibido baile


Fandango, la magia de los parches, la noche de los negros.
La república del tambor en Montserrat era su acercamiento
hacia la sabiduría de la Diosa.

Ella bailaba y dentro suyo algo o alguien crecía. Poco a poco


su relación con un mundo místico y mágico se iba
apropiando de la Margarita común y dejaba escapar la de los
deseos reprimidos.

Toda una luminosidad se apoderaba de su cuerpo


incandescente, y su feminidad adolescente se convertía en la
de una mujer adulta sacudiendo caderas y balanceando sus
senos.

Noche de candombe en Montserrat. En carnaval, las negras


preparan sus vestidos de noche y su atavío para la danza.
Collares de colores de grandes cuentas colgaban de su cuello

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y sus pies descalzos se preparaban a batir el suelo como si
fueran los parches de los tamboriles.

El baile y la posesión de las almas era algo más o menos


similar.

Magdalena Villalba era, por línea descendente en mestizaje


de raza negra, blanca ochavona y la niña Margarita era
puchuela, hija de europeo y ochavona.

La mezcla de negros y españoles fue un acontecimiento que


nunca debió ser, la corona española tenía la pretensión de
mantener la distinción de razas, pero el arribo de los negros a
las costas de América planteó una situación muy diferente.

Tal es así que a Asunción (de Paraguay) se la llamó “la


tierra de Mahoma” por la cantidad de mujeres negras e indias
que se prodigaba cada hombre.

En el caso de Magdalena Villalba su etnia fue blanqueándose


a pesar de los genes y Margarita, su hija, fue blanca de
cabellos negros y ojos del mismo color.

Mora, la bisabuela de Magdalena era entonces hija de un


español y una mulata. La primera en llegar fue Ania,
capturada como un animal en Guinea, África. Traficada en
un barco de esclavos con bandera Filipina.

De esas uniones, nacieron así los nombres de la


descendencia y es que entonces:

Ania, mujer africana llegada al país se unió con un español.


De esa unión nació una hija, Abisinia: mulata.

De Abisinia en unión con un español fue concebida Mora:


tercerona.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
53

De Mora con un español, es decir tercerona con español,


cuarterona y así sucesivamente.

Había llegado al país en 1740 con 13 años. Vino con sus


padres que pronto fueron comprados por los dueños de una
estancia del interior de la provincia.

La niña negra quedó un tiempo en las instalaciones de los


terrenos del Parque Lezama, luego fue trasladada a los
galpones de Retiro para ser comprada más tarde por el dueño
de un solar de la calle San Andrés, por donde pasaba el
arroyo, cerca de donde luego estaría la casa del General
Lavalle, en San Andrés y Concepción (Las ahora Chile e
Independencia) llegando a uno de los límites de la
cuadrícula que distribuía el plano de la Ciudad, de quince
por nueve manzanas según el trazado de Juan de Garay en
1580.

Allí, comenzó a trabajar junto a otros esclavos, siendo la más


bonita de todas las niñas recién adquiridas marcadas a
carimba*.

En aquel entonces era muy común que los españoles en estas


tierras gozaran de un libre albedrío, por así decirlo, que les
permitía tener derecho sobre más de una mujer.

Por eso era predilección de éstos relacionarse tanto con


indias como con esclavas, lo que les provocaba un alto grado
de erotismo, dada la fuerza de la raza.

La mujer española era bonita, claro, cuidada en sus


costumbres y religiosamente abstraída e introvertida
también.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Lo que hacía que fueran sumamente pacatas y lentas en
cuanto a estos quehaceres.

No así las salvajes indias o negras recién desembarcadas que


eran sometidas y tratadas cual esclavas de servidumbre a los
designios de sus amos que hacían y deshacían a su antojo en
cuanto a los placeres mundanos y más bajos.

Llamaban a sus amigos de otros solares con los que se


reunían por las noches a emborracharse, festejando grandes
orgías con las mujeres de la casa de las que no se hablaba y
al otro día nadie sabía que había sucedido.

Todo lo que se movía en el nuevo continente era diversión,


placeres prohibidos, desenfreno, juegos de azar, muerte,
enfermedades, lujuria.

Pero nada, absolutamente nada, superaba a los bajos instintos


desatados ante tanto desenfreno.

No había leyes, no había castigos, no había denuncias, no


había a donde denunciar. Una especie de caos organizado
que con la llegada de los monjes y los jesuitas iría poco a
poco aplacándose por suerte, siendo el único remedio.

Pero mientras tanto, el tiempo había pasado y de esas


relaciones pecaminosas nacían hijos que no tenían apellido,
que no se sabía quien era su padre y tampoco importaba
demasiado pues nadie, salvo sus madres, se haría cargo de
ellos, y además servirían para comercio de esclavos, un
negocio prominente en Buenos Aires como pocos.

Abisinia, producto de una de esas uniones era una morena


hermosa de piel sedosa y color café con leche. Ojos verdosos
como agua clara y labios carnosos sangrantes que

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resguardaban la fila de dientes más blanca y más derecha que
se haya visto por aquellos tiempos.

Abisinia era una esclava en la casa de un señor “feudal de las


pampas” en la nueva Ciudad de Santa María de los Buenos
Aires. Ella se ocupaba de todo lo que tenía que ver con el
ropaje del señor. Se las arreglaba muy bien con la aguja e
hilo, siendo su tarea muy apreciada dada la escasez de
vestido en aquella época.

Era especial, su forma de caminar, su forma de vestir, su


forma de hablar y mirar.

Ella poseía una inteligencia que nadie había inculcado y


además estaba bien dotada.
Tanto que cuando parada, esbelta figura, mantenía su postura
con el bulto de ropa en la cabeza cual efigie egipcia de Isis.

Mostraba con desparpajo sus curvas carnosas y prominentes


despojadas de toda vergüenza pues mantenía sus formas de
manera sumamente natural.

El amo le pedía que cociera en su pieza, tomaban juntos el té


que era servido por otra criada.

Él le había enseñado a jugar a las cartas españolas, siendo de


gran entretenimiento cuando otra cosa no surgiera.

Pero claro, la relación no podía ser tan ingenua y pasó los


límites establecidos.

Tarde tras tarde la siesta del señor se convertía en placer


irrefrenable, pagano y del cual ya se hablaba en las casas en
boca de las criadas y negros.

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Una permisividad que a ellos ya no les importaba. Total,
quien podría discutir dentro de esa alcoba.

Ni amo ni esclava dirían absolutamente nada pues el placer


era mutuo y como tal imposible de controlar.

Era como un vicio que se repetía y que con picardía lograban


mantener en vilo con el pasar del tiempo.

El amo moría por esa mulata parda, no podía pensar en otra


cosa estuviera o no con ella.

Y era la envidia de su círculo amistoso pues la hermosura de


su mujer era irrepetible.

Jugaban cual dos chicos a las escondidas, ella se deslizaba


sigilosamente siendo las 2 de la tarde y apenas abría la
puerta del dormitorio que daba al patio él le tomaba la mano
y la introducía al aposento abruptamente para desgarrarle la
ropa a los tirones y entregarse al goce con un paroxismo sin
medida ni siquiera en tiempo.

La voz se corrió a los mercados y todo el pueblo ya lo tenía


por cierto.

Hasta que la ley permitió el casamiento de españoles con


mujeres de color.

Entonces el señor de la casa cumplió con darle el nombre y


apellido a la mujer negra más hermosa de Santa María de los
Buenos Aires en los Altos de San Pedro Telmo.

Solía llevarla a la Recova de compras por la mañana después


de las 11.00 y por las noches se dirigían al teatro.

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Ya el virrey Vértiz, allá por el 1778 inauguró en la esquina
de Alsina y Perú la primera casa de Comedias, el “Teatro de
la Ranchería”.

Se le daba ese nombre por ser el lugar donde se encontraba


la ranchería de los Jesuitas. Los flamantes esposos solían
concurrir los domingos y días festivos.

Abisinia tenía unos bucles suaves y de color castaño


caramelo. Su piel era tersa, dorada y sus ojos verdes
contrastaban delicadamente.

Ya siendo la señora de la casa su vestuario cambió


completamente. Ella vestía de blanco, rosa o manteca, según
la ocasión, y la mejor confección y accesorios traídos de
Europa.

Claro que no se le animaba a las tertulias en casas de la


aristocracia y ya era bastante difícil el hecho de ir a misa
pues a pesar que la ley amparaba la decisión del español que
quisiera contraer matrimonio con su esclava y le diera
libertad en eso, la gente no se acostumbraba tan fácilmente
tildando de ligera a la “Negra del Señor”.

Mientras tanto, la madre de Abisinia se desempeñaba para


aportar dinero en la casa a la que pertenecía, como Gatera,
vendedora de pan de la Plaza Mayor.

De esta manera ayudaba a la economía de sus amos, tarea


que desempeñaba con alegría, aunque contrastaba con la
realidad de su hija.

De la unión de Abisinia con el Sr. Martínez Rial, nació


Mora, la bisabuela mulata de Magdalena Villalba, herencia
de sangre de la niña Margarita.

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*Carimba: Marca que se le realizaba a los esclavos. Dejó de hacerse a
partir de 1774.

Informe:
Felicitas Gómez
Historiadora, investigadora.
División Homicidios, Departamento Central Policía
Federal Argentina.

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Capítulo VII
“Los negros de Montserrat”
“Es el mes de mayo de 1770 y zarpa un buque de las costas
de la bahía de Cabilda, África, con una carga de negros de
Angola, que fueron conducidos a través del río Zaire por
Portugueses cazadores de negros, para ser cargados al
barco con rumbo a Buenos Aires.
Los comerciantes portugueses persiguieron a la futura
mansedumbre de color, durante dos días con sus noches.
Los que luego fueron vendidos al capitán de la nave que
zarpaba hacia América.
En el Princesa Elizabeth, de bandera inglesa, han subido
1000 cabezas de negros en total, que fueron alojados en las
barracas de la embarcación.
Una bodega es destinada a los hombres, engrillados para
que no intenten amotinarse. Estos ejemplares están en
estado salvaje aún.
Los niños ocupan una barraca similar pero más pequeña,
donde se encuentran parados, amontonados, de a docena
por metro cuadrado, hasta que las piernas ya no resisten el
vaivén de las olas, y pronto van cayendo unos sobre otros,
apilándose de a 5 o de a 10.
Por la mañana los cuerpos de los que han fallecido son
arrojados por la borda.
No son pocos los que mueren, pero es el riesgo que se
corre. Los niños son apreciados por los españoles, pues son
dóciles y pueden ser sometidos a los más viles trabajos.
El africano de Guinea o Angola era el negro mejor pago
por los españoles, es fuerte, de contextura robusta y es

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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utilizado para la explotación de las minas. También es
usado en las haciendas para las cosechas.
Un lugar especial es elegido para las mujeres. Estas
deberán ser bien cuidadas. Son a las que se les pone
mayor precio a la hora de la venta.
Adquiridas en grandes cantidades, los señores colonos
adoran tenerlas a su merced”.
Este podría haber sido el diario de navegación de cualquiera
de los buques que solían transportar carga humana por
aquellos tiempos desde que América fue descubierta.
Las rutas de introducción comercial del tráfico de negros en
los siglos XVI y XVII fueron Cartagena, Veracruz y Buenos
Aires, en orden de importancia.
Cartagena tenía la mayor distribución de negros que salían
de allí hacia el caribe, Lima, Nueva Granada y Panamá en
líneas generales.
A Veracruz llegaban los negros que harían los trabajos de
mayor rendimiento, minería o hacienda.
Por último, Buenos Aires venía a ser algo así como el puente
de ingreso para la distribución posterior a Chile, el Alto Perú
y Asunción del Paraguay.
La importancia del ingreso a Buenos Aires la daba el
estuario del Río de la Plata, con la convergencia de los ríos
Paraná y Uruguay, por donde el contrabando portugués se
hacía más fácil.
Pensemos la importancia de este Delta que facilitaba todo
tipo de ingreso de mercaderías proveniente de Europa y
África como los negros que eran llevados al interior y muy
requeridos desde Potosí para la minería.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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La mercadería era sumamente apreciada por los pueblos
aislados que se constituyeron en el interior y que no tenían
acceso a las vías marítimas, imposible de abastecerse de
mercaderías por medios propios.
No había entre 1492 y 1789 en América hispana una
legislación que se refiera a la condición ni protección del
negro esclavo. Tan solo unas pocas disposiciones tan
aisladas y de mirada objetiva que eran imposibles de aplicar.
La demanda de mano de obra para las tareas en las minas o
plantaciones agrícolas hizo que se ampliara el comercio de
alquiler de esclavos, no así su venta, pues daba mayores
réditos a sus dueños.
Los negros eran maltratados, no había ni jueces ni leyes
protectoras como aquellas que sí se dictaron para el indio. Se
los consideraba delincuentes.
Se los azotaba, ahorcaba, se los engrillaba, colocaba en el
cepo como castigo por las más estúpidas faltas. Y cuando de
motines se trataba, ni siquiera se tomaban el trabajo de
castigarlos. Simplemente eran ejecutados en masa, fusilados,
o se ejecutaba a los jefes, quedando el resto expuesto a
sometimientos extremos, llegando al punto de pedir la
muerte.
Cuando un negro moría, era arrastrado por las calles hasta
pozos comunes ubicados en la Ciudad, donde eran arrojados
sin darles sepultura de ningún tipo, pues no había campo
santo para ellos y mucho menos cementerios, destinados
únicamente para gente blanca de recursos ni tampoco tenían
derecho a los ataúdes.
Los Españoles decían que América era un paraíso de
mujeres, pues tenían cuantas quisieran. No respetaban la
pretensión de la corona española de mantener las distintas

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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razas que poblaban sus reinos en estado puro cada una de
ellas.
El caos en este sentido fue total, se encontraban en total
libertinaje, procreando con indias y con negras sin
limitaciones ni medida.
Un documento hablaba sobre este proceder, el “Testamento
de Irala”, en el cual se daba real reconocimiento a las hijas
concebidas por mujeres nativas de padre español.
De estas uniones fueron muchos los nombres que se le
fueron dando a medida y de acuerdo a la mezcla de unos con
otros.
Por ejemplo entonces: Blanco con negra, como resultante
nace el mulato, blanco con mulata, nace el tercerón, blanco
con tercerona, cuarterón, blanco con cuarterona, quinterón,
blanco con quinterona, (siempre y cuando el color de la piel
hubiera resultado de esta unión más negro que la anterior)
salto atrás, negro con india: zambo. Negro con Zamba,
Zambo prieto (al igual que salto atrás, si predominaba el
color oscuro).
Todo este mestizaje era un problema a la hora de imponer
leyes relativas al goce de determinados derechos, la
vestimenta y hasta los entierros. Siguiendo un análisis del
mestizaje, de la cruza de español con india: mestiza. De
español con mestiza, castiza, español con castiza: español.
De español con negra: Mulato. De español con mulata,
morisco. De español con morisca, albino. De español con
albina, negro marcha atrás. Indio con mestiza, coyote. Negro
con india, lobo. Lobo con india: zambaigo. Indio con
zambaiga, albazarrado. Indio con albazarrada, chamizo.
Indio con chamiza, cambujo, indio con cambuja, negro
marcha atrás con pelo liso.

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De europeo e india, mestizo. De español y mestiza,
cuarterona. De europeo y cuarterona, la ochavona, de
europeo y ochavona, puchüela, enteramente blanca (la niña
Margarita)
Del Blanco con mulata blanca: morisco. El mulato morisco
era rubio de ojos celestes y por esto tenían mayor aceptación
por la confusión que se creaba cuando se hacía comparación
con el criollo euromestizo o el español, aceptado de este
modo en mayor grado por la sociedad.
El mulato prieto, era el resultado de una unión de negro con
mulata parda. De piel más oscura tenía mayor parecido con
el negro africano.
El pardo o zambo, también llamados cochos, chinos,
cambujos, loros o corchos.
Luego sueltos quedaban el mestizo prieto, mestizo pardo o
coyote en México etc.
Dato importante a destacar era el nombre que recibían las
distintas naciones, que así se llamaban, constituidas en los
distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires, provenientes
cada una de las regiones de donde provenían los negros
residentes.
Así podemos distinguir a los nativos de Congo, Guinea alta y
baja, Luanda, Camerún y Gambia.
Entonces habiendo pertenecido a distintos pueblos por
ejemplo bantúes, benguelas, guandos y congos, que a su vez
eran divididos en naciones como Volo, Mandinga, Revolo,
Camundá, Yumbé, Aschanti, Mina, etc. donde cada uno
tenía su lengua.

Los barcos que se utilizaban para el contrabando de negros,


tenían aproximadamente 200 toneladas que en poco tiempo

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fueron aumentadas para obtener mayor rendimiento en la
capacidad de transporte y de esta manera cargar más
cantidad de esclavos.

Nadie estaba cómodo en ellos, ni negros ni tripulantes. Se los


llamaban tumbeiros o enterratorios.

Antes de abordar, los negros capturados eran reunidos en la


playa donde se hacía una gran fogata en la cual eran
avivadas las carimbas o hierros al rojo con el que eran
marcados, los hombres en la espalda, a la altura de los
omóplatos, la frente o la mejilla y las mujeres en las nalgas.

Cada marca era identificatoria de su dueño la cual estaba


compuesta con las letras del nombre y apellido o de la
posición feudal y su apellido.

A causa de esto, por el miedo que les impartía el hecho de


ser torturados de semejante manera, muchos se suicidaban,
huían, se amotinaban y entraban en estado de crisis por lo
cual eran ejecutados, etc.

Luego de marcados se los trasladaba al barco en pequeñas


cantidades en donde la tripulación los recibía, alerta y
armados, por cualquier intento de fuga.

Se alojaba a los negros en las bodegas y a la tripulación en


cubierta. No había baños, ni ducha, ni nada, mucho menos
privacidad.

Se los colocaba en bateas, cada una de una altura no superior


a los dos metros y apenas de seis pies de largo por dieciséis
pulgadas de ancho, es decir “un cajón de muerto de escasos
recursos”.

Se los engrillaba y solo podían estar acostados o sentados,


teniendo menos espacio que en su propia tumba.

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En la mayoría de los viajes, los hombres eran apilados,
encadenados y asegurados. Pues de producirse un motín era
probable que los negros, por mayoría, ganasen sobre los
blancos.

A las mujeres se las amontonaba en el segundo entrepuente y


las que estaban embarazadas, se las reunía en la cabina de
popa. Todo contribuía a la propagación de epidemias, desde
la promiscuidad hasta la falta de alimentación y la tristeza.

Por tal motivo en travesía, al que se enfermaba se lo arrojaba


al mar.

También solía engrillarse a los hombres de a dos por tobillos


y muñecas y otras veces las mujeres y los niños quedaban en
libertad de recorrer las instalaciones del barco obligando a
las mujeres en especial a permanecer con la menor cantidad
de ropa posible con la excusa del calor reinante.

Estas eran el premio de los blancos, poseyéndolas sin piedad


ni control, creando un estado de promiscuidad cercano a la
orgía en el barco, propagándose de esta forma gran cantidad
de enfermedades venéreas. Pero la tripulación estaba más
allá del bien y del mal y de controlarse frente a los instintos
animales y la necesidad de saciedad sexual que tenían estas
mujeres, según sus captores explicaban.

En general el estado de los negros era calamitoso, antes y


después de subir a la embarcación.

Manos sin dedos, miembros quebrados, cicatrices en cuello,


cuero cabelludo, etc. Debido a los malos tratos infringidos
durante su captura o su traslado antes de embarcar.

Defectos físicos, tuertos, bizcos, rengos, lesiones oculares,


golpes en sus cuerpos, enfermos de viruela, fiebre amarilla,
sarna, tiña, dengue, melanuria, amebas, variadas formas de
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disentería bacilar, parásitos intestinales, dermatosis tropical,
elefantiasis, fiebres muy diversas, mal gálico o bubas
(sífilis), mal de Luanda, escorbuto, tisis, hidropesía, gota,
parótidas, lepra, disentería, gota coral, epilepsia, diarrea,
oftalmía y sirigonza.

No se puede determinar cuántos negros ingresaron a Buenos


Aires pues se carece de registros. No eran muchos los que
llegaban. Todas las mañanas debían ser retiradas una
cantidad de cuerpos de los que morían por la noche.

Sin embargo se sabe que legalmente pudieron haber


ingresado aproximadamente 6000 esclavos entre los años
1570 y 1630.

También puede saberse que se perdía aproximadamente el


40% de la carga en el trayecto.

La comida que se les daba a bordo era arroz, mijo, harina de


maíz cocida, tal vez acompañando este menú, un trozo de
charqui (carne seca) ñames, mandioca, plátanos, por la
mañana y por la tarde, al igual que la ración de agua.

Salir a cubierta a caminar o danzar al son de instrumentos


africanos, cantar o incitarlos a dar grandes saltos, era el
ejercicio obligado para mantener la circulación y evitar los
calambres debido a la mala postura que llevaban mientras
estaban en las barracas. Pero lo debían hacer engrillados, por
temor al amotinamiento.

Y mientras tanto, los marineros bajaban a realizar una


limpieza en el lugar a donde luego volverían a ser
depositados, para mantener cierta condición de higiene.

En el caso que se tuviera que aplicar una medida


ejemplificadora eran castigados excesivamente con látigos
hechos con cuero de elefante o hipopótamo, llamados “gatos
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de nueve colas” debido a los nueve ramales que estos tenían
los cuales finalizaban en un nudo.

Se sabía de la llegada del buque por los nauseabundos olores


que llegaban del puerto a la ciudad.

Las autoridades entonces subían a controlar los documentos


“facturas” de compras para corroborar que no había
contrabando. También subía un médico para verificar el
estado de salud de aquellos que bajasen, al resto que no
podía hacerlo simplemente se les daba muerte en el caso de
extrema enfermedad. A otros menos afectados se los dejaba
en cuarentena hasta que se curasen y luego se los bajaba a
tierra firme cumplido ese lapso. El ejercicio de la medicina
comenzó a regularse a partir de la creación en 1779 bajo la
administración de Juan José de Vértiz, del protomedicato
ubicado en San Telmo, frente al convento de los Jesuitas
(ahora iglesia de San Pedro Telmo) sobre la calle Humberto
1º entre Defensa y Balcarce.

La finalidad fue instruir y controlar de esta manera a los


charlatanes que se hacían pasar por médicos, que en realidad
la única profesión que ejercían era la de barbero, boticario o
simplemente sangradores, llamados así por la utilización de
sanguijuelas con fines terapéuticos.

La mayoría de las veces los buques eran sometidos a una


rigurosa cuarentena, pues ya Buenos Aires tenía bastante con
lo suyo.

A raíz de la poca higiene, la falta de agua potable, los


animales muertos en baldíos, los desperdicios que quedaban
por todos lados a la intemperie, contribuyendo a la
reproducción de moscas y otros tipos de insectos, la ciudad
tenía su propia endemia.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Consta en los libros del Cabildo, las quejas de los vecinos y
autoridades por la proliferación de nuevas enfermedades
introducidas a raíz del comercio de negros.

No hay información del contrabando de negros en Buenos


Aires, pero esto no se debe a que no lo hubiera. Hubo y no
solo de gente, sino que además se aprovechó muy bien con la
complicidad del gobierno español para hacerlo cargando los
buques a la mitad con negros, poniendo como excusa que así
viajarían más cómodos, pero la otra mitad de carga era de
mercadería, la cual bajaba en diferentes puertos ya
estipulados a lo largo del delta donde los lugareños
encargados de tales faenas amparados por el gobierno de
turno, cubrían los bultos con paja hasta su traslados a los
almacenes ya predestinados.

Muchas veces el contrabando era importante, no solo de


mercadería, sino de materiales de construcción, los cuales
eran utilizados con fines propios (con la complicidad de la
corona española y la curia) Con ellos se levantaban templos
y casas de la caridad para cumplir y no ser afectados, una
especie de derecho de piso.

Es el caso de un tal Navarro, que introdujo cal y otros


derivados por túneles cavados en las costas de lo que ahora
es Recoleta. Con ello se edificó no solo la Iglesia del Pilar
sino lo que ahora vemos como el Centro Cultural Recoleta,
que era el convento, lugar de recogimiento de los Monjes
Recoletos en esa jurisdicción.

Lo interesante era que una vez que la mercadería había sido


desembarcada en distintos puntos desde el Delta hasta el
Samborombón, nada había para declarar, salvo los negros,
así que el buque hacía su entrada como si tal cosa.

El horario de desembarque de los esclavos era de 7.00 de la


mañana hasta las 5.00 de la tarde. Ya luego de ese horario
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
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eran engrillados los que no habían alcanzado a descender,
para evitar la huida.

Los cabeza de negro o cabeza de esclavo eran medidos en


palmas, una medida implementada en España que era
tomada desde el pulgar hasta el meñique de la mano abierta,
a razón de 21 cm. aproximadamente, que era marcada en una
tablilla de medición. A esta práctica se la llamaba palmeo y
se llevaba a cabo en las plazas públicas de la ciudad o
pueblo.

El cabeza de negro o pieza de India, era todo hombre o


mujer de cualquier edad y condición de 15 a 30 años,
robusto, sin defectos, con todos sus dientes.

El negro ladino era el que ya tenía un año de esclavitud en la


América hispana y el negro bozal, el africano recién
desembarcado.

A los más chicos, de 7 a 10 años se los llamaba mulecón y a


los menores de 7 años mulequilla o muñequillo. Claro que
por las condiciones físicas y el deterioro del traslado sumado
a ello la desnutrición sufrida antes y después del
desembarco, era muy difícil estipular la edad de los
pequeños.

Luego de la medición se procedía a agruparlos por sexo,


edad, contextura y defectos.

Allí se los marcaba a carimba (hierro caliente) procedimiento


terriblemente doloroso, tal es así que muchas veces se
producían revueltas, escapes y suicidios en masa.

Esta práctica se llevó a cabo en Bs. As. hasta el 4 de


noviembre de 1784, y fue suprimida por orden del ministro
Gálvez.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Ya luego de esta marcación eran llevados por lo general a la
plaza de la aduana para su venta.

No se tienen registros exactos del precio estipulado de un


negro o negra por los múltiples factores que incidían en ello.

Sí se sabe que cualquier persona con dinero en mano podía


efectuar la compra de un negro para darle el destino que
quisiera.

El tráfico legal o ilegal enriqueció a muchos. Fue tan bueno


el negocio, que en muchos casos, se daba, un permiso para el
tráfico como recompensa por haber servido al Rey.

Tanto Liniers como Álzaga, pudieron traer un contingente de


2000 negros por su desempeño en las invasiones inglesas.

La compañía de Guinea o también llamada “El asiento


francés” fue la mejor organizada administrativamente para la
recepción y venta de negros esclavos en el Río de la Plata.

Durante su acción, la concentración de los negros se


estableció en “El Retiro”, lugar donde ahora se emplaza el
edificio Cavannagh, frente a la Plaza San Martín.

Los registros oficiales de ese período (1702-1714) constan


de un ingreso de 3475 cabezas de esclavos, oficialmente
claro.

Los negros fueron alojados en “El Retiro” dadas las quejas


de los vecinos y funcionarios al Cabildo, pues en primer
término se utilizaron los terrenos del ahora llamado Parque
Lezama.

El pedido específico se basaba sobre que los negros


contrajeron muchas enfermedades de piel, etc. Y por lo tanto
emitían olores nauseabundos más allá del hacinamiento.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


71
Por esto, se esgrimía que el viento proveniente de dichas
instalaciones infectaba a la ciudad con tales males. Se pidió
fueran alojados en la zona donde los vientos soplaran para
las afueras de la ciudad pidiéndose específicamente que se
los bañe en el río aguas abajo, donde la corriente iba en
contra y por ende no contaminaba.

Ya cuando los negros eran adquiridos por sus amos, tenían


bastante libertad. No se les daba más que tareas específicas.
Como eran realmente muy buenos con las tareas manuales,
se los empleaba para artesanías de todo tipo, cuya renta en
muchos casos se utilizaba para ayuda de los ingresos de la
familia.

Algo digno de destacar sobre la conducta del blanco con el


negro, era que cuando estos últimos eran bautizados además
del nombre cristiano, el amo le daba su propio apellido.

Todo oficio manual que el español era reticente a llevar a


cabo era realizado por el esclavo, en sus casas y también en
talleres, con el pago de jornal que era percibido por los
dueños. Las negras atendían todo lo que tuviera que ver con
tarea doméstica, para lo cual se las instruía a gusto de la
señora de la casa.

También eran utilizadas como “amas de leche”, atendiendo a


los hijos de sus amos como si fuesen propios.

El trabajo del negro esclavo, en definitiva, era sumamente


apreciado, por su dedicación y fidelidad, dando buenas
rentas y recuperando en poco tiempo la inversión realizada.

Aquí también comienza para los dueños de esclavos un


ingreso seguro de ganancia, alquilando a sus criados a
estancias, donde los hacendados no tenían dinero suficiente
para adquirir a sus propios negros.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Se delimitaron las jornadas laborales, concluyendo con los
problemas del vagabundeo y otros vicios. En el año 1789 se
emitió una Cédula Real que imponía horarios para los
jornaleros y los esclavos. La misma decía:

“ Se han de levantar a las cuatro de la mañana para beber


mate y entrar inmediatamente al trabajo; a la hora y media
que estén en él, se le dará otro mate; media hora después,
desayuno; a la hora de éste otro mate; y de ahí en adelante,
hasta que salgan del trabajo, toda el agua fría que
quisiesen. A las once y media se retirarán a la casa, donde
descansarán media hora, y a las doce se le dará de comer
para que duerman la siesta hasta las dos, en que se les
despertará dándoles mate, y volverán sin demora otra vez a
la faena. Allí, con igual distribución de tiempo se les
servirán otros dos mates, y después toda el agua fría hasta
que del todo dejen el trabajo, que será una hora después de
entrado el sol; de modo que en todo el discurso del día se
les darán seis mates, con los dos que en las casas tomarán,
mañana y tarde antes de ir al sembrado.”

Esclavos, libertos, bozales, ladinos, son las formas en que los


negros eran considerados.

Los esclavos obtenían la libertad a través de una carta


emitida por sus amos o porque ellos mismos juntaran gracias
a la tarea realizada, el dinero suficiente para pagar su propio
precio (rescate).

Pero todos, tanto los libres como los esclavos, estaban


sujetos a distintas medidas restrictivas: no podían llevar
armas, deambular de noche por ciudades o villas y tampoco
tener indios a su servicio.

En cuanto a la vestimenta también había reglamentaciones


muy específicas, las mujeres no podían por nada del mundo
llevar nada de oro, seda, mantos o perlas, solo las negras y
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
73
mulatas casadas legalmente con españoles podían llevar en
su saya un ribete aterciopelado y ponerse como adorno
zarcillos de oro con perlas y una gargantilla)

La mayoría de las veces las familias con altos ingresos tenían


esclavos como servicio doméstico. Se sabía que cuantos más
negros a su merced tenían, más adinerados eran.

Los esclavos aportaban buenas ganancias a sus amos,


confeccionando en los patios de las casas escobas, velas,
dulces, etc. Que luego eran vendidos en puestos o por las
calles.

Los ladinos eran también los que habían aprendido el idioma


español, en cambio aquellos que todavía no lo hablaban eran
llamados bozal.

Es bien conocida la fama que se le dio a la mujer negra de


insaciable y fogosa.

Pero de hecho, fue madre, trabajadora, explotada en muchos


casos y en la mayoría sometida. Eran criadas, amas de leche,
lavanderas, cocineras y además artesanas, obligadas a
fabricar velas, tortas, empanadas, etc. mercaderìa que luego
era vendida para contribuir con los ingresos de la familia
blanca.

En muchos casos el sometimiento se refería también a la


prostitución.

Muchas de las negras bailaban poseídas de espíritus o bajo el


dominio de un brujo cuando interpretaban “El baile del
Santo”.

Se decía que aquellas eran imposibles de satisfacer


sexualmente y por esto muy proclives a hacerse embarazar
por blancos.

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74
Las negras se relacionaron con todo tipo de piel,
contribuyendo al crecimiento poblacional de los barrios de
Montserrat, San Telmo y San Cristóbal.

A los dos primeros se los llamó Barrio del Tambor, por las
noches de fiesta de negros en las que se tocaba ese
instrumento y Barrio del Mondongo, la comida más popular
entre ellos, siendo que los más necesitados se acercaban a
un matadero de las inmediaciones a pedir gratuitamente los
residuos: mondongo, bofes, etc.

Según se sabe el carnaval en Buenos Aires surgió alrededor


del 1600 junto con el candombe. Ya por esos tiempos los
negros se congregaban junto a sus amos para festejar en
circunstancias especiales.

Pero el Virrey Vértiz, atemorizado por varios sucesos


callejeros, en 1771 prohibió toda clase de manifestación que
no fuese hecha en lugares cerrados.

Las comparsas comenzaron a surgir allá por el 1800 en


Montserrat. El nombre de las mismas surgía de la
nacionalidad de origen de los negros.

Tenían repertorio ensayado, como en los candombes y a


pesar que el negro fue desapareciendo sucesivamente,
producto de la mezcla de razas y de su participación en las
batallas, los corsos siguieron su costumbre con las futuras
comparsas integradas por los blancos.

El carnaval en sí es una fiesta de desenfreno, donde nada es


como siempre, en el que los oprimidos y sojuzgados
expresan sus verdaderos sentimientos.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Por eso los cánticos de las comparsas eran virtualmente
canciones de protesta hacia los oligarcas y poderosos de la
época.

Los negros aprovechaban para exponer todo su potencial en


las calles, sus costumbres, su lengua, sus cultos y creencias
ancestrales prohibidas.

Las naciones eran muchas, las más conocidas: Banguela,


Cabunda, Caricari, Congo, Hubuero y Muchote en San
Telmo y Montserrat.

Sus dioses paganos eran reemplazados por figuras del culto


cristiano como San Benito o el Rey mago Baltasar.

Se disfrazaban con prendas en desuso de sus amos y las


fiestas eran tan divertidas que ni los blancos se privaban de
ellas, hasta algunos de ellos, se disfrazaban de negros
tiñéndose la cara.

Muchas veces fue prohibido el carnaval, dado los cánticos en


contra de autoridades y política del momento. Pero tantas
veces como fue prohibido volvió a permitirse dada su
popularidad.

Eran diversas las manifestaciones preparadas para los tres


días de festejos.

Otra de ellas era una danza en que participaban niñas y niños


siguiendo las carrozas hasta la plaza central en donde era
montado un tablado construido para tal fin, en el que
bailaban, marchaban y formaban figuras con cintas.

Un baile muy popular prohibido por el obispo Juan José


Peralta en el año 1743, fue el Fandango, aunque el más
atrevido fue el baile del santo, donde lo mágico y religioso se
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
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mezclaban con rezos paganos, contorciones y almas
poseídas.

Desde la Plaza Mayor se daba inicio al carnaval a las 12.00


con la descarga de un cañón, oportunidad esperada por los
negros que en cuanto lo sentían comenzaban a hacer batir los
parches de los tambores y tamboriles, marimbas y
mazacayas.

Abandonaban entonces los barrios del Tambor y del


Mondongo, la plaza de la Fidelidad y Santa Lucía,
Montserrat y La Concepción.

Enfilaban por la calle Buen Orden (Bernardo de Irigoyen)


rumbo a la Plaza Mayor.

Todo era desenfreno y desparpajo organizado. Aunque para


la población “decente” la danza de los negros bozales era la
más grotesca y grosera.

Con respecto a la concurrencia a misa, la gente común,


negros, buhoneros, etc. concurrían al amanecer en las
iglesias de San Telmo, Montserrat y La Piedad.

La misa de las 13.00 hs., ofrecida en las iglesias del centro


como la catedral, Santo Domingo o San Ignacio fue de
carácter eminentemente aristocrático. El atrio, el espacio
abierto delante de la iglesia, era el lugar de encuentro.
Inclusive en muchas ocasiones fue el de reunión para
discusiones políticas.

El mayor comercio rentable fue el alquiler de esclavos para


mano de obra rentada. Era común que los negros fueran
comprados y luego alquilados por sus amos.

Las negras, estaban encargadas de todo quehacer doméstico.


Vivían con sus amos en la misma casa, aunque en

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


77
habitaciones separadas en el tercer patio, desde ya lejos de
las habitaciones principales.

Acompañaban a sus hijos en sus juegos hasta los cinco o


seis años, los “muleques”, quienes se criaban con los hijos de
los amos, mientras que las negras seguían a sus amas cuando
salían de compras o iban a misa, cocinaban, lavaban la ropa,
realizaban costuras y todo tipo de tareas similares.

Pero dadas las condiciones higiénicas deplorables de los


tiempos que corrían, originadas por la escasez de agua
potable, sufrían una mortalidad infantil muy elevada.

Las muertes al año de vida entre 1813 y 1815 alcanzaban un


50%.

Ya por estos tiempos se producía también un fenómeno entre


la población blanca.

La indigencia y pobreza también se abatía sobre gran parte


de los blancos sin recursos, pero que preferían holgazanear a
trabajar junto a los negros.

Se los llama “blancos de orillas” y eran un verdadero


problema para las autoridades.

Una de las posiciones de privilegio que adquirieron los


negros fue que se los incorporara como soldados formando
compañías, batallones y regimientos completos de morenos o
pardos con oficiales blancos a cargo, otorgándole franquicias
y permisos (no adquiridos por otros desempeños) y se
recurría a ellos en momentos de peligro.

Algo que en los libros no consta, es que en aquellos países


en lo que los negros estaban incorporados al ejército, el
batallón que primero se enviaba al frente era el de mulatos y
pardos y no por cuestiones de privilegio precisamente.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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De esta manera se preservaba al blanco, siendo los negros de
más rápida y fácil extinción por estos motivos.

En 1778 se le dio vía libre a todo español para contraer


matrimonio con negras o mulatas y en 1794 el rey Carlos IV
aprobó la creación de un gremio específico de maestros
zapateros pardos y mulatos pues, en el tradicional se les
asignaban posiciones inferiores excluyéndolos de una voz
activa en los mismos.

Ya en 1789, en Aranjuez, el Rey constituyó un código sobre


el trato que debía darse a los negros en cuanto a la religión y
otros temas en las colonias españolas, disponiendo que los
amos debían instruir a sus esclavos en la religión católica,
bautizarlos otorgándoles el apellido, hacerlos ir a misa y
buscar un sacerdote que les administrara los sacramentos y
les explique catequesis.

Al final de cada jornada laboral, además tenían que atender a


sus hijos, alimentarlos, vestirlos adecuadamente, aunque
éstos fueran libres.

Se les concedía descanso los días de fiesta de precepto. Se


les debía reservar principalmente el trabajo de campo y no se
les permitía el sedentarismo.

El trabajo era obligatorio de 17 a 60 años teniendo las


mujeres labores separadas de las de los hombres.

No podían reunirse negros de diferentes haciendas. Era


obligación del amo proporcionarles cama, habitación,
asistencia en caso de enfermedad, gastos de difusión,
mantenimiento en caso de invalidez.

Podían elegir su pareja para casarse y el dueño del marido


estaba obligado en ese caso a comprar a la mujer o el dueño
de la mujer al futuro esposo.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
79
De no cumplir con lo que se pedía, los amos o mayordomos
eran severamente sancionados aún así, estos podían imponer
penas corporales a los esclavos pero la muerte o mutilación
(es decir sobre penas mayores) solo podía decidir la
audiencia.

Los negros eran sumamente hábiles y muy inteligentes,


considerando su rápido aprendizaje del idioma y su
desempeño en tareas como zapateros, sastres, barberos,
changadores, mozos, carpinteros, servicio doméstico,
pulperos y tenderos, aunque en 1642 el Cabildo de Buenos
Aires prohibió que las pulperías de la ciudad fuesen
atendidas por ellos, pero los utilizaba para tareas de orden
público o anunciando los actos de gobierno en los
“pregones”. Fueron además considerados hábiles albañiles,
cantores, músicos, acróbatas, toreros y actores.

Sin duda, jurídicamente el indio tuvo mayores privilegios


que los esclavos, pero económicamente los últimos eran más
rentables. No solo muchas familias vivían de lo que sus
esclavos producían y vendían por su trabajo en distintos
talleres o de jornaleros, sino que muchas mujeres viudas los
tenían como único sostén.

Desde ya tenían una organización o cofradía que los


auxiliaban en casos extremos de necesidad o simplemente
para la organización de fiestas o encuentros.

No fue mucho el crecimiento de los negros a través de


casamientos. Se debió más por el ingreso de nuevos
movimientos migratorios que por sus uniones. De hecho
había más hombres que mujeres. Sin embargo el matrimonio
jugaba un papel muy especial en la comunidad afro
bonaerense esclava. La unión era aprobada por los amos
pues mantenía al negro alegre y lo arraigaba a la estancia.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Así es que la iglesia decía que era bueno que contraigan
enlace, pues esto los mantenía sujetos e incentivados.

Muchas veces era algo así como un privilegio y un premio


por haber desempeñado sus tareas en mejor forma.

Los jesuitas por ejemplo, aconsejaban a los amos de chacras


y estancias a comprar negras para casar a los que estuvieran
solteros.

El 15 de mayo del año 1812 se inició oficialmente la


liquidación de la esclavitud.

A través de un decreto se prohibió la introducción de


esclavos en el territorio de las Provincias Unidas del Río de
la Plata.

El 2 de febrero de 1813, se declaró la libertad de vientres, es


decir a todos aquellos nacidos después del 31 de enero de ese
año.

Hubo otro decreto que hablaba sobre declarar libre a todo


aquel esclavo que fuera introducido en el territorio con el
solo hecho de pisar tierra libre, pero quedó en suspenso el 29
de diciembre de 1813...

Informe:Felicitas Gómez

Historiadora, investigadora.
División Homicidios, Departamento Central Policía Federal
Argentina.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


81
Capítulo VIII
“La Fiebre y la sanadora.”

En ese año, 1859, la “Niña Blanca” tendría que poner en


algunas cosas y además convivir con la peste y la fiebre y
sería la salvación para muchos, pero no para todos.

La fiebre vino cruzando el charco desde Montevideo donde


devastó la región.

Los primeros casos comenzaron a manifestarse en Buenos


Aires y Margarita no pudo menos que visitar los lugares más
infectados.

Cuando llegaba a tiempo podía curar de alguna forma, pero


ella no tenía como Sibille la posibilidad de llegar más rápido
que cualquiera.

Paseaba entre las camas tocando apenas las manos de los


convalecientes en un acto de contrición. Al otro día, si la
fiebre no había estado por demás avanzada, el paciente podía
incorporarse.

Su madre siempre quiso resguardarla del dedo inquisidor de


la gente. Algunos comenzaron a ver lo que la joven hacía y
no dudaban que fuera una “Santa”, pero ella se decía a sí
misma que “Santa no, hija de la Diosa en tal caso”.

Lo extraño de los hechos es que ella aprendió todo sola,


como salido de su memoria genética.

La acusación existía e insistían en llamarla loca o bruja, cosa


que a ella le importaba relativamente.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


82
Pero también estaba el que como Martino, el esclavo de la
casa, la consideraba milagrosa y la defendía con su vida.

Los padres de Esteban, su gran amor, presentes en la misa


ese día en la Catedral, vieron lo que pasó con la mujer
descompuesta y ante lo desconocido el miedo fue mayor.

Dejaron de saludarla y de llamarla para asistir a las reuniones


de familia como hizo desde siempre, aún en ausencia de
Esteban.

Además le dijeron que iban a hacer lo posible para prolongar


la estadía del muchacho en Europa pero si volvía no lo
dejarían verla.

Por su parte la madre de Margarita, decidió que sería bueno


que se comprometiera con algún buen partido, cosa que hasta
ahora no había conseguido pues a la niña ninguno le caía en
gracia, obvio, su amor por Esteban traspasaba todo lo
entendible.

Hasta si tuviera que vivir separada de él toda su vida, jamás


dejaría de ser “su mujer” respetándolo en pensamiento, alma
y cuerpo.

La madre igualmente pensaba que ahora sería mucho más


difícil, pero habría de intentarlo.

Margarita, desesperada por la noticia, le escribió a Esteban,


ajeno en todos los sentidos con respecto a esta situación:

“Es cierto, mi querido Esteban, tenías razón. Soy un


derrame de romanticismo a los ojos de un hombre. No
siempre me doy cuenta, es normal que así sea. Pero
desborda de mí.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


83
Eso provoca locura. Tanto que no he de importarle en
absoluto a quien esté a mi lado el secreto que guardo y
comparto solo con vos, que estás tan lejos; el de amarte a la
distancia.

Tus padres han prometido que no me dejarán verte si


retornas al país. Mi madre anda en busca de un candidato
y dice que debería contraer matrimonio.

No puedo, lo sabes, mi corazón te pertenece y nadie más ha


de tocarlo. ¿Que sentiré cuando el que está aquí intente
hacerme el amor?

¿Que sentiré cuando cierre mis ojos? Me digo si podré, si


no será parte de un engaño demasiado grande, demasiado
grave.

¿Seré tan enferma? me enferma este loco sentido que me


ensordece, enceguece y me hace pecar pensando en tus
ojos, los otros ojos, tu sonrisa, la otra sonrisa.

Estoy loca. Nadie sabe cuán loca.

Apuesto a que el tiempo me ayude a sobrellevarlo o a


continuar con este secreto no sé de qué manera.

Quizás leas esto y se ilumine tu mirada de fuego y se


hinchen tus labios enrojecidos de dolor y alguna pasión,
enjutos de sangre.

Qué será, qué pueda ser, que no es bueno.

El tiempo pasa demasiado rápido, la vida pasa demasiado


rápido.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Si hubieras venido… juro te hubiera robado ese momento
que no debo. No te hubiera dejado virgen de la visita, lo
siento, me hubiera apoderado de tu espíritu como si fuera
el innombrable y lo hubiera llevado a volar por ese breve
instante. Breve tan intenso. No te hubiera permitido
respirar para un no, jamás.

Quiero que sepas, que si vuelves, no me importa nada ni


nadie, ni ahora siquiera me interesa que lo sepas, y que
cuando estés frente a mí, sin decirlo, estés pensando en esto
que te dije, excitado, sin decir palabra del hecho.

Total, la vida sigue, con sus desencuentros y ya no voy a


tenerte, ni podré entregarme.

Que importará entonces, que en un secreto rincón de


cualquier parte, te arrebate la ingenuidad de tus actos.
¿Por qué no? ¿Quien dice que no?
Después, ya no vamos a estar.

Seguiremos caminos diferentes. Sueños distintos, tal vez,


así fue desde un principio.

Y cierro los ojos en un intento de imaginar, cada noche,


cada mañana, qué sucedería si te tuviera por fin ante mis
ojos abiertos.

Y se que te tomaría como en una pintura para encerrarte


en un cajón de mi memoria y algún día recordarte como la
imagen del que fue el amor. Como el rocío, que aparece
temprano y se va con el correr de los minutos.

Y te sueño en un beso, arrebatándote la vida en el aliento.

Pero nada ya depende de mí y que aunque no me crean,


siento un amor ingenuo, tímido, que nunca más podré
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
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sentir, que no supe de donde vino, pero solo una vez y solo
una, podré conocerlo.

En esta vida nos tocó lo que hay y no hay nada. Y a mí me


importa un bledo pagarlo en otras vidas si al menos
hubiese algo.

Quizá finalice mi angustia si te doy mi corazón y me quede


vacía… aunque ya estoy vacía”.

Las palabras de la niña mostraban el dolor y la negación a


todo acto que su madre le impusiera.

Ya había elegido. Muy difícilmente un alma como la de ella,


como la de Sibille, permita ser corrompida o apartada del
camino que decidió tomar.

Nada como la determinación de una mujer enamorada que


no le importa el amor correspondido pero sí confiar en ese
amor que crece en sí misma como la línea de lo posible y lo
imposible. Como para que nadie pueda traspasarla sin
permiso.

El muchacho recibió en Madrid la carta de Margarita.


La distancia es cruel en cuanto a tiempos se refiere.
La correspondencia había tardado en llegar y más tardaría en
recibir una respuesta.

Luego de esta carta, Esteban desesperado escribió a sus


padres preguntando qué es lo que estaba sucediendo. Ellos
contestaron que no tenían idea, que estaba todo bien, que no
se preocupara.

En tanto Margarita, reincorporada a sus estudios en su último


año, se encontró con Sor María de la Gracia, una monja muy

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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anciana que ya no ejercía el magisterio y que tenía a la
muchacha bajo su tutela.

La monja sabía bien sobre Margarita y no era la única,


siendo que la noticia de la mano sanadora de la niña, corría
como reguero de pólvora dentro de la iglesia.
Por eso la protección del cura que oficiaba la misa ese
domingo del suceso en la Catedral. El motivo era resguardar
a la Niña Blanca obradora de milagros.

La hermana de Gracia la había visto despojar a un inválido


de sus muletas de un solo golpe así como así y en seguida la
relacionó con María Antonia de San José, la fundadora de las
Hijas del Divino Salvador donde Margarita estudiaba

María Antonia de Paz y Figueroa, había nacido en Silícica,


un pequeño pueblito por demás humilde de Santiago del
Estero donde su padre, allá por 1730 era encomendero de los
indios.

María se entregó a la Compañía de Jesús al cumplir los 15


años, llamada su atención por la milagrosidad de San Ignacio
de Loyola.

Jesuita fundador de la orden, San Ignacio había sido un


excelente soldado hasta que un día en la batalla de Pamplona
fue herido en su pierna con una bala de cañón.

Por tal motivo, Iñigo (su verdadero nombre) es enviado a su


castillo en Loyola donde es sometido a tres operaciones en
su pierna derecha. En aquel entonces, ni hablar de la
anestesia, las operaciones practicadas a Iñigo fueron de lo
más crueles, pero el hombre, decidido a curar su renguera
permitía se corte y se suelde tantas veces como fuese
necesario su fémur en las intervenciones. Durante su
convalecencia solicitó que le acerquen libros de caballeros e
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
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historias que se encuentren en el lugar. Pero allí solamente
tenían la historia de Jesús y algunos santos.

El convaleciente Iñigo los leyó y empezó a convencerse que


ese era su destino e inició su clausura o recluimiento.

Se ponía penitencias y castigos corporales a sí mismo, como


hacían los Santos de su lectura.

Un día se le apareció la Virgen cargando al niño en sus


brazos quien lo consoló y pidió que comience una
peregrinación al santuario de la Virgen de Montserrat donde
determinó definitivamente llevar la vida penitente.

Su propósito era llegar a Tierra Santa. Entonces decidió ir a


Barcelona, 60 Km. de Montserrat, para embarcar.

La ciudad estaba cerrada por la peste así que debió esperar


en Manresa durante casi un año, suspendiendo su viaje
limitándose a transitar del convento de los Dominicos a
hospedajes para gente humilde y la mayoría de las veces
viviendo en una cueva la que fue su morada.

El destino de San Ignacio fue desviado muchísimas veces,


fue a tierra santa, volvió a España, estudió en Alcalá y
acusado de inducir doctrinas peligrosas fue encarcelado por
la inquisición en reiteradas oportunidades.

Fue a París, donde estudió y fue reconocido, regresando


luego por orden médica a España.

Volvió a Francia para estudiar y desarrollarse


espiritualmente y allí Jesús se le apareció rodeado con un
halo de luz, cargando una pesada cruz, quien le dijo que
debía dirigirse a Roma donde el Papa reconocería sus

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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servicios. Ya en Roma, decidió fundar con sus compañeros
de París la “Compañía de Jesús”.

El nombre “Jesuita” en realidad nunca existió. Solo fue el


apodo con el que fueron nombrados los religiosos
pertenecientes a la orden de Jesús.

Establecido en Roma se hizo cargo de esa orden e instruyó a


muchos religiosos que esparcieron su fe en el mundo
llegando así a América Latina en misión evangelizadora.

Cuando por orden de Carlos III los “Jesuitas” fueron


expulsados de los reinos de España, en el año 1767, la
Compañía de Jesús perdió, entre otros bienes, el rico
patrimonio bibliográfico. Aquí en Argentina, los libros
fueron a parar a la Biblioteca Nacional, a la universidad de
Córdoba y otras instituciones e, incluso, muchos terminaron
en manos privadas.

Con el fin de recuperar tan valioso patrimonio, el Fondo


Antiguo de la Compañía de Jesús en Argentina quedó
constituido gracias a la reunión de todo el
material depositado en las bibliotecas jesuíticas de
Mendoza, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, junto a
documentos existentes en diversos archivos.

Ante la cantidad y calidad de tal acervo, los jesuitas en


Argentina decidieron la formación del Fondo Antiguo,
destinado a preservar de forma más organizada este
patrimonio y constituir, además, un centro de
investigaciones.

Entre las piezas más significativas y valiosas se encuentra la


primera edición de los “Ejercicios Espirituales” de San
Ignacio de Loyola, impresa en Roma en 1548; el “Vita
Christi” de Ludolfo de Sajonia editada en París en 1497;
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
89
libros de ciencias; manuscritos y cartas.

A los libros se agregarán una serie de ediciones de los siglos


XIX y XX que sean consideradas de interés para el Fondo
Antiguo: diccionarios, enciclopedias, obras de referencia,
valiosos libros de historia y literatura que se encuentran,
sobre todo, en las bibliotecas del Colegio del Salvador
(Buenos Aires) y del Colegio de la Inmaculada (Santa Fe).”*

Entre los objetos y libros que se encuentran diseminados, se


encontraba una pequeña cajita de madera con incrustaciones
de Oro, llevando un dragón en su tapa.

Curiosamente, no fue incluida en el inventario, así que poco


puede saberse si en realidad pertenecía o no a la orden.

En su interior se encontraba una reliquia aparentemente


hallada en las excavaciones para la construcción de una torre
de observación en la muralla china. La torre fue manejada
por los Jesuitas, quienes la dotaron de instrumentos
astronómicos.

La cajita fue entonces a parar a Buenos Aires, posiblemente


traída por algún Jesuita y quedó en la casa de Ejercicios
Espirituales fundada por Sor María Antonia de San José, en
continuidad con la obra que habían comenzado los padres de
la orden de “La Compañía de Jesús” y que por orden del Rey
habían dejado inconclusa.

La obra evangelizadora de María Antonia comenzó


caminando descalza con su báculo en forma de Cruz
recorriendo primero su provincia natal y luego todo el norte
del país...

Desde Córdoba pasa a Buenos Aires y luego a Montevideo,


Salto y Colonia del Sacramento en la República Oriental del
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
90
Uruguay. Llega a Buenos Aires, después de haberse
trasladado descalza más de 370 leguas.

Ya en ese entonces se le habían unido otras religiosas


siguiendo su causa.

Arriba a la ciudad en septiembre de 1779 y sin motivo


alguno son apedreadas, insultadas despreciadas tanto por la
gente como por el Virrey Vértiz y el Obispo Malvar y Pinto
que dijo de Sor María que parecía un Jesuita disfrazado.

Al tiempo se dio cuenta del trabajo evangelizador y sus


intenciones y le dio autorización para que inicie la práctica
de los Ejercicios Espirituales.

Fue haciéndolo en casas prestadas hasta que en 1795 fundó


"La Santa Casa de Ejercicios", donde con esas primeras
beatas que la acompañaron estableció las bases de lo que hoy
es la Congregación de "Hijas del Divino Salvador",
continuadoras de su rico carisma por medio de los Ejercicios
Espirituales Ignacianos y de la educación, pues ella funda
junto con la Casa de Ejercicios la primera escuela para niñas
y la protección de las menores desamparadas.

En su tiempo, María Antonia trabajó con las mujeres de mala


vida, regenerándolas para la sociedad; y por último formó la
evangelización por las Misiones Rurales.

La hermosa cajita sin dueño quedó entonces guardada en la


casa de Ejercicios por años.

La última guardiana fue Sor María de la Gracia, quien


conoció muy bien a Margarita y supo observar la
milagrosidad de sus actos como así también la relación de su
vida pagana y sus creencias en tal sentido de “La Diosa”.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


91
La hermana María de Gracia entonces, cuando vio
desahuciada y angustiada a Margarita por la situación vivida
ante la decisión de los padres de Esteban, la llamó para
despedirse, porque creyó que le había llegado su tiempo,
dejando a su cuidado la tan preciada caja.

-Margarita, ha llegado mi hora y quiero dejar esto en tus


manos, pues eres merecedora.

La han dejado a mi cuidado desde hace mucho tiempo sin


saber siquiera por qué, pero apareció y solo sabe Dios los
motivos.

Los que la encontraron entendieron que tenía algo que


solo una persona especial podía manejar.

Sé que sabrás guardarla y resguardarla ante todo de


aquellos que querrán apoderarse de ella por distintos
motivos.

Esto será hasta ser restituida a su lugar de origen de donde


quizás no debió salir nunca. Solo te acompañará si sabes a
que te dedicas y cual es tu rumbo en esta vida.

Vas a salvar a mucha gente, pero también tendrás


sufrimientos y deberás soportarlos estoicamente.

Sé desde hoy que puedo confiártela, eso estuve esperando.


Mis días ya no son muchos y con esto siento que he
cumplido mi cometido aquí en la tierra”.

La religiosa abrió cuidadosamente la cajita y extrajo la


pequeña estatuilla de porcelana, con rasgos orientales, de la
madre con el niño.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


92
Margarita sintió un profundo pesar al recibir tan preciado
obsequio de manos de quien la había cuidado hasta ese
momento. No era tiempo que la deje sola, justo ahora que
estaba más sola que nunca.

Tomó solemnemente la exquisita caja, la acarició como si


siempre hubiese sido de ella. Su contenido era maravilloso e
irradiaba una luz especial.

Ella sabía que estaba en las manos indicadas, sintió una


comunión desde el principio.

La guardó suavemente en un saco que traía y abrazó a la


religiosa dulcemente, quien la bendijo y la dejó retirarse con
la valiosa estatuilla

La historia se remontaría más allá de lo impensado. Pero tal


cosa no era tan descabellada, “La Diosa” había sido un ser
real, un ser de carne y hueso, alguien con esperanzas y un
amor infinito. Que habría existido en tiempos inmemoriales.
Más allá de cualquier indicio del Cristianismo, en Asia, antes
del mismo nacimiento de Cristo y antes que las Sibilas
hablaran de su llegada.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


93

Informe:
Felicitas Gómez
Historiadora, investigadora.
División Homicidios, Departamento Central Policía
Federal Argentina

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


94
Capítulo IX
“Informe oficial”

La Srta. Margarita Adamo, dueña actual de la finca de la


calle Salta 245, tiene muy pocos familiares en Buenos Aires

En el diario de Margarita Adamo, con fecha 25 de


Noviembre de 2005, encontramos este relato.

Diario de excavaciones de Margarita Adamo


25 de Noviembre de 2005

Estoy tan confundida. No sé que hacer con esto que me


pasa.

La sensación extraña de no poder compartir con nadie este


hallazgo que ya no sé si es una situación feliz o
desafortunada.

Si me acerca a algún hecho que me traiga el pasado o


simplemente una coincidencia.

Pasan los días y no estoy mejor. Ni siquiera peor.

Sin embargo, tampoco estoy desahuciada. Qué raro, ¡tan


complicado!

No puedo pensar. Sin embargo conviví con esto


asimétricamente tanto tiempo y aún no me acostumbro

Aseguro que no sé de qué se trata pero no es nada sencillo.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


95
Siento que la estatuilla me maneja a su antojo, como que
está en mi vida desde hace muchísimo tiempo.

Pronto saldrá a la luz todo este acontecimiento, lo


presiento.

Margarita Adamo.

La sujeto desaparecida, sufrió varios inconvenientes y


además fue partícipe de curiosas situaciones que ella misma
describe.

Cuenta una noche de sueño e insomnio que la llevó a un


lugar muy particular:

“Ayer por la noche, no podía conciliar el sueño, no había


forma. Vueltas y vueltas en la cama y nada para revertir la
situación.

Me levanté y preparé una taza de leche con canela. Una


receta que mi abuela me ofrecía cuando el insomnio
aparecía.

La canela tiene poderes curativos y tranquilizantes además


de purificadores.

De repente alguien golpeó mi puerta. Eran las tres de la


mañana, un horario muy atípico. Quien podría venir a
buscarme a estas horas y si no fuese para algo malo.

Por último, ya mi temor comenzó a crecer cuando pregunté


tres veces antes de abrir, pues no tengo mirilla, y nadie
contestó.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


96
Sin embargo, seguía golpeando la puerta con insistencia,
por lo que no tuve mejor idea que abrir de una vez por
todas.

Es así que me encontré con un hombre de color, que sin


hablarme, extendió su mano para que yo la tome y lo siga.

Salí, cerré con llave la puerta y me entregué sin la mínima


sospecha, como si lo conociera. La confianza era
atemorizante ahora que lo pienso. No sé por qué motivo la
persona me la inspiraba y no hice más que seguirlo.

Me llevó por un camino que no conocía, pero yo iba como


flotando en una nube.

Cruzamos varios campos antes de llegar a lo que parecía


un galpón de donde se escuchaba el sonido de
instrumentos de percusión.

Ingresamos; en el medio una improvisada pista de baile de


tierra seca, muy seca.
Un grupo de negros bailaba desenfrenadamente al ritmo de
tambores. Pero el sonido era muy especial, como tocado
con cierta timidez, sus golpes eran casi imperceptibles.

Tal vez por el horario o quizá para que nadie descubriera


las actividades que allí se desarrollaban.

Las negras y los negros tenían su piel lustrosa y


bamboleaban sus cuerpos en un estado de posesión, sin
darse cuenta de mi presencia.

Alguien me extendió la mano nuevamente desde el círculo


humano que allí se había formado y me invitó a la danza.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


97
No supe más nada de mí. Creo que algo o alguien me
poseyó, jamás había danzado ese tipo de música, sin
embargo me encontraba como en casa, con la sensación de
haber participado en más de una oportunidad de tal
acontecimiento.

De pronto la fuerza del golpeteo sobre los parches comenzó


a hacerse más y más fuerte hasta transformarse en una
marejada ensordecedora.

El piso de tierra estaba tan seco que elevaba una nube de


polvo que poco a poco iba cubriendo los blancos vestidos de
las negras descalzas que se contoneaban sacudiendo sus
brazos y elevando gritos al techo del lugar.

Me sentí atrapada en una danza vertiginosa que surgía


desde mis adentros, manejando mis pies a su antojo y
haciendo que desate en mí una colisión de emociones que
fueron imposibles de controlar.

Frenética, loca, desenfrenada, poseída por quien sabe qué


cosa, bailé hasta que cesó de pronto el sonido y me
encontré sola, tendida en el piso.

Ya había amanecido, y nadie estaba alrededor mío. ¿Como


puede ser posible que esté sola si había al menos entre 40 y
50 personas? ¿A donde irían?, no podían esfumarse así
como así.

Mi cuerpo comenzó a temblar, abrumado por un temor que


no había sentido hasta el momento pues la gente, el lugar,
el baile, todo me había resultado familiar y por ende me
sentí entre los míos.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


98
Antes que avance entonces esta sensación que no podía
controlar, me levanté del suelo y comencé a caminar hasta
la entrada para tomar rumbo nuevamente a mi domicilio.

Pero, si hasta ahora lo que sucedió había resultado


curioso, al salir al exterior fue más curioso aún.

Ya no me encontraba en el campo, sino en la ciudad a unas


cuadras de mi casa y cuando volteé para ver el galpón, no
era tal sino que se trataba de un edificio bastante nuevo en
cuanto a la construcción. Para entonces mi desconcierto
era terrible, y mi ansiedad se había multiplicado en forma
abrumadora, intentando descifrar este enigma que día a
día se ponía frente de mí.

Qué mensaje ocultaba aquel sueño o vivencia, no sé cómo


llamarlo. ¿Acaso era sonámbula y me dirigí al lugar sin
saberlo?

Mi reloj marcaba las 9.00 de la mañana y la verdad, tenía


hambre, estaba sucia, necesitaba un baño reparador y
desayunar, así que caminé hasta mi casa para asistirme a
mí misma y ver si luego de bañarme y comer algo,
durmiendo un rato en mi cama las respuestas acudían a
mis preguntas.

Eso fue lo que hice, pero para mi mayor consternación,


cuando desperté eran cerca de las 10 de la noche, había
dormido casi 12 horas. Era prácticamente imposible.

Nuevamente, me levanté y después de haber dormido todo


el día de corrido, me sentía con una sensación de culpa y
un “¿ahora qué hago?” que me molestaba terriblemente.

Claro, ya el insomnio se apoderaba de mí nuevamente, y


pasaron varias horas las que ocupé escribiendo mi diario
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
99
contando todo esto que me había sucedido, cuando de
repente, recurrentemente, alguien volvió a golpear mi
puerta, de la misma manera que la noche anterior.

Repitiéndose la situación abrí y me encontré con la misma


persona, que me extendió nuevamente la mano. Entregué
la mía sin preguntas.

Nos encaminamos entonces hacia el mismo sitio, que no


sabía bien si existía, tal vez en otro tiempo, cuando mi
barrio aún no tenía casas ni edificios, cruzando largas
franjas de baldíos que de día no existían, hasta llegar al
galpón, donde nuevamente los negros me invitaron a la
danza que acepté sin duda, terminando todo como la otra
noche en el suelo, sola, tendida sin respuestas, sucia,
hambrienta, transpirada y con sueño.

Esto se repitió al parecer por nueve noches. Si dijera una


cifra tal vez me estaría equivocando.

Lo que no tengo es respuesta, solo sé que cuando terminó


mi sueño comenzó a ser normal nuevamente.

Una experiencia que me avisaba que no sería la única.


Algo que me advertía que yo pertenecía a parte de la
historia. Que lo que encontré no es casualidad, tal vez ni yo
lo encontré sino que me encontró a mí. Que esa gente
hacía tiempo me había estado buscando y dio conmigo
cuando yo pensaba que era a la inversa.

Conclusiones, ninguna. Que conclusión podía sacar de


tales acontecimientos que no solo me habían tomado por
sorpresa sino que también me hacían sentir que todo eso
era parte de mí, solo que no lo había sabido hasta ese
momento”.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


100

Informe:
Felicitas Gómez
Historiadora, investigadora.
División Homicidios, Departamento Central Policía
Federal Argentina.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Capítulo X
“La leyenda Budista y La caja”
La niña virgen

Esa noche, el maestro Gautama tenía un regalo especial para


su pequeña alumna.

Eran una serie de elementos simbólicos que habrían de


acompañar su vida de aprendizaje.

El sabía que ella estaba iniciando un camino especial que la


llevaría a la vida eterna.

Y era imprescindible que dentro de las enseñanzas incluyera


estos símbolos.

Una rama de sauce, una vasija, una paloma, un pergamino de


plegarias a Buda, un collar de perlas.

La niña atravesó el camino cruzando el jardín del palacio del


Rey.

Miao Shan pasaría en el lugar sus últimas horas y ella lo


sabía sin que nadie aún se lo hubiera advertido.

Gautama la estaba aguardando sentado en una roca, a lado de


la puerta de ingreso al pequeño Kaikán.

-“Entremos Miao Shan, tengo unos obsequios para ti que


me es imprescindible entregártelos hoy.”

La niña entró en silencio y se sentó frente a su maestro que


iniciaría la ceremonia del té por última vez en su presencia.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


102
Arrodillada sobre un pequeño almohadón blanco, Miao Shan
observaba la delicadeza al servir la taza y la generosidad de
éste al entregársela, enseñándole que su camino debería ser
tal cual, desprovisto de cualquier ambición y dándole
prioridad a lo espiritual más que a cualquier otro designio.

Gautama sacó entonces de un saco de tela de lino los objetos


que Miao Shan tendría que adoptar como propios por el resto
de su existencia.

Eran simples pero a la explicación de su maestro se notaban


exquisitos y dotados de una sabiduría extrema.

-“Aquí te entrego esta rama de sauce, con ella rociarás el


divino néctar de la vida a quienes busquen tu asistencia.

Lo que contenga esta vasija simbolizará el néctar de la


compasión y la sabiduría. Cada vez que bebas en ella
recordarás estos principios y te alimentarás de los mismos
y cuando los olvides solo tendrás que beber en ella,
entonces retornarás al camino.

Esta paloma es la fecundidad. En su honor darás


descendencia a toda mujer que quiera tenerla y la solicite.

Este pergamino atesora las gloriosas enseñanzas de Buda,


quien pasará de generación en generación hasta que
encuentre la madurez del ser humano para desarrollar la
ley en todo su esplendor tomando como base su
experiencia.

Este collar de perlas te ayudará a invocar a Buda en


cualquier circunstancia de tu vida y esta caja, contiene a la
madre de todos, la más perfecta demostración de la
divinidad, lo que te acercará con tu destino.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


103
Todo esto será parte de tu vida y tu vida será parte de todo
ello.

Aprenderás lo que aún no te fue enseñado, pues tienes


edad para que tu memoria florezca y las enseñanzas
ancestrales sean las que te guíen desde este momento.

Yo estaré siempre contigo, recuérdalo.”

Miao Shan volvió a palacio portando el saco y la jaula con la


paloma.

Dejó a su maestro sin dolor, pues sabía que hasta ese lugar
del camino debía acompañarla.

Su padre al otro día, a pedido de su madre la desterraría a un


monasterio a convivir con unas monjas para su castigo.

La niña virgen terminaría sus días en P’u-t’o Shan, la isla


Montaña sagrada en el archipiélago Chusan, donde Miao
Shan vivió durante 9 años sanando y salvando a marinos que
naufragaban.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


104
La Leyenda de Kwon Yin
En el año 700 a. C. El futuro rey Miao Chiang Yenes pidió
en matrimonio a Pao Ying. Una mujer hermosa que pasaría a
ser entonces la reina.

La boda fue llevada a cabo el quinto día de mayo del


calendario lunar, día en que se conmemora la fiesta de los
Botes de Dragón.

Fue entonces una celebración muy especial. Los botes fueron


decorados especialmente de color rojo, augurando felicidad a
la nueva pareja.

Todo era rojo ese día, los dísticos de papel rojo, la pareja
nupcial vestida de rojo al igual que todos los habitantes del
pueblo.

Las mujeres en parto recibían huevos teñidos de ese color de


regalo, los novios recibieron muchísimos regalos envueltos
en papel de arroz teñido de ese mismo tono.

La comida ofrecida en las calles y en la boda fue tamal


chino, especialmente preparado por los cocineros de palacio
y repartidos en todos los rincones del pueblo en forma
gratuita para la ocasión.

En china se practica la monogamia y como propósito de


exorcizar los malos espíritus la novia cubrió su cabeza con
una bufanda roja. Esto también era para rogar la felicidad y
disimular la vergüenza.

Grandes carteles en forma apaisada se disponían en los arcos


de las calles con los símbolos del Dragón y el fénix, de buen
agüero.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


105

El dragón simboliza al hombre y el fénix a la mujer y juntos


ellos unidos en matrimonio.

Ese día toda la comida debía de tomarse con palillos de


bambú, según la tradición de las bodas.

Se dispusieron uno amarillo y uno verde, sabiéndose uno


dulce y uno amargo para realizar la combinación perfecta de
sabor representativa de la vida misma que debe saborearse
en forma conjunta.

Como golosina se repartieron xitang (caramelos de felicidad)


pues el festejo del casamiento de un rey era el
acontecimiento más importante tanto como el nacimiento de
sus hijos.

Esa noche el licor giraría de copa en copa. Éste tiene una


historia más vieja que la ceremonia del té siendo que data de
3000 años a.C.

El novio, ricamente ataviado, espera a la novia cerca del río,


donde viajan llevadas por el viento las barcazas ataviadas
con cintas y banderines rojos, colgando de ellos dragones de
papel y seda finamente confeccionados por las damas del
lugar.

La futura reina llega en el palanquín nupcial, decorado en el


mismo tono para tal fin.

Las damas de honor que corren al lado la ayudan a tomar


posición para la ceremonia.

El kaikán* está listo, adornado y perfumado. El saque está


dispuesto para los contrayentes.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


106
La boda se lleva a cabo y también los festejos. Sin duda
alguna es el día más feliz tanto para el pueblo como para los
novios, previo a la convivencia.

Miao-Chiang-Yenes y su señora Pao-ying fueron bendecidos


con tres hijas, Miao-Yenes, Miao-Yin y la más pequeña
Miao-Shan.

Durante el embarazo de Miao-Shan, la reina había tenido un


sugestivo sueño.

Contaba que ella había tragado la luna y que cuando el niño


nacía se producía un cataclismo. La reina sintió que este
podía ser un mal presagio.

El pueblo sabía de este sueño y el día del alumbramiento


hubo un extraño temblor que hizo que las flores soltaran sus
pétalos los cuales fueron esparcidos por todo el valle
regando de perfume el lugar.

La niña nació limpia y perfumada, cosa prácticamente


imposible y los habitantes del pueblo tomaron esta señal
como de buenos augurios y sintieron que el nacimiento de
Miao-Shan era la encarnación de una persona santa.

Los reyes, en realidad, eran de corazón bastante corrupto.


Tenían mal carácter, trataban mal a sus súbditos. Al rey no le
importaba el hambre del pueblo.
Al ver este acontecimiento pensaron que Miao-Shan vendría
a controlar sus vidas, así que aborrecieron por siempre a la
niña.

Se le asignó para su desarrollo y educación un bodhisattva


llamado Gautama, un ser naturalmente bueno y apacible.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


107
Ella siempre vistió de blanco, con túnicas lisas sin más
ornamento. Comía solo una vez al día y era conocida como
“El corazón virginal de Buda”.

La gente al ver su tolerancia y dedicación, también se


convirtió a las buenas costumbres renunciando a sus deseos
más carnales y terrenales.

Sin embargo, el Rey, que no creía en la bondad de Miao-


Shan, se dispuso a encontrarle marido. La niña con
integridad y sabiduría dijo: “El honor no está allí para
siempre, la gloria y el esplendor son como burbujas meras o
ilusiones. Incluso si usted me fuerza que entregue mi
virginidad, lamento decirle que será sin suerte, pues mi
deseo de ser virgen es más fuerte”.

Obviamente el Rey dijo que por ser el padre, ella como hija
no podía desobedecerlo y Miao-Shan insistió diciendo que
haría lo que el dijera si antes del mes de Agosto se prevenían
tres desgracias.

El padre, preguntó ya enojado, de qué desgracias hablaba la


niña.

Ella dijo:

_“Primero: Cuando los hombres de este mundo son


jóvenes, su cara es tan límpida como jade o como la luna,
pero cuando llegan a viejos, su pelo se convierte en blanco
y se arruga su rostro. Dejan de ser ágiles, pero aún en su
descanso su cuerpo se encuentra resentido.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


108
Segundo: los miembros de un hombre pueden ser fuertes y
vigorosos, él puede caminar con libertad como pájaro,
como si volara a través del aire, pero cuando una
enfermedad lo ataca repentinamente, él queda postrado sin
poder disfrutar los placeres de la vida.

El tercero: Un hombre puede tener una gran cantidad de


parientes, puede ser rodeado por el más cercano y más
querido, pero repentinamente un día acaba todo con la
muerte y aunque el padre y el hijo son parientes cercanos
no pueden tomar la vida de uno y otorgársela al otro para
que no suceda.

Si pueden prevenir estas tres desgracias, entonces padre,


usted ganará mi consentimiento a un matrimonio. Si no,
prefiero retirarme para perseguir una vida de religión.
Cuando uno gana la comprensión completa de la mente en
toda su expresión, todas las desgracias de la vida dejan de
existir”

El Rey enojado por esta expresión de la princesa, la envió a


trabajar en la cosecha y le redujo las raciones de comida y
agua, pero Miao-Shan, firme en su postura no cambió de
parecer.

La niña se enfrentó a su madre, la Reina y le dijo que tenía


dos hijas más que se ocuparían de ella y que no se fije en lo
que ella hacía.

Entonces, la mujer habló con su esposo a quien le pidió que


la mande a seguir con su llamado religioso.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


109
Encargó el Rey entonces el cuidado de la princesa Miao-
Shan a las religiosas del monasterio Blanco del Gorrión y
que la trataran tan ásperamente como pudieran para que ella
al fin cambie su mente.

Antes de partir, en una de las


laderas, Miao-Shan enterró
prolijamente sin que nadie la
viera, la cajita de madera que
su maestro Gautama le
regalara, pues creyó de esta
manera poder dejarla a salvo
de las manos de su padre y se
fue en viaje al monasterio.

La caja contenía una pequeña


estatuilla de porcelana,
representando a una madre
con un niño en brazos, similar a la Virgen María con Jesús
pequeño. Pero lo extraño es que la imagen data de 700 años
antes de Cristo. Ni siquiera las Sibilas habían anticipado el
embarazo de María virgen y el nacimiento del niño para
aquella época.

A pedido del Rey entonces, las monjas le dieron así las


tareas más pesadas de realizar.

Transportaba madera, agua. Trabajaba con la maja y el


mortero, cultivaba el jardín y cocinaba. Ella se sostuvo en
sus dichos, a pesar de los malos tratos recibidos. El rey
entonces ya no pudo contener su furia y mandó a matar a las
monjas, pero entonces repentinamente se levantó una niebla
muy espesa en la montaña y todo se oscureció. Cuando se
despejó de la nube, Miao- Shan había desaparecido.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


110
Un monje la llevó entonces a vivir en distintos lugares, hasta
que encontró la montaña ideal en P’u-t’o Shan, la isla
Montaña sagrada en el archipiélago Chusan. El monje le
advirtió que la isla estaba desierta, que contaba con muy
pocos recursos para la subsistencia. Pero Miao-Shan pasó
sus días comiendo raíces y bebiendo agua de las vertientes.
Permaneció entonces utilizando sus poderes y sanando a los
pescadores que naufragaban.

Un día el Rey enfermó


contrayendo ictericia. Ya
desahuciados en palacio,
mandaron a buscar un monje que
dijo saber cual era la cura.

Este monje comentó que él


podría curar al Rey si enviaba un
Zhang Qian (mensajero) a una
isla donde vivía un Bodhisattba
que podría complacer su pedido.

Así fue que el mensajero fue


enviado con el pedido.
Necesitaba para curar al Rey los
brazos y los ojos de un ser
limpio y puro.

Cuando el mensaje fue entregado en la isla a Miao-Shan,


esta, por amor a su padre y para que se arrepienta de los
pecados cometidos, entre ellos la matanza de las monjas,
arrancó sus ojos y se cortó sus brazos, enviándolos
inmediatamente por el zhang qian.

El monje, con lo necesario, curó de su dolencia al Rey, quien


quiso recompensarlo por lo que éste contestó:

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


111
_“Por qué a mí, deben agradecer a quien entregó sus
brazos y sus ojos para que yo pueda curarlo”

Fue así que el Rey agradecido, les pidió a su mujer y a sus


hijas lo acompañen a dar gracias a la persona que había
hecho tal sacrificio por él.

La sorpresa fue cuando llegaron al lugar y comprobaron que


la persona que había efectuado tan preciado donativo era su
propia hija desterrada.

La niña los recibió con una


sonrisa e inmediatamente murió.

La leyenda dice que en ese mismo


momento los espíritus vinieron a
buscarla para resucitarla.
Llevaron su alma, no así su
cuerpo, el que fue cremado por la
familia real en el mismo lugar
donde después levantarían un
monasterio. En ese instante se
produjo un temblor fuerte de
tierra y una cantidad de pétalos de
flores cubrió el lugar cayendo
como lluvia desde el cielo sobre el Rey, su esposa e hijas que
lloraban desconsoladamente.

Enfrente de sus ojos, la manifestación de una divinidad de


mil brazos y mil ojos se presentó solemnemente flotando en
el aire.

Así Miao Shan se convertía en Kwan Yin, Diosa de la


Misericordia, compasión y Perdón, miembro de la gran
hermandad blanca, protectora de las mujeres, madres y
niños. Su flor es el loto de cinco pétalos.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
112

Kwan Yin, en la tradición Budista, es una de las deidades


más amadas a nivel universal.

En Vietnam es conocida como Quan'Am, en el Japón como


Kannon y en Bali como Kanin.

Ella es Bodhisattva de Compasión (uno de los estados más


altos a los que llega el
hombre, anterior a
convertirse en Buda) y por
ello escucha los lamentos de
todos los seres.

Comúnmente se la muestra
llevando las perlas de la
iluminación o vertiendo
desde una vasija un hilo de
agua sanadora, el "Agua de
la Vida” con el que son
bendecidos todos los seres
vivientes para que
encuentren la paz física y
espiritual.

Representando la fertilidad y el sustento se la ve llevando


una ramita de arroz o un platillo con semillas del mismo
cereal.

Lleva el dragón en sus pies, antigua simbología de la


sabiduría, fuerza, alta espiritualidad y poderes divinos de
transformación.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


113
Kwan Yin, tomando como base la leyenda, también es
representada con muchos brazos y ojos, sosteniendo en cada
mano símbolos cósmicos o simplemente adoptando la
posición ritual específica o mudra, ahuecando su palma en
forma de yoni, representando el útero femenino en la
búsqueda de la fecundidad y como la fuerza y sostén de
todas las cosas o como la puerta de entrada a este mundo a
través del principio femenino
universal.

Hay numerosas leyendas que


cuentan los milagros que Kwan
Yin hace para ayudar a
aquellos que la invocan. Como
Artemisa ella es una Diosa
Virgen que protege a las
mujeres, y les garantiza hijos a
aquellos que los desean.

Kwan Yin nos induce con sus


acciones a cultivar dentro
nuestro esas cualidades particulares y refinadas que todos los
seres poseen naturalmente.

La leyenda a la que se hizo referencia es la de Kwan Yin,


data del siglo XII y es acerca de la santa Budista, la princesa
china MIAO SHAN que vivió en el siglo 700 A.C. Se cree
fehacientemente que se convirtió en Kwan Yin.

Durante el siglo XII monjes Budistas se instalaron en P'u-t'o


Shan la isla montaña sagrada en el archipiélago Chusan,
donde Miao Shan vivió durante 9 años, sanando y salvando a
marinos que naufragaban, así la devoción a Kwan Yin se
extendió por el norte de China.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


114
Esta pintoresca isla se transformó en el centro de culto a la
compasiva salvadora, enormes cantidades de peregrinos
visitan el lugar, viajan desde remotas partes de China y hasta
de Manchuria, Mongolia y Tibet. En un momento hubo más
de 100 templos en la isla y más de 1000 monjes. Allí se
conservan las cenizas de la princesa, tal cual reza en la
leyenda.
Muchos fieles dicen haber visto su aparición en una de las
grutas de la isla.

También se la conoce
como patrona de P'u-t'o
Shan, señora del Mar del
Sur y patrona de los
pescadores. Se la muestra
cruzando el mar sentada
o parada sobre un loto o
con sus pies sobre la
cabeza de un dragón.
Ella es la protectora de las mujeres, marinos, comerciantes,
artesanos, presidiarios, y es invocada por los que desean
tener descendencia.

Amada como figura materna y divina mediadora que está


siempre cercana a los asuntos diarios de sus devotos, el rol
de Kwan Yin como Madonna Budista ha sido comparado al
de María la madre de Jesús.
Es decir, que la madre de Jesús era considerada “La Diosa”
por las culturas asiáticas.

La estatuilla encontrada bien puede entonces ser la


representación de la Virgen María o de la Diosa, como mejor
se interprete, pero… ¿cómo 700 años a.C.? *

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


115
Informe:Felicitas Gómez
Historiadora, investigadora.
División Homicidios, Departamento Central Policía
Federal Argentina.

*Ficción.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Capítulo XI
Diario de excavaciones de Margarita Adamo
3 de diciembre 2005

“Mis días han sido extraños.

Desperté anoche sobresaltada sintiéndome observada. En


mi sueño sentía que alguien me decía que algo que yo
tengo les pertenece y que debo devolverlo sino una
maldición caería sobre mí.

El nombre Kwan Yin no me es familiar, sin embargo tengo


un vago recuerdo de haberlo escuchado en mi sueño.

He conservado la cajita como si fuera parte de mi cuerpo,


no puedo deshacerme de ella y poco es lo que he podido
averiguar al respecto.

Muchas veces siento el presentimiento de haber vivido en


la casa que ya no existe en la calle Salta.

Al ver la mansión de la calle Defensa 183 me di cuenta que


alguna vez estuve en un lugar así.

He visto la casi finalización de la excavación del pozo y no


me han quedado ganas de cubrirlo nuevamente.

Algo me llama y me dice que hay otros motivos por los que
ese pozo me trae recuerdos.

Algunas visiones poco claras en mis sueños se mezclan con


historias tan variadas como posiblemente reales. Me da la
sensación de haber vivido en distintos tiempos y lugares.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


117
Pero debo reconocer que desde que me acompaña la
estatuilla me he sentido diferente, con una fuerza
inexplicable.

Por la calle me han pasado cosas insólitas que no podría


describir pues casi al instante me olvido de ellas.

Solo un hecho puedo relatar de algo que nadie creería y


más bien pensaría que me ha atacado un grado leve de
locura.

Caminando por el barrio de Montserrat en busca de alguna


pista o información que me hable de la vieja casa, de
tiempos pasados, de repente me encontré como cruzando
un portal a un lado de la historia y sentí estar observando
sin ser observada.

La Buenos Aires de 1860 se hizo presente y me encontré


asistiendo a los enfermos de fiebre en una casa preparada
para tal fin en un rincón del barrio.

Lo curioso es que aún pienso que estuve allí, sin dudarlo,


más que en un sueño. Y además que alivié a los que no
estaban tan avanzados en la enfermedad.

Ya no sé si estoy viviendo en la realidad o estoy pasando la


barrera del tiempo y todo se presenta ante mí demasiado
extraño, tanto así como el hombre de gris que me sigue
observando.

Estuve tentada más de una vez de acercarme a preguntarle


qué busca, pero temo a la respuesta y no lo he hecho por
esa razón.

Me he planteado, cuando terminen con los estudios en la


casa ¿qué haré realmente con ella?
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
118

Ya no sé si tengo los mismos deseos (que cuando la vi por


primera vez) de vivir allí.

Más de una vez me invade un sentimiento angustiante.

Los profesionales que se encuentran trabajando en el pozo


me han recomendado que lo haga cubrir cuando ellos
terminen pues puede ser peligroso conservarlo al
descubierto y además han ofrecido personal propio para
hacerlo si les doy mi consentimiento.

No sé. Muchas tardes, cuando se van, me siento en el borde


a pensar y siento mi cuerpo caer al vacío. Pero no soy yo.

Y me siento extraña, ya lo dije.

También siento que no soy yo ni la que piensa ni la que


habla y que estoy en otro momento, en otra situación, en
otro espacio.

Posiblemente si averiguara algo más me quedaría más


tranquila pero de esta manera pasan los días y ya la
sensación de alegría que tuve en un primer momento se ha
transformado en un sentimiento de impotencia constante
que no me permite vivir con tranquilidad.

He pensado la posibilidad de reportar el hecho de haber


encontrado esta caja, o quizás denunciar a la policía que
alguien me persigue constantemente.

Pero no tengo confianza en que sea lo mejor y una fuerza


superior que no comprendo me dice interiormente que ese
no es el camino.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


119
Por ahora esta es la situación y al parecer no puedo
cambiarla y siento que tengo que esperar pues la respuesta
vendrá sola”.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Capítulo XII
La religión y la educación en China

“En Pekín se encuentra concentrada la educación. Allí está


agrupada la mayor cantidad de universidades y centros de
enseñanza de China. La Universidad de Pekín, fundada en
1898, y la Universidad de Qinghua, la institución técnica y
científica más prestigiosa del país, son las más importantes.
Estas dos junto con la Universidad del Pueblo, junto a la
Academia China de Ciencias (Academia Sínica) y varios de
sus institutos de investigación subsidiarios se hallan situados
en los suburbios del noroeste, en un área asociada con la
investigación y la enseñanza.

Su lengua nativa dominante es el mandarín, aunque hay


varios dialectos como en muchos países. La escritura china
es un arte en caligrafía. La educación ha sido crucial para la
formación de un patrimonio de gran riqueza y diversidad
como por ejemplo la pintura, la poesía, la dramaturgia y la
música. La porcelana china ha sido envidiada por muchos
siglos por todo el mundo; la cocina china es muy admirada e
imitada.

Con un grupo altamente preocupado por el bienestar material


y las posibilidades de educación, han aprovechado todas las
oportunidades que brindaba un país de moneda devaluada y
con un sistema educativo gratuito en todos sus niveles, de
buena calidad y sin cupos restrictivos en la enseñanza
universitaria. En síntesis, una educación a menor precio que
en Taiwán, Estados Unidos o Canadá, campo en el que se
aprecian, altos logros y calificación. Son considerados una
inmigración modelo desde el punto de vista de inserción
profesional.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


121
Aún se practican el Budismo, el islamismo, filosofías
tradicionales como taoísmo y confusionismo y se ha
producido desde 1940 el fenómeno del catolicismo, aunque
fue introducido en Taiwán por los holandeses en 1624. Los
españoles llegaron dos años más tarde.

Ya en 1945 había 238 iglesias


protestantes y más de 60.000
fieles.

Además de las ramas del


cristianismo la iglesia católica
por sí sola tiene 810 templos de
culto solo en Taiwán y 304.000
seguidores.

El fenómeno se reafirmó
cuando en 1949 en Zo-se, los
creyentes que asistieron a misa
ese día, dicen que vieron la
aparición de la Virgen María sobre la cúpula de la iglesia y
en 1981 también sucedió algo similar en otra iglesia cerca de
Shanghai.

Muchos milagros se produjeron desde entonces y también la


fidelidad hacia la Virgen María fue mayor. Se adoptó una
imagen de la misma a la que se la bautizó “La virgen de
Pekín” pero de la que no se cuenta con historia ni
documentación. Solo puede decirse que fue adoptada.

Lo curioso de esta práctica de la religión católica en China,


es que tiene una relación histórica tan poderosa con el
Budismo que resulta extraño se encuentre dividido en dos
ramas tan marcadas.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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Sin embargo, en una nota publicada por la página
www.iglesia.net, sobre la persecución católica en China, del
año 2003 se hace referencia a lo siguiente:

CHINA SIGUE AHOGANDO AL CRISTIANISMO

SE BUSCA A LA VEZ EL LIBERALISMO ECONÓMICO Y LA


RIGIDEZ IDEOLÓGICA

Es bien conocido el dinamismo y apertura de la economía


de China. Reconociendo que más libertad conduce a un
mayor crecimiento económico, los dirigentes chinos han
relajado sus controles sobre la actividad económica.

Pero si se miran otras libertades, especialmente la libertad


religiosa, los dirigentes continúan adoptando una postura
de línea dura.
Según la Fundación Cardinal Kung con sede en Estados
Unidos, todos los obispos católicos de la Iglesia clandestina
están encarcelados, bajo arresto domiciliario, bajo estricta
vigilancia u ocultos. En 1997 fue arrestado Monseñor Su
Zhimin, obispo de Baoding, en la provincia de Hebei, y no
se supo de él hasta el 2003. Todavía bajo custodia, fue
llevado a un hospital para recibir tratamiento. Monseñor
An Shuxin, de Baoding, fue arrestado en marzo de 1996.
Mons. Han Dingxiang, obispo de Yong Nian, Hebei, fue
arrestado en diciembre de 1999. Mons. Shi Enxiang,
obispo de Yixian, Hebei, fue arrestado el 13 de abril del
2001. Numerosos sacerdotes y seminaristas han sido
arrestados también en los últimos años.

Durante los últimos meses las autoridades chinas han


intensificado la represión. El 7 de julio, Reuters informaba
de que cinco miembros del clero católico clandestino
fueron arrestados en el norte de China mientras intentaban
visitar a un sacerdote liberado hace poco de un campo de
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
123
trabajo. Los padres Kang Fuliang, Chen Guozhen, Pang
Guangzhao y Joseph Yin y el diácono Wang Lijun fueron
arrestados el 1 de julio en Baoding. Otro sacerdote, Lu
Xiaozhou, fue arrestado el 16 de junio en la ciudad oriental
de Wenzhou, en la provincia de Zhejiang, mientras se
preparaba a administrar el sacramento de la unción de
enfermos.

El 29 de junio, un artículo del diario español El Mundo


detallaba una campaña más amplia. El periódico
informaba que en Wenzhou, en la costa oriental de China,
las autoridades manifestaron haber identificado 4.800
centros dedicados a promover una «superstición feudal».
Se marcaron con pintura roja todas las Iglesias cristianas,
destinándolas a la destrucción. Las autoridades
proclamaron que su campaña llevó la destrucción, con
frecuencia usando dinamita, a más de 3.000 iglesias.

El periódico informaba que los líderes chinos ven en las


religiones organizadas, y en particular en las cristianas, la
última resistencia a su dominación absoluta. Aunque la
constitución del país garantiza en teoría la libertad de
practicar a algunos credos religiosos, en la realidad las
autoridades del Partido Comunista sólo permiten vía libre a
aquellos grupos que aceptan su dominio.

El 12 de septiembre de ese mismo año la organización para


promocionar los derechos religiosos Compass Direct
informaba que, el 2 de septiembre, funcionarios de la
Oficina de la Seguridad Pública de China arrestaron a 170
cristianos en un encuentro de la Iglesia en una casa de una
zona rural de Nanyang, en la provincia de Henan. Los
funcionarios escogieron a los 14 líderes religiosos clave
para detenerlos, dejando libres al resto después de ficharlos
y amonestarlos.
El 20 de octubre Associated Press informaba de que un
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
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activista de una iglesia cristiana no oficial mientras
investigaba la destrucción de iglesias por las autoridades
en el este de China. Liu Fenggang, de 43 años, fue
detenido el 13 de octubre cuando visitaba a los líderes de
las iglesias destruidas que habían sido liberados de su
detención. Según el reportaje, al menos 10 iglesias
cristianas han sido derribadas en la zona de Hangzhou
como «lugares religiosos ilegales».
El 27 de octubre la Fundación Cardenal Kung informó de
que el 20 de octubre fueron arrestados una docena de
sacerdotes católicos y seminaristas clandestinos mientras
asistían a un retiro religioso en Gao Cheng, Hebei. Los
arrestos tuvieron lugar tras la destrucción por el gobierno
chino de una Iglesia católica en Hebei, el 21 de junio. La
iglesia se había terminado sólo dos semanas antes y
atendía a 150 parroquianos, la mayoría recién convertidos.

El 10 de noviembre el Times de Londres informaba que las


autoridades en la provincia de Zhejiang, en los alrededores
de Shanghai, habían cerrado más de 400 templos budistas
e iglesias cristianas en un nuevo intento de erradicar la
actividad religiosa clandestina.
La acción se centró en el departamento de Deqing, donde
se cerraron 392 templos y 10 iglesias, según el Centro de
Información para los Derechos Humanos y la Democracia
con sede en Hong Kong. De éstos, 4 iglesias y 24 templos
fueron destruidos, mientras que 92 templos se
transformaron en centros de entretenimiento.

El Times informaba de que la provincia de Zhejiang es el


lugar de origen de una gran parte de la comunidad chino
americana. El gobierno teme que los fondos recogidos en
las iglesias chino americanas en los Estados Unidos estén
ayudando a financiar una rápida expansión de las iglesias
clandestinas en la región.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


125

«Reconstrucción teológica»

Pero los esfuerzos de


China no se han limitado
a frustrar la actividad
religiosa no autorizada.
El objetivo a largo plazo
es influir en la
orientación teológica de
los creyentes, de manera
que se adecuen a los
gobernantes del país.

Esta dimensión
ideológica se explicaba en un documento publicado el 17
de noviembre por la organización de derechos humanos
International Christian Concern. La organización, con
sede en Washington, D. C., publicaba algunas notas
basadas en intervenciones y pronunciamientos de la
«Iglesia Patriótica Tres Iguales», una iglesia protestante
oficialmente reconocida.

Defendiendo la necesidad de una «reconstrucción


teológica», los funcionarios de esta iglesia patriótica
alegaron que «a los cristianos se les dice que son
ciudadanos del cielo y, por lo tanto, se le incita a rechazar
la supervisión de las autoridades y a desobedecer las leyes y
regulaciones». Por ello, «esto ha llevado a que algunas
iglesias y creyentes inocentes se opongan al gobierno, se
opongan al desarrollo social y a la construcción nacional».
Según la notas, las ideas teológicas que son «anti-
materiales, anti-racionales, anti-sociales y anti-
humanistas» deben «abandonarse».

Las implicaciones de esta postura teológica respaldada por


“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
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las autoridades chinas fueron expuestas recientemente por
el obispo Ding. Éste es el líder más influyente de esta
Iglesia protestante controlada por el estado, según noticias
de la organización de derechos Compass Direct, el 14 de
noviembre.

En septiembre una revista en Tianfeng publicaba el texto


de una conferencia que dio en el Seminario Teológico del
Este China en Shanghai, titulada «La Construcción
Teológica entra en una Nueva Etapa». Ding insistía en que
las creencias cristianas traídas a China por los misioneros
en el siglo XIX intimidaban a la gente. «Nosotros
cristianos chinos debemos estar unidos con todos los
chinos y no desunidos con otras personas porque no
crean», indicaba. «Debemos remodelar el cristianismo
chino para que se convierta en un cristianismo al que... el
Partido Comunista Chino dé la bienvenida y sea
compatible con el socialismo».

«Presión económica»

Los occidentales que


hacen negocios en
China deberían
insistir en una mayor
libertad religiosa para
los ciudadanos del
país, afirmaba el
obispo de Hong Kong,
monseñor Joseph Zen
en una entrevista al
diario católico
italiano Avvenire,
publicado el 20 de
septiembre.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


127
Entrevista durante una visita a Italia, monseñor Zen
añadía que se temía que China pudiera imponer algún día
a Hong Kong la misma represión religiosa ejercida en el
continente. En Hong Kong, la Iglesia educa al 25% de los
estudiantes en sus 300 escuelas, y monseñor Zen afirmaba
que también temía que las autoridades pudieran tomar el
control de estas instituciones.

Monseñor Zen observaba que muchos habían pensado que


la apertura de China en temas económicos conduciría, a
largo plazo, a una mayor libertad política. Esta esperanza
se ha cumplido parcialmente, afirmaba, y aunque se ha
dado algún progreso en temas religiosas, no ha cambiado
nada en lo esencial. Está bien el hacer negocios con China,
afirmaba, pero esperaba que esto condujera a interesarse
en los temas de derechos humanos.
Mientras el país remodela afanosamente Pekín, su capital,
para presentar una buena imagen durante los Juegos
Olímpicos del 2008, los observadores de China sólo pueden
esperar que la nación más poblada del mundo ponga en
orden su expediente de derechos religiosos.

HONG KONG, 29 de noviembre de 2003 (ZENIT.org)

Ya en 2005 se produjo el cambio a partir del nombramiento


de un Obispo de nacionalidad China por parte del Vaticano.

Esto hizo que la religión sea aceptada y cesaran las


persecuciones.

Y por otro lado, en una publicación de México del 20-10-


2005 se hace mención a la realidad después de dos años de
persecución dentro de la iglesia católica y la libertad de
culto en ese país.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


128

Fuentes misioneras confirmaban la consagración de otro


obispo de la Iglesia «oficial» en China con el acuerdo
tácito de Pekín y el Vaticano: monseñor Paolo He Zeqing,
auxiliar de Wanxian (Sichuan, China central).

Después de Rusia, China es la nación más grande del mundo.

En ella fueron localizados los restos del Hombre de Pekín o


Sinanthropus Pekinesis, con una edad calculada en
aproximadamente medio millón de años y contemporáneos a
las razas más primitivas correspondientes al paleolítico
inferior. Conocía el fuego, era cazador y hacía sus
herramientas de piedra.

La historia de las dinastías chinas habla de soberanos


celestiales, terrestres y humanos. Es escasa la historia escrita,
pues pasaba en forma oral y también las pruebas
arqueológicas. Según las tradicionales historias contadas de
boca en boca, el pueblo chino se originó en el valle del río
Amarillo.

Los jesuitas se establecieron con firmeza en China a partir de


1601, cuando un grupo de científicos chinos deciden que
Mateo Ricci y sus compañeros de la orden trabajen a la par
para hacer varios experimentos, el estudio de armas y
cañones europeos que el Emperador estaba ansioso de poseer
por una cuestión de poder en el continente.

El calendario en uso en ese entonces era el musulmán, pero


los Jesuitas impusieron el gregoriano y consiguieron el
control del observatorio construido sobre las almenas en
forma de una torre reloj, antiguamente parte de los muros de
la ciudad.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


129
Ahora, se encuentra ubicado en una selva de carreteras y
autopistas.

Este observatorio en Pekín fue construido entre los años


1437 al 1446, con la finalidad de facilitar las predicciones
astrológicas y también para ayudar a los marineros. Muchas
reliquias encontradas en excavaciones se exponen en su
interior, pinturas del sol, réplicas de azulejos, mapas
originarios de la dinastía Tang y sobre la azotea hay una
variedad de instrumentos astronómicos diseñados por los
Jesuitas eruditos. Estos instrumentos tienen hermosas
ornamentaciones en Bronce con apliques de Dragones.

Al igual que la cajita de madera de nuestra historia.


Encontrada luego de la excavación hecha para realizar
este observatorio. La misma quedó en la torre de
observación y cuando los Jesuitas llegaron al lugar, es
posible que se llevaran la sorpresa de encontrarse ante el
milagro de una virgen de 700 años a.C. y el asombro
fuera demasiado como para dejarlo en manos del
Emperador que estaba más entusiasmado en crear armas
de guerra que en la aparición de una Virgen María con
Jesús prácticamente imposible coincidente en los
tiempos.

A lo largo del siglo XX se han actualizado


periódicamente las hipótesis predominantes sobre la
prehistoria humana. La abundancia de hallazgos
arqueológicos del Paleolítico y el Neolítico, así como la
ausencia de documentación, ha originado muchas
fantasías y especulaciones. Entre los objetos más
develadoramente sometidos a una nueva interpretación
figuran la Venus o figurillas y símbolos femeninos.
Cuando se encontraron muchas fueron descritas de la
misma manera que la figurilla de marfil hallada en 1937

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


130
en Dolni, Vestonice, Europa Oriental: como “pornografía
plástica de los tiempos del diluvio”.

A partir de la segunda guerra mundial ha existido una


poderosa, convincente y creciente tendencia mundial a
describir dichas figurillas como diosas, es decir, como
emblemas de fertilidad y, lo que es más importante, de la
dependencia entre la vida y la muerte. Se las ha
considerado prueba de la existencia de antiguos
matriarcados y símbolos intemporales procedentes de
una fuente mítica que es – y siempre ha sido- compartida
por la humanidad.*

Es sabido que la arquitectura está fuertemente ligada a


los Jesuitas, altamente capacitados en muchas ciencias
además de la astronomía.

En China el observatorio que instalaron en Shanghai, fue


usado para predicciones meteorológicas y aún conserva
su uso. Pero además tuvieron influencia en la
arquitectura de Pekín y diseñaron palacios estilo Rococó
italiano en el viejo palacio de verano destruido en 1860,
utilizando como modelo el palacio de Versalles para
proyectarlo.

En Argentina, ya se sabe también, fueron los directores


arquitectónicos de muchos de los edificios históricos que
vemos a diario.

Coincidentemente puede decirse que llegaron a nuestro


país en fechas casi paralelas y existe la posibilidad que la
cajita que nos ocupa, encontrada en las excavaciones
previas a la construcción del observatorio de Pekín, sea la
misma que el maestro Budista Gautama regalara a su
discípula Miao-Shan, la princesa que luego se

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


131
transformaría según la leyenda en Kwan Yin, la diosa de
la Misericordia, compasión y perdón”.

Informe:
Felicitas Gómez
Historiadora, investigadora.
División Homicidios, Departamento Central Policía
Federal Argentina.

*Fuente: “La Diosa” Shahrukh Husain

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


132

Capítulo XIII
“Buenos Aires enferma”
La fiebre avanza en Buenos Aires. No son pocos los casos,
escasa el agua, poco el material médico, mejor ni hablar de
la situación hospitalaria.

Ya era tiempo de hacer otra cosa y dejar de ser simple


espectadora.

Margarita le pide entonces a su madre le permita montar en


su casa un hospital de campaña.

De esa manera tendría más a mano a los enfermos y más


posibilidades de curarlos de inmediato si llegaban en un
estado preliminar.

De otra forma, ya no había tiempos que alcanzaran.

Era común, sabiendo los dones de Margarita, que la gente se


presentara a altas horas de la noche para pedir su ayuda. La
mayoría de las veces ya era muy tarde para hacer nada.

Entonces con el consentimiento y la ayuda de Magdalena,


que ya no podía contra la decisión de su hija, abrieron las
puertas de Salta 245 para que las camas en desuso de los
vecinos, las sábanas de la Congregación de la casa de
estudios, y las hermanas que estuvieran disponibles,
comenzaran su tarea de salvamento y atención a la población
que en 1859 se ve azotada por tal desgracia.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


133
Buenos Aires no estaba preparado para esa epidemia. Nunca
estuvo preparado, ahora tampoco lo estaría.

Los hombres llevaron a la casa de Margarita las camas de


distintos sitios.

Un techo improvisado se tiende en el patio, como se puede y


con lo que hay. Se usan telas que amparan de los mosquitos
y mantendrán los enfermos a resguardo del sol.

Se llenan las habitaciones y los negros corren de un lado a


otro en busca del agua.

_“Aquí no hay diferencia de clases”_ dice Margarita,


protectora de los sirvientes a raja tabla.

Todos los que necesiten ser asistidos pasarán esa puerta y


tendrán donde encontrar una cama, comida y atención.

No es sencillo. Pero con voluntad se va llevando poco a poco


adelante.

La gente que llega supera las expectativas, era de esperar.

En ese momento se siente la necesidad de un aljibe que


nunca hubo en la casa.

Pero la ayuda de los que aún quedan en pie es tan grande que
ni se nota.

Martino cae enfermo al tercer día de la crisis, pero Margarita


lo asiste inmediatamente así que no pasa de un susto.

La niña tiene fuerzas de sobra y fue una excelente idea crear


un hospital de socorro.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


134
Las hermanas están todas abocadas a estas labores aunque
han quedado la mitad en la casa de estudios en la calle
Independencia, donde también se ha implementado una
atención primaria.

Es tanto el trabajo que tiene Margarita en esos días, que ni se


entera que Esteban llega de España al país.

El muchacho es recibido por sus padres quienes le cuentan la


historia de una niña bruja que no es más que Margarita
misma, la que está socorriendo a los enfermos en medio de
una fiebre sin control que se apodera de una ciudad caliente
en un verano que no quiere retirarse.

Lenguas de fuego corren por las calles de tierra y la lluvia


que antes arreciaba a diario se dejó de sentir hace ya más de
diez días ¡Si cayeran dos gotas!

_“¿Quien sabe bailar la danza de la lluvia? ¿Quien puede


atraer las nubes? ¿No es que hay acaso una bruja en
Buenos Aires que dice sanar a los enfermos? ¿Donde está
la que asiste a los negros? ¿Donde la sierva del demonio
que se ofrece en las noches al ritmo de los parches del
candombe?”

Así ironiza una parte de la aristocracia ciega de la Argentina


de entonces, que se burla de la desgracia ajena y que no
piensa que le pueda tocar algún día.

Nunca la gente con dinero piensa que las pestes le pueden


tocar hasta que le tocan.

Muchos de aquellos muchachos que cantaban en contra de la


Niña Blanca cayeron desesperanzados en el hospital precario
de la calle Salta. Y fueron asistidos y curados al igual que los
“negros”.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
135

Después de oscuras noches pesadas y vaporosas y días de un


sol caliente que desmayaba, apareció la lluvia que fue
festejada al aire libre como una fiesta de carnaval al ritmo
del candombe.

Salieron los negros a la calle y Margarita no pudo contener


la alegría y no le importó para nada ser vista bailando
poseída por su “Diosa”.
Por las calles, con su cabello suelto y su vestido blanco
remangado hasta las rodillas, descalza y sudorosa, mojada
por el agua, que calmaría su sed, su ansiedad, su deseo
reprimido, olvidado, su desdicha de amor tan lejano y
prácticamente perdido.

Sin embargo, Esteban estaba en Buenos Aires y ella no lo


sabía.

Tal es así que el muchacho enfermó de fiebre y ella no lo


supo, nadie vino a avisarle, el padre del chico lo prohibió.
Dijo:

_“Que la bruja no se entere que ha venido”.

Pero la madre del muchacho suplicante, al saber de los


milagros de la chica, le pedía a su marido por el alma de su
hijo lo llevasen al hospital de la casa de la calle Salta.

El padre nunca consentiría tal cosa. Pero la mujer, sin que él


se entere, llegó en medio de la lluvia a la casa de Margarita.

En ese momento, la Niña Blanca se encontraba por las


correderas en procesión de festejo.

Entonces, Justina la busca a las corridas:


“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
136

_”¡El niño, el niño Esteban ha caído enfermo!”

Margarita emprende una carrera hasta la casa donde se


encuentra con la madre del muchacho. La mujer no podía
trasladarlo y ya no quedaba mucho tiempo.

No había tiempo, ni de pensar ni de nada.

La sorpresa de saber que él había vuelto, que estaba aquí, se


mezclaba con el dolor de una enfermedad devastadora que
podía quitarle el amor de su vida en un instante, así como
así.

Y fue tarde. Es cierto. Margarita y la madre del joven


llegaron demasiado tarde.

Es injusto, si hubiera un Dios, si… tantas cosas se cruzan en


el momento de dolor en la garganta como un puñal que se
clava y no se puede expulsar y llega hasta el oído y arremete
hasta el grito y el llanto que se hace esperar y el alarido que
no sale y se retuerce en el alma hasta que expira. Y emerge
horrible por los pasillos y los corredores y se aventura de
pieza en pieza hasta el patio y la calle misma.

El dolor ya no es solamente de ellas sino que queda suelto al


albedrío del que pase y lo tome como un pájaro que se cruza
en el camino justo ahí en ese momento. Y el dolor ya no es
de nadie sino de todos los que escuchan el grito.

La madre de Esteban arremete contra su esposo alzada en la


más terrible furia y tomando un fusil de la armería del
vestíbulo, embiste en bayoneta contra el corazón mismo de
su marido para calmar así su deseo de venganza que se
traduce en locura. Y el griterío es mayor y nada pero nada ya
habrá de ser igual en ningún sitio de Montserrat.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
137

La tragedia no es parte de ella. Ella no es parte de nada.


Esteban yace muerto en su cama y La Niña Blanca ya no
existe.

Después de ansiar tantos años su presencia envuelta en deseo


y amor, hoy lo tiene en frente suyo y no está siquiera de ojos
abiertos para recibir su último hálito antes de que la muerte
se lo lleve. Se lo llevó antes que ella llegue, y ya no quedó
nada.

Sale de la habitación y no le importa el reguero de sangre


que ha dejado el corazón del padre de Esteban, después que
su mujer colérica arremetiera en venganza.

Se va de la casa porque ya no tiene nada por qué luchar y


tampoco ella misma se encuentra en ningún lugar.

La muerte le ha aventajado la batalla después que ella ganó


tanta vida a la fiebre, que sonriente se aleja vestida de negro
observando a la Niña Blanca, levantando su hoz en señal de
triunfo.
Informe:
Felicitas Gómez
Historiadora, investigadora.
División Homicidios, Departamento Central Policía
Federal Argentina.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


138
Capítulo XIV
“El lecho de los Dioses”
Donde duerme la Niña Blanca.

Estuvo días derrumbada en un cuarto de la casa de los


criados, desocupado, mal oliente, utilizado para depósito de
ropa y otras cosas.

Justina le preparó un catre de campaña y ella se quedó ahí,


sentada en un rincón, contra la pared, sus rodillas pegadas al
pecho.

No quiso que nadie se ocupe. Solo pidió que asistieran a los


enfermos en su ausencia, los pocos que quedaban. La fiebre
se había cobrado quinientas víctimas.

Quinientas vidas, quinientos puntos para la Parca que ganó


su mejor batalla, tomando la mejor pieza del juego de
ajedrez de la vida de la Niña Blanca.

Ella ya no quería nada. ¿Quién podría consolarla? ¿Quien


podría poner un poco de paz?

Nadie, salvo la negra criada se le animaba, pues por


momentos parecía un animal enjaulado y daba terror
acercársele a menos de dos cuerpos.

Se sentían sus gritos a cualquier hora del día o de la noche y


su madre, a pesar de saber que era necesario, no quería
llamar al médico por temor a que la encierren en el
neurosiquiátrico de la calle Defensa.

Así que pensó que tal vez, con el correr de los días, todo
cedería. Pero no fue así, todo lo contrario.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
139

No quería comer, ni tomar agua. Mucho menos cambiarse ni


bañarse.

Un animal salvaje enloquecido. No había forma.

Una madrugada, cuando todos dormían, salió sigilosamente


del cuarto a mojarse los pies en el piso llovido de la noche.

Los ladrillos del suelo aún estaban calientes por el sol de la


tarde y elevaban vapores que semejaban neblina flotando en
las madrugadas de invierno.

Tenía puesto el mismo vestido que en un principio, pero la


Niña Blanca solo olía a perfume de rosas.

Sus ojos negros estaban más negros que nunca y tenían un


brillo metálico que metería miedo a quien se la cruzara en
medio de la noche cerrada.

Su boca era solo una mueca sin forma y su pelo


arremolinado y desprolijo estaba como nunca en su vida lo
vieran. Ella que jamás permitiría que dejara de tener el brillo
de la luna y perfume de magnolias.

Un animal salvaje,
perdido en la selva,
hambriento de odio y
desesperado por
destrozar a su presa
tan solo por el hecho
de degustar su
sangre caliente.

Se acomodó el
vestido a un lado y de la caballeriza sacó al renegrido.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
140

Arrojó con odio la cajita de madera con incrustaciones de


oro en forma de dragón al fondo del pozo de la casa, donde
jamás nadie más la encontraría.

Y montó con rabia al oscuro animal que destellaba de miedo


en las pupilas y en el blanco de sus ojos bien abiertos.

Salió en cabagalta a pelo sin montura, nadie la vio y cuando


se dieron cuenta ya era demasiado tarde.

Cabalgó hasta el bajo para llegar a las barrancas de la quinta


de los ingleses.

Traspasó la tranquera y se dirigió directo al río, que como un


león abría sus fauces hambrientas e implacables.

Ciega, sin pensamiento alguno, la vista nublada y en


cualquier parte, bajó del caballo y le dio una palmada para
que vuelva a su casa.

Fue hasta la orilla, respiró hondo y vio pasar su vida en un


segundo:

_“Cruzo mis manos hoy y me extiendo en el llano.


Veo mis pies desnudos, creo que jamás los había visto tan
desnudos como ahora. Están tan desprovistos de todo
egoísmo, han nacido para acompañar mi andar a través de
todo estos años y es la primera vez que los siento tan
firmes. Si pudieras creerlo.
Cierro mis ojos en una misión introspectiva y me encuentro
con el futuro de mi alma. Jamás había viajado tan adentro.
Es posible llegar al fondo para subir de nuevo.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


141
Hoy siento que mi interior flota y al cerrar mis ojos es todo
tan perfecto y tan claro porque allí estás. Jamás te había
visto tan claramente, no te había conocido hasta ahora
aunque sé que siempre estuviste.
El amor nace desde el punto cero que no es el del
nacimiento. Está asignado un par a cada ser y solo de él se
conocen los ojos y la sonrisa.
El medio, la mitad, la sombra de nuestros propios pasos. Sé
que adoraré tus pies desnudos cuando los vea. Ellos han
sabido venir a mí y se han mantenido erguidos todo este
tiempo.
Me dejaré caer lentamente en tus brazos cuando vuelva a
encontrarte.
Dejaré que te caigas lentamente en los míos y te recogeré
desde cualquier abismo que te amenace o simplemente te
cobijaré porque ese es el lugar que tuve reservado desde
hace tanto tiempo.

No crees en la paz? No sientes ese movimiento descendente


y melodioso que me acompaña en un ritmo más lento que
el de costumbre?
Esa es mi paz que viene a rescatarte. Siempre estuviste solo
aunque todo el mundo te rodeara porque faltaba yo con mi
compás decadente que viniera desde antes a ponerte el
ritmo de tus propios latidos mezclados en los míos.
Baja lentamente hasta mis pies que quiero que te abracen y
déjate guiar por este río. Que en su curso ha sabido llevar
las aguas de un remanso que tuve aquí esperando hasta tu
llegada. He detenido el tiempo tantas veces esperando que
embarques aquietando las aguas. Para que no te caigas,
para sostenerte, para que estés a mi par.
No hay dioses, no hay parámetros, no hay tiempo. El amor
se mide nada más que con el infinito del alma que se posa
en la rama del frondoso árbol de los tiempos que van
corriendo acompasados día a día. El amor no se mide en

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


142
centímetros ni metros en su capacidad ni calidad, eso es
mentira. Solo es amor, inmenso, lo demás no existe.
Es eterno, es una sonrisa que se posa en los labios y con el
correr de los días no desaparece con la rutina.
Es el respeto que se posa en el arco de las cejas y la ternura
que brota de los ojos.
Es siempre cuidarte, darte la libertad que quieras porque
retornarás, es seguro.
Estás aquí, has venido a buscarme. Jamás he visto mis pies
tan desnudos, jamás amé tanto sus pisadas.

Jamás pensé amar tanto los tuyos, que llegaron hasta mí y


se posaron en mi suelo suspendidos en vuelo.
Porque es eso, simplemente. Volar y descender, acompasar
y danzar.
Es imposible no danzar en ese ritmo único que solo tiene el
amor y nadie lo ha enseñado pero, curiosamente cuando el
amor llega, sabe desde su alma, como debe moverse”.-

Dio un grito con las manos elevadas al cielo igual que su


mirada:

_¡¡¡“Esteban”!!!..._ y se lanzó al centro de la garganta del


Río de la Plata, donde cayó pesadamente y se fue al fondo,
sin lucha, dejándose morir entre remolinos y camalotes.

Su cuerpo fue encontrado a los dos días del hecho,


durmiendo entre espumas, como si no le hubiera sucedido
nada.

Su vestido blanco inmaculado descansando sobre la hierba


de la orilla, posición boca arriba, sus manos enlazadas, su
cabello perfecto, sobre sus hombros y su rostro de rozagante
alabastro al sol de la mañana.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


143
La llevaron a la casa de la calle Salta. La bañaron y vistieron
con el mejor vestido de domingo, su mantilla de Venecia, su
rosario de cristal y sus zapatos de organdí.

La velaron en la sala y luego fue llevada a Recoleta.

A la procesión fue casi todo el barrio o lo que quedaba de él


y detrás los negros, con los parches, batiendo un ritmo triste,
llorando a su Niña Blanca que ya no bailaría nunca más
poseída por la Diosa, en las noches del tambor:

_“Ha muerto la Niña Blanca, ha muerto la niña virgen, la


virgen de Montserrat”_ cantan los negros curtiendo los
tamboriles.

Todo quedó deshecho. Como cuando se mueren todos los de


una familia o alguno que era el principal eslabón de la
cadena.

Magdalena Villalba se fue a la quinta de los Adamo, en


Saavedra, donde el cuñado, hermano de su esposo, Manuel
Adamo y su mujer, la estaban esperando.

Ya no tenía nada más que hacer en Montserrat.

Los criados se fueron a la hacienda de ganado en las afueras


y la casa quedó vacía por un tiempo, tan solo por unos veinte
años.

Por eso cuando fue adquirida en 1880, el nuevo dueño tuvo


que demolerla pues ya no tenía remedio.

Raro es que no haya quedado relato de esta historia. Tal vez


por ser tan triste nadie quiso volver a contarla. Solo en los
archivos de nuestro Departamento de Policía quedaba por
suerte parte de la crónica necrológica de los hechos de una
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
144
niña que fue encontrada ahogada en el Río de la plata, y daba
algunos detalles al azar, como donde había vivido y como
fue su entierro.

Parte de los escombros de la demolición fueron a parar al


pozo de desechos de la casa, los que cubrieron la cajita de
madera con la preciosa estatuilla que solo fue descubierta
ahora con la excavación.

Llama la atención la coincidencia de los nombres de la mujer


desaparecida, quien comprara la propiedad y que escribe el
diario y la Margarita Adamo de la historia, la que habitara la
misma casa. Pero ya lo dije una vez. La casualidad es solo
Dios cuando firma con seudónimo.

Informe:
Felicitas Gómez
Historiadora, investigadora.
División Homicidios, Departamento Central Policía
Federal Argentina.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


145
Capítulo XV
FINAL
Diario de excavaciones de Margarita Adamo
Un viaje a mi pasada-futura vida

Querido Diario de excavaciones, como te he titulado.


Mi camino parece haber
llegado hasta acá y no puedo
retroceder.

De hecho tampoco quiero


hacerlo, todo lo contrario. Una
puerta se abre ante mí y me
empujan de atrás para que siga
el camino que se me plantea.

Sé que allí encontraré todas


estas respuestas de preguntas
abstractas que en realidad iban
dirigidas solamente hacia mi,
¿Por qué el ser humano es tan complejo?¿Cómo se es feliz?
Tengo una lista de cosas que nunca escribí y tampoco dije
que es muy probable que algunas las haya cumplido.

¿Pero en realidad uno puede hacerse una lista de


prioridades? Es válido eso o ¿es mejor trazarse un camino
y que lo demás venga solo?

Lo que me mantuvo todo este tiempo fue la fe en mí misma Si


no hubiera creído en mí, estaría en un lugar en el que hace
rato dejé de estar.

Estar bien con uno mismo es un deseo difícil de concretar, si


el ser humano se dignara a tenerlo como corresponde
primero en la lista, la verdad, ésta ya comienza mal.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
146

Y no es que sea imposible, es muy escueto. Estar bien…


estar bien con uno… hacer lo que a uno le gusta, respetarse.

¿Y ahora qué hago de aquí en adelante? Intentar… es el


segundo punto en la lista. Creer, intentar, tenerse fe, amor
propio, estima, saberse autosuficiente.

Mi vida a partir del momento que entré en esta casa, ha


cambiado por completo y ya todo lo que pensaba era, hoy ya
no lo es.

Todo se modificó, mi pasado parece estar a la vista como mi


futuro, eso es trazarse una vida.

Porque presiento que sabiendo mis raíces tendré al fin un


futuro y podré formar parte de algo.

Intento imaginarme llegando a vieja con alguien, mirarlo a


los ojos pícaramente recordando cosas que solo en el
recuerdo tendría en ese momento. Juro que es una imagen
que nunca me permití con aquellos que estuve en pareja.

Esta mañana recibí una carta. La dejaron por debajo de la


puerta y no tenía remitente, solo destinatario.

“Srta. Margarita Adamo:

Entendemos que está pasando momentos de angustia,


pues no sabe a ciencia cierta que le está sucediendo.
Trataremos de ser, dentro de nuestras posibilidades,
explícitos en lo que le contemos.

Hace muchísimos años hemos perdido un bien


sumamente preciado, pero cuando nos dimos cuenta en
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
147
manos de quien había caído, supusimos que no estaba
mal, pues “La Diosa” quiso que de alguna manera el
destino haga que ese objeto esté en posesión de la persona
indicada siempre. Sabe de qué le estamos hablando.

Lo fue así con su antecesora, la Niña Blanca o Margarita


Adamo, tal el nombre de la poseedora que dejó la pieza
en cuestión, la que vivía en esa casa de la calle Salta 245.

No es casualidad que Ud. También se llame de ese


modo...
Sabrá, porque profesa nuestra religión, no casualmente
tampoco, que la vida vuelve a la vida en casos
karmáticos. Ha sabido reencontrarse con su otra vida y
encontrar también la posesión de la que le hablamos.

Alguien ha estado vigilándola, pero no para su mal, sino


por el contrario.

Porque sabemos que de no ser la persona correcta la que


reciba este obsequio que obra en su poder, podría
producirse un mal impensado.

Ud. Srta. Margarita es poseedora de aquello que en su


momento debió ser restituido a nuestro pueblo y es
tiempo que así sea.

Por eso, para su tranquilidad, entendemos que ha llegado


la hora que sea devuelto a su lugar de origen.
Sabemos bien que ahora no comprende por que no
conoce la historia.

Pero apelamos a su poder de visión para entender que si


hace lo que le pedimos interpretará cuando llegue a
destino. Para eso, en este sobre le enviamos un pasaje de
ida y vuelta al país de procedencia.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
148

Allí será recibida por nuestra gente que sabrá darle las
explicaciones pertinentes a su llegada, que por su
seguridad y la del objeto en cuestión, no podemos develar
antes que pise nuestro suelo y se encuentre a salvo.

Así que esperamos sepa abrir su corazón y tomar la


oportunidad que le ofrecemos para su bien y el de
nuestro pueblo fiel a sus creencias.

Le prometemos que sus dudas dejarán de ser tales y que


se encontrará con sí misma al efectuar este viaje.

Aunque no nos pueda comunicar su decisión, quédese


tranquila que si lleva a cabo lo que humildemente le
pedimos de alguna forma lo sabremos.

Le solicitamos además tenga todas las reservas del caso


hasta que pueda cumplir con su deseo y el nuestro, el que
hará que sea feliz y pueda en consecuencia cerrar esta
historia, en definitiva la suya.

Esperamos que sea de su agrado la estadía y no dudamos


que así será.

Y recuerde: “La casualidad no existe. La casualidad es


solo la voluntad de “La Diosa” que firma con
seudónimo”.
Gracias.”

“Del sobre extraje el pasaje. A China ida y vuelta para


pasado mañana por la tarde, con retorno abierto.

No supe qué pensar, pero no dormí hasta la madrugada y


al hacerlo, en el sueño escuché una voz que me decía que
debía viajar y así será.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
149

Nadie habrá de saberlo hasta que comiencen a buscarme y


no será hasta dentro de una semana cuanto menos.

¿Cómo sabía esta gente que mi documentación está en


orden para hacer este viaje? No lo sé, pero así es. Así que
voy hacia mi destino”.

Para el que
encuentre este
diario, espero
que también
encuentre las
respuestas
necesarias antes
de mi regreso,
sino deberá
esperarme.
Estoy bien, sé
que estoy
haciendo lo correcto, pues aquí de esta manera tampoco
podría quedarme y mucho menos con esta duda que ahora
se plantea.
Este es mi destino, veré de aquí en más cómo sigue mi
camino.

INFORME FINAL:

Cerrando este caso, entiendo que no hubo desaparición


alguna de persona física, solo que la sujeto se trasladó por su
propia voluntad a cumplir con un designio.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


150
Este diario fue encontrado en la boca del pozo descubierto en
la casa de la calle Salta 245 del barrio de Montserrat, Ciudad
de Buenos Aires.

Lamento no haber podido conocer la estatuilla en cuestión,


pero comprendo que no era así lo que correspondía.

Sé por allegados a la Srta. Margarita Adamo que no


retornará al país al menos por un tiempo pues pasará un
tiempo en China buscando respuestas a todas sus preguntas.
Buscando información de sus vidas pasadas y preparándose
para afrontar de allí en más su futuro, el destino que “La
Diosa” le ha trazado.

Se ha cumplido entonces la profecía, Margarita Adamo hizo


que con su viaje termine su karma gracias a “La Virgen de
Pekín”.

Notifica: Felicitas Gómez. Historiadora, investigadora


División Homicidios-Departamento Central
Policía Federal Argentina.

FIN

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


151
EXPERIENCIAS:

Una extraña imagen se hizo presente en un momento


especial de mi vida.
La de una Virgen Asiática que había aparecido en mi
navegador cuando hacía una investigación, llamándome la
atención.
Decidí escribir sobre ella.
Paralelamente comencé a leer artículos sobre la ley de
atracción, El Secreto y todo aquello que me ligara con esa
temática incluyendo la práctica del budismo que tiene
relación directa con todo lo que el Universo tiene para
nosotros.
Casualmente la figura de La Virgen de Pekín, era de origen
Chino y fue adoptada por el catolicismo, religión tan
perseguida hasta el año 2005 en ese país. Pero nada se sabía
de ella.
Sin embargo, el Catolicismo y el Budismo están
estrechamente unidos y la imagen de la Virgen es
relacionada con la de LA DIOSA, atribuciones que se le
prodigan a la Virgen María como Divinidad.
Se habla de su adopción pero no en donde fue encontrada ni
cómo y de la aparición milagrosa de la Virgen María en
varios templos del país.
Mi historia comenzó y tenía cierta magia pues escribía todos
los días salvando en Word todo lo que surgía en mi mente,
como debe ser.
Pero siempre al día siguiente, cuando retomaba la escritura
algo de lo que había hecho el día anterior no estaba.
O faltaba una imagen, o la corrección de un texto, o
simplemente desaparecía el capítulo.
Comencé a pensar que alguien podía ingresar en mi máquina
pero no fue así.
Adjudicaba el error a un posible virus pero tampoco.
Al día de hoy, sigo corrigiendo este libro y me siguen
sucediendo las mismas cosas.
“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.
152
Relacioné ficticiamente la imagen de la Virgen con el
hallazgo de una figura de la misma en una excavación
arqueológica realizada en una casa de vieja data en el Barrio
de Montserrat.
Inventé la dirección, Salta 245 y me basé en una
investigación real, realizada en los pozos de Salta 279, en
una vieja librería del barrio, “EL SUBSUELO DE LAS
MUSAS” (Ver publicación en:
http://www.delasmusas.com.ar/ )
Me situé en el barrio mediante un plano ubicando la
propiedad en Internet y encontré antecedentes de casa de la
dirección de Salta 255.
Averigüé quien había sido su dueña y para qué se había
utilizado la casa.
Definí la misma con lujos de detalles, basándome en la única
construcción que data de 1800 en Defensa 183.
Y cuando terminé la historia, me dirigí a la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, para registrarla.
Fui a la vieja dirección en la calle Talcahuano, pues hacía
tres años que no iba a la Dirección Nacional del Derechos de
Autor.
Estaba cerrado y tenía carteles indicando la nueva
dependencia: Moreno 1228.
Completé el registro y me fui.
En la esquina del organismo, miro el nombre de la calle que
cruza en el cartel indicativo y leo Salta 200 – 300 y pienso:
“estoy en la esquina de la casa de mi historia ¿existirá?”
Doy vuelta la calle y llego hasta mitad de cuadra y parada
en la vereda de enfrente, observo con sorpresa que la casa de
Salta 245 ¡existe!
Después de 5 años de escrita mi novela, descubro que la
única casa de la cuadra que se conserva intacta, una
construcción del 1800, está mirándome, allí, como
ofreciéndose, diciéndome “Acá estoy ¿hablabas de mí?
Comprobé que algo había más allá toda esta narración.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


153
Los pozos de la casa de Salta 245 habían sido explorados en
mi libro y allí se encontraba una estatuilla, la de LA
VIRGEN DE PEKIN y ésta algo escondía.
Un misterio mágico como la original, que jugaba conmigo a
escribir y borrar el libro a gusto y placer.
Nada es casual… y como sabrán: “La casualidad no existe.
La casualidad es solo la voluntad de Dios, que firma con
seudónimo”.

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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BIOGRAFÍA:
Mi nombre es Patricia Luján Libertini
Nací en Capital Federal el 14 de Junio de
1962.
Viví en Villa Adelina, hermoso barrio con
naranjos en sus veredas, hasta los 11 años.
Vivo en Castelar, Pcia. De Buenos Aires,
Argentina.
Fui periodista, radial, gráfica y de televisión.
Soy escritora, esposa,
esposa, mamá, ama de casa.
Lo más importante: vivir plenamente es amar y cuidar lo que
se tiene, la vida es una sola.
Como decía mi abuela: El último vestido no tiene bolsillos.

LINKS:
1. Librería virtual online:
http://www.actiweb.es/librerialapeque/
http://librerialapeque.neositios.com/
2. Libro: La
La virgen de Pekín:
http://www.actiweb.es/la-
http://www.actiweb.es/la-virgen
virgen-
rgen-de-
de-pekin/
3. Libro:
Libro: Sueños y despertares:
http://www.actiweb.es/suenosydespertares/
Este libro, junto a la Novela Policial Histórica “SUEÑOS Y

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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DESPERTARES, una historia que podría ser real” presentes


en la 7ma. Feria del Libro de Chajarí, Pcia. De Entre Ríos,
Argentina.
http://www.ferialibrochajari.com.ar/

“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.


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“LA VIRGEN DE PEKIN” Patricia Libertini.

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