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Fotoperiodista/Eric Quiñones
redimió y su último suspiro lo entregó a la Divina Miseri-
gran vacío, fue el tránsito hacia
cordia. Monseñor Pedro J. Ballester, sacerdote de la dió-
la vida eterna, dijo el Obispo de
cesis de Ponce, falleció el pasado jueves a los 87 años de
Ponce, monseñor Félix Lázaro,
edad, luego de padecer varias complicaciones de salud y
en la homilía de la misa de exe-
sufrir un derrame cerebral. Luego de una larga entrega
quias.
al servicio y fiel cumplimiento de su ministerio, Monse-
ñor Ballester se había retirado y vivía junto al matrimo- “El cristiano sabe que tiene
nio compuesto por Evelyn Rivera y Enrique Flores quie- que morir, pero tiene la certe-
nes cuidaban de él. “El era una persona amable. Nunca za de que un día a de resucitar
se quejaba. Cuando se le preguntaba cómo estaba él con Cristo”, dijo el Obispo.
siempre decía ‘fuerte saludable, contento y lleno de vida “Sabemos que él tuvo una
contento y feliz’. Así fue él hasta el último momento”, gran devoción a la Divina Mi-
dijo Flores. sericordia y estoy seguro que la
Su muerte ocurrió a las 3 p.m. poco antes de que se Divina Misericordia lo acogerá
comenzara el rezo de la coronilla a la Divina Misericordia. en el cielo”, añadió.
Flores recordó que el sacerdote fue uno de los pioneros Más de 30 sacerdotes de
en promulgar en la diócesis de Ponce la devoción a la las diócesis de Ponce y Maya-
Divina Misericordia. güez cocelebraron la misa de
“El cristiano sabe que tiene que morir, pero tiene la certeza de que un día a de resucitar con
Monseñor Ballester era natural de San Sebastián. Fue exequias. El Obispo expresó sus Cristo”, dijo el Obispo.
ordenado el 15 de junio de 1958 en la Catedral de Ponce. condolencias a Oscar e Hilda,
guró que en el mundo tendríamos tribulaciones réis mis testigos”. Hechos 1,8) Los que asistieron
(Juan 16, 33), pero al mismo tiempo nos ofreció su dán fe que los dos días de conferencia estuvieran
paz y nos pidió que tuviéramos ánimo. Nos pro- llenas de sanidad, de energía, de optimismo y de
metió tener la victoria, con una única condición: bendiciones por la unción del Espíritu Santo.
¡Que no nos rindiéramos!Los cientos de asistentes
El predicador Saulo Hidalgo ofreció sus conferencias en la Diócesis.
a este retiro salieron inspirados y con la fuerza de