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Dicha garanta constitucional fue consagrada como norma rectora con carcter
obligatorio y prevalente1; impone a los funcionarios como obligacin y no como
facultad, el deber de incorporar los medios de conviccin que permitan establecer
la verdad sobre los hechos investigados.
Este principio rector, no se traduce en un derecho absoluto y automtico que
imponga a los funcionarios el deber de recaudar la totalidad de las pruebas
pedidas, pues no es posible soslayar que el artculo 235 de la Ley 600 de 2000 2,
autoriza la inadmisin y rechazo de aquellas que no conduzcan a establecer la
verdad sobre lo que constituye el objeto de la investigacin.
Sobre este principio la Sala ha dicho:
Estado de
Esas son las razones por las que su incumplimiento desde la perspectiva de la
Constitucin y la estructura del proceso penal consagrado en la Ley 600 de 2000,
puede llegar a ofrecer una irregularidad sustancial que atenta contra el debido
proceso.
Lo anterior no significa que la falta de prctica de una prueba conduzca
necesariamente a la afectacin de los derechos fundamentales de la persona que
se encuentra sometida a una investigacin penal, pues lo que se trata de proteger
no es la omisin probatoria, sino la garanta de que se investigue a profundidad
cada asunto antes de elevar cualquier juicio de responsabilidad.