Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Ramos 2015
VATICANO, 29 Mar. 15 / 08:06 am (ACI).- En el centro de esta celebracin,
que se presenta tan festiva, est la palabra que hemos escuchado en el
himno de la Carta a los Filipenses: Se humill a s mismo (2, 8). La
humillacin de Jess.
Humillarse es ante todo el estilo de Dios: Dios se humilla para caminar con
su pueblo, para soportar sus infidelidades. Esto se aprecia bien leyendo la
historia del xodo: Qu humillacin para el Seor or todas aquellas
murmuraciones, aquellas quejas! Estaban dirigidas contra Moiss, pero, en
el fondo, iban contra l, contra su Padre, que los haba sacado de la
esclavitud y los guiaba en el camino por el desierto hasta la tierra de la
libertad.
Veremos el desprecio de los jefes del pueblo y sus engaos para acabar con
l. Asistiremos a la traicin de Judas, uno de los Doce, que lo vender por
treinta monedas. Veremos al Seor apresado y tratado como un malhechor;
abandonado por sus discpulos; llevado ante el Sanedrn, condenado a
muerte, azotado y ultrajado. Escucharemos cmo Pedro, la roca de los
discpulos, lo negar tres veces. Oiremos los gritos de la muchedumbre,
soliviantada por los jefes, pidiendo que Barrabs quede libre y que a l lo
crucifiquen. Veremos cmo los soldados se burlarn de l, vestido con un
manto color prpura y coronado de espinas. Y despus, a lo largo de la va
dolorosa y a los pies de la cruz, sentiremos los insultos de la gente y de los
jefes, que se ren de su condicin de Rey e Hijo de Dios.