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EL SALTO CREATIVO
Material con fines exclusivamente didácticos
Tomado de: El salto Creativo de la Terapia Guestáltica.
Editorial Paidós. México. capitulo 2. Pp. 25-36

En psicoterapia, el proceso creativo depende básicamente de dos elementos. El


primero es la relación del terapeuta con la integridad presente del cliente. Todo
individuo, al iniciar la terapia, posee una integridad personal que le es propia.
Esto significa que ha desarrollado, a lo largo de muchos años, maneras de actuar
en el mundo que tienen, para él, unidad estructural y funcional. Tal unidad
incluye también aquellos de sus ''síntomas", insatisfacciones y conductas que, a
juicio del terapeuta, obstaculizan la capacidad del cliente para cambiar. Todo
ese haz de sentimientos, actitudes físicas y estilos verbales es lo que se halla
comprendido en la integridad de la persona, y ésta recurre a la terapia de grupo
o individual no tanto para modificar ese sentimiento de ser ella misma cuanto
para ejercitarlo.
Establecer-contacto con esa integridad supone aplicarse por entero a averiguar
"cómo es ser una persona como ésta" -por ejemplo, llevar los hombros caídos,
mantener los glúteos rígidos, etcétera-; en suma, asumir la misma postura que el
cliente asume en el mundo. Es ésta una especie de curiosidad amante, un estado
viviente de aprender, en forma natural, el espacio vital del otro.
El segundo elemento del proceso creativo es el moldeo revolucionario. Aquí el
terapeuta se identifica con los aspectos más radicales de la personalidad de su
cliente, con aquella parte de éste que espera permiso para ensayar maneras
nuevas o genuinamente sorprendentes de experimentarse a sí mismo.
El cliente vive en forma constante el dilema existencia! de sentirse desgarrado
entre el doloroso bienestar de su integridad presente y su necesidad de cambiar.
En general, el proceso creativo se ve obstaculizado cuando paciente y terapeuta,
sin advertirlo, se identifican con las distintas partes de la personalidad del
primero: el terapeuta brega por el cambio, en tanto que el paciente lucha por su
propia "integridad". En este conflicto, el ´moldeo revolucionario" que hay en el
cliente se proyecta sobre el terapeuta, de modo que el primero "lucha" con
comodidad contra su propia proyección.
En el proceso creativo, el terapeuta permite que el cliente lo acompañe en una
aventura donde la pareja puede desempeñar en forma constante todos los
papeles de este conflicto dramático. El terapeuta ayuda al otro a ser el
experimentador, el maestro, el que modifica activamente, a la vez que, por su
parte, mantiene una actitud de comprensión y respeto por la postura del cliente.
Es precisamente en este proceso de compartir a ritmo y explorar en forma activa
la vida interior del cliente donde comienza a modificarse la estructura personal
original de éste. (p.25)

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A mis alumnos suelo decirles: "Consideren a la persona en la forma en que
mirarían una puesta de sol o una montaña. Reciban con placer lo que vean.
Acepten a la persona por lo que ella es. Después de todo, esto es también lo que
harían con la puesta de sol. No es muy probable que ustedes digan: ´Esa puesta
de sol debería ser más púrpuraµ, o ´Esas montañas deberían ser más altas en el
centroµ. Ustedes se limitarían a contemplar maravillados. Lo mismo sucede
cuando me encuentro frente a otra persona. La miro sin decirme: "Su piel
debería ser más rosadaµ o "Debería usar el pelo más corto". Esa persona es lo que
es.
El proceso creativo empieza por la apreciación de eso que está allí: la esencia, la
claridad, el impacto de lo que nos rodea. Me gustaría acercarme a la gente en la
forma en que Henry David Thoreau vio y comprendió a la naturaleza: "Los
brillantes colores otoñales son el rojo y el amarillo, y los varios tintes, matices y
sombras de éstos. El azul está reservado para el color del cielo; el amarillo y el
rojo, en cambio, son los colores de la flor-tierra. Cada fruto, al madurar, y
apenas antes de caer, adquiere un tono brillante. Así. Las hojas: así también, el
cielo antes de concluir el día«".[1]
Como el poeta, el terapeuta es capaz de apreciar en iodo su alcance la vida que
lo rodea, y ello incluye el paisaje que forman la existencia de su paciente, su ser
físico, sus muecas, su postura y su andar. Para ayudar a alguien ustedes deben

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amarlo en forma básica, simple. Deben amar a la persona que tienen enfrente,
no un objetivo que proponen para ella. No es posible amar imágenes futuras de
otro sin ausentarse de la persona que está sentada enfrente.

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Voy a mi estudio para pintar. Al llegar allí comprendo que no tengo ganas de
pintar. Entonces me ocupo en fruslerías. Limpio pinceles, o preparo telas, o miro
figuras de revistas. Hago las cosas que me resultan posibles en ese momento y
me dejo tiempo para construir mi imaginería y mi impulso, hasta sentirme listo
para hacer algo. Tal vez sólo sea una figura para recortar en papel. Pero eso es
todo cuanto yo puedo hacer en ese punto de mi proceso creativo.[2]2
No se puede "ir contra la corriente" para hacer arte. Y así me sucede como
terapeuta. El cliente debe ser llevado a lo largo de una serie gradual de
experiencias antes de que esté en condiciones de captar un nuevo concepto de sí
mismo y avanzar, mediante su propia conducta, en esa dirección. Usted puede
ordenar al cliente que haga una u otra cosa por usted, y él incluso puede
cooperar, pero si en él no se ha operado el proceso de crearse su propia
(p.26)disposición a hacerlas, no se obtiene nada importante, aparte, tal vez. de
embarcarse en una discusión, o deprimirse, o sentir que, como quiera que sea,
no nos comunicamos uno con el otro. Gran parte de la terapia consiste en
alimentar el fuego, nutrir un tema particular, construir apoyos en zonas de
verbalización o de acción donde se necesita apoyo. Es como preparar la tela y
limpiar los pinceles.
En psicoterapia, otra parte del proceso consiste en permanecer abierto a las
muchísimas posibilidades que se presentan a la persona o al grupo. Cada
hipótesis, o intercambio o experimento nuevo debe ser considerado una
exploración, una posibilidad que, si "prende" en la persona, se abrirá paso
progresivamente hacia las capas más profundas de su ser.
Por más que yo pueda contemplar dos o tres resultados hipotéticos del proceso,
no puedo exprimir a mi cliente, por así decirlo, para obtenerlos. Debo estar
dispuesto a contar cada arbusto y cada guijarro del camino para alcanzar el
colorido y la vivacidad de la urbe. Cuando al cabo de tan respetuoso viaje la
persona llega a su resolución, ella, su grupo y su terapeuta alcanzan una
comprensión y una satisfacción completas y patentes. Nacer de nuevo lleva
tiempo. Ser una buena partera exige paciencia.

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La psicoterapia es el proceso viviente de atizar los fuegos interiores -fuegos de
conciencia y contacto- del cliente. Supone intercambiar energías con éste,
intercambio que estimula y nutre a la otra persona, sin agotar la vitalidad y la
fuerza de uno mismo.
Para que una persona "trabaje" en terapia y. en consecuencia, practique ese
intercambio, necesita energía. Por lo general, posee energía suficiente para

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venir a mi consultorio o sumarse a un grupo de fin de semana, pero ello no
garantiza que tenga energía como para trabajar sobre sí mismo. A menudo esa
energía está encerrada en la frigidez muscular (o sistémica) de la estructura de
su carácter o. como muchos prefieren entenderlo, en sus "resistencias". En rigor,
no hay diferencia funcional o estructural entre frigidez de carácter y resistencia.
Resistencia es lo que el terapeuta experimenta. El paciente sólo es la persona
que cree ser: su experiencia es la de cuidarse a sí mismo.
En consecuencia, la energía de la persona y el punto focal de esa energía pueden
no hallarse en su conciencia, o bien ser experimentados bajo una forma negativa;
por ejemplo, tener conciencia de la rigidez de una rodilla o de un dolor en el
pecho.
Es tarea del terapeuta localizar, movilizar y modificar esa energía para ponerla
al servicio de una conducta nueva, más adaptable y fluida, En mi trabajo con
estudiantes de terapia he comprobado cuan importante resulta enseñarles a
emplear sus ojos y manos para determinar dónde la energía del paciente se
manifiesta abiertamente y dónde está bloqueada. A menudo ambos fenómenos
pueden darse en la misma persona al mismo .tiempo. Por ejemplo, puede sentir
gran vitalidad en lo alto del pecho, pero sentirse bloqueada en la pelvis, o bien
experimentar gran fluidez en la pelvis y una rigidez de máscara en el rostro.
En un ejercicio que practico con los estudiantes de terapia, los divido en (p.27)
parejas y hago que cada uno observe silenciosamente al otro en busca de áreas
donde la energía que afluye a éstas se expresa o está bloqueada. El investigador
debe ponerse de pie y caminar en tomo de la persona a la que observa, o pedirle
que se mueva en determinada forma, de modo que él pueda emplear a fondo sus
facultades de observación. Incluso puede palpar ciertos grupos musculares para
establecer si su experiencia visual coincide con lo que la persona parece sentir.
Yo estimulo al estudiante de terapia a dar rienda suelta a su audacia, a suponer
que ahora es capaz de ver y sentir mucho más que lo que él se permitía a si
mismo ver y sentir en el pasado. Al cabo del período de observación, pido al
estudiante que escriba sus observaciones y a continuación indague, mediante
preguntas relativas a la conciencia que el cliente tiene de su cuerpo, dónde
están los puntos en que siente fluir por su interior la energía vital y dónde
aquellos en que la siente contenida, o congelada, o bloqueada.
Si bien aquí surge el problema del tiempo que transcurre entre observación e
indagación, el terapeuta recibe una oportunidad de investigar y poner a prueba
su propia capacidad para localizar y evaluar sistemas de energía. El ejercicio
brinda al estudiante una confirmación de su capacidad para ver, y a menudo me
han sorprendido la sensibilidad y la capacidad visual enormes que el terapeuta
puede ejercitar con sólo observar la forma en que una persona respira o la
rigidez con que articula los músculos de su rostro. Cuando el estudiante-cliente
empieza a responder, realimentando el proceso con su propia información, se
opera un vivo intercambio de sentimientos e ideas acerca de su experiencia
interior. Tal es el punto donde puede comenzar el trabajo.
La segunda parte del ejercicio involucra "calentar" la musculatura donde se halla
bloqueada la energía y prepararla así para que se exprese en la sesión de
terapia. El estudiante-cliente puede para ello frotar partes de su cuerpo, o
recurrir a una toalla caliente o una almohadilla calefactora.
La siguiente etapa de trabajo en este ejercicio es decisiva, pues supone pedir al
estudiante-paciente que adquiera conciencia de destellos de recuerdos o
sentimientos que puedan alojarse en algún sitio particular de su cuerpo. Tales
sensaciones pueden facilitarse solicitando a la persona que exhale en el interior
de aquella parte de su cuerpo que siente rígida o congelada, o imprimiendo
movimiento físico a dicha parte.
La imagen o sensación se transforma en vocalización, grito, andar, correr, saltar,
arquear la espalda, doblarse, golpear almohadas, o en alguna de las clásicas
posiciones de tensión creadas por Alexander Lowen, en las que el individuo toma
conciencia de la cantidad de energía que vibra dentro de su cuerpo. Se trata de
un proceso consistente en convertir sistemas de tensión en .acciones claras y
fluidas[3].
A los estudiantes se les enseña también a trabajar contra una resistencia opuesta
a tal o cual movimiento muscular pleno de contacto. Trabajar contra resistencia
forma parte central de todas las terapias dinámicas; se enseña al estudiante a
sentir amistad por la resistencia, en vez de sentirse frustrado por la falta de
cooperación de la persona. Las resistencias surgen con naturalidad en muchos
aspectos de este ejercicio, y yo estimulo al paciente a fluir junto con la
resistencia, a descansar sobre ella, a exagerarla. La exageración de estados de
(p. 28) tensión presentes en las articulaciones, la pelvis o el ano, por ejemplo,
llevan por lo general a una expresión positiva más completa del movimiento en
esas partes del cuerpo[4].
Finalmente, se permite al estudiante-paciente descansar y sentirse físicamente
confortado. Si ha estado golpeando una almohada y moviendo su espalda como se
mueve un látigo, puede aplicársele en esa zona una toalla caliente para darle
bienestar, evitar la futura aparición de rigidez muscular y facilitar un sentimien-
to de proximidad entre terapeuta y paciente como socios en una empresa de
creación. La toalla caliente, además, refuerza de manera positiva los esfuerzos
del paciente por tomar pleno contacto con su energía, su excitación y su
expresión física.
Aunque gran parte de la terapia se funda en el intercambio verbal, con
frecuencia el paciente pone escasa energía en sus verbalizaciones: éstas se han
convertido en cintas magnetofónicas del hábito, bien ensayadas e impenetrables.
El terapeuta cae con frecuencia en la trampa de canjear con el cliente palabras
estériles, que vacían de energía, de lo que resulta un sentimiento de pesadez e
incluso de depresión tanto para el terapeuta como para el paciente. El paciente
hace lo que le resulta más fácil, pero el terapeuta no puede permitirse ese lujo,
por la simple razón de que ello lo alejaría cada vez más de la vitalidad misma del
paciente, es decir, de aquel sector donde la acción realmente se desarrolla en el
campo terapéutico.
Converso con Isabel. Se siente aplastada e inmovilizada. Piensa que, en este
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mundo competitivo, no puede sobrevivir. Insiste en lo mismo. Empiezo a
sentirme agotado. El vaciamiento de mi energía me dice que el sistema de
energía de Isabel está congelado y que ella absorbe sustento de mí. Es el
momento en que dejo de atender a sus palabras y observo su cuerpo. Sus brazos
y piernas parecen abotagados y rígidos. Cuando le llamo la atención sobre su
cuerpo, dice: "Siento tiesos mis brazos y mis piernas."
Llegados a ese punto, le pido que se imagine qué podría hacer con sus
sensaciones, cómo podría usar los músculos que siente duros. Me relata una
imagen en que alguien corre; le pido que cierre los ojos, se remonte al pasado y
visualice esa experiencia. Resulta la siguiente historia. Isabel tiene diez años.
Está en un campamento y se disputa una carrera. Todas las niñas de su carpa
creen que ella obtendrá la victoria para la carpa. Ella se siente sometida a
creciente presión, teme fracasar y, finalmente, no gana la carrera para su carpa.
Después de narrar el episodio, Isabel empieza a tomar contacto con la aversión
que le inspiraron sus compañeras de campamento por presionar sobre ella y
llevársela por delante. Le pido que trate de utilizar sus brazos y piernas (donde
está congelada la energía) para dar salida a su ira contra algunas grandes
almohadas. Isabel cobra entonces fuerte impulso, muy dispuesta a expresar su
cólera. Asesta a las almohadas repetidos puntapiés y golpes de puño; cuando
grita a los niños, su voz se vigoriza. Vuelve a la silla con la respiración
entrecortada: "Me siento tan libre y fuerte. Me parece que puedo salir y hacer lo
que necesito para mí misma. No voy a dejar que los demás me pisoteen." (p.29)
La energía congelada de Isabel se liberó y se movilizó al servicio de la
adaptación, la fluidez de comportamiento y un sentido general de bienestar. Mi
gratificación no solo consistió en sacarla de su atascamiento: además, yo mismo
me sentí reavivado y menos exhausto.
Si no se puede localizar la energía en parte alguna de la persona, entonces es
posible "insuflársela". En cierto caso, pedí a mi paciente que corriera en círculos
por la habitación. Me dijo que le resultaba tonto, de modo que le ofrecí correr
con él. Corrimos juntos durante unos cinco minutos, hasta que volví exhausto a
mi silla. Pero mi paciente se había reanimado y empezó a exponer un grave
problema donde intervenía su sexualidad. Al parecer, el correr había estimulado
sus sensaciones sexuales, así como sus ansiedades de ese orden.
[5]
Si no puede localizarse la energía en parte alguna de la persona, entonces es
posible
"insuflársela".

Para crear uno necesita "savia", y si la savia no está en los sentimientos o el


lenguaje de la persona, con seguridad está en alguna parte de su cuerpo. La
recuperación de la energía corporal nutre el espíritu de la persona y pone color
en el contenido de su lenguaje[6]. (p.30)
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Lo extraordinario de la terapia guestáltica reside en que me permite buscar en


ella todo lo que realmente puede ofrecerle a mi paciente particular y, al mismo
tiempo, me permite trasladar mis corazonadas a hechos experimentales. En el
mejor de los casos, tales experimentos tienen la posibilidad de abrir un camino a
través de modalidades de carácter ya formadas: en el peor, fracasan o provocan
una fuerte reacción en sentido contrario.
En condiciones apropiadas, es posible abordar un experimento sin mayor
preparación previa. Es como si uno advirtiera en el sistema de la persona un
"punto sensible'" que permite entrar directamente por allí. Empero, es preciso
tener hacia el cliente o el grupo un sentimiento positivo -y tenerlo a la vez junto
con ellos- para dispararles a quemarropa la proposición de hacer o pensar algo
totalmente nuevo. Se necesita poseer cierto sentido del buen gusto o, acaso, de
lo que podríamos llamar el sentido estético de lo aceptable en el marco
particular en que uno se encuentra. Formular al otro una pregunta brusca o
molesta, o una pregunta que denote insensibilidad, no sólo puede ser de mal
gusto; además, lo pone a uno en situación de llevarse por delante al otro y
ofenderlo; en tal caso el terapeuta puede verse frente a conflictos innecesarios
provocados por él mismo.
El salto creativo constituye la culminación de las propias corazonadas clínicas y
de una inventiva atrevida. Por ejemplo, a cierta altura de mi trabajo con
Ernesto[7], le dije: "Háblame de tu odio por tu madre". Si bien yo presentía que
él no podía menos que tener dificultades con ella, nunca habíamos tocado ese
punto en nuestro trabajo anterior, ni yo lo había preparado para ello. Esperaba
que me dijera que yo tenía aserrín en la cabeza. Pero también me disponía a
responder a los intensos sentimientos de Ernesto o sea, a su manera de expresar
a otros el odio bloqueado que sentía por su madre atiesando su rostro ante ella y,
en verdad, ante cualquier persona. Cuando dejé que se me escaparan esas
palabras, yo me sentía al mismo tiempo vacilante y excitado. Esa vez el intento
se orientó en la dirección adecuada, de lo que resultó una serie de experimentos
que aportaron a Ernesto revelaciones importantes.
Uno de ellos, consistente en mirar a una mujer y tratar de asimilarla a través de
los ojos y la boca, constituyó una ampliación, en el plano de la conducta, del
brote de energía nueva surgido en Ernesto:

Yo: Ernesto, mire a Liliana y trate de relajar su cuerpo entero mientras la mira.
Ernesto: Liliana, ¿tiene inconveniente en que experimente con usted?
Liliana. De ningún modo. Hasta ahora me va gustando, me parece«
Ernesto (a mí): Tengo una sensación rara en el estómago. . .
Yo: ¿Le cuesta tragar lo que está viendo?
Ernesto: No pensaba mirar en esa forma.
Yo: Siga mirando a Liliana y asimilando solamente lo que guste a sus ojos. (p.31)

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No tiene por qué tragar lodo lo que vea. Debe controlar su propia mirada.
(Larga pausa mientras Ernesto mira.)
Ernesto: Empiezo a sentirme más cómodo mirándola, Liliana.
Liliana. Bueno, me alegro, porque estaba empezando a sentirme nerviosa. . .
como un objeto de museo.
Yo: Ernesto, ¿miró usted a Liliana en esa forma? Dígaselo a ella.
Ernesto: Bueno, al principio la miré, por así decirlo, objetiva y críticamente. Tal
vez fue eso lo que usted sintió. La mire en la forma en que mi madre podía
mirarme a mí, "La blusa no va con el color de esa falda", me dije, Ahora no estoy
mirando así.
Yo: Podría tal vez compartir con Liliana la forma en que la está asimilando ahora?
(Larga pausa.)
Ernesto (a Liliana): La estoy mirando como si mis ojos fueran más suaves. Tiene
una hermosa figura. Sus ojos me gustan mucho; parecen muy oscuros y
profundos. Puedo imaginarme el sabor que tiene. Es como si pudiera saborearla.
Creo que tiene sabor a miel, pero con un matiz agrio. Una sensación muy
agradable, en verdad. Me alegro de haber seguido mirándola. Quiero hacer esta
prueba con María.

Este experimento fue un salto creativo que Ernesto dio entre la mera
conversación acerca de su madre y un encuentro activo con una mujer de carne y
hueso que integraba el grupo.

El proceso creativo se da en un equilibrio entre la base empírica de lo que está


allí, por un lado, y el salto de conducta hacia territorios extraños, por otro. El
salto creativo rompe las reglas que prescriben no apartarse en momento alguno
del proceso. Para dar bien ese salto, es preciso arriesgarse y disponerse a un
fracaso momentáneo, efectuar un cambio de velocidades y pasar a otra cosa que
parece mejor, o trasladarse a algo que al paciente le resulta más transitable. *
Innovar exige a menudo romper con las reglas. Después de todo, es preciso tener
en cuenta y respetar la propia inventiva y los propios "saltos" intelectuales, así
como la propia capacidad para configurar la acción sobre la marcha misma. Este
aspecto de la psicoterapia es lo que más me entusiasma. Porque saltar por sobre
posibles objeciones y resistencias- es una característica definitoria del proceso
creativo en todos los campos de la vida y el trabajo, no sólo en la terapia
guestáltica.

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Un hombre dice que tiene un problema con su hijo. En consecuencia, yo pienso a
ese hombre como maestra, como niñera, como animal que tiene cría; lo pienso a
él como niño. Tal vez yo debería inducirlo a portarse como si fuera él ese niño
que le trae problemas a ver qué sucede, pues ya sé que su contexto, su
metáfora-y su enfoque literal, ajeno al juego, no le sirven, y que ésta es la razón
por la que recurre a mí.
De modo que él juega como ese niño que insiste en hacer "cosas malas" para
llamar la atención. Después dice: "Papa, quiero que me lleves contigo en tu
(p.32) próximo viaje." Al formular esta declaración, comprende que, en cierto
nivel, él no ha escuchado antes a su hijo y que, en otro nivel, está descuidando,
en su propio interior, la voz del niño que él mismo es. Esa nueva metáfora, en
virtud de la cual el hombre mismo es un niño, termina por tornarse más útil que
lo que yo esperaba al principio, pues él empieza a comprender el aislamiento, la
soledad y la ira de su hijo.
Con este hombre no empecé por darle una respuesta: me limité a proponerle una
nueva manera de experimentar su particular dilema. No hay magia alguna en
ello; sólo hay una suerte de audacia intelectual emotiva que encamina los datos
por un canal conceptual distinto y permite a la persona examinarlos como desde
un principio.
Un hombre me relata una historia muy seria, y en ese momento su rostro es una
máscara, o su voz suena quejumbrosa, o está encogido sobre sí mismo, o sudando
a mares en un ambiente de aire acondicionado, y demás. Mientras yo pueda
seguir allí escuchando mis propias músicas, viendo mis propias alucinaciones e
inventando mi propio humor particular, sin caer en el limitado punto de vista que
la otra persona tiene de la situación, yo permanezco vivo y el otro tiene una
posibilidad de advenir a la vida al trasladarse a un nuevo canal de sí mismo, al
verse en un espejo totalmente nuevo[8]. Uno debe mantenerse a distancia de la
perspectiva del paciente, o del material que éste elabora, para que su propia
conciencia pueda iluminarse[9].
Para crear metáforas nuevas uno debe también cobrar distancia respecto de las
propias necesidades: necesidades que limitan el propio alcance intelectual,
necesidades de éxito, de aprobación o de satisfacción sexual. Si quiero inventar
nuevos contextos para la otra persona debo aprender a escuchaba sin querer, a
tocarla sin desear, a amarla sin estrujar, a mirarla fijamente sin manifiesta
pedantería. Esta libertad interior es lo que permite la creación, para mi pacien-
te, para mí mismo y para ambos cuando nos encontramos uno al otro, de canales
de experiencia no explorados aún.
En suma, el proceso de la terapia guestáltica no consiste sólo en la continua
invención de nuevos modos de verse a sí mismo. También consiste en poner a
prueba continuamente, mediante el comportamiento, esos modelos innovadores,
en las condiciones de seguridad que brinda un medio tolerante para con la
actitud creativa.

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Otra parte del proceso creativo es, en la terapia guestáltica, la integración de
polaridades dentro de la personalidad del paciente[10]. Con frecuencia nos
identificamos con una característica y no con la opuesta; es decir, me veo
pacífico y no agresivo, o hiriente y no generoso, u honesto y no tortuoso.
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(p. 33)

Resulta bastante simple cuestionar la visión que el paciente tiene de sí mismo, o


bien desafiar su pensamiento y estimular su marcha en otra dirección. Estos
intercambios verbales echan las bases de conocimiento necesarias para que la
persona modifique el concepto restringido que tiene de sí misma. Pero también
necesitan ser reforzados e inculcados a fondo mediante el experimento. Este no
sólo aporta una versión exagerada de la conducta polar de la persona; asimismo,
lo cual es más importante, contribuye a la integración creativa de esas
polaridades y a una mayor totalidad de experiencia y expresión.
Al cabo de muchos meses de terapia, Catalina, cantante profesional, me confiesa
que no ha sido capaz de tener un orgasmo en los siete años que lleva casada.
Empiezo a fantasear en torno de los sentimientos orgiásticos que ella debe de
tener cuando canta como solista con un gran coro y toda una orquesta sinfónica.
Después de una indagación mediante la cual procuro aproximarme al tema, ella
se ofrece a cantar para mí, y durante cierto número de sesiones, trabaja,
cantando, en torno de su conciencia corporal. Durante este proceso, descubre
mientras canta sensaciones de fuerte intensidad en su abdomen y su vagina. Le
sugiero entonces que, cuando canta, cierre los ojos y se visualice en el acto de
hacer el amor con su marido. Como se siente molesta, me ofrezco a darme
vuelta. El experimento se torna así más cómodo para ella, que lo prosigue. Al
término de la sesión, me informa: "Hoy estuve a punto de gozar mientras cantaba
y pensaba en Juan". Algunos meses después, Juan y Catalina acudieron a una
sesión con una botella de vino para celebrar la primera experiencia orgásmica de
ella durante el acto sexual.
En otro caso de integración, el paciente es un sacerdote. No quiere que le digan
"Padre" porque, según dice, "me hace sentir impotente. Me hace sentir como si
no tuviera testículos". Entonces le pido que imparta la bendición a cada
integrante del grupo con la mano derecha, mientras se toma los genitales con la
izquierda. A medida que empieza a recobrar su potencia, sus bendiciones se
tornan más y más inspiradas y hermosas; para cada persona, las bendiciones
adquieren mayor sensibilidad y reconocen la particular necesidad de cada una. El
sacerdote se torna vivaz; hay más color en su rostro. Las bendiciones son como
explosiones espirituales y, cuando llega al último de los presentes, advierto que
varios de ellos están llorando.
Lo que parecía una sugerencia cruda y vulgar, se convirtió para este magnífico
hombre en una experiencia de honda comprensión interior. Al concluir el
experimento hubo un largo silencio en el grupo. El nos miró fija y cálidamente a
todos: "Creo que ya no me molestará que me digan ´Padreµ de vez en cuando."

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Todo movimiento engendra resistencia. Como la experiencia es un fluir


constante, también ella despierta una resistencia interior. Esa resistencia
interior mía, la siento como una renuencia a modificar mi propio modo de hacer
las cosas, de comportarme como es propio de mí en la vida cotidiana. En cambio,
ese yo mío que permanece constante me resulta cómodo. Y también me resulta
cómodo, mi fluir, pero sólo si éste se opera a un ritmo que me resulte seguro y
francamente suave, es decir, si ese cambio pone de relieve el yo que yo mismo
experimento. (p. 34)

Resistencia es un término que sólo denota una observación exterior de mi estado


de renuencia. Aunque lo que puede observarse es que yo me resisto a alguna
conducta, idea o actitud, mi propia experiencia me dice que estoy actuando para
preservar, mantener y acentuar mi propio yo, mi integridad. Y lo que a usted, en
la superficie que observa, se le presenta como una renuencia casual al cambio,
puede constituir para mí una crisis espiritual, una lucha por mi vida. Tal la
definición fenomenología de resistencia, definición que destaca la validez de mi
experiencia interior, de mi vida interior.
Para aclarar este punto pueden resultar útiles unos pocos comentarios for-
mulados en relación con el plano de lo funcional, lo orgánico. Mi proceso de ser y
de experimentar es teñido constantemente por mis necesidades, su frustración y
su satisfacción. En la medida en que soy un organismo complejo y sin embargo
fácilmente programado, puedo aprender a bloquear la satisfacción de mi propia
necesidad. Tal bloqueo puede perpetrarse en cualquier nivel del proceso de
ingerir y asimilar, lo cual incluye lo que recibo por la vía de mi sensibilidad, así
como lo que hacen mis glándulas, otros órganos corporales y mis músculos, y lo
que corresponde a varias otras funciones vitales de sostén, como la respiración.
También existe bloqueo en el plano cortical, bajo forma de ideas rumiadas,
obsesiones, pensamientos estereotipados que se repiten, hasta llegar, ese
bloqueo, a lo infinito, Esta es una forma de fijación. La fijación bloquea el
desarrollo continuo del organismo.
Toda patología puede ser entendida como una interrupción amplia y crónica del
proceso en virtud del cual la persona avanza hacia la satisfacción de toda la
escala de sus necesidades. La persona no es despojada de su integridad; ésta, o
su realización de experiencias, se modifica de modo de acomodarse a ese estado
de cosas detenido, condición que Kurt Goldstein ha descrito
maravillosamente[11]. El comportamiento del tullido tiene sus características
especies y propias, y lo que a nosotros nos parece "enfermo" en otra persona es,
en ella, una acomodación al estado de bloqueo. Yo compruebo que con toda
naturalidad mantengo rígido mi cuello para mitigar un dolor, mientras el resto de
mi cuerpo se acomoda a mi cuello. Camino tieso por la calle y a quien me vea le
parecerá que camino como un zombi, pero yo sé que en tanto camine en esa
forma me sentiré relativamente libre de molestia.
Aunque la persona sea compleja, sus neuronas y otras células son discretas,
finitas. En la medida en que soy susceptible de ser manipulado y acondicionado,
y capaz de almacenar información en forma relativamente permanente, tiendo a
conservar mi propia estabilidad funcional; es decir, perpetúo mi manera de
funcionar.
Todos los procesos humanos incluyen fuerzas polares. Por ejemplo, todo

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movimiento fluido involucra la compleja cooperación de grupos musculares que
se oponen entre sí. De no suceder así, una persona se tornaría gelatinosa, o bien
congelada e incapaz de desarrollar una actividad altamente diferenciada.
Una de las polaridades centrales de nuestra existencia es la de "estabilidad
contra cambio", o sea, necesidad de saber contra miedo de saber. Nos guste o
no, somos seres sujetos a hábitos y de conducta repetitiva. Constantemente
luchamos por mejorar nuestra suerte y modificar nuestro futuro. Gran parte de
(p. 35) nuestra energía se consume en la tensión entre esas dos fuerzas. Y toda
terapia que se propone modificar el comportamiento debe enfrentar ese
fenómeno polar partiendo de la base de que está en el primer plano de la
conducta. Es razonable, pues, considerar que, nos dirijamos ya al lado
"cooperativo", ya al lado "'resistente" de la persona, tendemos a movernos hacia
el centro de sus motivaciones. Todas las partes y fuerzas de la persona se
conectan hacia su integración recíproca y cada uno de sus aspectos, por pequeño
que sea, nos conduce hacia un sentido más completo de la persona entera.

El terapeuta creativo, tal como lo veo, es un amante de la naturaleza. Se


regocija con todo cuanto lo rodea; tal como un novelista de sensibilidad afinada
se deleita con la voz ronca de otra persona, o en su lenguaje elaborado, o su
pelo rizado y sucio, o su manera de echarse adelante cuando está excitada.
Al mirar a su paciente, debe considerarlo, estimarlo, mantenerlo a distancia con
la mirada. Con maravilla infantil, el terapeuta puede contemplar la silla en que
el cliente se sienta, y de allí pasar a las pinturas colgadas de su pared, y puede
también agacharse y acariciar la gruesa alfombra verde que cubre el suelo. Todo
tiene, para él, valor estético. Porque aun en las cosas "feas" hay algo de bueno.
Una visión naturalista nos deja en libertad de asimilar la experiencia de la
persona sin evaluarla o sin juzgarla. Dentro de este contexto, el terapeuta
experimenta esos mismos "síntomas" de que habla el paciente, como aquellos
medios de que el propio terapeuta se vale en su mundo.
Es preciso tener paciencia. El terapeuta creativo es capaz de apreciar el proceso
de su propia experiencia en marcha sin "empujar" el río corriente arriba. Es capaz
de observar las unidades, pequeñas y al parecer insignificantes, de su
experiencia. De ellas emergen constructos nuevos y visiones especiales de su
mundo.

Fin capítulo 2
BIBLIOGRAFIA:
El salto Creativo de la Terapia Guestáltica.
Editorial Paidós. México. Cap. 2 Pp. 25-36
[1] Citado en Lhot Porter In the Wilderness is the Preservation of the World. San
Francisco. Sierra-Ballantine,1962.

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[2] A quien desee mayor información sobre como activar el proceso creativo, les
sugiero leer de Frank Baron Creative Person Process. Nueva York. Holt, Rinchart
y Winston.1969, y de Arthur Koestler: The Act of Creation. Nueva York. Dell,
1964. Hay versión castellana: El acto de la creación. Buenos Aires. Losada.]

[3] A. Lowen: The Betrayal o{ the Body. Londres, Collier Books, 1967
[4] Esta tarea recibe el nombre técnico de "la desatadura de las retroflexionesµ.
En la retroflexión, la persona imparte rigidez a una parte de sí misma, en vez de
emplear esa parte para manifestar un sentimiento a otros.
[5] Tomi Ungerer The Underground Sketchbook of Tomi Ungerer. Nueva York.
Dover Publications, 1964.
[6] Como lectura sobre la retroflexión sugiero, de Irving y Miriam Polster: Gestalt
Therapy Integrated. Nueva York. Bruner/Mazel. 1964.
[7] La parle inicial de mi trabajo con Ernesto ha sido descrita en el Capitulo I.

[8] W. Gordon: Synectics. Nueva York. Collier Books, 1961. [Hay versión
castellana: Sinéctica: el desarrollo de la capacidad creadora. México, Herrero
Hnos.)
[9] Ram Dass: The Only Dance There Is. Nueva York, Anchor Books, 1974.
[10] Mayor información sobre las polaridades en terapia guestáltica, puede
hallarse en un trabajo de Rainette Fantz que se intitula: "Polarities:
Differentation and Integración" (Instituto Guestáltico de Cleveland, 1973).
[11] K. Goldstein: The Organism. Boston, Beacon Press, 1963.

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Etiquetas: creativo, gestalt, salto, zinker

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Tomado de CASTANEDO, Caledonio (1982) Psicoterapia Gestalt. Editorial Texto:
Costa Rica. Parte B, del Capitulo VIII.

Tema 3.2.d
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Fritz Perls

Este subcapítulo contiene una serie de ejercicios, vivencias o experimentos que


son efectivos como técnicas para tomar contacto con las emociones y desarrollar
el proceso creativo. El terapeuta se puede auto-aplicar estas técnicas y puede
servirse de ellas para facilitar el crecimiento de un grupo de paciente o para
entrenar profesionales que descubran por ellos mismos la capacidad infinita de
su potencial humano al interior de una orientación guestáltica. Estas vivencias
representan un intento de reestablecer la conexión existente entre hablar acerca
de un hecho o acontecimiento importante en la vida del individuo y pasar al
enfrentamiento o la acción, lo que implica una movilización de energía que
conduzca al contacto y más tarde al cierre o conclusión de la situación que
estaba inconclusa por medio de vivencias la persona moviliza su energía
confrontando las emergencias existenciales, actúa sobre sus emociones
abordadas en el presente, sintiéndose segura de la protección que ofrece el
grupo terapéutico.

Abraham Maslow ha identificado once características en las personas con self


actualizado. De estas, ocho especialmente se logran incrementar con vivencias
guestálticas: percepción más clara y eficiente de la realidad; mayor receptividad
a la experiencia; la integración de la totalidad y la unidad; mayor espontaneidad
y expresividad; self auténtico con una firma identidad; habilidad para armar,
para unir lo concreto con lo abstracto y para enfrentar la tensión, la ansiedad y
otros problemas cotidianos.
Todas estas vivencias orientadas guestalticamente representan un enfoque
holístico total del crecimiento personal, en el cual tanto el cuerpo como la
mente y los sentimientos o emociones tienen idéntica oportunidad de ser
experimentados, integrados y sentidos. Las vivencias se realizan en talleres o
maratones bajo la dirección de un facilitador; el objetivo consiste en que el
individuo haga una exploración individual del su self a través del grupo, lo que
responderá a las preguntas existenciales que se plantea él mismo: "¿Cómo es que
yo manifiesto lo que resiento?", "¿Es que evito el pedir o el dar a los otros?",
"¿Cómo reaccionan los otros hacia mí?", "¿Es que yo me siento comprendido
cuando interrelaciono con los otros?", etc.

A pesar de que estas vivencias se llevan a cabo en Talleres de forma grupal, la


persona realiza un trabajo individual en el grupo con sus interacciones y la
diversidad de sus miembros le permite tomar conciencia de lo que es, y de sus
conductas. Asimismo, el grupo le facilita vivenciar otras formas posibles de ser,
lo que le permite ensanchar sus fronteras, accediendo en consecuencia a una
vida más congruente con sus aspiraciones y capacidades. Por otra parte los
Talleres permiten explorar las relaciones interpersonales, arriesgando el
individuo, si lo desea, establecer contacto con él mismo y el medio, implicándose
en la experiencia presente, siendo completa y totalmente absorbido en lo que se
encuentra centrado, en forma plena y satisfactoria. Este contacto no se limita a
las personas; puede establecerse además con los alimentos al degustarlos, son la
naturaleza al percibirla, la poesía al leerla y la música al escucharla.

En general lo que se persigue con estos Talleres es ofrecer al individuo un


soporte tanto personal como interpersonal, teniendo en cuenta, como dice Laura
Perls, que hay que proporcionar tanto soporte como sea necesario y tan poco
como sea posible.

La meta final reside en que el individuo obtenga su propio soporte. El neurótico


al hacer uso de resistencias (retroflexión, deflexión, proyección y confluencia) se
ve imposibilitado de obtener soporte para su self. Estas fuentes del soporte se
sitúan en cuatro niveles:

1.- En el cuerpo y la musculatura: comprende la flexibilidad corporal, la cabeza,


las extremidades superiores e inferiores y el equilibrio.
2.- En la respiración: si ésta es retenida interfiere con el proceso de "dejarse ir",
lo que impone establecer contacto con el darse cuenta sensorial. Si la respiración
es profunda se toma contacto con las sensaciones corporales, lo que permite
tomar conciencia de ellas y de las emociones. Existen tres formas de respirar; del
estómago hacia arriba, de pecho y de espaldad.
3. En tener los sentidos (oír, ver, sentir, olfatear, tocar) en buen estado y la
habilidad para articular las sensaciones que se van sintiendo.
4. En el "darse cuenta", reconociendo las fronteras al contacto, y cuando es
correcto en el contacto para evitar caer en la confluencia.
Para que el individuo se de cuenta de sus resistencias el facilitador funciona
como un maestro del proceso fenomenológico, ayudándole a descubrir, cómo,
cuando y de qué forma él mismo bloquea el "darse cuenta", cómo realiza la
movilización de energía, evitando la excitación y el contacto con el medio
ambiente; en una palabra de qué forma está imposibilitando el proceso del ciclo
de la experiencia.

Tan necesario es disponer de un buen soporte personal como obtener un


adecuado soporte interpersonal; parafraseando a Jhon Donne: "Ningún hombre es
una isla". La existencia personal es función de la existencia de los otros, el self
no existe por sí solo, sino que depende de la relación interpersonal que se
establezca con los otros. El self es un punto de contacto con los otros, la
diferenciación. No existe ninguna localización del self en el cuerpo, como dicen
los existencialistas; cada uno es lo que hace. Considerando el ciclo de la
experiencia, cada persona necesita soporte en todas las fases del ciclo, necesita
recibir soporte para darse cuenta y movilizar energía, requiere soporte a la
acción y para establecer contacto; por último, es muy importante recibir soporte
para terminar o cerrar el ciclo. Los soportes que brindan los Talleres son de tres
tipos: interpersonal, intrapersonal y grupal.

En lo que se refiere a las técnicas que aquí se describen y otras muchas que
existen y que pueden ser creadas, se requiere comprenderlas, sin necesidad de
memorizarlas. Si el terapeuta las memoriza las personas que siguen estos
ejercicios se darán cuenta que el facilitador lleva encima una máscara rígida
percibiendo inmediatamente que el terapeuta no está sintiendo lo que dice. Al
utilizar técnicas vivenciales el terapeuta debe desarrollar su propio estilo de
intervención por medio de reflexiones personales que procedan de sus esfuerzos
creativos. Varios autores, tanto de la Terapia Gestalt (Perls, Zinker), como de la
Terapia Familiar (Bélanger y Chagoya, Satir), han enfatizado el uso inadecuado
de técnicas que hace la gente que simplemente reproduce lo que ha leído. Al
respecto Bélanguer y Changoya 5 advierten sobre los peligros que conlleva el usar
las técnicas que ellos describen en su libro exactamente como ellos las describen
en su intervención con la familia, Virginia Satir considera que:

LAs técnicas son formadas de terapia y son el proceso de la misma (...) el


proceso consiste en la interacción entre Ud. y yo, en el aquí y el ahora (6).

Por último se recuerda que todos estos ejercicios deben aplicarse al grupo en el
momento en que éste lo necesite; el facilitador decidirá cuándo se da ese
momento. Por lo tanto se debe evitar hacerlos en forma mecánica, como simples
técnicas, como si fueran "recetas psicológicas". Por otra parte el Facilitador
pondrá en las vivencias su propio estilo y su creatividad para modificarlas.

Después de esta introducción a las metas que se persiguen al aplicar vivencias o


experiencias en Talleres de orientación guestáltica describiremos algunas de
ellas, clasificadas en tres categorías: las que tienen como objetivo "darse
cuenta", "tomar consciencia", " "estar alerta"; las que detectan las resistencias y
las que permiten sentir el contacto. Esta clasificación se hace para fines
didácticos y no quiere decir que alguna de las vivencias no pertenezcan a más de
una categoría.

Abrir el Taller

Para que un grupo tenga claro cual es el compromiso que adquiere al seguir un
Taller o Maratón de Terapia Gestalt es conveniente que el terapueta comience la
sesión de grupo de este modo:

Uds. Voluntariamente llegan a este grupo; yo voluntariamente acepto dirigirlo,


yo soy responsable de lo que haga y de lo que me ocurra aquí. Uds. son
responsables de lo que hagan y de lo que les ocurra Uds. aquí. Dentro de los
límites de mis habilidades yo trabajaré con lo que decida, con el fin de crear
condiciones bajo las cuales sus individualidades y potencial humano crezcan.
Probablemente cometeré errores; yo también soy humano. Depende de Uds. el
que aprendan a cuidar de Uds. mismos y saber qué es lo que necesitan para
lograr su propio crecimiento, tanto en el aquí y ahora como después de finalizado
este Taller. Estoy seguro de que Uds. pueden enfrentarse adecuadamente a lo
que aquí ocurra y que esta experiencia la podrán generalizar más tarde al estilo
de vida cotidiana de cada uno de Uds.

Vivencias para incrementar el Darse Cuenta

Conocer a otras personas del grupo: Al inicio de un Taller, después que todos los
miembros, sentados en círculo, se han presentado, miren cada uno alrededor del
círculo y elijan a la persona que no conozcan bien, que no conozcan del todo o
que desearían conocer aún mejor. La consigna es que usted puede hacer lo que
desee y lo que el otro le permita para conocerle excepto hablar. Descubra al otro
explorando sensorialmente (tocando, saboreando, oliendo, levantándolo,
bajándolo, bailando, etc.). Después de unos minutos cambien y repitan el
ejercicio; el que fue explorado se convierte en explorador.

Localizar el centro de dónde emerge la energía: Sentado cómodamente (posición


buda) en forma relajada y con los ojos cerrados, haga tres o cuatro ciclos
completos respiratorios aspirando/ expirando aire. Después de unos cinco
minutos en esta posición imagine que exactamente encima de su cabeza tiene un
potente foco de luz. Imagine que el foco desciende lentamente y penetra en su
corteza cerebral. Sienta el calor que produce el foco al penetrar en su cerebro.
La luz sigue entrando. Llega a su garganta, al pecho y sigue recorriendo todo su
cuerpo. Abra los ojos; su centro de energía corporal se localiza donde usted
sienta más calor.
Según la filosofía hindú existen tres centros de energía en el cuerpo: la región
abdominal baja; el corazón y entre los ojos.
Polaridades

a) Cambio de sexo y de raza: Acuéstese en el suelo, boca arriba, con los ojos
cerrados, deje su mente vagar y detecte cualquier tensión que pueda tener su
cuerpo. Enfoque ahora la atención en su respiración y concéntrese en lo que voy
a decir: Todos tenemos una imagen preconcebida de cómo somos y quienes
somos, y también de cómo son las cosas que nos rodean. Esa imagen puede ser
cierta; sin embargo en cierto modo las imágenes son fantasías. Hay aspectos de
la persona que no coinciden con esa imagen; si Ud. logra "despegarse" de lo que
piensa que Ud. es, puede llegar a descubrir sus partes desconocidas o alienadas.
Enfoque de nuevo la atención en su respiración que fluye pausada y suave,
céntrese en todos los detalles de la misma; el aire penetra pos u nariz, después
pasa por su garganta y llega a sus pulmones. En todo este proceso de la
respiración su vientre se contrae y se expande al respirar. Ud. se da cuenta de
que el aire penetra lento en sus pulmones y luego se retira de ellos.
Imagínese Ud. ahora que es lo contrario a lo que Ud. realmente es; si es Ud. un
hombre se imagina que es una mujer, y viceversa. ¿Cómo percibe Ud. su cuerpo
ahora teniendo el sexo opuesto del que tiene? ¿Cómo se siente teniendo el sexo
contrario?, ¿Qué partes de su cuerpo han cambiado? Invierta el proceso y vuelva a
ser lo que Ud. es. ¿Cómo se siente ahora con su propio sexo?, ¿Con la vivencia
tuvo experiencias agradables o desagradables?
De nuevo concéntrese en su respiración e imagine que el color de su piel ha
cambiado. Si Ud. es blanco se imagina que su piel es negra, y viceversa si es Ud.
de reza negra. ¿Cómo es su cuerpo ahora siendo de diferente color? ¿Cómo se
siente teniendo un color de piel diferente? Ahora vuelva a su cuerpo real y al
color que tiene su piel. ¿Cómo se siente ahora con el color de su piel?
Abra los ojos y comente la experiencia con el grupo, en presente usando la
primera persona, relatándolo como si estuviera sucediendo ahora.

Objetivos de la vivencia: esta vivencia sirve para tomar contacto con el "darse
cuenta" interno; identificar si algunas cosas y sucesos son en realidad lo contrario
de como lo percibimos; descargar temporalmente cosas preconcebidas y
prejuicios; vivenciar sentimientos de ser diferente; tomar contacto e con el self,
al darse cuenta de cómo se siente al tener un sexo y raza diferente.

b) las conchas: Coloque en el centro del grupo, en el suelo, tantos pares de


conchas como personas que hay en el grupo. Las conchas marinas tiene que ser
de dos formas; unas redondas y otras alargadas. Cada miembro tiene que tomar
dos de ellas; éstas pueden ser idénticas en forma o diferentes. Comentar al final,
sin olvidar que en Terapia Gestalt no se permiten interpretaciones. La persona
misma se dará cuenta de qué la motivó a elegir las formas que eligió.

c) La vela: Este ejercicio sirve para tomar consciencia de lo que ha sido y hecho
hasta ahora y redecidir que hará en el futuro. Todos sentados en circulo a
oscuras y con una vela encendida en una mano repitan: "Yo soy esta vela, yo soy
una vela. Siento que mi vida se esta quemando y consumiendo como esta vela.
Siento que he vivido hasta ahora sin dar mucha luz a mi vida, que tengo varias
cosas que redecidir cómo son..." (Aquí cada uno redecide su decisión).

d) Tengo un secreto: Cada persona del grupo escribe en un papel un secreto que
aún no ha confesado a nadie. El papel sin nombre y sin firma lo deposita en el
suelo, en el centro del grupo. Después que todos han colocado su hoja de papel,
cada miembro tema una de ellas y lo lee en voz alta. El grupo puede comentar su
contenido.

e) Caminar: Cada miembro del grupo camina unos minutos alrededor de la sala y
al final hace un movimiento que desea hacer en ese momento; los restantes
miembros del grupo se mantienen sentados y le ven caminar. Después otra
persona del grupo lo imita en su caminar y en el movimiento final que hizo. El
ejercicio lo hace dos veces cada participante; una caminando y otra imitando.

f) Dar y recibir soporte verbal: Todo el grupo sentado en círculo y un miembro en


el centro en silencio. La persona que está sentada la izquierda de donde estaba
quien está ahora en el centro comienza a decir tres o cuatro cosas que aprecia
en quien está sentado en el centro del círculo. La consigna es que le mire a los
ojos, le comunique directamente lo que siente de él, siendo específico y
detallado. Cuando termine sigue el que está a su izquierda. Completen el círculo
para que todos expresen su aprecio a la persona sentada en el centro. Una vez
hecha la ronda, el del centro ocupa su puesto y el que está a la izquierda ocupa
su lugar en el centro. El ejercicio se continúa hasta que todos hayan ocupado el
centro.

Dar y recibir soporte no - verbal: Todos de pie en círculo; una persona en el


centro, también de pie, se dirige al que tenía antes a su izquierda, cuando
estaba dentro del círculo, la mira un minuto o dos para apreciar lo que siente
hacia ella y luego se lo expresa en silencio, sirviéndose de algún tipo de contacto
físico. Después hace lo mismo con el siguiente de la izquierda, así con todo e
círculo, regresando cada vez a su lugar del centro. Todos uno a uno pasan al
centro y hacen el ejercicio.

Estos dos últimos ejercicios sirven para darse cuenta de cómo se siente una
persona la dar y recibir aprecio, además que permiten compartir y comunicar
experiencias.

Fantasía dirigida:
Sentado en posición de yoga con los ojos cerrados, respire profundamente
reteniendo la respiración y expulsándola después, durante tres veces. Ahora
imagine el espacio que ocupa el cerebro en su cabeza y la dimensión de los dos
lados de su cerebro: el hemisferio cerebral derecho y el izquierdo. Después
focalice su atención en el ojo izquierdo y todo ese hemisferio; luego haga lo
mismo con el derecho. Después imagine el número 1 en el hemisferio izquierdo y
la letra A en el derecho. luego el número 2 en el lado izquierdo y la letra B en el
derecho. Después el número tres en el izquierdo y la letra C en el derecho. Luego
una fresa en el izquierdo y en el otro un pino. Después un coche a alta velocidad
en el izquierdo y que degusta su helado favorito en el derecho.
Ahora imagínese con todo su cerebro una nube que puede transportar su cuerpo.
Usted se sube en ella y lo lleva a donde usted desee y luego lo deposita
suavemente en esta sala. Abra ya los ojos.

El drama de su vida: Todos sentados en el suelo, en círculo, cierren los ojos he


imaginen que el drama de su vida se proyecta desde el comienzo hasta el
momento actual en una pantalla imaginaria que usted está viendo. Después de
ver imágenes durante unos cinco minutos descubra qué es lo que ha visto; una
farsa, un melodrama, una tragedia, una comedia. ¿Tiene el guión tema principal?
Si así es, ¿hacia dónde está orientado, hacia el escrito o hacia el fracaso? ¿Es éste
productivo, improductivo o destructivo? Imagine qué harían los espectadores que
ven la representación de su drama, ¿aplauden, lloran, se ríen, se duermen o
piden que se les devuelva el dinero? ¿Cuál sería el título? Al terminar el ejercicio
comente cada uno en grupo qué sensación experimenta "aquí y ahora".

Revivir lo vivido: Con los ojos cerrados y a oscuras haga primero una relajación
tumbado, de la cabeza a los pies, sintiendo el bienestar que produce el "darse
cuenta" al tomar contacto con las partes del cuerpo y la relajación muscular.
Después recuerde las imágenes que le vengan a su mente de cuando tenía 0 y 3
años; evoque tanto los mementos agradables como los desagradables y viva la
emoción de esos momentos.
Luego recuerde lo que vivió entre los 3 y 6 años; de nuevo evoque los momentos
existenciales y si tiene necesidad de manifestar alguna emoción hágalo. Después
pase de 9 a 12 años y luego de 12 a su edad actual.
Abran los ojos y comenten en grupo.

La playa y los baldes: Tumbado en el piso de la sala con los ojos cerrados imagine
que e encuentra en una playa. Elija la playa que conozca y que más le agrade, en
la cual le gustaría estar en este momento. El día es maravilloso, con un
espléndido sol que calienta su cuerpo y una ligera brisa que le acaricia. Usted se
siente bien tumbado en la arena, con dos baldes, uno a cada lado de su cuerpo.
En uno de ellos tiene depositadas todas las cosas personales que usted desea
conservar, identifíquelas. En el otro deposita todas las cosas que usted desea que
desaparezcan de su personalidad; identifíquelas.
Se levanta y toma los dos baldes, uno en cada mano, se acerca a la playa y lanza
al agua, con todas sus fuerzas, las cosas que quiere que desaparezcan. Después
el otro balde con las cosas que desea conservar se lo echa encima para que le
entren por la cabeza. Ahora abra los ojos y comente en grupos de cuatro la
experiencia vivida.

Vivencias para detectar las resistencias


Introyección: En grupos de dos dialoguen par identificar las influencias de las
principales estructuras sociales (compañeros, escuela, iglesia, universidad,
familia, etc.) en su vida y determine la gente que fue significativa para Ud. en
cada uno de estos sistemas, quién le daba soporte y quién se lo negaba.
Identifique las características principales de la conducta de cada una de las
personas consideradas por Ud. como significativas.
Después identifique que soporte recibe en el taller de cada uno de los
participantes.

Deflexión: Cierre los ojos y busque una posición corporal cómoda. Imagínese que
es una flor, identifique que clase de flor es. Suponga que ahora lo toman y lo
colocan en la tierra de una maceta y después lo llevan a una floristería y lo
colocan en el mostrador; al tomar alguien la maceta se le cae al suelo y se
rompe: ¿qué dice Ud.?, ¿Qué siente Ud.?
Después de un fuerte viento muy suave de primavera, lo trae de nuevo a esta
sala. Ahora voy a contar hasta diez, cuando llegue a cinco cuente conmigo en voz
alta y cuando llegue a diez abra los ojos.

Proyección

a) Diálogo no verbal: En parejas, sentados frente a frente, hagan un diálogo no -


verbal. Primero, uno de Uds. con los ojos cerrados expresa con los gestos de su
cara todas las emociones que va sintiendo (alegría, tristeza, miedo, sorpresa,
aburrimiento, pensativo, etc.); el otro con los ojos abiertos observa lo que está
diciendo su interlocutor. Después cambian de rol. Al final comenten que es lo
que se han comunicado cada uno de Uds..
Segundo, las parejas se dan las manos, sentados frente a frente, con los ojos
cerrados los dos; después hacen un diálogo no verbal sobre un tema específico,
con las manos entrelazadas uno con otro, luego de un pleito y después de nuevo
un diálogo amistoso. Abran los ojos y descubran que se han comunicado con ls
manos.

b) El rosal: Tendido en el suelo de espaldas, con los ojos cerrados, concentre su


atención en la respiración, sienta como el aire penetra por su nariz, pasa su
garganta y llega a su pecho. Imagine que el aire de su respiración es igual a las
olas del mar que lavan todas sus tensiones. Dese cuenta de todas las ideas,
pensamientos e imágenes que llegan a su mente en este momento, colóquelos
todos dentro de una botella de vidrio y después viértalos todos en el suelo. Ahora
imaginase que Ud. es un rosal. ¿Cómo se siente siendo un rosal? ¿Cómo es el color
de las rosas? ¿Qué forma tienen las rosas y el rosal que Ud. percibe?
Ahora vuelva de nuevo a ser Ud. comente con el grupo su experiencia como si
estuviera reviviéndola en el aquí y el ahora, es decir usando la forma presente y
la primera persona.

Confluencia: Con los ojos cerrados y todos los participantes sentados en círculo.
Ahora vamos a hacer un viaje de fantasía. Primero es necesario que usted relaje
los músculos, permítase integrar el sentirse completamente relajado. Tome
conciencia de su cuerpo relajado. Ahora le voy a tomar a usted en un viaje de su
propia fantasía. Quiero que usted realmente vea, sienta y experimente todas las
escenas o imágenes que yo le sugiera.

Usted y yo, solamente los dos, vamos a sentarnos en una colina. Estamos en una
pradera verde. Hay muchas flores a su alrededor. Vea las flores. Huela el aroma,
si fragancia. Sienta cómo le tocan y usted las toca. Delante de nosotros hay un
sendero. Yo tomo su mano y comenzamos a caminar juntos por ese camino,
bajando por la colina. El cielo está azul. Se siente el calor del sol. En el cielo se
mueven las nubes blancas. El aire es fresco. Caminando llegamos a una cerca de
arbustos. Sienta el arbusto que lo acaricia. Ahora vemos un muro de piedras. Nos
sentamos juntos en él un momento. Respire hondamente y sienta su respiración.
Nos levantamos y seguimos caminando juntos por el sendero. Hay un pequeño
arroyo o riachuelo en frente de nosotros. Continuamos por otro pequeño sendero.
Cruzando el bosque vemos una gran montaña con una enorme piedra en lo alto.
Comenzamos a escalar la montaña. El camino comienza a ser rocoso. Hay
arbustos y árboles pequeños alrededor de nosotros. Trepar se hace cada vez más
difícil. Paremos un momento para descansar, para respirar. Sigamos ahora. Ya
vislumbramos la roca. Hay un gran agujero en ella. Es una cueva. Nos dirigimos
hacia ella y nos paramos en la entrada un momento. Ahora entramos en la cueva.
Adentro usted encontrará todo lo que venía buscando desde tan lejos. Quiero que
usted identifique qué es. Sea lo que sea, haga lo que usted quiera con lo que
encuentre. Ahora le voy a dejar a usted solo aquí en la cueva para que haga lo
que desee con lo que encontró. Cuando termine vuelva solo al punto de partida.
Abra entonces sus ojos y siéntese, así sabré que usted ya está de vuelta.

La gente en esta vivencia encuentra toda clase de objetos en la cueva. Algunos


de ellos relacionados con experiencias pasadas que tienen un alto significado
personal para el que los descubre.

Retroflexión: sentado cómodamente, con los ojos cerrados, concentre su


atención en el brazo derecho y repita: ´mi brazo está pesadoµ. Cuando lo sienta
pesado concentre su atención en el izquierdo y repita la misma frase. Cuando
ambos estén pesados repita lo mismo con la pierna derecha y luego con la
izquierda. Después imagine que su brazo derecho tiene una temperatura
templada. Luego, que sus brazos y piernas están pesados y templados. Ahora
concéntrese en el corazón y siéntalo calmado. Por último, centre su atención en
su frente y siéntala fresca y despejada. Ahora sierre los puños fuertemente y
después abra los ojos.

Vivencias para establecer contacto


a) Vaivén del cuerpo: Parados y en silencio formar un círculo con uno de los
participantes en el círculo; esta persona cierra los ojos y cruza los brazos, con los
tobillos relajados y el cuerpo firme en el suelo se balanceará. Lo empujarán con
las manos, hacia los lados; los del círculo le sujetarán con las manos y le volverán
a empujar suavemente hacia otra persona del círculo. Ir cerrando gradualmente
el círculo hasta terminar el ejercicio. Cambiar de persona en el centro para que
todo el grupo tome contacto con la experiencia.

b) Suspensión del cuerpo: Sentados todos en el círculo, uno de los miembros se


coloca tumbado en el centro con los ojos cerrados y los brazos sobre el pecho.
Cinco personas del grupo lo levantan; uno le sujeta la cabeza, dos las piernas y
otros dos de la espalda. Estos cuatro últimos, en parejas, están frente a frente
con las manos entrelazadas. Después lo balancean lentamente; luego reducen el
balanceo mientras lo bajan al suelo y le dejan solo con su experiencia hasta que
sienta deseos de abrir los ojos.

c) Caminar frente a frente: Dos personas paradas en cada uno de los extremos de
la sala, uno frente al otro los dos caminan lentamente mirándose a los ojos y se
detienen cada uno cuando encuentra que está al límite del contacto con el otro.
Al pararse dése cuenta de cómo siente la distancia con la otra persona. ¿Cómo
están sus emociones internas? ¿Qué postura corporal tiene Ud.?.
Comente su experiencia con el grupo y deje que los observadores le
retroalimenten con lo que han observado de Ud. y en la otra persona ¿Cómo les
ha percibido? ¿Quién de los dos dejó de caminar antes? ¿Qué posición tenían sus
cuerpos?

d) Imitación corporal: Todo el grupo sentado en la sala, en círculo. Una de las


personas se levanta y camina como lo hace normalmente. Después se sienta y
otra persona del grupo le imita en sus movimientos corporales al caminar,
exagerando los mismos. Dése cuenta la otra persona que es imitada de cómo es
percibida por los otros. Repitan todos la imitación del otro.

Ensayo y angustia: Cierren los ojos y mantengamos cerrados hasta que les diga de
abrirlos. Dentro de tres minutos le pediré a alguno de Uds. que se levante y
delante del grupo hable de sí mismo, entando en detalles de su vida y
relatándolo con sinceridad. Quiero que Ud. imagine que va a ser la persona a la
que llamare dentro de unos minutos. Mientras tanto, usted tiene la oportunidad
de ensayar lo que va a decir. Imagínese que está realmente hablando al grupo de
usted mismo. ¿Qué diría de usted mismo?. Ahora tome contacto con las
sensaciones y emociones de su cuerpo. ¿Qué sensaciones experimenta? ¿Qué tipo
de tensión, nerviosismo o excitación siente? Permanezca en contacto con su
cuerpo y note los cambios que experimenta mientras yo le digo que no voy a
pedir a nadie que hable de sí mismo al grupo. ¿Como se siente ahora? ¿Qué
sucede con su cuerpo ahora? Abra los ojos.

Objetivos de esta vivencia: Amenazar con una experiencia futura, enfrentar la


ansiedad o el miedo de hablar en público; evitar el imaginar fracasos y
consecuencias siniestras futuras; sirve para no abandonar la realidad presente,
quedándose en el continuum de la experiencia, evitando saltar hacia un futuro
imaginario que no existe; evitar tener preocupaciones por el futuro que reducen
el contacto con lo que ahora existe; sirve para establecer contacto con un
acontecimiento, un sentimiento o una característica personal resistida; sirve
para explorar aspectos desconocidos de la persona.

Fantasía del cierre: Cuando en un Taller el grupo o sus participantes no tienen


mucho que decir y guardan largos silesios, el facilitador puede vencer la
resistencia con el siguiente ejercicio: Imaginen cada uno de ustedes, en fantasía,
que el Taller ha finalizado; usted se encuentra en su auto, en el autobús,
caminando, o en su casa ´masticandoµ lo que ocurrió en el Taller. Vea cada uno
de ustedes si pueden tomar contacto con cualquier cosa que hubieran deseado
trabajar, decir o expresar mientras el Taller no ha concluido. Después de algunos
segundos de silencio, voy a preguntar si alguien entró en contacto con algo.
Ahora, hay quién tomó contacto con algo que desea comunicar al grupo, aquí y
ahora.

Figura 7: Ciclo del self


1.- Área cognitiva
2.- Área emocional
3.- Área física
4.- Área espiritual

Antes de llegar a la frase final del Taller (cierre) es conveniente comentar con
las personas del grupo cómo se ha sentido cada uno de los, tomando como
referencia el ciclo del self. Este ciclo del self de cada persona consta de cuatro
elementos o áreas: cognitiva, física, emocional y espiritual (Fig. 7) Considerando
estos cuatro elementos de la personalidad, responda a las siguientes preguntas
relacionándolas con la vivencia completa del Taller:

¿Cómo me he percibido a mí mismo?


¿Cómo soy yo en interrelación con los otros?
¿Quién soy yo como miembro del grupo?
¿Qué hice en el grupo, cuál fue mi participación?
¿Quién y cómo era yo antes de comenzar este Taller?
¿Cómo soy ahora al terminarlo?

Este ciclo de etapas del grupo ha sido ampliado en el capítulo V: Ciclo de la


experiencia y etapas del grupo.

` : Una forma empática de concluir un Taller es que todos


sentados en círculo se miren (contacto visual) durante unos segundos, moviendo
la cabeza. Después que cada uno mire desde su lugar, aunque esta vez sin mover
la cabeza, es decir moviendo únicamente la vista, lo que significa establecer
contacto visual con el proceso grupal en su totalidad.

Luego el facilitador dice adiós a cada participante llamándolo por su nombre y


estableciendo, al mismo tiempo, contacto visual. Los miembros del grupo que lo
deseen pueden hacer lo mismo.

----------------------
[1] Unirse, adaptarse, imitar: los indecisos se alinearon con los más numerosos
Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2002. © 1993-2001 Microsoft Corporation.
Reservados todos los derechos.
Publicado por TERAPEUTA GESTALT INTEGRAL AVR_MX en 11:42 0 comentarios

   

Tomado de:

Salama y Castanedo (1984) Manual de Psicodiagnóstico, intervención y


supervisión para el psicoterapeuta. Manual Moderno: México. Cap. 8, 9 y 10. Pp.
36-58.

a) La visión de Salama y Castanedo.

8. CONFLICTO PSICOLÓGICO
Así llegamos a encontrar lo que en psicoterapia Gestalt denominamos conflicto
psicológico. Cuando decimos conflicto hablamos de dos o más fuerzas que se
relacionan entre sí con la intención de destruirse recíprocamente. En lo
psicológico se manifiesta un conflicto cada vez que un organismo produce, ante
una situación dad, dos o más respuestas que coexisten sin sintetizarse y que,
además se relacionan pretendiendo imponerse una a la otra.

Dos respuestas que luchan entre sí implican dos partes en pugna. ´Todos los
conflictos se producen siempre entre partes de un conjuntoµ. No es real que
exista conflicto entre una parte y el resto de partes, lo que es una variante de lo
dicho antes. Visto desde el conjunto, puede observarse que lo que el conflicto
tiene de malentendido es el error, la ignorancia, la inmadurez que lo produce. La
tarea de la psicoterapia es justamente describir esta estructura. Tampoco existe
conflicto entre lo verdadero y lo falso; éste surge siempre entre dos aspectos de
lo falso, lo parcial. Lo verdadero es la comprensión que los reintegra a su
condición de aspectos complementarios de un conjunto, que los trasciende a
ambos. Estas partes en las cuales se reduce el conflicto deben además ser
autoconscientes. Esto quiere decir, poseer conciencia individual y poder expresar
cada una de esas partes como un ´yo soyµ.

Es decir, debe existir un yo. Estas partes autoconscientes tienen que disponer de
cierta capacidad de acción sobre el entorno y sobre que disponer de cierta
capacidad de acción sobre el entorno y sobre sí mismas; deben ser un centro
emisor de acción capaza de modificar la realidad interna o externa, y no deben
tener conciencia de partes. Sintetizando estas nociones desde un punto de vista
estructural, podríamos decir que, para que exista conflicto es necesario que haya
partes, que éstas sean autoconscientes, que tengan además capacidad de acción
y, por último, que no tengan conciencia de partes.

Desde el punto de vista evolutivo, en el proceso de desarrollo de la conciencia


individual se conciben tres momentos:

a. El primer constituido por una trama completa que abarca la totalidad,


evolucionando en un fluir continuo sin recortar momentos o partes diferentes,
pues precisamente éstos son el producto de la percepción de la conciencia
individual. Existiría como una totalidad indiferenciada y no habría partes
autoconscientes.

b. El segundo momento se produce cuando se manifiesta un foco de conciencia


individual y aparecen las partes. Cada una de ellas es consciente de sí misma,
puede decir ´yo soyµ. Se desarrolla un foco con capacidad de percibir, desear y
actuar sobre sí mismo y su entorno. Este foco es un centro un yo, tiene
conciencia de ser, pero No tiene conciencia de parte. Esta es la fase conflictiva
en el proceso de desarrollo de la conciencia. Es la fase conflictiva porque, en la
medida en que cada parte del conjunto queda animada por ese foco interior,
actúa como centro del sistema, implica inexorablemente enfrentamiento,
guerra, daño, deterioro y sufrimiento.

Esta etapa es, sin duda, la que ha dado origen a tantas reflexiones trágicas
acerca de la condición humana. En este Sentido, es útil discriminar las
características de un periodo de La experiencia humana global. Es en esta fase
donde se da. La paradoja de que este foco de autoconciencia sea la mayor
Conquista filogenética y simultáneamente la fuente de todo Conflicto.
c. El tercer momento se produce cuando la autoconciencia enriquece su
percepción del sí mismo, con el desarrollo de su conciencia de parte, se sabe
parte entre otras partes diferentes y complementarias de un conjunto que las
contiene y las abarca por igual, es decir, desarrolla simultáneamente la
conciencia de pare y la conciencia del todo del cual es parte.

Este es el estadio final del desarrollo concebido para la conciencia humana. Es lo


que se describe como el sentido de la experiencia individual. Podríamos decir
que cumple su desarrollo como ser humana individual que, siendo autoconciente,
siendo individuo separado del resto, retoma, a través de la conciencia de parte,
su conexión con el todo. Se integra entonces la conciencia focal individual del
segundo periodo con la conciencia global de totalidad indiferenciada del
primero.
Estos periodos que aquí se describen en términos de apariciones sucesivas,
existen en la realidad como momentos de predominio en un proceso que siempre
contiene, en grado variable, rastros de los tres.

a
Ô@Ô@@

En este apartado se trata lo que los profesionales de la salud mental llaman


neurosis, psicosis, conducta anormal y variedades aparentemente infinitas de la
esquizofrenia; también se mencionan sus acepciones en lenguaje ordinario:
´estar trastornadoµ, ´estar enfermoµ y ´estar enajenado o alienado.

RASGOS DEL CARÁCTER

Los rasgos del carácter constituyen importantes matices diferenciales entre los
seres humanos. Se asientan sobre atributos físicos, igualmente diferenciados,
junto con los cuales dan lugar a la individualidad de cada uno. Determinan en
gran medida la manera de actuar del sujeto, sus logros y realizaciones a lo largo
de su existencia y la forma en que es visto y enjuiciado por los demás. La unión
de todos ellos, junto con los aspectos físicos, da lugar al perfil de la
personalidad.

Los rasgos del carácter no aparecen accidentalmente ni son congénitos, sino que
se desarrollan progresivamente como pautas (termina pág. 39) más o menos fijas
y estereotipadas de actitud y respuesta ante los estímulos externos e internos. Si
intentamos conceptuar qué cosa es el carácter, vemos que coincide en gran
medida con el concepto de sí mismo. Lo que varía son las formas como las
necesidades del organismo, en interacción con las exigencias y presiones del
ambiente, se exteriorizan y se satisfacen, se inhiben o se modifican y cambian
sus fines bloqueando el ciclo de la experiencia.

Por lo tanto el carácter en cuanto forma habitual de proceder como respuesta a


la estimulación interna y externa, es el resultado de las funciones de
organización, integración y adaptación llevadas a acabo por el individuo.

RASGOS DE PERSONALIDAD

Según el DSM ² III ² R (1987), encontramos que los rasgos de personalidad son
pautas duraderas en forma de percibir, pensar y relacionarse con el ambiente
(zona interna, externa y fantasía) y con uno mismo (límite de contacto), y se
hacen patentes en una amplia gama de contextos personales y sociales. Sólo en
el caso de que los rasgos de personalidad sean inflexibles e inadaptativos, causen
una incapacitación funcional significativa o una perturbación subjetiva, es
cuando se hablará de trastornos de la personalidad.

Las manifestaciones de los trastornos de la personalidad son reconocibles


generalmente en la adolescencia o incluso antes, y continúan a lo largo de la
vida adulta, aunque a menudo se hacen menos patentes en la edad intermedia o
avanzada. Los criterios diagnósticos para los trastornos de la personalidad se
refieren a conductas o rasgos que son característicos de la vida inmediata del
sujeto y que se hacen patentes al inicio de la edad adulta.

PSICOTERAPIA GESTALT

Será importante aclarar que para la psicoterapia Gestalt, en primer lugar, los
trastornos no son ´mentalesµ sino del organismo total. La división en cuerpo y
mente es, en sí una forma ´trastornadaµ de pensar. Nuestras mentes no están
enfermas; nosotros somos los que estamos enfermos, todo nuestro ser esta
enfermo. Aquello que se denomina trastornos mentales s lo que el concepto de la
terapia Gestált se llama interferencia en el proceso de formación y destrucción
de la gestált. Dicha interferencia acarrea distorsiones y desequilibrios a nuestra
integración básica. Son trastornos del funcionamiento y desarrollo del yo.

En segundo lugar, estos trastornos del funcionamiento no son categorías fijas,


como muy a menudo parecen ser en la terminología psicológica o más bien, las
categorías son fijas pero nuestra conducta no lo es. En la terapia gestált,
entendemos que nuestras caracterizaciones de conducta sana ya normal son
referencias de los procesos actuales. Ellas representan a nuestro paciente en
este preciso momento del tiempo, pero a medida que él cambia, pensamos de él
en forma distinta.

La caracterización del trastorno en la terapia Gestalt consiste, en términos de


diferencias, en la clase y calidad de la discrepancia del proceso de formación y
destrucción de figuras en relación con su modo sano y normal. Hablamos de
trastornos del contacto o apoyo, de dificultades al permitir que persista o
aparezca el punto cero, o de la incapacidad del paciente para dejar que se
disuelvan las figuras después de que han dejado de ser pertinentes. Definimos la
anormalidad en relación con los mismo procesos que tenemos en cuenta para
describir la salud; toma de conciencia, contacto, cierre de asuntos inconclusos,
etcétera.

EL CICLO DE FORMACION - DESTRUCCION DE UNA GESTAL

Perls se refiere a dos niveles de Gestalt; por una parte, la gestalt de la


personalidad, la totalidad que se manifiesta en la realización de sí mismo y que
necesita la reintegración de las partes que había sido asiladas de la personalidad.
Por otra parte, la Gestalt del comportamiento, la totalidad que emerge cuando
una tarea (en (termina pág. 41) el sentido amplio de la palabra) emprendida ha
sido llevada a buen término.

El concepto de Gestalt no terminada implica que una persona no puede estar


disponible para otro tipo de experiencias incompletas de su vida. En tanto la
Gestalt no esta terminada, la persona la reproducirá compulsivamente y
constituirá un patrón, un esquema repetitivo, de su comportamiento. Este
concepto de Gestalt expresa bien el proceso de crecimiento del ser humano.
Tiene en cuenta la necesidad del organismo en su totalidad, en su deseo de
autorrealización que dará el impulso inicial a la relación con el entorno.

Este crecimiento implica la participación del individuo en tanto sujeto


consciente. De Gestalt en Gestalt, éste debe a su entorno lo que es necesario
para su subsistencia; asimila acomoda e integra aquello de lo que tiene
necesidad para desarrollar y ampliar su campo de conciencia y de experiencia. La
terapia Gestalt considera que una persona sana es aquella en la que se desarrolla
de forma permanente y sin trabas un proceso de formación y posterior
destrucción de gestaltens. En el siguiente esquema podemos observar la
concepción Gestalt del flujo del organismo, es decir, del desarrollo del proceso
de formación y luego de destrucción de una Gestalt.

Este esquema se sitúa sobre dos puntos: uno representa la cantidad de energía
desarrollada en el curso del proceso y otro que representa el desarrollo en el
tiempo. Muestra el desarrollo del ciclo en el tiempo y las diferentes cantidades
de energía puestas en juego.

EL CICLO DE FORMACION ² DESTRUCCION


DE UN ORGANISMO CON FLUJO SANO

1. El primer estado representa, en la persona sana, el estado de ´Vacío Fértilµ,


donde el sentimiento de ´serµ da lugar a la plenitud de ser.
2. Un déficit del organismo se manifiesta; por ejemplo, la necesidad de entrar en
contacto afectivo con otra persona.
3. Esta necesidad engendra una tensión hacia la satisfacción.
4. Esta tensión engendra a su vez una excitación que moviliza tanto la
respiración como las funciones sensoriales y motrices: identifico a la persona que
puede satisfacer mi necesidad y me dirijo hacia ella.
5. Entro en contacto con dicha persona.
6. Experimento el placer del contacto.
7. La abrazo tiernamente (actúo consecuentemente con mi necesidad).
8. Siendo plenamente la satisfacción que se deriva de mi acción.
9. Satisfecha mi necesidad, entro de nuevo en un periodo de reposo; estoy
conmigo mismo.

EL CICLO PATOLOGICO

ES EL RESULTADO DE LA INTERFERENCIA
DE EXPERIENCIAS MAL ASIMILADAS DEL PASADO, D
E LAS GESTALTENS INACABADAS:

1. La persona no puede realizar completamente el estado de vacío fértil. Está


siempre en contacto con las gestaltens inacabas que se manifiestan por una
verborrea mental incesante.
2. La persona está difícilmente en contacto con su necesidad actual.
3. Esta necesidad reactiva la angustia vinculada a las gestalten inconclusas.
4. La tensión hacia la satisfacción se transforma en ansiedad que empobrece la
sensibilidad y afecta la respiración.
5. Esto conduce a la prevención, a la negativa a aceptar el riesgo de
experimentar la satisfacción de la necesidad.
6. Antiguos patrones se interponen entre el deseo y su realización y se
manifiestan bajo la forma de proyecciones (´no puedo entrar en contacto con
esta persona, estoy seguro de que ella me despreciaµ) u otros procesos de
prevención.
7. La acción será incoherente respecto a la necesidad que surge (por ejemplo,
ante una dificultad, en lugar de enfrentarla me pondré a limpiar
compulsivamente la cocina).
8. Dicha acción engendrará un sentimiento de frustración y yo interiorizaré mi
propio mandato en relación con la necesidad que no habré satisfecho ( no hay
que dejarse llevar por los sentimientos).
9. Esto me conduce finalmente al ´impasseµ al vacío doloroso, en el que torturo
a mí mismo en mi propia impotencia.

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(Solo RESUMEN)
1er. Interrupción: DESENSIBILIZACIÓN

TRASTORNO ESQUIZOIDE DE LA PERSONALIDAD


Sintomatología Esencial:
Pauta generalizada de indiferencia a las relaciones sociales y un marco
restringido de experiencias y expresión emocional.
Etapa de inicio:
Edad adulta y se dan en diversos contextos.
Características:
Las personas con este trastorno ni desean ni disfrutan de las relaciones íntimas,
prefieren ser solitarios.
Rara vez experimentan emociones fuertes como ira o alegría, tienen afectividad
muy limitada mostrándose fríos y distantes.
Parecen ambiguos respectos a sus objetivos, indecisos en sus acciones,
ensimismados y ausentes.

TRASTORNO ESQUIZOTÍPICO DE LA PERSONALIDAD


Sintomatología Esencial:
Pauta generalizada de ideas, apariencia y conductas peculiares y déficit en las
relaciones interpersonales.
Etapa de Inicio:
Desde el inicio de la vida adulta, en varios contextos.
Características:
El individuo está más en contacto con la zona e la fantasía y la zona interna, sin
relación o contacto con el medio ambiente, presentando una conducta retraída.
Suelen parecer extraños excéntricos en su conducta y en su apariencia.
Las relaciones interpersonales de estos sujetos siempre están alteradas pues
tienen una afectividad inapropiada o limitada.

2da. Interrupción: PROYECCIÓN

TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD


Sintomatología Esencial:
Pauta generalizada de grandiosidad, hipersensibilidad a la valoración de los
demás y falta de empatía.
Etapa de Inicio:
Desde el inicio de la edad adulta y se da en diversos contextos.
Características:
Los individuos con este trastorno sobrevaloran su propia importancia, tienden a
exagerar sus logros y talentos, esperan ser valorados como personas
´especialesµ, incluso antes de que consigan el éxito.
Están obsesionados por fantasías de éxito, poder, brillantez y belleza., su
autoestima casi siempre es frágil y el individuo puede estar preocupado respecto
a lo bien o mal que hace las cosas o que consideran los demás que las ha hecho.

TRASTORNO PASIVO-AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD


Sintomatología Esencial:
Pauta generalizada de una resistencia pasiva de demandas razonables de
rendimiento social y laboral.
Etapa de inicio:
Desde el inicio de la vida adulta en diversos contextos.
Características:
Estas personas habitualmente se resisten y se oponen a las demandas para
aumentar o mantener un determinado nivel de actividad.
Estos individuos se vuelven malhumorados, irritables o discutidores cuando se le
pide que hagan algo que no quieren hacer.
Como resultado de su resistencia a las demandas, critican o se burlan
irrazonablemente de la gente que tiene autoridad o de quienes les plantean las
demandas.

3ra. Interrupción: INTROYECCIÓN

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR EVITACIÒN


Sintomatología Esencial:
Pauta generalizada de malestar en el contexto social, miedo a una evaluación
negativa.
Etapa de inicio:
Desde el inicio de la vida adulta en diversos contextos.
Características:
La mayor parte de las personas se preocupan de cómo los juzgan los demás,
tienden a sentirse heridos por las críticas y se sienten devastados por la más
ligera nota de desaprobación.
Tienen poca tendencia a establecer relaciones con los demás a menos que se les
de una garantía exagerada de aceptación sin críticas.
En las situaciones sociales, se encuentran temerosos debido al miedo de decir
algo sin sentido o ser incapaces de contestar a cualquier pregunta.
Anhelan el afecto y la aceptación, haciendo todo lo posible por conseguirlas
aunque raramente lo logran, por lo tanto sufren por su incapacidad para
relacionarse con los demás.

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR DEPENDENCIA


Sintomatología Esencial:
Pauta generalizada de conducta dependiente y sumisa, buscando apoyo en el
medio externo.
Etapa de inicio:
Desde el inicio de la vida adulta en diversos contextos.
Características:
Las personas con este padecimiento son incapaces de tomar las decisiones
cotidianas, sin solicitar una cantidad excesiva de consejos y recomendaciones.
Esta dependencia excesiva de los demás conduce a una dificultad para iniciar
proyectos a llevar a cabo realizaciones por su propia iniciativa.
Estas personas también se sienten fácilmente heridos por las críticas y la
desaprobación, buscan la aceptación de los demás, ante quienes tienden a
subordinarse manifestando su acuerdo con la gente, incluso cuando los demás
están equivocados, solo por el miedo a sentirse rechazados.

4ta. Interrupción: RETROFLEXIÒN

TRASTORNO LIMITE DE LA PERSONALIDAD


Sintomatología Esencial:
Pauta generalizada de inestabilidad respecto a la vivencia de la propia imagen,
de las relaciones interpersonales y del estado de ànimo, desde su propia
percepción de su persona.
Etapa de Inicio:
Desde el inicio de la edad adulta y se da en diversos contextos.
Características:
Casi siempre hay una notable y persistente alteración de la identidad, esta
alteración se manifiesta por incertidumbre respecto a diversos temas vitales,
como la autoimagen, orientación sexual, objetivos a largo plazo, elección de
carrera, tipo de amigos o de amantes.
El individuo a menudo experimenta esta inestabilidad con sentimientos crónicos
de vacío o aburrimiento. Tienden a ser impulsivos, sobretodo en actividades que
pueden ser potencialmente autodestructivas, como el uso de sustancias
psicoactivas, relaciones sexuales promiscuas, etc. En las formas más graves del
trastorno, son frecuentes las amenazas, los gestos o las conductas suicidas.

TRASTORNO HISTRIONICO DE LA PERSONALIDAD


Sintomatología Esencial:
Pauta generalizada de emocionalidad y de búsqueda de atención exagerada.
Etapa de Inicio:
Desde el inicio de la edad adulta y se da en diversos contextos.
Características:
Los individuos con este trastorno buscan o demandan de manera consciente
apoyo, aprobación o elogios por parte de los demás y se sienten incómodos en
situaciones en las que no son el centro de atención o la figura.
Estas personas tienden a centrarse en si mismas, utilizan el contacto con su zona
de la fantasía y su zona interna únicamente, tienen poca tolerancia a la
frustración.
Son típicamente atractivos y seductores, a menudo hasta el punto de parecer
exuberantes y conducirse de forma inapropiada; excesiva preocupación por su
apariencia física.

5ta. Interrupción: DEFLEXIÒN

TRASTORNO PARANOIDE DE LA PERSONALIDAD


Sintomatología Esencial:
Tendencia generalizada e injustificada a interpretar la acciones de los demás
como deliberadamente agresivas o amenazantes.
Etapa de Inicio:
Desde el inicio de la edad adulta y se da en diversos contextos.
Características:
Hay casi de forma invariable, una creencia general de ser explotado o
perjudicado por los otros de alguna manera, frecuentemente, el individuo con
este trastorno duda gratuitamente de la lealtad o la confianza de amigos o
personas próximas y suele ser patológicamente celoso.

TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD


Sintomatología Esencial:
Pauta de conducta irresponsable y antisocial
Etapa de Inicio:
Desde el la infancia y primera etapa de la adolescencia.
Características:
Entre los signos infantiles típicos se encuentran las mentiras, los robos, las
holgazanerías, el vandalismo, peleas, huidas del hogar, crueldad física, etc.
No tienen respeto hacia los demás y carecen de remordimientos por los efectos
de su conducta sobre ellos, e incluso llegan justificarla, no distinguen un límite
entre ellos mismos y el otro.

6ta. Interrupción: CONFLUENCIA

TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO DE LA PERSONALIDAD


Sintomatología Esencial:
Pauta generalizada de perfeccionismo e inflexibilidad
Etapa de Inicio:
Desde el inicio de la vida adulta y se da en diversos contextos.
Características:
Estos individuos luchan constantemente para conseguir la perfección, pero su
rigidez respecto a sus objetivos, con frecuencia estrictos e incluso inalcanzables,
interfiere en la realización de sus tare4as y sus proyectos y no permite el
contacto.
Se encuentran siempre preocupados por su papel en las relaciones de
dominancia-sumisión, aunque tienden a resistir la autoridad de los demás e
insisten de forma terca e irracional en que los otros acepten su manera de hacer
las cosas.

TRASTORNOS DE PERSONALIDAD ANCLADOS (p. 57)

Estos sujetos son muy egoístas en cuanto a sus emociones y sus posesiones
materiales, tienden a no expresar sentimientos y casi nunca son generosos ni
regalan objetos. Las relaciones cotidianas tienen una cualidad convencional,
formal y seria. A menudo, los demás los perciben como rígidos (´tiesosµ). En
cuanto a su fenomenología, hacen que sus movimientos corporales así como su
experiencia facial se vuelvan rígidos.

7ta. Interrupción: FIJACIÓN

El agresivo tiene una imagen competitiva, afirmativa y rígida de sí mismo, en


esto reside su fijación; aunque establece contacto, le cuesta llegar a romper ese
contacto (poscontacto), sobre todo cuando esta implicado (p.57) en una relación
interpersonal que no es de su agrado (confluencia), situaciones en que
difícilmente llega al reposo de sus impulsos agresivos.

TRASTORNO AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD


(NO INCLUIDO EN EL DSM-III-R)

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en el dogmatismo. Los


individuos tienen opiniones firmes, fijas y una mente cerrada. Además son
obstinados en sus prejuicios y más cuando éstos son autoritarios.
Se les dificulta frenar su actividad, pero cuando lo consiguen, pasan al polo
opuesto y se vuelven pasivos; esto explica su fijación o dificultad para cerrar.
Están acostumbrados a dar y a no recibir, esto los diferencia del pasivo-agresivo.
Buscan apoyarse en personas dependientes.
Muy movilizados o activos, están presentes en el contacto con impulsos agresivos.
Su voz es a menudo fuerte y dura; con dientes apretados tienden a polemizar
sobre su modo de ser, convencidos contra lo que dice la otra persona. Sus
movimientos son de fanfarrón, no dan ganas de tocarlo y menos aún de tratarlo
afectivamente.
(p. 58)

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