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Mantente abierto al estado natural de la vida y a la percepcin sin que el yo psquico separativo se
entrometa!
5) La Verdad se encuentra en nuestro propio ser interior, no fuera. No hay un camino hacia la Verdad; no hay
una manera especial de caminar, de correr o de trotar hacia la verdad. Despierta de las tinieblas de la ilusoria
divisin del ser interior y contempla as el amanecer de la Divinidad! As lo afirma el Kabir:
Samjhey Toe Ghar Mein Rahey, Farsaa Palank Lagaaey.
Teraa Saheb Tujh Mein Hai, Anat Kahu Mat Jaaye.
Kabir nos dice que no acudamos a ningn charlatn del mercado espiritual.
6) Compartamos ahora un bello swadhyaya acontecido en el cuerpo de un profundo proceso de discipulado, a
pesar de las limitaciones del proceso Gur.
Un gran flujo de energa amorosa se establece entre un Sat-Gur y un discpulo entregado. Este amor es
energa pura, sin motivos. El discpulo ama al Gur por su inocencia y pureza. El Gur asimismo devuelve el
amor como una nube de lluvia que vierte sus aguas sobre un bosque lleno de vida quizs es la Vida llamando
a la Vida.
Por otro lado, el mal llamado amor expresado a veces por un discpulo buscador ya sea de progreso
material o espiritual es un amor con motivacin. Este amor se da a cambio de algo: una bendicin, una
esperanza, un estado futuro, felicidad, moksha, nirvana o lo que sea.
El Gur no es un dador, ni el discpulo, un receptor. El Gur es un detonador eternamente activo que siempre
est en estado de ignicin. Un sat-shishya es aqul en el que existe un alambre o cable uniendo los enredos de
su mente al detonador. Este fundamental elemento el cable es la escucha swadhyaya. Cuando sta
surge, las palabras del Gur como detonaciones crean inmediatamente una explosin en el cuerpo del
discpulo apareciendo un tremendo flujo de energa amorosa y comprensiva que vaca el cuerpo de todo mi.
En el instante de la explosin hay un compartir completo y total, libre de toda interpretacin.
La cuestin de un por qu no surge ni en el Sat-Gur ni en el sat-shishya. Ambos estn en la misma explosiva
dimensin: la Vida. Son una sinfona, son como dos nios jugando sin ningn deseo de ganar, donde jugar es
lo importante. No son dos, ni uno.