Sei sulla pagina 1di 176
como acercarse a la FILOSOFIA Py me hi4e como acercarse a Acercarse a las manifestaciones del arte y del pensamiento es una de las tareas fundamentales de cualquier sistema educativo. La finalidad de la coleccion Como acercarse a es Pee rece Ot aOR CR sala cecg Seana OMe eee ey olontonte ecco rise eecle Bite mar koe cce eke C ko yeep Cmela em umue ey) CCM Mme eLeLetc bbe Acercar al lector a la filosofia Peron rene trtLtacitel mel este libro, labor nada sencilla que el autor intenta lograr a través de la discusi6n de algu nos de los problemas filoséfi- Renee Nome eee UCo Mig en dia. Leon Olivé es investigador ti- tular del Instituto de Investiga- ciones Filosoficas de la UNAM, Omar Vie Heat contort: Ca ts -tsran Perl yCUM EN Yit tate omm rete COnIE| Re eee: ICR Un etn ae OER Cate Cre CROW ens Ct pits tert OR trrese estat Cart or cre CMs esata tame NV Coors (Rete TaN [oom oe Ca palmente sobre filogefia de la ciencia y teoria del conoci- miento; es autor-de-los-libros. Estado, Legitimacién y Crisis (Siglo XXI, 1985), y ,Conoct- miento, Sociedad y Realidad (FCE, 1988). Ademias, ha com Pret eis hvscsean ve ern tntscm Dye OnE Re ka cacote toe ‘AREA: INTERES GENERAL. JI Q04T4) COMO ACERCARSE A LA FILOSOFIA COLECCION COMO ACERCARSE A DIRECTOR FRANCISCO BLANCO FIGUEROA como acercarse a la FILOSOFIA Leén Olivé CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES GOBIERNO DEL ESTADO DE QUERETARO EDITORIAL LIMUSA MEXICO 1991 Disefio de Ia coleccién: Juan Escarefio Disefio de interiores: Carlos Bernal G. Fotografia de portada: La seduccién, grabado en metal de Cristina Gutiérrez. Primera edicién: Noviembre, 1991 © Direccién General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 1991 Av. Revolucién No. 1877-10° piso México, D.F, C.P. 01000 Coedicion: DIRECCION GENERAL DE PUBLICACIONES DEL CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES GOBIERNO DEL ESTADO DE QUERETARO EDITORIAL LIMUSA, S.A. DE C.V. Derechos exclusivos de edicidn reservados para todos los paises de habla espafiola. Prohibida la reproduceién total o parcial por cualquier medio, sin autorizacion escrita de los editores. ISBN: 968-18-4148-4 IMPRESO Y HECHO EN MEXICO NTRODUCCION eC mo es posible que los seres humanos vivan en sociedad, sobrevivan, se relacionen en- tre si, y mantengan relaciones amistosas y amorosas, asi como relaciones de enemistad y hasta de odio? ;Cémo es posible que existan, subsistan y desarrollen las sociedades humanas con sus instituciones, estructuras y con los tipos de accio- nes que realizan las personas? ;Cémo y por qué actuan los seres humanos? ¢Como y por qué pueden relacionarse de una manera exitosa con su medio ambiente? ;Cémo y por qué cambian las sociedades? Una breve reflexién sobre estas preguntas lleva ala idea de que las acciones de los seres humanos son posibles en virtud de que todos ellos, sin excepcién, mantienen creen- Gias, suponen valores, y acttian conforme a normas y reglas que orientan esas acciones. LEON OLIVE Al enfrentar situaciones de su vida cotidiana, los seres humanos actuan conforme a multitud de creencias que han adquirido en el proceso de crecimiento y de socializacién dentro de su medio ambiente y su entorno social. Asi, se ponen en juego muchas creencias, desde las acciones mas sencillas que realizan los individuos, pero que son funda- mentales para la preservacién de su vida, como las que rea- lizan para alimentarse. En efecto, las acciones cotidianas que las personas realizan con el fin de alimentarse supo- nen creencias, tales como que ciertos productos son cierta- mente alimenticios, es decir, que el organismo humano puede ingerirlos con provecho para la manutencién de sus fun- ciones vitales y que no son venenosos, esto es, que no per- judicaran al organismo. Por lo general todas las culturas han desarrollado formas caracteristicas de preparar los alimen- tos, con base en los productos naturales 0 cultivados que han tenido a su alcance, dando lugar asi a cocinas tipicas. Esto supone el conocimiento de las virtudes alimenticias de muchos productos y formas de prepararlos que, por lo ge- neral, son del gusto de los miembros de esa cultura; estas formas de preparacién se condensan en recetas, que no son otra cosa sino.un conjunto de reglas. Vemos, pues, que tan solo uno de los tipos de acciones que necesariamente deben desarrollar los seres humanos, a saber, las que les permiten alimentarse para sobrevivir —y también para obtener placeres en los muchos casos en que los alimentos resultan sabrosos— supone muchas creencias y conocimientos, asi como la necesidad de seguir reglas. Las acciones que los seres humanos normalmente reali- zan para alimentarse suponen que al menos algunos, los que cocinan, tienen un conocimiento de los productos que son alimenticios y de las formas adecuadas de prepararlos, esto 6 COMO ACERCARSE A LA FILOSOFIA es, suponen creencias y reglas. Por lo general se mantienen muchas creencias que no son puestas en duda, sino que por el contrario, se consideran como verdaderas, sin mayor dificultad, y cuya justificacién no siempre es clara. Estas creencias, consideradas verdaderas, suelen tomarse como co- nocimientos. De un buen cocinero decimos que sabe cémo cocinar, porque sabe qué cocinar, qué productos pueden co- mer los seres humanos y como prepararlos. En condiciones normales, cuando se trata de alimentarse, se ponen en jue- go las creencias presupuestas y se aplican en la practica sin ninguna otra preocupacién. Pero la reflexién que hemos iniciado revela que nuestras acciones cotidianas, practicamente todo lo que hacemos to- dos los dias, es posible en virtud de una serie de presupuestos de esas acciones, que son necesarios para que esas accio- nes puedan desarrollarse, pero que normalmente ni siquiera somos conscientes de que existen como presupuestos, co- mo es el caso de las creencias, los conocimientos y las re- glas que hemos visto que se presuponen en las acciones que realizamos para cocinar y para alimentarnos todos los dias. Nuestra reflexién revela todavia mas cosas, no sélo la existencia de creencias, de conocimientos y de reglas, sino que sugiere que existe una importante diferencia entre las meras creencias, de las cuales no sabemos si son 0 no cier- tas, por ejemplo cuando en el campo decimos, creo que esta yerba es venenosa, y las creencias que consideramos cier- tas, como cuando decimos, no comas esa yerba porque es venenosa, yo lo sé. ¢Cual es entonces la diferencia entre creer —sin estar cierto— y saber, es decir, cuando pretendemos que lo que creemos es cierto? Ya sugerimos que la diferencia es que cuando creemos estar en lo cierto, suponemos que la creencia en cuestién es LEON OLIVE verdadera. Pero zqué quiere decir que una creencia sea ver- dadera, y cuando podemos nosotros decir que sabemos que es verdadera? Muchas veces decimos que sabemos algo porque nos lo ha revelado alguien a quien concedemos autoridad en la materia, por ejemplo, creemos que quien habitualmente nos cocina, 0 nos ensefié a cocinar, sabe lo que hace, y por con- siguiente podemos decir que sabemos que las alcachofas son un buen alimento porque asi nos lo ensefié nuestro cocine- ro, 0 porque asi lo hemos leido en los libros, o porque asi lo dice nuestra tradicién oral. Ademas, hemos constatado muchas veces que las alcachofas no sélo resultan sabrosas para muchas personas, sino que cuando efectivamente las comemos, ademas de satisfacer nuestro apetito, en condicio- nes normales no nos hacen dano y hasta experimentamos consecuencias que nos hacen considerarlas como buenos ali- mentos. En otros terrenos la cuestion es mas compleja, por ejemplo en el terreno de la ciencia, por qué creemos que algo es verdadero en este campo? En general podemos alegar diferentes justificaciones para nuestras pretensiones de que sabemos algo. Por ejemplo, la ya mencionada autoridad de quien nos lo ensenié, o un cimu- lo de experiencias pasadas. Pero en todo caso siempre tene- mos que recurrir a un proceso de justificacién para sostener nuestra creencia en la verdad de algo. Y ese proceso de jus- tificacion para que creamos que algo es verdadero, por qué nos parece confiable, por qué nos parece un buen proceso © método de justificacién de nuestras creencias? Mas atin, equé quiere decir que una creencia sea verdadera? Vemos, pues, que partiendo de una breve e inocente re- flexién acerca de lo que suponen nuestras acciones cotidia- nas, tan solo por preguntarnos qué hay detras de lo que COMO ACERCARSE A LA FILOSOFIA hacemos todos los dias y qué es lo que hace posible que rea- licemos esas acciones y que los seres humanos mantengan las. relaciones que mantienen, llegamos a toparnos con ciertos problemas, ante los cuales nuestra primera reaccién quiza sea de asombro: ¢qué diferencia hay entre creer y saber?, équé significa que una creencia sea verdadera?, :qué es un procedimiento de justificacién de las creencias? Ademas de creencias, qué otros elementos suponen las acciones y los complejos de acciones que se dan en las sociedades humanas? Sin embargo, hay mas preguntas que podemos plantear- nos, 2qué ocurre cuando calificamos como buena 0 mala la accion de una persona?, ¢por qué es malo matar a las per- sonas?, por qué es bueno ayudar a nuestros semejantes?, ¢qué justificacion podemos encontrar para nuestras normas morales, por ejemplo, la que prohibe matar? En el campo de la politica, por qué adherirnos al pro- grama de un cierto partido politico?, c6mo podemos justi- ficar un programa de accién de un grupo politico?, :qué significa realmente que un sistema politico sea democrati- o?, ¢por qué la democracia es mejor como sistema politico que la dictadura? En este pequenio libro invitamos al lector a incursionar €n este tipo de reflexiones, a plantearse algunas preguntas, que aunque aparentemente sean sobre temas tan triviales como el que comentamos al principio, nos llevan de inme- diato a problemas de gran profundidad, como es el del co- nocimiento y la verdad, o el de lo correcto o incorrecto en el terreno de la moral y la politica. Invitamos al lector a tener este acercamiento a la filosofia y a darse cuenta de que, quiza mas seguido de lo que ha creido, en realidad ha pensado problemas filos6ficos y ha practicado la ardua re- flexin filos6fica. LEON OLIVE Una palabra de advertencia: este pequeno libro no tiene la intencién de ofrecer una “introduccién” a la filosofia, si por ésta se entiende un libro que aborde de manera elemen- tal pero sistematica todas las areas de la filosofia. Sin embar- go, el libro si pretende ofrecer al lector una reflexi6n sobre algunos problemas filos6ficos que son de importancia en la actualidad. No hay ninguna pretension de tratar de mane- ra sistematica las areas centrales de la filosofia, ni de orientar al lector de manera sistematica en la forma de introducirse a esas 4reas. También ha quedado fuera del ambito del libro todo comentario histérico sobre la filosofia, no porque el autor considere que la historia de la filosofia no tiene im- portancia, sino simplemente porque el tratamiento con ba- se en los problemas ya ocupa un espacio demasiado grande para los fines de esta coleccién. El libro se ha escrito pensando que una buena manera de acercarse a la filosofia es la de encontrarse de frente con algunos problemas filos6ficos. La seleccion de los temas se ha hecho tomando en cuenta aquéllos en los que el autor tiene algo qué decir, sobre todo porque han estado presentes en su practica profesional, pero con la idea de que estos temas pueden ser de interés para quien desea acercarse a la filosofia. El libro esta escrito pensando en un publico amplio, no especializado, y que probablemente se acerca a la filosofia por primera vez. Sin embargo, en muchas ocasiones no se ha dispensado la necesidad de enfrentarse directamente con los problemas y pensar en ellos durante un buen tiempo. El libro tendra éxito, no si el lector comparte las opiniones del autor, sino si es motivado para estudiar mas a fondo los problemas y desarrollar sus propias ideas. El fildsofo austriaco Ludwig Wittgenstein, uno de los mas destacados del siglo xx, escribié en el prélogo de su obra 10 en COMO ACERCARSE A LA FILOSOFTA Investigaciones filoséficas (publicada en 1953, dos anos des- pués de su muerte): “No quisiera con mi escrito ahorrarles a otros el pensar, sino, si fuera posible, estimular a alguien a tener pensamientos propios”. Wittgenstein expresa con es- ta frase la esencia de la filosofia, al menos en el sentido en el que se entiende en este libro. La meta que Wittgenstein deseaba alcanzar con su obra es en realidad el fin que debe tener cualquier libro de filosofia. Ojala que este modesto libro consiga, en alguna medida —y guardando la proporcién debida con cualquier gran libro de filosofia—, “estimular a alguien a tener pensamientos propios’. Asi, toda discre- pancia del lector con las opiniones del autor constituira una invitacion a desarrollar sus propias concepciones sobre los problemas filos6ficos que aqui se comentan. Por supuesto el resultado sera mejor si el lector se propone abordar y es- tudiar algunos problemas filoséficos dentro de la infinidad que no se mencionan en el libro. Lo anterior es valido también para alguin fildsofo pro- fesional que acaso llegara a hojear este libro. Su indudable desacuerdo con mucho 0 con todo lo que aqui se plantea sera indicativo de que esta concepcién de la filosofia es correcta, y permitira, espero, que juzgue con piedad el atre- vimiento del autor de ofrecer esta manera —una entre otras— de acercarse a la filosofia. Al final de la lectura, espero también, el lector desechara el libro, habiéndose percatado de que, como he sugerido antes, constantemente esta enfrentando problemas filos6- ficos, ante los cuales debe tomar una actitud, la cual sera Unicamente responsabilidad de él 0 de ella. Pero el proble- ma de la responsabilidad también es un problema filosofi- Co, ante el cual el lector debera tener y desarrollar alguna concepci6n. Il En todas las culturas se inantienen creencias y conocimien- tos que permiten las actividades sociales y cotidianas, tales como producir, intercambiar, preparar y consumir alimentos. Pero qué son las creencias y los conocimientos?, :cudndo po- demos decir que sabemos algo y por qué? (“Cultura huaste- ca”, Diego Rivera, 1950.) 12 COMO ACERCARSE A LA FILOSOFIA Por ultimo, agradezco al Consejo Nacional para la Cul- tura y las Artes la invitacion para escribir este libro. Tam- bién agradezco a la revista Universidad de México, revista de la Universidad Nacional Autonoma de México, la autoriza- cién para utilizar materiales previamente publicados por ella. El primer capitulo esta basado en el articulo “La vida y la muerte, un anilisis filos6fico a la luz de la biologia”, que aparecié en el nimero 464, en septiembre de 1989; el apartado La racionalidad y la confrontaci6n de intereses y de visiones del mundo se basa en el articulo “La ofensa y el castigo”, publicado en el nimero 461, en junio de 1989; y el apartado E] cambio conceptual de la ciencia se basa en el articulo “Los cambios conceptuales de la fisica”, publicado en el nimero 463, en agosto de 1989, en colaboracion con Ana Rosa Pérez Ransanz, a quien agradezco su consentimien- to para utilizar este escrito. El capitulo La filosofia y la tec- nologia se basa en una ponencia escrita para el seminario “La innovaci6n tecnolégica en el contexto econémico con- temporaneo” organizado por el Centro para la Innovacién Tecnoldgica y la Facultad de Ciencias Politicas y Sociales de la UNAM, en octubre de 1990. 23, UN HECHO: LA MUERTE Y VARIOS PROBLEMAS FILOSOFICOS' LA VIDA Y LA MUERTE: LA DIMENSION BIOLOGICA odes sabemos que vamos a mo- rir. Pero, :sabemos qué es la muerte?, pueden la ciencia, la filosofia o la religion, ayudarnos a encontrar una respuesta a esta pregunta? Cada una de ellas tiene sus propias maneras de abordar la cuestion, y ofrece respuestas diferentes. El fenomeno de la muerte plantea una diversidad de pro- blemas. Un anilisis filos6fico puede ayudarnos a plantear- los correctamente y a ver con claridad desde donde se debe abordar cada uno de ellos, con qué elementos hacerlo y qué tipo de respuestas es razonable esperar. En particular, una 1 » be ‘ Este capitulo esta basado en el articulo “La vida y la muerte: un anilisis filos6fi oa la luz de la biologia”, publicado en Universidad de México, revista de la Univer sidad Nacional Autonoma de México, 464, septiembre de 1989. 15 LEON OLIVE reflexién filos6fica debe dejar en claro el papel de la cien- cia, su aleance y sus limitaciones, para la comprensién de la vida y la muerte. Por otra parte, debe establecer la esfera de legitima competencia del propio anilisis filosofico y, por consiguiente, indicar en donde comienza lo que esta mas alla de la reflexién racional: el campo de la mistica y de las religiones. En este capitulo ilustraré este tipo de anilisis filosdfico, comentando algunas ideas a la luz de la filosofia de la cien- cia, y de las propias ciencias contemporaneas, en especial la biologia y las ciencias sociales. fa biologia y el concepto de vida En una primera aproximacion, podemos pensar que el con- cepto de la muerte se refiere al fin de la historia particular de las entidades que tienen vida. Esta aproximacion esta en- tonces fuertemente ligada al campo de la biologia como cien- cia empirica, es decir, como una ciencia cuyo objeto de estudio esta formado por cuestiones de hechos. Uno de los problemas centrales de la biologia consiste en esclarecer el origen de la vida. Esto implica determinar cuando puede considerarse que tiene vida una cierta entidad, o las entidades de una cierta clase. En otras palabras, el pro- blema es decidir cuando puede aplicarse correctamente ¢ concepto de vida a algo. Para esto se requiere la elucida- cién del propio concepto de vida, asi como el estudio de su esfera de legitima aplicacion. Para el bidlogo, esto signi- fica que debe tener claro qué quiere decir cuando afirma que una cierta entidad tiene vida, y debe tener criterios bien establecidos para determinar si una entidad 0 una clase de entidades pertenecen al campo de estudio de su disciplina. 16 COMO ACERCARSE A LA FILOSOFIA El primer problema es tedrico, trata de la elucidacién de ciertos conceptos; el segundo es un problema empirico, trata de encontrar y delimitar el campo de la realidad al que se le puede aplicar correctamente el concepto vida, y para eso se requiere de la observaci6n y la experimentaci6n. Si desde la perspectiva de la biologia se entiende ala muer- te por oposicin a la vida, esto es, si se concibe ala muerte como el fin de una entidad que tenia vida, entonces lacomprensién del concepto de muerte y su correcta aplicacién dependen de que pueda establecerse con precision qué es la vida. Este problema es central para la biologia no sdlo en re- laci6n con el origen de la vida en el sentido evolutivo, sino también respecto a la determinaci6n del principio y el fin de la vida de los miembros de cada especie. En particular, para la medicina es fundamental poder determinar cuando puede decirse que ha surgido la vida, cuando esta amena: zada y cuando ha acaecido la muerte de las personas. Estas cuestiones tienen importantes consecuencias no solo en las ciencias, también las tienen en otras esferas, por ejemplo, en la moral. Pensemos en los debates acerca del aborto; las posiciones que se asuman dependeran en gran medida de la manera como se conciba la vida de los seres humanos, y de la decision que se tome acerca de cuando puede considerarse que surge una nueva persona. Asi, pa- ra la decision en torno a una cuesti6n moral, resulta perti- nente la elucidacién de conceptos y la determinacién de Cuestiones de hechos en el campo de la biologia. En el caso de muchos seres que pueden tener vida, es Posible determinar con relativa facilidad cuando estan vi- vos 0 muertos. En efecto, hay casos en los que seria poco Yazonable dudarlo, por ejemplo, después de que hemos aplastado a un insecto con la fuerza de todo nuestro cuerpo. 17 LEON OLIVE Sin embargo, existen situaciones en las cuales no es fa- cil determinar si ha Ilegado la muerte de algtin organismo. 2Qué ocurre cuando un organismo unicelular se divide en dos?, zmurio el original y nacieron dos nuevos? ¢Qué ocu- rre cuando todas las células de un organismo han cambia- do por completo?, se mantiene el mismo organismo, 0 en realidad es otro? ¢Qué es pues lo que importa para mante- ner la identidad de los organismos? Ademas, zes necesario restringir la aplicacion del térmi- no “muerte” solo a organismos, o puede aplicarse también a partes de los organismos? Usualmente pensamos que cuan- do muere una persona, todo su organismo muere, asi co- mo cada uno de sus 6rganos. Pero cuando algunos érganos se conservan por medio de procedimientos artificiales in- dependientemente del organismo del cual formaban par: te, gpodemos decir también que han muerto? O quiza esto no tenga sentido. Mas atin, gqué ocurre cuando se tras- planta un 6rgano?, el coraz6n, pongamos por caso; la per- sona a la que pertenecia ese corazén ha muerto, ey su corazon? Puede determinarse que un organismo unicelu- lar esté vivo 0 muerto, ¢pero no un érgano complejo? El campo de aplicacién del término “muerte”, pues, no esta bien delimitado, por la obvia razén de que no esta bien delimitado el legitimo campo de aplicacién del término “vida”. La situacion puede complicarse todavia mas: zs6lo de- be considerarse dentro del campo de aplicacién del térmi- no “muerte” —es decir, como susceptibles de morir— a los organismos? {No podria pensarse que las especies son tam- bién entidades que tienen una historia, nacen, crecen, se reproducen y mueren, es decir, que tienen vida y por con- siguiente también mueren cuando se extinguen? 18 COMO ACERCARSE A LA FILOSOFLA Todos éstos son problemas complejos para los cuales no existe una respuesta sencilla. En realidad he planteado el problema de la elucidacién del concepto de muerte en fun- cion del concepto de vida: para entender la muerte, tenemos que entender la vida. Nos quedamos con un problema tan formidable como del que partimos. ¢Hemos ganado algo? Al trasladar el problema de la com- prension de lo que es la muerte al de la comprension de lo que es la vida, y con ello ubicar el problema en el con- texto de la biologia, ganamos acceso a un terreno dentro del cual se cuenta ya con conocimientos bien establecidos, y donde también se conocen las reglas para seguir avanzando en la solucién de los problemas. En resumen puede proponerse lo siguiente: uno de los problemas de la biologia consiste en definir criterios para identificar los objetos que caen bajo su campo de estudio. Estos objetos, entendidos en sentido muy general como en- tidades y procesos, tipicamente presentan una tendencia a una organizaciOn de creciente complejidad. La misma bio- logia debe brindar una explicacién de cémo esto es posi- ble, asi como ofrecer los criterios para determinar cuando y por qué una entidad puede considerarse viva y, por con- Siguiente, qué significa que pueda morir y, de hecho, qué quiere decir que una de esas entidades esté muerta. Mas aun, para cada uno de esos tipos de entidades se debe definir con precision parametros para identificar sus funciones vi- tales, asi como los mecanismos que permiten la continuidad de esas funciones, al menos por cierto tiempo, y que mantenga una organizacion de la materia, que por lo general es ca- paz de mantener un nivel elevado de complejidad, quiza de aumentarla y de producir copias muy parecidas a ella, es decir, de reproducirse. Cuando un cierto nimero de estos 19 LEON OLIVE parametros alcancen valores por encima o por debajo de los niveles establecidos por la biologia, la entidad en cues- tin debera considerarse muerta, pues su identidad habra cambiado fundamentalmente. Esto es proponer criterios operacionales para decidir cuando ciertas entidades estan muertas, es decir, cuando han Ilegado a un estado que bien podriamos Ilamarle la muerte. La muerte, entonces, seria un estado definido por la ausen- cia de valores dentro de rangos bien establecidos, de las va- riables que corresponden a los parametros que identifican los signos vitales de las entidades que la propia biologia de- fine como vivas, estado que debe ser posterior a otros en los que esos parametros hayan tenido todos sus valores den- tro de los rangos establecidos para considerar a la entidad como viva. Esto significa que la muerte es el fin de la identidad de un objeto y que sdlo puede ocurrir a los seres vivos. He ilustrado hasta aqui una tipica labor filos6fica: la elu- cidacion conceptual y la discusién del tipo de problema al que remiten los conceptos en cuestién. Hemos visto que la pregunta: ¢qué es la muerte?, remite a un problema te6ri- co, pues se requiere precisar el significado de algunos con- ceptos y sus relaciones; pero existe también un problema empirico —cuya soluci6n requiere de procedimientos obser- vacionales y experimentales—, a saber, el de la determina- cién del campo de legitima aplicacién de los conceptos de vida y de muerte al mundo de la experiencia. La comprensi6n y la determinacién del tipo de proble- mas involucrados es una cuesti6n filoséfica. La afirmacién que dice que existe tal problema que es de tipo teérico, y tal otro de tipo empirico, es una afirmacién metacientifica, esto es, filos6fica. La solucién a ambos problemas, el teéri- 20 COMO ACERCARSE A LA FILOSOFIA co y el empirico, corresponde a la ciencia empirica de la biologia: el primero debera ser resuelto dentro de su nivel estrictamente tedrico, y el segundo requerira ademas el uso de sus procedimientos de prueba observacionales y experi- mentales. LA DIMENSION NORMATIVA Y VALORATIVA Hemos pasado el peso del problema y de la solucién sobre la pregunta: -qué es la muerte?, a la biologia. Pero esto slo ha sido posible a costa de hacer caso omiso de la concien- cia que puedan tener los seres de cuya muerte hablamos. En el caso de entidades complejas, como los animales mas desarrollados que tienen una organizacion neuronal com- pleja, y mas atin en los que existen muestras de conciencia, como en los individuos de la especie homo sapiens, cuando pensamos el problema de la muerte encontramos varias di- ficultades. Los seres con conciencia, al cobrar conciencia de la muer- te, pueden plantearse problemas en por lo menos tres nive- les: a) el de las cuestiones de hecho; 5) el de las cuestiones Valorativas y normativas; y c) el que algunos Ilaman metafisi- 0, y que aqui preferiré llamar simplemente filosdfico. En primer lugar, si suponemos la existencia y la concien- cia de un “yo” —dejando de lado el formidable problema de lo que pueda significar—, puede plantearse un genuino Problema filos6fico acerca de la muerte mediante la pre- gunta: :por qué debo yo morir? Esta pregunta adolece de una confusion conceptual, da- do que juega con la ambigiiedad del término “deber”. Por un lado, la pregunta se puede entender en el sentido de épor 21 Tee A PERIBVNT + incluso de aprender a aprender, y en general de darse ta de que se dan cuenta, sin por ello perder de vista que € un sustrato bioldgico. Ningtin modelo de persona ni dciedad de personas podra cumplir sus funciones si no idan y se comprenden aquellos niveles —de valores, mas, etcétera—, tareas que son tipicamente filosoficas, 1 dan cuenta de las interrelaciones entre estos niveles y Strato bioldgico; lo cual, evidentemente, requiere tam- Nun sdlido conocimiento bioldgico. En los individuos con conciencia es natural que surja la ciencia de la muerte y que cause curiosidad e inquietud. -€sa conciencia se pueden asumir muchas actitudes: a de ellas es la de simplemente encogerse de hombros; otra ‘Utud posible es la de angustiarse, y a partir de esa angus- rear sistemas filos6ficos que den cuenta de esa misma lencia y de sus consecuencias, y que pretendan orien- 31 EI sentido de la vida es algo que se debe dar desde una perspectiva personal, pero siempre estara condicionado por las creencias, los valores y las normas presupuestas por la per- sona que reflexiona sobre el sentido de su vida. (“El caballe- ro, la muerte y el demonio”, Alberto Durero.) 32 COMO ACERCARSE A LA FILOSOFIA tar las acciones a seguir, o desarrollar creencias religiosas tranquilicen; todavia otra actitud posible es la de desear rminar de inmediato la vida, o bien puede optarse por tra- dotarla de sentido pleno y desear vivirla lo mejor po- —de acuerdo con las creencias, valores y normas que para cada persona qué es lo mejor—; también se asumir la actitud de desear comprender la vida y la rte. Esta es sin duda una actitud racional para satis- la curiosidad y apaciguar la inquietud. Como primer para lograr esa comprensi6n conviene plantearse en se- pregunta ¢qué es la muerte? Pregunta que admite muy s interpretaciones. . . 23, LAS NORMAS Y LOS VALORES, LA MORAL Y LA POLITICA € otras cosas— la existencia de conjuntos de creencias, beres, de normas y de valores. : ‘odos estos elementos estan presentes en esferas que fundamentales en las sociedades, por ejemplo, en la mo- ¢l derecho y la politica. También estan presentes en ac- idades tipicas de nuestras sociedades modernas como lo son estigacion cientifica y tecnologica. Examinemos uno S tipos de elementos: las normas. ‘ Las normas pueden ser de diversos tipos, por ejemplo: dicas, como las contenidas en una constitucién o en 35 LEON OLIVE estatutos legislativos; morales, que prescriben lo que es mo- ralmente correcto en cierto contexto social, es decir, tienden a promover un tipo de comportamiento que en ese contexto social se considera como bueno; o bien metodologicas, las cuales indican lo que debe hacerse, por ejemplo, en con- textos de la investigacién cientifica y tecnologica. En todo caso las normas se expresan por medio de enunciados que indican algo que deberia hacerse en situaciones y contextos en donde la norma es pertinente. Pero si en todos los contextos sociales existen normas, podemos preguntarnos cémo es que la gente las acepta, por qué la gente esta en general dispuesta a obedecer esas normas, aunque puede ser el caso que en ocasiones alguna accion o algtin comportamiento de algunas personas no se confor- me a alguna norma especifica, es decir, que en ocasiones las normas vigentes en una sociedad sean quebrantadas o violadas, ya sean normas juridicas, morales o incluso meto- dologicas. E] problema en general del porqué se aceptan las normas es el problema de su aceptabilidad. El problema de la aceptabilidad de las normas presenta dos aspectos, lo cuales pueden apreciarse planteando dos preguntas fundamentales: 1. La primera de ellas seria, :por qué se han aceptado de hecho determinadas normas en cierto contexto social especifico? 2. La otra pregunta es, por qué es aceptable tal norma 0 tal conjunto de normas? Veremos que en un cierto sentido esta pregunta equivale a preguntarse, :por qué deberia yo hacer lo que la norma dice que debo de hacer? 36 COMO ACERCARSE A LA FILOSOFLA La primera pregunta debe responderse por medio de tudios empiricos, idealmente cientificos, los cuales deben ex- como y porqué surgieron tales y cuales normas en inado momento de cierta sociedad, y cual fue el pro- de su aceptacién. a segunda pregunta podria responderse de dos maneras, a seria en virtud de lo que se llaman razones prudenciales, es cir, en funcién de lo que conviene al sujeto que se plantea egunta, particularmente la norma se obedecera en fun- n de los premios que esa obediencia pueda traer consigo, orque se desee evitar los castigos que pueda implicar la obediencia de la norma. Por ejemplo, alguien puede con- que es conveniente cumplir con la norma que pro- e que su auto circule en la ciudad de México un dia a nana (norma impuesta a partir de invierno 1989-1990) or temor al castigo consistente en una multa fuerte y la stencion del auto; pero esta persona puede no estar con- de que la norma sea correcta porque piense que esa una medida eficaz para combatir la contaminacién, que esa persona valore mas la comodidad de disponer los dias de su auto, que una atmésfera menos conta- Sin embargo, existe otro tipo de respuesta a la pregunta qué deberia yo hacer lo que la norma dice que haga?, » que uno deberia obedecer la norma, no por temor al ni por la bisqueda de premios, sino porque since- ate se cree que es correcto hacer lo que la norma dice, jue se cree que la norma es correcta. Este segundo tipo de respuesta involucra un anilisis con- ‘al y una argumentaci6n para poner en claro por qué la €n cuestion es correcta. En este anilisis y en esta ar- 37 LEON OLIVE gumentaciOn se recurrira a ciertos valores fundamentales, en funci6n de los cuales se considera correcta la norma: por ejemplo, el valor que se otorga a la vida de las personas funda- menta la norma que prohibe matar a las personas, pues en funcién de aquel valor se considera que esta bien respetar la vida y que esta mal no hacerlo. Cuando nos preguntamos por qué esta bien o esta mal una norma o un sistema de normas, y pretendemos responder a esa pregunta median- te este tipo de analisis y de argumentacién, entonces estamos realizando un ejercicio filoséfico. Regresemos a la primera pregunta, la que plantea la cues- tin de por qué, de hecho, se han aceptado ciertas normas en contextos especificos. Esta pregunta se la plantean tipi- camente los historiadores, los politdlogos, los socidlogos, los antrop6logos; en general pues, se la plantean los cientificos sociales cuando intentan explicar la existencia de tal 0 cual sistema normativo, sea juridico, moral o metodolégico (este ultimo problema se le plantearia, por ejemplo, a los histo- riadores de la ciencia y de la tecnologia). El papel del cientifico social, qua cientifico, se alega con frecuencia, consiste en describir los sistemas normativos en cuestiOn y, en su caso, ofrecer explicaciones de la existencia, es decir, del porqué de la creaci6n, adopcion y supervivencia en cierto contexto y durante cierto periodo de tales siste- mas normativos. Este tipo de explicaciones con seguridad seran sumamente complejas y requeriran del enunciado de situaciones de hechos y de relaciones causales entre hechos, asi como de relaciones légicas y conceptuales entre creencias. Asi, una explicacién de por qué existe en México la cons- titucion politica que actualmente rige en el pais, tendra que ofrecer, para ser completa, entre muchos otros elementos, una explicacion del proceso revolucionario de 1910 y de 38 COMO ACERCARSE A LA FILOSOFIA la conformacién de un nuevo orden juridico en México con el Congreso Constituyente de 1917. Pero tendra que ofre- cer explicaciones también de las fuerzas politicas, econ6- micas y sociales en juego, de las concepciones politicas y filos6ficas, es decir, de las creencias de tipo politico, social y filosdfico que se enfrentaron en dicho Congreso Consti- tuyente, y tendra incluso que explicar por qué prevalecieron tales y cuales concepciones que quedaron plasmadas en esta constituci6n, concepciones acerca de la nacién y su sobera- nia, del manejo de los recursos naturales por parte del Es- tado, de los derechos de los ciudadanos y en particular de grupos especificos de ciudadanos, como los trabajadores, etcétera. Es cierto que todas estas explicaciones podrian ofre- cerse tratando de dejar de lado la pregunta acerca de si ese sistema normativo, la Constitucién de 1917 en nuestro ejem- plo, es mejor que las anteriores constituciones, 0 si es mejor que las constituciones de otros paises. No obstante, siempre es posible plantear esa otra pre- gunta, la pregunta acerca de si un cierto sistema normativo €s mejor que otro, si un determinado cédigo moral es mejor que otro, o si una constitucién dada es mejor que otra, es la pregunta evaluativa acerca de los sistemas normativos. Esto nos lleva al problema ya no de por qué de hecho se aceptan Ciertos sistemas normativos, sino al problema de por qué son aceptables ciertos sistemas normativos y de si existen grados de aceptabilidad, es decir, si ciertos sistemas 0 ciertas nor- mas son mas aceptables que otras. El problema de la acepiabilidad es pues el problema de per qué aceptar cierta norma 0 cierto sistema de normas, de cémo elegir entre normas o sistemas de normas alterna- tivos, y aceptar que uno debe actuar conforme a tales normas y sistemas de normas. 39 LEON OLIVE Esta segunda pregunta ya no se plantea a un observador externo, sino que se plantea desde dentro del sistema en cuestiOn. Para aclarar este problema imaginémonos ahora en el lugar de un delegado en un congreso constituyente. El delegado defendera la inclusién de ciertas normas y rechazara otras, y para defender las que él propone o le parecen acep- tables, mientras no siga dogmatica y ciegamente consignas de algtin grupo o partido politico, tendra que argumentar a su favor, y su argumentacién tendra que apelar a concep: ciones de la naturaleza humana, acerca de la moral, de la justicia, de las instituciones sociales, etcétera, es decir, ten- dra que recurrir a valores ultimos. Esto es evidente si pensamos, por ejemplo, en las nor- mas relativas a problemas como el divorcio, el aborto 0 los derechos humanos; el delegado no enfrenta el problema de explicar por qué de hecho se aceptan tales y cuales normas, y tampoco se espera que defienda sinceramente ciertas normas sin argumento alguno, y simplemente que confie en que esas normas se impondran porque quienes no las obedezcan seran castigados; lejos de eso, el delegado esta en la situa- cion de proponer ciertas normas como las mejores, como las que son aceptables, y quiza como las més aceptables entre varias posibilidades. En este sentido, aunque el delegado jue- gue un papel politico, la defensa y el rechazo que haga de ciertas normas debera sustentarse en concepciones filosdficas, pues tendra que recurrir al tipo de concepciones y valora- ciones basicas que ya mencionamos respecto a la naturaleza y condicion humanas, acerca de la justicia, de los deberes de los estados y de los ciudadanos en funci6n de la natura- leza de las personas y de las sociedades, etcétera. Claro esta que de hecho muchas veces se promulgan constituciones y sistemas normativos juridicos con base en 40 COMO ACERCARSE A LA FILOSOFIA decisiones arbitrarias, como las constituciones que se promul- gan después de un golpe militar y con la fuerza de los tanques. Pero existen situaciones parecidas a la ideal que describi antes. En ese momento el delegado constituyente esta en una situaci6n en la que se pone de manifiesto el problema filos6- fico de la aceptabilidad de las normas. Idealmente el delegado debe argumentar y ofrecer razones para convencer racional- mente a los demas delegados para que se adopten tales y cuales normas, y esas razones partiran de concepciones filos6ficas. Lo mismo ocurre en el caso de la moral. De hecho existen sistemas morales en las sociedades, los cuales incluyen nor- mas y valores. Si nos preguntan las razones por las cuales aceptamos como personas determinadas normas morales, entonces deberemos ofrecer razones del estilo de las que ya hemos mencionado, por ejemplo, ciertas concepciones acerca de la condici6n humana, ciertas razones que nos hacen considerarnos sujetos morales y obligados a actuar moral- mente, ciertos valores fundamentales como el derecho y el Tespeto a la vida, etcétera. Este problema es diferente del que se le plantea al cien- tifico social que trata de describir la moral dominante en cierta sociedad y época. E] puede describir ese sistema moral € incluso ofrecer explicaciones del motivo por el cual se adopt6 tal moral, por ejemplo en México durante el siglo XVI, pero no tiene que comprometerse con la aceptabilidad de las normas que describe, es decir, él no tiene que ofre- cer razones para aceptar las normas que fueron aceptadas €n la sociedad que estudia. En cambio algtin individuo de €sa sociedad en la época correspondiente, si hubiera sido Cuestionado acerca de por qué acepta tales normas, hubiera debido ofrecer razones, y al hacerlo, hubiera tenido que ex- Plicitar algunos de sus supuestos filoséficos. 41

Potrebbero piacerti anche