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Situación del sector Foresto Industrial en la Provincia de Misiones.

Ing. Alejandro Bompadre.

Si consideramos a Corrientes y Misiones como región, podemos asegurar que desde hace muchos
años los industriales correntinos se abastecen de madera originaria de la provincia de Misiones, en
especial a lo referido a madera de montes implantados.

Es importante discutir sobre el éxodo industrial hacia la provincia de Corrientes por parte de
industriales misioneros, pero tenemos que considerar que se trata de cuestiones coyunturales y
políticas estacionales que marcan, nuevamente, la poca claridad de los gobernantes de turno con
respecto a la dinámica del negocio forestal.

Debemos establecer estrategias conjuntas, para incluso poder plantear a la Nación que el sector
forestal no sólo puede ser una solución para las economías regionales, sino para muchos problemas
del país.

Como parte de un plan estratégico conjunto, es muy importante aplicar medidas tributarias para
proteger la materia prima que se produce en la región, y operar como bloque productivo, ya que
cada una de las provincias tiene sus ventajas productivas y competitivas.

Uno de los argumentos principales de los empresarios misioneros que reclaman una rebaja tributaria
para “no irse a Corrientes” es que en esa provincia la presión fiscal es mucho menor.
Como todo proceso dinámico, Corrientes tiene ventajas competitivas por el tipo de extensión
forestal, ligada a la geografía del terreno y la amplitud de calidad de sitio. La ganadería dejó de ser
lo más rentable y por eso se venden los campos a precios más que atractivos si los comparamos
con precios internacionales.

Otra diferencia importante es que en Corrientes hay grandes latifundios entonces se venden 300 ó
400 hectáreas que son aptas para la forestación y en Misiones hay minifundios. La ley 25.080 (de
incentivos forestales) más otros instrumentos locales hicieron que sea atractivo estar cerca de estas
tierras para atraer inversiones.

Debemos unificar criterios, porque estructuralmente padecemos los mismos problemas para poder
fortalecer la renta local. Corrientes no grava porque no tiene grandes industrias, es una provincia
que debe fomentar la inversión, ya que no hay desarrollo industrial en Corrientes.

Debemos considerarnos como región y resolver los problemas como una cuenca forestal, los
impuestos distorsivos como Ingresos Brutos deben desaparecer o ajustarse para hacer más
competitiva a la industria.

Corrientes y Córdoba

La provincia de Corrientes se está convirtiendo en un "boom forestal" dado que se ha posicionado


como una provincia netamente forestal y cuenta, por parte del Gobierno correntino, con todo el
apoyo necesario para la forestación.

En Córdoba se lanzó el plan de forestación para revertir la media de 200 hectáreas que se plantan en
promedio por año, al margen de la ley 25.080 que otorga el subsidio por plantación, raleo y poda,
el Gobierno cordobés genero un proyecto para aportar otro subsidio por hectárea plantada para
poder llegar en diez años a las 100 mil hectáreas forestadas en la provincia.

En Misiones luego de la devaluación, la industria logró colocar la producción en el exterior, por lo


que el mercado interno quedó desprotegido y, en ese marco, Córdoba comenzó a ganar terreno,
cuando se quiso retornar al mercado nacional, ante la crisis de EEUU, el mercado ya estaba
ocupado.
Falta madera

De un tiempo a esta parte, el sector industrial maderero está planteando la falta de materia prima
en la provincia y varios aserraderos de la zonas Centro y Sur ya estimaron cerrar sus industrias en
los próximos años.

La crisis desatada por las hipotecas de EEUU produjo un parate industrial importante lo que ocasiono
una fuerte disminución de la demanda de materia prima y por consiguiente generando una falsa
oferta o sobreproducción.

La situación fue planteada desde la Asociación de Madereros, Aserraderos y Afines del Alto Paraná
(Amayadap) donde plantearon a fines del año 2008 que "indudablemente muchos aserraderos va a
tener que cerrar. Con seguridad no todos van a poder pagar los costos cada vez mayores de la
materia prima".

Otro de los hechos que se vienen registrando es el ingreso de madera de la provincia de Corrientes.
Incluso se vende a esta provincia y a Córdoba como "el boom" forestal en los próximos quince años.
Sin considerar que Corrientes no posee industria celulosa y por consiguiente el 80 % de la madera
generada en los raleos es absorbida por APSA o PM.

Un polo con stock de forestaciones es la condición necesaria para el desarrollo de la industria, y no


al revés; de allí lo de Corrientes o incluso lo de Córdoba, para optimizar los rendimientos debe
existir, además del aserradero, alguna actividad de triturado para no tener que quemar el 50 por
ciento de los rollos.

Lo peor que podría pasar es que haya plantaciones sin uso industrial, como hasta ahora pasa en
Córdoba o Río Negro, o sobre la ruta nacional 14. Mientras los actores industriales no enfoquen la
cuestión de la necesidad de plantar, se darán estos fenómenos; es de esperar que haya grandes
inversiones industriales cerca de las plantaciones, y eso ocurrirá tarde o temprano en Corrientes.

Industria del papel al límite de su capacidad

La irregularidad de los incentivos al cultivo forestal en la Argentina, en las últimas décadas muestra
hoy su costo: a las industrias de la provincia les es cada vez más difícil conseguir materia prima para
trabajar. Así es el caso de una empresa testigo en la producción de papel en la provincia que esta
trabajando al límite de su capacidad instalada y tener fuertes condicionantes para expandir su
producción ante la escasez de materia prima en la provincia.

A partir del año 2007 PM encaro un agresivo plan de implantación forestal buscando garantizar a
futuro su abastecimiento de materia prima.

Si alguien hoy tuviese que plantearse la posibilidad de hacer una planta de celulosa en Misiones, no
lo podría hacer porque la materia prima es escasa.

Según recientes datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) en el país las
industrias de elaboración de cartón y papel registran un nivel de 86 % de ocupación de su capacidad
instalada. De esta manera en el ranking industrial, se ubican en segundo lugar debajo de las
metálicas básicas que sostienen la demanda interna y externa trabajando con el 97 % de su
capacidad instalada.

Cabe destacar, que según diversos economistas trabajar por encima del 70 por ciento de la
capacidad industrial de las empresas ya significa estar al límite.

En el caso de la industria del cartón y papel, su suerte no sólo está atada a la mayor inversión en
cuanto a maquinaria de manufactura y de un mayor número de empleados, sino que requieren de
una ampliación en el abastecimiento de materia prima. Algo que en el caso de Misiones no mejoraría
hasta el 2013.

Situación Forestal Brasil – Argentina (Misiones - Corrientes )

Lo que pasa en Brasil con la falta de madera es mucho más grave que en Argentina y puede servir
de lección. Misiones y el noreste de Corrientes abarcan un área total de casi 500 mil hectáreas, con
una variación de un 20% hacia arriba o abajo. El tema más importante es que la Argentina cuenta
con un millón de hectáreas y que un 50% está en esta región.

La distribución geográfica de los bosques plantados en Misiones muestra que al norte está
concentrada el área forestal y en el centro-sur hay muchas manchas de bosques plantados -igual
que en el noreste de Corrientes- lo que comprueba la gran participación de pequeños productores
forestales. No se tiene un dato confiable, pero se estima que son entre 8 y 10 mil pequeños
propietarios forestales con áreas de entre 20 y 25 hectáreas. El tema es que esa madera esté
disponible en el mercado.

También resulta importante destacar que el 85% de las plantaciones son pinos, eucaliptos y pino
Paraná. Es muy pequeña la participación de otras especies. Un 50% de toda el área de los bosques
plantados en Misiones y en el noreste de Corrientes está concentrado en grandes y muy grandes
propiedades. Solamente un 20% está concentrado en los medianos propietarios, que son empresas
con 200 a 2.000 hectáreas. El 30% de toda el área está concentrada en los pequeños productores
forestales, con áreas de menos de 200 hectáreas. Mucho se habla de la concentración de los grandes
productores forestales pero también hay una gran participación de los pequeños, si puede decirse
que de 200 a 2.000 hectáreas son pequeños. Este es un dato que me parece muy importante y
quizás haya que profundizarlo un poco más.

En el 30% del área plantada en Misiones predominan los pequeños productores. No se tiene un
censo y recién este año estará disponible el SIFIP (Sistema de Información Foresto Industrial de la
Provincia). Este 30 % corresponde a productores forestales independientes y sus negocios no tienen
vinculación con la industria forestal: producen exclusivamente madera en rollo.

Es un modelo muy parecido al de los países escandinavos. En Finlandia el 80% de la producción de


madera, algo así como 80 millones de metros cúbicos, viene de los pequeños productores forestales.
¿Cómo hace para llegar a la industria esa cantidad de metros cúbicos que vienen de los pequeños
productores forestales? Solamente con logística se puede acceder a esa madera de los pequeños
productores forestales, de otra forma es imposible.

En Brasil es un tema que hoy provoca una discusión muy fuerte: cómo promocionar a los pequeños
productores forestales para que suministren madera para la industria forestal.

La industria hoy en Brasil tiene empresas con 300 mil hectáreas y hay algunos aspectos legales que
impiden a esas empresas expandir sus áreas. La alternativa que se está buscando son los pequeños
productores forestales.

También es importante comprender cuál es la capacidad de producción sustentable de los bosques


plantados en la región. Si consideramos que el área tiene un incremento anual promedio de 26 m3
anuales, la capacidad de producción sostenida de la región son 12 millones de m3 anuales (más de 8
millones en Misiones y casi 4 millones en el noreste correntino), esto quiere decir que si toda la
madera cortada se plantara nuevamente, se tendría una capacidad de producción sostenida de 12
millones de m3.

Hoy en la región se consumen 4 o 5 millones de m3, aunque los números disponibles no son muy
ajustados. Hay un excedente físico de 4 millones que pueden no estar accesibles, pero el volumen
físico existe y el tema es cómo posibilitar el suministro a partir de esa masa boscosa, porque las
grandes empresas tienen su madera comprometida en sus proyectos industriales. ¿Cómo hacen los
productores forestales que no están integrados a la industria para poner esa madera en el mercado?
Es la gran discusión.

La fuente de abastecimiento de los aserraderos de Misiones y Corrientes es un 56% suministro de


terceros, solamente un 20% tiene bosque propio y un 25% está basado en bosque propio y provisión
de terceros. La mayoría de los aserraderos pequeños y medianos están basados en suministro de
terceros.

Aquí hay una proyección de la demanda futura de rollos de Misiones. Se espera que en 2015 -según
los proyectos de Arauco, CMPC y algunos otros que se consoliden- habrá un consumo de 2 millones
de m3 de madera anuales.

Hoy Brasil esta atravesando una crisis muy fuerte porque no se hizo ninguna planificación
estratégica para el futuro que se venía. Por eso las autoridades argentinas tienen que pensar más
estratégicamente el tema del suministro de madera. Si hay un excedente, hay que volverlo factible
para la industria. La Argentina tiene que comenzar a pensar ahora lo que hará en el futuro.

La situación en Brasil está mucho más complicada que aquí. Brasil cuenta con tres millones de
hectáreas de bosque de pino y casi cuatro millones de eucalipto. El pino es básicamente utilizado por
la industria de madera sólida, contrachapado, madera aserrada, remanufactura, molduras. El
eucalipto se va como carbón vegetal de las industrias siderúrgicas en Minas Gerais, sin poder cumplir
con la demanda generada por la industria y otro tanto se va en fibra de pulpa de la que Brasil es un
importante exportador. Todo esto ha sido plantado en 20 años, a partir de 1966 hasta 1986 con el
Programa de Incentivo Forestal.

El suministro de pino está basado en cinco o seis empresas, papeleras la mayoría de las veces, que
disponen de los excedentes de madera. Las empresas papeleras en Brasil no están integradas como
hay algunos casos en la Argentina: la mayoría tienen solamente la planta de pulpa, por eso los rollos
más gruesos se ponen en el mercado, que está muy concentrado. Es un pull que todos los meses se
pone de acuerdo y fija los precios.

La industria de madera sólida tampoco es integrada: son productores, aserraderos o plantas de


remanufactura independientes. Son pocas las empresas que tienen plantaciones forestales. Todo
está basado en suministro de madera a partir de terceros.

Hoy el gran tema en Brasil es el abastecimiento. Lo llamamos el "apagón forestal". La falta de


madera ha limitado el mantenimiento de los niveles actuales de producción. En algunas regiones
tienen que buscar madera a más de 200 kilómetros de distancia, lo que significa un costo adicional
de 15 a 20 dólares por m3. El precio del rollo de pino ha crecido un 150% en los últimos dos años,
mientras que la inflación oficial fue del 40%. Esto ha limitado nuevas inversiones. La industria
papelera y de madera sólida tiene una previsión de inversión en Brasil hasta 2012 de 9 mil millones
de dólares y parte de las mismas están comprometidas por la falta de madera y las restricciones
ambientales a la extensión del área de bosques que dificulta la ampliación del área forestal.

Veamos el impacto de los precios. La inflación acumulada desde enero de 2000 es de un 40%, como
mucho un 50%, y el precio de rollo ha crecido un 80%. La madera aserrada ha crecido un 110% y la
madera laminada un 130%. En Brasil han tenido que hacer el raleo y poner la madera al sol porque
no había ninguna persona que quisiera sacar el raleo. Ahora los precios subieron y todos están
necesitando madera. Hay empresas rebobinadoras que están rebobinando rollos de pinos de 20
centímetros de diámetro. Las fajas de diámetro de comercialización se están achicando mucho más:
antes eran de 15 a 25 y ahora son 15 a 18, 18 a 22, 22 a 25, 25 a 30. Se está achicando y cada
clase tiene un precio mayor.

En Brasil el precio del rollo aserrable está alrededor de 30 a 32 dólares el m3, en Chile más o menos
está en 35, en Nueva Zelanda y Canadá está en 75. Pienso que argentinos y brasileños somos muy
ineficientes. Tenemos que desarrollar mucho nuestras industrias para alcanzar una competitividad
como la de Estados Unidos.

El gobierno brasileño está pensando que no va a conseguir mantener los niveles de exportación
actuales. Hoy Brasil está exportando unos 6 mil millones de dólares en productos forestales y la
tendencia es que hacia 2008 las mismas comiencen a bajar, principalmente las de productos de
madera sólida. La pulpa de papel, que es un 50% de esas exportaciones, se va a mantener, pero
molduras, madera aserrada, tableros y muebles será muy difícil que sostengan los actuales niveles.

En el año 2008 han entrado en Brasil 7 mil m3 de madera aserrada de la Argentina para
poder atender la industria del mueble.

La proyección del balance entre oferta y demanda de muebles de pino en Brasil muestra un déficit
de 3 millones de metros cúbicos. La pregunta de hoy es dónde buscar esos 3 millones de metros
cúbicos faltantes. Brasil está cortando el stock futuro de madera.

Dentro de este contexto la situación es favorable para la Argentina. La oferta por ahora no es
limitante, aunque lo podrá ser en un futuro. El gran problema de Misiones es que no se conoce lo
que tiene.

La Argentina hoy tiene posibilidades frente al "apagón forestal" de Brasil y puede ocupar el mercado
doméstico brasileño que, por ahora, está muy deprimido. Si empezase a crecer sólo 1 o 2% al año,
el déficit de madera se complicaría mucho más. Por ello, el problema de Brasil puede significar una
oportunidad para la Argentina, que además podría ocupar el mercado internacional. Brasil es hoy el
principal exportador de contrachapado de pino pero no va a poder sostener los niveles actuales de
exportación y esto será en un corto plazo (dos o tres años).

Por último, dejo un interrogante: ¿por qué no tener en cuenta cómo atraer a las empresas
brasileñas? ¿Por qué no crear mecanismos para que lleguen las inversiones forestales de Brasil hacia
la Argentina y que hoy se están yendo para Uruguay?

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