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perdonar
verbo transitivo
1. disculpar olvidar una falta u ofensa recibida Me molest que mintieras, pero te perdono.
2. absolver dejar libre a una persona de una obligacin o castigo Les perdon su castigo.
3. renunciar una persona a algo apetecible No importa que pase, jams perdona la siesta.
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Efesios 4:32 dice; Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos,
perdonndoos unos a otros, como Dios tambin os perdon a vosotros en Cristo.
Introduccin
Todos nos hemos hecho algo indebido, ofendido y pecado contra
alguien en algn punto de nuestra vida.
Cmo debemos responder cuando ocurren tales ofensas? De acuerdo
con la Biblia, debemos perdonar.
Igualmente Colosenses 3:13 declara, soportndoos unos a otros, y
perdonndoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que
Cristo os perdon, as tambin hacedlo vosotros.
Desarrollo
La clave en ambos pasajes de la Escritura es que debemos
perdonar a otros, como Dios nos perdon a nosotros.
Por qu perdonarlos?
Porque nosotros hemos sido perdonados!
El perdn sera sencillo si slo tuviramos que concederlo a
aquellos que lo piden con pena y arrepentimiento.
La Biblia nos dice que debemos perdonar a aquellos que pecan
contra nosotros, sin condiciones.
El negar el sincero perdn a una persona, demuestra resentimiento,
amargura y enojo, ninguna de los cuales deben ser las caractersticas
de un cristiano.
En el Padre Nuestro, le pedimos a Dios que perdone nuestros pecados,
as como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. (Mateo 6:12).
Jess dijo en Mateo 6:14-15, Porque si perdonis a los hombres sus
ofensas, os perdonar tambin a vosotros vuestro Padre celestial; mas
si no perdonis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os
perdonar vuestras ofensas. A la luz de otras Escrituras que hablan
del perdn de Dios, Mateo 6:14-15 es la que mejor explica que la gente
que se niega a perdonar a otros, realmente no han experimentado el
perdn de Dios en ellos mismos.
Siempre que fallamos, al desobedecer uno de los
mandamientos de Dios, pecamos contra l. Siempre que hacemos
dao a otra persona, no slo pecamos contra ella, sino tambin contra
Dios. Cuando vemos la enorme misericordia de Dios al