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Participación Campesina para una Agricultura


Sostenible en Países de América Latina. PP 7

Indice

ISSN 1020-2501

PARTICIPACION POPULAR 7

Basado en el trabajo efectuado por


Beatriz B. Galán

ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA


ALIMENTACION
Roma, 1994

Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen


presentados los datos que contiene no implican, de parte de la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, juicio alguno sobre la condición
jurídica de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la
delimitación de sus fronteras o límites.

M-61
ISBN 92-5-303519-6

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en cualquier forma o por cualquier procedimiento (electrónico, mecánico,
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Director de Publicaciones, Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación, Viale delle Terme di Caracalla, 00100 Roma, Italia.
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© FAO 1994

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Indice

PREFACIO

RESUMEN

I. INTRODUCCION

II. LAS ORGANIZACIONES CAMPESINAS EN AMERICA LATINA

1. Tipología de organizaciones campesinas

1.1. Comunidades campesinas


1.2. Cooperativas agrarias
1.3. Formas organizativas creadas en el marco de la
reforma agraria

1.3.1. Ejidos
1.3.2. Organizaciones campesinas
productivas creadas por la reforma agraria

1.4. Sindicatos y Federaciones de trabajadores rurales y


campesinos
1.5. Organizaciones de mujeres rurales
1.6. Otras formas de organización local

III. LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES (ONG's) EN EL


SECTOR CAMPESINO EN AMERICA LATINA

1. ONG's promocionales

1.1. Concepto y objetivos

2. Categorías de ONG's promocionales


3. Algunos ejemplos de ONG's promocionales en América Latina

IV. LA PARTICIPACION CAMPESINA Y SUS POTENCIALIDADES PARA UNA


AGRICULTURA SOSTENIBLE EN AMERICA LATINA

1. Condiciones primarias
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1.1. Planificación agropecuaria descentralizada


participativa
1.2. Capacitación campesina en un sistema
descentralizado
1.3. Promoción de las organizaciones campesinas

2. Otras condiciones

2.1. Reorientación institucional. Descentralización del


Estado
2.2. Revitalización e integración de organizaciones
campesinas
2.3. Definición del papel de las ONG's en el diálogo
campesinos/Gobierno

3. Limitaciones para la participación campesina

3.1. Limitaciones de las organizaciones campesinas


3.2. Limitaciones de las relaciones campesinos/ONG's
promocionales
3.3. Falta de mecanismos para el diálogo entre
Gobierno/ONG's/organizaciones campesinas

4. Marco internacional para la ADRS en relación con la participación


campesina

4.1. Declaración de Den Bosch


4.2. Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio
Ambiente y Desarrollo (CNUMAD). Programa 21

V. ORIENTACIONES DE PROGRAMAS DE PROMOCION DE LA


PARTICIPACION CAMPESINA

1. Actividades y Programas de la FAO en su colaboración con las


ONG's

1.1. Conferencias, Consultas y otras reuniones


internacionales
1.2. Proyectos y programas de trabajo de la FAO con
ONG's

2. Proyectos de otras organizaciones internacionales relacionados


con la colaboración con ONG's

2.1. Programa Mundial de Alimentos (PMA)


2.2. Organización Internacional del Trabajo (OIT)
2.3. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD)
2.4. Fondo Internacional de Desarrollo Agrario (FIDA)
2.5. Banco Mundial (BM)

3. Obstáculos en la ejecución de proyectos participatorios


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VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

BIBLIOGRAFIA

PREFACIO
En América Latina la participación de los sectores más pobres de la población
rural en las instituciones y en los sistemas que los gobiernan aparece en los años
90 como un elemento fundamental en los esfuerzos para lograr una agricultura y
un desarrollo rural sostenibles.

Ya desde la Conferencia Mundial de Reforma Agraria y Desarrollo Rural en 1979,


se abordan en forma integrada los problemas relativos a una mayor producción de
alimentos, a la distribución equitativa de los ingresos y a la participación de la
población rural pobre (hombres y mujeres) en el proceso de desarrollo.

Pero a partir de 1991, con la aprobación por la Conferencia de la FAO del Plan de
Acción sobre Participación Popular en el Desarrollo Rural y a raíz de la
Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (R ío de
Janeiro, 1992), se está dando mayor importancia a los enfoques participatorios en
el desarrollo rural. Estas acciones constituyen un paso importante hacia el
reconocimiento de la participación organizada de los campesinos como elemento
esencial de las estrategias para promover una agricultura sostenible.

Dentro de ese contexto se ha elaborado el presente documento por la Dra. B.


Galán bajo la supervisión del Sr. W. Polman, Oficial de Organizaciones Rurales en
la División de Recursos Humanos, Instituciones y Reforma Agraria en el que se
analizan las diferentes clases de organizaciones campesinas de base y de
organizaciones no gubernamentales dedicadas al desarrollo rural tomando en
cuenta las experiencias de la FAO en el trabajo con las mismas. Su objetivo es
proponer problemas clave y recomendaciones que puedan interesar al desarrollo
rural participatorio y a la vez proteger los recursos naturales de la Región.

RESUMEN
En la mayor parte de los países de la Región la base de los recursos naturales
está gravemente afectada. La pobreza rural es general, siendo a la vez causa y
consecuencia del agotamiento de esos recursos y de la desnutrición. La
participación escasa de los actores de base, (pequeños productores, trabajadores
rurales, campesinos sin tierra, indígenas y otros grupos postergados del agro)
particularmente mujeres, en la gestión adecuada de las actividades agropecuarias
ha sido un factor limitante para conseguir la producción agrícola sostenible.

Las diversas formas ancestrales de autogestión campesina vienen sufriendo


procesos de desintegración por falta de planificación y de servicios. En la mayoría
de los países de la Región la planificación de las actividades del sector público
agropecuario es vertical y centralizada (“de arriba hacia abajo”), con poca
participación de la población local y en especial de los sectores más pobres y de
las mujeres. Además falta capacitación tanto en funcionarios como en los propios
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representantes de las organizaciones campesinas, situación que dificulta el


diálogo fluido entre Gobierno/ONG's/organizaciones campesinas.

No obstante el bajo nivel organizativo de los agricultores de la Región hay gran


variedad de grupos desde comunidades indígenas hasta consejos comunales,
sindicatos y cooperativas registradas. Asimismo existen organizaciones
productivas creadas por la reforma agraria, pero en general no pudieron
consolidarse como entes autónomos y estables.

Existen en los diversos países ONG's promocionales que actúan como


organismos autónomos intermediarios entre los gobiernos, las agencias
internacionales y las organizaciones de base en beneficio de la población rural
pobre, con un enfoque alternativo. Pero esas organizaciones suelen estar
descoordinadas y en competencia entre ellas, con problemas de falta de
capacitación y fallas en la evaluación y seguimiento de los proyectos.

La FAO desde sus orígenes viene preocupándose de la participación popular y en


diversas Conferencias, reuniones internacionales y otras actividades desarrolla el
marco internacional viable para promover dicha participación. La Carta del
Campesino (aprobada por la Conferencia Mundial de Reforma Agraria y
Desarrollo Rural (CMRADR) en 1979) destacó la importancia de emprender
proyectos de participación popular recomendando descentralizar el proceso de
adopción de decisiones.

El Plan de Acción sobre Participación Popular en el Desarrollo Rural (aprobado


por la Conferencia de la FAO en 1991) y el Programa 21 (firmado en la
Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD),
Río de Janeiro, 1992), consideran a la participación popular como un instrumento
básico para alcanzar el desarrollo sostenible.

Dentro del Marco de Programas Cooperativos Internacionales para una


Agricultura y Desarrollo Rural Sostenibles, la FAO está trabajando estrechamente
con gobiernos y ONG's para alcanzar una colaboración y diálogo tripartito entre
Gobiernos, ONG's y organizaciones campesinas en la planificación, ejecución,
seguimiento y evaluación de actividades de desarrollo agropecuario.

Para lograr esa colaboración y diálogo tripartito se recomienda, entre otras


medidas:

- la adopción de un marco juridico-institucional que permita la


descentralización de la planificación a nivel regional y local
promoviendo la participación efectiva de las organizaciones
campesinas;

- la promoción de la organización de grupos rurales de base mediante


actividad conjunta de gobiernos locales (en distritos, comunas) y de
ONG's promocionales para fortalecer la capacidad del sector privado,
particularmente de las organizaciones campesinas en la gestión de
los recursos naturales; y

- la prestación de asistencia técnica a las organizaciones campesinas


para su participación institucionalizada en una agricultura sostenible y

- la capacitación de funcionarios y representantes de las


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organizaciones campesinas y ONGs;

- la promoción de redes de organizaciones campesinas, ONGs y otras


organizaciones rurales para fortalecer la participación popular en el
desarrollo agropecuario sostenible en la Región.

I. INTRODUCCION
La participación campesina fue uno de los temas centrales de la estrategia de
desarrollo trazada por la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria y Desarrollo
Rural (CMRADR) celebrada en Roma en 1979. La Declaración de Principios y
Programa de Acción (Carta del Campesino), aprobada en el evento, subrayó la
importancia de emprender proyectos en que la participación de la población
juegue un papel estratégico significativo en los esfuerzos de desarrollo rural,
recomendando descentralizar el proceso de adopción de decisiones. La CMRADR
indicó la relación entre participación, redistribución del poder económico y político
en favor de los campesinos y sectores marginados y erradicación de la pobreza
rural (44).

A pesar de que el crecimiento con equidad, la participación popular y la


sostenibilidad son postulados que están presentes en Latinoamérica, el análisis
empírico arroja un resultado desalentador. Ningún país de la Región logró el
crecimiento económico con niveles aceptables de equidad social. La crisis de los
años 80 y los programas de ajuste estructural provocaron el estancamiento
económico y la pobreza, especialmente en el sector rural.

Conforme a los datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) la


magnitud de la pobreza en los hogares rurales en 1990 llegó al 53% y dentro de
ese porcentaje un 30% correspondió a indigentes, es decir a aquellos cuyos
ingresos son inferiores al costo de una canasta básica de alimentos (4 y 5).

La pequeña agricultura, que ocupa un 20% del total de las tierras incorporadas al
agro en América Latina, contribuyendo con sus propias semillas y tecnologías y
trabajando en las peores tierras, produce una parte importante de los alimentos
que se consumen en la Región. A mediados de la década de los años 70, el 41%
de la producción agrícola destinada al consumo interno estaba realizada por los
pequeños agricultores que producían, además, un 32% de los bienes agrícolas
exportables (28). Esto ocurre claramente en los ecosistemas frágiles de la Región,
hacia donde han quedado relegados los pobres, particularmente mujeres
(minifundistas, campesinos marginales, trabajadores agrícolas sin tierra,
trabajadores de las plantaciones, pequeños pescadores) en su lucha por la
subsistencia.

La pobreza generalizada en el sector, es muchas veces causa pero también


consecuencia del agotamiento de los recursos naturales y de la desnutrición. El
Plan de Acción para la Nutrición, aprobado por la Conferencia Internacional sobre
Nutrición, celebrada en Roma en 1992, señala la necesidad de emplear medidas
sostenibles para asegurar el suministro de alimentos suficientes e inocuos sin
poner en peligro la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras
(26).

La FAO ha definido la sostenibilidad como “la ordenación y conservación de la


base de recursos naturales y la orientación del cambio tecnológico e institucional
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de tal manera que se asegure la continua satisfacción de las necesidades


humanas para las generaciones presentes y futuras. Este desarrollo viable (en los
sectores agrícola, forestal y pesquero) conserva la tierra, el agua y los recursos
genéticos vegetales y animales, no degrada el ambiente y es técnicamente
apropiado, económicamente viable y socialmente aceptable” (26).

En la mayor parte de los países de la Región la base de los recursos naturales


está gravemente afectada, se extiende la frontera agrícola en detrimento de los
bosques, se avanza hacia tierras marginales y ambientes frágiles y se destruye la
biodiversidad en animales y plantas.

Los intentos de controlar los procesos de deforestación, desertificación, erosión


de los suelos, manipulación genética animal y vegetal, etc. sólo darán resultado
cuando los usuarios de los recursos estén debidamente informados y capacitados
tomando conciencia del problema y asumiendo ellos mismos la responsabilidad
que les compete. El problema es cómo organizar a quienes son usuarios en
mayor cantidad de los recursos naturales, limitados y en deterioro.

La participación de los campesinos es un factor vital para el éxito de la


conservación y rehabilitación ambiental, porque ellos poseen habilidades,
conocimientos técnicos y capacidad organizativa para manejar los recursos
naturales lo que les ha permitido vivir durante milenios. El apoyo a la preservación
de los valores indígenas que promueven la diversidad biológica es fundamental
(27).

Pero las formas económicas ancestrales y variadas de autogestión de los


campesinos vienen sufriendo procesos de desintegración por falta de planificación
y de servicios. La participación escasa de los actores de base (pequeños
productores, trabajadores rurales y otros grupos postergados del agro) en lo
relacionado con sus actividades y servicios, ha sido un factor limitante para el
logro de una agricultura y desarrollo rural sostenibles (ADRS).

En la mayoría de los países latinoamericanos la planificación de las actividades en


el sector público agropecuario es notablemente vertical y centralizada, con
sistemas de gobiernos locales que entregan los servicios conforme a estrategias
de desarrollo de “arriba hacia abajo”, con escasa participación de la población
local y en especial de los más pobres. En ese contexto surge la necesidad de
reformular las actuaciones de los gobiernos mediante políticas de
descentralización agraria, y en régimen de participación, esenciales para
determinar las necesidades de la población y garantizar una mayor asignación de
los recursos productivos en forma sostenible.

La descentralización de la toma de decisiones y financiamiento al gobierno local,


el establecimiento de mecanismos para crear una red entre Gobiernos,
organizaciones no gubernamentales (ONG's) y organizaciones de la población
rural y la creación y apoyo a organizaciones “guardianes” para el seguimiento de
las actividades de ADRS, estimulan las iniciativas y la participación a nivel local.

Las consultas gubernamentales regionales de seguimiento de la CMRADR,


reiteran el papel importante que juegan las organizaciones campesinas de base y
las ONG's en la solución de los graves problemas de pobreza en la Región y la
necesidad de aplicar metodologías participatorias que tomen en consideración las
necesidades de hombres y mujeres rurales para la formulación, seguimiento y
evaluación de políticas, programas y proyectos de desarrollo.
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El Comité de Agricultura (COAG) y el Consejo de la FAO, a pedido de los


gobiernos miembros y del grupo de ONG's internacionales con sede en Roma,
examinaron en 1989 el problema de la participación popular y sus implicancias
para las actividades de desarrollo rural de la FAO y sugirieron la elaboración de
un plan de acción.

Desde la adopción en forma unánime del Plan de Acción sobre Participación


Popular en el Desarrollo Rural en 1991 por la Conferencia de la FAO, se destaca
la necesidad de intensificar la cooperación entre los gobiernos, la FAO y las
ONG's para fomentar organizaciones de base voluntarias, autónomas y
democráticas de la población rural (33) asistiendo a tal fin, en la elaboración y
aplicación de m étodos y mecanismos prácticos de planificación agraria
descentralizada.

El Plan destaca la importancia de la participación como instrumento básico para


alcanzar el desarrollo sostenible y establece que la participación a través de
organizaciones se realiza a nivel local mediante ONG's de desarrollo que ayudan
al mejoramiento de las condiciones económicas y sociales de la población rural,
especialmente pobre (15).

Como lo señalan la FAO y otras agencias, incluyendo muchas ONG's, los


problemas de sostenibilidad deben resolverse con la actividad central y regional
así como con los esfuerzos locales, mediante las percepciones conjuntas de los
agricultores en lo ecológico, económico, social y cultural. El COAG en 1993,
expresó que la experiencia de la FAO enseña que la mejor manera de asegurar la
participación plena de la población rural pobre es hacerla intervenir mediante
estructuras sociales que estén bajo su propio control, que defiendan sus intereses
y que permitan que dicha población lleve a la práctica todas sus posibilidades
(14).

La participación campesina es un componente importante del Marco de


Programas Cooperativos Internacionales para una Agricultura y un Desarrollo
Rural Sostenibles (MPCI/ADRS), aprobado por la Conferencia de la FAO en 1991.
Este marco se basa en la Declaración y Plan de Acción de Den Bosch, de 1991,
que se refiere a la necesidad de acelerar el desarrollo de organizaciones rurales,
la participación de las comunidades locales en el proceso de la ADRS con
actividades complementadas con la prestación de servicios por ONG's y
gobiernos (27).

El Programa 21 (Plan General de Acción no vinculante firmado por más de 180


países en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo
(CNUMAD), celebrada en Rio de Janeiro en 1992) contiene 115 áreas de
programas para promover el desarrollo sostenible en el siglo XXI. Varios capítulos
del documento tratan sobre la participación de los grupos desfavorecidos de la
población rural (pequeños agricultores, mujeres, indígenas, trabajadores rurales,
etc.) y de la necesidad de fortalecer su participación y la de las ONG's para el
fomento de la ADRS (52).

El presente documento, elaborado en el contexto del Plan de Acción sobre


Participación Popular en el desarrollo Rural, estudia el problema de la
participación campesina en América Latina y su importancia para el logro de una
agricultura sostenible. Es producto del análisis de experiencias de la FAO en el
trabajo con organizaciones o grupos de auto ayuda a los campesinos pobres y
marginados. Trata sobre la acción de las organizaciones campesinas de base y
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de las ONG's dedicadas al desarrolo rural en la Región, sus posibilidades y


obstáculos para emprender el diálogo con los gobiernos y las agencias
internacionales.

El estudio, basado en datos obtenidos de publicaciones, documentos e informes


que se incluyen en la bibliografía, se dirige al personal técnico de la FAO,
funcionarios de Gobiernos, personal de ONG's, agentes multilaterales de
desarrollo y otros organismos o personas que trabajan en temas de desarrollo
rural en los aspectos relacionados con organizaciones populares, cooperativas y
otras organizaciones de autoayuda al pobre rural. Se espera que apoye el
intercambio de experiencias y contribuya a identificar mecanismos de desarrollo
rural participatorio para el desarrollo sostenible en la región.

II. LAS ORGANIZACIONES CAMPESINAS EN


AMERICA LATINA

1. Tipología de organizaciones campesinas

Las organizaciones campesinas, también llamadas organizaciones locales,


comunitarias, rurales o populares son agrupaciones de base, formales o
informales, voluntarias, democráticas, cuyo fin primario es promover los objetivos
económicos o sociales de sus miembros. Independientemente de su situación
jurídica o grado de formalización se caracterizan por ser grupos de personas que
tienen por lo menos un objetivo común. Actúan conjuntamente ante las
autoridades locales asociadas a la idea del desarrollo “de abajo hacia arriba” y
constituyen mecanismos para la obtención de cr éditos, insumos, capacitación y
otros servicios promoviendo el bienestar de sus miembros.

Los pequeños agricultores, trabajadores rurales, campesinos sin tierra, y otros


grupos desventajados de la población rural no tienen poder de negociación
suficiente para lograr que sus pedidos sean atendidos. De ahí la importancia de
agruparse y aunar esfuerzos para formular ante las autoridades demandas que
representen los intereses de la totalidad de sus miembros.

1. Tipología de organizaciones campesinas

1.1. Comunidades campesinas


1.2. Cooperativas agrarias
1.3. Formas organizativas creadas en el marco de la reforma agraria
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1.4. Sindicatos y Federaciones de trabajadores rurales y campesinos


1.5. Organizaciones de mujeres rurales
1.6. Otras formas de organización local

No obstante el bajo nivel organizativo de los agricultores de la Región se observa


que existe una gran variedad de grupos de autoayuda, que van desde los
autóctonos a los consejos comunales y sociedades cooperativas registradas.
Puede intentarse así presentar una tipología abierta de organizaciones
campesinas, dejando la posibilidad que puedan entrar otros grupos participatorios.

1.1. Comunidades campesinas

Existe en la Región una rica experiencia en organizaciones sociales y de


desarrollo comunitario, con caracteres que les han permitido persistir a través del
tiempo y a pesar de la marginación que han soportado. Esos caracteres son, entre
otros, la homogeneidad étnica y cultural, el trabajo en común, la ayuda mutua y el
empleo de tecnologías vernáculas.

Las comunidades campesinas, difieren según sus características culturales,


ecológicas, evolución histórica, etc., pero todas se caracterizan por tener
relaciones de producción basadas en el trabajo familiar o bajo formas colectivas
entre los comuneros. Producen sus alimentos básicos con sistemas ancestrales y
escasa dotación de recursos, siendo los focos donde se concentra la extrema
pobreza.

Las organizaciones comunitarias de base actúan como intermediarias entre los


agricultores de escasos recursos y las instituciones de investigación y extensión
externas. Muchas de ellas se agrupan en federaciones u organizaciones de
segundo grado. Como continuidad a las actividades de intermediación, las
federaciones adaptan y difunden tecnología en programas que ellas mismas
controlan y administran y constituyen un grupo de presión hacia el sector público y
las ONG's agrícolas para orientar su actuación a las necesidades de las familias
rurales pobres.

Las comunidades campesinas en Bolivia son el modelo de organización que


mejor se identifica con la realidad cultural (aymará, quechua, guaran í) del país.

En Ecuador la comuna es la forma organizativa histórica principal, legitimada por


el Estado, que la ubica en el último nivel de la división político-administrativa. Está
formada por un grupo social relacionado por lazos familiares y culturales comunes
que habitan un espacio físico determinado y tienen una división de trabajo
comunitario. De las 1859 comunas registradas con cerca de 700.000 habitantes el
80% se hallan en la Sierra (39). Hay Federaciones de pueblos indígenas de la
Sierra y de las Nacionalidades Amazónicas. En Chimborazo, por ejemplo, las
organizaciones de comunidades de habla quechua se agrupan constituyendo
federaciones provinciales de comunidades indígenas (UOCACI y AOCACH
cuentan respectivamente con 29 y 9 organizaciones de base). Otra organización
en el mismo departamento, UNIDAD, construyó una red de organizaciones
comunitarias de habla quechua y ayudó a crear una federación de comunidades
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indígenas. En respuesta a la debilidad de los servicios oficiales las federaciones,


con el apoyo de ONG's nacionales e internacionales, iniciaron sus propios
programas de investigación y extensión. Como estrategia importante capacitan
indígenas para que actúen luego en sus comunidades como agentes de extensión
(1 y 3).

Las estructuras de las organizaciones indígenas de Guatemala se basan en


general en relaciones interfamiliares de producción, trabajo y distribución
integrándose formas de propiedad colectiva e individual.

En Perú la mayor parte del campesinado está organizado en comunidades


campesinas, que tienen su origen en las culturas preincaicas. Existen
aproximadamente 5000 comunas que controlan el 15% del territorio (la mayor
parte en la Sierra) y cuentan con el 20% de la población nacional. No obstante
fueron las que resultaron menos beneficiosas del proceso de reforma agraria. Son
organismos de interés público, con personería jurídica, integradas por familias que
habitan y controlan cierto territorio ligadas por vínculos ancestrales, sociales,
económicos y culturales que se expresan en la propiedad comunitaria de la tierra,
el trabajo comunal, la ayuda mutua, el gobierno democrático y el desarrollo de
actividades multisectoriales (39).

En la República Dominicana hay asociaciones autónomas y flexibles que


nuclean a campesinos sin tierra y pequeños agricultores. Se integran en forma
horizontal, mediante órganos intercomunales y en forma vertical, mediante
federaciones y confederaciones.

No obstante los graves problemas que las aquejan las comunidades constituyen
en la actualidad las organizaciones productivas más importantes en ciertas
regiones (tribus y comunidades indígenas andinas, de la cuenca amazónica y de
Centroamérica). Los aymarás en Bolivia, los distintos grupos de mayas de
Guatemala, el ejido mexicano, la organización Ameridian de los quechuas en
Perú, confirman el hecho de que el pobre puede ser partícipe en el desarrollo.

1.2. Cooperativas agrarias

Las cooperativas agrarias, especialmente las que proveen servicios a los


agricultores son la forma más común de organización rural de los productores. En
muchos países son las organizaciones de la población rural con mayor nivel de
penetración local que demuestran alta efectividad en la promoción del progreso
socioeconómico de las comunidades rurales y en la protección de los intereses de
los pequeños productores de la Región. Permiten a sus miembros econom ías de
escala en el acceso a los recursos financieros, proporcionan un medio
institucional para integrar a los pequeños agricultores en la economía nacional.
Además, permiten el intercambio creciente de bienes y servicios entre los
sectores tradicionales y otros subsectores de la economía y contribuyen a que sus
miembros se beneficien con la transferencia de tecnología. En su forma ideal las
cooperativas se adaptan a numerosas actividades económicas y resultan
especialmente idóneas para proporcionar servicios financieros a las comunidades
rurales al operar a nivel de base, entre personas que se conocen bien, requisito
fundamental para tener confianza. Con frecuencia suelen ser las únicas
instituciones financieras (u organismos formales) en el área rural suplementando
las fuentes tradicionales, informales de crédito (13).
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Factores importantes para el éxito de las cooperativas son, entre otros, el


desarrollo institucional “de abajo hacia arriba”, la capacitación a todos los niveles,
la confianza en la mobilización de ahorros, el seguimiento y la auditoría.

Existe en la región gran número de cooperativas agrarias, de crédito y pesca (más


de 23.000 al servicio de 10.3 millones de miembros según cifras de COPAC en
1987). Cabe señalar que las mujeres constituyen una proporción muy pequeña del
número total de miembros de las cooperativas agrarias.

En Brasil las cooperativas comercializan el 83% del trigo y el 68% de la leche


producida en el país; en Colombia las cooperativas de pequeños agricultores
comercializaron el 35% de la leche fresca y el 6% de las exportaciones totales de
café (32). En Chile la Confederación de Cooperativas Campesinas
(CAMPOCOOP) unificó al movimiento cooperativo. En Ecuador de las 1750
cooperativas registradas más del 50% están en la Costa (39).

En cuanto a la estructura administrativa de las cooperativas agrícolas, se ha


avanzado mucho en la descentralización disminuyendo la participación de los
gobiernos. Con respecto a las organizaciones de segundo y tercer grado, existen
en Costa Rica la Federación de Cooperativas de Producción Agraria y Servicios
Múltiples R.L. (FECOPA) y la Federación Nacional de Cooperativas de Mercadeo
Agropecuario R.L. (FEDEAGRO); en El Salvador la Confederación de
Asociaciones Cooperativas de El Salvador (COACES) y en Guatemala la
Federación de Cooperativas Agrarias (FEDECOAG) y la Confederación
Guatemalteca de Federaciones Cooperativas (CONFECOOP) que agrupa a diez
federaciones (30).

1.3. Formas organizativas creadas en el marco de la reforma


agraria

1.3.1. Ejidos
1.3.2. Organizaciones campesinas productivas creadas por la reforma
agraria

1.3.1. Ejidos

La reforma agraria de México de 1910 dejó un legado organizativo complejo,


cuyas estructuras participatorias, ejidos, permanecen. Los ejidos son instituciones
políticas y econ ómicas a las que el gobierno cede derechos a las tierras mientras
mantiene un papel tutelar. Tienen carácter corporativo, sus decisiones se toman
en asamblea de miembros, que son democráticas pero tienen la supervisión del
Gobierno que con frecuencia interviene.
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En la práctica la mayoría de los ejidos depende del equilibrio de poderes entre las
fuerzas internas y externas a ellos, de las élites políticas y económicas. Los ejidos
pueden formar uniones regionales para colaborar en programas de desarrollo
agrario. En la práctica la mayoría de las uniones de ejidos fueron creadas por
órdenes del Gobierno o reglamentos del partido, convirtiéndose en instrumentos
de la burocracia estatal.

Sin embargo, la Unión de Ejidos “Lázaro Cárdenas” (UELC) representa una


nuevo tipo de organización de productores regionales mexicanos. Reúne 15
comunidades de reforma agraria en el Sur de Nazarit, representando a casi la
mitad de los campesinos de esa zona. Tiene más de 4500 familias, cerca de la
mitad indígenas. La mayoría son productores de subsistencia que cultivan maíz y
algunos otros cultivos comerciales. La UELC jugó un papel importante en la
formación de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales de Campesinos
Autónomos (UNORCA), que reunió en una red nacional a productores de maíz
(mestizos), comunidades (pobres) e indígenas, bajo liderazgo de estos últimos y
con poder para apoyar a las agencias de desarrollo rural del Gobierno.

La inclusión de líderes comunitarios y promotores del Programa de Inversión de


Desarrollo Rural (PIDER) en el movimiento de oposición al Gobierno en 1976 llevó
a la UELC a convertirse en una fuerza política regional. Pero al faltarle líderes a
nivel de asamblea de ejidos (en decir en las bases) result ó vulnerable, sin
independencia y sin autoridad frente a la habilidad del Gobierno para dividir. Se
reforzó así el control oficial sobre la UELC no participando con las bases en el
diseño y ejecución de los proyectos de desarrollo (por ejemplo en la distribución
de alimentos).

La Coalición de Ejidos Colectivos de los Valles de Somora de Joaquín y Mayo


(CECVJM) formó una oposición organizada con las comunidades reagrupadas
constituyendo un ejemplo de manejo campesino en la distribución de alimentos.
Los líderes ganaron el grado perdido, y se revitalizaron los esfuerzos de desarrollo
económico de la UELC. El liderazgo paralelo que surgió fue capaz de usar el
Consejo Alimentario (contraparte política paralela clave) como oficina desde
donde se confrontaba a la autoridad federal para revitalizar los proyectos de
desarrollo económico autónomo de la UELC. Se creó así un colectivo campesino
de identidad en la región con un nuevo nivel comunitario de participación desde
abajo. Fue un grupo paralelo regional, formado por representantes de la aldea y
se convirtió en oficial para reabrir el espacio político de la UELC.

La UELC creó otros grupos y organizaciones nacionales tradicionales con una


estructura piramidal y liderazgo centralizado. En 1985 lanzó un programa de
viviendas comunitarias rurales con préstamos del Gobierno decidiendo las
asambleas de ejidos sobre los beneficiarios. Fue importante el sistema
descentralizado en la toma de decisiones (47).

En 1991 se dispuso un plan de privatización de los ejidos con el fin de


reducir las fragmentaciones de tierras declarando como prioritario la
productividad y no la distribución. En virtud de la enmienda constitucional
de 1992 se permite rentar, vender o hipotecar libremente las tierras de los
ejidos. La reforma implantada estimula la asociación de ejidos con
industrias nacionales o extranjeras dispuestas a aportar capitales que
permitan el aumento de la producción.
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1.3.2. Organizaciones campesinas productivas creadas por la reforma


agraria

Estas organizaciones reciben diferentes nombres según los países pero tienen en
común una estructura administrativa de tipo cooperativo sustentándose en los
principios de participación democrática y trabajo comunitario. Pero en la práctica,
su poder de negociación es escaso, carecen de infraestructura y de servicios de
apoyo. En general, salvo los casos de Cuba y Nicaragua, estas organizaciones,
cuando se vieron privadas del apoyo estatal no pudieron consolidarse como entes
autónomos y estables.

En Colombia la reforma agraria formó empresas comunitarias y grupos


comunitarios con la propiedad asociativa de la tierra y la explotación en común.
En Chile, de 1973 a 1987 coexistieron diferentes tipos de organizaciones
productivas con participación del campesinado, entre ellas las cooperativas de la
reforma agraria y las sociedades de cooperación agrícola (SOCAS). Las primeras,
a pesar de contar con títulos definitivos de propiedad, decayeron por el interés de
los socios en tener parcelas individuales. Las SOCAS fueron promovidas por el
Gobierno y constituyen asociaciones de productores que administran bienes
comunes de los predios del sector reformado luego de la asignación individual de
tierras.

Las reformas agrarias de Ecuador. El Salvador y Honduras crearon


cooperativas. En Honduras la reforma agraria estableció, además, asentamientos
(con la propiedad estatal de la tierra) y empresas asociativas (siendo la tierra
propiedad de las asociaciones). La reforma agraria de Nicaragua en 1981 creó
cooperativas de producción en tierras abandonadas o subutilizadas,
existiendo asimismo la Federación de Cooperativas de la Reforma Agraria
(FECORAH). En Panamá la reforma agraria estableció asentamientos
campesinos (propiedad estatal de la tierra) y Juntas Agrarias (propiedad
asociativa de la tierra).

En Perú, a partir de la reforma agraria de 1969 se formaron “empresas


asociativas” (cooperativas agrarias de producción (CAPs), sociedades agrícolas
de interés social (SAIS) y empresas rurales de propiedad social (ERPS)) como
formas participativas impulsadas por el Gobierno. La baja productividad y el bajo
rendimiento del trabajo demostraron no garantizar la racionalidad capitalista en la
explotación agrícola. Pero se promovió la participación de los trabajadores socios
en la gestión de las empresas y fuera de ellas (a través de sindicatos, ligas
agrarias, por ejemplo la creación de la Confederación Nacional Agraria (CNA)). En
la década de los 80, en un proceso de liberalización del agro, se produce la
parcelación agraria de las empresas asociativas. El “cambio de modelo
empresarial” condujo al sistema de Cooperativas Agrarias de Usuarios (CAUs),
régimen en el cual los productores socios parceleros conducían directamente sus
parcelas pero sin beneficiarse con créditos ante la banca privada debido a que las
tierras no eran hipotecables. Las leyes de 1991 autorizan la compra, hipoteca y
alquiler de los bienes fijando ciertos límites de superficie, que varían si la tierra es
de riego o de temporal y si está en el litoral costeño, en las montañas o en las
zonas bajas de la selva.

La reforma agraria en la República Dominicana estableció asentamientos


colectivos (con la propiedad estatal de la tierra) y asentamientos asociativos (con
la propiedad asociativa de la tierra) (42).
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1.4. Sindicatos y Federaciones de trabajadores rurales y


campesinos

Los campesinos y asalariados agrícolas (estos últimos comprenden cerca del 30%
de la población rural de Am érica Latina, es decir casi 40 millones de personas)
(39), en general no han recibido estímulos para sindicalizarse. No obstante,
pueden mencionarse ejemplos de sindicalización en algunos países.

En Bolivia, donde hay una gran dispersión de campesinos en todo el país, desde
1979 existe la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de
Bolivia (CSUTCB).

Un ejemplo de sindicalización en avance se da en Brasil, con la Confederación


Nacional de Trabajadores de la Agricultura (CONTAG) que cuenta con más de
2000 sindicatos y cerca de 9 millones de socios incorporando a partir 1984 a los
trabajadores estacionales (39).

Los sindicatos de trabajadores agrícolas de Costa Rica están afiliados a la


Federación de Sindicatos Agrarios Nacionales (FESIAN), a la Federación
Nacional Campesina (FENAC) y a la Unión de Pequeños y Medianos Productores
Agropecuarios (UPANACIONAL).

En Chile en 1980 la Iglesia y algunas ONG's promovieron asociaciones gremiales


campesinas y sindicatos de trabajadores independientes que agremian
temporeros, pequeños propietarios, arrendatarios y medieros cumpliendo gran
amplitud de funciones con flexibilidad y adaptación a las metas de sus miembros.
La Comisión Nacional Campesina reúne las más importantes confederaciones
campesinas. Existen también asociaciones regionales y federaciones de
asociaciones gremiales.

En Ecuador las Asociaciones de Trabajadores Agrarios se reúnen en las uniones


de organizaciones campesinas, con participación provincial, regional e incluso
nacional. Forman parte de estas uniones las comunas y cooperativas. Hay unas
20 uniones que representan aproximadamente 218 organizaciones de base (39).

El Salvador cuenta con la Central Campesina Salvadoreña (CCS) y la Asociación


de Trabajadores Agropecuarios y Campesinos de El Salvador (ATACES). En
Guatemala se destacan el Movimiento Campesino Independiente (MCI), la
Central Nacional Campesina (CNC), el Sindicato de Trabajadores Bananeros de
Izábal, la Unión Nacional Autónoma de Campesinos (UNAC), el Comit é de Unión
Sindical (CUS), la Federación Autónoma Sindical (FASGUA) y la Central de
Trabajadores Federados (CTF) (30).

En Honduras la Unión Nacional de Campesinos (UNC) y la Confederación


Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC) nuclea ligas de campesinos y
comunidades agrarias. Además existen, entre otros, el Sindicato de Trabajadores
de la Compañía Agrícola y Ganadera de Sula (SITRACOAGS), el Sindicato
Unificado de Trabajadores de la Standard Fruit Company (SUTRAGFCO), el
Sindicato de Trabajadores de la Empresa Corporación Nacional de Desarrollo
Forestal (SITRECOHDEFOR) y el Sindicato de Trabajadores derivados de la
madera S.A. (SITRADERI-MASA), afiliados a la Federación Sindical de
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Trabajadores Nacionales de Honduras (FISITRANH) (30).

La Confederación Nacional Campesina (CNC) de México, que data de 1935,


pudo incorporar en 1970 a los trabajadores temporeros, luego de una intensa
mobilización de trabajadores agrícolas del norte del país (39).

En Nicaragua la Unión Nacional de Agricultores y Campesinos (UNACG) impulsó


formas de organización productiva, como el Proyecto Tiendas Campesinas que
con grupos de ONG's logró establecer 183 tiendas entre pequeños y medianos
productores. Pueden citarse además la Asociación de Trabajadores del Campo
(ATC), la Unión Nacional de Campesinos (UNC) que forma parte de la
Confederación General de Trabajadores (CGT) (30).

En Paraguay las Ligas Agrarias Cristianas han dado origen en 1980 al


Movimiento Campesino Paraguayo (MCP) y en 1986 a la Organización Nacional
Campesina (ONAC) que actúan en defensa de los intereses gremiales y derechos
del campesinado, efectuando movilizaciones y reclamos de acceso a la tierra. En
1986 nacen la Coordinación Nacional de Productores Agrícolas (CONAPA) y la
Unión Nacional Campesina O ñondivepa, integradas - como la ONAC - por comités
de agricultores y comisiones vecinales. A su vez la Central Unitaria de
Trabajadores (CUT) nuclea al MCP y a CONAPA. Existen además en Paraguay
organizaciones regionales que abarcan unidades departamentales y coordinan las
acciones de comit és locales.

En Perú los gremios representativos de las empresas asociativas nacidas de la


reforma agraria realizaron en 1974 el I Congreso Nacional Agrario (CNA) que
agregó en su estructura como áreas económico-producticas, los comités de
productores (81 en total) garantizando así una sólida participación de los
agricultores, siendo disuelto en 1975 al desmontarse la reforma agraria. La
participación de las organizaciones y gremios agrarios en el período 1980-85 se
dirigió a la defensa de la reforma agraria realizando en 1983 el I Congreso
Unitario Nacional Agrario (CUNA) con la participación de 39 organizaciones
agrarias. Las sucesivas políticas de concertación del Gobierno con las
organizaciones agrarias estuvieron acompañadas de inclusiones y exclusiones de
las organizaciones y gremios de campesinos y productores agrarios. La
concertación campesina viene dando pasos importantes mediante la propuesta de
concertación desde las bases. Son hitos de este proceso, entre otros: la creación
en 1981 del Frente Unico de Defensa de la Autogestión (FUDA), integrado por
varios gremios y comunidades nativas y al año siguiente la creación del Frente
Unitario de Defensa del Agro Nacional (FUDAN), que buscaron armar bloque ante
la administración estatal para participar y democratizar las decisiones del
Gobierno. Además, se destacan el Sindicato Unico de Trabajadores del Sector
Agrario (SUTSA), la Asociación Nacional de Parceleros (ANAPA), la Federación
Nacional de Campesinos del Perú (FENCAP), la Federación de Trabajadores del
Azúcar y la Confederación de Campesinos del Perú (CCP). La Coordinadora
Nacional Campesina y Nativa (CNCN) está llamada a ser una instancia de
convocatoria alrededor de intereses y objetivos comunes que fortalezcan la
capacidad de interlocución campesina nacional ante otros gremios representativos
e instituciones gubernamentales (8).

La 6a. Consulta Gubernamental sobre las Actividades Complementarias de la


CMRADR, efectuada en Cochabamba en 1991, destacó la importancia de los
sindicatos en la defensa de los intereses vitales de los trabajadores (31) (derecho
a libre asociación y afiliación) y en la toma de decisiones sobre la población rural.
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1.5. Organizaciones de mujeres rurales

Como se señaló en el Plan de Acción para la Nutrición, las mujeres y las


organizaciones femeninas son a menudo muy eficaces, eficientes y
fundamentales para mejorar la seguridad alimentaria de los hogares (26).

La participación plena de las mujeres en las organizaciones campesinas de


América Latina es limitada. En particular donde existen normas que tienden a
reflejar enfoques masculinos que las excluyen a ser aceptadas como miembros de
cooperativas, o por no poseer títulos sobre la tierra, etc. Son también obstáculos
para la organización de las mujeres la estructura centralizada, la falta de
capacitación y de recursos.

No obstante, se advierte progresivamente mayor conciencia e interés de las


campesinas por organizarse habiendo surgido en los últimos años varias
agrupaciones de mujeres rurales, por ejemplo en Bolivia, la Federación Nacional
de Mujeres Campesinas. En Brasil aumentó en la última década la participación
femenina rural en sindicatos y movimientos populares de los “sem terra”. Las
campesinas indígenas de Colombia se agrupan en la Asociación Nacional de
Mujeres Campesinas Indígenas (ANMUCIC). En Cuba se han realizado acciones
encaminadas a la integración de las mujeres en cooperativas habiendo
aumentado su participación al establecerse servicios sociales a nivel de aldea. En
Ecuador existe la Unión Popular de Mujeres de Loja.

La movilización campesina en Honduras en los años 70 consolidó dos


organizaciones de mujeres rurales, especialmente en el sector reformado: la
Federación de Mujeres del Campo (FEMUC) y la Secretaría de la Mujer de la
Asociación Nacional de Campesinos de Honduras (ANACH). Ambas cuentan con
una membresía de organizaciones de base en todo el país. En el proyecto sobre
“Fortalecimiento de la capacitación campesina en aspectos de agroforestación y
medio ambiente” se destaca el grupo femenino “El esfuerzo”, incorporándose por
primera vez la mujer a un proyecto individual.

En México los ejidos excluyen a las mujeres de los derechos a la tierra excepto
las viudas y algunas madres solteras. A pesar de que las campesinas fueron las
actoras principales en la economía informal, les faltó experiencia organizativa. Las
Unidades Agro Industriales para las Mujeres (UAIM's) tuvieron por objetivo
incorporar en la actividad económica del ejido a las mujeres mayores de 16 años
sin dotación de tierras. Para ello deben solicitar la tierra en un grupo de 15 como
mínimo para trabajarla colectivamente. Las UAIM's teóricamente deberían tener
representación en la asamblea de ejidos, pero en la práctica se politizaron y en su
mayoría no funcionan.

En Nicaragua entre 1972 y 1980 se crearon 43 cooperativas agrícolas o de venta


al por menor/manufacturas, con una afiliación femenina de entre el 50 y el 80% y
se crearon 15 cooperativas de comercialización con un 90% de afiliación femenina
(41). La Reforma Agraria de 1981 es la primera en la Región que reconoce
explícitamente a las mujeres como beneficiarias de la reforma agraria. Durante el
decenio pasado se apoyó la participación y organización de las mujeres surgiendo
la Asociación de Mujeres Nicaragüenses “Luiza Amanda Espinoza” (AMLAE) y la
Asociación de Trabajadoras del Campo (ATC), pero los problemas sociopolíticos
de los últimos años las afectaron decreciendo el números de afiliadas.
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Las mujeres rurales del Perú han participado desde principios del siglo
activamente en los movimientos campesinos y apoyaron los sindicatos agrícolas,
pero a pesar de ello las relaciones patriarcales deficultan su participación.

En República Dominicana la ONG Mujeres en Desarrollo Dominicana (MUDE)


que nació en 1980, trabaja con 257 asociaciones de mujeres campesinas con m ás
de 6000 socias. Son sus objetivos, entre otros, la integración y fortalecimiento de
asociaciones de mujeres mediante programas, como el de capacitación. En sus
relaciones con el Gobierno ha formalizado acuerdos de cooperación técnica y
financiera con la Secretaría de Estado de Agricultura, el Instituto Agrario
Dominicano, el Banco Agrícola, entre otros organismos.

La 6a. Consulta Gubernamental se refirió a la importancia de diseñar


metodologías participatorias que tomen en consideración a las mujeres rurales.
Asimismo señaló la necesidad de estimular la creación de organizaciones de
mujeres, fortalecer las existentes mediante la capacitación de dirigentes y
fomentar el surgimiento de nuevos líderes.

1.6. Otras formas de organización local

Existen otras forma organizativas locales muy difundidas en la Región, como las
Juntas de Vecinos y los Centros de Madres de Chile. En muchos países hay
clubes de ahorro, asociaciones de pequeños agricultores para la gestión de
los recursos hídricos y grupos de jóvenes con un ámbito local restringido y en
general apoyadas por instituciones religiosas para la defensa y promoción de sus
valores culturales y la capacitación.

Los comités comunales de Guatemala son la forma principal de organización


local careciendo, en general de personalidad jurídica, pero con gran poder de
convocatoria al haber sido creados por los mismos pobladores.

En Perú los estudios de evaluación de impacto encontraron en un proyecto sobre


riego en San Lorenzo que después de cinco años de finalizado el mismo, la
consecuencia más importante había sido el establecimiento de fuentes de
organización de agricultores, especialmente asociaciones de usuarios de agua
que asumieron la responsabilidad de la asignación del recurso y del
mantenimiento de canales. Los beneficiarios bien organizados estuvieron
capacitados para hacerse cargo del manejo de las actividades del proyecto (7).

III. LAS ORGANIZACIONES NO


GUBERNAMENTALES (ONG's) EN EL SECTOR
CAMPESINO EN AMERICA LATINA

1. ONG's promocionales
2. Categorías de ONG's promocionales
3. Algunos ejemplos de ONG's promocionales en América Latina
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Existen dos tipos principales de ONG's, de acuerdo al estudio efectuado por el


Grupo Especial de Trabajo (ad hoc) sobre la participación de las ONG's en el
desarrollo rural, establecido por el Director General de la FAO en 1985. Esos tipos
de ONG's son complementarios y relevantes en la colaboración con la FAO: las
organizaciones locales de autoayuda (organizaciones campesinas, de base),
analizadas en el capítulo anterior y las ONG's promocionales o intermedias, que
se tratan en el presente capítulo. Existe además, un tipo de ONG's superiores
(“apex”), constituidas por grupos de ONG's que trabajan a nivel nacional o
internacional (46 y 53).

1. ONG's promocionales

1.1. Concepto y objetivos

1.1. Concepto y objetivos

Constituyen organismos autónomos de desarrollo (no locales), con personería


jurídica y estructura orgánica (formales), personal y recursos provenientes de
financiación externa, sin ánimo de lucro (37). Su área de acción es el desarrollo
rural y se caracterizan por su enfoque alternativo, su habilidad para desarrollar
servicios con bajos costos, dar respuestas flexibles e innovadoras, trabajar con
recursos humanos voluntarios y depender de financiamiento exterior.

El objetivo básico de las ONG's promocionales es mejorar las condiciones de la


población rural, especialmente pobre. Este objetivo se persigue mediante:

- colaboración con el Gobierno y agencias internacionales y otras


ONG's en identificación y mobilización de organizaciones campesinas
de base, para facilitar su participación en el desarrollo;

- colaboración con el Gobierno en la formulación de políticas,


recolección de datos, diseño y ejecución de proyectos de desarrollo
rural participatorio;

- fortalecimiento de la capacidad de liderazgo de las organizaciones


locales de la población rural y capacitación de sus miembros para
actividades específicas de desarrollo.
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2. Categorías de ONG's promocionales


El referido Grupo “ad hoc” identificó categorías de ONG's promocionales de
interés particular para el desarrollo rural participatorio:

2.1. ONG's formales de nivel más alto que local (federaciones o


coaliciones de organizaciones o grupos locales, cooperativas, uniones
o sindicatos u organismos de autoayuda).

Actúan como consejeros a nivel de gobiernos y de agencias de


desarrollo. Generalmente trabajan en un radio amplio de servicios a
través de programas de acción o proyectos cuyos objetivos son en
general, mejorar las condiciones de vida de los campesinos y lograr
su participación en el proceso económico y social. Este tipo de ONG
(por ejemplo, Alianza Cooperativa Internacional (ACI)) suele
identificar el proyecto o programa de acción, elaborarlo, conseguir su
financiamiento con las ONG's donantes y colaborar con los
beneficiarios directos en la ejecución del trabajo.

2.2. ONG's con “status jurídico” en el país a nivel de


organizaciones intergubernamentales (ONG's donantes)

Estas ONG's tienen experiencia relevante en actividades filantrópicas,


de investigación, estudios, capacitación, medio ambiente, tecnología
apropiada, etc. Son financiadas con recursos externos privados o
públicos. Concentran su acción en la elaboración de diagnósticos,
análisis y proposiciones de políticas o programas que tienen como
objetivo el mejoramiento y participación de los sectores rurales más
postergados en el desarrollo. Ejemplos de este tipo de ONG's son
CARITAS y OXFAM.

3. Algunos ejemplos de ONG's promocionales en América


Latina
En el norte de Argentina el Instituto de Cultura Popular (INCUPO) fomenta la
creación y consolidación de organizaciones de base, buscando trabajar
fundamentalmente con comunidades marginales y aisladas aplicando sistemas
participativos donde los propios beneficiarios toman conciencia de sus problemas
y buscan las soluciones más adecuadas. Otras ONG's que trabajan con métodos
similares en la misma región son el Instituto de Desarrollo Social y Promoción
Humana (INDES) y el Instituto de Servicios Agropecuarios del Norte (ISAN).

En Bolivia existen cuatro redes institucionales: la Unión Nacional de Instituciones


para el Trabajo de Acción Social (UNITAS), la Asociación de Instituciones de
Promoción y Educación (AIPE), Educación Radiofónica de Bolivia (ERBOL) y el
Secretariado Nacional de Pastoral Social (SENPAS). Estas redes a su vez
agrupan a ONG's pero carecen de un enfoque integrado de sus acciones y de
estrategias de desarrollo microregionales.

Entre las numerosas ONG's que trabajan en los sectores de mayor pobreza del
Brasil (como el Noreste) se destacan el Centro de Educación y Cultura del
Trabajador Rural (CENTRU), la Federación de Organizaciones de Asistencia
Social y Educacional (FASE) y el Instituto Brasileño de Análisis Social y
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Económico (IBASE).

En Costa Rica la ANAI es una ONG de acción ambiental con un componente


agroforestal importante para la costa Atlántica que constituye un ejemplo de
actividad participatoria de un sistema multigrado basado en la representación y
responsabilidad del grupo.

El Centro de Educación y Tecnología de Santiago (CET), en Chile, realiza


actividades de capacitación de grupos de base (20 ó 25 hogares) en Chilo é, en
horticultura, rotación de cultivos, plantación, introdujo nuevas tecnologías, semillas
mejoradas, etc. Durante el gobierno militar surgieron una serie de ONG's con
programas de desarrollo rural (de apoyo directo, de formación y de difusión)
caracterizadas por su heterogeneidad e inestabilidad debido a la estructura
institucional burocratizada y vertical de la época.

En Ecuador la Central Ecuatoriana de Servicios Agrícolas (CESA), bajo la tutela


de la Iglesia, está encargada de ejecutar la reforma agraria en sus propiedades
mediante una acción organizativa. CESA realizó con organismos
gubernamentales programas de crédito en convenios con bancos y otras
instituciones estatales para producción, comercialización, infraestructura logrando
tomar en cuenta a sectores de campesinos pobres y marginados, sensibilizar a
funcionarios y técnicos para que acepten sus aportes en los proyectos
posibilitando el acercamiento de aquellos hacia los organismos estatales con un
nivel creciente de autogestión. Otras ONG's que trabajan en una línea semejante
aunque más reducida son el Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEEP), el
Centro de Educación y Capacitación del Campesinado de Azuay (CECCA) y el
Centro Andino de Acción Popular (CAAP) que actúa en investigación y apoyo al
desarrollo agropecuario.

En Guatemala la ONG Asesores para el Desarrollo (ASEPADE) presta


consultoría a organizaciones populares y agencias de desarrollo y la Fundación El
Centavo actúa solidariamente en sectores rurales de escasos recursos en apoyo
de programas y proyectos comunitarios.

Entre las ONG's de Honduras se descata el CARE que se ocupa del manejo
integrado de bosques, la Asociación Hondureña de Ecología y la Fundación Cuero
y Salado.

En México, la Fundación Mexicana para el Desarrollo, facilita el trámite de


otorgamiento de créditos a minifundistas por parte del Gobierno al constituirse en
aval de los préstamos y en ocasiones, responsable técnico junto con los servicios
estatales de extensión agraria. Como ejemplo de redes de ONG's existe
ANAGADAS, integrada por 15 organizaciones técnicas que trabajan con más de
500 organizaciones de la población rural.

Las ONG's de promoción campesina del Paraguay dependen del apoyo de las
iglesias, principalmente de la católica. Su desempeño en la promoción de la
participación campesina es más eficiente que el del propio Gobierno por la ventaja
de emplear procedimientos participativos de abajo hacia arriba.

En Perú, ante las limitaciones del Gobierno para responder satisfactoriamente a


las demanda sociales, dadas las dificultades económicas que existen en el país,
se convocó a ONG's y centros intelectuales para crear mecanismos y programas
de desarrollo. El Instituto Nacional de Planificación registró unas 600 ONG's de las
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cuales un 60% tendría vida institucional real. Por su parte el Banco Mundial
estima que una 250 serían operativas. En un documento preparado para la FAO
(ESHA) se lograron identificar 299 ONG's distribuidas en todos los
Departamentos, cumpliendo actividades en diferentes sectores vinculados con el
agro (23). Entre las ONG's peruanas del sector agropecuario se encuentran el
Centro Andino de Educación y Promoción José María Arguedas (CADEP JMA) y
la Fundación para el Desarrollo Nacional (FDN). El primero, auspiciado por la
Iglesia Católica de Cusco tiene por objetivo contribuir a fortalecer las capacidades
de los campesinos para una gestión eficiente. La FDN ejecuta proyectos y
estudios en apoyo de grupos de agricultores marginales, capacitándolos y
difundiendo tecnología. En el sector ecología el Instituto Tecnológico PROTERRA,
tiene por objetivo promover el desarrollo del sector agrícola y el mejoramiento de
las políticas, administración y legislación nacionales orientadas al desarrollo
sostenible. Existen asimismo redes de ONG's, como la Asociación Nacional de
Centros de Investigación, Promoción Social y Desarrollo (ANC), que agrupa 130
ONG's nacionales para intercambiar experiencias y coordinar acciones entre los
afiliados.

En la República Dominicana la FDD es una ONG especializada en desarrollo


rural, educación y capacitación y en Uruguay IPRU es una ONG de apoyo a las
bases.

IV. LA PARTICIPACION CAMPESINA Y SUS


POTENCIALIDADES PARA UNA AGRICULTURA
SOSTENIBLE EN AMERICA LATINA

1. Condiciones primarias
2. Otras condiciones
3. Limitaciones para la participación campesina
4. Marco internacional para la ADRS en relación con la participación
campesina

1. Condiciones primarias
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1.1. Planificación agropecuaria descentralizada participativa


1.2. Capacitación campesina en un sistema descentralizado
1.3. Promoción de las organizaciones campesinas

1.1. Planificación agropecuaria descentralizada participativa

Las estrategias de desarrollo tradicionales tienden a ver el desarrollo como una


serie de transferencias técnicas con el fin de incrementar la producción, generar la
riqueza y mejorar las condiciones sociales. Los proyectos tradicionales
generalmente están dirigidos a los productores “progresistas” a mediana y gran
escala, esperando que los beneficios se extenderán a los estratos más
postergados de la sociedad. No obstante numerosos estudios han demonstrado
que este método con frecuencia lleva a la concentración de recursos,
marginalización de los pequeños agricultores y al aumento de campesinos sin
tierra.

La falla principal en método tradicional es que los campesinos pobres pocas


veces son consultados para la programación y pocas veces se les asigna un
papel en las actividades de desarrollo. Esto occurre porque a los pobres les falta
una estructura organizativa que efectivamente pueda articular sus necesidades y
sirva a sus intereses. Aislados y con frecuencia explotados no tienen medios para
ganar un mayor acceso a los recursos y a los servicios que podrían ayudarles a
mejorar sus condiciones de vida. A menos que a los pobres le sean dados los
medios para participar plenamente en el desarrollo, ellos continuarán siendo
excluidos de los beneficios. Como consecuencia, serán incapaces de contribuir
con todo su potencial a la expansión de mercados rurales, ahorros e inversiones,
todos elementos claves en cualquier proceso de desarrollo rural.

Para la promoción efectiva de la participación campesina se requiere el desarrollo


de métodos operativos y mecanismos descentralizados apropiados que faciliten
una participación más amplia de la población rural a través sus propias
organizaciones en la formulación, diseño, ejecución y evaluación de las políticas y
programas de desarrollo rural y en las actividades de proyectos destinados a tal
fin (15).

La planificación descentralizada participativa implica un proceso democrático en el


que los grupos y organizaciones que representan a los pequeños agricultores,
trabajadores rurales, campesinos sin tierra, mujeres rurales, indígenas y otros
grupos marginados, participan en la toma de decisiones, dentro de un contexto
institucional que permite el diálogo y la concertación entre el Gobierno y esos
grupos, lo que incorpora flexibilidad, eficiencia y coordinación en el sector público
agropecuario. El objetivo principal de la planificación participatoria a nivel de
distrito es apoyar las iniciativas de planificación comunitaria local incorporándolas
en la toma de decisiones y efectuar el seguimiento especialmente a través de
instituciones representativas, por ejemplo, comités de distrito.

La planificación de las actividades agropecuarias en los países latinoamericanos


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en general es marcadamente vertical y centralizada, con poca participación de los


niveles regionales y locales y de los agricultores y mucho menos de los grupos
más pobres (40).

En Brasil algunos gobiernos estatales y sus autoridades locales han demostrado


un entusiasmo particular en la promoción de la participación de los grupos rurales
más pobres, comunidades rurales, grupos de campesinos, organismos gremiales,
etc, pero sin llegar a formulaciones a nivel de las unidades de planificación
agraria. Faltan canales efectivos de participación de la población como forma de
legitimar sus propuestas y concomitantemente una mayor y más efectiva
descentralización.

En Colombia la participación del sector privado en el sistema de planificación


está formalizada mediante la Comisión de Análisis Económico y de Concertación,
integrada por representantes del sector público y privado (empresarios y
sindicatos de trabajadores urbanos y rurales) bajo la coordinación del Jefe del
Departamento Nacional de Planificación. A pesar de existir otras instancias de
concertación (representantes de organizaciones campesinas y gremios integran
Comités y Comisiones nacionales y departamentales) ellas demostraron poca
eficacia y la experiencia de descentralización no permitió una participación directa
de los grupos beneficiarios en las Unidades Regionales de Planificación
Agropecuaria (URPAs).

La participación social en la planificación agropecuaria descentralizada en México


fue muy limitada a pesar de la creación del Sistema Nacional de Planeación
Democrática. En el nivel central y estatal la participación quedaba reducida a la
consulta de algunos programas relevantes con la cúpula de la Confederación
Nacional Campesina (CNC), una de las tres ramas del partido gobernante (PRI), y
de la cúpula empresarial.

No obstante, cobra vigor la idea de una descentralización que les confiera a las
organizaciones campesinas y a las agrupaciones gremiales de agricultores un
papel de mayor relevancia en la definición de metas, acciones y asignación de
recursos, así como en la ejecución de algunas actividades asumidas por el
Estado.

La 5a. Consulta Gubernamental de Guatemala de 1989 recomendó, entre otras


medidas, promover una mayor participación de las organizaciones y federaciones
campesinas en la formulación y ejecución de las políticas de reforma agraria,
organizaciones asociativas y desarrollo rural (37).

1.2. Capacitación campesina en un sistema descentralizado

La investigación sobre la participación popular y sobre la enseñanza y


capacitación de los promotores de dicha participación o de los beneficiarios
mismos, tiene que tener en cuenta las necesidades locales, los niveles de
aptitudes y la experiencia de la población rural interesada (15).

Los agricultores de escasos recursos, campesinos marginados y otros grupos


desfavorecidos actúan a niveles mucho más bajos que su potencial productivo
siendo necesario capacitarlos para crearles conciencia acerca de su propia
realidad y de la insersión que tienen en la comunidad nacional. Los programas de
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capacitación para líderes de aldeas, dirigentes y miembros de las organizaciones


campesinas y los extensionistas deben ser reforzados hacia estrategias
participativas que permitan el diálogo con el Gobierno, las organizaciones
campesinas y las ONG's promocionales (27).

La Declaración de Santiago, formulada en la Consulta sobre Desarrollo Sostenible


y Medio Ambiente en los Sectores Agrícola, Forestal y Pesquero (Santiago de
Chile, 1992), al determinar la necesidad de intensificar los esfuerzos para facilitar
la participación y organización de los productores rurales señala la necesidad de
orientarse hacia el incremento de la capacitación de la población (18).

En general los gobiernos suelen aplicar métodos para la capacitación y


organización de la población rural que se orientan “de arriba hacia abajo” sin
tomar en cuenta las amplias variedades de las necesidades locales, niveles de
capacitación y experiencias a nivel comunitario.

1.3. Promoción de las organizaciones campesinas

Existen un vinculo conceptual operativo estrecho entre la participación popular y


las organizaciones populares. La participación activa de la población sólo puede
ser obtenida a través de la comunidad local y de las organizaciones autónomas de
base cuya finalidad es lograr los objetivos sociales o económicos de sus
miembros. Las organizaciones de la población son instituciones voluntarias,
autónomas y democráticamente controladas e incluyen consejos de comunidades
tradicionales, grupos informales, cooperativas, organizaciones de trabajadores
rurales, uniones de campesinos, asociaciones de mujeres, etc. Los esfuerzos de
los gobiernos deben concentrarse en promover y fortalecer el crecimiento de
estas organizaciones rurales autónomas a través de las cuales pueda canalizarse
la prestación de servicios y puedan participar de manera eficaz en el diseño,
ejecución, seguimiento y evaluación de las actividades de desarrollo (15).

Las organizaciones campesinas son instrumentos de promoción de los


campesinos que presentan ventajas por los factores siguientes:

- tienen capacidad de organización de grupos de agricultores pobres y


marginados para trabajar en forma comunitaria en la identificación y
solución de problemas comunes;

- comportan un cambio en la estructura del poder al convertirse en


vehículos que facilitan la participación de la población rural pobre en
el proceso de desarrollo;

- los grupos pequeños generalmente son más efectivos para asistir a


los miembros más pobres de las comunidades rurales porque
mobilizan y comparten recursos en lugares donde raramente llega el
sector público de investigación y extensión;

- por trabajar a nivel de región conocen la situación socio-económica


y ambiental del lugar donde actúan y los problema básicos, situación
que las pone en una posición extraordinaria frente a funcionarios y
planificadores, para diseñar proyectos y colaborar con otras
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organizaciones, compartir conocimientos, etc.;

- son activas adaptadoras y difusoras de tecnologías agrícolas locales


y facilitan el intercambio de experiencias y prácticas ecológicas en el
manejo de los recursos naturales con los conocimientos de la
tecnología moderna;

- en las regiones donde hay gran cantidad de organizaciones locales,


especialmente donde se encuentran las comunidades étnicas, resulta
no sólo necesario sino posible la colaboración entre ellas dando una
gran oportunidad para la multiplicación de organizaciones de base
más allá del marco de un proyecto;

- inciden en programas innovativos y en la posibilidad de que puedan


afectar a un gran número de usuarios potenciales dentro de la región;

- tienen costo operativo más bajoy constituyen canales de promoción


económica y desarrollo social contribuyendo a la democratización en
lo económico, social y político.

Actualmente se observa una recuperación del interés en la acción colectiva


aumentando la evidencia de que el trabajo con y a través de organizaciones
campesinas de base puede producir un mejoramiento de los niveles de
producción. Al respecto la mayoría de los países elaboran programas para la
promoción de organizaciones de pequeños agricultores (53). En Honduras por
ejemplo, el apoyo asumió distintas formas, entre ellas capacitación, crédito, cese
de intervención gubernamental en el funcionamiento de las organizaciones
campesinas.

2. Otras condiciones

2.1. Reorientación institucional. Descentralización del Estado


2.2. Revitalización e integración de organizaciones campesinas
2.3. Definición del papel de las ONG's en el diálogo
campesinos/Gobierno

2.1. Reorientación institucional. Descentralización del Estado

La promoción de la participación popular depende en gran medida de que la


responsabilidad de la adopción de decisiones, inclusive la recaudación de
ingresos, y los gastos, se delegue en organismos locales (15).
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El reforzamiento de la capacidad local para el desarrollo rural implica el mayor


alcance y poder de: oficinas y representantes locales del gobierno central;
gobiernos locales; organizaciones locales (organizaciones campesinas,
sindicatos, etc.); organizaciones políticas y empresas privadas a nivel local (54).

La descentralización estatal - proceso administrativo interno - y la participación


popular - proceso de carácter político - se relacionan estrechamente en la medida
que ambas producen un aumento de la capacidad de las instituciones locales para
prestar asistencia a los pobres rurales (22 y 43).

El sector público agropecuario en los países de la Región en general afronta una


crisis institucional expresada en el agotamiento de las formas tradicionales de
intervención estatal. Falta coordinación horizontal y cooperación mutua a distintos
niveles, dando lugar a cantidad de instituciones con duplicidad de funciones, en
parte por la estructura de control exclusivamente vertical y en parte por la
insuficiencia de servicios de comunicación.

Resulta difícil para un gobierno centralizado, dados sus limitados recursos,


responder a las demandas locales de la población pobre y marginada. En general
existe consenso en la Región de que es necesario elevar al municipio (principal
órgano con el que se relaciona la población rural pobre) al nivel que le
corresponde como célula básica para impulsar el desarrollo local, regional y
nacional, propiciando su autonomía mediante la más amplia y real participación
democrática de sus habitantes en los procesos de planificación y toma de
decisiones (39).

Se estudian mecanismos multiinstitucionales a niveles nacional y descentralizado


para un diálogo y colaboración con las ONG's promocionales, el Gobierno y las
organizaciones campesinas para el diseño y ejecución de proyectos de desarrollo
rural participativo.

Si bien los gobiernos plantean la descentralización como uno de sus objetivos,


tanto ésta como la delegación hacia los niveles regionales y locales es débil sea
por deficiencia institucional o porque los aparatos burocráticos son reticentes en
compartir un proceso de toma de decisiones lo que incide negativamente en la
participación social (35).

En diversos países se están llevando a cabo programas de desconcentración y


descentralización agropecuaria y a pesar de algunos avances y de la creación de
órganos regionales, la delegación de funciones en órganos administrativos
autónomos condujo a agravar la descoordinación institucional. Hasta ahora se han
trasladado funciones del gobierno central a organismos estatales inferiores
(regiones y estados) habiendo pocos casos de descentralización hasta los niveles
de microrregión, municipio o proyecto o hasta nivel de pequeñas comunidades
campesinas.

En Bolivia desde 1987 se realiza un proceso de descentralización que ayuda a la


organización de la población rural para convertirse en contraparte fuerte y válida y
lograr la sostenibilidad (Proyecto de Planificación Regional Cordech/Cotesu
(PLAREG)). El proyecto comenzó dividiendo el Departamento de Chuquisaca en
Subregiones formándose a partir de 1990 consejos departamentales (de
desarrollo social, agropecuario, de ciencia y tecnología, del medio ambiente) bajo
la administración de la Prefectura, que constituyen plataformas de coordinación
entre las instituciones estatales y las ONG's. Pero para poder ayudar a la
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población rural a organizarse en el marco de la descentralización se hizo


necesario trabajar a nivel de provincias creándose consejos provinciales (con
representantes de los cantones, de las organizaciones campesinas, sindicatos y
población rural en general). Resta un próximo paso, el de la formación de
mecanismos cantonales o micro-regionales que permita a la población
organizarse dentro de la esfera de la descentralización (por ejemplo mediante
consejos o comités cantonales).

En los distritos de desarrollo rural de México se permite la participación de las


centrales campesinas y organismos empresariales agrarios, pero no se ha
generalizado esta práctica. El Gobierno ha elaborado el Programa Nacional de
Modernización del Campo (1990-94) con énfasis en la participación de las
organizaciones campesinas. A su vez, la Secretaría de Agricultura y Recursos
Hidráulicos (SARH) está proponiendo avanzar en otra modalidad de la
descentralización: la transferencia de funciones hacia las organizaciones de
productores agropecuarios y de campesinos.

En Perú con la reforma agraria los espacios regionales quedaron liberados de la


hegemonía de los grandes terratenientes, sobre todo en la Sierra. Al no haber una
fuerza social en su reemplazo el Estado asume la conducción del desarrollo
agrario mediante la planificación regional del país. Desaparece el Departamento
(como demarcación político-administrativa) y el Gobierno Regional participa con
los demás gobiernos regionales, ministerios y organismos centrales en el proceso
de formulación y evaluación de los planes nacionales de desarrollo. Se implanta
así el Sistema Nacional de Planificación con Oficinas Regionales de Planificación
dependientes del Instituto Nacional de Planificación (INP). En el IV Congreso
Nacional Ordinario del SUTSA de 1990 en Huachipa, Lima se trató la
centralización y regionalización y la simplificación administrativa (49).

La 5a Consulta Gubernamental consideró la importancia de la descentralización


para dar mayor participación al poder local y a los beneficiarios mismos debiendo
apoyarse las actividades de las ONG's en ese mejoramiento institucional (37). La
descentralización también se recomendó en la 6a. Consulta para efectos de lograr
una reducción del aparato estatal y optimizar los servicios públicos fortaleciendo
los procesos de planificación y ejecución regional. Asimismo la Declaración de
Santiago ya citada señala la necesidad de orientar los esfuerzos hacia la
descentralización y la desconcentración del Estado (18).

2.2. Revitalización e integración de organizaciones campesinas

En algunos países las ONG's han establecido ciertos mecanismos de


colaboración con organizaciones campesinas. Se trata, por ejemplo, de
organizaciones o coaliciones de carácter más amplio que agrupan a organismos
profesionales voluntarios internacionales y nacionales para el desarrollo, ONG's
donantes y organizaciones populares (15).

Los esquemas de revitalización e integración constituyen una forma de reforzar la


representatividad y el peso económico de las estructuras campesinas. Cuando se
integran horizontalmente por la acción de auténticos promotores o cuando la
integración con otras organizaciones campesinas y sindicatos agrícolas es
vertical, pueden obtener un poder social y económico propio.
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La Declaración de Santiago indica la necesidad de orientar los esfuerzos hacia el


fortalecimiento de las organizaciones campesinas (18).

Rol de las ONG's promocionales:

- proveen estructuras y mecanismos que ayudan a conceptualizar y


formular proyectos que respondan a las necesidades específicas de
las comunidades;

- promueven efectivamente la participación de los campesinos pobres


y marginados (mobilización de recursos locales), confiriéndoles poder,
es decir, creándoles conciencia de sus facultades para dirigir sus
propios problemas;

- cuando son vistas como partes y no como competidoras los


gobiernos pueden recibir sus insumos para el proceso de toma de
decisiones;

- pueden servir como canales adicionales para la mobilización de


recursos de fuentes externas (a través de ONG's donantes,
filantrópicas, de caridad, etc.);

- desarrollan servicios con costos bajos, son autónomas,


independientes y flexibles lo que les permite eliminar trámites
burocráticos y tomar decisiones en forma r ápida y eficiente trabajando
estrechamente con los grupos beneficiarios;

- cuentan con recursos humanos con alto grado de compromiso con


el grupo y el trabajo que desarrollan, a pesar de sus limitaciones
financieras para pagar sueldos acordes con la capacidad profesional
de su personal;

- son en general multidisciplinarias comportándose con amplitud de


perspectivas y pueden realizar importantes aportaciones en
transferencia de tecnologías, considerando su trabajo directo con los
grupos de pobres rurales;

- constituyen una alternativa en la Región para revertir los patrones de


control centralizado.

2.3. Definición del papel de las ONG's en el diálogo


campesinos/Gobierno

Muchos gobiernos intentan lograr una colaboración entre todas las partes en el
desarrollo participativo a nivel local, fomentando el intercambio de información y el
diálogo con las ONG's (15).

Al demostrar los gobiernos su capacidad limitada para responder a las


necesidades reales y a las demandas de los grupos locales se plantea la
importancia de las ONG's como “centros alternativos” en la realización de
iniciativas de desarrollo, en particular bajo la perspectiva de una mayor
participación de los pobres rurales.
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Entre las formas de manifestarse las relaciones ONG's -Gobierno en la Región se


encuentra la de apoyo y colaboración. Esas relaciones en los diversos pa íses
estuvieron determinadas, entre otros factores, por las características del tipo de
régimen político y gubernamental nacional y por los principios e ideología de las
ONG's de cada país.

Para algunos la colaboración ONG's -Gobierno representa la pérdida de la


autonomía y del carácter “alternativo”. Para otros, la vinculación de las ONG's con
las bases, su flexibilidad, versatilidad y familiaridad con las condiciones locales,
indican la importancia para los gobiernos de establecer relaciones de cooperación
con ellas. Pero ambas posiciones parecen concordar en que se hace necesaria
una reflexión sobre las posibles formas de trabajo conjunto ONG's-Gobierno (37).

En Ecuador CESA, una ONG con más de 20 años de trabajo con organismos del
Estado (ministerios, municipios, consejos provinciales, Instituto Nacional de
Investigaciones Agropecuarias, bancos, etc.), ha logrado tomar en cuenta a
campesinos pobres, tradicionalmente marginados de la acción estatal; ha
sensibilizado a ciertos sectores de funcionarios, técnicos y burócratas para que
entiendan y acepten a los campesinos y sus problemas, así como sus aportes en
la formación y ejecución de proyectos y ha posibilitado el acercamiento de los
campesinos a los organismos estatales, con un nivel creciente de autogestión.

El Gobierno del Perú buscó apoyarse en las ONG's para responder a las
demandas planteadas por los sectores populares. Esta convocatoria, entre otros
resultados, determinó la creación de un fondo para investigación social, con el
objeto de identificar y priorizar las tareas para el desarrollo integral. Diversos
proyectos en Perú son ejecutados por ONG's (por ejemplo proyectos sobre
tecnología alternativa para el procesamiento de alimentos en tres áreas rurales;
instalación de molinos de viento para el aprovechamiento integral del recurso
hídrico y mejoramiento de la calidad de vida de las familias campesinas en Pisco;
desarrollo de comunidades nativas Shipubo/Coimbo del río Ucayali y afluentes;
desarrollo agropecuario Huatepe. Tierras del Sol; apoyo a las plantaciones
forestales con fines energéticos y para el desarrollo de comunidades rurales de la
Sierra Peruana; producción de alimentos a nivel comunitario de la Sierra).

El Plan Sierra (programa amplio de recuperación y desarrollo en lo relativo a


deforestación, cultivo en laderas, sobretalajes, etc.) en la República Dominicana,
constituye un ejemplo de estrategia de desarrollo iniciada en el área de las ONG's
(Asociación para el Desarrollo formada por el Obispo de la Diócesis de Santiago,
el “Grupo de Santiago”, el Instituto Superior de Agricultura y la Universidad
Católica Madre y Maestra). El Plan, que tuvo el apoyo de organismos estatales
(Secretaría de Estado de Agricultura), fue elaborado por equipos inter -
institucionales y posteriormente incorporado como entidad jurídica independiente.

La 5a. Consulta Gubernamental puso de relieve el papel importante de las ONG's


en la Región y señaló que para una coordinación adecuada entre Gobierno/ONG's
es necesaria la armonización con las orientaciones políticas y planes de desarrollo
del Estado. Se destacó la importancia de favorecer una especialización progresiva
y una comunicación continua entre las ONG's que permita a los gobiernos
delegarles acciones y programas sin que representen una duplicación de trabajo
que realiza el Estado (37). La 6a. Consulta reiteró la importancia de las ONG's en
la solución de los graves problemas de pobreza.
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3. Limitaciones para la participación campesina

3.1. Limitaciones de las organizaciones campesinas


3.2. Limitaciones de las relaciones campesinos/ONG's promocionales
3.3. Falta de mecanismos para el diálogo entre
Gobierno/ONG's/organizaciones campesinas

3.1. Limitaciones de las organizaciones campesinas

En general el pequeño agricultor y el campesino pobre y marginado actúan en


forma dispersa y manifiestan escaso desarrollo organizativo. Estimaciones
preliminares indican que sólo alrededor del 10% de los productores están
asociados a cooperativas agrícolas o a formas asociativas similares (28). Esta
situación les impide participar en las actividades de desarrollo rural y combatir su
marginalidad.

La escasa organización de los campesinos y su falta de interés en la formación de


asociaciones que los representen se debe entre otros factores a:

- falta de legislación adecuada;

- falta de incentivos y de acceso a recursos del sector público;

- centralización administrativa excesiva;

- falta de dirigentes verdaderamente representativos y auténticos, sin


interferencias políticas o de ventajas personales (la llamada “ley de
hierro de la oligarquía”) (47);

- escasez de recursos para remunerar a los extensionistas agrícolas,


que por lo tanto, no pueden dedicarse por completo a las tareas de
extensión.

3.2. Limitaciones de las relaciones campesinos/ONG's


promocionales

En un estudio preparado para la FAO (ESHA) sobre los problemas claves para
promover la colaboración de la FAO con organizaciones de la población rural y
otros tipos de ONG's se señala que, con frecuencia las ONG's presentan los
siguientes obstáculos:

- les falta coordinación y dirección para cumplir sus esfuerzos de


desarrollo nacional;
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- suelen estar en competencia con otras ONG's sin tener mucho


entusiasmo en establecer redes entre ellas mismas y trabajar juntas;

- tienen sus propios objetivos o los de sus donantes enfrentándose a


los programas y políticas del Gobierno;

- adolecen de grandes burocracias en su personal (21)

Otras limitaciones observadas en las ONG's promocionales para la colaboración


con las organizaciones campesinas son:

- dependencia del financiamiento exterior para su subsistencia, lo que


condiciona su capacidad para sustentar proyectos;

- deficiente evaluación de resultados e impactos de sus proyectos;

- problemas en la rendición de cuentas a sus “electores” o miembros


de las organizaciones de base, al Gobierno, a los donantes, etc.;

- posición ideológica marcada en algunas ONG's.

3.3. Falta de mecanismos para el diálogo entre


Gobierno/ONG's/organizaciones campesinas

Resulta de interés señalar los problemas más comunes encontrados en el diálogo


de las organizaciones campesinas y ONG's con el Gobierno y viceversa conforme
al Taller Nacional sobre “Formulación de Proyectos sobre Participación de la
Población en Actividades de Desarrollo Rural”, efectuado en Tagaytay (Filipinas)
en 1990, por ser de aplicación en Latinoamérica:

- falta de políticas, mecanismos institucionales y pautas de actuación


definidas sobre la colaboración Gobierno/ONG's;

- representación limitada de las ONG's/organizaciones campesinas en


la formulación de políticas;

- demora en la emisión de fondos de proyectos;

- número creciente de ONG's y organizaciones campesinas


relacionadas lo que puede dificultar la actuación de los gobiernos;

- falta de conocimiento y comprensión acerca de las ONG's no sólo


en los organismos del Gobierno sino también en el público en
general;

- falta de comprensión/lógica para un entendimiento efectivo entre


organismos del Gobierno y ONG's (12).

Es importante también señalar los resultados del Taller-Consulta organizado por


el Consejo Peruano para la Autogestión (COPPA) en 1991 en Huaral y en Lima
(Perú), con el auspicio del Ministerio de Agricultura del Perú y de la FAO, y la
participación de la CNCN y de representantes de la Comisión de Agricultura del
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Parlamento, de las ONG's y de la Cooperación Técnica Internacional. El objetivo


central fue la búsqueda de formas de colaboración entre los representantes de
organizaciones campesinas, trabajadores rurales, ONG's, entidades
gubernamentales y cooperación técnica internacional en la planificación del
desarrollo rural y la concertación agraria.

Los obstáculos identificados para el desarrollo del pequeño agricultor fueron:

- vínculos débiles entre los programas agrarios de las universidades y


las necesidades de los pequeños agricultores;

- falta de participación de los pequeños agricultores en el proceso de


toma de decisiones a nivel descentralizado y nacional;

- necesidad de fortalecer la capacidad de manejo interior de las


organizaciones de pequeños agricultores y organizaciones de
trabajadores rurales;

- falta de información más detallada acerca de las actividades de las


ONG's que se dedican a agricultura.

Entre las varias propuestas y acuerdos, figuran:

- avanzar en la unidad del movimiento campesino desde las bases


para el fortalecimiento de la CNCN y de cada uno de sus gremios,
respetando sus autonomías y centralizando sus luchas;

- consolidar las organizaciones representativas de los parceleros y


otras organizaciones gremiales y de base;

- consolidar y fortalecer la CNCN como organización de centralización


campesina con proyección y capacidad de convocatoria hacia la
conformación del Frente Nacional Agrario (FNA);

El Taller-Consulta recomendó:

- con respecto a las políticas de seguridad alimentaria: priorizar, entre


otras actividades, la producción nacional de alimentos mediante la
mejora de la productividad y capacidad empresarial de los pequeños
agricultores incluyendo comunidades campesinas de los Andes y
comunidades nativas de la región Amazónica;

- a las universidades nacionales y regionales: adaptar sus programas


agrícolas para responder mejor a las condiciones ecológicas
regionales y satisfacer las necesidades de los pequeños agricultores
locales y establecer escuelas agrícolas locales con actividades
orientadas a las prácticas de campo, (se destacó la importancia de
elaborar un documento actualizado sobre las ONG's activas en
agricultura y desarrollo rural que podrían asistir en la capacitación y
provisión de servicios técnicos a pequeños agricultores, trabajadores
rurales y comunidades nativas);

- mejorar el diálogo y colaboración entre ONG's y organizaciones de


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pequeños agricultores a través de redes y el establecimiento de un


mecanismo en particular a niveles regional y local;

- a los gobiernos y agencias de desarrollo técnico: facilitar a las


organizaciones de pequeños agricultores y de trabajadores rurales
fortalecer sus actividades mediante redes y la capacitación en
autogestión;

- comenzar de inmediato la consultación;

- fortalecer financiera y técnicamente el proceso de descentralización


para promover la participación popular en agricultura y desarrollo
rural; (las agencias de desarrollo podrán asistir al Gobierno en el
desarrollo de pautas políticas, capacitación técnica y establecimiento
de mecanismos institucionales para el diálogo y colaboración
Gobierno/representantes de los pequeños agricultores y trabajadores
rurales/ONG's a nivel regional y local) (8).

El Taller-Consulta reconoció el papel valioso de la FAO en la promoción de la


participación popular en agricultura y desarrollo rural invitándola a participar en
esas actividades.

Los resultados del evento se presentaron a las autoridades gubernamentales,


regionales y nacionales, a las organizaciones campesinas de base, ONG's y
organismos de cooperación internacional, en miras a la planificación del desarrollo
agrario con autogestión.

4. Marco internacional para la ADRS en relación con la


participación campesina

4.1. Declaración de Den Bosch


4.2. Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y
Desarrollo (CNUMAD). Programa 21

4.1. Declaración de Den Bosch

En la Conferencia FAO/Países Bajos sobre Agricultura y Medio Ambiente,


celebrada en Den Bosch en 1991 se aprobó la Declaración de Den Bosch y el
Plan de Acción para una ADRS. El documento, señala que las estrategias para la
ADRS deben tener tres metas: seguridad alimentaria, empleo y generación de
ingresos y protección del medio ambiente.
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Entre los cambios y ajustes necesarios para crear condiciones de sostenibilidad


se señalan:

- la participación activa de la población rural a través de sus


organizaciones (asociaciones de agricultores, cooperativas, grupos no
estructurados) en actividades de investigación y desarrollo de
sistemas integrados de administración rural compatibles con el
mantenimiento de los procesos biológicos esenciales y en las
actividades de capacitación conexas;

- la descentralización mediante la asignación de m ás facultades y


responsabilidad en materia de adopción de decisiones a nivel local, la
provisión de incentivos y recursos para promover iniciativas por parte
de las comunidades locales, el mejoramiento de su condición y el
aumento de su capacidad de gestión, inclusive la de la mujer, en lugar
de recurrir a mecanismos de “arriba hacia abajo”.

A nivel nacional una de las medidas principales es acelerar el desarrollo de las


organizaciones rurales, la participación popular, la mejora en las condiciones de
vida, la participación de las comunidades locales en el proceso de ADRS, con
especial atención a las mujeres rurales, los pequeños agricultores y los
campesinos sin tierras. Se señala en el documento que estas actividades
deberían complementarse con la prestación de servicios de apoyo por parte de las
ONG's y las instituciones gubernamentales, así como de otras fuentes de los
sectores público y privado (27).

4.2. Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y


Desarrollo (CNUMAD). Programa 21

Son varios los capítulos del Programa 21 que guardan convergencia con los
objetivos del Plan de Acción sobre Participación Popular. En resumen, el
contenido de ellos, comenzando por el Capítulo 14, que tiene una relación más
directa con los temas que se exponen, es el siguiente:

a) Fomento de la ADRS: mediante el manejo integrado de los


recursos con el más amplio grado de control comunitario, el fomento a
la autonomía y cooperación, lo que requiere capacitación. Los
objetivos son: promover mayor conciencia pública sobre el papel de la
participación popular y organización de la población, especialmente
en grupos de mujeres, jóvenes, indígenas, comunidades locales y
pequeños agricultores, en ADRS; asegurar a la población rural (en
particular esos grupos) el acceso equitativo a los recursos,
tecnologías y otros servicios; fortalecer y desarrollar la gestión y
capacidades internas de las organizaciones de la población rural y
servicios de extensión y descentralizar la toma de decisiones al nivel
comunitario más bajo (Cap. 14).

b) Combate de la pobreza: mediante una estrategia que enfoque


simultáneamente recursos, producción y población cubriendo el papel
de las poblaciones indígenas y comunidades locales y un proceso de
participación democrática y delegación de autoridad al nivel más
conveniente. Entre los objetivos, el fortalecimiento de instituciones
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locales y mayor compromiso y capacidad de las ONG's y niveles


locales del Gobierno. Las organizaciones de la población, grupos de
mujeres, ONG's son fuentes importantes de innovación y acción local
(Cap. 3).

c) Reconocimiento y fortalecimiento del papel de las poblaciones


indígenas y sus comunidades: en vista de la interrelación entre el
ambiente natural y su desarrollo sostenible y el bienestar cultural,
social, económico y físico de esas poblaciones. Como objetivos, entre
otros, los gobiernos y cuando corresponda las organizaciones
intergubernamentales, deben conferir poder a dichas poblaciones y
sus comunidades por ejemplo, mediante la adopción o fortalecimiento
a nivel nacional de políticas y/o instrumentos legales apropiados
(Cap. 26).

d) Fortalecimiento del papel de las ONG's como partícipes del


desarrollo sostenible: necesidad de la colaboración
ONG's/gobiernos y entre las propias ONG's para reforzar su eficacia
como actores de ese desarrollo. Entre los objetivos: establecer hacia
1995 un diálogo mutuamente productivo a nivel nacional entre
gobiernos, ONG's y sus redes autoorganizadas para reconocer y
establecer sus papeles en el DSAP (Cap. 27).

e) Iniciativas de las autoridades locales en apoyo del Programa


21: como factor determinante en la mobilización de la población para
promover el desarrollo sostenible. Entre otros objetivos, para 1996 la
mayoría de las autoridades locales deben haber emprendido un
proceso consultivo con sus poblaciones y alcanzado un consenso
sobre una Programa 21 para la comunidad. Para 1993 la comunidad
internacional debe haber iniciado un proceso consultivo dirigido a
aumentar la cooperación entre las autoridades locales (Cap. 28).

f) Fortalecimiento del papel de los trabajadores y sus sindicatos:


como actores vitales para facilitar el desarrollo sostenible. Los
objetivos son el alivio de la pobreza y empleo pleno y sostenido (Cap.
29).

g) Fortalecimiento del papel de los agricultores: la


descentralización en la toma de decisiones en favor de las
organizaciones locales es fundamental para lograr el bienestar de la
población y la ejecución de estrategias de agricultura sostenible.
Entre los objetivos: animar al proceso de toma de decisiones
descentralizada mediante la creación y fortalecimiento de
organizaciones locales y de aldeas que podrían delegar facultades y
responsabilidades en los usuarios de los recursos naturales;
aumentar la participación de los agricultores (hombres y mujeres) en
el diseño y ejecución de las políticas respectivas a través de sus
organizaciones representativas (Cap. 32).

V. ORIENTACIONES DE PROGRAMAS DE
PROMOCION DE LA PARTICIPACION CAMPESINA
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1. Actividades y Programas de la FAO en su colaboración con las


ONG's
2. Proyectos de otras organizaciones internacionales relacionados
con la colaboración con ONG's
3. Obstáculos en la ejecución de proyectos participatorios

1. Actividades y Programas de la FAO en su colaboración


con las ONG's

1.1. Conferencias, Consultas y otras reuniones internacionales


1.2. Proyectos y programas de trabajo de la FAO con ONG's

1.1. Conferencias, Consultas y otras reuniones internacionales

Como lo establece el Plan de Acción sobre Participación Popular la


responsabilidad primaria de promover la participación popular corresponde al
Gobierno Nacional, actuando la FAO sólo como catalizador, consejero y fuente de
consulta política y de asistencia técnica en apoyo a los países miembros en
iniciativas participatorias.

En seguimiento de la CMRADR la FAO desde 1979 viene estimulando y


orientando programas basados en la participación popular, trabajando
estrechamente con ONG's promocionales. En ese año se inició una relación
colaborativa con la Coalición Asiática de ONG's para la Reforma Agraria y el
Desarrollo Rural (ANGOC), una ONG promocional que comenzó como red
regional en Asia para promover el diálogo y colaboración entre Gobierno/ONG's y
organizaciones campesinas en apoyo de los objetivos de la CMRADR. ANGOC,
trabajando con la FAO y otras agencias intergubernamentales desarroll ó en
Filipinas un marco internacional viable para promover la participación popular en
el desarrollo sostenible, que podría adaptarse a otros países y aún a otras
regiones (20).

En 1991 se llevó a cabo la 12a. Consulta entre Organizaciones sindicales


internacionales y la FAO donde se identificaron áreas de colaboración entre la

file://C:\Mis%20documentos\participacion%20campesina\participacion%20campesina 20/05/2002
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FAO y los sindicatos internacionales en el desarrollo rural.

Asimismo en cuanto al fomento del diálogo y la colaboración técnica entre los


gobiernos, organismos de desarrollo y organizaciones campesinas la FAO ha
organizado y contribuido a organizar talleres, consultas nacionales tripartitas, por
ejemplo la de Filipinas en 1991.

En el ámbito de América Latina y el Caribe, las conferencias regionales de la FAO


y las consultas gubernamentales constituyen un medio por el cual los gobiernos
han expresado su interés en conocer y analizar más ampliamente la situación y el
papel de las ONG's en el desarrollo rural (especialmente las 5a y 6a. Consultas
Gubernamentales).

La FAO organizó la Mesa Redonda donde se acord ó la formación de una red de


cooperación técnica de desarrollo rural, en Cochabamba en 1991 con los
representantes de 22 países de la Región. El fortalecimiento del nivel organizativo
de la población rural es uno de los objetivos a largo alcance y la participación de
la población rural uno de los temas para iniciar el funcionamiento de la red.

También la FAO ha participado en talleres, seminarios y consultas de expertos


organizados en algunos casos por los gobiernos o por las ONG's, como el Taller-
Seminario sobre promoción y capacitación campesina para la incorporación al
desarrollo de empresas asociativas agropecuarias del Departamento de
Cajamarca (Perú, 1987) siendo responsable del evento la Corporación de
Desarrollo de Cajamarca (CORDEJAC). Otro ejemplo es el Taller Regional
FAO/Sindicatos Internacionales, de Siguatepeque (Honduras, 1990) que trató
sobre la promoción de la participación popular en el desarrollo forestal y
agroforestal y la generación de empleo para los campesinos y trabajadores
rurales a través de iniciativas y servicios de sus propias asociaciones a nivel
nacional y local (30).

El Taller de reflexión-acción sobre “Medidas para reducir la inseguridad


alimentaria y la desnutrición en el Istmo Centroamericano”, realizado en Costa
Rica, en 1991, trató entre otros temas, los lineamientos y criterios para nuevos
proyectos e interacciones participatorias destacándose el apoyo a las ONG's en la
ejecución de proyectos respecto a la identidad cultural de las comunidades y al
fortalecimiento de las organizaciones de base.

Asimismo la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe organizó


la Mesa Redonda sobre “La participación campesina en el desarrollo rural”, Quito
(Ecuador), 1988; la Mesa Redonda sobre participación y colaboración con las
ONG's campesinas, Santiago (Chile), 1990 cuya finalidad fue buscar fórmulas
para incorporar a la población en las políticas de desarrollo de los respectivos
países; la Consulta sobre “Desarrollo sostenible y medio ambiente en los sectores
agrícola, forestal y pesquero de América Latina y el Caribe”, Santiago, 1992 y el
Taller “Consolidación de empresas campesinas de reforma agraria y metodologías
para la organización de comunidades rurales”, Tela (Honduras), 1992 (19).

En Costa Rica mediante el Proyecto Bosques, Arboles y Población se reunieron


30 líderes del organizaciones campesinas de América Central para debatir
experiencias en la gestión de árboles y establecer un programa de colaboración
futura y de intercambio de información. La FAO patrocinó y participó en talleres
como el de promoción y capacitación campesina para la incorporación al
desarrollo de empresas asociativas agropecuarias en el Departamento de
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Cajamarca (Perú), en 1987 y el de Consulta para la década del 90 sobre


desarrollo rural, planificación y concertación agraria (Perú, 1991).

1.2. Proyectos y programas de trabajo de la FAO con ONG's

La FAO desde los años 50 se relaciona con ONG's, mediante las organizaciones
de la Campaña Mundial contra el Hambre/Acción pro Desarrollo (CMCH/AD) que
entablaron relaciones de trabajo estables con ONG's y redes de ONG's del sur
formulando un programa de apoyo a sus iniciativas. Desde esa fecha el
Departamento de Política Económica y Social de la FAO, a través de la División
ESH colabora con la Asociación Internacional de Cooperativas (AIC) y con la
Organización de Sindicatos Internacionales (OSI). Gracias a esta colaboración se
ha logrado la formación de una red de ONG's y de comités nacionales con
experiencia en el trabajo con el campesinado pobre. Durante la década de los 80
la FAO reafirmó su estrategia de organizar a los productores en pequeña escala
en los sectores forestal, ganadero y pesquero.

El Trabajo de la CMCH/AD en América Latina en las dos décadas consistió


fundamentalmente en el desarrollo de proyectos de capacitación, estudios
temáticos, apoyo al intercambio de experiencias entre ONG's, mediación entre
ONG's del Norte/Sur y apoyo a redes de cooperación.

El establecimiento del Día Mundial de la Alimentación ha proporcionado a la FAO


otro instrumento para promover la colaboración de la FAO con las ONG's.

En el contexto de su función catalizadora y de promoción la FAO trabaja con los


tres niveles de ONG's: internacional, nacional y local (ONG's de promoción) a
través de su Programa Regular y de su Programa de Campo.

El subprograma Instituciones y empleos rurales se ocupa de las políticas, la


investigación y la capacitación relacionadas con la creación de instituciones
rurales y el fortalecimiento de asociaciones de pequeños agricultores por medio
de cooperativos o grupos informales. Las actividades de este subprograma
prestan apoyo técnico a los Programas de Desarrollo de Pequeños Agricultores
(PDPA) y de Participación Popular (PPP) (34, 36 y 51).

El subprograma ONG's tiene por objetivo desarrollar relaciones más estrechas


con ONG's y fomentar la colaboración con ellas en sectores prioritarios de los
programas de la FAO.

1.2.1. Actividades de la División de Recursos Humanos, Instituciones y


Reforma Agraria y otras divisiones y servicios de la FAO

La División ESH aconseja y asiste a los gobiernos miembros de la FAO, a pedido


de éstos, en el establecimiento y actuación de instituciones y servicios para el
desarrollo rural y en el marco político respectivo (24 y 38). En ESH, el Servicio de
Análisis del Desarrollo Rural y Organizaciones (ESHA) cumple entre otras, las
actividades siguientes:

- contacto activo con todos los tipos de organizaciones de la


población rural y federaciones de esas organizaciones;
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- actividades de campo para promover la creación y fortalecimiento de


organizaciones nacionales y locales que representen a los pequeños
productores, agricultores marginales y trabajadores sin tierra, con el
propósito de mejorar su capacidad de autoayuda al pobre rural;

- promoción del diálogo entre Gobierno/organizaciones campesinas (y


otras ONG's) sobre planificación del desarrollo agrario y rural “de
abajo hacia arriba”, formulando y ejecutando proyectos;

- colaboración con agencias de Naciones Unidas (PNUD, OIT) en la


promoción de ONG's y participación popular en el desarrollo rural;

- consejo a los Representantes de la FAO en los distintos países,


dentro del marco de actividades de los proyectos y como parte de los
programas especiales.

La colaboración incluye:

a) Diseño de estrategias nacionales y regionales y planes de desarrollo


cooperativo; fortalecimiento de liderazgo y gestión de cooperativas agrícolas.

El Programa para el desarrollo de Sistemas apropiados de gestión de


cooperativas agrícolas (SAGCA o AMSAC en la versión inglesa), iniciado en
Africa y Asia presta apoyo técnico a proyectos de desarrollo cooperativo y a otros
tipos de organizaciones de la población rural, grupos informales, precooperativas,
etc. Su programa de formación y capacitación dio atención particular a la
preparación de guías técnicas y manuales para capacitación en la gestión de
cooperativas (11). Está constituido por 5 pilares básicos:

- participación,
- integración,
- gestión;
- diversificación y
- capacitación.

El objetivo de AMSAC es apoyar la autonomía y estructura independiente


mediante la creación de nuevas organizaciones de autoayuda, la viabilidad de las
existentes y transformar las organizaciones controladas por el Estado en
autónomas (17 y 29).

En América Latina las actividades de ESH con la ACI en colaboración con la rama
regional, Organización de Cooperativas Agrícolas (OCA), se centran en la
recolección de datos sobre la actuación de las cooperativas agrícolas en 17
países y estudios de casos que facilitar án la formulación de estrategias regionales
de trabajo. Asimismo se promueven en la región las precooperativas y actividades
de capacitación a la población joven rural.

b) Promoción de ingresos y empleo agroforestal de base generador de actividades


para las organizaciones de trabajadores rurales y fortalecimiento de su capacidad
de participación en la planificación y diseño de programas de desarrollo rural
participativo.

ESH colabora con las organizaciones de trabajadores rurales afiliadas a la OSI


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mediante consultas regionales (como las realizadas en América Central), estudios


de casos, guías de capacitación y proyectos piloto en varios países de la Región
para fortalecer la capacidad institucional de esas organizaciones (24).

c) Promoción del diálogo Gobierno/ONG's

Apoyo a organismos gubernamentales de planificación y ejecución en la


identificación de áreas y ONG's relevantes para la colaboración en programas de
desarrollo rural. Colaboración de ONG's promocionales para identificar
necesidades y prioridades en desarrollo rural con la participación de ONG's
locales que representen a los pobres rurales. Estas actividades incluyen la
preparación de estudios de casos, organización de talleres para el diálogo
Gobiernos/ONG's, actividades conjuntas de identificación de proyectos (Costa
Rica, Chile, Perú) y preparación de documentos de trabajo y publicaciones.

d) Promoción de grupos informales y asociaciones inter -aldeas de pequeños


agricultores y mujeres, preparación de manuales, guías y folletos y métodos
modelo en desarrollo participativo para gobiernos y agencias de desarrollo
interesadas.

La División ejecuta proyectos en la Región dentro del marco del PPP que surgió
en América Latina en 1982.

Los programas PPP acentúan la formación de pequeños grupos como parte de


una estrategia a largo plazo para formar organizaciones de agricultores
autónomas (como cooperativas). Se diseñaron y ejecutaron a través de oficinas
gubernamentales y en algunos casos por ONG's locales que identificaron áreas
de acción.

e) Promoción de nuevos modelos de extensión a través de la colaboración


público-privada en extensión agrícola.

ESH asiste a los gobiernos y colabora con ONG's para promover la integración de
los servicios de extensión agraria de las agencias públicas de extensión con
aquellos provistos por empresas privadas (ONG's de desarrollo voluntarias y
organizaciones de agricultores) para lograr la reducción de costos para la
población agrícola en general, incluso los agricultores de escasos recursos y
marginados. En Honduras el Gobierno formuló un acuerdo contractual con
agricultores y organizaciones de trabajadores rurales para actividades de servicios
de extensión.

f) Provisión de información y asistencia técnica para otras unidades técnicas de la


FAO para la promoción en gran escala de la participación de ONG's y proyectos
de desarrollo agrario y rural apoyados por la FAO. Asimismo ESH provee en
América Central apoyo técnico a comunidades forestales y proyectos de
actividades post cosecha.

El Servicio ESHW desarrolla proyectos sobre participación de mujeres


trabajadoras. En 1987 dio comienzo un proyecto en América Central y República
Dominicana proponiendo el desarrollo de capacitación para ayudar a las mujeres
a tomar parte activa en los sindicatos y la promoción de servicios especiales y
actividades de autoayuda. La segunda fase del proyecto se aprobó en 1990. Es
interesante señalar que desde 1992 este Servicio está realizando un proyecto en
la República Dominicana financiado por el gobierno belga sobre Integración de la
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Mujer Campesina en la Producción de Alimentos y la Generación de Ingresos. La


contraparte nacional es una ONG, MUDE que trabaja con grupos de campesinas
organizadas siendo la capacitación el componente potencializador del proyecto e
instrumento de cambio.

En los Programas de cooperación FAO/ONG's, la División ESH ha comenzado a


trabajar con otros departamentos y direcciones de la FAO para aplicar una
estrategia amplia del Plan de Acción en las siete áreas.

El Departamento de Pesca mantiene contacto con muchas ONG's para el


desarrollo participativo en la pesca artesanal. La Conferencia Mundial sobre
Administración de Pesca de 1984 encomendó a esa Dirección un Programa de
Acción para el Desarrollo Pesquero en Pequeña Escala, incluyendo la
participación activa de las comunidades pesqueras en pequeña escala en la
planificación y ejecución de actividades de desarrollo. Guiado por la estrategia
aprobada por la Conferencia se realizan diversas actividades en el ámbito de los
programas ordinario y de campo con el fin de reforzar la colaboración de las
ONG's y fomentar la intervención de las organizaciones de pescadores, por
ejemplo servicios de crédito y extensión para mujeres.

El Departamento Forestal considera la participación popular un tema básico y


tiene dos programas de actividades participatorias con componentes ONG's: el
Plan de Acción Forestal en los Trópicos (PAFT) y el Programa Bosques, Arboles y
Población (FTPP), financiados con fondos extrapresupuestarios, son ejemplos de
esfuerzos colaborativos que crean mecanismos de enlace con las ONG's para
trabajar en actividades de silvicultura. El último de ellos, lanzado en 1987 con el
trabajo conjunto de instituciones nacionales y ONG's. El Servicio ESHA actúa en
la promoción de la participación de organizaciones de trabajadores rurales en
actividades agroforestales de base en Honduras. El está comprometido en Bolivia
en identificar organizaciones locales de indígenas y agricultores y las ONG's que
trabajan allí con ellos para establecer una red de apoyo nacional de
organizaciones interesadas en el manejo local de los recursos de árboles y
bosques. Un proyecto sobre desarrollo forestal comunitario en el altiplano
boliviano se propone llegar a atender 175 comunidades a fines de 1993. Estos
proyectos son financiados con fondos fiduciarios (Holanda, Italia, Noruega).

En Nicaragua un proyecto basado en la estrategia del PAFT, mediante un


proceso de formulación participatoria, aseguró un alto grado de gestión y decisión
a las comunidades campesinas, autoridades civiles, líderes religiosos, ONG's,
directivos y técnicos de instituciones vinculadas al sector. A través de ese proceso
se recibió de parte de las comunidades e instituciones y organizaciones
regionales y de campesinos, en total 81 perfiles de proyectos para los diferentes
subgrupos del PAFT.

En el Programa de Desarrollo Lechero para organizar productores en Ecuador,


entre sus actividades está la organización del pequeño productor de leche
destacándose la formación de 21 grupos de mujeres.

Con ESNP la División ESHA actuó en la promoción de métodos participativos de


grupos de base en nutrición;

En Bolivia la FAO trabajó en 1992 en la búsqueda de métodos de promoción de


la participación popular en la planificación de la conservación y desarrollo de
cuencas, asistiendo a los grupos comunales a identificar y determinar vías y
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medios para satisfacerlos (proyectos financiados por Italia. En 1991 hubo en la


Región 35 proyectos de promoción a la participación popular) (16).

Hay proyectos regionales para la promoción y asistencia al desarrollo de


organizaciones de trabajadores rurales de base (por ejemplo sobre desarrollo
forestal participativo en los Andes).

El Proyecto PLAREG/1993 en Bolivia constituye una propuesta de desarrollo


rural para la Provincia de H. Siles, Chuiquisaca, con énfasis en descentralización
y microrregionalización.

Mediante financiamiento de una ONG's española (Manos Unidas) la FAO actúa en


el proyecto con la ONG de Chile, CET sobre actividades agropecuarias para
organizaciones campesinas de Chiloé.

En Honduras el Proyecto sobre “Fortalecimiento de la capacitación campesinas


en aspectos de agroforestación y medio ambiente” tiene por objeto fortalecer la
capacidad de la Unión Nacional de Campesinos (UNC) en la organización y
promoción de servicios para sus afiliados y cooperar en la conservación de sus
recursos naturales propiciando un medio ambiente aceptable. Un 19% de los
beneficiarios del proyecto (160) son mujeres.

En México la FAO ayuda a la preparación de una red de centros multimedia a


manejarse por las comunidades rurales en tierras húmedas del Pacífico y
Atlántico. La actividad queda a cargo de asociaciones locales de agricultores. La
red deberá constar de 9 unidades de comunicación local (hasta el momento hay
4) equipadas para capacitar en servicios de video, radio, imprenta. Los
agricultores dentro de las unidades están facultados para tomar decisiones, tienen
capacidad de administración, intercambiar informaciones con otros agricultores,
organizaciones comunitarias, centro de investigación y agentes del obierno. Los
capacitados asistirán en las necesidades locales de evaluación, planificación
participatoria, organización de grupos y producción de materiales de capacitación
sobre temas indicados por los agricultores.

Un proyecto sobre establecimiento de un sistema de comunicación para el uso


eficiente de la infraestructura hidrológica de México apoyó la consolidación del
componente de participación y análisis social establecido por el Gobierno en el
marco de un proceso de transferencia de los distritos de riego a Asociaciones de
Usuarios siendo notables los avances (45).

1.2.2. Actividades del Centro de Inversiones/FAO

El Centro de Inversiones de la FAO ayudó a introducir componentes de


participación popular en proyectos preparados para organismos de financiación
(Banco Mundial, FIDA) prestando cada vez mayor atención al fomento de la
participación popular en el diseño de proyectos. Empleando metodologías de
evaluación rural rápida, los equipos de diseño de proyectos han centrado su
atención en cómo lograr una convergencia entre las opiniones de los beneficiarios
y del Gobierno en cuanto al diseño de proyectos y a la selección de mecanismos
institucionales que garanticen una distribución equitativa de los beneficios dentro
de las comunidades afectadas.
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2. Proyectos de otras organizaciones internacionales


relacionados con la colaboración con ONG's

2.1. Programa Mundial de Alimentos (PMA)


2.2. Organización Internacional del Trabajo (OIT)
2.3. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
2.4. Fondo Internacional de Desarrollo Agrario (FIDA)
2.5. Banco Mundial (BM)

Existe un interés creciente por parte de los organismos de Naciones Unidas para
una colaboración más estrecha con las ONG's.

2.1. Programa Mundial de Alimentos (PMA)

En la República Dominicana el proyecto sobre desarrollo de la Sierra (1991),


capacitó 7303 líderes comunitarios, agricultores y mujeres.

2.2. Organización Internacional del Trabajo (OIT)

Apoya actividades de capacitación para promover la participación de las


organizaciones de trabajadores rurales, particularmente mujeres, en la
planificación, ejecución y evaluación de actividades de empleo rural. La OIT da
mucha importancia a la protección de los derechos de los trabajadores para
organizarse en entidades propias en una estructura tripartita
(trabajadores/empleados/Gobierno). Mediante su Programa sobre las
organizaciones participatorias de los pobres rurales (OPPR) poniendo énfasis en
el desarrollo de metodologías apropiadas para la formación de promotores, el
seguimiento y evaluación de proyectos en forma participatoria. Recientemente
orienta sus esfuerzos para promover la “democracia rural” impulsando la
participación popular, el fortalecimiento y apoyo de las organizaciones de los
pobres rurales (25).

2.3. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)

El programa del PNUD recalcó la importancia determinante para el éxito de


cualquier estrategia de desarrollo humano, de un enfoque participatorio que
contemple también la intervención de las ONG's. EL PNUD ha formalizado
acuerdos de cooperación técnica con organismos de gobiernos y ONG's, como el
formulado en la República Dominicana con el Secretariado Técnico de la
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Presidencia y el UDE para identificar y ejecutar proyectos que incorporen a las


organizaciones de mujeres rurales a la producción como fuerzas vivas de sus
comunidades rurales.

2.4. Fondo Internacional de Desarrollo Agrario (FIDA)

La metodología del FIDA para aliviar la pobreza incluye un fuerte enfoque de


desarrollo rural participatorio dentro del grupo objetivo que comprende a los
sectores más pobres y desventajados de la población. Las ONG's son actores
importantes y el FIDA aprecia las ventajas de la colaboración con ellas en sus
proyectos. En 1984 se aprobaron guías para esa colaboración y en los últimos
años el FIDA buscó el fortalecimiento de sus relaciones con las ONG's para
cumplir más eficazmente el mandato ridondante en el acta de establecimiento.
Como resultado gran cantidad de ONG's están comprendidas en distintas etapas
de proyectos del FIDA (9). En Guatemala el Proyecto PRODERO de desarrollo
rural de la Región Occidental formó y sostuvo más de 100 grupos de mujeres
sobre un total de aproximadamente 500 grupos de pequeños agricultores (30).

La estrategia operativa del FIDA se desarrolla en los siguientes caminos


principales:

- beneficiar a los pequeños agricultores, mujeres rurales pobres,


agricultores marginales y sin tierra, indígenas, para aumentar su
producción agrícola integrándolos en el proceso de desarrollo;

- acceso y expansión del pobre rural a los recursos básicos (tierra,


agua, crédito);

- acceso a las oportunidades del mercado y aumento del poder de


compra del pobre rural;

- la participación popular es medio y fin del desarrollo para convertir a


la población rural en agente autónomo en el proceso de toma de
decisiones.

Esta estrategia implica elaborar instituciones para las bases, fortalecer las
instituciones existentes y organizar a los pobres rurales (usuarios de agua, grupos
de pastores, cooperativas de mercado, clubes de ahorro, etc.)

El FIDA está llevando a cabo proyectos aplicando un método que se base en el


aprendizaje de las experiencias insatisfactorias de los servicios de extensión
provistos por el Gobierno y por eso se trató de dar poder a los beneficiarios. Este
método se siguió en los siguientes proyectos:

- En Guatemala (sobre generación y transformación de tecnología


agraria y producción de semillas) que en 1986 creó una red de
representantes de agricultores elegidos por sus comunidades. Se
lograron modificar los planes anuales del Servicio Nacional de
Investigaciones para ajustarlos a los pedidos de los agricultores
canalizados a través del Servicio Nacional de Extensión (DIGESA).
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- En Per ú (Cusco), en el Proyecto de desarrollo rural de Tierras Altas


de Arequipa las comunidades de campesinos comenzaron a preparar
sus programas de extensión y necesitaron establecer en el campo
equipos pequeños de extensión multidisciplinaria.

El Proyecto de Desarrollo Rural Integral de Oaxaca (México) es un ejemplo


interesante de Asociación de Usuarios de Agua, diseñado originalmente con el
método participatorio del proyecto PIDER de 1970. Otro ejemplo es el Proyecto
“Ngobe” de Panam á, de 1983, sobre desarrollo rural para las comunidades
Guayni (48 y 50).

2.5. Banco Mundial (BM)

El BM tiene interés en comprometerse con ONG's en la participación para la


entrega de servicios al pobre rural. La tendencia es hacia la especialización de las
ONG's. Los proyectos aprobados por el BM no son del Banco sino simplemente
proyectos que el BM financia. La pertenencia de los mismos es de los gobiernos
deudores y sus agencias de ejecución. Todos los aspectos de responsabilidad de
ejecución, incluyendo los participativos de las operaciones de financiación del BM
descansan en los gobiernos deudores.

La experiencia de desarrollo del BM le lleva a considerar que la participación


popular, orientada a nivel de bases, es importante para el éxito de los proyectos
económicos, sociales y ambientales (10).

En Brasil el BM financia proyectos de inversión que reconocen el papel de los


líderes de las asociaciones de agricultores en la rehabilitación y administración de
tierras (estados de Paraná y Santa Catarina). Las actividades fueron planificadas
por asociaciones de agricultores y grupos en colaboración con personal de
extensión del Gobierno esperándose que el método se extienda a otros estados y
regiones del país.

En Ecuador el Ministerio de Bienestar Social animó al BM a financiar el Proyecto


participatorio sobre desarrollo rural, con un método centrado en la población y
más descentralizado para el desarrollo rural.

En México el Proyecto Integrado para el Desarrollo Rural (PIDER) que continúa


con su estrategia a través del reciente proyecto de desarrollo regional y
descentralización que comenzó en 1991 con apoyo del Banco Mundial. El
principal objetivo del proyecto es aumentar el acceso al poder por parte de las
poblaciones indígenas en los cuatro estados más pobres del país para
asegurarles infraestructura básica, servicios sociales, tecnología agraria y
mercados más amplios. Para alcanzar esos objetivos una de las metas del
proyecto es fortalecer las instituciones municipales descentralizadas para actuar
en un modo más participativo (6). Un ejemplo de participación directa y activa de
la población afectada, se da en el Proyecto de reasentamiento Timapan donde los
aldeanos organizados rechazaron la administración local y eligieron su propio
consejo para gestionar la compensación y el reasentamiento (55).

El BM organiz ó un Taller sobre Desarrollo Participatorio en 1992 en Washington,


con el apoyo del Comité Consultivo del BM y donaciones extrapresupuestarias del
SIDA. En el mismo participaron un 60% de profesionales del BM en diversas
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regiones y otros departamentos técnicos interesados, representantes de ONG's,


agencias de Naciones Unidas, entre otros la FAO, el FIDA, la UNICEF y donantes,
expertos y autores especializados en la materia. La primera tarea del Taller, que
duró tres días, fue el estudio de proyectos financiados por el BM para determinar
cuáles mostraron buen potencial para fortalecer la participación y al mismo tiempo
identificar problemas operativos clave que limitan las actividades participatorias a
nivel central y de campo. Se identificaron 21 proyectos relacionados con
problemas básicos y 20 proyectos en curso para efectuar un profundo análisis (2).

Del estudio de los 20 proyectos se dedujo que las organizaciones comunitarias de


Guatemala y Honduras sobre inversión social podrían ser un medio importante
para aumentar los esfuerzos de desarrollo y más específicamente para fortalecer
la participación en operaciones apoyadas por el BM. El Taller también demostró
que existe una fuerte relación entre participación y éxito, que escuchar a la
población es esencial siendo la experiencia técnica útil para interpretar y trasladar
las necesidades dentro de los fines apropiados y recomienda capacitar para la
participación, fomentar evaluaciones participatorias.

3. Obstáculos en la ejecución de proyectos participatorios


Personal técnico de la FAO identificó los obstáculos siguientes:

- falta de financiamiento para los proyectos y

- pobreza de la infraestructura de desarrollo incluyendo servicios de


extensión e instalaciones de capacitación para pequeños agricultores
en muchos países en desarrollo (21).

Un organismo sueco para el desarrollo agrícola (SIDA) identificó entre otros, los
siguientes obstáculos para la aplicación mayor y más sistemática de m étodos
participatorios:

- los criterios de eficiencia e incentivos de las agencias de desarrollo


tienden a favorecer actividades fácilmente cuantificables y;

- generalmente no se expresa abiertamente la demanda de los grupos


pobres porque a éstos les faltan las consultas en las bases.

VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES


En las condiciones actuales de crisis económica generalizada en la Región y de
aumento de la presión sobre los recursos naturales, cualquier estrategia de ADRS
necesita la participación organizada de la población, particularmente la más pobre
y desventajada, en los procesos de planificación y toma de decisiones.

Los mecanismos e instrumentos aplicados por los gobiernos y por las propias
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ONG's para la promoción de la participación campesina (políticas de reforma


agraria, procesos de capacitación, etc.), resultaron poco eficaces para lograr que
las organizaciones de base se conviertan en estructuras capaces de colaborar y
participar en la toma de decisiones a nivel nacional, regional y local en los centros
de toma de decisiones. No existen mecanismos institucionales que faciliten un
diálogo fluido entre Gobiernos y organizaciones campesinas y otras
organizaciones rurales.

Las causas pueden encontrarse en la excesiva centralización del sector público


agropecuario en los distintos países la falta de capacitación tanto en funcionarios
como en los propios representantes de organizaciones campesinas.

La inclusión de la población rural (a través de sus propias organizaciones


autónomas y voluntarias, donde esté representada la población pobre y m ás
desprotegida, incluyendo las mujeres) en iniciativas de planificación en sus
propias localidades es un elemento esencial para una estrategia de ADRS.

Las organizaciones campesinas y en particular las federaciones que mantienen


vínculos horizontales o verticales están plenamente capacitadas para defender los
valores culturales y al mismo tiempo satisfacer las necesidades sociales. Las
organizaciones femeninas, por ejemplo, contribuyen en muchas zonas,
especialmente en la región andina, al mejoramiento de la calidad de vida rural.

Todos los sectores: gobiernos, comunidades, ONG's y organismos internacionales


deben esforzarse en mejorar la capacidad del liderazgo local (con igualdad de
hombres y mujeres), incrementar la participación comunitaria y promover la
participación popular, especialmente de los pobres y marginados. Para lograr esa
inclusión resulta necesario la colaboración y diálogo tripartito de
Gobierno/ONG's/organizaciones campesinas en la planificación, ejecución,
seguimiento y evaluación de actividades de desarrolo agropecuario sostenible y a
tal efecto se recomienda:

- adoptar un marco jurídico-institucional que permita la


descentralización de la planificación a nivel regional y local
promoviendo la participación efectiva de las organizaciones
campesinas;

- promover la organización de grupos rurales de base mediante la


actividad conjunta de gobiernos locales (distritos, comunas) y de
ONG's promocionales fortaleciendo así la capacidad del sector
privado, particularmente de las organizaciones campesinas en la
gestión de los recursos naturales;

- prestar asistencia técnica a las organizaciones campesinas de base


para que su participación en el desarrollo agropecuario sostenible;

- capacitar a las organizaciones campesinas creadas por la reforma


agraria para promover su desarrollo en organizaciones
autosuficientes, controladas y financiadas por sus miembros y con
normas propias de funcionamiento;

- capacitar a funcionarios y a representantes de las organizaciones


campesinas y ONG's en técnicas de diseño, ejecución, seguimiento y
evaluación participativa en proyectos de desarrollo agropecuario y
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rural;

- evaluar las ONG's que actúan en el sector agropecuario para saber


quiénes son y qué pueden hacer en proyectos de promoción de
participación y organizaciones campesinas;

- promover redes de organizaciones campesinas, ONG's y otras


organizaciones rurales para fortalecer la participación campesina en
el desarrollo sostenible en la Región y

- identificar áreas de colaboración entre la FAO, ONG's y otras


agencias de desarrollo, Banco Mundial/FIDA en lo relativo a los
mecanismos de ejecución del Plan de Acción sobre Participación
Popular en la Región.

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55. WORLD BANK World Development Report 1992. Development and the
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***

A partir de 1991, con la aprobación por la Conferencia de la FAO del Plan de


Acción sobre Participación Popular en el Desarrollo Rural, y a raíz de la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Rio
de Janeiro, 1992), se está dando mayor importancia a los enfoques participativos
en el desarrollo rural. Estas acciones constituyen un paso importante hacia el
reconocimiento de la participación organizada de los campesinos como elemento
esencial de las estrategias para promover una agricultura sostenible.

Dentro de ese contexto, se ha elaborado el presente documento en el que se


analizan las diferentes clases de organizaciones campesinas de base y de
organizaciones no gubernamentales dedicadas al desarrollo rural, tomando en
cuenta las experiencias de la FAO en el trabajo con las mismas. Su objetivo es
proponer problemas clave y recomendaciones que puedan interesar el desarrollo
rural participativo y a la vez proteger los recursos naturales de la región.

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