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esa conducta negativa o interacta con ella, indica la psicloga Glenda Pinto.
La nica persona que decide hasta dnde pueden influir los comentarios, actitudes o
pensamientos ajenos, somos nosotros. Y si alguna vez usted se sinti triste,
desanimado, irritable o con el estado de nimo muy variable; es porque le dio ese
poder a otros, revela Cuadrado.
Piense y acte siempre en positivo. Alimntese mental y espiritualmente con factores
incentivantes y ticos. No permita que nadie manipule su mente, ni sus procesos
emocionales y psquicos, exhorta el especialista Eduardo Santilln.
Nadie tiene la suficiente capacidad como para malograr su esencia. Blndese ante
todo mal.