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METODOLOGÍA Y TÉCNICAS DE ESTUDIO PARA EL ALUMNADO DE SECUNDARIA

FICHA Nº 27

EL TRABAJO ESCOLAR. INTRODUCCIÓN

En las asignaturas que conforman el currículum de la ESO, y más aún en el


Bachillerato, es frecuente que el profesor disponga la realización de un trabajo, ya
sea individual o colectivo, sobre alguno de los temas programados en el curso.
También resulta habitual, por desgracia, que los alumnos y alumnas aborden la
realización de los mismos sin la más mínima planificación metodológica, limitándose
a copiar literalmente de una enciclopedia, tradicional o electrónica, o de cualquier
otro libro lo que encuentren sobre el tema, pero sin ningún criterio previo de
selección crítica ni articulación. Hay que erradicar desde el principio ese
generalizado error y debes acostumbrarte desde el inicio de tus estudios a realizar
los trabajos académicos con rigor científico y metodológico.

Se distinguen, en términos generales, dos tipos de trabajos: los de síntesis o


de exposición y los de análisis o de investigación. Los alumnos de educación
secundaria y de bachillerato abordan, fundamentalmente, los primeros ya que la
investigación científica es una labor intelectual compleja, que requiere una
preparación metodológica profunda, más propia por ello de los niveles
universitarios. Así pues, nos centraremos principalmente en los primeros, sin
descartar los otros.

Un trabajo se síntesis se caracteriza esencialmente porque ofrece una visión


de conjunto sobre un tema concreto y, para ello, recurre a una bibliografía
seleccionada, pero no a materiales de primera mano. No obstante, su finalidad
puede ser múltiple:

• exponer con claridad y sencillez los rasgos fundamentales de un tema.

• ampliar los conocimientos de ese tema mediante la profundización y


desarrollo de aspectos sectoriales que no se han tratado suficientemente en
la clase.

• integrar en una visión global aspectos que a menudo se analizan de forma


independiente y, por tal motivo, dificultan el conocimiento integral de un
tema.

• orientar al alumno en el uso de la bibliografía (finalidad particularmente


importante en los estudios de bachillerato).

• desarrollar las capacidades de crítica, análisis, síntesis, sistematización y


exposición.

• propiciar la maduración en el método de investigación a un nivel básico.

©. Francisco Quintana Toret. FICHA Nº 27: El trabajo escolar. Introducción


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Para la correcta realización del trabajo escolar, ya sea de síntesis o de


investigación, debemos seguir estas recomendaciones de forma ordenada:

A. ELECCIÓN DEL TEMA.

Lo ideal sería que el alumnado eligiese el tema del trabajo porque no existe
mayor motivación que investigar sobre algo que nos interesa. Sin embargo, a veces
el tema es impuesto por el profesor con el objeto de centrar los núcleos de interés,
evitar reiteraciones, adaptar el trabajo a las posibilidades reales de tipo instrumental
(existencia de bibliotecas, disponibilidad de libros especializados, etc.), facilitar la
orientación bibliográfica o evitar esfuerzos innecesarios. Ante la elección, hay que
evitar tanto el abarcar temas excesivamente amplios como aspectos muy puntuales.
En el primer caso, la magnitud de la información puede desbordarnos y, en el
segundo, el problema radicaría en las dificultades para acceder a una bibliografía
especializada. Por otra parte, debemos valorar antes de la elección nuestros
conocimientos previos sobre el asunto. Finalmente, como recomendación práctica,
en estos niveles educativos de la secundaria y el bachillerato, el alumnado debería
abordar la realización de sus primeros trabajos con los recursos realmente
disponibles (biblioteca escolar o municipal, conexión a Internet, etc.).

B. RECOPILACION DE LA BIBLIOGRAFÍA.

El primer paso de una investigación consiste, lógicamente, en conocer lo que se


ha estudiado ya sobre el tema, es decir, buscar la bibliografía. Para ello existen
diferentes procedimientos, sin embargo, en estos trabajos de iniciación la búsqueda
de información debe limitarse sencillamente a explorar los fondos disponibles en la
biblioteca donde trabajarás y en los recursos de Internet. En caso de ser obligatorio
el uso de los fondos de una biblioteca, sigue estos pasos:

1. Repasa el Fichero de Materias y registra el repertorio de obras relacionadas con


tu tema, anotando la signatura y localizándolas en el anaquel correspondiente.
Si no hubiera fichero de materias ten presente que los volúmenes de una
biblioteca suelen ordenarse en estanterías temáticas. Dirígete pues a aquella en
la que se inserta tu trabajo y haz el repaso de forma visual.

2. Una vez seleccionados los libros que presumiblemente te pueden ser útiles, haz
una primera exploración de los mismos. Para ello es fundamental leer
atentamente el índice. Recuerda que esta parte de un libro te informa, aunque
sea de forma muy genérica, si aborda el tema de tu investigación y en qué
apartado se centra. Nunca es necesario leer un libro entero para buscar datos
si antes hemos analizado con calma su índice.

3. Olvídate de los libros inútiles y elabora una ficha bibliográfica solo de aquellos
que aportan información sobre el tema. Ten la precaución de anotar (a lápiz y
en el reverso de la ficha, por ejemplo), tras analizar el índice, el capítulo o
apartado de tu interés.

4. Una primera aproximación a los temas de trabajo puede encontrarse en los


Diccionarios Enciclopédicos, ya sean en formato tradicional o electrónico. No

©. Francisco Quintana Toret. FICHA Nº 27: El trabajo escolar. Introducción


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dejes de consultarlos y, si el artículo es extenso y de calidad, fíchalo y úsalo


como fuente bibliográfica.

5. Si utilizas información de portales y páginas web consultadas en la red, aunque


guardes copia de esos ficheros, has de seguir el mismo procedimiento descrito
en los apartados precedentes. Acostúmbrate a examinar la información digital
con visión crítica y selectiva. Por supuesto, erradica el inútil vicio de copiar y
pegar. Con esas prácticas no aprenderás nada.

C. ESTUDIO DE LA BIBLIOGRAFÍA.

Una vez recopilada la bibliografía y localizados los volúmenes en la biblioteca


donde trabajarás, debes empezar la lectura de los libros y sacar notas de los
mismos mediante la técnica de las fichas de contenido. Al principio suele pecarse de
exceso y se toman más notas de las necesarias, sin embargo, con la práctica irás
adquiriendo una capacidad instintiva de selección y síntesis. Acostúmbrate a
resumir el contenido de varias páginas con objetividad y rigor en fichas- resumen;
diferencia lo que son datos objetivos e informativos, que puedes sintetizar con tus
propias palabras, de las opiniones e interpretaciones personales que hace el autor
sobre esos hechos. Estas opiniones deben ir entrecomilladas en fichas de
referencia. Para clarificar las diferencias entre ambas debes consultar las fichas nº
25 y 26.

Cuando hayas reunido un número suficiente de fichas con sus anotaciones


procura releerlas constantemente para dividirlas en grupos diferentes. Tales
divisiones o agrupamientos son muy importantes pues se corresponderán, aunque
todavía sea de una forma provisional y rudimentaria, con los diferentes apartados
que conformarán la estructura del trabajo. Es por ello una labor que implica con
mucha frecuencia continuas modificaciones. Cada agrupamiento debe ir precedido
de una ficha divisoria con pestaña donde anotes el apartado o subapartado del tema
que analizan.

D. FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS.

Asimismo, a medida que lees y relees la información bibliográfica, puedes incluir


junto a la clasificación de las fichas las ideas personales o hipótesis que se te vayan
ocurriendo conforma profundizas en el conocimiento del tema. Asimilar de forma
crítica la información científica supone ir formando un criterio ante las diferentes
interpretaciones que hacen los expertos. Recuerda además que a menudo esas
interpretaciones son polémicas y antagónicas. Por otra parte, las opiniones de los
demás deben propiciar la construcción de tus propias hipótesis.

Es muy importante que redactes tus hipótesis personales y no te fíes de la


memoria. Con frecuencia, lamentablemente, algunas interpretaciones valiosas sobre
el tema investigado se pierden por no tener en cuenta esa precaución. Para ello
puedes usar el mismo formato de ficha de contenido pero hay que diferenciar
claramente éstas de aquéllas. Una solución podría ser el uso de una fichas
especiales donde registrarás tus ideas personales y, a tal efecto, es recomendable
enfatizar tus apreciaciones escribiendo esas fichas con un color llamativo, rojo por

©. Francisco Quintana Toret. FICHA Nº 27: El trabajo escolar. Introducción


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ejemplo. De esa manera será fácil distinguir de un vistazo estas fichas de hipótesis
personales de las procedentes de lecturas bibliográficas.

A medida que avances en la lectura y engroses el volumen de fichas de


contenido y de hipótesis, es más que probable que las primeras agrupaciones vayan
ampliando en subdivisiones más específicas. Esa continua reclasificación del
material bibliográfico casi anuncia ya los distintos subapartados del trabajo.

En cuanto a las fichas bibliográficas, deben clasificarse aparte por orden


alfabético para localizarlas con rapidez.

©. Francisco Quintana Toret. FICHA Nº 27: El trabajo escolar. Introducción

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