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Inmigrantes pelean
para lograr sitio en el
tren en la estacin de
Gevgelija, en la
frontera entre
Macedonia y Serbia.
Dimitar DILKOFF | AFP
83%
El flujo de
refugiados en esta
zona se ha
incrementado en un
83% durante los seis
primeros meses de
este 2015.
hutsa
>
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El negocio de la guerra
La mayora de los inmigrantes que llegan a
Belgrado se quedan un par de das, hasta
que hay alguna plaza libre en los transportes que conducen a la regin fronteriza de
Subotica. Anahita duerme a la intemperie
mientras su prima corretea por el parque.
Ha perdido a su padre en Siria, dice mientras mira a esta hiperactiva nia que de forma constante saca su lengua por el hueco
que perteneci a sus dientes de leche. Otros,
como Ivo Reshid y sus compaeros de Afrin,
alquilan habitaciones en hoteles. Pagan 12
euros por cada noche, cuando el precio real
es de 8. Es lo que nos pasa en todos los pases, somos un negocio, dice este kurdo de
19 aos que pas los ltimos cuatro aos como panadero en el Estado turco. No es el
nico caso de negocio derivado del drama.
Serbia es conocida por su excelente parrilla.
Muchos inmigrantes son musulmanes y no
pueden comer cerdo. Lleva cerdo?, preguntaba un iraqu en uno de estos locales.
No cerdo, respondi el empleado. Dos das
antes esta misma persona me explic que la
carne es mixta.
Estos problemas se unen al apetito monetario de las mafias, que aprovechan la desgracia para apuntalar su dilatado negocio
con prostitutas y trfico de drogas y personas. Son los principales beneficiarios de la
guerra, repite Ivo. A diferencia de Anahita,
este kurdo usar las rutas preparadas por las
mafias locales para alcanzar la UE. En total
pagar unos 3.000 dlares: 1.000 por cada
frontera hasta llegar a Hungra. Es el cuantitativo precio de la guerra, que en el caso de
los afganos o somales es mayor. Ellos se
esconden entre nosotros para no ser detectados porque solo tienen derecho a estar 30
das y por eso necesitan pagar an ms a las
mafias, explica Ivo. Una vez en la UE, quienes tienen familiares conocen la situacin:
el rechazo de los habitantes locales infundi-