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endemoniados (que le llaman Santo de Dios, el Hijo de Dios, cf. 1, 25; 2, 12;
5, 7), utilizando ese conocimiento de un modo equivocado.
Frente a las cosas de los hombres, que aqu aparecen vinculadas a lo
satnico (Pedro acta as como portavoz de Satn, su misma Iglesia es
satnica, mientras no cambie de perspectiva!), presenta Jess las cosas de
Dios que definen su conducta, que se expresa en su entrega a favor del pan y
la palabra universal, que son el fundamento de su comunidad mesinica
(conforme a 11, 18: Dios quiere que su templo sea casa de oracin para los
pueblos, lugar de encuentro y unin comunitaria para todos los vivientes). Al
rechazar a Pedro, el Jess de Marcos est criticando de hecho la forma en que
Pedro y su iglesia de Jerusaln han entendido su proyecto mesinico, creando
en el fondo una comunidad que se apoya en s misma, y no en el camino de
cruz de Jess .
En contra de este Pedro, que ha sido slo un cristiano a medias, pues
rechaza el camino de entrega de Jess (es decir, que no funda su
mesianismo en la cruz), Jess ofrece su revelacin definitiva (8, 33-9, 1),
en presencia de los restantes discpulos (8, 33), que deben aprender esta
leccin. Jess llama (mira) a todos los discpulos y reprende a Pedro, diciendo:
Ponte detrs (aprtate de m: hypage opiso mou) Satans, pues no piensas las
cosas de Dios, sino las de los hombres (8, 33).
Al reprenderle as y decirle que se ponga tras l, Jess ha invertido Jess ha
retomado e invertido, palabra por palabra, la llamada que dirigi al principio a
Simn, al invitarle (como a su hermano Andrs): deute opiso mou (venid en pos
de m). Pues bien, Pedro le ha seguido, pero lo ha hecho en sentido falso, de
manera equivocada, para hacerse, al fin, enemigo de Jess, es decir, partidario
de Satans (al fundar una Iglesia que no est fundada en el camino de cruz de
Jess). De esa forma se ha opuesto, de hecho, al camino de Dios,
representado por Jess, en lnea de entrega de la vida, y ha retomado un
camino propio de los hombres, que aparece vinculado a un deseo de dominio y
triunfo que es propio del Diablo.
CONCLUSIN.
sta historia de Pedro sigue abierta, como sabe el mismo evangelio de Marcos,
como muestra Lucas, como ha destacado Mateo Sigue abierta, pero yo hoy
quiero dejarla aqu, para que cada uno la pueda aplicar a su vida y a la vida de
la Iglesia.