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San Agustn mantiene una postura dualista sobre el ser humano. Al igual
que para Platn, para San Agustn en el ser humano nos encontramos cuerpo y alma,
siendo esta ltima lo que caracteriza al hombre: El ser humano es un alma racional
que se sirve de un cuerpo mortal y terreno. El cuerpo no es ms que un mero
instrumento del que se sirve el alma la cual esta hecha a imagen y semejanza de Dios.
Es reflejo de la Trinidad en sus tres facultades: memoria, entendimiento y voluntad.
Segn San Agustn el alma se conoce a s misma mejor que a las cosas exteriores, lo
que permite la bsqueda interior de la verdad de la que nos habla el Santo
San Agustn desarrolla una psicologa ms profunda acerca del alma que la
platnica en la que aspectos como el amor, la memoria y la intimidad juegan un papel
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Para San Agustn Dios no puede crear un alma defectuosa por definicin.
Para Pelagio el hombre puede salvarse de pecado de forma autnoma, por la fuerza de su voluntad e
independientemente de Dios.
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fundamental. Gracias a la memoria se nos hace patente nuestra propia intimidad que es
el elemento fundamental de la identidad de cada uno.
Para San Agustn el amor entendido como charitas caridad, amor a Dios es
la fuerza motriz del ser humano por encima del conocimiento, de modo que antes de
conocer a Dios por la razn lo amamos por la fe. Como dice el Santo: Mi amor es mi
peso. Es este amor el que define el concepto de virtud y pecado. El amor a Dios es
virtuoso, y el amor al cuerpo y a lo sensible (cupiditas) es pecaminoso.
c) Pero el amor a Dios tiene para San Agustn una proyeccin histrica, es ms,
San Agustn es el creador de la primera filosofa de la historia. Para el Santo
podemos dividir la historia de la humanidad en dos ciudades: la ciudad terrena o
ciudad de los hombres basada en el amor propio y el desprecio de Dios; y la ciudad de
Dios basada en el amor de Dios y en el desprecio de uno mismo. Para el Santo la
historia tiene un sentido, una finalidad: desde la creacin del mundo hasta el Juicio
Final: a lo largo de la historia la Ciudad de Dios se impone a la ciudad de los
hombres. Dios interviene en la historia y la gua hacia una direccin. As el saqueo de
Roma a manos de Alarico es interpretado como la victoria de la Ciudad de Dios sobre
la ciudad de los hombres.