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Familiares de José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino, se refieren a la resolución del Corte Suprema que otorgó libertad condicional al autor material del asesinato de los profesionales comunistas en marzo de 1985.
Titolo originale
Declaración pública de las familias Parada, Guerrero y Nattino
Familiares de José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino, se refieren a la resolución del Corte Suprema que otorgó libertad condicional al autor material del asesinato de los profesionales comunistas en marzo de 1985.
Familiares de José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino, se refieren a la resolución del Corte Suprema que otorgó libertad condicional al autor material del asesinato de los profesionales comunistas en marzo de 1985.
Parada, Guerrero y Nattino Hoy los familiares de Jos Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino tenemos algo muy importante que decir. La libertad condicional otorgada esta semana por la Tercera Sala de la Corte Suprema a los criminales de lesa humanidad Miguel Pablo Muoz Uribe (caso Porvenir) y Alejandro Sez Mardones (caso Degollados) nos parece de la mayor gravedad, la rechazamos con fuerza y agradecemos todas las muestras de solidaridad que hemos recibido en estas horas por esa causa. Especficamente, Alejandro Sez Mardones fue condenado a presidio perpetuo por asociacin ilcita, por los secuestros y homicidios de Jos Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino y por el secuestro de otras seis personas en marzo de 1985, adems de estar involucrado en otros casos de crmenes de lesa humanidad cometidos en 1975 y 1976. El informe psicolgico de Gendarmera sobre su persona indica claramente que no hay en l conciencia del dao causado y s permanencia en la justificacin de su accin delictiva, siendo que en ambos casos lo contrario es requisito mnimo para acceder a cualquier tipo de beneficio penitenciario; por esa razn la Comisin de Libertad Condicional deneg el beneficio a Sez Mardones, en ejercicio de sus facultades legales y reglamentarias, fundando su decisin precisamente en el hecho de no estar rehabilitado para la vida en el medio libre. Adems, rechazamos la forma en que la Corte Suprema resolvi otorgar este beneficio: a puertas cerradas y sin reconocernos a nosotros, las vctimas, derecho a alegato. La actitud del Poder Judicial, representado en este particular por la Tercera Sala de la Suprema, equipara de facto crmenes de lesa humanidad con delitos comunes, lo que contraviene no slo el compromiso tico con el Nunca Ms, sino tambin los tratados internacionales que Chile ha ratificado. El otorgamiento de libertad condicional a criminales de lesa humanidad deja la puerta abierta a la impunidad, pocos das despus de que uno de los ms grandes violadores de los derechos humanos, Manuel Contreras, falleciera con el grado de general de la Repblica en el Hospital Militar, sin ser degradado de su cargo a pesar de ser ejecutor de mltiples atropellos a la dignidad humana. Sabemos que en nuestra institucionalidad judicial la Corte Suprema tiene la ltima palabra. Por eso es que nos sentimos perjudicados por el Estado, y repudiamos la impunidad, no solamente en este caso, sino cada vez que se dan seales equvocas en materia de justicia con las violaciones graves a los derechos humanos. Los crmenes perpetrados contra nuestros familiares bajo la dictadura cvico-militar fueron perpetrados desde el Estado contra la sociedad chilena en su conjunto, y hoy el Estado de Chile nos vuelve a injuriar. Por ello, nos reservamos la facultad de buscar la justicia en este caso, y en otros, en las instancias internacionales ante las cuales el Estado de Chile ha adquirido los
compromisos de investigar, sancionar y ofrecer garantas de no repeticin de estas
graves violaciones a los derechos humanos, porque tenemos la conviccin de que en este caso y en tantos otros ello no se ha respetado. En numerosas ocasiones se ha abordado el juicio y castigo de las violaciones a los derechos humanos en Chile como si fuesen delitos comunes, lo que las trivializa y resulta en la aplicacin imperfecta de respuestas e instrumentos pensados para delitos de lesa humanidad. Nos parece inaceptable que no exista una tipificacin precisa para violadores de derechos humanos que cometieron crmenes amparados en el terrorismo de Estado, y por ello hacemos un llamado a los poderes Legislativo y Ejecutivo a legislar de manera clara en lo que respecta a crmenes de lesa humanidad y tortura. Dados los acontecimientos presentes, exigimos prioridad en estos temas como seal de un compromiso real con una cultura de los derechos humanos, como lo estipulan los tratados internacionales que Chile ha firmado. Y, no menos importante, hacemos tambin un llamado al conjunto de la sociedad, a que defienda la cultura de los derechos humanos y se sume a esta lucha por el bien de todos y por el futuro de Chile. El dao inmenso cometido por el Estado chileno bajo la dictadura, al igual que este otorgamiento de libertad condicional a un criminal de lesa humanidad, nos ofende no solo a nosotros sino a la sociedad entera, y es como pas que tenemos que hacernos cargo de rechazarlo si queremos una sociedad ms justa y comprometida con la dignidad humana. De nuevo, agradecemos las infinitas muestras de solidaridad, y nos solidarizamos a la vez con todas las causas de defensa a los derechos humanos. Verdad, justicia, memoria y reparacin, nada ms ni nada menos.