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ta S Se , | ia a . Eugene T. Gendlin Psicologia Psiquiatria Psicoterapia Uiltimos titulos publicados: 131. E, Bianchi y obros - £lservicto social como proceso de ayuda 132. G. Freixas y M. T, Mir6 - Aproximaciones a la psicoterapia 133. V. E. Guidano - Ei sf mismo en proceso 434. V; Bruce y P. Green - Percepeién visual 135. L. Canerini y C. La Rosa - La caja de Pandora 136. N. Fejerman, H. Arroyo, M. Massaro y V. Ruggieri - Autismo infantil y otras trastornos del desarrollo 137, M, Pérez Pereria y J, Castro - Ei desarrollo psicoligico de los nirios ciegas en la primera infancia 138, J. Sobral, R Arce y A. Prieto - Manual de psicologia juridica 139. J. Moizeszovicz - Psicofarmacologia psicodinamica IL 140. J. Corsi - Violoncia familiar 441. ‘A, M. Washton - La adiccién a la cocaina 142, A. Bados Lopez - Agonafobia I. Naturaleza, etiologta y evaluacton 143. A. Bados Lopez - Agorafobia Il. Tratamientos psicoldgicos v farmacolégicos |. Payne - Teorias contempordneas del trabajo social 143. R Corominas y M. Sanz - AI minusealido fisico y ste entorno 146. O. D'Adamo y otros (comps.) - Psicologia de la accién politica 147. RJ. Sternberg - Investigar en psicologia 148.8. Vinogradov c I. D. Yalom - Gufa breve de psicoterapia de grupo 149. LS. Greenberg y otros - Facilitando el cambio emocional 150. J. E. Azcoaga y otros - Alieraciones de! aprendizaje escolar 151. J. Corsi y otros - Violencia mazculina on la pareja 152. J. E, Azcoaga y otros - Los retardos del lenguaje en el nifio 153. J. Corominas y otros - Psicoferapia de grupo con ninos 154. 'S. McNamee y K. J. Gergen - La terapia como construccién social 155. B. Inhelder y J. Piaget - De la idgica del nitio a la logica del adolescente 156. E. Torras de Bea - Grupos de hijos y de padres en psiquiatria infantil psicoanatitica 157. R.A. Neimeyer y M. J. Mahoney - Constructivismo en psicoterapia 158. G. Caplan y R. B. Caplan - Consulia y colaboracion en salud mental 159. K.E. Asen y P. Tomson - Intervencién familiar 160. D.N. Stern - La constelacion maternal 161. R. Dallos - Sistemas de creencias familiares 162. E. B. Hurlock - Psicologia de la adolescencia 163. J. W. Worden - EI tratamiento del duelo: asesoramiento psicoldgico y terapia 164. J. Poch y A. Avila - Investigaci6n en psicoterapia 165. E, Giacomantone y A. Mejia - Estrés preoperatorio y riesgo quinirgico 166, J, Rojas-Bermtidez - Teoria y técnica psicodramaticas 167. . Sivak y A. Wiater - Alexitimia, la dificultad de verbalizar les afectos 168._H. Bleichmar - Avances en psicoterapia psicoanalitica 169. E. Lopez y P. Poblacion - La escultura y otras técnicas psicodramdticas aplicadas en psicoterapia 370. D. Dution y S. Golant - £7 golpeador 171. D. Glaser y S. Frosh - Abuso sexual infantil 172. A. Gesell y otros - EI nirio de 1 a 5 anos 173. A. Gesell y otros - El nirio de 5a 10 arios 174, A. Gesell y otros - El adolescente de 10 a 16 afios 175. M.A. Caudill - Controle el dolor antes de que el dolor le controle a usted 176, F. Casa - Infancia: perspectivas psicosociales 177. E. Forman - Dilemas éiicos en pediatria 178. D. Greenberg y Ch. A. Padesky - EI control de su estado de dnimo 179. J, Corominas - Psicopatologia arcaica y desarrollo 180, J. Norzeszowice - Psicopatologia psicodindmica 182, A. Ellis - Una terapta breve mas profunda y duradera 183. M.D. Yapko - Lo esencial de la hipnosis 184, W.R. Miller y S. Rolnick - La entrevista motivacional 185. M.H. Marx y W. A. Hillix - Sistemas y teorias psicoldgicos coniempordineos 186, S. Rief - Cémo enseriar a los chicos con ADD/ADHD 187. E. T. Gendlin - £1 focusing en psicoterapia Titulo original: Focusing-Oriented Psychotherapy. Publicado en inglés por The Guilford Press, Nueva York y Londres, a division of Guilford Publications Inc., por acuerdo con Mark Paterson Traducci6n de Jestis Rodriguez Ortega Cubierta de Victor Viano Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizaci6n escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio 0 procedimiento, comprendidos la reprografia y el tratamiento informatico, y la distribucién de ejemplares de ella mediante alquiler 0 préstamo puiblicos. © 1996 The Guilford Press © 1999 de la traducci6n, Jestis Rodriguez Ortega © 1999 de todas las ediciones en castellano Ediciones Paidds Ibérica, S.A., Mariano Cubi, 92 — 08021 Barcelona y Editorial Paidés, SAICE, Defensa, 599 - Buenos Aires http://www. paidos.com ISBN: 84-493-0709-0 Depésito legal: B-17.321/1999 Impreso en A & M Grafic, S.L. 08130 Sta. Perpetua de Mogoda (Barcelona) Impreso en Espaia - Printed in Spain PROLOGO A LA EDICION ESPANOLA Eugene Gendlin (Viena, 1926) se exili6 a EE.UU. a la edad de 12 afios con toda su familia. Mientras cursa estudios de Filosofia en la Uni- versidad de Chicago conoce a Carl Rogers, entonces director del Centro de Counselling de la Universidad. El fildsofo Gendlin da paso —sin de- jar de serio en ningtin momento— al terapeuta y también al profesor, al trainer y al investigador Gendlin. Gendlin, en estrecha colaboracién con Rogers, puso las bases filo- s6ficas para lo que habria de llamarse psicoterapia experiencial.! Durante toda esta década estuvo trabajando en la formacién de te- rapeutas y en la construccién de una teoria mas amplia de la personali- dad, Primero fue la creacién de la escala experiencial, muy utilizada en investigacion para medir desde qué nivel hablaba el cliente en la terapia y qué prondstico se podia hacer a partir de ahi de la rapidez del cambio terapéutico. Mas de 40 tesis doctorales la utilizaron como instrumento fundamental de investigacion y medida. A la luz de estos resultados, Gendlin enriquecia tanto la teoria como la praxis terapéutica. Aunque el término ya lo habia mencionado en articulos precedentes, en 1969 por primera vez publica uno titulado «Focusing». En él explicita mucho mas concretamente qué es y cémo se utiliza la focalizaci6n corporal como herramienta terapéutica que facilita el hecho de experienciar. En esta praxis el cuerpo aparece como la referencia constante de todo este pro- ceso de despliegue de la vivencia. Este despliegue se vive como un mo- vimiento de consciencia interior que se produce entre sensaciones cor- porales por una parte y algo que funciona e interacciona con ellas por otra. 4. Gendlin, ET. (1962), Experiencing and the creation of meaning, a philosophical and psychological approach to the subjetive, Nueva York, Free Press of glencoe (2a ed., 1990). 12 EL FOCUSING EN PSICOTERAPIA En la década de los setenta Gendlin trabajé y experimenté mas y mis la técnica, y la transmitia en manuales provisionales. Al mismo tiempo queria que la utilizaran tanto los profesionales de la relaci6n de ayuda como otras personas para su propio crecimiento personal. Has- ta 1978 no publica la primera edicién de «Focusing» presentada en edi- cién popular de bolsillo y de la que se han reeditado en inglés mas de 400.000 ejemplares. A comienzo de los afios ochenta aparecen, casi simultaneamente, las traducciones de esta obra a numerosas lenguas (aleman, holandés, francés, espafiol, japonés, danés, htingaro, etc.). Ello indica el interés que su enfoque desperté en una amplia parte de la comunidad terapéu- tica internacional. En la década de los ochenta, mientras seguia publicando numerosos articulos numerosos articulos de teorfa de la personalidad, atendié tam- bién a las diversas aplicaciones de focusing (creatividad, toma de deci- siones, espiritualidad, etc.) y a la formacion internacional de terapeutas. El tener de lengua materna el aleman le ha permitido ir cada verano a Lindau, Alenamia, para impartir sus cursos a sus colegas alemanes y dis- cutir con ellos numerosos aspectos implicitos tanto en la teorfa como en la praxis de la psicoterapia experiencial. Constatar que el libro de focusing necesitaba para los profesionales de la psicoterapia una obra complementaria que diera cuenta de la teo- ria de la personalidad, de la teoria de la salud mental, de la teoria del cambio terapéutico, de su concepto de cuerpo, ete., nos animé a em- prender la ardua tarea de seleccionar y traducir los articulos mas signifi- cativos que habian visto la luz entre 1962 y 1995, escogiéndolos entre cerca de unos 200 publicados en lengua inglesa. El libro que publica- mos? trataba de cubrir este vacio y aportaba, ademas, una completa bi- bliografia de la produccién de E. Gendlin (207 item) asf como una ex- tensa bibliografia internacional de escritos referentes a Gendlin y a la psicoterapia experiencial en diversos idiomas (680 item). Todo ello da cuenta de la progresiva importancia que ha ido adquiriendo la figura de Gendlin, su concepcién de la personalidad y sus herramientas terapéuti- cas, usadas hoy en dia en un amplio marco de aplicaciones. 2, Alemany C. (1977), La psicoterapia experiencial y focusing. La aportacton de E.T. Gendlin, Bilbao, Desclée de Brouwer: PROLOGO A LA EDICION ESPANOLA 13 En 1985 publica un nuevo libro sobre el enfoque corporal de los suenos,* actualmente en proceso de uaduccién en lengua espafiola, después de haber sido traducida ya al alemdn, al japonés y al holandés. En estos Ultimos anos el tema de los suefos ha sido uno de los mas queridos por Gendlin, y sobre & ha impartido numerosos talleres. Con ello legamos histéricamente al libro que ahora nos toca pre- sentar. Lo tenia en borrador desde hace bastantes anos pero lo ha segui- do reformulando hasta que hace poco ha visto la luz. En este libro el profesor Gendlin analiza de forma pormenorizada el proceso terpapéu- tico, paso a paso, ofreciendo a los profesionales de la relacién de ayuda y la psicoterapia un manual bien organizado y sistematizado sobre la técnica del enfoque corporal y su integracién dentro de los diferentes encuadres psicoterapéuticos. Hay dos partes claramente diferenciadas: en la primera pasa revista a una serie de aspectos practicos que surgen en la terapia de orienta- cidn focusing. Tomard casos de numerosas historias clinicas para ejem- plificar problemas que se dan en la relacidn terapeuta-cliente. En la se- gunda parte trata de ver las diferencias y al mismo tiempo las posibles formas de integracién con otras orientaciones o enfoques terapéuticos (analitico, cognitivo, conductual, guestaltico etc.), o en su afan de hacer de focusing una herramienta integradora ¢ integrable con cualquiera de ellos. Gendlin enfatiza en la primera parte de este libro, como en el resto de su obra, el caracter internacional de todas las formas naturales y, por tanto, también de los seres humanos. Afirma que las intervenciones del terapeuta deben dirigirse al mensaje exacto que el cliente intenta trans- mitir, de tal manera que sirvan de acicate para que éste siga avanzando. Asi, la aparicién de puntos muertos, de momentos en los que parece que no se avanza, denuncia la necesidad de revisar la relacion cliente- terapeuta. Dos capitulos presentan una misma transcripcién de un caso clini- co. En el primero se examinan cada una de las afirmaciones del cliente para ejemplificar cuando y d6énde se producen los movimientos tera- péuticos (los cambios experienciales). En el segundo se analizan las res- puestas del terapeuta a las afirmaciones del cliente y el efecto que pro- 3. Gendlin, E, T., Let your body inierpret your drams, Wilmette, IL., Chiron. 14 EL FOCUSING EN PSICOTERAPIA ducen en el mismo, Gendlin mantiene que cuando el terapeuta aprende a reconocer y fomentar la aparici6n de cambios experienciales (el surgi- miento de sensaciones-sentidas), se encuentra capacitado para adaptar sus respuestas a la experiencia actual del cliente. La segunda parte del libro se abre con un capitulo que explica la vi- sin integradora gendliniana. El autor afirma que, evidentemente, si exis- ten diferencias entre los diferentes enfoques y encuadres terapéuticos, pero que muchas de estas diferencias, la mayoria, segtin él, se limitan simplemente a diferencias en forma de nombrar los conceptos; a la uti- lizaci6n de diferentes terminologias para designar una serie de procedi- mientos comunes a todas las escuelas. Estos ultimos son los que intere- san a Gendlin. Pero las diferencias que si existen son importantes. Los diferentes procedimientos terapéuticos trabajan con tipos de experiencias muy di- ferentes; experiencias que van desde la accién hasta los esquemas cog- nitivos pasando por las emociones, los habitos, los sueiios, la interpreta- cién y las interacciones, por nombrar algunas. Gendlin denomina a estos tipos de experiencia vias de entrada (avenues).’ Ya que cualquier via de entrada puede conducirnos a una sensaci6n-sentida y cualquiera de las otras vias puede potenciarla y desarrollarla, la sensacion-sentida y culquiera de las otra vias puede potenciarla y desarrollarla, la sensacion sentida, prosigue el autor, nos puede servir de nexo entre las diferentes vias de acceso (pg. 245). En esta idea queda patente la concepcién de un proceso total «cuerpo sujetox (organismico), distanciandose de una concepcién del hombre que postula un popurri de funciones indepen- dientes no coordinadas que, como afirma Van Balen, «s6lo gradualmen- te seran transformadas en un todo coberente bajo la influencia del en- torno», Aunque los diferentes procedimientos terapéuticos tiendan a traba- jar a partir de una o dos vias de entrada, las dos funcionan como un todo, simulténeamente, en la experiencia de las personas. De ahi que Gendlin se interese en explorar las diferentes formas de estimular el sur- gimiento de cambios experienciales a partir de esas diferentes vias. En 4, Véase Gendlin, E. T. (1977), Qué viene después de la investigacion tradicional en psicoterapia®, en Alemany, C. (comp), Psicoterapia experiencial y focusing. La apor- tacién de E. T. Gendlin, Bilbao, Desclée de Brouwer PROLOGO A LA EDICION ESPANOLA 15 una palabra, determinar la forma de integrar el método experiencial dentro de esos enfoques terapéuticos que ya trabajan a partir de deter- minadas vias (terapias cognitivas, guestilticas, analiticas, etc.). Indepen- dientemente de la via de acceso desde la que se parta, la estimulacién activa y explicita de un referente a través del proceso experiencial pue- de ser, en muchos casos, decisiva para el éxito de la terapia. Para Gend- lin, por tanto, todo método puede modificarse para hacer de la expe- riencia directa un elemento esencial del mismo. Es interesante constatar lo que de este libro han dicho especialistas tan importantes como Leslie Greembeg y Maureen O'Hara: Es un libro centrado en el enfoque procesual, clinicamente rico y muy Util para profundizar en la experiencia del cliente. Sera de gran utilidad para todos los psicdlogos clinicos, cualquiera que sea su orientaci6n... LESLIE GREEMBERG Este libro representa un gran avance en la comprensién del proceso de cambio en psicoterapia, De tarde en tarde leemos algo que hace que lo que ya sabemos despierte y cobre vida una vez mis. Este libro es cierta- mente uno de esos casos. Pero es mucho mas. Como labor de un psicélo- go clinico que también es un filésofo, la psicoterapia experiencial de Gendlin nos ofrece una serie de técnicas experienciales de gran alcance para revitalizar el contacto terapéutico en cualquier orientaci6n terapéuti- ca. Es muy Util tanto para los terapeutas noveles como para los experi- mentados, y ofrece una guia paso a paso de los procedimientos innovado- res que nos brinda para ayudar a que los clientes aprovechen su propia sabiduria interior. MAUREEN O'HARA Nos alegramos de la répida aparicion de esta version espafiola, muy cuidada por su traductor y al mismo tiempo experto del tema, Jestis Ro- driguez, y lo decimos porque tenemos la experiencia de lo dificil que es traducir a Gendlin por la filosofia implicita que subyace y por los modis- mos lingiifsticos que crea. Esperemos que contribuya a aportar nuevos puntos de reflexin al creciente ntimero de personas que en los paises hispanoamericanos seguimos y practicamos la teoria y la praxis expe- riencial de Gendlin en nuestra forma de trabajar la relacién de ayuda. 16 EL FOCUSING EN PSICOTERAPIA Para terminar, me gustaria citar un fragmento en el que Gendlin ex- presa con acierto lo que —creo— es un importante presupuesto fun- cional de todo su enfoque y al que continuamente vuelve una y otra vez: La sensaciGn-sentida que surge desde el interior del cliente nos permi- te trabajar, no desde nuestros enfoques (aunque pertenezcamos a ellos), no con procedimientos fijos (aunque podamos aprender dos o tres en cada via de entrada), no con las vias de entrada (aunque podamos familiarizarnos con ellas), y ni siquiera con la sensacion-sentida (aunque ésta nos aporte los pasos de cambio y las intersecciones entre avenidas), sino siempre con la persona que esté frente a nosotros. CARLOS ALEMANY Universidad Comillas, Madrid CAPITULO 1 INTRODUCCION Este libro integra diversas corrientes y diversos métodos psicotera- péuticos. Cada cual tiene un valor tinico en ciertos aspectos, siempre y cuando se dé prioridad a Ja relacin cliente-terapeuta sobre cualquier otra cosa. Focusing es una forma de atencién corporal interior con la que to- davia no esté familiarizada la mayoria de la gente. Su aprendizaje re- quiere varios dias de entrenamiento, quiz4s unas 8 sesiones de 3 horas cada una. Algunas personas son capaces de hacerlo de forma inmediata cuando prestan atencién a su cuerpo en relaci6n con un problema. Dentro del propio proceso terapéutico el cliente puede aprenderlo en varios meses mediante pequefas indicaciones ocasionales, tal y como se mostrard en este libro. El concepto de focusing ira desvelindose pau- latinamente a lo largo de la primera parte. Las descripciones generales no ilustran el proceso de focusing. Este difiere de la atenci6n normal que prestamos a los sentimientos, porque se inicia en el cuerpo y tiene lugar en la zona que existe entre lo consciente y lo inconsciente. La ma- yoria de la gente ignora que en esa zona se pueda situar una sensaci6n corporal sobre cualquier tema y que podamos ponernos en contacto con ella. Al principio se trata tan s6lo de una molestia imprecisa, pero pronto se transforma en una sensacién bien definida con la que pode- mos trabajar y a partir de la cual podemos entresacar muchas ramifica- ciones. El tiempo necesario para aprender focusing no parece estar relacio- nado con ninguna otra variable. Algunos clientes profundizan en su te- rapia de forma inmediata cuando se les invita a prestar atenci6n a sus sensaciones corporales. Ademas, incluso los terapeutas que no saben aplicar focusing pueden mejorar significativamente los procesos tera- péuticos de una proporcién determinada de sus clientes, sencillamente preguntando cémo les hace sentir en medio del cuerpo aquello de lo 18 EL FOCUSING EN PSICOTERAPIA que han estado hablando durante la sesion, y esperando luego en silen- cio a que el cliente lo sienta. Por tanto, se trata de algo que valé la pena intentar con cualquier cliente. Sin embargo, la mayoria de la gente ne- cesitar4 una serie de instrucciones determinadas durante cierto tiempo para poder aprender adecuadamente a enfocar. El enfoque corporal (focusing) es una forma, deliberada y sistemati- ca, de entrar alli donde surge el movimiento terapéutico. En las prime- ras investigaciones! se empez6 a encontrar que algunos clientes inician Ja terapia sabiendo ya esta forma corporal de sentir, y éstos son los ca- Sos que mas éxitos obtenian segtin los resultados de los estudios. En las grabaciones magnetofénicas su lenguaje se caracterizaba por las fre- cuentes referencias a lo interno. Por ejemplo, el cliente diria algo asf como: «Lo siento de forma distinta, pero atin no sé qué és... Pero este tipo de experiencias rara vez le ocurre a la mayoria de los clientes, por lo que seria muy ttil idear un procedimiento que capacitara a los clien- tes a descubrirlo y utilizarlo cuando asi lo desearan. Esto nos ahorra todo ese desventurado trabajo exterior 0 esa otra labor en el ambito emocional, que puede ser muy profunda, pero con la que todo perma- nece siempre igual Si lo comparamos con lo que normalmente pensamos y sentimos, lo que surge desde el lado corporalmente sentido de la consciencia es idiosincrasicamente mas complejo y polifacético, y, atin asi, mas abierto a nuevas posibilidades. No estamos completamente determinados por el pasado, pero al contrario de lo que normalmente se dice hoy en dia, tampoco podemos «construim cualquier narraci6n que nos guste. Sdlo cierto tipo de pasos traeran consigo el surgimiento de nuestra vida cor- poral. Pero todo eso no se puede expresar apropiadamente en una in- troducci6n. Por decirlo de algtin modo, las palabras todavia no estén dotadas del significado que necesitan expresar. Por ejemplo, aqui el cuerpo al que hacemos referencia no tiene nada que ver con la maqui- na fisiolégica del pensamiento reduccionista. Aqui hablaremos del cuer- po tal y como es sentido desde dentro, pero las palabras cuerpo: e «in- 1, Véanse Gendlin, Beebe, Cassens, Kelin y Oberlander (1968), Focusing Abilibily in Psychotherapy, Personality, and Creativitys, en Shilien, J. M. (comp.), Research in Psycho- therapy, vol. 3, Washington, DC, American Psychological Association, 1968 Gendlin Let Your Body Interpret Your Dreams, Wilmette, Chiron, 1986 INTRODUCCION 19 terno» iran cambiando y adquiriendo un significado mis especifico a medida que avancemos. Las palabras alteran su significado en el con- texto de las situaciones, las historias y las transcripciones. Segtin el método experiencial, las teorfas no son ni verdaderas ni falsas.? No son verdaderas porque el tipo de entidades que establecen en realidad no existe en la experiencia humana concreta. Pero tampoco son en si mismas falsas porque en ocasiones permiten que las personas identifiquen experiencias que de otra manera pasarian desapercibidas. Sin embargo, aunque desestimdramos la teoria, el sustrato de realidad inherente a la misma permaneceria. En el método experiencial, las teorias, los conceptos y las palabras significan las propias experiencias actuales que sacan a colaci6n, prime- fo en nosotros mismos y luego también en cada una de las personas que leguen a conocerlas. Es cierto que cada persona es diferente y siempre puede resultar sorprendente, pero pronto terminamos cono- ciendo y sintiendo esa serie de experiencias que a veces aporta la pro- pia teorfa. Cuando pensamos sobre una teoria, no sdlo lo hacemos con conceptos sino que también pensamos y sentimos las experiencias. Es- tas nunca se limitan meramente a lo que la propia teoria afirma. La ex- periencia directa siempre es mas compleja. Y puede conducirnos a una serie de cambios que parecen imposibles si tan s6lo nos cefimos al concepto. Una de las ventajas de utilizar las teorias de un modo experiencial es que podemos pensar mucho mis alla y hacer mucho mas, al partir de las experiencias, de lo que podriamos hacer basindonos tan s6lo en los conceptos. Por ejemplo, los valiosos conceptos aportados por Freud pa- recen estar relacionados con entidades patolégicas a partir de las cuales no parece derivarse ningtin cambio. Pero si que podemos crear nuevas aproximaciones hacia el cambio a partir de las experiencias que nos ayudan a detectar. Otra ventaja es que podemos utilizar todas las teorias. Tal vez se contradigan unas a otras, pero eso no ocurre con las experiencias con- cretas que obtenemos a partir de ellas. Las experiencias no se contradi- cen entre si. Si dejamos que las teorias, los conceptos y las palabras se 2. Véase Gendlin, Experiencing and the Creation of Meaning, Nueva York, Free Press, 1962. 20 EL FOCUSING EN PSICOTERAPIA refieran a experiencias concretas, cada una puede llegar a ser util en ciertas ocasiones. ¥ si una teoria no nos conduce a nada que se pueda experimentar, de momento la dejamos de lado. EI hecho de experienciar? es algo mucho mas complejo y heterogé- neo que los conceptos y las teorias, En vez de conformarnos con la par- quedad y la poca fiabilidad de una teoria, las utilizamos para ampliar el alcance de la experiencia humana. Entonces podemos formular concep- tos mas especificos que también son diferentes en especie porque retie- nen su vinculo con el proceso experiencial que a su vez siempre les so- brepasa. Esta idea se ira haciendo cada vez mas transparente a medida que vayamos exponiendo los numerosos ejemplos que presento en este libro. El capitulo 2 es una consideracién de la problemiatica de los clientes que no avanzan en su proceso terapéutico, lo que constituye uno de los principales intereses de este libro. Algunos sdlo se dedican a hablar y no Pprogresan; otros experimentan emociones intensas pero repetitivas, lle- gando incluso a grandes experiencias césmicas pero sin que se produzca ningtin proceso terapéutico. Es evidente que este proceso debe surgir desde el interior. Nadie, ni siquiera el terapeuta, puede provocarlo. Pero ahora sabemos cémo emitir instrucciones no intrusivas, breves y al mis- mo tiempo muy especificas, que generen el proceso de focusing. El capitulo 3 describe 8 caracteristicas reconocibles de los pequefios fragmentos de movimiento psicoterapéutico que con tanta frecuenci genera el proceso de focusing. En los capitulos 4 y 5 se analiza cada respuesta de una transcripci6n para mostrar d6nde tiene lugar cada pequeno fragmento de movimiento terapéutico, qué fue exactamente lo que hizo el cliente para que surgie- ra y qué hizo el terapeuta para fomentar su aparicion, También hablo sobre los aspectos de la comunicacién del cliente a los que el terapeuta responde y c6mo la respuesta permite al cliente profundizar en la expe- riencia directa. Este tipo de experiencia directa se puede distinguir facil- 3. El término experiencing, adoptado por el autor, hace referencia a lo que en caste- Ilano conocemos como -vivenciar- 0 -vivencia-, Debido a que el término original es una creacién del propio autor, también encontramos justificado traducirlo como -experien- clan. para enfatizar el significado exclusivo que se pretende tro del enfoque sexperienciah ignar a este concepto den INTRODUCCION 21 mente de la mera repeticién de los mismos sentimientos y emociones. Al final queda patente cudl es este hecho de experienciar que trae consigo algo novedoso y terapéutico. El andlisis de cada respuesta nos muestra cuando fueron eficaces las respuestas del terapeuta y cudndo no. En el capitulo 6 se distingue el proceso de focusing del resto de las sensaciones fisicas: emociones, imaginacidn, ansiedad, hipnosis, medi- taci6n, las cuatro funciones de Jung y los estados alterados de concien- cia. Estas distinciones nos seran de gran ayuda. De otro modo, si no sa- bemos utilizar el focusing, podemos pensar que se trata de una de esas experiencias. El capitulo 7 se detiene, por fin, en el propio concepto de focusing. El capitulo 8 presenta 10 extractos en los que se ensefa didactica- mente el proceso de focusing (no a clientes). A menudo, este tipo de ensefanza no resulta nada practico en terapia, pero puede hacer que el lector adquiera una visi6n mas completa sobre este proceso. El capitulo 9 muestra ciertas dificultades inherentes a la ensehanza de focusing. El capitulo 10 es un conjunto de transcripciones de un mismo caso. La segunda parte de este libro nos muestra la forma en que otros enfoques terapéuticos pueden y necesitan adaptarse y modificarse para que se puedan usar en relacién con la zona preconsciente desde donde surgen pasos nuevos. Cada uno realiza su propia contribucién. Pero, gcémo podemos determinar aquello que es tinico y caracteristico de cada uno? En el capitulo 11 presento una nueva forma de comprender y orga- nizar la gran diversidad de metodos terapéuticos existentes, mediante «vias de entrada». Esto es, si las cogniciones, las emociones o los suefios son una via de entrada a la terapia si mas bien lo son el role-playing, los comportamientos como en la terapia conductual o la energia corpo- ral, la imaginaci6n, los valores, los mensajes del supery6 o los eventos interaccionales que tienen lugar entre el cliente y el terapeuta. Los capitulos del 12 al 22 tratan, cada uno de ellos, sobre las dife- rentes vias de entrada a la terapia, Muestro cuAl es la forma de determi- nar qué es lo realmente valioso de cada uno y, mas exactamente, cémo se puede introducir el focusing en cada método sin alterarlo demasiado. Y lo que es més importante, describo el modo en que se puede modifi- car cada uno para llegar a formar parte de la orientaci6n terapéutica ca- 22 EL FOCUSING EN PSICOTERAPIA racterizada por el focusing, de tal forma que por ejemplo las imagenes, el role-playing y los pasos comportamentales surjan desde el borde de la experiencia; conduciendo también hacia una cntrada renovada en cl propio borde de la experiencia. Defiendo la tesis de que la terapia no consiste fundamentalmente en tipos de experiencia bien definidos y co- nocidos, ya sean suehos 0 emociones, comportamientos 0 imagenes. La terapia es, mas bien, un proceso que esencialmente implica a la expe- riencia antes de que se convierta en uno de estos -paquetes» bien defi- nidos y, una vez mas después, cuando vuelve a la zona no estructurada del borde de Ia conciencia. En el capitulo 23 reflexiono sobre los aspectos de la relacién y la presencia del terapeuta que resultan fundamentales a lo largo de todo el proceso terapéutico. A continuacién menciono aquellos acontecimien- tos y dificultades relacionales que nos brindan oportunidades tnicas para encarar nuevos pasos terapéuticos desde la «via de entrada» inte- raccional. Se aconseja leer toda la primera parte. por orden, cosa que también debe hacerse con los capitulos 11 y 12 de la segunda parte. Después se puede pasar directamente al capitulo que verse sobre la via de entrada de mayor interés para el lector, aunque cada uno de mis capitulos man- tiene y se suma a lo ya dicho en los anteriores. El trabajo con cualquie- ra de las vias de entrada implica a las demas debido a su vinculacién con el proceso de focusing. Cualquier tipo de respuesta terapéutica debe procurarse sin impo- ner nada a ningtin cliente y sin obstruir la sensaci6n del cliente de que la hora de terapia es de su propiedad y puede usarla considerandola como tal. Se indaga sobre aquello que surge en el cliente, sea lo que sea, y lo demas se descarta rapidamente, al menos de momento. Evi- dentemente, esto también se aplica a las instrucciones de focusing 0 a cualquier otro procedimiento del terapeuta. El terapeuta puede utilizar una gran variedad de respuestas si es coherente con este principio, re- haciendo cada una de la forma especifica que le permita fomentar el Proceso terapéutico que surge desde el interior del cliente. PRIMERA PARTE EL FOCUSING Y LA ESCUCHA Copyrighted material CAPITULO 2 PUNTOS MUERTOS En psicoterapia se pueden dar dos tipos de puntos muertos: el pri- mero tiene lugar cuando la terapia se hace basandose tinicamente en la interpretaci6n e inferencia, careciendo de un proceso experiencial. El segundo ocurre cuando se dan emociones muy concretas y éstas se re- piten indefinidamente. En este capitulo hablaremos ampliamente sobre ambos. Al primero lo denomino una discusién en un punto muerto. DISCUSION EN UN PUNTO MUERTO En una fiesta vemos a alguien atractivo que no conocemos en el otro lado de la habitacién. Queremos aproximamnos a esa persona pero nos resulta extremadamente dificil. Si nos decidimos y nos acercamos a ella, de algtin modo nuestro comportamiento sera horrible y sentiremos que no tenemos nuestras habilidades de siempre. Puede que pensemos: “Mi supery6 es demasiado severo. Todavia se identifica con mi padre, que siempre reprimio mi sexualidad cuando era pequefo. Ahora que ya no lo soy, mi supery deberia dejar de identificarse con su prohibicion, pero no es asix (vocabulario freudiano). O quiza algo asi: Tengo miedo a que se me rechace. Se trata de un miedo que me resulta muy familiar. Si me rechazan no me sentiré peor que si me voy a casa sin intentarlo. iTengo que intentarlo!» (sentido comin). Pero aunque usemos este vo- cabulario y esta logica nada cambia, porque te encuentras atrapado en una discusién que se halla en un punto muerto. Tu interpretaciGn inte- lectual no elimina tus dudas 0 tu torpeza. Los propios terapeutas pueden conducir a los demas a discusiones que acaban en puntos muertos; a todos nos pasa en ciertas ocasiones. Puede que lo hagamos a través de la teoria freudiana, o la junguiana, la cognitiva 0 cualquier otra, o simplemente usando el sentido comin. Un 26 EL FOCUSING Y LA ESCUCHA buen terapeuta no deberia pretender que el cliente sustituya su sentido comin por un vocabulario psicoldgico sofisticado, si es que tan sdlo se trata de una diferencia de palabras. Si fuera asi, nadie dudaria que la mera sustituci6n de una linea de pensamiento no efectiva por otra me- jor pudiera considerarse como una psicoterapia eficaz. En nuestro ejemplo podriamos incluir un discurso mental mds largo, pero eso no cambiarfa nada. Por ejemplo, jacaso es culpa nuestra, la responsabilidad por nuestro fracaso, o deberiamos achacarselo a nues- tros padres? Se trata de una pregunta muy importante, pero en ningtin caso produciré un cambio. Deberiamos |lamarlo «cobardia» o «problema dindmico? Insisto una vez mas: este tipo de temas tiene una gran im- portancia en lo que respecta a nuestra visi6n de la vida, pero en este caso nada cambiaré adoptando una u otra posicién. {Deberfamos adop- tar una teoria sociolégica? La norma de nuestra cultura (o de nuestro subgrupo cultural) podria consistir en que no se espera que la gente se dirija verbalmente a personas desconocidas del sexo opuesto y que eso explica por qué a ti también te resulta dificil. Quiz4 se trate de una nor- ma social que se espera que rompamos, pero que no se nos ha ensefia- do demasiado bien. ;O dirfamos que nuestra dificultad radica en una falta de «seguridad», que nuestra autoestima se derrumbaria si nos recha- zaran? Cualesquiera de estas interpretaciones probablemente nos dejara tal y como estamos. Para ilustrar esta idea de una manera sencilla, os pediré que imaginéis el punto muerto cuando la persona acepta cualesquiera de estas interpre- taciones. En nuestro ejemplo, digamos que a usted le han convencido de la verdad de una de estas interpretaciones. La maquinaria interpretativa puede ser bastante potente, incluso fascinante. En ese momento nos deci- mos: Muy bien, si ésa es la raz6n de todo esto, qué es lo que puedo ha- cer’, Ahora parece que sabemos la «causa» pero atin no hemos llegado a ponernos en contacto directo con la forma de contrarrestarla. Al principio teniamos esperanza: si al menos pudiera saber la causa, podria hacer algo para cambiarla, quizds aislarla o romper con ella. Pero ahora ya sabemos cuil es el problema, aunque sigue habiendo algo que no podemos aprehender directamente. Eso es lo que yo denomino un «punto muerto». Gran parte de los procesos terapéuticos que resultan ineficaces son sélo una acumulacién de estos puntos muertos que carecen de cual- PUNTOS MUERTOS 27 quier contacto o cambio directo. Esta carencia muchas veces queda ilus- trada por la expresién «debe-. Decimos: «Ya veo, debe ser que mi padre fue demasiado exigente conmigo. Sé que lo fue. Esa debe ser la causa de lo que me ocurre ahora», Decir «Eso debe ser- es una inferencia. La gente no dice «Eso debe ser cuando se encuentra en contacto directo con la conexi6n. Lo que dice es: Esto es», 0 «Yo siento». Evidentemente, esta diferencia verbal también expresa una diferencia real. En los capi- tulos siguientes explicaré el significado del contacto directo y cémo transcurre el proceso que lo genera. Todavia existen terapeutas que se contentan con una interpretacion plausible con tal de que el cliente también la acepte. No se preguntan, y tampoco ensefian a sus clientes a preguntarse, si esas interpretaciones son puntos muertos 0 no. Si no nos preguntamos hasta qué punto una interpretaci6n nos conduce a un contacto directo, de casi cualquier cosa se hace un punto muerto y la -terapia» se queda en mera «palabreria». Un buen terapeuta no se deberia contentar con que el cliente con- cuerde con una interpretaci6n fomentando la creaci6n de un punto muerto. «Si, ests en lo cierto; eso es lo que pasa, afirma el cliente. «(Y ahora qué?

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