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GAUDIUM
ACTUALIZACIÓN
EN EL TRATAMIENTO
DEL JUEGO PATOLÓGICO
Agencia Antidroga
ACTUALIZACIÓN EN EL TRATAMIENTO DEL JUEGO PATOLÓGICO
Agradecimientos.
Fundacion Gaudium
Prólogo
Manuel Molina Muñoz, Director Gerente, Agencia Antidroga
Relación de autores
Enrique Echeburúa
Catedrático de Psicología Clínica. Universidad del País Vasco.
San Sebastián
Nady el-Guebaly.
Catedrático y Director de la Addictions Division.
University of Calgary, Calgary, Alberta, Canadá.
Medical Director, Addictions Program, Calgary Health Region.
Chair, Alberta Gaming Research Institute [AGRI], Canadá.
Francisco Labrador
Catedrático en Psicología Clínica.
Facultad de Psicología. Universidad Complutense.
Madrid
María Prieto
Doctora en Psicología
Universidad de Comillas
Facultad de Psicología
Madrid
TABLA 1
Las adicciones sin droga son muy similares a las toxicomanías. Conviene resaltar
este hecho porque todavía existen muchas personas que consideran a estas conductas
-el juego, por ejemplo- como un vicio. Esta idea es un error. El vicio es una categoría
moral; las adicciones sin droga, sin embargo, constituyen un trastorno mental.
TABLA 2
CLASIFICACIÓN DE LAS ADICCIONES
Juego patológico
Adicción al sexo
Adicción a las compras
Adicción a la comida
Psicológicas Adicción al trabajo
Adicción al ejercicio físico
Adicción al móvil
Adicción a Internet
Opiáceos
Alcoholismo
Cocaína/anfetaminas
Químicas Alucinógenos
Otras drogas (cannabis, drogas de síntesis)
Tabaquismo
TABLA 3
CARACTERÍSTICAS DE LAS
CONDUCTAS ADICTIVAS
SÍNDROME DE ABSTINENCIA
i) El sujeto muestra una capacidad de aguante cada vez menor ante las
emociones negativas y las frustraciones cotidianas. Las estrategias de
afrontamiento se debilitan debido a la falta de uso. De este modo, el
comportamiento adictivo se convierte en la única vía para hacer frente al
estrés.
a) Impulso intenso para realizar una conducta que trae consigo efectos
perjudiciales para la persona que la ejecuta.
d) Vuelta gradual del impulso con fuerza creciente, que está asociada a la
presencia de estímulos internos (disforia, tensión emocional, aburrimiento,
recuerdos del placer experimentado en ocasiones anteriores, etc.) o externos
(olor a alimentos en el caso de un adicto a la comida o la visión de un
escaparate en el caso de un adicto a las compras).
FIGURA 1:
ADICCIONES
QUÍMICAS PSICOLÓGICAS
POLITOXICOMANÍAS POLITOXICOMANÍAS
FRECUENTES NO FRECUENTES
MOTIVACIÓN MOTIVACIÓN
MUY BAJA MENOS BAJA
TABLA 4
FACTORES PSICOLÓGICOS DE PREDISPOSICIÓN
- Impulsividad
- Búsqueda de sensaciones
- Autoestima baja
Variables de personalidad - Intolerancia a los estímulos displacenteros
- Estilo de afrontamiento inadecuado de las dificultades
- Estado de ánimo disfórico
Vulnerabilidad emocional - Carencia de afecto
- Cohesión familiar débil
- Pobreza de relaciones sociales
INICIO MANTENIMIENTO
Déficit de autocontrol
Vulnerabilidad y del control de los
psicológica impulsos
Actividades ADICCIÓN
placenteras SIN DROGA Dependencia
Del mismo modo que en las toxicomanías, los sujetos afectados por una adicción
psicológica se resisten a reconocerse como tales (negación de la enfermedad). No sólo
es que mienten, sino que se autoengañan. Son las personas que están alrededor del
adicto (familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc.) las primeras en darse cuenta
de que hay un verdadero problema. De hecho, son habitualmente otros los sucesos
negativos -divorcio, estafa, despido, depresión, etc.- que les fuerzan a tomar
conciencia del problema y a ponerse en tratamiento.
Dirección:
Dr. Blas Bombín Minués. CETRAS. Avda. Esqueva, 8, 47011. Valladolid.
E-mail: blasbombin@hotmail.com
“El todo es algo que está sobre y por encima de sus partes,
y no es sólo la suma de todas ellas…”
“Los hombres, delante de las ideas sencillas, son como murciélagos delante de la luz”
Aristóteles
INTRODUCCIÓN
Las interrelaciones de los elementos son las que dan sentido a lo que
tenemos, y no sólo el recuento matemático, de suma o multiplicación, de lo que
suponen en conjunto. Se ha querido explicar todo con funciones matemáticas, pero
es bueno recordar lo que dijo Einstein en el sentido de que "la matemática se ocupa
exclusivamente de las relaciones de los conceptos entre sí, sin considerar su relación
con la experiencia". Brian Swimme, en sus principios sobre holismo, aconseja ver a
los elementos en su interacción y comportamiento con el universo, lo que implica
tener una visión más amplia de los sistemas dinámicos que se presentan, además de
alejarse de una falsa objetividad científica para una mayor comprensión del mundo y
las sustancias que lo conforma buscando su origen y propósito. El pensamiento
holista considera que el análisis de los componentes no puede explicar toda la
realidad. Sostiene que el todo es algo más que la suma de las partes. El holismo
biológico, por ejemplo, considera que los organismos vivos tienen propiedades que
no se pueden predecir en función de sus componentes químicos.
OBJETIVOS TERAPÉUTICOS
Nos parece interesante mostrar, como telón de fondo del proceso terapéutico-
asistencial, los principales recursos asistenciales con los que puede contar una
familia, o el propio ludópata, como medios para acceder a un tratamiento de la
ludopatía con suficiente garantía, considerando tales recursos referidos a los tres
niveles asistenciales que se pueden distinguir al respecto, como por cierto, también
en el tratamiento de cualquier enfermedad.
1) En el primer nivel asistencial, o nivel primario, al que pueden acceder los
interesados de forma directa, contamos con la consulta sanitaria a cargo del médico
de atención primaria, así como con los centros de acción social (CEAS), ambos con
funciones de orientación y derivación hacia los recursos específicos y si acaso de
“counseling”; y las propias asociaciones de autoayuda, bien de forma personal
directa o, cada vez con mayor frecuencia, mediante el acceso “on line”, a través de
las páginas web de Internet, a las que se van asomando estas asociaciones
aprovechando el gran escaparate que representa la Red.
2) En el segundo nivel, o nivel secundario, de asistencia especializada,
contamos con los servicios y centros de salud mental, tanto los que están adscritos
al INSALUD como los que lo están a las administraciones autonómicas, provinciales y
locales, así como con las asociaciones de autoayuda, cuando cuentan en su
equipamiento asistencial con profesionales de la psiquiatría o la psicología expertos
en el tratamiento de esta adicción; los centros específicos de tratamiento de
conductas adictivas, como el Cetras, centrado en las adicciones sociales, y otros
servicios terapéuticos específicos como los de las comunidades del Proyecto Hombre
y otras comunidades terapéuticas en las cuales se incluye la ludopatía como objetivo
terapéutico, dada su gran proyección social pero sobre todo su gran afinidad clínica
y concomitancia con otras adicciones. También en este nivel hay que hacer mención
de los consultorios privados desempeñados por profesionales y asimismo los
recursos on-line, publicitados desde las propias asociaciones de autoayuda y otros
centros o servicios especializados en el tratamiento de las conductas adictivas en
general y de la ludopatía en particular. Se ve cómo las asociaciones de autoayuda,
que se presentan como recursos primarios, también funcionan como recursos
específicos, de modo que su opción resulta ventajosa sobre otras porque desde el
primer momento permiten a los usuarios un seguimiento integral, sin precisar de
más derivaciones, salvo complicaciones o imprevistos en casos excepcionales en que
haya que recurrir al tercer nivel, de hospitalización o inclusión en dispositivos
asistenciales intermedios.
3) En el tercer nivel o nivel terciario contamos con los centros hospitalarios
que de alguna manera se han especializado en el tratamiento y asistencia de la
ludopatía, tanto en el sector público (Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Hospital de
Belvitge en Barcelona, Hospital de Mataró, también en la provincia de Barcelona y
otros) como en el privado (Clínica Capistrano, en Palma de Mallorca, entre otros); y
asimismo con dispositivos asistenciales intermedios, a medio camino, como son los
pisos tutelados por Caritas o incluso por asociaciones de autoayuda (ACOGER, en
Córdoba); y las propias asociaciones de autoayuda, que trabajan en íntima conexión
con todos los restantes recursos asistenciales, para recibir y derivar pacientes en la
medida que los casos lo puedan requerir.
Psico- Farmaco-
terapia terapia
TRATAMIENTO DE LA IMPULSIVIDAD
10. Dificultades para administrar sus propios medios en general, incluso a veces
la propia vida, y el dinero en particular, abundando en gastos superfluos e
innecesarios, caprichos rápidamente perecederos, etc.
b) Correlaciones clínicas
5. Trastornos del control de impulsos, bien por exceso, en cuyo caso se trata
de conductas adictivas, aunque sin “sustancia de procedencia exterior directa”, como
son la ludopatía, la cleptomanía, la piromanía, la tricotilomanía (manía de arrancarse
el pelo de la cabeza y cara), la bulimia, la potomanía, la onicofagia y las parafilias, o
sea, conductas sexuales inadecuadas o aberrantes (exhibicionismo, fetichismo,
paidofilia, sadomasoquismo, trasvestismo, voyeurismo, froteurismo), que son
difíciles o imposibles de controlar por parte del sujeto; o bien por defecto, como es
el caso de las fobias, la rigidez mental, la adinamia, la abulia, la apatía o la acedia.
Cognitiva
BARRAT- 11-BIS 30 4 120 50 AUTOEVALUADO Motora
Prospectiva
EI DE PLUTCHIK 15 4 45 20 AUTOEVALUADO NO
SEMIESTRUCTURADO 14 Factores
IPDE 170
HETERO-APLICADO
CEPER
DE CABALLO SEMIESTRUCTURADO
160 HETERO-APLICADO 16 Factores
(AMPLIADO)
DECÁLOGO
1800
1600
1400
1200
1000 1622
800 1191
600
400 372
200 165 65 148 74
0
De grupo: 93%
Individual: 10%
De pareja: 8%
Familiar: 4%
Auto-registro:
Autodenuncia:
Farmacoterapia:
68%
21%
4%
Psicoterapia
Abstinencia
total:
791-45%
Reducción
marcada:
244-14% Abandono:
506-29%
Persistencia
hábito:
206-12%
70
65
60
55
50 63,2
45
40
35
30 38 39,1 41,5
25 36,7 35,7
20
15
10 18
5
0
14
83
8
3
56
29
9
-3
-2
A-
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RESUMEN Y CONCLUSIONES
Dirección:
Antonio Fernández de la Cruz. Virgen de la Novena, 5-2º-2. 28027 Madrid.
E-mail: antonio@ferrandez.com
INTRODUCCIÓN
Como es sabido, los intentos de solucionar el problema de las personas que se
sienten incapaces de controlar el impulso de jugar vienen de lejos y han sido, a la
vez, no pocos los procedimientos puestos a prueba con el mismo objetivo. Desde las
terapias exclusivamente farmacológicas hasta los programas multicomponentes, los
tratamientos empleados, tanto en régimen ambulatorio como de internamiento, han
ofrecido unos resultados muchas veces desconcertantes, puesto que una misma
técnica, un tratamiento que utiliza como componente esencial una determinada
estrategia, ofrece resultados dispares en las distintas investigaciones, de tal manera
que a día de hoy no pueda afirmarse que las personas que nos dedicamos al
tratamiento de la ludopatía tengamos “el tratamiento” más eficaz a nuestra
disposición.
Este hecho nos obliga a ir desarrollando nosotros mismos nuestro propio
programa, modificándolo continuamente sobre la base de lo que día a día vamos
comprobando que resulta más eficaz, o por el contrario no aporta mucho a los
resultados.
De esta manera se ha ido desarrollando desde el año 1990 el programa de
tratamiento que se aplica en la Asociación terapéutica del Juego, en el que he
colaborado desde su inicio y que ahora intentaré exponer sucintamente para su
información y para poder enriquecerlo con las aportaciones que ustedes puedan
ofrecer.
La población que nos llega está en consonancia con la que, según los distintos
estudios suele acudir en busca de tratamiento; es decir:
- Es mucho mayor el número de hombres que el de mujeres.
- El nivel socioeconómico es medio o medio bajo.
- El cultural, salvo excepciones, también suele ser medio-bajo.
- La media de edad está en los treinta y tantos años.
Muchos acuden empujados por otra persona de su entorno que suele ser el
familiar que más directamente está sufriendo las consecuencias de la conducta
alterada del sujeto.
¿QUÉ HACEMOS?
Los resultados que obtenemos nos invitan a seguir en la línea actual. Podemos
asegurar que el porcentaje de éxito de nuestro tratamiento está a la misma altura
que el de los resultados más optimistas ofrecidos por las investigaciones recientes.
Las resistencias mayores se ofrecen en las dos o tres primeras sesiones, cuando no
se entiende que el control del dinero, lejos de ser una falta de consideración y de
confianza en la persona, es una estrategia sencilla que cumple varios objetivos
necesarios para el éxito del tratamiento. A veces -pocas-, se abandona el
tratamiento antes de haber adquirido ese aprendizaje, privándose así de la
posibilidad de dejar de jugar, pero si se supera con éxito ese aprendizaje, los
abandonos son escasísimos y se puede ser muy optimista.
Mejor que los resultados del tratamiento son los resultados en los distintos
seguimientos, pues en los últimos siete años no tenemos evidencia de recaída
alguna tras un seguimiento de dos años después de terminar el tratamiento.
Para concluir, quisiera exponer mi opinión sobre qué puede diferenciar este
tratamiento de otros y algunas consideraciones sobre el jugador.
(1) Montse Gómez García. Está realizando la tesis doctoral titulada: “Intervención
del trastorno de juego patológico en pacientes con trastorno dual (esquizofrenia)”.
Co-dirigida por la Dra. Montserrat Freixa (Universidad de Barcelona) y el Dr.
Echeburúa (Universidad del País Vasco).
Dirección: ABLA. Concilio de Trento, 136, int. Bjs. 08020 Barcelona, y IDP-Sección
Juego Patológico. Plaza Prim, 5, entl. 2ª. 43001 Tarragona.
E-mail: psimontse@yahoo.es.
INTRODUCCIÓN
Los estudios teóricos orientados a investigar la comorbilidad del trastorno de
juego patológico y otros trastornos mentales, indican que con cierta frecuencia el
diagnostico de ludopatía se presenta de forma paralela al diagnostico de
esquizofrenia y otros trastornos psicóticos (González et al. 1992; Lesieur y Blume,
1990 ; McCormick, Russo, Ramírez y Taber, 1984).
EL ESTUDIO
Los sujetos que han participado en el estudio estaban vinculados a los Centros
de la Red de Salud Mental “Sant Joan de Deu” , a la Asociación AREP y a la
Fundación IDELTA. Y la investigación ha estado co-dirigida por el Dr. Enrique
Echeburúa (UPV) y la Dra. Montserrat Freixa (UB).
Las variables que se han seleccionado para la recogida de datos han sido las
variables dependientes referentes a los trastornos de la patología dual (juego
patológico y esquizofrenia), así como al consumo de sustancias. Y las variables de
control, demográficas y las concernientes a la intervención terapeutica y a su efecto
en la fase de tratamiento y seguimiento.
LA INTERVENCION
RESULTADOS PRELIMINARES
Como conclusión destacar que el tratamiento con sujetos con trastorno dual,
ludopatía y esquizofrenia, es algo diferente al tratamiento con sujetos que presentan
solo el diagnóstico de juego patológico . Y que tal vez en este tipo de intervención no
es tan importante que el psicólogo alcance sus objetivos clínicos, sino que el sujeto
con patología dual alcance alguno de sus objetivos personales en relación a su
adicción, es decir que aunque no logre una abstinencia completa, consiga disminuir
sus recaídas y mejorar su calidad de vida.
Susana Jiménez Murcia (1), Roser Granero Pérez (2), Eva Álvarez Moya (1),
Mª Neus Aymamí Sanromà (1), Mónica Gómez Peña (1), Blanca Bueno Julià-
Capmany (1), Raquel Martínez Giménez (1) y Julio Vallejo Ruiloba (1)
Dirección:
Susana Jiménez Murcia, Unidad Juego Patológico, Servicio de Psiquiatría, Hospital
Universitario de Bellvitge. Barcelona.
E-mail: sjimenez@csub.scs.es
INTRODUCCIÓN
Los trabajos sobre comorbilidad del JP con otros trastornos apuntan que
existen elevadas tasas de trastornos del estado de ánimo (trastorno depresivo
mayor, distimia, manía e hipomanía) que oscilan entre el 76% y el 33%, trastornos
de ansiedad (entre el 40%-9%), otros trastornos del control de los impulsos (43%-
35%) y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (20%) (Adamson et al.,
2006; Argo y Black, 2004; Dannon et al., 2004; Fernández et al., 2006; Grant y
Kim, 2003; Ibáñez et al., 2001; Petry et al., 2005 ).
MÉTODO
Sujetos
La muestra estaba formada por 498 sujetos diagnosticados de JP,
según criterios DSM-IV-TR (American Psychiatric Association, 2000), y que
habían acudido de forma consecutiva a la Unidad de Juego Patológico del
Hospital Universitario de Bellvitge (HUB), en Barcelona. Todos ellos habían
solicitado tratamiento específico por su problema de juego en esta unidad,
ubicada en un hospital general.
Instrumentos
Diversas medidas clínicas y psicopatológicas han sido consideradas,
tales como: Structured clinical interview for DSM IV Axis I and II disorders
- research version (SCID-I,-II) First et al., 1994, 1996), Symptom Check
List -90 items- Revised (SCL-90-R; Derogatis, 1977), Escala de Impulsividad
de Eysenck (I7; Eysenck, Pearson, Easting y Allsopp, 1985), Inventario de
Temperamento y Carácter -Revisado (TCI-R; Cloninger, 1999 -datos no
RESULTADOS
1
Prevalencias para edad Media vs. Joven Avanzada vs. Joven
Joven Media Avanzada OR IC 95% (OR) OR IC 95% (OR)
Nicotina 88.3% 73.4% 64.8% .365* .192; .693 .245* .124; .484
Alcohol 9.9% 20.1% 21.1% 2.28* 1.14; 4.57 2.43* 1.14; 5.16
Tóxicos 11.7% 10.8% 0.8% .914 .454; 1.84 .059* .008; .462
Prevalencia para tipo de juego Bingo vs. máquinas Otros vs. máquinas
Máquinas Bingo Otros OR IC 95% (OR) OR IC 95% (OR)
Nicotina 77.5% 63.6% 61.5% .508 .207; 1.25 .465 .204; 1.06
Alcohol 18.1% 18.2% 26.9% 1.01 .331; 3.05 1.67 .667; 4.10
Tóxicos 8.6% 00.0% 11.5% -- -- 1.39 .398; 4.85
Prevalencias para evolución (años) 2-5 vs. 0-2 5-10 vs. 0-2 Sup.10 vs. 0-2
0–2 2–5 5 – 10 Sup.10 OR IC 95% OR IC 95% OR IC 95%
Nicotina 68.6% 77.8% 80.8% 73.7% 1.60 .928; 2.75 1.92* 1.11; 3.34 1.28 .698; 2.34
Alcohol 17.2% 12.8% 24.0% 17.1% .710 .362; 1.39 1.53 .860; 2.70 .996 .486; 2.04
Tóxicos 10.1% 7.7% 8.8% 5.3% .745 .320; 1.73 .863 .389; 1.91 .497 .161; 1.53
1
Joven (hasta 30 años); Media (30-50 años); Avanzada (mayor 50 años). *OR significativa (p≤0.05). --OR no estimable.
1
Prevalencias para edad Media vs. Joven Avanzada vs. Joven
Joven Media Avanzada OR IC 95% (OR) OR IC 95% (OR)
Anteced. 43.2% 44.5% 46.9% 1.05 .672; 1.65 1.16 .694; 1.93
Psiquiátricos
Trast. eje I 39.1% 38.2% 38.6% .964 .610; 1.52 .979 .580; 1.65
Trast. eje II 15.3% 14.3% 10.2% .926 .497; 1.73 .631 .291; 1.37
Prevalencia para tipo de juego Bingo vs. máquinas Otros vs. Máquinas
Máquinas Bingo Otros OR IC 95% (OR) OR IC 95% (OR)
Anteced. 44.9% 42.9% 38.5% .921 .380; 2.23 .767 .341; 1.73
Psiqiátricos
Trast. eje I 37.2% 59.1% 32.0% 2.44* 1.02; 5.83 .794 .335; 1.88
Trast. eje II 12.1% 19.0% 20.0% 1.72 .556; 5.29 1.82 .656; 5.06
Prevalencias para evolución (años) 2-5 vs. 0-2 5-10 vs. 0-2 Sup.10 vs. 0-2
0–2 2–5 5 – 10 Sup.10 OR IC 95% OR IC 95% OR IC 95%
Antec. 39.3% 43.1% 48.8% 53.3% 1.17 .724; 1.89 1.47 .923; 2.35 1.77* 1.02; 3.06
Psiquiátricos
Trast. eje I 37.5% 35.0% 41.6% 42.1% .899 .550; 1.47 1.19 .740; 1.91 1.21 .698; 2.11
Trast. eje II 11.3% 11.1% 16.0% 18.4% .980 .464; 2.07 1.49 .760; 2.94 1.77 .835; 3.75
1
Joven (hasta 30 años); Media (30-50 años); Avanzada (mayor 50 años). *OR significativa (p≤0.05). --OR no estimable.
1
Joven (hasta 30 años); Media (30-50 años); Avanzada (mayor 50 años). *OR significativa (p≤0.05). --OR no estimable
.
AGRADECIMIENTOS
Sin embargo, las voces a favor del juego controlado han sido escasas hasta
hace relativamente poco tiempo. Parece que reciente y paulatinamente se empieza a
aceptar la posibilidad de establecerlo como objetivo terapéutico alcanzable para
algunos jugadores (Blaszczynski, Ladouceur y Shaffer, 2004).
Los argumentos que hasta ahora han llevado a rechazar la consideración del
juego controlado como posibilidad han sido tanto de naturaleza empírica como de
naturaleza teórica. Vamos a resumir algunos de ellos a continuación.
3. Es más fácil dejar el juego por completo que jugar de forma controlada (Nathan,
2003). El que el jugador se exponga habitualmente a estímulos discriminativos que
facilitan la conducta de jugar en lugar de evitarlos o escapar de ellos hace más
probable que se dé la conducta de juego, o incrementa la dificultad de mantener el
control. Y, en nuestra sociedad, la disponibilidad y accesibilidad del juego es muy
elevada, lo que haría la tarea aún más difícil. Por otra parte, detener una sesión de
juego ya iniciada supone la puesta en marcha de habilidades de autocontrol de las
que no se suele disponer a menos que haya habido un proceso previo de
aprendizaje.
II. Dos estudios que de otro modo cumplan los criterios I, III y IV para los
tratamientos bien establecidos, pero están realizados por el mismo
investigador, o un buen estudio que demuestre la eficacia por estos
mismos criterios.
IV. Una pequeña serie de estudios con diseño de caso único que de otro
modo cumplen los criterios II, III y IV para los tratamientos bien
establecidos.
Como hemos visto, los escasos estudios empíricos sobre juego controlado no
son aún suficientes como para permitir que se cumplan estos criterios.
5. El nivel de severidad del juego empieza a ser menor. Cada vez más,
afortunadamente, hay personas que acuden a pedir ayuda porque empiezan a
preocuparse por su conducta de juego, pero no han llegado todavía al máximo nivel
de deterioro. La motivación que traen estas personas hacia el tratamiento es muy
diferente de la propia de sujetos cuya vida ha sido destruida por el juego, y los
objetivos del mismo han de ser adaptados a las características del demandante.
Nady el-Guebaly
Dirección:
Nady el-Guebaly, MD
Foothills Addiction Centre,
1403 -29 Street NW,
Calgary AB T2N 2T9
Canadá
E-mail:nady.el-guebaly@calgaryhealthrgion.ca
INTRODUCCIÓN
El manejo de estos niveles debería reconocer que sólo una minoría de los
jugadores problema busca ayuda. Mientras que los que buscan tratamiento entre las
Para los jugadores problema que están listos para cambiar, un menú de
opciones de cuidado por pasos pueden ofrecérseles, dependiendo de variables tales
como la severidad de la condición, presencia de comorbilidad y disponibilidad de
apoyo social. Estas opciones de tratamiento están apoyadas por la evidencia
empírica y nosotros presentamos un resumen de las mejores; esto es, los ensayos
de control aleatorizados (RCT).
APROXIMACIONES FARMACOLÓGICAS
OTRAS APROXIMACIONES
CONCLUSIÓN
1. Shaffer HJ, Hall MN, Vander BJ. Estimating the prevalence of disordered gambling
behavior in the United States and Canada: a research synthesis. American
Journal of Public Health 1999; 89(9): 1369-1376.
2. Currie SR, Hodgins DC, Wang J, el-Guebaly N, Wynne H, Chen S. Risk of harm
from gambling in the general population as a function of participation in gambling
activities. Addiction 2006; 101:507-580.
10. Hollander E, De Caria CM, Finkell JN, Begaz T, Wong CM, Cartwright C. A
randomized double-blind fluvoxamine/placebo crossover trial in pathological
gambling. Biological Psychiatry 2000; 47:813-817.
12. Kim SW, Grant JE, Adson DE, Shim YC, Zaminelli R. A double blind placebo
controlled study of the efficacy and safety of paroxetine in the treatment of
pathological gambling. Journal of Clinical Psychiatry 2002; 63:501-507.
13. Grant JE, Kim SW, Potenza MN, Blanco C, Ibanez A, Stevens L et al. Paroxetine
treatment of pathological gambling: A multi-center randomized controlled trial.
International Clinical Psychopharmacology 2003; 18:243-249.
15. Kim SW, Grant JE, Adson DE, Shin YC. Double blind naltrexone and placebo
comparison study in the treatment of pathological gambling. Biological Psychiatry
2001; 49:914-921.
INDICE:
1.- Introducción
2.- Juego y excitación
3.- La evaluación de la activación psicofisiológica en el juego patológico
4.- Trabajos de nuestro equipo de investigación sobre la activación en el
juego
5.- Consideraciones finales.
6.- Referencias bibliográficas
1.- INTRODUCCIÓN
¿Por qué juega un jugador patológico?, ¿ Por qué una persona sigue
gastando su tiempo y su dinero en una actividad como el juego, a pesar de que su
reiterada experiencia le tiene que haber puesto de relieve que, a la larga, el juego
solo le produce problemas económicos, familiares, sociales, laborales, etc.,?.
Tras los inicios en los que se buscaba explicaciones en aspectos como las
características sociodemográficas de los jugadores patológicos, distintos factores de
personalidad o alteraciones orgánicas, con resultados poco alentadores, la atención
se ha centrado especialmente en dos factores: las distorsiones cognitivas y los
niveles de activación o excitación provocada por el juego. Es decir, un jugador juega
bien porque tiene algún tipo de error o distorsión cognitiva que le lleva a pensar que
necesariamente va a ganar en el juego, o por que el propio juego le produce un nivel
de activación o excitación tal que le “provoca” o “empuja” o a jugar. En un trabajo
anterior (Labrador, 2006) se abordó el primero de estos factores, las distorsiones
cognitivas como factor causal de juego patológico. En este trabajo se abordará el
papel de la activación o excitación provocado por el juego en el desarrollo y
mantenimiento del juego patológico.
Estudios más recientes, si bien son menos frecuentes, también han venido a
apoyar esta hipótesis, como los trabajos de Blaszczynski y Nower, (2002); Sharpe,
(2002), haciendo alusión al papel de la activación en el mantenimiento del juego
patológico, o el de Meyer et al. (2000); señalando incrementos de activación
asociados a juegos de casino, el de Wulfert, et al., (2005) a carreras de caballos, o
los de Coventry y Constable, (1999) y Moodie y Finnigan, ( 2004) a máquinas
recreativas.
1. Tolerancia:
) Aunque en los criterios diagnósticos de juego patológico no existe ninguno que haga referencia a este
aspecto, la práctica clínica muestra que esta población continua jugando a pesar de los múltiples
problemas generados por la conducta de juego excesiva, sin conseguir la abstinencia a pesar de los
intentos, con conciencia o no (autoengaño o no) de los perjuicios a sí mismo y al entorno.
(1981)
Dickerson y Jugadores de alta y 22 Tasa cardíaca Los jugadores de alta frecuencia tienen un
1
Slot machine: cualquier máquina a la que se le insertan monedas, funciona por azar y puede ser abonado un
premio según los resultados. Fruit machine: solt machine donde existe la posibilidad de interactuar con la máquina;
Video poker machine slot machine en la que se juega a las cartas, teniendo la posibilidad de interactuar con al
máquina.
2
Sharpe et Jugadores problema, 13 EMG frontal Los jugadores problema presentan un
al., (1995) de alta y baja 12 Tasa cardíaca incremento mayor en el RDE que los grupos
frecuencia 13 Respuesta de jugadores sociales
3
Dermoeléctrica
(Poker machine y No existen diferencias en tasa cardíaca y
Autoinforme
apostantes de EMG frontal.
carreras de caballos)
2
EMG frontal: electromiograma frontal
3
RDE: nivel de conductancia electrodérmica
4
LB: línea base
Con las mismas variables que los estudios presentados en el punto anterior
existen investigaciones cuyos resultados ponen en duda la relación entre el juego y
activación psicofisiológica. Parte de las investigaciones no muestran diferencias
significativas en activación entre períodos de línea base y situación de juego; y/o
entre jugadores de baja, media o alta frecuencia; entre grupos según ganancias; o
entre jugadores patológicos entre el pre y el postratamiento; tras el éxito o fracaso
terapéutico; o entre jugadores patológicos y un grupo control (Dickerson et al.,
1991; Coulombe et al., 1992; Dickerson et al., 1992; Griffiths, 1993; Rubio et al.,
2002; ). Incluso investigaciones que sí encuentran datos a favor de la implicación de
la activación en el mantenimiento del juego, obtienen a su vez datos en contra
(Sharpe et al., 1995; Coventry y Constable, 1999 y Sharpe, 2004).
(1992) (Poker-machine)
al., (1995) alta frecuencia y baja 12 Respuesta entre los grupos en tasa cardíaca y EMG
frecuencia 13 Dermoeléctrica frontal. Los jugadores problema presentan un
EMG frontal mayor aumento en RDE que los otros dos
(Poker-machine y
grupos.
carreras de caballos) Autoinforme
4.1.- Procedimiento:
5
Agradecemos a Recreativos Franco su colaboración cediendo las máquinas recreativas para nuestras
investigaciones.
Respuesta
Demoeléctrica
Sesión 1 6.88 (4.18) 11.67 (5.21) t78=--15.931**
Sesión 2 5.58 (2.97) 9.47 (4.10) t76=--14.159**
9
8
7
6
5
4
3
2
1
Sesión 1 Sesión 2
M edia del cambio en TC 7,94 7,07
(lpm)
M edia del cambio en SCL 4,94 4,08
(Umhos)
Sesación
Sesión 1 3,06 (0.91)
Sesión 2 2,90 (091)
1
Sesión 1 Sesión 2
Estado de ánimo 3,07 3,02
Sensación 3,06 2,9
Como pude observarse, se constata que hay una activación en los jugadores,
tanto en la TC como en la RDE desde la línea base a la fase de juego, es más este
incremento en las dos sesiones es estadísticamente significativo. Al detenerse a
analizar los cambios en TC y RDE, se constata que las diferencias en la activación
entre la línea base y la fase del juego se encuentran en una gama de alrededor del
10% (7-8 latidos por minutos y 4-5 Umhos). Esta ligera activación puede ser debida
al carácter excitante o activador del juego, pero quizá pueda ser explicada más
fácilmente por el hecho de que los jugadores han de cambiar su postura (pasar de
estar sentados-recostados en un confortable sillón sin hacer nada en la línea-base, a
estar de pie o medio sentados en un taburete alto mientras están jugando), a la vez
que durante el período de juego han de estar comportándose de forma activa bien
introduciendo monedas y apretando botones, bien estando atentos a los cambios y
señales de la máquina. Parece pues una explicación más parsimoniosa atribuir a este
cambio en la postura y la actividad la responsabilidad de esa ligera activación.
Es posible que aunque los cambios en los niveles de activación medidos por
las respuestas fisiológicas no sean muy elevados, sin embargo los jugadores tengan
una percepción sesgada o incrementada de estos cambios de forma que se
Tasa cardíaca
Sesión 1 70.94 (8.95) 78.92 (8.02) t78=-15.402**
Sesión 2. 69.86 (9.11) 76.93 (7.97) t78=--12.695**
Respuesta
Demoeléctrica
Sesión 1 6.88 (4.18) 11.67 (5.21) t78=--15.931**
Sesión 2 5.58 (2.97) 9.47 (4.10) t76=--14.159**
Tasa cardíaca
Sesión 1 69.56 (8.86) 77.71 (10.18) t78=--10.020**
Sesión 2 68.72 (9.65) 76.56 (10.17) t79=--11.872**
Respuesta
Demoeléctrica
Sesión 1 6.28 (3.24) 10.26 (3.68) t79=--16.712**
Sesión 2 6.84 (4.37) 10.20 (4.42) t79=--14.380**
* p<0.05 **P<0.01
Tasa cardíaca
Jugadores pre-tratamiento versus no-
jugadores F(1, 156) = 0.524 n.s.*
Respuesta Dermoeléctrica
Estado de ánimo
F(1, 158) = 0.001 n.s.*
Jugadores pre-tratamiento versus no-
jugadores
5 No jugadores
4 Jugadores
0
1ª sesión TC 2ª sesión TC 1º Sesión RDE 2ª sesión RDE
No jugadores 8,09 7,83 3,97 3,36
Jugadores 7,94 7,07 4,94 4,08
3,4
3,3
3,2
3,1
No jugadores
3
Jugadores
2,9
2,8
2,7
2,6
1ª sesión 2ª sesión 1º Sesión 2ª sesión
Estado Animo Estado Animo Sensaciones Sensaciones
No jugadores 2,9 2,85 3,29 3,14
Jugadores 3,07 3,02 3,06 2,9
8
7
6
5 Jugadores-Pre
4 Jugadores-Post
2
1
0
1º Sesión
1ª sesión TC 2ª sesión TC 2ª sesión RDE
RDE
Jugadores-Pre 7,94 7,07 4,94 4,08
Jugadores-Post 6,73 5,99 4,47 5,73
M (SD) tdf
Sesión
1 70,94 (8,95) 78,92 (8,02)
Pre-tratamiento
Sesión 69,86 (9,11) 76,93 (7,97) t78=-15,402***
2 t78=-12,695***
TC
Sesión
Post- 1 74,97 (9,98) 81,72 (8,85)
tratamiento Sesión 72,53 (9,77) 78,52 (8,63) t54=-10,374***
2 t54=-8,373***
3,5
2,5
2 Jugadores-Pre
1,5 Jugadores-Post
0,5
0
1ª sesión 2ª sesión 1º Sesión 2ª sesión
Estado Animo Estado Animo Sensaciones Sensaciones
Jugadores-Pre 3,07 3,02 3,06 2,9
Jugadores-Post 2,14 2,22 2,58 2,61
8
7
6
5 No Jugadores
4 Jugadores-Post
3
2
1
0
1º Sesión
1ª sesión TC 2ª sesión TC 2ª sesión RDE
RDE
No Jugadores 8,09 7,83 3,97 3,36
Jugadores-Post 6,73 5,99 4,47 5,73
3,5
2,5
2 No Jugadores
1,5 Jugadores-Post
0,5
0
1ª sesión 2ª sesión 1º Sesión 2ª sesión
Estado ánimo Estado ánimo Sensación Sensación
No Jugadores 2,9 2,85 3,29 3,14
Jugadores-Post 2,14 2,22 2,58 2,61
Tasa cardíaca
Respuesta Dermoeléctrica
Estado de ánimo
Diferencias
Grupo Éxito (N = 23) Grupo Fracaso (N = 57) Éxito-Fracaso
tgl
t54= -0.8420
1ª Sesión Sensaciones 2.48 (0.81) 2.65 (0.72)
n.s.
t54=-1.203
2ª Sesión Sensaciones 2.45 (0.79) 2.72 (0.83)
n.s.
5 Exito
4 Fracaso
0
1ª sesión TC 2ª sesión TC 1º Sesión RDE 2ª sesión RDE
Exito 7,72 6,09 4,43 3,94
Fracaso 6,05 5,92 4,49 3,59
2,5
Exito
1,5
Fracaso
0,5
0
1ª sesión Estado 2ª sesión Estado 1º Sesión 2ª sesión
de ánimo de ánimo Sensaciones Sensaciones
Exito 2,33 2,45 2,48 2,45
Fracaso 2,01 2,06 2,65 2,72
Llegados a este punto la mejor conclusión sin duda es que la activación dista
mucho de haberse mostrado como un factor relevante en el mantenimiento del
juego entre los jugadores patológicos.
Sin duda puede haber alternativas a esta conclusión, una de ellas puede ser
que todos estos resultados se deben a que los procedimientos utilizados no son muy
adecuados y se hace necesario depurar, mejorar y adecuar los procedimientos de
evaluación, si se quieren conseguir datos que informen definitivamente de si esta
variable es relevante o no en juego y de que forma. Ciertamente hay limitaciones en
los procedimientos y se sabe que no son del todo idóneos para obtener resultados
fiables, pero tampoco está claro cómo podría llevarse acabo una evaluación de este
tipo en condiciones idóneas. Por ello es importante determinar si esta variable debe
ser objeto de estudio y dedicar tiempo y esfuerzo a averiguar su forma de
evaluación más adecuada, o dadas las condiciones en que puede obtenerse y los
resultados obtenidos hasta la fecha lo más conveniente es considerar que lo que
puede aportar no es suficientemente relevante y dedicar esfuerzos en otra dirección
*Brown, R.I.F. (1988). Reversal theory and subjective experience in the explanation
of addiction and relapse. En M.J. Apter; J.H. Kerr y M.P. Cowles (Eds.), Progress
in Reversal Theory. North-Holland: Elsevier Science Publishers.
*Brown, R.I.F. (1993). El papel de la activación, distorsiones cognitivas y búsqueda
de sensaciones en las adicciones al juego. Psicología Conductual, 1 (3), 375-388.
*Brown, S.L.; Rodda, S. y Phillips, J.G. (2004) Differences between problem and
nonproblem gamblers in subjective arousal and affective valence amongst
electronic gaming machine players. Addictive Behaviors, 29, 1863-1867.
*Carroll, D. y Huxley, J.A. (1994). Cognitive, dispositional, and psychophysiological
correlates of dependent slot machine gambling in young people. Journal of
Applied
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*Coulombe, A.; Ladouceur, R.; Desharnais, R. y Jobin, J. (1992). Erroneous
perceptions and arousal among regular and occasional video poker players.
Journal of Gambling Studies, 8 (3), 235-244.
*Coventry, K.R. y Brown, R.I.F. (1993). Sensation seeking, gambling and gambling
addictions. Addiction, 88 (4), 541-554.
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gambling in off-course horse racing bettors. British Journal of Psychology, 88 (4),
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