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de vigencia.
No se conoce ninguna influencia de la constitucin de Bayona
en Amrica. No fue jurada en ninguna parte del nuevo mundo, ni
parece haber inspirado en nada a los documentos constitucionales
latinoamericanos. Cabe advertir que el texto de Bayona result en
buena parte desconocido y en su caso, olvidado- para el grueso del
derecho constitucional decimonnico. Adems, era portador de una
valoracin en general negativa, como instrumento impuesto por la
fuerza de los ejrcitos napolenicos, y que deba ignorarse cuando
ellos se retiraron de Espaa. En sntesis, un smbolo de la opresin
extranjera, algo repudiable concluida la guerra de la independencia
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Notas
(*)
El presente trabajo se inserta en el programa de
investigaciones de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales del
Rosario, de la Universidad Catlica Argentina. Una versin abreviada
del mismo fue publicada bajo el ttulo de La Constitucin de Cdiz
de 1812. Una mirada desde Latinoamrica, en Lpez Ulla Juan
Manuel (Dir.), La justicia constitucional en Iberoamrica, Cdiz,
2011, Universidad de Cdiz, pgs. 27-42.
(1)
Por haberse promulgado el da de San Jos (19 de
marzo). En el mundo hispnico, el trato coloquial de
Jos, es Pepe.
(2)
Ver Jellinek Georg, Teora general del Estado, trad.
por Fernando de los Ros, Buenos Aires 1954, ed.
Albatros, pg. 394 y siguientes. Sobre la constitucin
de la Repblica Cispadana, cfr. Lucas Verd Pablo,
Introduccin, en Biscaretti di Ruffia Paolo, Derecho
Constitucional, trad. por Pablo Lucas Verd, Madrid
1965, ed. Tecnos, pg. 21. La influencia napolenica
promotora de constituciones se extendi igualmente
por Alemania. V. tambin Marias Otero Luis, Las
constituciones de Hait, Madrid 1968, ed. Cultura
Hispnica, pg. 13 y sigts.
(3)
La constitucin de Bayona eman (formalmente) de la
voluntad de Jos I. Bonaparte. Se trata, pues, de un
texto otorgado. Lo usual, en casos similares, es
denominar jurdicamente carta al instrumento en
cuestin. Sin embargo, se ha destacado que el
documento de Bayona no es el resultado de la sola
voluntad del Rey Jos I, que la proclama, sino
producto de una suerte de soberana compartida, ya
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