Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
De las muchas alternativas que se pueden abordar con el fin de prever cómo
terminará el Gobierno de Zapatero (mal, seguro), una de las posibles es comparar su
caso con el de otros gobernantes disfuncionales de la Historia. No siendo historiador la
tarea no me es fácil; aún así, un nombre acude de inmediato, me refiero a Luis II de
Baviera (¿a que se parecen?) Veamos por qué:
Una de las cosas más tristes de compararle con el Rey Cisne (Zapatero más bien
es un Cisne Negro) es que, dentro de la común disfuncionalidad incorregible e
intolerable de ambos, nuestro particular Presidente queda en un status tristemente
patético, mediocre y vulgar de caso impresentable. Tómese, por ejemplo, el
afrancesamiento de Luis II, algo intolerable entre los alemanes ya que Francia siempre
les quiso divididos (como quiere a España, Italia y El Reino Unido), que, si en el caso de
Luis II era casi una postura Estética (de buen gusto, vamos), en el nuestro ha tenido
momentos de subordinación de vergüenza ajena (si por lo menos emulara su política
energética); o con respecto a los alemanes: Luis II les amaba a todos, con indiferencia
de sus particularidades culturales, de clase o de si rezaban en latín o en alemán,
mientras que ZP pareciera sentir una particular satisfacción en herir en lo más hondo el
pietismo de los españoles católicos, por no hablar de como ignora el clamor de quienes
desean utilizar la lengua de todos o, incluso, su desafección con las victimas de su
emparentado Radicalismo Mitológico criminal. Piensen, por ejemplo, que Luis II intentó,
sin éxito, violentar su naturaleza, cumplir con su deber, emparejarse y buscar un
heredero, mientras, por ejemplo, Zapatero canceló una reunión con los polacos por estar
cansado, probin; a saber cuántas como esa nos habrá hecho.
Luis II era un rey dispendioso, sí, pero lo cierto es que la mayoría de sus fantasías
las hacía a costa de la fortuna familiar (¡y no sea caían a trozos!), mientras que el
nuestro (la cúpula de Barceló es solo una anécdota muy menor) se funde el país de sus
gobernados (suyo no sé si lo es) Si Luis II departía su solaz tiempo libre en su corte con
Wagner, Zapatero lo hace con… ¿con quién? ¿Con Almodóvar? El legado romántico y
artístico del rey loco está ahí para disfrute Cultural y Turístico y ayuda a mantener la
memoria de Baviera, situándola aún más en los mapas y los libros de historia, ¿Qué deja
ZP?: IGNORANCIA, PARO y DEUDAS. En tiempos de Luis de Wittlesbach los mitos se
tomaban por lo que eran, mitos; luego fueron otros los que los que, como Zapatero, se
creyeron esos mitos y trajeron la desgracia a su pueblo.
De cómo fue desalojado El Rey Luna del Poder (cojan ideas) hay muchas teorías.
Yo me inclino por pensar que se debió a dos fuerzas principales: Una, la encrucijada
histórica de los pueblos alemanes en su Devenir hasta convertirse en una Gran
Potencia, basta con un simple vistazo a su Cultura, en la Música, la Literatura o la
Filosofía, que estaban en su Zenit; Dios, que diferencia con los Goya (¡y eso que han
sido de los mejores!) La otra fuerza que le desalojó fueron los Junkers, grandes
promotores de los Valores Prusianos (échenles un vistazo que vale el esfuerzo),
quienes, tal vez como nosotros, hablando mal y pronto, no estaban para mariconadas.
15/02/2010.